Doctrina y Convenios
Sección 13
La Sección 13 de Doctrina y Convenios se encuentra dentro del contexto histórico de la restauración del Sacerdocio Aarónico en la época de José Smith, el fundador del movimiento de los Santos de los Últimos Días, y su escribiente, Oliver Cowdery. Este evento ocurrió el 15 de mayo de 1829, cerca de Harmony, Pensilvania, y es significativo porque marca un paso crucial en la restauración de la autoridad sacerdotal en la tierra.
José Smith y Oliver Cowdery trabajaban juntos en la traducción del Libro de Mormón durante este periodo. A medida que avanzaban, encontraron pasajes relacionados con el bautismo, lo que generó preguntas sobre la autoridad para realizarlo. Decidieron orar para obtener guía sobre este tema.
En respuesta a su oración, Juan el Bautista, un personaje conocido por haber bautizado a Jesús en el Nuevo Testamento, se apareció como un ángel y confirió a José y a Oliver el Sacerdocio Aarónico. Este evento simboliza la restauración de la autoridad divina para realizar ordenanzas como el bautismo por inmersión para la remisión de pecados.
Juan el Bautista declaró que actuaba bajo la dirección de Pedro, Santiago y Juan, quienes poseían las llaves del Sacerdocio de Melquisedec, el sacerdocio mayor. Les prometió que en el momento oportuno recibirían ese sacerdocio superior, completando así la restauración de la autoridad divina.
En la declaración que forma parte de la Sección 13, se describen los poderes y responsabilidades del Sacerdocio Aarónico:
Las llaves del ministerio de ángeles, que incluyen la posibilidad de recibir revelación celestial.
La predicación del evangelio de arrepentimiento, central para la misión de los profetas.
La autoridad para realizar bautismos por inmersión, una ordenanza esencial para la remisión de pecados.
La sección concluye con una promesa profética: este sacerdocio nunca será quitado de la tierra hasta que los hijos de Leví ofrezcan nuevamente un sacrificio en rectitud. Esto hace referencia a una restauración futura de prácticas y simbolismos del Antiguo Testamento en la dispensación final.
La restauración del Sacerdocio Aarónico es fundamental en la doctrina de los Santos de los Últimos Días porque establece la autoridad para realizar ordenanzas esenciales para la salvación. También subraya la continuidad de la obra de Dios desde la antigüedad hasta la modernidad, mostrando que la autoridad sacerdotal divina perdida tras la muerte de los apóstoles fue restaurada en esta última dispensación.
En la fe SUD, el Sacerdocio Aarónico es conferido a jóvenes dignos a partir de los 12 años. Les da la responsabilidad de administrar la Santa Cena, realizar bautismos y participar en el servicio a la comunidad, simbolizando la preparación para asumir mayores responsabilidades dentro del Sacerdocio de Melquisedec.
Esta sección no solo documenta un evento histórico, sino que también establece un principio fundamental de la restauración de la Iglesia de Jesucristo y su organización bajo la autoridad divina.
— Doctrina y Convenios Sección 13:1. Sobre vosotros, mis consiervos, en el nombre del Mesías, confiero el Sacerdocio de Aarón, el cual tiene las llaves del ministerio de ángeles, y del evangelio de arrepentimiento, y del bautismo por inmersión para la remisión de pecados; y este sacerdocio nunca más será quitado de la tierra, hasta que los hijos de Leví de nuevo ofrezcan al Señor un sacrificio en rectitud.
La Sección 13 no solo marca un evento histórico, sino que también define la naturaleza y propósito del Sacerdocio Aarónico en los últimos días. Es un recordatorio de que Dios obra mediante Sus siervos para realizar Su obra de salvación, conectando las responsabilidades del sacerdocio con principios eternos como el arrepentimiento, el bautismo y la revelación.
El élder Jeffrey R. Holland lo resume bien: “El sacerdocio nos permite participar en el poder divino para bendecir y redimir a la humanidad” (Conferencia General, abril 2016). Este pasaje subraya la responsabilidad y el privilegio de actuar en el nombre del Salvador, preparándonos para Su Segunda Venida y el cumplimiento completo de Su plan.
“Sobre vosotros, mis consiervos, en el nombre del Mesías”. El uso de «mis consiervos» indica que José Smith y Oliver Cowdery son iguales en servicio, resaltando la humildad y colaboración inherente en la obra del sacerdocio. El ángel actúa «en el nombre del Mesías», enfatizando que toda autoridad en la Iglesia se otorga bajo la dirección de Jesucristo.
El élder D. Todd Christofferson enseñó: “La autoridad en el sacerdocio proviene del Salvador mismo. No es la autoridad de los hombres, sino Su autoridad delegada” (Conferencia General, abril 2012). Este llamado y la impartición del sacerdocio son actos sagrados realizados bajo la supervisión divina, asegurando que la autoridad para actuar en el nombre de Cristo proviene de una fuente celestial.
“Confiero el Sacerdocio de Aarón”. El Sacerdocio de Aarón se centra en los principios preparatorios, como la enseñanza del arrepentimiento y el bautismo, que son esenciales para la salvación. Es llamado así en honor a Aarón, el hermano de Moisés, quien recibió este sacerdocio bajo la dirección de Dios (Éxodo 28:1).
El presidente John Taylor explicó: “El Sacerdocio Aarónico es el sacerdocio menor… y su función es administrar las ordenanzas exteriores” (The Gospel Kingdom, p. 142). Este momento marca el inicio de la restauración de la autoridad del sacerdocio en los últimos días, empezando con las responsabilidades preparatorias.
“El cual tiene las llaves del ministerio de ángeles”. Las «llaves del ministerio de ángeles» incluyen la capacidad de recibir revelación y orientación divina. Esta frase subraya que quienes poseen este sacerdocio tienen acceso especial al Espíritu para dirigir la obra de Dios.
El presidente Wilford Woodruff declaró: “Cuando un hombre tiene el Sacerdocio Aarónico, puede recibir la ministración de ángeles si es fiel” (Journal of Discourses, 4:11). Este poder recuerda que el sacerdocio conecta a los mortales con lo celestial, garantizando que la obra se lleva a cabo bajo dirección divina.
“Y del evangelio de arrepentimiento”. El arrepentimiento es un principio central del evangelio, necesario para la conversión y la preparación para recibir el Espíritu Santo. Este sacerdocio capacita a los portadores para predicar este mensaje fundamental.
El presidente Russell M. Nelson dijo: “El arrepentimiento es un proceso continuo que nos acerca más al Salvador” (Conferencia General, octubre 2019). Esta responsabilidad refleja el propósito del sacerdocio Aarónico: preparar a los hijos de Dios para entrar en convenios más profundos con Él.
“Y del bautismo por inmersión para la remisión de pecados”. Este bautismo, realizado bajo la autoridad del Sacerdocio Aarónico, es esencial para el cumplimiento del mandamiento de Cristo de nacer de nuevo (Juan 3:5). Por inmersión, simboliza la muerte y resurrección espiritual del creyente.
El presidente Joseph Fielding Smith explicó: “El bautismo es el primer paso en el camino hacia la exaltación” (Doctrina de Salvación, tomo 2, p. 315). La remisión de pecados a través del bautismo resalta la necesidad de una purificación inicial, accesible a todos mediante el sacerdocio restaurado.
“Y este sacerdocio nunca más será quitado de la tierra”. Esta frase promete la permanencia del Sacerdocio Aarónico hasta la Segunda Venida de Cristo. Es una garantía de que la autoridad de Dios para efectuar ordenanzas salvadoras permanecerá inalterada.
Bruce R. McConkie enseñó: “En esta dispensación, el evangelio nunca más será quitado de la tierra” (Doctrinal New Testament Commentary, tomo 2, p. 346). Esta promesa refleja la fidelidad de Dios hacia Su pueblo y Su plan eterno para la salvación.
“Hasta que los hijos de Leví de nuevo ofrezcan al Señor un sacrificio en rectitud”. Esta declaración conecta la dispensación moderna con las profecías del Antiguo Testamento sobre el retorno de los sacrificios por parte de los hijos de Leví (Malaquías 3:3). Este sacrificio puede entenderse como el servicio ofrecido en templos restaurados.
El presidente Joseph Fielding Smith afirmó: “El sacrificio que los hijos de Leví ofrecerán será en los templos… bajo la ley del evangelio” (Doctrina de Salvación, tomo 3, p. 94). Este sacrificio representa un cumplimiento futuro de la obra divina, mostrando la continuidad entre dispensaciones.
Nota: “Si tienes un versículo en particular sobre el que deseas profundizar, házmelo saber y con gusto te proporcionaré más información al respecto.” En Deja un comentario
























