Él estará allí para ayudarnos

Conferencia General Abril 1995
Él estará allí para ayudarnos
Andrea Alien
Estaca West Jordán, Utah

«El estudio diario de las Escrituras me recuerda que debo tener fe en mi Padre Celestial.»

Todas somos diferentes; a cada una de nosotras se le han dado habilidades así como problemas. Algunas quizás tengamos impedimentos físicos o mentales; otras tal vez se sientan solas o provengan de hogares en los cuales no se enseñen los principios del evangelio. Pero dado que nuestro Padre Celestial nos ama, nos ha proporcionado una fuente de consuelo y fortaleza: las Escrituras.
Mis queridas amigas, me siento agradecida por la oportunidad que tengo de hablarles sobre la experiencia que he tenido relacionada con las Escrituras.
Fui bendecida al criarme en un hogar donde las Escrituras formaban una importante parte de nuestra vida. Había participado en tantas actividades de la Iglesia y escuchado a amigos y familiares dar testimonio del poder de las Escrituras, que tuve el deseo de obtener un testimonio personal de su poder y su veracidad.
Sin embargo, no fue fácil. Debido a la incapacidad que tengo para aprender, me era difícil leer las palabras y más aún comprender lo que leía. Muchas veces me sentía avergonzada y frustrada; no deseaba ir a las reuniones de las Mujeres Jóvenes porque me sentía incapaz de participar; tenía miedo de que me pidieran que leyera. Estaba más a gusto con mi familia, pero de todas formas seguía sintiéndome desilusionada.
Oré pidiendo ayuda y encontré el siguiente pasaje de las Escrituras. Sírvanse abrir el Libro de Mormón en Moroni 7:33 y encontrarán allí la respuesta que recibí:
«Y Cristo ha dicho: Si tenéis fe en mí, tendréis poder para hacer cualquier cosa que me sea conveniente».
¡Qué promesa tan maravillosa! Si tenía fe en el Señor, El me ayudaría; me ayudaría a comprender las Escrituras. Esa fue la clave para mí, y al leer versículo por versículo, día tras día, comencé a comprender. Mis tareas escolares también mejoraron y el Libro de Mormón me ayudó a pasar la secundaria. Continúo teniendo incapacidad para aprender y enfrento problemas todos los días, pero el estudio diario de las Escrituras me recuerda que debo tener fe en mi Padre Celestial.
Sea donde sea que vivan o la clase de familia que tengan, nuestro Padre Celestial las ama y les ayudará y las fortalecerá siempre que lo necesiten. Lo sé, porque eso fue lo que me pasó a mí. Amo a mi familia, que comprende los problemas que tengo; estoy agradecida por los líderes que tanto me han ayudado. Sé que la Iglesia es verdadera y que tenemos las Escrituras para que todos aprendamos de ellas. Sé que Cristo vive, en el nombre de Jesucristo. Amén.

Esta entrada fue publicada en Sin categoría y etiquetada . Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario