Guía de estudio del Libro de Mormón – Volumen 2

Guía de estudio del Libro de Mormón
Haciendo las cosas preciosas simples
Volumen 2

El Libro de Alma

Título de CapítuloEscrituras asociadas
20. Alma, hijo y su conversiónMosíah 25-28; Alma 36
21. El principio del reinado de juecesMosíah 29; Alma 1-4
22. La lista de asuntos espirituales de AlmaAlma 5-7
23. Alma y Amulek en AmmoníahAlma 8-12
24. El sacerdocio, la persecución, y la profecíaAlma 13-16
25. Las misiones de los hijos de MosíahAlma 17-22
Geografía del Libro de MormónAlma 22
26. Los anti-Nefi-lehitasAlma 23-29
27. Korihor y los zoramitasAlma 30-31
28. Nutriendo al mundo con feAlma 32-35
29. Las cartas de Alma para sus hijosAlma 36-39
30. El gran plan de felicidadAlma 40-42
31. El Capitán Moroni y las causas de la guerraAlma 43-52
32. Los guerreros de Helamán y las cartas Moroni- Pahorán.Alma 53-63

Reconocimiento


Este libro está dedicado a los miembros de la Iglesia de todos los lugares; quienes tienen un hambre y sed de entendimiento de las escrituras. Ha sido mi privilegio enseñarle literalmente a miles de tales almas en clases del evangelio, así como en el instituto del Sistema Educativo de la Iglesia y en las clases de educación para adultos por un lapso de diez años. Ellos me han inspirado con su dedicación y minucioso estudio de las lecturas y al mismo tiempo, gozando del banquete de la palabra de Dios. En el proceso, he aprendido mucho de ellos.

Reconozco la ayuda y el ánimo de mi dulce esposa Deborah, quien me ha ayudado en todos mis esfuerzos por enseñar y escribir acerca del evangelio de Jesucristo. Reconozco el ánimo que me han dado muchos de mis amigos y estudiantes para escribir estas guías de estudio; así como la paciente y meticulosa colaboración de mi editor e hijo Michael Chase, quien ha sido de gran ayuda en este trabajo, y también a otros estudiantes sabios de la Iglesia; quienes me han dado sólidos consejos acerca de la forma y esencia de esta obra, y quienes me han ofrecido inestimables percepcionesen muchos temas.

Reconozco a otros cultos y sabios alumnos y maestros del evangelio quienes han escrito guías de estudio similares; las cuales he citado varias veces en este volumen;

Manual del estudiante del Libro de Mormón es una invaluable herramienta para todos los estudiantes del Libro de Mormón. Mucho de la cultura y otras ideas presentadas aquí fueron primeramente obtenidas de este manual.

Kent P. Jackson editó Estudios de las escrituras, Vol.7: de 1 Nefi a Alma 29 and Estudios en las escrituras, Vol. 8: de Alma 30 a Moroni. Estos volúmenes, los cuales contienen capítulos de una amplia variedad de alumnos sabios del evangelio; fueron una constante inspiración para mí en la preparación de mis lecciones sobre el Libro de Mormón. Amo sus discusiones profundas de los eventos y las doctrinas del Libro de Mormón. Fueron lo suficientemente sabios para depender de estos; pero están escritos de una manera refrescante y accesible en la cual los estudiantes del evangelio de todos los niveles puedan entender lo presentado.

Joseph Fielding McConkie y Robert L. Millet escribieron el libro completo Comentarios doctrinales del Libro de Mormón, los cuales proveen un análisis de forma verso-por-verso del libro de Mormón con muchas percepciones valorables sobre el significado de las palabras y conceptos que el lector ocasional del Libro de Mormón podría ni siquiera notar. Éstas han sido de gran interés y ayuda para mí a lo largo de los años.

Daniel H. Ludlow escribió Un compañero para su estudio del Libro de Mormón como parte de una serie de tales suplementos de lectura para nuestro estudio de todas las escrituras. Estos quizás se acercan al espíritu del que trata este libro se trata -hacer las verdades preciosas del evangelio simples para aquellos que sólo necesitan un poco de ayuda con sus estudios de la doctrina del evangelio. He tenido a algunas personas de la familia del hermano Ludlow en mis clases, y aprecio una copia firmada de su libro Escritos Selectos que él me dio haces unos años.

Y sobre todo, debo mencionar, que los nombrados volúmenes ya no se imprimen. Espero que la porción de estos, los cuales he citado en este volumen, continuarán propagando las percepciones de sus autores en los años venideros.

Con agradecimiento reconozco la ayuda de un artista Santo de los últimos días, Joseph Brickey; por su extraordinario apoyo a este proyecto. Sus dotados retratos están indisolublemente a la espiritualidad de estas series de libros. También quiero a gradecer a Del Parson, Walter Rane, Liz Swindle, y a Robert Barrett por sus contribuciones y apoyo.


Prefacio


Por muchos años, los maestros del evangelio de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días han sido entrenados con un manual titulado Teaching, No Greater Cali (“La enseñanza: El llamamiento más importante”). Creo con todo mi corazón en todos los principios expuestos en este título. Me he regocijado por más de 35 años por tener la oportunidad de enseñar el evangelio de Jesucristo con su guía. No hay un llamamiento más importante que aquel de alimentar a los hijos de Dios con la escrituras.

En un mensaje dirigido a los educadores de tiempo completo en el sistema educativo de la Iglesia, dado el 14 de octubre de 1977, el élder Boyd K. Packer dijo: “Y aquí lo tiene—su misión, su acta constitutiva, su objetivo Usted va a enseñar las escrituras Si sus estudiantes están familiarizados con las revelaciones, no hay duda alguna—sea personal, social, político, o laboral— que queden sin respuesta. Aquí está contenida la plenitud del evangelio eterno. Aquí encontramos principios de verdad que resolverán cada confusión, cada problema y cada dilema que enfrente la familia humana o cualquier individuo de ésta.”

Nefi dijo: “Mi alma se deleita en la claridad para con mi pueblo, a fin de que aprenda” (2 Nefi 25:4)… “porque así es como el Señor Dios obra entre los hijos de los hombres. Porque el Señor Dios ilumina el entendimiento; pues él habla a los hombres de acuerdo con el idioma de ellos, para que entiendan” (2 Nefi 31:3). Comparto esta afirmación. Siento que las tareas más importantes de los maestros son (1) motivar a los estudiantes a leer las escrituras—en casa y en clase—y (2) ayudar a los estudiantes a entenderlo que están leyendo y analizando exhaustivamente. He tratado de ser lo suficientemente culto y exacto, pero también trato de resumir y explicar las cosas en un lenguaje que sea sencillo para lectores de distintos niveles. Espero que usted encuentre útil esta estrategia.

De estos muchos años de enseñanza de las clases del evangelio, me doy cuenta de que hay límites en la profundidad de entendimiento que puede ser lograda en una clase de 45 minutos de la escuela dominical. Aún en un curso de 90 minutos del sistema educativo de la Iglesia o de educación para adultos, uno puede solamente empezar a explorar la profundidad y extensión de estos libros sagrados. Si los estudiantes desean verdaderamente participar en el banquete de la escrituras, ellos deben abocarse a un programa de estudio personal diario de las escrituras y no depender exclusivamente de lo que oye en las clases semanales del evangelio o de lo que lee en los libros. Tal instrucción y guías de estudio, como éstas, pueden ser útiles, pero éstas no deben ser un sustituto de la lectura de escrituras.

En 2 Nefi 25, Nefi aconseja que debemos estar familiarizados con las palabras de Dios y tener el “espíritu de profecía” (versículo 4), el cual es el testimonio mencionado en el Apocalipsis 19:10 y en Alma 17:1-4, para entender las escrituras. También debemos buscar el Espíritu. Un maestro no puede enseñar y un estudiante no puede aprender las cosas sagradas sin el Espíritu. El Señor dijo: “Y si no recibís el Espíritu, no enseñaréis” (D. y C. 42:14). Esto no es tanto un mandamiento; más bien es una advertencia—sin el Espíritu, no tendrá lugar ninguna enseñanza o aprendizaje. Esto es explicado en otra revelación: “El que recibe la palabra por el Espíritu de verdad, la recibe como la predica el Espíritu de verdad De manera que, el que la predica y el que la recibe se comprenden el uno al otro, y ambos son edificados y se regocijan juntamente” (D. y C. 50:21-22). En otras palabras, no hay transferencia de entendimiento de una persona a otra sin la ayuda del Espíritu. Invito a cada lector a buscar el Espíritu, a leer las escrituras, y a ejercitar la fe antes de usar ésta o cualquier otra guía.

Nefi también aconseja en 2 Nefi 25:1, 6 que entenderemos las escrituras mejor si sabemos las circunstancias bajo las cuales fueron escritas—los contextos lingüísticos, culturales, históricos, y geográficos. Para facilitar esto, he incluido explicaciones de las fechas, palabras, figuras del discurso, características geográficas, y normas culturales allí donde fue pertinente. Para obtener esta información, me he basado principalmente en personas con amplio conocimiento del evangelio; en particular, en aquellos a quienes he listado en la sección de reconocimientos de este libro.


Cómo usar este libro


Para facilitar el aprendizaje, los estudiantes y los maestros pueden usar esta guía de estudio en una variedad de maneras. He sugerido dos opciones en los siguientes párrafos, sin ningún orden particular de preferencia. Escoja el método que funcione mejor para usted; pero, sea cual fuese el método que usted escoja, complete con la lectura de la escritura asignada para cada lección de la semana antes de que usted vaya a clase.

  • Opción 1. Con oración, lea las escrituras asociadas con la lección del evangelio actual primero; y después lea el capítulo en este libro que corresponda a aquellas escrituras.
  • Opción 2. Cuidadosamente y con oración, lea las escrituras asociadas con la lección del evangelio actual; usando esta guía como una referencia para ayudarle a entender el contexto y las consecuencias de las escrituras mientras que usted está leyéndolas. Para hacer esto, mantenga este libro abierto y úselo como una guía y comentario junto con sus escrituras.

Esta guía de estudio hace comentarios de la mayoría; pero no de todas las escrituras.que se encuentran en cada uno de los capítulos de escritura listados. En lugar de hacer un análisis estilo verso-por-verso, he proveído un resumen de reafirmación de eventos, dividido en bloques de escritura con explicaciones adjuntas y con citas. Un ejemplo de cómo están organizados estos bloques de escritura y comentarios se muestra en los siguientes párrafos:

Alma 2:11-19 Alma guía los ejércitos nefitas contra los amlicitas y los vence. Los seguidores de Amlici se llamaban amlicitas para distinguirse a sí mismos de los nefitas. (v. 11). Sabiendo sus intenciones, los nefitas se armaron y se organizaron para encontrarse con los amlicitas cuando atacaran (versos 12-13). Los amlicitas también se prepararon para la guerra y vinieron a la batalla con los nefitas “llegaron al cerro de Amnihu, que quedaba al este del río Sidón, el cual pasaba junto a la tierra de Zarahemla” (v. 15). En su capacidad como juez superior y gobernador de los nefitas, Alma guió a sus ejércitos a la batalla (v. 16). Una feroz batalla empezó en la cual muchos nefitas murieron, pero el Señor fortaleció a los ejércitos nefitas, y empezaron a prevalecer sobre los amlicitas, quienes huyeron ante ellos (versos 17-18). En total 12.532 amlicitas fueron matados conjuntamente con 6.562 nefitas (v. 19).

Concerniente a tal derramamiento de sangre en la guerra, el El élder Harold B. Lee dijo: “Cuando, entonces, la ley constitucional… llama a la hombría de la Iglesia a las fuerzas armadas de cualquier país al cual ellos le deben lealtad, su deber cívico más alto requiere que ellos cumplan con el llamado. Si escuchan a ese llamado y obedecen a aquellos al mando sobre ellos, estos deben tomar las vidas de aquellos quienes luchan en contra de ellos, eso no los hará asesinos, o sujetos a la penalidad que Dios ha prescrito para aquellos quienes matan.”2

Nota para los maestros: Los maestros deben leer sus manuales de lecciones primero y tomar notas de los principales puntos doctrinales que están listados allí. Después de hacer esto, los maestros pueden adoptar cualquiera de los métodos sugeridos en los párrafos anteriores como una manera de realzar su propio entendimiento de los eventos y de las escrituras que se están discutiendo en una lección particular. Sin embargo, los maestros deben recordar que esta guía de estudio no intenta convertirse en un sustituto de los manuales de lecciones oficiales de la Iglesia. Sus lecciones deben seguir precisamente la organización encontrada en su manual de lecciones y deben centrase en las escrituras asignadas para cada lección.

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