El Teorema de Kólob

Capítulo 4

Emisiones desde el núcleo de nuestra galaxia
oscurecidas por un velo


COROLARIO 2:
EMISIONES DESDE EL NÚCLEO DE LA GALAXIA OBCUREDCIDAS POR UN VELO

Las radiaciones de la luz de Dios, provenientes de Su presencia para llenar la inmensidad del espacio (D&C 88:12), se filtran a través de velos de polvo interestelar, el cual bloquea nuestra vista mortal del reino celestial. Cuando uno penetra este “velo”, se encuentra dentro del ardiente ambiente del reino celestial.

LOS PRINCIPIOS DEL EVANGELIO EN LOS CUALES SE BASA ESTE CAPÍTULO

El hombre natural se debilitaría y moriría ante la presencia de Dios, pero si ve con “ojos espirituales,” como lo hizo Moisés cuando la gloria de Dios lo cubrió, pudo ver “Su rostro, porque [El] fue transfigurado delante de él” (Moisés 1:11). La gloria, luz brillante y enormes radiaciones proceden de Dios “para llenar la inmensidad del espacio” (D&C 88:12). La tierra mortal está escondida y bastante protegida por un velo de esta gloria ardiente.

EL VELO DEL TEMPLO

Hay dos aspectos en esta parte de la teoría, que tiene que ver con el velo entre la tierra y el núcleo celestial. El primero es que el velo existe con el fin de evitar que las intensas radiaciones de la gloria de Dios consuman la humanidad y la tierra. El segundo es prevenir que el hombre caído, ahora en un orden telestial, vea dentro de los cielos y esté en la presencia de Dios mientras está todavía en su estado probatorio.

Leemos de un “velo” en el templo de Herodes en Jerusalén que “se rasgó en dos” inmediatamente después de la crucifixión del Salvador (Mateo 27:51). El velo, o cortina, de este antiguo templo (así como el del precedente templo de Salomón y el tabernáculo de Moisés) simbolizaba esta barrera entre Dios y el hombre. La intención era mantener al sacerdote de Aarón afuera del Lugar Santísimo hasta el tiempo señalado cuando sólo él partía el velo y entraba a ese santo lugar. (Nótese que en estos Templos del Sacerdocio Aarónico sólo el sacerdote pasa a través del velo, no la congregación.)

El Señor les dijo a los Dignatarios de la Iglesia:

Y además, de cierto os digo que es vuestro privilegio, y os hago una promesa a vosotros los que habéis sido ordenados a este ministerio, que si os despojáis de toda envidia y temor, y os humilláis delante de mí – porque no sois suficientemente humildes – el velo se rasgará, y me veréis y sabréis que SOY YO (D&C 67:10).

Hay una creencia ampliamente sostenida entre algunas grandes religiones en la tierra que afirma que cuando un hombre pasa a través del velo, entra en la presencia de Dios.

UN VELO PROTEGE LA TIERRA

Nuevamente, de Doctrina y Convenios, el Señor prometió que el velo que “esconde la tierra, será quitado, y toda carne me verá juntamente”.

Y toda cosa corruptible… será consumida;

Y… se derretirá con calor abrasador; y todas las cosas serán hechas nuevas” (D&C 101:23-25). Este pasaje claramente muestra el efecto protector del velo.

Importante y sorprendente detalle acerca de esta barrera entre la tierra y el cielo se muestra en Egyptian Alphabet and Gram-mar del Profeta Joseph Smith. Sus comentarios registrados bajo el encabezamiento, Quinto Grado de Flosisis dicen:

Dios ha dicho, Sea éste el núcleo para la luz, y haya límites para que no pase. El ha puesto una nube alrededor de los cielos, y la luz de las estrellas grandes gobernantes…quince estrellas fijas se centran allí… Así que Dios ha establecido los límites de la luz, no sea que pase y consuma los planetas.19

Considérese que hace casi 150 años, mucho antes de que la ciencia tuviera idea de la estructura del universo, el profeta de Dios dijo que existen “nubes alrededor de los cielos” como «límites de la luz” de las concentradas emisiones “de las quince estrellas fijas” en el lugar central, y que el propósito de estas nubes es evitar que los planetas sean consumidos. ¡Qué profundo entendimiento! Nos inclinamos con asombro y respeto ante los poderes proféticos de Joseph Smith.

VELOS DE POLVO DENTRO DE LA GALAXIA

Sólo en esta generación la humanidad ha tropezado con esta idea expuesta con anterioridad por el profeta Joseph Smith en su Egyptian Alphabet and Grammar (Alfabeto Egipcio y Gramática). E.E. Bamard y Max F.J.C. Wolf, en nuestros días, después de estudiar por muchos años los parches oscuros en la Vía Láctea, finalmente concluyeron que estos espacios “vacíos” en los cielos no eran huecos.

No indicaron la ausencia de materia, sino más bien la presencia de materia, vastas nubes de partículas de polvo que absorben y bloquean la luz de las estrellas ubicadas detrás de ellas, de la misma manera que las nubes en la atmósfera de la tierra absorben y bloquean la luz del sol detrás de ellas.20

Joseph Smith, Egyptian Alphatet and Grammar (Alfabeto Egipcio y Gramática), ibid, página 25, énfasis añadido

Se piensa que este polvo interestelar es muy delgado en diámetro – apenas unas milésimas o unas centésimas de una pulgada. Bernhard, y otros, dijeron, “Puesto que los bordes de las masas de polvo son frecuentemente nítidos como en la nebulosa cabeza de caballo, se concluyó que probablemente las nubes de este material se mantienen unidas debido a la gravitación.21

Como evidencia de estos parches oscuros de polvo que cubren las estrellas detrás de ellos, véase la foto No.2, la cual es una foto de la Vía Láctea en dirección de su núcleo. De forma extraña, los parches oscuros son parte del polvo en la región de Sagitario, bloqueando nuestra vista.

Las vastas nubes de polvo son discutidas por el profesor Shapley de Harvard:

Gran parte del material oscuro que esconde el núcleo galáctico no está a gran distancia, apenas a unos cientos o a mil años-luz, y probablemente no tiene nada que ver con el núcleo mismo. Es parte del polvo que se encuentra entre los brazos del espiral. Pero donde quiera que el material oscuro esté localizado, esconde con eficacia algo del núcleo, y probablemente lo opaca todo hasta cierto grado. Más allá del núcleo, debe haber mucho polvo, porque generalmente en esa dirección no se pueden ver galaxias externas… A veces sospechamos que alrededor de nuestra galaxia debe existir un anillo periférico continuo de polvo oscuro.22

Parece, por lo tanto, que lo que el Profeta Joseph Smith describió ha sido de hecho descubierto, y es esta banda de material oscuro que se extiende a través de la galaxia. Su proximidad a la tierra sugiere que es probablemente el velo que separa la zona telestial de la zona terrestre de la galaxia. Hay una buena razón para creer que existe otro velo entre las zonas terrestre y celestial (Véase el diagrama en la página 50 del capítulo 6).

VELOS DE POLVO EN GALAXIAS EXTERNAS

La forma y tamaño de los anillos de material oscuro es evidente en varias galaxias aparte de la Vía Láctea. Éstas están tan distantes que se pueden ver en su totalidad. Las que se encuentran inclinadas de tal manera que se pueden ver de ángulo, son las que mejor muestran sus velos. Por ejemplo, el Atlas de las Galaxias de Hubble contiene dos fotografías de la Galaxia Messier 64 en Comma Berenices mostrando claramente el polvo. Alian Sandoge la llama Sb debido al gran sendero de polvo cerca de su núcleo. M64 es usualmente llamada la galaxia “black-eyed” (de ojo negro), debido a esta característica. De acuerdo con nuestra teoría, este velo de polvo que se encuentra cerca del núcleo brillante de una galaxia, separa las zonas terrestre y celestial.

Cuando es fotografiada con el telescopio de 200 pulgadas del Monte Palamar, la galaxia conocida como Messier 81 en la Osa Mayor muestra dos velos en el lado de la galaxia más cercano al observador. Quizá el velo interior separa lo celestial de lo terrestre, y el siguiente velo separa lo terrestre de lo telestial.

La foto No.l de la Nebulosa Espiral en Andrómeda vista parcialmente desde el filo ha sido tomada con el telescopio de 60 pulgadas del Observatorio Monte Wilson. Una banda ancha de materia que obstruye la luz se extiende a través de nuestra vista de la galaxia. Nótese especialmente cómo las llamas del núcleo celestial están debidamente protegidas.

Una de las vistas más bellas en los cielos es la Galaxia Sombrero, Messier 104 (Véase la foto No.4). Obsérvese el anillo de materia oscura claramente definido alrededor del plano de esta galaxia.

¿Puede alguien ver estas evidencias y dudar de la inspirada declaración de Joseph Smith de que existen “nubes alrededor de los cielos” como “barreras de la luz, no sea que ésta pase y consuma los planetas”?

NO HAY POLVO EN EL NÚCLEO

Fred Hoyle señala, “Cuando consideramos las galaxias que contienen nubes de polvo, observamos una situación curiosa. El polvo se encuentra escasamente en la región central, solamente en la parte externa aplanada”.23 Esto puede ser extraño para el Sr. Hoyle, pero nada extraño para aquellos que están dispuestos a considerar el Teorema de Kólob.

LA LUZ QUE LLENA LA INMENSIDAD DEL ESPACIO

El Señor le reveló a Joseph Smith que la luz de Cristo es:

La luz que brilla, que os alumbra, viene por medio de aquel que ilumina vuestros ojos, y es la misma luz que vivifica vuestro entendimiento,

La cual procede de la presencia de Dios para llenar la inmensidad del espacio—

La luz que existe en todas las cosas, que da vida a todas las cosas, que es la ley por la cual se gobiernan todas las cosas, sí, el poder de Dios que se sienta sobre su trono, que existe en el seno de la eternidad, que está en medio de todas las cosas [D&C 88:11-13].

Aparentemente, estas radiaciones incluyen todas las bandas de espectros conocidos por la ciencia moderna, más algunas maravillosas radiaciones no completamente entendidas todavía (esto es radiaciones que vivifican “vuestro entendimiento” y las cuales dan “vida a todas las cosas”).

TOMAR PRESTADO O RECIBIR PODER DE KÓLOB

En la gran revelación sobre astronomía dada a Abraham y otra vez a Joseph Smith, se nos informa que Kólob emite luz para darle poder al sol, a la luna y a la tierra por medio de Kae-e-vanrash y Kli-flos-is-es, dos de las 15 estrellas fijas (Véase Abraham Facsímiles 2:5). Joseph Smith, en su Egyptian Alphabet and Grammar (Alfabeto Egipcio y Gramática), nos informa que “la luz de las 15 estrellas fijas se centra allí y desde allí [la luz] es atraída por los cuerpos celestiales de acuerdo con sus proporciones”.24

Los astrónomos todavía no confirman que nuestro sol, por ejemplo, es renovado o recargado por estas emisiones desde el núcleo celestial. Sin embargo, Isaac Asimov declaró que “la cantidad de energía representada por esta radiación [solar] es sencillamente colosal, y casi toda irradia en todas direcciones, a una velocidad enorme, hacia más allá de la inmensidad del sistema solar [pero dentro de la galaxia]. Es más, hasta donde sabemos, nada de la misma regresa”.25 Los Santos de los Ultimos Días sospechan que el sol (de hecho, todos los soles) es generosamente reabastecido por estas radiaciones de Kólob a través de Kae-e-vanrash, y en el debido tiempo, podremos llegar a entender el proceso.

EL ESPECTRO DE RADIACIÓN

La luz visible es sólo una parte pequeña del espectro electromagnético conocido por la ciencia moderna. Hay instrumentos que se usan para detectar radiaciones invisibles tales como los rayos gama, los rayos X, los rayos infrarrojos, las microondas y las ondas de radio, todas las cuales están más allá de los límites del ojo humano. La astronomía avanzó tremendamente cuando los cielos fueron escaneados usando sofisticados instrumentos buscando estas formas de energía que antes eran invisibles.

LA FUENTE DE RADIO MÁS FUERTE

La ciencia de la radioastronomía fue fundada en 1932 con el “descubrimiento de ruido de radio extraterrestre a una longitud de onda de 14.7 metros, que se originaba fuertemente desde la dirección del núcleo de nuestra Vía Láctea”.26 Aunque hay otros faros de radiaciones de radio, tales como nuestro sol, y otras fuentes discretas tanto dentro como fuera de los confines de nuestra galaxia, las más fuertes y sostenidas radiaciones en el cielo, emanan del núcleo de nuestra galaxia el cual llamamos Kólob.

LA FUENTE INFRARROJA MÁS FUERTE

Véase la foto infrarroja del núcleo de nuestra galaxia en la Figura 3.

Hasta hace unos pocos años, poco se sabía de radiaciones celestes infrarrojas. Los astrónomos G. Neugebauer y Eric Becklin reportaron descubrimientos de radiaciones infrarrojas provenientes de objetos fríos en los cielos. Dijeron, “Objetos celestiales cuya temperatura oscila entre los 200 grados Kelvin, hasta temperaturas ambiente o incluso más bajas”, pueden ser ahora estudiados por globos a gran altura o por satélites en órbita alrededor de la tierra. “La razón es que objetos en temperaturas de este rango emiten la mayoría de su energía a longitudes de onda de entre uno y 1000 micrones (un milímetro), las cuales se

encuentran en la parte infrarroja del espectro electromagnético y son por lo tanto bloqueadas en su mayoría por la atmósfera de la tierra”. Resumieron años de estudio con la afirmación:

El núcleo de nuestra galaxia, el cual es invisible incluso con los telescopios ópticos más grandes, es de hecho un conglomerado de millones de estrellas. Se destaca de manera tan evidente a longitudes de onda de entre 20 y 100 micrones, sin embargo, que parece posible que fuentes más exóticas que estrellas ordinarias estén contribuyendo a las emisiones infrarrojas.27

Sospechamos que hay estrellas poco comunes en el núcleo con profundas radiaciones emanando de ellas, el brillante trono de Elohim, en una banda del espectro no visible al ojo humano y todavía no entendido por el hombre.

Continúan el análisis de este punto único en los cielos:

En el infrarrojo, el núcleo galáctico se destaca fuertemente. A dos micrones, es posible que estemos observando el flujo infrarrojo de millones de estrellas concentradas en el núcleo galáctico. La fuerte radiación observada a 20 micrones es muy poderosa, aún para representar la producción añadida de millones de estrellas. Los 20 micrones de radiación del núcleo galáctico están concentrados en los siete u ocho niveles centrales de años-luz de diámetro, correspondiendo aproximadamente a .02 por ciento de distancia desde el núcleo de la galaxia. La distribución de energía de este núcleo se eleva considerablemente de cinco a 20 micrones y probablemente alcanza su nivel máximo a una longitud de onda más allá de los 50 micrones. Mapas infrarrojos de alta resolución hechos por nosotros con el telescopio Hale de 200 pulgadas y por Low y G. Rieke en la Universidad de Arizona, han mostrado que el aparentemente núcleo unificado del núcleo de la galaxia, de hecho está formado al menos por cuatro fuentes separadas, cada una con intensidades relativas diferentes en diferentes longitudes de onda. En la actualidad, carecemos de la información que se necesita para entender las fuentes de manera inequívoca… la radiación puede ser de algún proceso no térmico [es decir, algún proceso diferente a una típica fusión estelar de hidrógeno]… Cualquiera que sea la fuente de la radiación infrarroja, puede servir como un ejemplo cercano de procesos teniendo lugar en el núcleo de otras galaxias. Tales núcleos exhiben una variedad de fenómenos, algunos de los cuales son compartidos por el núcleo de nuestra propia galaxia. Específicamente, muchos núcleos galácticos muestran evidencia de fuerte radiación no térmica tanto a longitudes de onda visibles como de radio, y en algunas de ellas, se puede observar corrientes de gas y otras señales de actividad violenta. A longitudes de onda de radio, el núcleo de nuestra galaxia también muestra fuertes emisiones y corrientes no térmicas. Un número de galaxias exhiben radiaciones de 20 micrones en exceso a las esperadas de estrellas ordinarias… La cantidad de potencia que estas galaxias irradian en el infrarrojo corresponde al equivalente de 10 veces el poder de producción del sol. Esta es aproximadamente la cantidad de potencia irradiada por todas las estrellas en nuestra galaxia a todas las longitudes de onda… Se ha observado suficientemente para indicar que el núcleo de nuestra galaxia está lejos de estar inactivo… De lejos el objeto más brillante a 100 micrones es el complejo de fuentes asociadas en el núcleo de la galaxia [Vía Láctea].28

Lo arriba mencionado es de hecho una impresionante descripción de nuestro hogar celestial, y de una fuente completamente inesperada arrojando luz en un tema religioso. Nos da algún entendimiento de lo que quiso decir Joseph Smith cuando declaró que “Dios vive en fuegos sempiternos”.29

RADIACIONES GAMA

Un estudio de rayos gama, radiando desde varios sitios de nuestra galaxia, es también revelador. El Dr. Laventhal de Bell Telephone Laboratories (Laboratorios de Teléfonos Bell), además de otros, reporta rayos gama desde una gran cantidad de posiciones, detectados por un instrumento montado en un globo a gran altura sobre Australia. Pero lograron los mejores resultados cuando midieron el núcleo de la Vía Láctea. Estos experimentos muestran que hay “violentos procesos” que se llevan a cabo en el núcleo de la Vía Láctea.

Por 17.3 horas, su telescopio estuvo apuntando al núcleo de la galaxia y detectó rayos gama al máximo alcance de longitudes de onda observables (energías)… El núcleo de algunas, y quizá de todas las galaxias, parece ser escenario de explosiones periódicas. Observaciones del núcleo de la Vía Láctea a longitudes de onda que penetran el polvo, tales como las ondas de radio y las emisiones infrarrojas, indican violenta actividad de alguna clase. Algunos teorizantes, como Victor Ambortsumian en la Unión Soviética, han argumentado por largo tiempo que procesos desconocidos a los físicos pueden estar activos en los núcleos de las galaxias. [¡De hecho, la luz y poder del trono de Dios!]… Sir Fred Hoyle y su asociado, Jayout Vishnu Norlikar, han propuesto que en el núcleo de la galaxia es creada materia constantemente, la materia es expulsada mientras que la antimateria se mantiene… La cantidad total de positrones [electrones con carga positiva, que tienen lugar en la antimateria] que se observa hacia el núcleo de la galaxia… [sugiere] la existencia allí de alguna clase de objeto exótico.30

PASAR A TRAVES DEL VELO

Al principio de este capítulo, mencionamos que las radiaciones infrarrojas, las de gama y las de radio, pueden pasar a través del velo de polvo entre la tierra y el núcleo de la galaxia más fácilmente que la luz visible. Por supuesto, los Santos de los Últimos Días conocen otras maneras de atravesar el velo – fe, rectitud y oración. Al fin del milenio, la tierra pasará a través de un velo y entrará a la presencia celestial, como lo explicó Orson Pratt:

Dentro de poco, cuando cada una de estas creaciones [mundos] haya llenado la medida y los límites establecidos y los tiempos dados para su permanencia en un estado temporal, éstas y todos sus habitantes que lo merecen, serán hechos celestiales y glorificados. Entonces, de ese tiempo en adelante y para siempre, no habrá un velo interviniendo entre Dios y su pueblo quienes estarán santificados y glorificados, y El no tendrá la necesidad de dejar a unos para visitar a otros, porque todos estarán en Su presencia. No importará cuán lejos en el espacio estén estas creaciones con respecto a cualquier reino celestial en el cual el Señor nuestro Dios pueda morar. Podrán verlo todo el tiempo. ¿Por qué? Porque es solo la caída y el velo que se han impuesto sobre estas creaciones, lo cual nos separa de la presencia de Dios. Que se remueva el velo, el cual nos impide presenciar la gloria de Dios y el reino celestial, [y estaremos en Su presencia].31

CONCLUSION

La luz y la energía que emanan del corazón de la galaxia se manifiestan en muchos de los espectros electromagnéticos. Todas estas radiaciones, y otras que todavía no entendemos, confirman la declaración del Señor que dice, “… la luz que brilla, que os alumbra, viene por medio de aquel que ilumina vuestros ojos… la cual procede de la presencia de Dios para llenar la inmensidad del espacio” (D&C 88:11-12). La tierra está protegida de estas radiaciones, en gran medida, por un velo de polvo. Si no, la tierra telestial sería incinerada.


19 Joseph Smith, Egyptian Alphatet and Grammar (Alfabeto Egipcio y Gramática), ibid, página 25, énfasis añadido
20 Isaac Asimov, The Universe: From Fiat Earth to Quasar (El Universo: De Tierra Plana a Quásar), Walker and Company, NY, 1966, página 73.
21 Bernhard, Bennett, Rice, New Handbook of the Heavens (El Manuscrito de las Estrellas), Hubert J. Bernhard, Dorothy Bennett y Hugh S. Rice: Moon Stars Astronomy, Whittlesey House, McGraw-Hill Company, New York, 1964, página 143.
22 Harlow Shapley, Galaxies (Galaxias), Harvard University Press, 1961, páginas 91, 96.
23 Fred Hoyle, Frontiers of Astronom y (Fronteras de la Astronomía), New York, Harper’s, 1955, página 215.
24 Joseph Smith, Egyptian Alphatet and Grammar (Alfabeto Egipcio y Gramática), ibid, página 25.
25 Isaac Asimov, ibid, página 103.
26 Bok & Bok, ibid, página 195.
27 G Neugebauer & Eric E. Becklin, “The Brightest Infrared Sources” Scientific American («Las Fuentes Infrarojas más Amplias’’’) Abril 1973, página 28.
28lbid, página 28-40.
29 Teachings of the Prophet Joseph Smith (Enseñanzas del Profeta Joseph Smith), ibid, página 361.
30 Walter Sullivan, “Balloon Data,” The New York Times, Abril 27,1978, página B10, énfasis añadido.
31 Orson Pratt, ibid.

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