A el oíd!

C. G. Octubre 1975logo pdf
¡A El oíd!
Por el élder Mark E. Petersen
Del Consejo de los Doce

Mark E. PetersenNo puedo evitar mis hermanos, expresar mi profunda gratitud por los maravillosos números musicales que hemos escuchado durante esta conferencia. Pocas veces me ha emocionado tanto la música como en esta ocasión y quisiera expresar personalmente a los cantantes y organistas lo agradecido que estoy con vosotros. Siento que habéis hecho un gran aporte a esta excepcional conferencia.

Nosotros, los Santos de los Ultimos Días, tenemos un mensaje para el mundo. Es un mensaje divino y declara a toda la humanidad que Dios ha hablado nuevamente desde los cielos en estos tiempos modernos.

Al hablar el Todopoderoso dijo: «¡Escuchad, o cielos, prestad oídos, oh tierra, y regocijaos, vosotros los habitantes de ellos, porque el Señor es Dios, y aparte de él no hay Salvador!
«Grande es su juicio, maravillosas son sus vías, y el fin de sus obras nadie lo puede saber» (D. y C. 76:1-2).

«La voz del Señor se dirige a todo hombre. . .Y la voz de amonestación irá a todo pueblo» (D. y C. 1-2,4).

El punto esencial de nuestro mensaje es que Jesús de Nazaret es Cristo el Señor, el Redentor de toda la humanidad, el Salvador de los cristianos y el Mesías de los judíos. Afirmamos solemnemente que este mismo Jesús fue el Unigénito engendrado por Dios, nacido de María, y que sin El no habría Salvador.

El Todopoderoso repetidamente afirmó que Jesús de Nazaret era su Hijo e insistentemente mandó, «¡A El oíd!». En éstos últimos días, cuando el Todopoderoso dio su grande y nueva revelación de Jesucristo, nuevamente dejó el mandamiento: «¡A El oíd!»
Por lo tanto, como Santos de los Ultimos Días os traemos una revelación nueva y moderna de Jesucristo y al hacerlo transmitimos a todos aquellos que escuchen, el urgente mandamiento de Dios el Padre: «¡A El oíd!»

Nuestro mensaje es verdadero. Es de interés vital para este atribulado mundo. El Señor mismo dijo: «Escuchad vosotros, pueblos lejanos; y vosotros los que estáis sobre las islas del mar, escuchad juntamente. Porque, de cierto, la voz del Señor se dirige a todo hombre» (D. y C. 1:1-2).

Cuando así declaramos su palabra revelada, inmediatamente se suscita en muchas mentes el problema de la credulidad. De esto estamos plenamente conscientes, sabiendo que el crédito de nuestro mensaje estriba, en gran parte, en que nuestro pueblo sea digno de confianza. Teniendo esto presente, permitidme hablaros por un momento de nosotros mismos.

Somos un pueblo dedicado a la moderación y el buen carácter, a la honradez y la vida recta, enseñamos la virtud y la castidad como principios cardinales, básicos de nuestra fe; abogamos por la estabilidad y la preservación del hogar.
Conferencia General Octubre 1975

Para nosotros la familia es la piedra angular de la civilización y así debe continuar por siempre, es el fundamento de las debidas relaciones humanas.
Enseñamos a nuestros hombres y mujeres la fidelidad en su significado más elevado. Creemos que cada uno de nosotros es un hijo espiritual de Dios y que el Señor tiene el propósito de que vivamos de tal manera que finalmente podamos llegar a ser perfectos como nuestro Padre que está en los cielos es perfecto. (Mateo 5:48.)

Creemos que la familia se estableció con el propósito de que fuese una unidad eterna que se proyectaría más allá de la muerte y la resurrección, en una vida sempiterna e inmortal.
Es con el fin de prepararnos dignamente para tal destino que enseñamos que esta elevada norma de fidelidad debe ser practicada por los cónyuges. Sólo «una» norma de moralidad tenemos para ambos; nuestra constante amonestación es: «Sed limpios vosotros los que portáis los vasos del Señor» (D. y C. 38:42).

Hombres y mujeres de corazón honesto responden a nuestro mensaje. En la actualidad contamos en la Iglesia con tres millones y medio de miembros. Hace diez años éramos menos de dos millones y medio.

Mantenemos un programa misional constante. En la actualidad hay 133 misiones con congregaciones en sesenta y dos naciones; hace diez años contábamos con setenta y cuatro misiones, únicamente. Hoy en día tenemos 21,168 misioneros, en su mayoría jóvenes de aproximadamente veinte años de edad; hace diez años, teníamos únicamente 12,585. Estos misioneros dedican al proselitismo religioso todo su tiempo, por su propia voluntad y gustosamente durante dos años, sufragando todos sus gastos. Por esto podréis juzgar la sinceridad de nuestras convicciones.

Nuestras congregaciones generalmente están divididas en lo que llamamos ramas, barrios y estacas, pudiéndose comparar hasta cierto punto las ramas y los barrios a las parroquias y las estacas a las diócesis. Hace diez años teníamos 6,000 barrios y ramas y ahora tenemos casi 8,000. Hace diez años teníamos 412 estacas y ahora contamos con más de 700 que se encuentran diseminadas en países desde Sudamérica hasta Escandinavia y desde Alaska hasta Africa del Sur, Australia y las islas de los Mares del Sur.

Generalmente somos un pueblo saludable. El Dr. James E. Enstrom de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Los Angeles informó en el periódico de Pasadena, Star News el pasado 9 de abril, que el promedio de cáncer entre los mormones es de un 50%, menor que el promedio nacional. En Utah, el porcentaje de muerte por cáncer es el más bajo de todos los Estados Unidos.

Con respecto al cáncer del pulmón, las mujeres mormonas ocupan únicamente el 31%, del promedio nacional y los hombres únicamente el 38% El cáncer del esófago ocasionado por el uso del alcohol, ocupa únicamente el 11% del promedio nacional para mujeres y el 34% para los hombres, entre los Santos de los Ultimos Días. Estas cifras las proporcionó el Dr. Joseph F. Lyon, director del Archivo del Cáncer en el Estado de Utah.

El Registro de Estadísticas de los Estados Unidos en 1 971, presenta ciertas cifras interesantes, donde se comparó al estado de Utah con el resto de la nación.
Todos los cincuenta estados de la Unión se encuentran enumerados por los casos de enfermedades que mencionaré, siendo los estados que se encuentran al final de la lista, los que tienen el más bajo porcentaje.

En enfermedades del corazón, Utah ocupa el 46° Lugar; en influenza (gripe) y pulmonia el 49° lugar; en enfermedades cerebrovasculares el 46° lugar; en arterioescierosis el 49° lugar; cirrosis del hígado, el 45° lugar; bronquitis, enfisema y asma el 30° lugar; tuberculosis, el 50° lugar; enfermedades venéreas el 50° lugar; enfermedades cardiovasculares y renales combinadas, el 50° lugar; enfermedades del sistema cardiovascular, el 50° lugar; lesiones vasculares afectando el sistema nervioso el 50° lugar; enfermedades del corazón, el 43° lugar; enfermedades infecciosas, el 50° lugar; complicaciones de embarazo, el 46° lugar; mortalidad infantil el 50° lugar.

Cuando se habla de estas cifras para el Estado de Utah, deberá tenerse presente que aproximadamente el 30% del total de la población no pertenece a nuestra Iglesia, pero está incluida en las estadísticas del estado.

Nuestra Iglesia ha encabezado la promoción del desarrollo juvenil a través del programa de escultismo, el cual consideramos de lo más eficaz para capacitar a los niños de todas las naciones, credos y razas.

En los Estados Unidos únicamente, el 23% de los niños disponibles en edad de escultismo, están inscritos como Boy Scouts. Pero entre los Santos de los Ultimos Días, el porcentaje es de 85%.

En 1 974, nuestra Iglesia obtuvo el segundo lugar en número de unidades de Scouts que auspicia, habiendo sido la Sociedad de Padres y Maestros la que obtuvo el primer lugar. Esta sociedad auspició 20,800 unidades, nosotros 14.789. Nos sigue la Iglesia Metodista con 13,789 y la Iglesia Católica Romana con 11,734 unidades.

En esta época de delincuencia juvenil es muy reconfortante saber que de los 256,000 varones adolescentes de nuestra Iglesia el 70% participa activamente y de las 238,000 señoritas de la misma edad, el 73% son activas. ¿Creéis que alguna otra institución podría igualar estas cifras? Pensadlo. Medio millón de adolescentes consagrados a una Iglesia que prohibe el licor, el tabaco y las relaciones sexuales premaritales. Tratad, si podéis, de encontrar algo similar en cualquier otro lado.

Os interesará conocer la asistencia que tenemos en la Escuela Dominical. Cincuenta y nueve por ciento de todos nuestros pequeños se encuentran en nuestras Escuelas Dominicales cada domingo, y el 60’/, de nuestros jóvenes se encuentran presentes en sus clases.

En nuestra Iglesia enseñamos que «la gloria de Dios es la inteligencia» (Véase D. y C. 93:36). Creemos que también la gloria del hombre es la inteligencia. Teniendo esto presente estamos totalmente en favor de la educación.

Cuando el Dr. Clark Kerr, presidente del Consejo Carnegie de Sistemas de Estudio de la Educación Superior de los Estados Unidos, pronunció su discurso en la velada de graduación de la Universidad de Utah en el año 74, dijo algo muy interesante:

«Utah ocupa el primer lugar en la nación, del total de la población de 3a 34 años de edad de inscritos en la escuela.

«Utah ocupa el primer lugar en el porcentaje del total de la población inscrita en cada grupo por edades, excepto de 16 y 17 años grupo en el que Minnesota ocupa el primer lugar.

Utah ocupa el primer lugar en gastos destinados a los programas de la Facultad de Medicina, por cada $100,000 dólares de ingreso personal en el estado.»

A continuación agregó: «La comisión Carnegie de Educación Superior hizo un estudio de desempeño en la educación superior en cada uno de los 50 estados, habiendo encontrado que el Estado de Utah a diferencia de muchos otros, no cuenta con deficiencias de importancia.»

Admirable, ¿verdad?
En seguida preguntó: «¿Por qué ha sobresalido Utah? No es ni el más rico ni el más antiguo, ni el mejor ubicado de los estados para el desarrollo educacional. Si alguien pudiera descubrir su secreto, tal vez podríamos exportarlo. Mas esto no es fácil ya que su secreto, creo yo, radica en su historia. Vuestros primeros líderes le dieron una gran importancia a la educación. «Y acto seguido citó a Brigham Young y su defensa por la educación.

Estos antecedentes vocacionales se reflejan en el número de personas de nuestro estado que han alcanzado lugares prominentes en los Estados Unidos, Canadá y el mundo entero.
Mark W. Cannon, en una discusión titulada «Los mormones en cargos ejecutivos», dijo que un estudio reciente demuestra que entre las 471 principales instituciones de negocios de los Estados Unidos, había un mayor número de presidentes nacidos en Utah, en proporción a su población, que en cualquier otro estado de la Unión. Utah produjo uno de estos presidentes por cada 62.000 personas de población, comparado con uno por cada 205.000 en la nación. Actualmente cincuenta y cinco hombres Santos de los Últimos Días ocupan cargos, ya sea como presidentes, administradores o vicepresidentes en compañías norteamericanas con un capital mayor de $75 millones de dólares.

Los Santos de Los Ultimos Días han desempeñado cargos en las Secretarías de gobierno de los Estados Unidos, así como en otros nombramientos prominentes en Canadá. Contamos con generales y almirantes en las fuerzas militares. Nuestra gente ha servido generalmente en el Senado, así como en cuerpos gubernamentales en Canadá. Por ejemplo en 1952, había quince miembros de la iglesia en el senado de los Estados Unidos. Ahora hay veintiocho.

Los Santos de los Ultimos Días han servido igualmente en cargos importantes en la Reserva Federal, el Tribunal de Derechos de Aduana, la Comisión de Impuestos y vivienda Federal.

El Dr. Harvey Fletcher, un sumo sacerdote mormón fue quien desarrolló el sonido estereofónico; otro mormón, Philo Farnsworth, desarrolló el principio de la televisión.

Los mormones han sido presidentes internacionales del Club de Rotarios y el Club de Leones. Han encabezado la Asociación Médica Americana, la Asociación de Banqueros Americanos y varias sociedades científicas. Han desempeñado también muchos otros cargos de importancia en la investigación científica, el mundo de los negocios y las finanzas, demasiados todos ellos para mencionarlos en esta ocasión.

Muchas personas en la actualidad están interesadas en el llamado movimiento de liberación femenino.

Os complacerá saber que la mujer mormona fue la primera en recibir el derecho al voto. Esta importante facultad fue concedida durante los días de Brigham Young, hace más de un siglo.

Creemos que la mujer mormona se encuentra menos circunscrita y disfruta de mayor libertad que cualquier otra mujer en el mundo. Comprende el verdadero significado de la libertad y la justicia para todos, porque es parte de su religión; y es también fundamental en su rutina diaria.

En nuestra Iglesia contamos con una organización especial para mujeres, operada y dirigida por las mujeres mismas; es conocido con el nombre de la Sociedad de Socorro, y cuenta con casi un millón de miembros. Las directoras de esta organización han desempeñado cargos prominentes en el Consejo Mundial de Mujeres y tina de ellas, la hermana Belle S. Spafford, recientemente ocupó el de Presidenta del Consejo Nacional de Mujeres de los Estados Unidos.

El propósito de la organización de la Sociedad de Socorro es proporcionar servicio caritativo para aquellos que lo necesitan, pero también promueve el desarrollo cultural de las mujeres, ayudándoles a lograr sus más caras metas en la vida y a establecer ideales en el círculo familiar.

Como parte de nuestro mensaje traemos al mundo un nuevo volumen de escritura adicional conocido como el Libro de Mormón, del que publicamos más de un millón de copias anualmente; es la historia sagrada de la antigua América. Al hablar del Libro de Mormón, algunas veces se nos pregunta si utilizamos la Biblia. Por supuesto que sí Usamos la Biblia como la mayoría de los cristianos y la aceptamos como una de nuestras obras canónicas. Pero también creemos que el Libro de Mormón es la palabra de Dios, proveyendo un segundo testigo de Cristo y su obra en estos últimos días.

Creemos en la revelación moderna y anunciamos a toda la humanidad que Dios ha levantado nuevos profetas que dan voz a las revelaciones modernas para la dirección de la humanidad.

Nuestro mensaje es solemne y verdadero. Nuestro pueblo está integrado por ciudadanos honorables, obedientes de la ley, inteligentes y progresistas, como lo podrán testificar aquellos que nos conocen. Nuestro patrón de vida, como podréis ver, es evidencia adecuada y amplia del crédito que merece la divinidad de nuestra misión y mensaje. Por medio de antecedentes como los que he descrito, es que proclamamos nuestro gran mensaje religioso al mundo.

En estos días de tinieblas, pecado y confusión, ¿no os gustaría aceptar una nueva revelación de Dios, reafirmando su existencia, mostrando nuevamente el camino a
la salvación y proporcionando un faro sobre la colina, como una luz sobre un monte?
Testificamos que Dios vive. El es el Creador del mundo. Testificamos que Jesucristo vive y que es el Redentor de la humanidad. Y unidos damos voz al mandamiento de Dios con respecto al Cristo: «¡A El oíd!» En El y únicamente por El hay salvación. Y de estas cosas testificamos en su Santo nombre. Amén.

Esta entrada fue publicada en Sin categoría y etiquetada , . Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario