Recordemos y demos gracias
Todos los años, en el día en que recordamos a nuestros muertos, una joven mujer visita un pequeño cementerio de su pueblo y se dirige a cuatro lápidas en particular, las que indican el lugar de descanso de Clyde, LeRoy, Rolon y Rulon Borgstrom. Ella nunca los conoció pero sí conoce su historia, al igual que todos los habitantes de su pequeña comunidad.
En 1944, la familia Borgstrom envió a cinco hijos a la guerra, y en menos de seis meses, cuatro de ellos murieron. Clyde perdió la vida en un accidente mientras trabajaba en una pista de aterrizaje. A LeRoy le dispararon de muerte mientras atendía a un compañero herido en Italia. Rolon murió en un bombardeo en Alemania, y Rulon, su hermano mellizo, en Francia. Cuando el presidente Roosevelt se enteró de la tragedia, ordenó que el quinto hermano, Boyd, fuera enviado a casa dejando su asignación en el Pacífico. Boyd no quería hacerlo, pero finalmente aceptó.
Cuando los cuerpos de los cuatro hermanos fueron sepultados en ese pequeño cementerio, la comunidad entera se unió para lamentar la increíble pérdida de la familia Borgstrom.
Muchos años después, durante una de sus visitas anuales al cementerio, la joven mujer conoció a la esposa del hermano que había sobrevivido y le preguntó cómo su suegra había hecho para sobrellevar tal pérdida. La mujer respondió: “Se volvió a Dios”. Por medio de la oración halló consuelo y fuerzas.
Claro que la intervención divina no nos libra de las pruebas de la vida, pero sí ofrece perspectiva, y nos ayuda a recordar y a reflexionar. Es bueno para el alma hacer una pausa y dar gracias por aquellos que lo han dado todo de sí. ¿Gozaríamos de esperanza y libertad sin ellos? ¿Podríamos aspirar a la paz y la prosperidad de no ser por la devoción de hombres y mujeres valientes que nos protegen aun hoy?
En el día en que los homenajeamos, decoramos sus tumbas y recordamos su valor —especialmente el de quienes murieron en el servicio a la patria— honramos dicho servicio y tenemos como sagrado su sacrificio. Cada uno de ellos merece ser recordado. Jamás olvidemos.
























