En armonía con otras personas

Hay muchas cosas que podemos hacer por nuestra cuenta. Podemos tocar un solo de piano, de violín, de guitarra o de otro instrumento; cantar, dar un discurso o recitar un poema; pero hay otras cosas sumamente hermosas, que sencillamente no podemos hacer por nuestra cuenta. Por ejemplo, uno no puede cantar solo en un grupo de armonización musical, ya que para armonizar se requiere combinar voces. Lo mismo sucede al combinar esfuerzos con otras personas en la comunidad.

Se dice que los primeros grupos de armonización surgieron en la década de 1880, cuando músicos afroamericanos añadieron armonías a las canciones populares de la época. En el transcurso de varias generaciones se fue creando un estilo singular que dio forma a lo que hoy conocemos como cuartetos de armonización.

¿Cómo describimos ese sonido? No es fácil. Hay quienes dicen que uno tiene que experimentarlo. Como lo dijo un miembro de uno de tales grupos, “Cuando cantamos, el sonido es increíble; nos sentimos como si estuviéramos siendo transportados; es inspirador. Es como si fuéramos tragados por la música”.

Para muchos cantantes, la música es solo parte de la experiencia. La relación entre ellos no se puede separar del sonido. Tanto como la música, es la afinidad lo que los mantiene unidos. Un experto escribió que los armonizadores tienen una gran conexión entre ellos cuando cantan juntos. Un aspecto importante de todo lo que experimentan personal y colectivamente al armonizar es la enorme camaradería que forjan entre sí.

Algo mágico se produce cada vez que un interés común une a un grupo de personas. Cuando ellos demuestran sincero interés en hacer algo significativo y tienen la disposición de cooperar en vez de competir, logran cosas que resultarían imposibles si cada uno trabajara por su parte.

Claro que uno no puede armonizar por cuenta propia, ni tampoco puede vivir aislado de los demás; todos nos necesitamos los unos a los otros. Dependemos de la amistad que nos dispensamos, y sentimos más felicidad y paz cuando estamos en armonía con otras personas.