Capítulo 7
PREEXISTENCIA
Introducción
Tres de los grandes problemas con que han luchado los grandes pensadores de todas las edades son éstos:
- ¿De dónde vino el hombre?
- ¿Por qué está aquí?
- ¿Dónde va cuando muere?
La prudencia acumulada de todos los filósofos no ha satisfecho estas preguntas. Las respuestas se han burlado de la sabiduría del hombre. El género humano ha sentido inquietud e incertidumbre por carecer de esta información.
Dios, en su bondad, ha revelado a sus profetas muchas de las respuestas relacionadas con estos problemas básicos.1 Creemos que aún revelará más verdades importantes sobre estos asuntos.2 El plan de salvación es el modelo o norma de existencia concebido por Dios el Padre,3 mediante el cual toda su progenie puede quedar habilitada para disfrutar todo lo que el Padre tiene.4 Comprende todas las leyes, ordenanzas y experiencias necesarias para lograr la exaltación con el Padre. Para nosotros, estas leyes y ordenanzas constituyen el evangelio de Jesucristo.
Las contestaciones a las preguntas fundamentales “de dónde”, “por qué” y “adonde” vienen cuando se entiende la relación que existe entre Dios y el hombre, y el plan que Él ha dispuesto para el género humano. En esta parte el autor no tratará de considerar las leyes, ordenanzas y conceptos que integran el plan de salvación. La mayor parte se halla intercalada en todo el manual. Nuestro objeto presente es dirigir la atención a las épocas en que el hombre ha existido y continuará existiendo, como entidad consciente en el plan salvador de Dios.
La preexistencia
El nacimiento no es el principio del hombre. Las Escrituras se refieren varias veces a la posición que éste ocupó en el plan antes de nacer en esta vida terrenal. Algunas de las exposiciones claras de los profetas y apóstoles sobre este asunto quedarán indicados. Vislumbrando la verdadera naturaleza del hombre, el eminente poeta inglés, William Wordsworth, proclamó en 1806:
Un sueño y un olvido sólo es el nacimiento.
El alma nuestra, la estrella de la vida,
en otra esfera ha sido constituida
y procede de un lejano firmamento.
No viene el alma en completo olvido
ni de todas las cosas despojada,
pues al salir de Dios, que fue nuestra morada,
con destellos celestiales se ha vestido.
El razonamiento de personas reconocidas como grandes pensadores nos ha llevado a esta conclusión general. El siguiente pasaje del “Fedón” de Platón sirve para indicar el razonamiento de este insigne pensador: “Tu doctrina favorita, Sócrates, de que el conocimiento es simplemente recordación, de ser cierta, forzosamente tiene que comprender también un tiempo anterior en el cual aprendimos lo que ahora recordamos. Pero esto sería imposible, a menos que nuestra alma haya estado en algún lugar antes de existir en forma humana; de modo que en esto hallamos otra evidencia de la inmortalidad del alma. Y si adquirimos este conocimiento antes de nacer, y nacemos con él, entonces también conocíamos antes de nacer.”5
Los autores inspirados de las Santas Escrituras han enseñado el concepto; los poetas lo han vislumbrado; la razón lo ha sugerido. ¿Por qué, pues, no han aceptado los religiosos y eruditos seculares, este conocimiento adicional acerca del hombre? La respuesta es que para poder entender la doctrina de la preexistencia deben aceptarse dos verdades:
- Que Dios es un Ser personal, exaltado y perfecto, a cuya imagen el hombre ha sido creado; y
- Que la materia es eterna, siempre ha existido y “no fue creada ni hecha, ni tampoco lo puede ser”.6
En nuestra época y generación tocó a José Smith, hijo, en calidad de profeta viviente de Dios, indicar lo que las Escrituras dicen y significan en cuanto a este importante asunto, y comunicar luz independiente al tema. Con su ayuda uno puede entender estas dos verdades necesarias.
- En un capítulo anterior hablamos de la persona de Dios y la relación que con El guardamos. Dijimos que: (a) Tiene un cuerpo tangible;7 (b) es el amado Padre de los espíritus de todos los hombres;8 (c) todos los hombres, incluso Jesús, nacieron como hijos suyos en la preexistencia;9 (d) las personas exaltadas vivirán en grupos familiares; les nacerán hijos espirituales y tendrán progenie eterna.10
- Los elementos son eternos.11 Cuando los profetas hablaron de la creación, no quisieron decir que se había formado algo de la nada. Se estaban refiriendo a la producción de una cosa de otra. De manera que cuando fue creada la tierra, “se organizaron y formaron los cielos y la tierra”.12 Es decir, Dios causó que se organizara la materia desorganizada y sin forma, en lo que ahora tenemos.13
Para entender la existencia preterrenal, uno debe también entender que el espíritu es substancia material. “No hay tal cosa como materia inmaterial. Todo espíritu es materia, pero es más refinado o puro, y sólo los ojos más puros lo pueden percibir; no lo podemos ver; pero al purificarse nuestros cuerpos, veremos que todo es materia.”11 A veces se usan los términos inteligencia, o luz y verdad, como sinónimos del elemento espiritual.15
Con este fondo informativo se puede entender claramente que el Señor estaba hablando de nuestra preexistencia cuando dijo: “Porque yo, Dios el Señor, creé espiritualmente todas las cosas de que he hablado, antes que existiesen físicamente sobre la faz de la tierra.16 En vista de que había estado hablando de la creación de “los cielos y la tierra”11 se nos informa que todo fue creado en algún estado antes de su formación natural o actual.
Abrahán en sus escritos, y Judas en sus epístolas, se refieren a esta preexistencia, llamándola el primer estado y dignidad, respectivamente, es decir, la primera vez que vivimos como entidades conscientes.18 Toda forma de vida fue creada espiritualmente antes de existir sobre esta tierra.19
En cuanto a su forma o apariencia, el espíritu es semejante a la forma o apariencia física de la vida particular con que está relacionada. En otras palabras: “Lo espiritual a semejanza de lo temporal, y lo temporal a semejanza de lo espiritual; el espíritu del hombre a semejanza de su persona, así como también el espíritu de las bestias y toda otra criatura que Dios ha creado.”20
Después de haber nacido o sido creados en el mundo de espíritus, todos vivimos con el Padre y se nos enseñó a conocer el bien y el mal. Algunos ejercieron su derecho de elegir en sus actos y pensamientos y llegaron a ser “nobles y grandes”.21 Algunos fueron designados “gobernantes”. No todos desarrollaron su justicia o talento en aquel primer período probatorio.
Abrahán llama a estos hijos espirituales “las inteligencias que fueron organizadas antes que el mundo fuese.”22
En su famoso sermón en el Areópago, el apóstol Pablo enseñó, al hablar de Dios, que “linaje suyo somos” y que El “ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación”23 a todos los hombres. Esto sugiere a la mente que en una época “prefijada” el género humano se preparó en diversos grados para su nacimiento. El apóstol principal, Pedro, propone la idea de que las características con que nacemos son el resultado de nuestros hechos en un estado preexistente, diciendo que algunos son “elegidos según la presciencia de Dios”.24 En Jeremías hallamos un sobresaliente ejemplo bíblico de la forma en que una persona puede ser escogida antes de nacer. El Señor le informó: “Antes que te formases en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.”23 A Abrahán dijo sencillamente: “Fuiste escogido antes de nacer.”26
Alma enseñó que todas las personas que reciben la ordenación del Sacerdocio de Melquisedec fueron preordinadas en los concilios preexistentes de la eternidad para ese nombramiento.27
Son escasos los detalles que nos han sido dados acerca de nuestras actividades en la preexistencia. Sin embargo, un número de pasajes de las Escrituras indican que:
- Los hijos espirituales de Dios se reunieron en un gran concilio o concilios en los cielos;28
- Allí se presentó el plan de salvación;29
- Cristo es el mayor de todos los hijos espirituales del Padre.30
- No todos los espíritus progresaron igualmente;31
- Hubo un gran conflicto entre los espíritus a raíz del cual fue expulsada la tercera parte de las huestes celestiales.”32
- Todos se aliaron con Cristo o con Satanás.33
Verdaderamente “un sueño y un olvido sólo es el nacimiento.” A pesar de que se nos ha quitado el recuerdo de acontecimientos anteriores, nuestro carácter y disposición en la preexistencia tienen mucho que ver con nuestra disposición, deseos y mentalidad aquí en esta vida. “Existe una razón porque un hombre crece o nace. . . con. . . desventajas, mientras que otro nace. . . con grandes ventajas. Esta razón es que existimos en otro estado antes de venir aquí y más o menos obedecimos las leyes que se nos dieron allá. Los que fueron fieles en todas las cosas allá han recibido mayores bendiciones aquí, y los que no fueron fieles han recibido menos.”34
(1) Amos 3:7. (2) Noveno Artículo de Fe. (3) Moisés 4:2. (4) Doc. y Con. 84:38. (5) “Tedón” de Platón, citado en The Literature of England, página 160. (6) Doc. y Con. 93:29. (7) Doc. y Con. 130:22. (8) Heb. 12:9. (9) P. de G. P., Moisés, capítulos 1, 2, 3, 4; Abrahán 3:22-28; Hech. 17:29; Heb. 12:9; Doc. y Con. 132:19-25, 29-32; 131:1-4. (10). Doc. y Con. 132:19-32. (11) Doc. y Con. 93:33. (12) P. de G. P., Abrahán 4:1. (13) P. de G. P., Abrahán 4:2-12. (14) Doc. y Con. 131:7, 8. (15) Doc. y Con. 93:29. (16) P. de G. P., Moisés 3:5; Abrahán 5:4, 5. (17) P. de G. P., Moisés 2:1-27. (18) Abrahán 3:22-28; Judas 6. (19) P. de G. P., Moisés 3:5-7. (20) Doc. y Con. 77:2. (21) P. de G. P. Abrahán 3:22-28. (22) P. de G. P., Abrahán 3:22-28. (23) Hech. 17:26, 29. (24) 1 Ped. 1:2. (25) Jer. 1:4-5. (26) P. de G. P., Abrahán 3:23. (27) Alma 13:3-9. (28) P. de G. P., Moisés 4:1-4; Abrahán 3:25-28; Doc. y Con. 29:30-40; Luc. 10:18; Jud. 6; 2 Ped. 2:4; 2 Nefi 2:17, 18; 2 Nefi 9:8, 9. (29) Job 38:1-7; Isa. 49:1-5. (30) Doc. y Con. 93:21-23; P. de G. P., Abrahán 3. (31) P. de G. P., Abrahán 3. (32) Apo. 12:4-9; 13:8; Luc. 10:18; P. de G. P., Moisés 4:1-4; Abrahán 3:24-28; Doc. y Con. 29:36-38; Isa. 14:12-20. (33) Mat. 12:30; Mar. 9:40; Luc. 9:50. (34) Artículo por José Fielding Smith en Genealógica1 and Historical Magazine.
























