Capítulo 12
Los hijos del Padre Celestial llegan a ser Dioses
COROLARIO 11:
LOS HIJOS DEL PADRE CELESTIAL LLEGAN A SER DIOSES
Los hijos fieles del Padre Celestial quienes siguen sus leyes celestiales tendrán la oportunidad, después de su resurrección y exaltación en el reino celestial, de formar nuevas galaxias y Kólobs – cada una con un núcleo, con soles y con mundos como lugares de residencia de su propia e incontable progenie espiritual dando origen a una nueva generación de dioses.
LOS PRINCIPIOS DEL EVANGELIO EN LOS CUALES SE BASA ESTE CAPÍTULO
Dios ha prometido “todo lo que Él tiene” como herencia para sus hijos fieles (D&C 84:38, 132:16-17, 29, 37). Recibir todo lo que el Padre tiene es convertirse en un “dios” (D&C 76:58). El plan del universo de Dios debe anticipar materia y espacio con el fin de que estas nuevas herencias puedan ser organizadas y dadas a todo aquel que sea exaltado en el más alto cielo. Este es el lugar a donde van a ir seres los humanos arrepentidos y creyentes.
Deberíamos estar interesados en esto porque es nuestro futuro hogar; un lugar para familias eternas y crecimiento eterno.
Esta idea está en agudo contraste con la idea actual de que el cielo es un lugar de dicha, de descanso sobre nubes ondulantes, tocando harpas y cantando alabanzas. Rechazamos la idea de no tener familia, ni propósito, ni crecimiento ni logros y de estar completamente estancados.
LOS HIJOS FIELES DE NUESTRO PADRE CELESTIAL PUEDEN LLEGAR A SER DIOSES
Al tiempo que los hijos fieles de nuestro Padre Celestial entran en su exaltación, debe haber lugares o “mansiones” preparados como los asientos de estas futuras deidades. Los Santos recibirán una herencia en nuestra tierra celestializada. Habrá también futuros Kólobs – futuros núcleos celestiales con estrellas de tamaño gobernante – alrededor de las cuales galaxias puedan ser construidas y puedan rotar. Nuestro Teorema debe permitir materia y espacio para estos nuevos dioses emergentes y sus nuevas galaxias.
Como sabemos las bendiciones de la divinidad, las cuales llamamos exaltación, están reservadas para aquellos valiosos santos que abracen la plenitud del evangelio, se arrepientan de todos sus pecados, guarden todos los mandamientos de Dios, como los enseña La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días, crean en los méritos de Jesucristo como el Salvador y Redentor, sean unidos a su esposo(a) por la eternidad y con ellos sean unidos por el Santo Espíritu de la Promesa. También deben continuar y perseverar en la fe hasta el final de sus vidas mortales. Después de la resurrección, sólo para éstos será concedida la corona de vidas eternas y la divinidad. El resto, permanecerán como siervos, separados y solteros a través de la eternidad, en su estado de salvación, en un grado de gloria de acuerdo con su fe y sus obras (D&C 132:16-17).
CÚMULOS GLOBULARES
El Teorema de Kólob requiere algún lugar en el universo en donde nuevas galaxias en embrión puedan ser organizadas para los fieles hijos de Dios que ganen la corona de exaltación. Como un posible mecanismo para lograr esto, ofrecemos los “cúmulos globulares.” Estas son de forma esférica, se mueven en órbitas muy por encima del plano de la Vía Láctea, pero se mueven alrededor de nuestro centro galáctico. Parecen estar completamente separadas de las estrellas en el plano de la galaxia.
Una galaxia madura tiene un núcleo glorioso y brazos espirales divididos en porciones terrestres y telestiales. Otro rasgo prominente de algunas galaxias espirales, por lo menos de la nuestra, es la existencia de “cúmulos globulares”.
Los cúmulos globulares son sistemas de estrellas altamente concentradas de forma esférica. Contienen entre diez mil a un millón de estrellas y un diámetro promedio de cerca de 100 años-luz. El Cúmulo Globular 47 Tucanae, mostrado aquí, es un ejemplo de estas magníficas estructuras. Los cúmulos globulares están localizados en igual número en cualquiera de los lados del plano galáctico. El profesor Harlow Shapley trazó la posición de estos cuerpos en el espacio y determinó que estaban distribuidos uniformemente girando alrededor de un punto en el espacio más allá de la constelación de Sagitario. Este punto central viene a ser el núcleo de la Vía Láctea o Kólob. El profesor Shapley fue el primero en determinar el núcleo de la galaxia.
Los cúmulos globulares están compuestos de estrellas antiguas de tipo II, las cuales son el mismo tipo de estrellas que se encuentran en el núcleo celeste de la galaxia. Se asemejan al núcleo de la galaxia en el hecho de que las estrellas de mayor tamaño así como la mayor concentración de éstas se presentan en las regiones centrales que controlan el cúmulo. El astrónomo Colin A. Ronan escribió, “Parece también que tanto por las observaciones como por la teoría de la gravedad, las estrellas en un cúmulo no están distribuidas uniformemente. Las externas probablemente están separadas por un par de años-luz, mientras que las que están cerca del centro están separadas por solo una fracción de año-luz. La opinión general es que las estrellas cerca del centro están fuertemente unidas”.66 Esta descripción es una reminiscencia de la que hace Abraham de las regiones cercanas al trono de Dios. Abraham dijo que hay muchas [estrellas] “grandes” cerca de Kólob. En este respecto, y en cuanto al tipo de estrella, los cúmulos globulares se asemejan a núcleos galácticos en miniatura o quizá en embrión.

Los cúmulos globulares no están localizados dentro del plano del velo de polvo de la galaxia. En cambio, giran alrededor del corazón de la galaxia, en órbitas amplias, por encima y lejos del plano de la galaxia.
Debe haber mecanismos a través de los cuales nuevos dioses reciben sus propios reinos celestiales y comienzan a construir estrellas y planetas. El Teorema de Kólob sostiene que los cúmulos globulares pueden ser reinos celestiales jóvenes que Elohim le da en herencia a aquellos que han entrado en la exaltación. Estos individuos necesitarán el espacio y los materiales para crear sus propias galaxias. Los cúmulos globulares quizá pueden ser movidos hacia el espacio lejos de la Vía Láctea y crecer hasta llegar a ser galaxias maduras. Pero si se prueba que esto no es cierto, ¿dónde y cómo son organizadas las nuevas galaxias?
Podría Jesús haber estado haciendo referencia a este proceso cuando le dijo a Sus apóstoles hebreos, “En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros” (Juan 14:2 énfasis añadido).
DOS LUGARES DE GOBIERNO
Algunos pudieran preguntar ¿Cómo puede vivir un hombre exaltado, y su esposa, en el centro de una nueva galaxia, cuando se le ha prometido una herencia en esta tierra en el momento que esté celestializada y cerca de Kólob? ¿Se podría contestar con la posibilidad de que este nuevo dios pudiera tener dos asientos de gobierno? Las escrituras enseñan que los Santos heredarán la tierra, recibirán una herencia eterna sobre ella, y morarán en la presencia de Dios para siempre. Además, estas personas exaltadas también podrían tener un hogar en el centro de una nueva galaxia que estén creando.
Una consideración como ésta lo lleva a uno a preguntar: ¿Es el gran mar de vidrio sobre el cual Elohim reside ahora, cerca de Kólob, el mismo orbe en el cual vivió cuando era un ser mortal? Es posible que El tenga dos lugares de gobierno; uno cerca de Kólob desde donde administra Su propia galaxia para Sus hijos (D&C 130:4-8); y el otro, en el centro de la galaxia de Su Padre el cual heredó de Este. Quizá nosotros también tendremos dos localizaciones.
Cada pareja exaltada puede, eventualmente, recibir su propio globo celestial, el cual estará localizado en el centro de su propia galaxia. Allí, los justos crearán y poblarán mundos sin número.
Además, los justos de esta tierra tendrán una herencia sobre ella, cuando sea celestializada.
Ya que estos dos lugares están dentro del reino celestial, en donde la comunicación instantánea es posible, la distancia entre ellos no puede ser un problema.
Probablemente tomará mucho tiempo tener suficientes hijos en espíritu con los cuales poblar una galaxia, o incluso un planeta. Mientras esto sucede, lo cual puede durar eternidades, las parejas celestiales pueden vivir en nuestra tierra celestializada en el corazón de la Vía Láctea. Allí podremos asociarnos con Dios, Jesucristo, y con los justos de esta tierra. El mormonismo enseña que Dios se deleita en la asociación de amigos y familia. A pesar de que estén ocupados creando nuevas galaxias, aquellos que estén alcanzando la divinidad, podrán hacer muchas visitas a nuestro Padre y hermanos en Su “hogar”.
CONCLUSIÓN
A partir de este capítulo concluimos que Dios es capaz de cumplir Sus promesas de exaltación para Sus hijos que vivan la plenitud de Su evangelio. Aparentemente El está creando nuevas galaxias en embrión (quizá como cúmulos globulares) para que Sus hijos fieles las hereden. Al considerar ese día futuro de herencia, nuestra fe en Dios aumenta grandemente. Podemos ver que El es capaz de cumplir con Su palabra.
66 Colin A. Ronan, Deep Space (Espacio Profundo), MacMillan Publishing Co.,NY, 1982, página 58.
























