A finales del siglo XIX y comienzos del XX, el élder Brigham Henry Roberts, un profundo pensador, erudito autodidacta y miembro del Primer Consejo de los Setenta de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, emprendió una de las obras apologéticas más significativas de su tiempo. Su colección New Witnesses for God (Nuevos Testigos de Dios) es un esfuerzo monumental para defender y exponer las afirmaciones de la Restauración del Evangelio en una época de creciente escepticismo religioso y desafío intelectual.

La colección está compuesta por tres volúmenes:

1. Volumen I: Joseph Smith, the Prophet (1895) – Un estudio detallado que presenta a José Smith como un profeta de Dios. Roberts responde a críticas contemporáneas y argumenta a favor de la divinidad de su llamamiento, defendiendo sus visiones, revelaciones y logros como evidencias de su misión profética.

2. Volumen II: The Book of Mormon (1909) – Un análisis riguroso del Libro de Mormón, abordando su origen, autenticidad, historicidad y poder doctrinal. Roberts examina evidencias internas y externas del libro, argumentando que su complejidad, estructura y mensaje espiritual testifican de su origen divino.

3. Volumen III: The Book of Mormon (Continuación, 1909) – Continúa y amplía el análisis del segundo volumen. Este tomo profundiza en temas como profecías cumplidas, estilo literario, organización social y principios doctrinales del Libro de Mormón, mostrando cómo la obra se alinea con los propósitos de Dios en los últimos días.

Roberts tituló la obra “Nuevos Testigos de Dios” para destacar que, en la era moderna, Dios ha levantado nuevos testigos de su divinidad —especialmente José Smith y el Libro de Mormón— que se unen al coro de los profetas antiguos. Su propósito no era solo defender la fe, sino fortalecerla con razonamientos sólidos, historia detallada y un espíritu de investigación reverente.

Esta colección no solo representa un hito en la apologética SUD, sino también un legado duradero de estudio, fe y testimonio intelectual. Roberts deseaba que sus lectores —tanto creyentes como críticos— consideraran honestamente las evidencias de la Restauración y reconocieran que el testimonio moderno de Dios es tan válido y poderoso como los del pasado bíblico.