Los Archivos de Mentinah Volumen Tres

El Libro de Manti

El Hijo de Ougou. Manti, el hijo menor de Ougou y guardián de los registros, escribió so-bre la visita de los Tres Nefitas a sus tierras, la expansión de los edificios del Lugar Alto y la ciudad para acomodar el aumento de visitantes a Mentinah. Animó a todos a usar el poder del Espíritu Santo para discernir la verdad de todas las cosas. También registró las palabras de Timoteo sobre los conve-nios y las ordenanzas del Lugar Alto, describió cómo vivían los Nemenhah y la Ley de Consagración, y escribió acerca de los últimos días.

Capítulo Uno


1. He aquí, soy Manti, y mi padre fue Ougou, el mismo que era el profe-ta en el momento de la venida de Cristo a los Nemenhah de Menti-nah. Y soy el menor de los hijos de Ougou. Sin embargo, estuve pre-sente y fui testigo del Salvador cuando vino en Su gloria al templo de Mentinah. Y también lo escuché hablar y vi todas Sus obras con el pueblo, salvo aquello que habló a los trece elegidos para ser Sus apóstoles.
2. Y cuando mi padre envejeció, me entregó el cuidado de este lugar y de los registros que aquí se guardan. Sí, y me instó a asegurar las bi-bliotecas. Así lo he hecho durante todos mis días.
3. He aquí, los registros son muchos, porque también hemos hallado muchos libros que contienen las obras y palabras de los jareditas, e incluso algunos pocos que creemos provienen de otros lugares y son de una naturaleza más antigua. Y dispuse que los lugares donde guardamos los registros fueran reforzados. Pues, las cavidades que la gente de Hagot y Hagmeni cavaron para guardar los libros eran estre-chas y no estaban bien construidas, y existía la amenaza de derrum-be. Por lo tanto, de acuerdo con el mandato de mi padre, y también con los deseos de mi propio corazón, hice que se cavaran un sistema de cavernas para guardar los registros con seguridad.
4. Y he aquí, estas cavernas fueron excavadas de manera ingeniosa y construidas con tal habilidad que uno siente como si estuviera en una sala de un edificio o un templo. Y también dispuse que hubiera un medio para leer los registros sin sacarlos de su lugar de seguridad. Por lo tanto, se buscó a los artesanos más hábiles y se cortaron conductos en la roca viva, al igual que se excavaron las habitaciones y corredo-res. Se colocaron espejos para proporcionar luz a quienes vinieran a leer los libros.
5. Ahora bien, muchas personas vinieron de muchos lugares a leer los libros. Sí, había un tráfico constante por los caminos del sur, del este y del norte. Pues sabemos que Jesús visitó a otros pueblos y lugares. Sí, sabemos que fue a los Nemenhah de Coriantón, y creemos que vi-sitó a todas las personas que quedaron en la tierra. Por lo tanto, mu-chos vienen a Mentinah desde diversos lugares para leer los libros, estudiar con los eruditos de nuestra ciudad y aprender las formas y las ordenanzas del templo.
6. Y he aquí, hay un tráfico constante de comercio de todos los pueblos de la tierra, tanto del norte como del sur. Y muchos viajan en carava-nas y por los caminos. Por lo tanto, cuando llegan a Mentinah, mu-chos viajeros también desean descansar y leer los libros. Sí, debido al tráfico hacia y desde las bibliotecas, y también hacia y desde el tem-plo, la ciudad de Mentinah se ha convertido en una ciudad importan-te.
7. Y he aquí, los consejos de la ciudad, así como de la región circundante sobre la que la ciudad tenía influencia, solicitaron que reuniera nue-vamente a los artesanos y que construyéramos el templo y ciertas otras partes de la ciudad. Y hice lo que los consejos pidieron, y dispu-se que comenzara una obra de construcción para ampliar el templo, de modo que pudiera acomodar a las muchas personas que venían a la ciudad a participar en las ordenanzas de este.
8. Ahora bien, esta es la manera del templo que hice construir bajo la dirección del consejo. El templo consiste en siete edificios cuyas ba-ses están hechas de piedra de las montañas circundantes. Pero he aquí, solo utilizamos nuestras herramientas sobre las piedras para ser usadas como fundamentos de los templos, y nunca construimos nin-gún altar de piedra labrada.
9. Y el piso de cada edificio era completamente plano y nivelado, y esca-leras conducían a los edificios. Sin embargo, aunque había escaleras hacia los edificios, pues todos estaban construidos en una colina, para moverse de un templo a otro en sucesión era necesario ascender la colina. Por lo tanto, había necesidad de escaleras para ir de un templo a otro. Pero he aquí, dentro de los edificios del templo no hay escale-ras, y los altares se encuentran sobre el piso nivelado. Ahora bien, en esto creemos que seguimos la admonición de Dios. Sí, nuestros alta-res están hechos de piedra no labrada, y no tenemos escaleras que conduzcan al altar.
10. Y los templos comienzan en la base de la colina con el Lugar de Adán y progresan colina arriba hasta llegar al Lugar de Eva. Y es en el Lugar de Eva donde tiene lugar la unción sagrada de esposos y esposas. Por lo tanto, los siete edificios del templo forman una escalera que asciende por la colina del templo. Este templo tiene vistas al lago y al país cir-cundante.
11. Ahora bien, teníamos mucha madera con la cual construir. Por lo tan-to, usamos madera en toda nuestra construcción. Y el trabajo en la madera fue extremadamente fino, superando cualquier trabajo de madera que se hubiera visto en la Tierra del Norte. Pero he aquí, esto no fue por diseño, pues no nos propusimos construir nada excepto lo que el pueblo necesitaba. No obstante, los artesanos trabajaron con tanto amor y cuidado que el templo terminado era hermoso más allá de toda descripción. Y he aquí, muchos visitan el templo hoy solo para contemplar los intrincados diseños con los que los artesanos adorna-ron el templo. Sin duda, es una obra de belleza sin igual en toda la tie-rra, y considero que esto es justo. Pues, ¿no debemos dar nuestro mejor esfuerzo para el Señor? Y es algo maravilloso lo que hace el pueblo al hacer convenios en Su Santa Casa. Por lo tanto, no puedo imaginar mejor regalo que los artesanos pudieran haber hecho a su Dios, que dar la obra más fina que podían.
12. Pero esto no es todo. Para honrar al Señor, estos mismos artesanos también hicieron más espaciosas y cómodas las casas públicas donde se hospedan los visitantes del templo. Esto lo hicieron para recordar a los visitantes, ya vinieran por comercio, para leer los libros o para subir al templo, la naturaleza sagrada de la ciudad de Mentinah y el propósito sagrado que sus habitantes habían asumido. Por lo tanto, la ciudad de Mentinah creció en renombre por toda la tierra.
13. Ahora bien, como he escrito en otro lugar, los hermanos de mi padre regresaron nuevamente a los Nemenhah, tal como Jesús predijo que lo harían, y se regocijaron en todo lo que mi padre había hecho para preparar un lugar para su regreso. Pero he aquí, un tal Timoteo, sí, in-cluso aquel Timoteo que pidió junto con sus hermanos permanecer hasta que Cristo viniera nuevamente, viajó con ellos. Y trajo a mi pa-dre un libro que relataba todo lo que había sucedido en la Tierra del Sur. Y he aquí, debido a esto, se convirtió en costumbre para el pue-blo en la Tierra del Norte y en la Tierra del Sur intercambiar registros cada año entre ellos. Pero esta fue una obra que llevaron a cabo solo los Tres.
14. Por lo tanto, cada año en el Festival de las Luces, uno o más de los Tres nos traen aquí al norte noticias de todo lo que hacen nuestros parientes en el sur. Y escribimos todas las cosas que ellos nos relatan sobre ellos, y llevamos un registro de sus obras.
15. Pero esto no es todo. También nos enseñan y nos sentamos a sus pies para aprender más perfectamente las cosas del Señor. Pues los Tres no prueban la muerte y tienen constante comunicación con án-geles y con Dios. Y he aquí, nos enseñan cómo colocar nuestros pies en el Camino, para que también podamos recibir esta gran bendición. Y muchos se benefician cada año de sus enseñanzas. He aquí, debido a esto, hay muchos profetas en la ciudad de Mentinah y en la región circundante, y gozamos de un estado continuo de comunión con los cielos. Pues caminamos y hablamos con nuestros antepasados y con los espíritus de hombres y mujeres justos perfeccionados. Y nuestro gozo y contentamiento en estas circunstancias felices y santas no pueden expresarse.

1 Response to Los Archivos de Mentinah Volumen Tres

  1. Avatar de Desconocido Anónimo dice:

    saludos desde ecuador la vida es buena porque dios existe

    Me gusta

Deja un comentario