1977 Conferencia de Área en la ciudad en la Paz, Bolivia
El evangelio para los lamanitas americanos
por el presidente Spencer W. Kimball
Sesión General
Mis queridos hermanos, es un gran placer reunirme aquí con vosotros en este hermoso país. Ayer, cuando sobrevolábamos la ciudad, pudimos disfrutar de la belleza natural de la región; muchos edificios altos se elevan hacia las nubes, lino de los hermanos nos dijo que uno de los edificios de La Paz, es probablemente uno de los más altos en el mundo, debido a la base natural sobre la cual fue construido.
Realmente disfrutamos del programa que habéis presentado anoche; estuvimos encantados con los cientos de personas que participaron en el mismo. Bailaron con soltura y gracia y nos sentimos muy orgullosos de lodos ellos.
Nos complace encontrar aquí en La Paz y en sus alrededores, a muchos miles de lamanitas, descendientes de Lehi. En la Iglesia hay casi 250,000 miembros que tienen sangre lamanita a quienes amamos mucho, y hemos venido aquí a mostrarles nuestra gratitud y animarles para que sigan adelante y a que vivan los mandamientos de Jesucristo.
Cristo volverá
Hemos venido para proclamar al mundo que Jesucristo ha estado en la tierra. Como recordaréis, muy poco antes de su ascensión a los cielos, nuestro Salvador llevó a sus apóstoles a la cima del monte de los Olivos, y les dio largas e importantes instrucciones, para que pudiesen llevar adelante su obra. Una vez que hubo terminado la exhortación, ascendió a los cielos y mientras los Doce Apóstoles miraban a nuestro Señor, aparecieron dos ángeles vestidos de blanco y dijeron:
“Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.” (Hechos 1:11.)
Cristo en las Américas
Esto habría de suceder muy pronto; y los indios de las Américas habrían de recibir esa visita del Señor, por eso es que anunciamos a todo el mundo que Jesucristo vino, y que durante algunos días explicó a los lamanitas y a los nefitas las mismas doctrinas que había explicado en Jerusalén. Miles de lamanitas y nefitas se agrupaban para oír su mensaje glorioso. Le llevaban a los niños a quienes bendijo, y el Espíritu Santo descendió sobre ellos.
Este es el mensaje que queremos dar a todo el mundo: de que Jesucristo volvió al mundo y enseñó el mismo evangelio que había predicado antes.
La visión de la Restauración
A principios de 1800, José Smith tuvo una visión del Padre y el Hijo. Fue una visión más grandiosa que la de Pablo y la de Daniel. Dios el Padre y Jesucristo el Hijo aparecieron a José Smith, y le dijeron que si continuaba siendo constante y fiel, sería el instrumento en las manos del Señor para establecer la restauración del evangelio.
Hay sesenta millones de lamanitas que viven desde el norte de Alaska hasta la parte austral de Sudamérica, a quienes invitamos, así como a todos los demás, a que se unan a la iglesia.
Hace más o menos medio siglo, el hermano Melvin Baílard, uno de los Doce Apóstoles, vino a Sudamérica y dedicó esta tierra para la predicación del evangelio. Ya hemos hecho un trabajo considerable al respecto, pero esperamos un gran adelanto de esta obra entre los lamanitas de todo el mundo. Ha sido un privilegio especial para mí haber participado en esta obra. He estado muchas veces en Bolivia y en otros países de Sudamérica, trayendo este testimonio a cada habitante de esta tierra. Jesucristo vive y ha vuelto a la tierra y continuará bendiciendo la tierra con su presencia cuando lo considere necesario.
Programa para los niños
Estamos complacidos con el rápido crecimiento de la Iglesia en Bolivia; tenemos alrededor de 11,000 miembros más dentro de la Iglesia, muchos de ellos Iamanitas puros, y estamos encantados con ellos. En los Estados Unidos tenemos un programa especial para los Iamanitas, el cual podría implantarse también en este país. Hemos invitado a miles y miles de vuestros niños a los hogares de los miembros de la Iglesia anglosajones, donde se les provee de lo necesario para vivir y estudiar. Este programa se ha expandido en muchos estados de los Estados Unidos, y estamos muy felices con el progreso que se ha logrado. Muchos de estos niños, cuando han terminado su educación primaria, continúan estudios de secundaria y después en universidades. Este programa está más desarrollado en Utah que en cualquier otro lugar.
Hermanos, estamos muy agradecidos con este programa y esperamos poder enseñar el evangelio en varios idiomas para que todos los Iamanitas puedan comprenderlo.
Sabemos que ésta es la obra del Señor e invitamos a todos aquellos que estén escuchando estas palabras, a que investiguen las verdades que enseñamos, las cuales traerán felicidad y gozo a las familias de esta tierra. Y al invitaros a participar de este programa del evangelio, pedimos al Señor que os bendiga, que toque el corazón de cada uno de vosotros, para que sepáis, como nosotros sabemos, que Jesús es el Cristo, que Dios vive y que todos viviremos después de la muerte por medio de la resurrección. Testifico esto, en el nombre de Jesucristo. Amén.
























