Diciembre de 1989
La Navidad del Profeta José Smith
por Larry C. Porter
Profesor adjunto de Historia y Doctrina de la Iglesia en la Universidad Brigham Young, Provo, Utah.
Al conmemorar el nacimiento del niño de Belén, el Salvador del mundo, recordemos también a su mensajero, José Smith, y regocijémonos por su sacrificio.
En todo el mundo cristiano, la vida del Salvador es el centro de las celebraciones navideñas. Pero en la Iglesia también tenemos la vida de otra persona que se relaciona con esa época del año: la del profeta José Smith.
José Smith nació muy cerca de la Navidad, el 23 de diciembre de 1805. Pasó su primera Navidad en el municipio de Sharon, Condado de W Windsor, Estado de Vermont. El año anterior, su madre, Lucy; su padre, José; y los niños, Alvin, Hyrum y Sofronia habían recibido la invitación de ir a vivir a una cabaña que había en una parcela que pertenecía a Solomon Mack, el padre de Lucy. ¡Cuánto gozo deben de haber tenido los de la familia Smith ante el nacimiento de ese hermoso bebé, así como también los padres de Lucy, que vivían cerca de allí, al celebrar ese día sagrado!
No disponemos de un registro completo de todas las Navidades que José Smith pasó en sus treinta y ocho años. Carecemos, por ejemplo, de un relato completo de las Navidades que pasó cuando vivía en Nueva Inglaterra. Lo que sí sabemos es que durante esos años, la familia se mudó muchas veces; sus padres, José y Lucy, tuvieron cinco hijos más. Sabemos que algunos miembros de la familia enfermaron de fiebre tifoidea y que el fracaso de varias cosechas afectó seriamente la situación económica de la familia. Los registros que se tienen sobre las navidades que pasaron durante los primeros años que vivieron en Nueva York también están incompletos, aunque el establecimiento de un nuevo hogar, la Primera Visión y las visitas de Moroni debieron de haber ocupado la mayor parte del tiempo de José Smith durante esa época. Toda la familia debió de haber estado sumamente triste durante el mes de diciembre de 1823, tras la muerte de Alvin, ocurrida el 19 de noviembre de ese año.
Durante la Navidad de 1826, es posible que José Smith haya estado pensando en su casamiento con Emma Hale —que tuvo lugar el 18 de enero de 1827. En diciembre de 1827, José y Emma se mudaron de Manchester, Nueva York, a Harmony, Pennsylvania, donde al principio vivieron con el padre de Emma, Isaac Hale. Allí fue donde el Profeta por fin pudo empezar a examinar cuidadosamente los caracteres grabados en las planchas de oro que acababa de recibir.
En 1828, José Smith pasó por primera vez la Navidad en su propia casa en Harmony, Pennsylvania. Probablemente aún se sentía afligido por la muerte de su primer hijo y la desaparición de las ciento dieciséis páginas del manuscrito del Libro de Mormón, acontecimientos ocurridos durante ese año.
De acuerdo con los registros históricos, es indudable que para la Navidad siguiente José Smith haya esperado ansiosamente la publicación del Libro de Mormón ya que, para entonces, la gran tarea de la traducción se había completado y se había comenzado la composición tipográfica y la impresión.
En diciembre de 1830 José Smith residía con la familia de Peter Whitmer, padre, en el municipio de Fayette, Estado de Nueva York, fecha en que recibió tres revelaciones que se encuentran en lo que hoy conocemos como Doctrina y Convenios. En una de ellas (D. y C. 37:1-3), el Señor le indicó al Profeta y a la Iglesia que se mudaran a Ohio.
En diciembre de 1831, el Profeta y Sydney Rigdon salieron a una misión a proclamar el evangelio «al mundo en las regiones circunvecinas». Desde el 4 de diciembre hasta el 10 de enero siguiente, ambos predicaron a la gente de Ohio. (D. y C. 71; véase también History of the Church, 1:238-41.)
El 25 de diciembre de 1832, José Smith escribió: «Desde que la Iglesia comenzó a hacerse conocer, los conflictos entre las naciones se ha hecho más visible ahora que en el pasado… En el día de la Navidad (1832) recibí la siguiente revelación y profecía respecto a la guerra.» (History of the Church, 1:301-2. Véase también Doctrina y Convenios, Doctrina del Evangelio, Suplemento para el maestro, Lección 34, Material de consulta, bajo el título «Antecedentes históricos de la Sección 87».) Luego José Smith recibió una de las revelaciones de mayor trascendencia que jamás se haya dado a conocer: La Sección 87 de Doctrina y Convenios. Allí describe el comienzo de la Guerra de Secesión de los Estados Unidos, y advierte al mundo de que ese sería el comienzo de las hostilidades que se propagarían por toda la tierra.
El 16 de diciembre de 1833, José Smith estaba muy apesadumbrado por la reciente expulsión de los santos de Independence, Condado de Jackson, Misuri. Como respuesta a sus súplicas, se le dijo: «… yo, el Señor, he permitido que les sobrevenga la tribulación con que han sido afligidos, por motivo de sus transgresiones; no obstante, los poseeré y serán míos el día en que yo venga para integrar mis joyas.
«Por lo tanto, deben ser castigados y probados, así como Abraham, a quien se le mandó ofrecer a su único hijo.» (D. y C. 101:2-4.)
Durante el invierno de 1834-1835, José Smith organizó la Escuela de los Élderes (que no debe confundirse con la Escuela de los Profetas, que ya estaba organizada), y pasó la mayor parte del tiempo enseñando en dicha escuela. (Véase History of the Church, 2:175-76.)3
Diciembre de 1835 fue un mes maravilloso para el Profeta, ya que escribió:
1 diciembre: «Estoy en casa. . . Está ideal para salir a pasear en trineo; sigue nevando.»
18 de diciembre: (Después de pasar el día con su hermano Hyrum, el Profeta expresó su gran cariño por él con estas palabras):
«Podría orar en mi corazón para que todos mis hermanos fueran como mi amado hermano Hyrum, que posee la mansedumbre de un cordero y la integridad de un Job y, en una palabra, la templanza y humildad de Cristo. Yo lo amo con un amor que es más fuerte que la muerte, porque nunca tuve necesidad de reprenderlo, ni él a mí, cosa que me mencionó cuando se fue hoy.»
25 de diciembre: (José Smith disfrutó de una Navidad sencilla en casa): «Disfruté de estar en casa con mi familia todo el día. Siendo esta Navidad la única vez, durante mucho tiempo, que he tenido el privilegio de hacer esto con tanta satisfacción.» (History of the Church, 2:232-45.)
En diciembre de 1836, el Profeta se regocijó con los santos de Misuri a causa de la incorporación del recién establecido Condado de Caldwell, un lugar de refugio para los miembros de la Iglesia en esa región.
Sin embargo, la época navideña de 1 837 no fue muy agradable para José Smith. El pánico causado por el derrumbamiento del sistema financiero nacional de ese año había contribuido al fracaso de la institución bancaria de los santos, el Banco de Kirtland (Kirtland Safety Society). Muchos miembros, algunos en posiciones de autoridad, se volvieron en contra de la Iglesia. Al regresar de un viaje a Misuri, el 10 de diciembre de 1837, José Smith se enteró de que algunos de los que se habían rebelado planeaban sacarlo de la presidencia y aun malario. El 12 de enero de 1838, José Smith y Sydney Rigdon huyeron de Kirtland para protegerse entre los santos que se encontraban en Misuri.
Para diciembre de 1838, la Iglesia establecida en Misuri ya había sufrido muchas contrariedades. José Smith y otros, acusados falsamente de una serie de delitos, fueron encarcelados. Encerrado en una celda en la cárcel de Liberty, Misuri, el 16 de diciembre de 1838, el Profeta escribió estas palabras de consuelo dirigidas a los santos perseguidos:
“Queridos hermanos, no penséis que nuestros corazones se desaniman, como si nos hubiese acontecido algo inesperado, porque de antemano hemos visto estas cosas y se nos ha asegurado que ocurrirían, mas tenemos la seguridad de una esperanza mejor que la de nuestros perseguidores. Por tanto, Dios ha fortalecido nuestros hombros para llevar la carga. Nos gloriamos en la tribulación, porque sabemos que Dios está con nosotros y que es nuestro amigo y salvará nuestras almas. Nos tienen sin cuidado aquellos que pueden matar el cuerpo; no pueden perjudicar nuestras almas. No pedimos favores a las chusmas, ni al mundo, ni al diablo, ni a sus emisarios los disidentes, ni a aquellos que aman, fabrican y juran cosas falsas para privarnos de nuestras vidas. Nosotros jamás hemos fingido, ni lo haremos por amor a nuestras vidas.” 4
Al escapar de sus aprehensores en Misuri, José Smith fue a Washington, D. C. y a Nueva Jersey en diciembre de 1839, buscando indemnización por las pérdidas que los santos habían sufrido en manos de sus perseguidores en Misuri, y al mismo tiempo predicó el evangelio.
En diciembre de 1841, es muy posible que el Profeta haya estado ocupado con la construcción del Templo de Nauvoo.
En diciembre de 1842, Emma, su esposa, estaba esperando otro hijo y estaba muy enferma. El bebé nació el día después de la Navidad. José Smith escribió al respecto: «Dio a luz un hijo, que no sobrevivió al nacimiento.” (History of the Church, 5:209.)
De todas las Navidades del Profeta, quizás ninguna fue más agradable que la última que vivió —el 25 de diciembre de 1843. A ese respecto, escribió:
«Esta mañana, alrededor de la una, me despertó una hermana inglesa, Lettice Rushton, viuda de Richard Rushton, padre, (que hace diez años perdió la vista), con tres de sus hijos, sus nueras, sus dos hijas, sus yernos y varios vecinos, que cantaban ‘¡Mortales, despertad, unios a los ángeles!’, lo que llenó mi alma de una profunda emoción. Todos los miembros de mi familia y nuestros huéspedes se levantaron para escuchar la serenata, y yo le agradecí a mi Padre Celestial la visita y los bendije en el nombre del Señor.” (History of the Church, 6:134.)
Un grupo grande de familiares y amigos cenaron con el Profeta y pasaron la velada disfrutando de buena música y bailando «alegre y amistosamente”. Luego, un visitante inesperado, interrumpió la celebración. José Smith describió el acontecimiento con estas palabras:
«Durante las festividades, un hombre de pelo largo que le caía sobre los hombros,. . . entró y se comportó de una manera grosera y ruda. Le pedí al capitán de policía que lo sacara de la casa. Mientras forcejeaban, pude mirarlo de lleno a la cara. Entonces, para gran sorpresa y gozo, me di cuenta que era mi querido amigo Orrin Porter Rockwell, quien había sufrido mucho y se le había perseguido cruelmente, y que acababa de llegar después de estar casi un año preso injustamente en Misuri.» (History of the Church, 6:134-45. Véase también Doctrina y Convenios e Historia de la Iglesia, Seminario, Manual del Alumno, Unidad 6, Semana 4, Día 4, bajo el título «Antecedentes históricos de la Sección 128».)
José Smith no volvería a ver otra Navidad. Mientras esperaba ansiosamente la llegada del año nuevo, sus enemigos planeaban su muerte. El y su hermano Hyrum fueron asesinados en la cárcel de Carthage el 27 de junio de 1844.
Pero la obra que él había comenzado no terminó con su muerte. Nosotros somos los beneficiarios del evangelio restaurado de Jesucristo, obra que tuvo su comienzo en la tierra con el nacimiento del profeta José Smith en las colinas de Vermont, un día de diciembre de 1805.
Al conmemorar el nacimiento del niño Jesús, el Salvador del mundo, recordemos también a su mensajero, José Smith, y regocijémonos con su vida y su sacrificio.
Notas:
- Lucy Mack Smith, History of the Prophet }oseph Smith, Salt Lake City: Improvement Era, 1902, páginas 321-24. Sin embargo, el tomo que ella escribió, da una fecha incorrecta de la muerte de Alvin —el 19 de noviembre de 1824— que en realidad ocurrió el 19 de noviembre de 1823.
- Lucy Mack Smith, páginas 410-415; véase también History of the Church, 1:20-28.
- Véase también Orlen Curtis Peterson, «A History of the Schools and Educational Programs of The Church of Jesús Christ of Latter-day Saints in Ohio and Missouri, 1831-39», tesis para la maestría, Universidad Brigham Young, 1972, páginas 34-37.
- José Fielding Smith, compilador, Enseñanzas del Profeta José Smith, Salt Lake City: Deseret Book Company, 1977, página 144.
























