“Para que Sea Quitada la Maldad”
La Iniquidad y el Poder de Cristo para Salvar
Eric Wing
Palabras clave: Expiación de Jesucristo, iniquidad, arrepentimiento, Libro de Mormón
El Libro de Mormón tiene un propósito claramente declarado: “convencer al judío y al gentil de que Jesús es el Cristo”. Y sin embargo, entre su rico contenido centrado en Cristo en forma de discursos, relatos, temas e ilustraciones, el libro también se enfoca con frecuencia en el pecado y sus resultados devastadores. De hecho, el texto del Libro de Mormón contiene más de mil declaraciones—casi dos por página—que vinculan directamente alguna forma de maldad con una consecuencia específica. El abundante uso de este patrón textual—vincular el pecado con sus resultados—proporciona una gran cantidad de datos para comprender mejor el valioso mensaje del Libro de Mormón. Este artículo ofrece análisis textuales de estas declaraciones condicionales, mostrando cómo su frecuencia y su detalle descriptivo ofrecen advertencias efectivas contra el pecado. Pero, más importante aún, su momento y contexto revelan un uso articulado de estas declaraciones para contribuir al propósito principal del libro: testificar, de manera convincente, del poder salvador de Jesucristo como solución al pecado.
Declaraciones Condicionales sobre la Maldad
El Libro de Mormón contiene más de mil declaraciones que conectan alguna forma de pecado, iniquidad o incredulidad con un resultado especificado. Por ejemplo, el comienzo de 3 Nefi incluye un uso repetido de la frase “a causa de” al describir la angustiosa situación del pueblo y la amenaza de destrucción. Después de la señal del nacimiento de Cristo, los incrédulos “comenzaron a temer a causa de su iniquidad y su incredulidad” (3 Nefi 1:18), y los lamanitas “comenzaron a disminuir en su fe y rectitud, a causa de la iniquidad de la generación que se estaba levantando” (3 Nefi 1:30). Asimismo, “a causa de la maldad del pueblo de Nefi, . . . los ladrones gadiantones lograron muchas ventajas sobre ellos. . . . Y la espada de destrucción pendía sobre ellos, tanto que estaban a punto de ser heridos por ella, y esto, a causa de su iniquidad” (3 Nefi 2:18–19). Este tipo de redacción no es aislado a esta historia. El Libro de Mormón contiene 289 pasajes que usan las palabras a causa de o por causa de para exponer claramente un resultado del pecado.
Y hay cientos de pasajes adicionales en el Libro de Mormón que usan otros términos que relacionan directamente el pecado con sus efectos, tales como: conforme a, aun como, excepto, a menos que, salvo, por tanto, así, si, después, y, que, por motivo de, no sea que, de lo contrario, y otros. A continuación se muestran varios ejemplos:
- “Porque su primer afán fue terminar con tales contenciones y disensiones entre el pueblo; porque he aquí, esto había sido hasta aquí la causa de toda su destrucción” (Alma 51:16).
- “Y así, a causa de la iniquidad entre ellos mismos, sí, a causa de las disensiones e intrigas entre ellos mismos fueron colocados en las circunstancias más peligrosas” (Alma 53:9).
- “Temo en gran manera que los juicios de Dios vengan sobre este pueblo, a causa de su extrema negligencia” (Alma 60:14).
- “Así ejecuta Dios venganza sobre aquellos que destruyen a su pueblo” (Mosíah 17:19).
- “El que endurece su corazón, ese recibe la porción menor de la palabra” (Alma 12:10).
- “Una muerte espantosa sobreviene al inicuo” (Alma 40:26).
Todas estas declaraciones cumplen con criterios básicos: contienen tanto una forma de maldad como las consecuencias en proximidad textual. Son directas y fáciles de identificar. El enfoque de este artículo está en el uso abundante de declaraciones claras de causa y efecto en el Libro de Mormón relacionadas con la incredulidad. Por lo tanto, pasajes que hablan sobre la maldad o describen resultados terribles pero no especifican explícitamente dentro del mismo pasaje que el pecado fue la causa, no se incluyen en los análisis textuales siguientes.
Análisis Textual 1: Volumen de Ocurrencias
Usando el criterio anterior, el Libro de Mormón revela 1,034 declaraciones condicionales (con un promedio de 1.95 por página) que designan explícitamente un resultado de alguna forma de maldad. Con mayor frecuencia, el texto usa una palabra condicional para vincular la causa con el efecto (si, a causa de, por tanto, etc.). Para facilitar el informe, este artículo agrupa los pasajes según términos condicionales semejantes (mostrados en la tabla 1 a continuación) e incluye una categoría para aquellas declaraciones concisas sin término condicional.
Tabla 1. Declaraciones condicionales y resultados de la maldad
|
Término condicional |
Total de casos |
Ejemplo |
|
according to / inasmuch / insomuch / even / as / to |
44 |
2 Nefi 25:9: “Así han sido destruidos de generación en generación conforme a sus iniquidades.” |
|
because of / cause |
289 |
Alma 60:14: “Temo en gran manera que los juicios de Dios vengan sobre este pueblo, a causa de su extrema negligencia…” |
|
except / save / unless / or / but |
105 |
Éter 11:1: “…muchos profetas… profetizaron la destrucción de aquel gran pueblo, excepto se arrepintieran…” |
|
for / therefore / wherefore / thus |
172 |
Alma 9:5: “Ahora bien, ellos no sabían que Dios podía hacer tan maravillosas obras, porque eran un pueblo de corazón endurecido…” |
|
if / then / had / after / were |
149 |
Alma 32:38: “Mas si descuidáis el árbol, y no os preocupáis por su nutrición, he aquí, no echará raíz.” |
|
lest / on account of / otherwise / by |
26 |
Alma 13:4: “Otros rechazarían el Espíritu de Dios por la dureza de sus corazones y la ceguera de sus mentes.” |
|
(Declaraciones directas) |
188 |
Mosíah 7:29: “Porque he aquí, el Señor ha dicho: No socorreré a mi pueblo en el día de su transgresión.” |
|
that / and / which |
61 |
Mormón 8:33: “¿Por qué habéis transfigurado la santa palabra de Dios, para atraer la condenación sobre vuestras almas?” |
Los repetidos mensajes en las Escrituras de que el pecado es malo, junto con las bendiciones o consecuencias que resultan de él, pueden parecer obvios y tan esperados que no ameriten un análisis profundo. Pero la prevalencia de estos pasajes en el Libro de Mormón es sorprendente, lo que demuestra sin lugar a duda que este tema es una característica dominante del libro.
La Tabla 2 muestra la consistencia y frecuencia de estas declaraciones en cada libro del Libro de Mormón.
Tabla 2. Total de declaraciones condicionales sobre la maldad por libro
Total general: 1,034 declaraciones — Promedio general por capítulo: 4.33 — Promedio por página: 1.95
Los cuadros anteriores representan a múltiples autores utilizando diversos términos para describir los efectos de la maldad. Sin embargo, la variedad de palabras resulta menos significativa que el volumen abrumador de casos.
Los siguientes análisis describen la importancia del uso frecuente de estas declaraciones en todo el Libro de Mormón.
Análisis Textual 2: Capítulos con Mayor Número de Declaraciones de Causa y Efecto
El número promedio de declaraciones condicionales sobre la maldad por capítulo en el Libro de Mormón es 4.33.
Los diez capítulos principales con el mayor número de declaraciones sobre el pecado provienen de ocho autores diferentes:
- Samuel el Lamanita: Helamán 13 (25)
- Jacob: 2 Nefi 9 (23)
- Alma: Alma 5 (21)
- Nefi, hijo de Helamán: Helamán 7 (19)
- Alma: Alma 9 (16)
- Alma: Alma 12 (15)
- Nefi: 2 Nefi 28 (15)
- Lehi: 2 Nefi 1 (15)
- Mormón: Moroni 7 (14)
- Mosíah: Mosíah 29 (13)
Figura 1. Declaraciones de causa y efecto sobre la maldad
(Gráfica que muestra el promedio de ocurrencias por capítulo — preservada en formato descriptivo.)
Las enseñanzas de Samuel el Lamanita en Helamán 13, particularmente los versículos 6–24, proporcionan una concentración inusualmente alta de declaraciones de causa y efecto sobre la maldad.
Las numerosas ocurrencias en el libro de Helamán provienen principalmente de tres capítulos: Helamán 4, 7 y 13. Estos tres capítulos contienen casi tantas declaraciones condicionales (56) como los otros trece capítulos juntos (58).
La singularidad de estos capítulos apunta a un hallazgo significativo que se desarrollará más adelante bajo el análisis textual 6.
Análisis Textual 3: El Libro de Mormón Advierte Eficazmente contra el Pecado
Los escritores del Libro de Mormón se esfuerzan notablemente por ilustrar y especificar abiertamente los resultados de la maldad. Nefi enseñó que generación tras generación fue destruida “a causa de la iniquidad” y que “jamás ha sido destruido ninguno de ellos sin haber sido aviso por los profetas del Señor” (2 Nefi 25:9). De manera similar, Mormón desafió a los lectores a notar que las destrucciones previas a la venida de Cristo a los nefitas habían sido profetizadas por muchos profetas (véase 3 Nefi 10:14). Otros profetas cumplieron esta función: “Mas he aquí, Moroníah predicó muchas cosas al pueblo a causa de su iniquidad, y también Nefi y Lehi, que eran hijos de Helamán, predicaron muchas cosas al pueblo; sí, y profetizaron muchas cosas concernientes a sus iniquidades y de lo que les sobrevendría si no se arrepentían de sus pecados” (Helamán 4:14).
Jacob advirtió a los nefitas, “amonestándolos contra la fornicación y lascivia, y toda especie de pecado, declarándoles las terribles consecuencias de ellos” (Jacob 3:12). Dijo en otra ocasión: “He aquí, si fueseis santos, os hablaría de santidad; mas como no sois santos, y me miráis como a un maestro, es preciso que os enseñe las consecuencias del pecado” (2 Nefi 9:48).
Abinadí fue muy específico con Noé y su pueblo acerca de lo que sucedería si no se arrepentían (véanse Mosíah 11:20–25; 12:2–8; 17:15–17), al igual que Nefi (véase Helamán 7:14–28) y Samuel el Lamanita (véase Helamán 13:6–24) respecto a los nefitas. Éter detalló las advertencias para Coriantumr (véase Éter 13:20–21). Y Moroni incluso pronunció advertencias directas para nosotros (véanse Mormón 8:27–41 y Éter 8:23).
El Salvador advirtió sobre las consecuencias de la maldad. Enseñó: “Porque sus obras los siguen; porque es a causa de sus obras que son cortados; por tanto, recordad las cosas que os he dicho” (3 Nefi 27:12). El Libro de Mormón no solo está lleno de ejemplos de personas que no hicieron caso a estas advertencias proféticas, sino que también detalla lo que ocurrió como resultado. En verdad, el libro contiene la historia de dos naciones enteras que fueron destruidas por su maldad. Proporciona muchos detalles terribles—no simplemente para informar que hubo conclusiones catastróficas para los jareditas y nefitas, sino para dejar claramente establecido por qué fueron destruidos.
El rey Limhi parecía estar bien consciente del gran valor de saber qué causó los fracasos de otros. Su pueblo, que sufría bajo esclavitud, descubrió la nación jaredita destruida, así como las planchas de Éter. Limhi asumió que estas planchas, si eran traducidas, proporcionarían entendimiento provechoso para su pueblo. Habla con sinceridad: “Deseo saber la causa de su destrucción” (Mosíah 8:12). Y, ciertamente, el Señor había dispuesto que este conocimiento llegara a generaciones posteriores (véanse Éter 8:23; 15:33). También habló por medio de Abinadí: “Y acontecerá que, si no se arrepienten, los destruiré completamente de sobre la faz de la tierra; mas dejarán un registro atrás, y lo preservaré para otras naciones que poseerán la tierra; sí, aun esto haré para dar a conocer las abominaciones de este pueblo a otras naciones” (Mosíah 12:8; véase también Éter 2:11).
Un tema constante del Libro de Mormón es su firme advertencia contra el pecado para potenciar el albedrío (véanse Helamán 14:30–31; 2 Nefi 10:23–24; Alma 29:4–5; Éter 8:23) y evitar la destrucción reservada para los inicuos (véase Éter 14:25).
Al comienzo del Libro de Mormón, el Señor habló a Nefi con una declaración condicional clara: “En la medida en que guardéis mis mandamientos, prosperaréis” (1 Nefi 2:20). Esta declaración se repite veintidós veces más a lo largo del Libro de Mormón hasta la aparición de Cristo a los nefitas. En muchos casos, está conectada a una advertencia sobre ser cortados si no guardaban los mandamientos.
Los escritos sagrados del Libro de Mormón—proféticamente escritos y preservados divinamente—no solo “convencieron a muchos del error de sus caminos”, sino que también “los llevaron al conocimiento de su Dios para salvación de sus almas” (Alma 37:8). Este mensaje esperanzador de gracia divina está presente en el Libro de Mormón y, de manera interesante, no lo hace a pesar de sus mil declaraciones sobre el pecado y sus terribles consecuencias, sino con su ayuda.
Análisis Textual 4: Las Consecuencias de la Maldad
El Libro de Mormón ofrece un recuento abundante de los resultados que se sufren a causa del pecado (véase la Tabla 4 más abajo). Todas las consecuencias mencionadas por las declaraciones condicionales pueden agruparse en las siguientes ocho categorías:
- Destrucción / Guerra
- Ser apartado de la presencia de Dios
- Sufrimiento de los justos / inocentes
- Sufrimiento temporal
- Mayor iniquidad
- Reprensiones proféticas; castigo
- Retiro de los profetas; cesan los milagros
- Sufrimiento eterno
Tabla 4. Consecuencias declaradas del pecado con sus respectivas declaraciones condicionales
(El total supera 1,034 porque a veces una sola declaración condicional incluye más de una consecuencia.)
La consecuencia más mencionada del pecado en el Libro de Mormón es la destrucción y el cautiverio, que ocurre principalmente mediante la guerra.
Una forma sencilla de resumir la lista total de consecuencias es con la declaración de Alma:
“La maldad nunca fue felicidad” (Alma 41:10).
De manera similar, Samuel declaró que el pueblo sufrió trágicamente al buscar la felicidad donde no puede hallarse: “haciendo iniquidad” (Helamán 13:38).
Aunque la lista anterior es desagradable, quienes estudian hoy podrían reaccionar a esta información como lo hizo el pueblo de Mosíah ante el relato trágico de los jareditas:
“Se llenaron de pesar; no obstante, esto les dio mucho conocimiento, por lo cual se regocijaron” (Mosíah 28:18).
Análisis Textual 5: Contraste con las Declaraciones “A Causa de la Rectitud”
Por supuesto, el Libro de Mormón también contiene muchas declaraciones directas que describen los resultados de la rectitud. El análisis realizado para este artículo identificó 697 de estas declaraciones.
La Tabla 5 (que aparece en la siguiente sección del artículo) muestra los totales de estas declaraciones por libro.
Tabla 5. Total de declaraciones condicionales sobre la rectitud por libro
|
Libro |
Total |
Promedio por capítulo |
|
1 Nefi |
60 |
2.73 |
|
2 Nefi |
63 |
1.91 |
|
Jacob |
18 |
2.57 |
|
Enos |
5 |
5.00 |
|
Jarom |
5 |
5.00 |
|
Omni |
4 |
4.00 |
|
Palabras de Mormón |
2 |
2.00 |
|
Mosíah |
82 |
2.83 |
|
Alma |
193 |
3.06 |
|
Helamán |
49 |
3.06 |
|
3 Nefi |
111 |
3.70 |
|
4 Nefi |
6 |
6.00 |
|
Mormón |
15 |
1.67 |
|
Éter |
48 |
3.20 |
|
Moroni |
36 |
3.60 |
|
Total |
697 |
2.92 |
El único libro donde las declaraciones condicionales sobre la rectitud superan las de la maldad es 3 Nefi: 111 contra 104.
El Libro de Mormón contiene más declaraciones condicionales sobre la maldad (1,034) que sobre la rectitud (697). Sin embargo, ninguno de estos dos tipos de enseñanzas parece ser el propósito principal del libro. Más bien, estas declaraciones—especialmente las relacionadas con la maldad—apuntan hacia el mensaje general y el testimonio central del Libro de Mormón.
Análisis Textual 6: Cómo las Advertencias contra el Pecado Enfatizan la Misión de Jesucristo
La realización de este estudio requirió varias lecturas del Libro de Mormón, enfocándose específicamente en la maldad y sus resultados. Ese tipo de atención al pecado podría parecer contrario a los propósitos del estudio de las Escrituras y una forma deprimente de leer. Sin embargo, este estudio resaltó la misericordia, el amor, el poder y la misión de Jesucristo con un poder y una claridad significativos.
Esta conclusión se demuestra, en parte, mediante los picos y valles estadísticos en la aparición de declaraciones condicionales. Con frecuencia, los capítulos con menor número de declaraciones condicionales (un valle estadístico) son capítulos que hacen una de dos cosas:
- relatar una historia, o
- testificar del poder redentor de Cristo.
Es decir, o preparan el mensaje o lo presentan directamente—el mensaje siendo que Jesucristo y el evangelio que Él ofrece pueden salvar a la humanidad del pecado. En otras palabras, una vez ilustrado el problema con detalles de la vida real, la solución aparece con gran claridad.
Demostraciones en Helamán
El libro de Helamán presenta tres ejemplos claros que contrastan un lenguaje condicional fuerte sobre el pecado con la paz hermosa disponible mediante Cristo. Considera los siguientes capítulos, ricos en el poder redentor del Señor:
- Helamán 5: Contiene la predicación centrada en Cristo por parte de Nefi y Lehi, así como la dramática conversión milagrosa de los lamanitas.
- Helamán 8: Nefi profetiza de Cristo utilizando las palabras de varios profetas anteriores.
- Helamán 14: Samuel el lamanita da señales de la venida de Cristo y predica de Su poder redentor.
Los tres capítulos mencionados están precedidos por un capítulo que incluye fuertes advertencias contra la iniquidad, evidenciadas por un número alto de declaraciones de causa y efecto.
Esto crea una secuencia de problema → solución, enfatizando la misión salvadora de Cristo y destacando el propósito del Libro de Mormón de dar testimonio de Él.
Declaraciones condicionales sobre la maldad
|
Capítulo que advierte mayormente contra la maldad |
Número |
Capítulo que da un mensaje esperanzador de Cristo |
Número |
|
Helamán 4 |
12 |
Helamán 5 |
3 |
|
Helamán 7 |
19 |
Helamán 8 |
7 |
|
Helamán 13 |
25 |
Helamán 14 |
6 |
Muchos otros capítulos siguen el mismo patrón estadístico: primero, advertencias contra el pecado y sus terribles efectos mediante numerosas declaraciones condicionales; luego, profecías que proclaman poderosamente la misión salvadora de Jesucristo.
Patrones adicionales en otros libros
|
Capítulo de advertencia |
Número |
Capítulo de esperanza en Cristo |
Número |
|
2 Nefi 1 |
15 |
2 Nefi 2 |
2 |
|
2 Nefi 9 |
23 |
2 Nefi 10 |
6 |
|
2 Nefi 26–28 |
11, 9, 15 |
2 Nefi 29–33 |
1, 3, 3, 3, 4 |
|
Jacob 2–3 |
11, 8 |
Jacob 4 |
2 |
|
Mosíah 11–13 |
9, 9, 8 |
Mosíah 14–16 |
3, 2, 4 |
|
Alma 30–31 |
10, 8 |
Alma 32–34:27 |
4, 6, 1 |
|
Mormón 8 |
11 |
Mormón 9 |
4 |
|
Éter 11 |
9 |
Éter 12 |
6 |
Además de distinguir picos y valles por capítulos completos, también existen capítulos que contienen ambos dentro del mismo capítulo. Entre ellos están:
1 Nefi 17, Jacob 5, Mosíah 3, Mosíah 29, Alma 5, Alma 37, 3 Nefi 9, Moroni 7 y Moroni 10.
Estos capítulos enfatizan la misión salvadora de Cristo mientras incluyen numerosas declaraciones sobre la maldad; en estos casos, el contraste ocurre dentro del capítulo mismo.
Moroni 9: Un caso conciso pero poderoso
Moroni 9 (solo dos páginas) contiene ocho declaraciones de causa y efecto sobre la maldad, con detalles profundamente perturbadores de sufrimiento terrible. Cualquier lector sensato se sentiría angustiado por los horrores descritos.
Y sin embargo, el capítulo concluye con enseñanzas hermosas y llenas de esperanza sobre el Salvador:
“Mas, hijo mío, sé fiel en Cristo… que Cristo te levante…
y que su misericordia, y la esperanza de su gloria y de la vida eterna,
repose en tu mente para siempre.”
“Y que la gracia de Dios… y de nuestro Señor Jesucristo…
esté y permanezca contigo para siempre. Amén.” (Moroni 9:25–26)
Estas palabras finales, como el arca de Noé sobre las aguas, “se elevan” sobre la maldad circundante y guían al lector con mayor poder hacia la gracia y la paz disponibles mediante Jesucristo.
El Libro de Mormón contiene múltiples ejemplos de este mensaje feliz y esperanzador que es resaltado y preparado por descripciones de destrucción.
3 Nefi 9:13–22
Un ejemplo notable de esperanza y sanación, enfatizado por el texto circundante de maldad y destrucción, proviene del Salvador. En el libro de 3 Nefi, el pueblo había regresado a una iniquidad desastrosa “como el perro a su vómito” (3 Nefi 7:8), seguida por desastres significativos en varias formas: “tempestades, terremotos, incendios, torbellinos y trastornos físicos” (3 Nefi 8, encabezamiento). Luego, en oscuridad total, el pueblo escuchó la voz de Cristo. Él primero describió qué devastaciones habían ocurrido y por qué. En doce versículos, usó ocho declaraciones de causa y efecto, como: “Es por su iniquidad y abominaciones que han caído,” y “Muchísimas destrucciones he hecho venir sobre esta tierra, y sobre este pueblo, a causa de su maldad y de sus abominaciones” (3 Nefi 9:2, 12).
Luego, con un cambio lingüístico claro registrado en la segunda mitad de 3 Nefi 9, el Salvador ofrece un consejo hermoso y compasivo acerca de su misión. Él preguntó:
“¿No queréis ahora volver a mí, y arrepentiros de vuestros pecados, y convertiros, para que yo os sane?” (v. 13).
Él explica su camino y su poder cuando declara lo siguiente:
- “Si venís a mí, tendréis vida eterna. He aquí, mi brazo de misericordia está extendido hacia vosotros, y a quienquiera que viniere, a ese recibiré; y bienaventurados los que vengan a mí” (v. 14).
- “Y a cuantos me han recibido, les he dado poder para llegar a ser hijos de Dios; y así lo haré con cuantos creyeren en mi nombre, porque he aquí, por mí viene la redención” (v. 17).
- “Yo soy la luz y la vida del mundo. Yo soy Alfa y Omega, el principio y el fin” (v. 18).
- “A cualquiera que viniere a mí con un corazón quebrantado y un espíritu contrito, lo bautizaré con fuego y con el Espíritu Santo” (v. 20).
- “He aquí, he venido al mundo para traer redención al mundo, para salvar al mundo del pecado” (v. 21).
Concluye este mensaje sagrado con una invitación llena de ánimo:
“Por tanto, arrepentíos, y venid a mí, vosotros extremos de la tierra, y sed salvos” (3 Nefi 9:22).
La luz de su mensaje brilla con esplendor dentro de las tinieblas de la destrucción causada por el pecado.
Mormón 3:17–22; 5:12–15; 7:1–10
Un último ejemplo de profecías gloriosas escritas junto a relatos de gran iniquidad proviene del escritor principal del Libro de Mormón (y estos capítulos articulan también claramente el propósito del libro). Los primeros seis capítulos de Mormón contienen treinta y una declaraciones condicionales acerca de las consecuencias de la maldad—una cantidad relativamente alta. Además, la descripción de su época es profundamente perturbadora: “Una escena continua de maldad y abominaciones” (Mormón 2:18). Esa época fue horrenda, y Mormón ni siquiera incluyó un relato completo (véase Mormón 5:9). También reconoció que lo que su pueblo sufrió era indescriptible (véase Mormón 4:11).
Pero estos relatos terribles de iniquidad dirigen la atención hacia enseñanzas positivas y esperanzadoras. Mormón vuelve su enfoque hacia los gentiles y los anima a creer en Cristo (véase Mormón 3:20–21). También expone el propósito principal del Libro de Mormón: persuadir “que Jesús es el Cristo, el Hijo del Dios viviente” (Mormón 5:12–15).
Mormón 1–6 es bastante crudo al describir la depravación, la naturaleza caída y el alcance de la maldad humana. Sin embargo, este contexto prepara el camino para Mormón 7, que presenta un mensaje hermoso sobre Cristo. Mormón enseña:
“Sabed que debéis venir al arrepentimiento, o no podéis ser salvos… Sabed que debéis llegar al conocimiento de vuestros padres, y arrepentiros de todos vuestros pecados e iniquidades, y creer en Jesucristo, que es el Hijo de Dios, y que fue muerto por los judíos, y que por el poder del Padre ha resucitado nuevamente, por lo cual ha obtenido la victoria sobre la tumba; y en él es consumido el aguijón de la muerte.” (Mormón 7:3, 5)
Mormón continúa su mensaje testificando de la resurrección y la oportunidad de “morar en la presencia de Dios” y “cantar alabanzas incesantes… en un estado de felicidad” (v. 7).
Este mensaje acerca del poder de Cristo expresa el propósito final del Libro de Mormón, y de manera apropiada es dado por su escritor principal al final de su vida—en el clímax de la destrucción de su pueblo, destrucción que llegó a causa de la maldad.
Conclusión
El presidente Ezra Taft Benson explicó en una ocasión:
“Nadie entiende adecuada y propiamente por qué necesita a Cristo hasta que comprende y acepta la doctrina de la Caída y su efecto sobre toda la humanidad. Y ningún otro libro en el mundo explica esta doctrina vital tan bien como el Libro de Mormón.”
Una manera significativa en que el libro predica eficazmente de Cristo es mediante una multitud de declaraciones explícitas que vinculan la maldad con consecuencias específicas. Este estudio recopiló, categorizó y contabilizó estas ocurrencias (1.95 por página), las cuales en conjunto manifiestan un tema dominante del libro: una enseñanza enfática contra la transgresión al identificar lo que sucede a causa de ella.
Este estudio también mostró que las advertencias del Señor son consistentes y misericordiosas, invitando a todos sus hijos a arrepentirse y ser salvos. Finalmente, esta investigación proporcionó evidencia del testimonio que el Libro de Mormón ofrece acerca de Cristo, mostrando claramente tanto la necesidad de un Salvador como Su poder para redimir.
Como enseñó Samuel el lamanita:
“Y si creéis en su nombre, os arrepentiréis de todos vuestros pecados, para que así podáis obtener remisión de ellos por sus méritos” (Helamán 14:13).



























