¿Cuáles son los acontecimientos más importantes que han de suceder antes de la venida de Cristo?
Joseph F. McConkie,
Profesor de Escrituras antiguas de la Universidad Brigham Young.
Las Escrituras explícitamente prohíben especular acerca de la hora y el día en que Cristo regresará. Queda en claro que el calendario que usamos no ha de ser uno de meses y años, sino de acontecimientos. Existen profecías incondicionales que se deben cumplir antes de la venida de Cristo. Estos acontecimientos se describen en las Escrituras como la “terminación de su obra” y deben ocurrir mayormente “al comenzar el séptimo milenio [de la historia temporal de la tierra], la preparación de la vía antes de la hora de su venida” (D. y C. 77:6, 12).
En el capítulo 9 del libro de Apocalipsis leemos de las guerras y de las plagas que ocurrirán cuando se abra el séptimo sello. Por revelación, el profeta José Smith nos dijo que estas cosas “se cumplirán después que sea abierto el séptimo sello, antes de la venida de Cristo” (D. y C. 77:13).
Los santos fieles pueden reconocer estos acontecimientos y así prepararse para recibir a Cristo a su regreso. Consideremos brevemente seis acontecimientos claves (no necesariamente en orden cronológico) que deben cumplirse antes de la Segunda Venida. Son: (1) la prédica del evangelio en todo el mundo, (2) el recogimiento de Israel, (3) la construcción de templos, (4) la visita de Cristo a Adán-ondi-Ahman, (5) la batalla de Armagedón y (6) señales y maravillas en los cielos.
1. La prédica del evangelio en todo el mundo. El evangelio restaurado mediante José Smith ha de ser predicado entre todas las naciones, tribus, lenguas y pueblos antes de la venida de Cristo. Toda nación, familia y lengua debe tener la oportunidad de aceptar o rechazar a Cristo tal como el Libro de Mormón testifica de él (3 Nefi 21:11). En ello se incluye a los pueblos de la Unión Soviética, China, India y las naciones musulmanas. A todos se les ha de enseñar el evangelio en su propia lengua y a través de su propia gente (D. y C. 90:11; Alma 29: 8). En todas estas naciones se encontrarán congregaciones de Santos de los Últimos Días armados con “la justicia y el poder de Dios en gran gloria” (1 Nefi 14:12,14). Aparentemente deben ocurrir grandes cambios en los gobiernos de los hombres antes de que tales profecías puedan cumplirse.
2. El recogimiento de Israel. Por medio de la enseñanza del evangelio se cumplirán las profecías acerca del recogimiento de Israel. Esto se aplica al pueblo lamanita, al judío y a las tribus perdidas.
Todos se hallaban perdidos o dispersos por haber rechazado a Cristo y sus mandamientos. Nuevamente podrán reclamar su herencia antigua cuando hayan regresado a Cristo y a sus convenios sempiternos. Una vez que sean “restaurados a la verdadera iglesia y redil de Dios”, volverán bajo la dirección del profeta, que tendrá las llaves del recogimiento de Israel a las tierras de su herencia. (2 Nefi 9:2; D. y C. 110:11.)
3. La construcción de templos. A medida que Israel se vaya congregando, Sión se irá estableciendo, y a medida que Sión se vaya estableciendo se irán construyendo templos. El propósito de los templos es preparar al pueblo para reunirse con Dios. Malaquías prometió que en los últimos días el Señor vendría súbitamente a su templo (Malaquías 3:1).
Isaías identificó la construcción de templos como una señal del recogimiento de Israel en preparación para la venida de Cristo (Isaías 2:1-3). Las promesas proféticas incluyen la construcción de templos tanto en la Jerusalén antigua como en la Nueva Jerusalén en el condado de Jackson (D. y C. 84:4; 124:36).
4. La visita de Cristo a Adán-ondi- Ahman. Antes del grande y terrible día en que Cristo venga a reclamar lo que le pertenece y a traer juicios sobre los malvados; antes de que descienda abierta y públicamente, aparecerá priviada y silenciosamente a algunos de los santos fieles de todas las épocas en el valle de Adán- ondi-Ahman. Aquí, quienes hayan tenido llaves y poderes, desde la época de Adán hasta el presente, rendirán un informe de sus mayordomías. Entregarán sus llaves a Adán, quien a su vez las entregará a Cristo. De esta manera todo quedará listo para que Cristo comience su reinado milenario (D. y C. 116; Daniel 7:9-14; 21-22).
5. La batalla de Armagedón. Cuando Israel haya regresado a sus tierras, habiéndose congregado de todas las naciones de la tierra, y la Jerusalén antigua haya sido reconstruida con el templo del Señor, entonces vendrá una época de gran iniquidad y destrucción la que culminará en la batalla de Armagedón.
Se ha supuesto falsamente que existirá un estado de rectitud como introducción a la época milenaria; sin embargo, no es así. La tierra entera estará llena de iniquidad. Dos de los profetas de Dios serán sacrificados en Jerusalén y sus cuerpos yacerán en la plaza por tres días y medio antes de que Dios los levante de los muertos (Apocalipsis 11:8-11).
De acuerdo con la divina providencia, las tribulaciones de Jerusalén serán paralelas a sus pecados: la ciudad será tomada, las casas saqueadas y las mujeres violadas (Zacarías 14:2). Parecería que sólo los justos escaparán esta destrucción y pillaje.
Tal será el escenario de la gran batalla final, la batalla de Armagedón. Esta culminante batalla, parte de una guerra religiosa, una guerra que confronta la causa de Israel y su Cristo con las fuerzas de Gog y Magog, será sostenida en la valle de Esdraelón en las antiguas tierras de Palestina. De acuerdo con el capítulo 9 del libro de Apocalipsis, versículo 16, en este lugar unos “doscientos millones” de hombres se trabarán en una batalla que se extenderá a todas las naciones de la tierra. Durante esta batalla, Cristo pondrá nuevamente su pie sobre el Monte de los Olivos y este sagrado monte se partirá en dos; rescatará a su pueblo y enjuiciará a los malvados. La derrota de Gog y Magog significará la destrucción final de los enemigos de Israel y el fin de las naciones y los reinos terrenales. Poco después, Cristo reinará como Rey de reyes y Señor de señores (Apocalipsis 9; D. y C. 45:48; Apocalipsis 19:14—16).
6. Señales y maravillas en los cielos. Unos 2.000 años antes en el Monte de los Olivos, Cristo había relatado a sus discípulos las destrucciones que vendrían sobre Israel en los últimos días. Entonces hizo la promesa: “E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se obscurecerá, y la luna no dará su luz, y las estrellas caerán del cielo, y serán conmovidos los poderes del cielo” (José Smith—Mateo 1:33).
Esta será entonces la gran señal final, porque “entonces”, El prometió, “aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo, y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra; y verán al Hijo del Hombre que viene en las nubes del cielo, con poder y gran gloria” (José Smith—Mateo 1:36). □

























Esperaré con FE
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Y lo interesante es que el séptimo milenio ya empezó en el año 2000. Eso quiere decir que las profecías más relevantes y obvias están a punto de cumplirse. Según varios autores SUD la 1/2 hora de silencio profetizada antes de la segunda venida de Jesucristo y de la tribulación en nuestro tiempo son 21 años. Eso significa que alrededor del año 2021 todo el mundo se va a poner patas arriba.
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aritz como mide el tiempo?
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