El don de la revelación moderna

Conferencia General Octubre 1986logo 4
El don de la revelación moderna
presidente Ezra Taft Benson

Ezra Taft Benson«¿Utilizamos el Libro de Mormón y Doctrina y Convenios para mejorar nuestra vida y resistir el poder del demonio? Este es el propósito con el cual se nos dieron.»

Mis amados hermanos y hermanas, en esta gloriosa ocasión en que nos. encontramos aquí reunidos quisiera darle las gracias a nuestro Padre Celestial por el don de la revelación en nuestros días, y particularmente, las Escrituras de los Últimos Mas.

Aprecio con todo el corazón la Biblia, tanto el Nuevo como el Antiguo Testamento. Este libro es una fuente de grandes verdades; nos enseña sobre la vida y el ministerio del Maestro; en sus páginas aprendemos que la mano de Dios ha dirigido los asuntos de Su pueblo desde el comienzo de la historia de la tierra. Sería imposible calcular el inmenso impacto que la Biblia ha tenido en la historia del mundo. El contenido de sus páginas ha bendecido la vida de innumerables generaciones.

Pero a medida que se fueron sucediendo las generaciones, los hijos de los hombres no recibieron más Escrituras. Sin nuevas revelaciones para guiarlos, los hombres empezaron a interpretar la Biblia en distintas formas. Muchas iglesias y credos salieron a luz, cada uno de ellos basándose en la Biblia como fuente autorizada.

Pero esto de ninguna manera disminuye el valor de la Biblia; este libro tan sagrado siempre ha tenido un valor inestimable para los hijos de los hombres. De hecho, fue un pasaje de la Biblia el que inspiró al profeta José Smith a ir a una arboleda cerca de su casa y arrodillarse a orar. Como consecuencia de eso, recibió la gloriosa visión que dio comienzo a la restauración de la plenitud del evangelio de Jesucristo en la tierra. Esa visión también inició el periodo en que recibiríamos nuevas Escrituras que tendrían el mismo valor que la Biblia, al dar testimonio a un mundo pecador de que Jesús es el Cristo y de que Dios vive y ama a sus hijos y todavía está íntimamente interesado en que logren su salvación y exaltación.

Por medio del profeta Nefi, el Señor exhorto que nos cuidáramos de los que dijeran que la Biblia era la única Escritura que el mundo necesitaba. Él dijo:

«¿No sabéis que hay más de una nación? ¿No sabéis que yo, el Señor vuestro Dios, he creado a todos los hombres. . . y manifiesto mi palabra a los hijos de los hombres, si, sobre todas las naciones de la tierra?
«. . . ¿No sabéis que el testimonio de dos naciones os es un testigo de que ‘ yo soy Dios, que me acuerdo tanto de una nación como de otra?. . .
«Y hago esto para mostrar a muchos que soy el mismo ayer, hoy y para siempre.» (2 Nefi 29:7-9.)

En la actualidad tenemos tres libros nuevos de Escrituras: el Libro de Mormón, Doctrina y Convenios y la Perla de Gran Precio. Tengo en gran estima estos libros sagrados. Esta tarde quisiera hablaros en particular del Libro de Mormón y de Doctrina y Convenios. Estos importantes libros de Escrituras de los últimos días fueron revelados por el Dios de Israel con el propósito de reunir y preparar a su pueblo para la segunda venida de Jesucristo. Como escribió el presidente John Taylor, sacar a luz estos dos libros sagrados «costó la mejor sangre del siglo diecinueve» (D. y C. 135:6), o en otras palabras, les costó la vida al profeta José Smith y a su hermano Hyrum.

El Señor le dijo al profeta José Smith: »Esta generación recibirá mi palabra por medio de ti» (D. y C. 5: 10). El Libro de Mormón y Doctrina y Convenios son parte del cumplimiento de esa promesa; juntas, estas dos grandes obras de Escrituras traen grandes bendiciones a esta generación.

Cada uno de esos dos libros contiene una poderosa proclamación al mundo. La portada del Libro de Mormón declara que este volumen tiene tres objetivos: mostrar las grandes obras que el Señor ha hecho, enseñar los convenios que hicimos con El y convencer al judío y al gentil de que Jesús es el Cristo.

La sección I de Doctrina y Convenios es el prefacio que el Señor le da al libro. Doctrina y Convenios es el único libro en el mundo que contiene un prólogo escrito por el Señor mismo. En este prólogo El declara al mundo que su voz va dirigida a todos los hombres (véase el vers. 22), que Su venida se acerca (véase el vers. 12) y que todas las verdades que se encuentran en Doctrina y Convenios se cumplirán (véanse los vers. 3738).

Cada una de estas grandiosas Escrituras de estos últimos días testifica en forma muy elocuente y poderosa que Jesús es el Cristo. Casi todas las páginas de Doctrina y Convenios y del Libro de Mormón mencionan al Maestro -su gran amor por sus hijos y su sacrificio expiatorio y nos enseñan cómo debemos vivir para que podamos volver a vivir con Él y con nuestro Padre Celestial.

Cada uno de estos libros de Escrituras actuales contiene el conocimiento y el poder para ayudarnos a vivir mejores vidas en un momento en que abunda la maldad. Cualquiera que se dedique a estudiar con un espíritu de oración las páginas de estos libros encontrara consuelo, consejos, guía y la capacidad para mejorar su vida.

El presidente Romney dijo sobre cl Libro de Mormón:

Si se capacita a nuestros jóvenes con respecto a las enseñanzas del Libro de Mormón. no solo recibirán inspiración y la valentía para escoger el camino correcto por medio del ejemplo . . . sino que también aprenderán tan bien los principios del evangelio de Jesucristo que sabrán con seguridad lo que es correcto.

»De casi todas las páginas del libro recibirán el emocionante testimonio de que Jesús es el Cristo. el Hijo del Dios viviente, el Redentor y Salvador. Este testimonio por sí sólo será un ancla que los sostendrá en cualquier tormenta» (en Conference Report, abril de 1960, pág. 112, cursiva agregada).

Hablando de las revelaciones de Doctrina y Convenios, el presidente Joseph Fielding Smith dijo: »Si las ponemos en práctica si cumplimos con los mandamientos del Señor, sabremos la verdad y no habrá ningún arma que puedan empuñar en contra de nosotros que tenga éxito. No habrá doctrina falsa ni enseñanzas de los hombres que puedan engañarnos. . . Si estudiamos estas revelaciones, tendremos la fortaleza necesaria para vencer el error y seremos fuertes y valientes» (en Conference Report, oct. 1931, pág. 17).

Muchos años antes que naciera el Salvador en esta tierra, el profeta Enoch vio los últimos días. Presencio la gran maldad que prevalecería en la tierra en esta época y profetizo las grandes tribulaciones» que resultarían de esa corrupción (véase Moisés 7:61). Pero en medio de esta profecía tan deprimente, el Señor prometió que preservaría a su pueblo (véase Moisés 7:61). ¿Cómo lo haría’? Prestad atención a lo que el Señor mismo dijo que haría para preservar a su pueblo:

«Y justicia enviaré desde los cielos y la verdad haré brotar de la tierra pata testificar de mi Unigénito . . . y haré que la justicia y la verdad inunden la tierra como con un diluvio, a fin de recoger a mis escogidos de las cuatro partes de la tierra a un lugar que yo prepararé.» (Moisés 7:62, cursiva agregada. )

El Señor prometió, por lo tanto, que la justicia vendría de los cielos y la verdad saldría de la tierra. Y hemos visto el cumplimiento maravilloso de esta profecía en esta generación. El Libro de Mormón salió de la tierra, rebosante de verdad, sirviendo como la verdadera clave de nuestra religión (véase Enseñanzas del profeta José Smith). Dios también ha enviado justicia de los cielos. El Padre mismo, junto con su Hijo, se le apareció al profeta lose Smith. El ángel Moroni, Juan el Bautista, Pedro, Santiago y muchos otros ángeles, bajo el mandato de Dios, restauraron la autoridad necesaria al reino. Además, el profeta José Smith recibió revelación tras revelación de Dios durante esos años críticos del crecimiento de la Iglesia. Estas revelaciones han sido preservadas para nosotros en el libro de Doctrina y Convenios.

Estas dos obras de Escrituras, entonces, llegaron a ser un importante instrumento en manos del Señor para preservar a su pueblo en estos últimos días. El Libro de Mormón, escrito por medio de la inspiración para nuestros días, preservado a través de los siglos para que saliera a luz en esta época, traducido por el poder y el don de Dios, es la clave de nuestra religión, es la clave de nuestra doctrina; es la clave de nuestro testimonio; es la clave en el t testimonio de Jesucristo; es la clave en S nuestro esfuerzo por evitar los engaños del demonio en esta época. Satanás reina en el corazón de los hombres y tiene poder sobre todos sus dominios (véase D. y C. 1:35). Pero el Libro de Mormón tiene más poder: poder para desenmascarar los principios falsos, poder para ayudarnos a sobrellevar las tentaciones, poder para ayudarnos a acercarnos más a Dios que ningún otro libro (véase Enseñanzas del profeta José Smith, págs. 233-234).

El Libro de Mormón debe volver a ocupar el lugar principal en la mente y el corazón de nuestra gente. Debemos respetarlo leyéndolo, estudiándolo y poniendo en práctica sus preceptos en nuestra vida, transformándolas en vidas como las que se requieren de los verdaderos seguidores de Cristo. Hablando del papel central que tiene el Libro de Mormón en nuestra adoración, el presidente Joseph Fielding Smith dijo:

»Mi opinión es que ningún miembro de la Iglesia estará satisfecho hasta que haya leído el Libro de Mormón una y otra vez, y lo haya meditado cuidadosamente hasta que pueda testificar que es sin duda un registro que ha contado con la inspiración del Todopoderoso, y que su historia es verdadera. . . Ningún miembro de la Iglesia puede contar con la aprobación de Dios v morar en su presencia si no ha estudiado con dedicación el Libro de Mormón.» (En Conference Report, oct. de 1961, pág. 18, cursiva agregada.)

De la misma maneras Doctrina y Convenios forma una parte esencial de nuestra vida espiritual. El profeta José Smith dijo: »En esos primeros tiempos de la Iglesia, los miembros estaban ansiosos por obtener la palabra de Dios sobre cualquier tema que tuviera algo que ver con nuestra salvación» (History of the Church, 1:207).

Por lo tanto, Doctrina y Convenios es un valiosísimo libro de Escrituras que se revelo directamente a nuestra generación. Contiene la voluntad del Señor en cuanto a nosotros en estos últimos días que preceden a la segunda venida de Cristo. Contiene muchas verdades y principios que no se encuentran revelados en su totalidad en otras Escrituras. Y. al igual que el Libro de Mormón, fortalecerá a los que con dedicación lo estudien y oren al respecto.

Nosotros, los santos del Altísimo, ¿valoramos la palabra que Él ha preservado para nosotros a un precio tan alto? ¿Utilizamos estos libros de revelaciones de los últimos días para mejorar nuestra vida y resistir el poder del demonio? Este es el propósito con el cual se nos dieron. ¿Cómo pretendemos que Dios no nos condene si no les damos importancia y los dejamos en nuestras repisas juntando polvo?

Mis queridos hermanos y hermanas, os doy mi solemne testimonio de que estos libros contienen la voluntad del Señor para nosotros en estos días de pruebas y dificultades. Junto con la Biblia, nos testifican del Señor y de su obra. Estos libros contienen la voz del Señor dirigida a nosotros en esta época.

Utilicémoslos, dedicándonos  a su estudio de todo corazón como el Señor quiere que lo hagamos, lo ruego en el nombre de Jesucristo. Amén.

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