
Ven, sígueme — Para el hogar y la Iglesia: Doctrina y Convenios 2025
13 – 19 enero: “Vi una columna de luz”
Preguntas y Respuestas
Cómo recibir respuestas a nuestras oraciones según José Smith—Historia 1:5–25
En José Smith—Historia 1:5–25, encontramos principios clave que nos enseñan cómo recibir respuestas a nuestras oraciones, basados en la experiencia de José Smith al buscar guía divina. Estos principios son aplicables a nuestra propia búsqueda de respuestas y comunión con Dios:
1. Sentir la necesidad de la guía divina. José Smith sintió una profunda necesidad de saber la verdad en medio de la confusión religiosa, lo que lo llevó a buscar respuestas directamente de Dios. Su humildad y dependencia del Señor nos enseñan que debemos reconocer que no podemos encontrar todas las respuestas por nuestra cuenta.
Este principio me recuerda que el Señor siempre está dispuesto a guiarnos si acudimos a Él con un corazón sincero. En mi propia vida, cuando he enfrentado decisiones difíciles o momentos de incertidumbre, he sentido la paz y la claridad que provienen de buscar la guía divina. Cuando nos damos cuenta de nuestra dependencia de Dios, desarrollamos una relación más cercana con Él. Identificar nuestras preocupaciones específicas y llevarlas al Señor con fe es un acto de humildad y confianza que abre la puerta a Su guía amorosa.
2. Estudiar las Escrituras. José encontró dirección al leer Santiago 1:5, lo que le dio el valor de orar. Esto nos enseña que las Escrituras son un recurso poderoso para entender la voluntad de Dios y fortalecer nuestra fe antes de buscar respuestas.
Las Escrituras contienen principios eternos y promesas divinas que pueden prepararnos para recibir respuestas a nuestras oraciones. Personalmente, he encontrado consuelo y guía en pasajes que parecían haber sido escritos específicamente para mis circunstancias. Al estudiar las Escrituras con un corazón dispuesto, permitimos que el Señor nos hable a través de Su palabra. Este hábito nos conecta con Su voluntad y fortalece nuestra capacidad de escuchar Su voz en respuesta a nuestras oraciones.
3. Orar con fe y sinceridad. José oró con la confianza de que Dios escucharía y respondería su pregunta específica. Esto demuestra que la oración debe ser más que una rutina; debe ser una comunicación honesta y llena de fe con nuestro Padre Celestial.
La oración sincera es una expresión de nuestra fe y confianza en Dios. Al igual que José, debemos acercarnos a Él con una actitud de apertura y humildad, creyendo que Él desea guiarnos. Orar con fe y sinceridad fortalece nuestra relación con el Señor. Al expresar nuestros deseos y preocupaciones con un corazón puro, podemos sentir Su amor y Su disposición para ayudarnos en todo momento.
4. Persistir frente a la oposición. Antes de recibir su respuesta, José enfrentó oposición espiritual, pero no se dio por vencido. Esto nos enseña que, a menudo, enfrentaremos desafíos antes de obtener claridad y guía divina.
Perseverar en la oración, incluso en medio de dudas o dificultades, demuestra nuestra fe en el poder de Dios. Cuando enfrentamos oposición, podemos recordar que el adversario busca desalentarnos porque sabe que las respuestas divinas traen paz y poder espiritual. La oposición puede fortalecer nuestra fe si elegimos confiar en el Señor. Persistir en nuestras oraciones nos ayuda a crecer espiritualmente y a desarrollar una fe inquebrantable en la voluntad divina.
5. Estar dispuesto a aceptar la respuesta de Dios. José aceptó humildemente la respuesta inesperada de que no debía unirse a ninguna iglesia, lo que demuestra su disposición para seguir la voluntad de Dios, incluso si esta no coincidía con sus expectativas.
Aceptar la voluntad de Dios requiere humildad y fe. A veces, la respuesta que recibimos no es la que deseamos, pero confiar en que Su plan es perfecto nos permite avanzar con paz y confianza. La disposición para aceptar la voluntad de Dios fortalece nuestra relación con Él y nos ayuda a encontrar propósito incluso en las respuestas inesperadas. Este principio nos enseña a confiar en Su amor y en Su visión eterna.
6. Testificar y actuar según la respuesta recibida. José fue fiel al testimonio que recibió, defendiendo su experiencia a pesar de la oposición. Esto nos enseña la importancia de actuar con valentía y compartir nuestras experiencias espirituales para fortalecer a otros.
Recibir una respuesta es solo el comienzo; actuar en conformidad con ella es lo que demuestra nuestra gratitud y fe. Al compartir nuestro testimonio, podemos inspirar y fortalecer a quienes nos rodean. Vivir según las respuestas que recibimos muestra al Señor que valoramos Su guía. Al igual que José, podemos ser un ejemplo de fe y obediencia, ayudando a otros a reconocer el amor y el poder de Dios.
José Smith nos dejó un modelo para recibir respuestas a nuestras oraciones: reconocer nuestra dependencia de Dios, estudiar las Escrituras, orar con fe, perseverar frente a la oposición, aceptar Su voluntad y actuar con valentía. Su experiencia nos enseña que Dios está dispuesto a responder nuestras preguntas y a guiarnos en todas las circunstancias de nuestra vida.
Al aplicar estos principios, fortalecemos nuestra relación con el Padre Celestial, desarrollamos mayor confianza en Su amor y encontramos la paz que proviene de seguir Su voluntad. La experiencia de José es un testimonio de que los cielos están abiertos y de que Dios responde a quienes buscan Su guía con un corazón sincero.
¿Cómo puedo recibir respuestas a mis oraciones?
Recibir respuestas a nuestras oraciones es un principio fundamental del evangelio de Jesucristo. A través de la oración, establecemos una comunicación personal con Dios, y mediante Su amor y guía, Él responde de diversas maneras. Las Escrituras y las enseñanzas de las autoridades generales de la Iglesia nos ofrecen principios claros para recibir estas respuestas.
- Ora con fe y sinceridad. La fe es esencial para recibir respuestas. Dios requiere que oremos con la confianza de que Él escucha y responderá de acuerdo con Su voluntad. En Moroni 10:4: «Pedid a Dios, el Eterno Padre, en el nombre de Cristo, si estas cosas no son verdaderas; y si pedís con un corazón sincero, con verdadera intención, teniendo fe en Cristo, él os manifestará la verdad de ellas por el poder del Espíritu Santo.» Élder David A. Bednar: «La fe en Cristo nos permite alinear nuestra voluntad con la Suya y confiar en que Sus respuestas siempre son para nuestro beneficio eterno.» (Conferencia General, octubre de 2008). Para recibir respuestas, nuestra oración debe ser específica, sincera y acompañada de una fe activa que nos lleve a confiar en el Señor, incluso si Su respuesta no llega de inmediato.
- Estudia las Escrituras. Las Escrituras son una fuente clave de respuestas a nuestras oraciones, ya que contienen principios eternos que nos guían. En 2 Timoteo 3:16: «Toda Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia.» El Presidente Russell M. Nelson: «Las Escrituras son como una brújula divina: nos guían a las respuestas que el Señor desea darnos.» (Conferencia General, abril de 2019). Estudiar las Escrituras con un corazón receptivo y con una pregunta específica en mente puede abrirnos a la revelación que Dios desea darnos.
- Escucha al Espíritu Santo. Las respuestas a menudo llegan como impresiones suaves del Espíritu Santo, quien comunica la voluntad de Dios a nuestro espíritu. En Doctrina y Convenios 8:2: «He aquí, hablaré a tu mente y a tu corazón por el Espíritu Santo.» El Élder Richard G. Scott: «El Espíritu Santo puede comunicarse con nosotros a través de sentimientos, pensamientos y paz interior. Aprende a reconocer Su influencia.» (Conferencia General, abril de 2007). Al estar atentos a los susurros del Espíritu, podemos recibir confirmaciones o impresiones que nos guían en nuestras decisiones.
- Sé paciente y persistente. A veces, las respuestas no llegan de inmediato. La paciencia y la perseverancia en la oración son esenciales para recibir revelación. En Doctrina y Convenios 98:2: «Esperad pacientemente hasta que el reino de Dios venga.» El Élder Dieter F. Uchtdorf: «El tiempo del Señor a menudo difiere del nuestro, pero Su tiempo siempre es perfecto.» (Conferencia General, octubre de 2011). Persistir en la oración y confiar en el tiempo del Señor demuestra nuestra fe y disposición para aceptar Su voluntad.
- Actúa conforme a la respuesta recibida. Las respuestas requieren acción. A medida que actuamos sobre la guía que recibimos, podemos recibir más luz y entendimiento. En Santiago 2:17: «Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.» El Presidente Howard W. Hunter: «Dios no solo escucha nuestras oraciones, sino que espera que actuemos conforme a la luz que recibimos.» (Conferencia General, octubre de 1994). Actuar en base a la inspiración recibida nos permite alinearnos más estrechamente con la voluntad del Señor y recibir mayores bendiciones.
Dios es un Padre amoroso que desea comunicarse con nosotros y guiarnos en nuestra vida. Al orar con fe, estudiar las Escrituras, escuchar al Espíritu Santo, ser pacientes y actuar según la guía que recibimos, podemos experimentar la certeza de que Él responde nuestras oraciones.
La clave está en confiar en Su amor y en Su tiempo, sabiendo que todas Sus respuestas, incluso aquellas que no entendemos de inmediato, están diseñadas para nuestro progreso eterno. Al practicar estos principios, fortalecemos nuestra relación con Él y desarrollamos un testimonio más profundo de Su amor y guía en nuestras vidas.
¿Qué ideas adicionales puedes obtener del artículo del presidente Henry B. Eyring “La Primera Visión: Un modelo para la revelación personal”? (Liahona, febrero de 2020, págs. 12–17).
El discurso del presidente Henry B. Eyring, titulado «La Primera Visión: Un modelo para recibir revelación personal», ofrece valiosas enseñanzas sobre cómo la experiencia de José Smith en la Arboleda Sagrada puede servirnos como guía para obtener revelación personal en nuestra vida. A continuación, se destacan algunas ideas clave presentadas por el presidente Eyring:
- Los cielos están abiertos. El presidente Eyring enfatiza que la Primera Visión confirma que Dios se comunica con Sus hijos en la tierra. Este acontecimiento demuestra que los cielos no están cerrados y que la revelación continúa en nuestros días. Esta comprensión nos brinda la confianza de que, al igual que José Smith, podemos acercarnos a Dios en busca de guía y esperar recibir respuestas divinas.
- Preparación para recibir revelación. José Smith se preparó para recibir revelación al estudiar las Escrituras y acudir a Dios en oración sincera. El presidente Eyring señala que este modelo de preparación es simple y accesible para todos nosotros. Al emular la preparación de José—estudiando las Escrituras, orando con sinceridad y teniendo un corazón dispuesto—podemos aumentar nuestra capacidad para recibir revelación personal.
- Reconocer la influencia del Espíritu Santo. El presidente Eyring destaca que José Smith reconoció la influencia del Espíritu Santo al leer Santiago 1:5, lo que lo motivó a buscar a Dios en oración. Debemos estar atentos a las impresiones del Espíritu Santo en nuestra vida diaria, ya que a menudo nos guía hacia la verdad y nos impulsa a actuar conforme a la voluntad de Dios.
- La importancia de actuar sin temor. José Smith actuó con valentía al seguir la inspiración que recibió, a pesar de la oposición y las dificultades. El presidente Eyring nos insta a actuar con fe y sin temor cuando buscamos y recibimos revelación personal. Al actuar con valentía y confianza en las respuestas que recibimos de Dios, demostramos nuestra fe y disposición para cumplir Su voluntad, lo que nos permite recibir mayor luz y conocimiento.
- Transmitir las lecciones aprendidas. El presidente Eyring sugiere que, al aprender a recibir revelación personal siguiendo el modelo de la Primera Visión, podemos transmitir estas lecciones a quienes amamos y a las generaciones futuras. Al compartir nuestras experiencias y testimonios sobre la revelación personal, fortalecemos a otros y contribuimos a una cadena de fe que puede perdurar a lo largo del tiempo.
El presidente Eyring nos invita a seguir el ejemplo de José Smith para recibir revelación personal, recordándonos que los cielos están abiertos y que Dios desea comunicarse con cada uno de nosotros. Al prepararnos adecuadamente, reconocer la influencia del Espíritu, actuar con valentía y compartir nuestras experiencias, podemos fortalecer nuestra relación con Dios y guiar a otros en su camino espiritual.
Para una comprensión más profunda, se recomienda leer el artículo completo en la Liahona de febrero de 2020.
¿Qué sientes al reflexionar sobre la experiencia de José y todo lo que se derivó de ella?
Al leer y reflexionar sobre José Smith—Historia 1:15–20, siento una profunda gratitud y admiración por la valentía y fe de José Smith al buscar la verdad y actuar según la revelación divina. Su experiencia en la Arboleda Sagrada no solo transformó su vida, sino que marcó el inicio de la Restauración del evangelio de Jesucristo, trayendo bendiciones eternas a toda la humanidad.
Lo que siento al reflexionar sobre su experiencia:
Admiración por su valentía y perseverancia. A pesar de la confusión religiosa y los desafíos que enfrentó, José tuvo el valor de orar sinceramente y buscar la guía de Dios. Su persistencia en medio de la oposición espiritual me inspira a enfrentar mis propios desafíos con fe y confianza en el Señor. José Smith—Historia 1:16: «Hice todo lo que estaba en mi poder para invocar a Dios y pedirle liberación.» Esto me recuerda que, al igual que José, puedo superar cualquier oposición si me esfuerzo por confiar plenamente en el Señor.
Gratitud por la Primera Visión y su impacto. La aparición del Padre y del Hijo no solo confirmó la verdad del evangelio, sino que también inició una nueva dispensación. Siento una profunda gratitud porque esta experiencia abrió los cielos y restauró las verdades esenciales para nuestra salvación. José Smith—Historia 1:17: «Vi en el aire arriba de mí a dos Personajes, cuyo fulgor y gloria no admiten descripción.» Este momento me asegura que los cielos están abiertos y que Dios continúa comunicándose con Sus hijos en la tierra.
Asombro por la claridad y el amor de Dios. La respuesta clara y directa que José recibió del Padre y del Hijo me recuerda que Dios escucha nuestras oraciones y responde con amor y verdad, aunque esas respuestas no siempre sean lo que esperamos. José Smith—Historia 1:19: «Se me mandó que no me uniese a ninguna de ellas, porque todas estaban en error.» Esto me fortalece para confiar en la guía divina, incluso cuando la respuesta de Dios desafía mis expectativas o deseos.
Motivación para ser fiel al testimonio recibido. La firmeza de José al defender su experiencia, incluso frente a burlas y persecuciones, me motiva a ser fiel a mi propio testimonio y a compartirlo con los demás sin temor. José Smith—Historia 1:25: «Sabía que lo había visto; y sabía que Dios lo sabía, y no podía negarlo.» Esto me recuerda la importancia de permanecer firme en la verdad y ser un testigo valiente de Cristo.
Al reflexionar sobre la experiencia de José Smith en la Arboleda Sagrada, siento una renovada gratitud por la Restauración del evangelio y una mayor confianza en el amor y la guía de Dios. Su valentía, fe y perseverancia me inspiran a buscar la revelación personal, a confiar en las respuestas del Señor y a defender mi testimonio, sabiendo que Dios escucha y guía a todos Sus hijos que se acercan a Él con sinceridad.
¿Por qué hay varios relatos de la Primera Visión?
Imagina a José Smith tratando de describir un evento tan sagrado e indescriptible como la Primera Visión, un encuentro personal con Dios el Padre y Su Hijo Jesucristo. Como él mismo lo relató en José Smith—Historia 1:15–20, fue un momento trascendental en el que recibió una verdad divina, una experiencia que marcó el inicio de la Restauración del evangelio.
A lo largo de los años, José compartió su relato de la Primera Visión en diferentes ocasiones y contextos, y esto explica por qué existen varios relatos de este acontecimiento. Cada relato refleja una parte del testimonio de José, enfocado en el propósito y las circunstancias específicas de cada momento. Aquí está el porqué de estos diferentes relatos:
Cada vez que José narró la Primera Visión, lo hizo para responder a diferentes preguntas o necesidades. Por ejemplo, algunas versiones fueron dirigidas a personas interesadas en saber cómo comenzó su búsqueda de la verdad, mientras que otras enfatizaban la restauración de la autoridad divina.
En 1832, su primer relato escrito destaca su preocupación por la confusión religiosa y su deseo de recibir perdón por sus pecados.
En 1835, José compartió su relato con un visitante que tenía interés en las visiones espirituales, enfatizando el ataque del adversario y el poder de la oración.
La Primera Visión fue un evento tan profundo que José continuó reflexionando sobre su significado a lo largo de su vida. A medida que crecía en su comprensión de la obra de Dios, enfatizó diferentes aspectos de la visión que se relacionaban con el propósito eterno de la Restauración.
En su relato de 1838 (el que se encuentra en José Smith—Historia), José escribió con la intención de proporcionar un relato oficial y claro para la historia de la Iglesia, explicando la confusión religiosa de su tiempo y la instrucción divina de no unirse a ninguna iglesia.
Cada relato agrega riqueza y profundidad a nuestra comprensión de la experiencia de José. Por ejemplo, algunos relatos destacan cómo el Padre y el Hijo se aparecieron como Personajes separados, mientras que otros profundizan en la emoción y el poder del momento, como el alivio que sintió José al ser liberado de la influencia del adversario.
La variedad de detalles no contradice el evento central, sino que lo complementa, mostrando cómo José compartió diferentes matices según lo requería la situación.
Al compartir su testimonio en múltiples ocasiones, José permitió que las futuras generaciones entendieran la importancia de la Primera Visión desde diversas perspectivas. Esto asegura que cada relato pueda resonar con personas en diferentes etapas de su propio entendimiento y fe.
José Smith narró la Primera Visión en diferentes momentos de su vida porque este acontecimiento no solo marcó el inicio de la Restauración, sino que también tenía implicaciones profundas y eternas que seguían revelándose con el tiempo. Como un joven de 14 años, su enfoque inicial estaba en la confusión religiosa y el perdón. Con los años, entendió que su experiencia también significaba el comienzo de una nueva dispensación y la restauración del evangelio completo de Jesucristo.
Estos relatos son un testimonio poderoso de que los cielos están abiertos, de que Dios se comunica con Sus hijos, y de que el evangelio de Jesucristo ha sido restaurado para bendecir a toda la humanidad. La riqueza de estas narraciones nos permite ver la Primera Visión desde diferentes ángulos, ayudándonos a fortalecer nuestra fe y gratitud por el amor y la guía de nuestro Padre Celestial y Su Hijo Jesucristo.
¿Por qué hay diferencias entre los relatos de la Primera Visión de José Smith?
José Smith dejó cuatro relatos de la Primera Visión. Además de esos relatos, cinco de sus contemporáneos escribieron relatos después de escuchar a José hablar de su experiencia. Los múltiples relatos, con sus diferentes énfasis y detalles, nos dan una imagen más completa de esta milagrosa experiencia.
Las personas a menudo hacen hincapié en diferentes aspectos de una experiencia dependiendo de su audiencia o sus razones para compartir. Los relatos de José son excelentes ejemplos de este fenómeno. Aunque varían en énfasis y detalle, cuentan una historia coherente. Un ejemplo de esto en las Escrituras se puede encontrar en los múltiples relatos de la conversión de Pablo en el Nuevo Testamento.
Los relatos de la Primera Visión se produjeron bajo diversas circunstancias: escribiendo una historia privada, relatando su experiencia a un visitante en su casa, dictando la historia de su vida para una historia oficial o respondiendo a una pregunta de un periodista. En cada caso, José parece haber recurrido a los recuerdos que sentía que eran más relevantes para la audiencia. Las variaciones entre los relatos son del tipo que los historiadores y eruditos que estudian la memoria esperan encontrar en documentos producidos en contextos tan diferentes.
Las diferencias entre los relatos también muestran cómo la comprensión y la perspectiva de José se ampliaron con el tiempo, la experiencia y la revelación posterior. Cuando José dictó su primer relato en 1832, todavía estaba al comienzo de su ministerio. El relato es mayormente personal y se centra en el significado de la visión para José. Más tarde, cuando dictó el relato que ahora se encuentra en La Perla de Gran Precio, reflexionó sobre el significado de la visión, no solo para él, sino para la Iglesia y el mundo.
¿Qué experimentó José que lo ayudó a prepararse para convertirse en profeta?
En José Smith—Historia 1:3–14, aprendemos sobre las experiencias de José Smith que lo ayudaron a prepararse para convertirse en profeta de la Restauración. Estas vivencias, tanto externas como internas, moldearon su carácter, fortalecieron su fe y lo prepararon para recibir la Primera Visión y cumplir su llamamiento divino.
José nació en una familia humilde pero devota, donde el amor por las Escrituras y la búsqueda de la verdad espiritual eran esenciales. Aunque no tuvo acceso a una educación formal extensa, su hogar fue un lugar donde se valoraba la oración y el estudio de la Biblia.
«Mis padres eran laboriosos, y por consiguiente obtuvimos los medios para vivir.» Su ambiente familiar le inculcó principios de trabajo arduo, fe y confianza en Dios, características esenciales para su futuro llamamiento como profeta.
Durante la juventud de José, había un gran fervor religioso y muchas denominaciones competían por adeptos, cada una proclamando ser la iglesia verdadera. Esta confusión religiosa lo llevó a cuestionar cuál iglesia era realmente guiada por Dios. «Había una agitación extraordinaria en cuanto a religión.»
Estas circunstancias despertaron en José una profunda necesidad de buscar la verdad, lo que lo llevó a prepararse espiritualmente para buscar respuestas directamente de Dios.
Al reflexionar sobre la confusión religiosa, José recurrió a la Biblia, donde encontró una guía esencial en Santiago 1:5: «Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios.» Este pasaje lo motivó a actuar en fe y buscar la guía divina mediante la oración. «Nunca una Escritura penetró con más fuerza en el corazón de un hombre que ésta en el mío.»
Su disposición para actuar sobre lo que aprendió en las Escrituras muestra su fe y lo preparó para recibir revelación personal.
En medio de su confusión y deseo de saber cuál iglesia era verdadera, José decidió buscar a Dios en oración. Este acto de fe y humildad marcó un paso decisivo en su preparación espiritual. «Me arrodillé y empecé a ofrecer a Dios el deseo de mi corazón.» Su disposición para buscar respuestas directamente de Dios demuestra su confianza en el poder de la oración y su preparación para recibir guía celestial.
Antes de recibir la Primera Visión, José enfrentó una intensa oposición espiritual, experimentando una fuerza oscura que intentó desanimarlo y sofocar su oración. Al perseverar en oración, fue liberado por el poder de Dios. «De repente me sobrevino una fuerza que me dominó por completo… Hice todo lo que estaba en mi poder para invocar a Dios y pedirle liberación.» Este enfrentamiento fortaleció a José, preparándolo para futuros desafíos y enseñándole la importancia de confiar en el Señor.
Las experiencias de José Smith, descritas en José Smith—Historia 1:3–14, lo prepararon para convertirse en profeta al fortalecer su carácter, aumentar su fe y desarrollar su confianza en Dios. Su contexto familiar, la confusión religiosa de su época, su estudio de las Escrituras, su disposición a orar y su perseverancia frente a la oposición lo prepararon para recibir la Primera Visión y ser un instrumento en las manos del Señor para la Restauración del evangelio.
Estas lecciones nos enseñan que, al igual que José, nosotros también podemos enfrentar desafíos y confusión, pero si buscamos a Dios con sinceridad y actuamos con fe, Él nos guiará y nos fortalecerá para cumplir con nuestras responsabilidades divinas.
¿Cómo hacemos preguntas al Padre Celestial?
Para hacer preguntas al Padre Celestial, podemos aprender de la experiencia de José Smith en José Smith—Historia 1:10–17. Este pasaje nos enseña varios principios clave para acercarnos a Dios con nuestras inquietudes y recibir respuestas:
- Preguntar con un corazón sincero: José sentía una profunda necesidad de saber la verdad en medio de la confusión religiosa. Su búsqueda era honesta y auténtica, lo que lo calificó para recibir la guía de Dios. De igual forma, debemos asegurarnos de que nuestras preguntas sean sinceras y nacidas de un verdadero deseo de saber y obedecer la voluntad de Dios. «Si alguna persona necesitaba sabiduría de Dios, esa persona era yo.» (José Smith—Historia 1:10).
- Actuar con fe y confianza: José confió en la promesa de las Escrituras que decía que Dios daría sabiduría a quienes la pidieran. Inspirado por Santiago 1:5, oró con fe, sabiendo que Dios escucharía y respondería. Debemos tener esa misma confianza en las promesas divinas cuando presentamos nuestras preguntas al Padre Celestial. «Nunca una Escritura penetró con más fuerza en el corazón de un hombre que ésta en el mío.» (José Smith—Historia 1:11).
- Ser específicos en nuestras preguntas: José oró para saber cuál iglesia era verdadera, una pregunta clara y directa. Del mismo modo, nuestras preguntas deben ser específicas y enfocadas para que las respuestas puedan ser igualmente claras y útiles. «Me arrodillé y empecé a ofrecer a Dios el deseo de mi corazón.» (José Smith—Historia 1:14).
- Perseverar frente a la oposición: Antes de recibir su respuesta, José enfrentó una fuerte oposición espiritual, pero persistió en oración hasta que fue liberado. Esto nos enseña que, a veces, las respuestas requieren paciencia y perseverancia frente a las dificultades. «Hice todo lo que estaba en mi poder para invocar a Dios y pedirle liberación.» (José Smith—Historia 1:16).
¿Cómo demostramos que amamos y honramos al Padre Celestial en nuestras oraciones?
La forma en que oramos también es una expresión de nuestro amor y respeto por el Padre Celestial. La experiencia de José Smith nos da claves importantes para demostrar este amor y reverencia:
- Orar con reverencia y humildad: José se arrodilló para orar, mostrando respeto y sumisión a Dios. De igual manera, debemos acercarnos al Padre Celestial con humildad, reconociendo nuestra dependencia de Él. «Me arrodillé y empecé a ofrecer a Dios el deseo de mi corazón.» (José Smith—Historia 1:14).
- Expresar gratitud: Aunque el pasaje no menciona explícitamente la gratitud de José, su disposición para buscar a Dios demuestra su reconocimiento de la importancia de la ayuda divina. Al expresar gratitud en nuestras oraciones, fortalecemos nuestra relación con Dios y demostramos nuestro amor por Sus bendiciones. «Agradece al Señor tu Dios en todas las cosas.» (Doctrina y Convenios 59:7).
- Aceptar la voluntad de Dios:
Cuando Dios le dijo a José que no se uniera a ninguna iglesia, aunque no era la respuesta esperada por muchos en su tiempo, él aceptó con fe. Al estar dispuestos a aceptar la voluntad de Dios, mostramos confianza en Su plan y le demostramos nuestro amor. «Se me mandó que no me uniese a ninguna de ellas, porque todas estaban en error.» (José Smith—Historia 1:19). - Actuar según las respuestas recibidas:
José no solo recibió una respuesta, sino que actuó en conformidad con ella, incluso enfrentando oposición. Honramos a Dios cuando actuamos según las revelaciones que recibimos y vivimos de acuerdo con Su guía. «Sabía que lo había visto; y sabía que Dios lo sabía, y no podía negarlo.» (José Smith—Historia 1:25).
Para hacer preguntas al Padre Celestial, debemos acercarnos a Él con sinceridad, fe y claridad, perseverando frente a cualquier oposición. Al demostrar humildad, gratitud y disposición para aceptar Su voluntad, le mostramos nuestro amor y reverencia. Al actuar sobre las respuestas que recibimos, fortalecemos nuestra relación con Él y cumplimos Su propósito en nuestra vida. La experiencia de José Smith nos enseña que el Padre Celestial escucha y responde las oraciones de quienes buscan Su guía con un corazón puro y un deseo sincero de conocer Su verdad.
























