Octubre de 1980
El sacerdocio de preparación
por Marvin K. Gardner
Cuando Wilford Woodruff siendo presbítero cumplía una misión regular en Arkansas y Tennessee en 1834, su vida fue preservada milagrosamente mediante el poder divino, y frecuentemente fue bendecido con la ministración de ángeles. Testificando posteriormente en cuanto a la magnitud del poder del Sacerdocio Aarónico dijo: “Un hombre no debe avergonzarse de ninguno de los oficios del sacerdocio. No hay ninguna diferencia en que sea un apóstol o un presbítero, siempre que honre el oficio que posee. El presbítero posee las llaves de la ministración de ángeles. En toda mi vida como apóstol, setenta y élder jamás tuve mayor protección del Señor que cuando era presbítero; Él también me reveló, por medio de visiones, revelaciones y la inspiración del Espíritu Santo, muchas de las cosas que me esperaban en el futuro.” (The discourses of Wilford Woodruff, ed. por G. Homer Durham. Salt Lake City, Bookcraft, 1946, págs. 298, 300.)
El Sacerdocio Aarónico, otorgado generalmente a jóvenes de doce a dieciocho años de edad, está en vigencia actualmente; la majestad del oficio y la dignidad de su poder permanecen inalteradas.
Capacitación en el sacerdocio
Cuando ejercen el poder del sacerdocio, los jóvenes efectúan un servicio importante en la Iglesia, pero posiblemente de mayor importancia resulte el hecho de que aprenden en cuanto al verdadero valor del poder que se les ha otorgado.
Por ejemplo, cuando Kenneth Miklya se convirtió al evangelio, el quorum de presbíteros del Primer Barrio de Saint Paul, Minnesota, se ocupó de todos los arreglos,, bajo la supervisión del obispo; un presbítero dirigió el servicio, otro presentó un mensaje espiritual apropiado y. un tercero efectuó el bautismo. En el transcurso de los meses siguientes Ken recibió el Sacerdocio Aarónico y fue ordenado diácono, maestro y presbítero; estas ordenaciones fueron efectivas por miembros del quorum.
Fue una experiencia muy significativa para todos los jóvenes’ que participaron en esas ordenanzas, dice el presidente Thomas A. Holt, de la Estaca de Saint Paul, Minnesota. Para ellos el sacerdocio llegó a ser una realidad. En el momento presente la mayoría de ellos están sirviendo en el campo misional.
Este sacerdocio también ayuda a los jóvenes a prepararse para recibir el Sacerdocio de Melquisedec. A los diáconos, maestros y presbíteros se les ofrece capacitación en cuanto a cualidades de liderazgo mientras van gozando de la oportunidad de servir. La Guía para el Quorum del Sacerdocio Aarónico, usada en sesiones de veinte o treinta minutos de duración durante las reuniones semanales de las presidencias de los quórumes, ofrece información muy útil en cuanto a temas como el de presidir un quorum, la delegación y verificación, la enseñanza y activación de miembros del quorum y la preparación de los jóvenes para ser misioneros.
¿Son eficaces estas sesiones de capacitación?
Sí; así lo afirman los jóvenes y sus líderes. Un presbítero de Lovell, Wyoming, recuerda que cuando era presidente del quorum de diáconos, trataba de hacer todo él solo; planeaba las actividades especiales, hacía los arreglos y presentaba todo el programa. Pero he aprendido que hay una manera mejor de hacer las cosas, dice. Ahora, cómo primer ayudante del obispo en el quórum de presbíteros, distribuye entre los demás muchas de las asignaciones, dando instrucciones claras sobre lo; que se espera y proveyendo oportunidad para realizar una verificación sobre el cumplimiento de lo asignado. En esta forma hacemos más, agrega, y son muchos los presbíteros que tienen ocasión de participar activamente.
Esta clase de capacitación es de tanto valor, que según afirma el hermano Neil D, Schaerrer, ex Presidente General de la organización de Hombres Jóvenes, a él le gustaría ver que todo joven reciba la oportunidad de servir en cada uno de los puestos de dirección en el Sacerdocio Aarónico. El presidente Schaerrer trató de poner en marcha este programa cuando servía como miembro de un obispado y se dio cuenta de que con ese sistema había aumentado la asistencia y que los jóvenes aceptaban con dignidad estos puestos de responsabilidad.
Naturalmente, dice, las presidencias deben ser llamadas mediante la inspiración. Pero si todos los muchachos pudieran estar preparados para servir en esos oficios, tendrían varios meses consecutivos de experiencia en el arte de dirigir antes de salir del quorum. En esta forma aprenden mucho más acerca de los principios de buena dirección, servicio y testimonio, lo que los ayudará a medida que siguen adelante como poseedores del Sacerdocio de Melquisedec en sus misiones.
Preparación para el servicio misional
Tal como lo hace notar el presidente Schaerrer, la preparación misional comienza apenas los jovencitos reciben el Sacerdocio Aarónico, y en toda la Iglesia los líderes están haciendo un buen esfuerzo para elevar el número de misioneros. Por ejemplo, cierto obispo llena el formulario de solicitud misional cuando entrevista por primera vez a un diácono; se esmera por hacer saber al muchacho que él, el Profeta y el Señor esperan que se prepare para cumplir una misión regular. Luego, anualmente (dos veces al año para los presbíteros) examina el formulario con los jóvenes y hace comentarios en cuanto a los requisitos.
Otro obispo tiene un fichero con tarjetas donde hace anotaciones que lo ayudan a recordar que cada joven debe hablar en la reunión sacramental por lo menos dos veces por año; y anima a los jóvenes a ganar dinero y ahorrar para poder pagar los gastos de la misión. Además mantiene a los presbíteros en contacto con los misioneros regulares asignados al barrio; sujetándose a las normas de vestir de los misioneros, los jóvenes enseñan y bautizan a los conversos.
La orientación familiar también inspira a los jóvenes a servir en una misión. Por ejemplo, antes de salir en la misión, un joven de Provo, Utah, sirvió con su padre como maestro Orientador de tres familias; después de recibir su llamamiento e ingresar al Centro de Capacitación de Misioneros, se enteró de que una de las familias había ido al templo y había sido sellada.
Esa fue mi mayor motivación para trabajar con ahínco y realmente aprender castellano y memorizar las lecciones, dice. Mi primer “bocado” de obra misional fue tan gustoso que tomé la determinación, con más fervor que nunca, de lograr el éxito como misionero.
Oportunidades de servicio
Una de las metas principales de los quórumes del Sacerdocio Aarónico es ofrecer oportunidades de servicio. La Guía para el Quorum del Sacerdocio Aarónico ayuda a capacitar a las presidencias en cuanto a planeamiento y realización de esas actividades de servicio.
Por ejemplo, un quorum de maestros tenía el proyecto de ayudar anónimamente a otras personas, idea que entusiasmó también a los miembros del quorum que normalmente no tomaban parte en otras actividades. En una ocasión, cuando el presidente de Hombres Jóvenes se encontraba construyendo un sótano, los muchachos terminaron el trabajo a mitad de la noche dejando una tarjeta de presentación: la silueta de un hombre con las solapas del traje levantadas y el ala del sombrero baja, y firmada: “Los Fantasmas del Barrio». También, con la ayuda de sus madres, hacían pan y pasteles que dejaban en la puerta de algunos vecinos. Quitaban la nieve del frente de las casas y enviaban tarjetas de saludo a los enfermos. Las recompensas por estos servicios pronto fueron tangibles para el atareado presidente del quorum cuando uno de los miembros de su grupo secretamente le arregló la bicicleta que estaba rota dejando únicamente como evidencia una tarjeta de “Fantasma”.
Un obispo de Tucson, Arizona, dice que a sus presbíteros les gusta mucho prestar servicio a la gente que está confinada en sus hogares. Los domingos van a la casa de esas personas y realizan un servicio sacramental breve, a la vez que les hacen una visita. Esto ha ayudado a los jóvenes a comprender la seriedad de su responsabilidad, dice el obispo, y ha sido de beneficio para los ancianos del barrio.
Al participar en experiencias significativas de servicio, aprenden a dar generosamente de sí mismos. Un maestro de Payson, Utah, aprecia la recompensa del sacrificio. Es maravilloso, afirma, obtener el sentimiento de que se está trabajando para el Señor.
Beneficios adicionales
El Sacerdocio Aarónico también puede afectar otros aspectos de la vida de los jóvenes. Un presbítero encuentra que el sacerdocio mejora mucho la relación que él tiene con su padre.
Hablamos mucho acerca del sacerdocio, dice, y en cuanto a cómo alejar de nuestra vida las tentaciones y confiar en el Señor. Luego es fácil hablar de otras cosas… Él es mi amigo, añade.
Las experiencias del Sacerdocio Aarónico también pueden ayudar a los jóvenes a prepararse para el casamiento y la paternidad. Ciertamente, a medida que aprenden los principios de liderazgo y desarrollan aptitudes misionales y de servicio, aprenden también a ser generosos, a trabajar bien con otras personas, a ser responsables. . . todo lo que es sumamente importante para su papel patriarcal futuro.
¿Es todo esto demasiado pedir a los jóvenes y a los quórumes del Sacerdocio Aarónico? “No”, dice el presidente Spencer W. Kimball, “Nos preocupa sobremanera… la necesidad de proveer en forma continua a nuestros jóvenes de oportunidades significativas para desarrollar su alma en el servicio al prójimo. Generalmente los jóvenes no se inactivan en la Iglesia como consecuencia del exceso de significativas responsabilidades; no hay joven que haya sido testigo personal de la forma en que el evangelio se pone en acción en la vida de la gente, que les dé la espalda a sus obligaciones en el reino y las abandone. Estamos desarrollando una generación real. . . que tiene una misión especial para llevar a cabo.” (“Los héroes de la juventud”, Liahona, Ag. de 1976, pág. 38.)
























