Esto comparto con vosotros

Conferencia General Octubre 1977
Esto comparto con vosotros
por el élder Hugh W. Pinnock
del Primer Quórum de los Setenta

Hugh W. PinnockHay tres cosas que deseo compartir con vosotros hoy, mis hermanos.

Primero, que sé que el Evangelio de Jesucristo es verdadero, y que solamente si oímos atentamente las palabras de nuestro Profeta, leemos las Escrituras para que nos guíen, y vivimos los mandamientos del Señor y las enseñanzas de las Autoridades Generales, podremos encontrar la felicidad eterna.

Segundo, debo confesaros abiertamente la realidad de mi propia ineptitud.  Al aceptar el llamamiento como miembro del Primer Quórum de los Setenta, ruego al Señor, a estos líderes de la Iglesia que nos acompañan hoy, y a vosotros, con quienes habré de trabajar, que tengáis todos una paciencia inagotable conmigo.

Y por último, debo manifestar la enorme gratitud que siento.  Por todos aquellos que me habéis instruido mediante la palabra, el ejemplo y la acción; a la esposa y los hijos que siempre me han apoyado, tanto acá como en el campo misional; a unos padres que nunca han tenido problemas en decidir cuáles son las cosas importantes de la vida, porque para ellos ha sido fácil y natural comprenderlo.  Estoy agradecido también por mis hermanos y sus respectivas familias; por los muchos amigos y compañeros, que han tenido la paciencia de comprender mis debilidades, mi manera de vivir y mis decisiones.  Estoy agradecido por hombres como el presidente que tuve en la misión, el presidente Harold B. Lee, el élder Richard L. Evans y otros, que ya no están con nosotros.  Estoy profundamente agradecido a muchos de los hermanos que se encuentran aquí, cuyo constante ejemplo ha sido una fuerza motivadora en mi vida.  Y, sobre todo, estoy agradecido por nuestro bondadoso y amante Salvador, quien no solamente nos enseña, sino que también nos perdona, nos ama y persevera con nosotros.

Hablando en nombre de mi esposa, de mis hijos y mío, diré que nos encontramos listos para dar todo lo que tenemos para la edificación del reino de Dios, y esperamos que nuestra contribución a ello sea siempre generosa en todo lo que se nos pida.

Henry Van Dyke dijo, hace muchos años:

«Sólo hay una forma de prepararse para la inmortalidad y ella es amar esta vida y vivirla en la forma más valiente, fiel y feliz que podamos.» (Vital Quotations, Bookcraft 1968, pág. 201.)

Y ruego que todos podamos lograr esto, en el nombre de Jesucristo.  Amén.

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