Conferencia General Abril 1985
Las respuestas vendrán
élder Hans B. Ringger
del Primer Quórum de los Setenta
«No conozco las preguntas que se me harán ni donde obtendré las respuestas, pero se que cuando haga mi parte y ore al respecto, las respuestas me llegarán.»
Hace unos días, el élder Packer nos enseñó que en los comienzos de la Iglesia, los santos a veces recibían una carta del «Apartado Postal B». Eso quería decir que recibían un llamamiento sin recibir primero una entrevista. Los presidentes de la Iglesia llamaban a los miembros a servir en misiones sin darles ningún aviso previo. Hoy siento como si eso me hubiera sucedido a mí.
El camino desde Suiza hasta este estrado en Salt Lake City es sumamente largo; tuve que cruzar muchas fronteras y solicitar una visa para entrar en este país. Pero me di cuenta de que cada vez que tenía que cruzar una frontera o hablar con las personas, eran muy amigables. Eso es exactamente lo que necesito para poder cumplir con mi asignación: amigos. Tengo algunos sentados detrás de mi, y otros enfrente.
Me siento realmente feliz de estar aquí y de tener la oportunidad de servir. Por el momento no conozco las preguntas que se me harán ni dónde obtendré las respuestas, pero se que cuando haga mi parte y ore al respecto, las respuestas me llegaran y seré bendecido en todo lo que haga.
Me siento muy agradecido por mis lideres del sacerdocio, por mis padres, mis hermanas, mis hermanos, mis maestros de la Escuela Dominical, que me han dado la fortaleza necesaria para cumplir con todas las asignaciones que recibo en mi vida. Espero poder servir de manera tal que el Señor se sienta complacido conmigo. Estoy muy agradecido a la Primera Presidencia por ofrecerme este privilegio de ser una Autoridad General. Dejo con vosotros mi testimonio de que se que nuestro Señor vive, que Jesús es el Cristo y que José Smith es un profeta verdadero, y lo digo en el nombre de Jesucristo. Amén.
























