Capítulo 20
DISPENSACIONES DEL EVANGELIO
Introducción
Las relaciones o vínculos entre Dios y el hombre no tienen principio; son eternas; no se les puede distinguir principio ni fin. Son un curso eterno.
El hombre fue también en el principio con Dios. La inteligencia, o la luz de la verdad, no fue creada ni hecha, ni tampoco lo puede ser.1
Porque el hombre es espíritu. Los elementos son eternos, y espíritu y elemento, inseparablemente unidos, reciben una plenitud de gozo.2
Por medio de los profetas y el espíritu de discernimiento Dios ha concedido al género humano vislumbrar las épocas más antiguas de su existencia. Por motivo de las instrucciones que recibió en una visión, Abrahán pudo hablar autorizadamente acerca de nuestro primer estado.3 Así fue con Isaías,4 Juan,5 Pablo6 y otros hombres inspirados. En ocasiones el hombre tiene que depender de una palabra o frase para escasamente informarse de lo concerniente a su vida preterrenal. Esto se ve en la observación hecha a Jeremías cuando titubeó. Dios lo conoció y lo comisionó para su misión antes que se formara en el vientre de su madre.7 Es poco lo que el hombre sabe acerca de esta época de su historia.
No sucede otro tanto en nuestro segundo estado, pues aquí Dios se comunica libremente con sus hijos y los conserva al corriente respecto de sus propósitos y actividades en bien de ellos. Tenemos su promesa de que así lo hará con el género humano: “Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele sus secretos a sus siervos los profetas.”8
En las Santas Escrituras, a saber, la Biblia, el Libro de Mormón, Perla de Gran Precio y Doctrinas y Convenios, se ha escrito y preservado para nosotros mucha de esta información importante que se refiere a los hechos de Dios para con el género humano. Estos libros son principalmente la historia de los hechos de Dios con varios de sus hijos sobre la tierra, y la acompaña valiosa información y conocimiento acerca de: La naturaleza de Dios; la naturaleza del hombre; el evangelio eterno; lo que Dios espera de sus hijos; las consecuencias de los hechos del hombre; instrucciones sobre la manera de llevar la mejor clase de vida sobre la tierra; promesas de glorias futuras.
Esta historia de acontecimientos, progreso humano y experiencia de lo pasado, debiera servirle de orientación al hombre en la actualidad. Si éste pretende lograr la grandeza de Enoc y su ciudad, debe regirse por la norma que le producirá el mismo resultado. Si quiere evitar la catástrofe de Sodoma y Gomorra, debe apartarse de las actividades que conducirán a ello.
A pesar de que existen miles de bibliotecas llenas de historias acerca del mundo, no podemos hallar en la historia profana muchos elementos importantes de lo que podría llamarse historia verdadera; por ejemplo, la creación del mundo; Adán y Eva y el comienzo de la raza humana; la ciudad de Enoc y su traslado al cielo; la civilización jaredita; el ministerio de Cristo entre otros pueblos; la nación nefita y muchos otros datos históricos importantes. ¿Cuántas veces se han manifestado el Padre y el Hijo a los hombres en la tierra? Las historias sagradas que hemos enumerado nos comunican parte de esta importante información, pero no sucede otro tanto con la historia profana.
Uno no puede estudiar toda la historia de una vez, sino que debe regirse por algún sistema de estudio. En lo que respecta a la historia profana, ésta tiene varios aspectos: Historia militar; desarrollo cultural; historia según las varias civilizaciones, como la historia de Egipto, la historia de Roma; e innumerables divisiones adicionales.
En cuanto a la historia religiosa, usualmente nos concretamos a la administración divina de los asuntos del mundo, es decir, el sistema que Dios emplea en sus relaciones con el hombre. Solemos catalogar esta historia por medio de dispensaciones, subdividiéndolas en varios períodos de tiempo de acuerdo con determinadas actividades y acontecimientos religiosos. Los apóstoles antiguos y modernos han empleado este sistema de dispensaciones para enseñar la historia de los hechos de Dios con el género humano.9
Dispensaciones del evangelio
Por dispensación del evangelio se entiende un período de tiempo durante el cual Dios concede a sus representantes debidamente comisionados en la tierra, el poder y la autoridad para administrar todas las ordenanzas del evangelio; una época en que el Señor revela o dispensa la doctrina del evangelio a los hombres para que éstos no tengan que depender de los testimonios de hombres de otras épocas para conocer las verdades salvadoras. Todos los representantes debidamente comisionados están autorizados para dispensar la palabra de Dios.
Si el sacerdocio no ha sido transmitido de una dispensación anterior, mediante la imposición de manos y un nombramiento de Dios, entonces se hace necesario que la autoridad de referencia nuevamente sea conferida a los hombres mediante una revelación de los cielos.
No sabemos precisamente cuántas dispensaciones ha habido. Sabemos que hubo varias dispensaciones en la historia de los hechos del Señor con los jareditas,10 con el pueblo de Nefi y Lehi que vivió en la época en que Cristo apareció en el hemisferio americano después de su resurrección11 y con los nefitas que vivieron aproximadamente seiscientos años antes de Cristo.12 No sabemos nada acerca de ninguna otra dispensación, sino que se efectuaron, como por ejemplo, la visita de Jesús a las diez tribus después de su resurrección.13 Por otra parte, tenemos amplio conocimiento de los hechos del Señor con el género humano en otras dispensaciones. Nos incumbe saber acerca de estas cosas, porque el Maestro nos recomendó: “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí.”14
La primera dispensación del evangelio se entregó a Adán
Adán recibió la primera dispensación del evangelio, de modo que se enseñó autorizadamente la palabra de Dios desde el principio.
Y así fue que desde el principio se empezó a predicar el evangelio, declarándolo santos ángeles enviados de la presencia de Dios, y su propia voz, y el don del Espíritu Santo.
Y así se le confirmaron todas las cosas a Adán mediante una santa ordenanza; y se predicó el evangelio.15
El apóstol Pablo nos dice que el evangelio “es poder de Dios para salvación”.16 Quiere decir, pues, que los ángeles que le enseñaron el evangelio a Adán le dieron el poder para ser salvo, y que le entregaron la plenitud del evangelio. Adán se bautizó y en todo respecto llegó a ser “un hijo de Dios”.17
Muchos de los descendientes de Adán se rebelaron contra los principios del evangelio que se enseñaban. Hasta el grado en que el mundo perdió estas verdades puras, cayó en un estado de apostasía. Por motivo de su rebelión y corrupción, algunos de los hijos de Adán perdieron su salvación.
Aun cuando los santos de la dispensación de Adán, así como de otras dispensaciones, recibieron los principios y poder que era necesario obedecer para lograr la exaltación, veremos que el Señor reservó algunos privilegios para la Dispensación del Cumplimiento de los Tiempos.
Adán se halla a la cabeza de todas las dispensaciones. Bajo la dirección de Jesús, presidirá toda la tierra. “Esto, pues, es la naturaleza del sacerdocio: Cada hombre tiene la presidencia de su dispensación, y un hombre tiene la presidencia de todas ellas, a saber, Adán; y Adán recibe su presidencia y autoridad del Señor.”18
Adán merece nuestro respeto y reverencia. Era conocido como Miguel,19 el Anciano de Días,20 mi arcángel.21 Por estar a la cabeza de todas las dispensaciones, nos presidirá a todos nosotros. De hecho, el Señor le ha dado “las llaves de la salvación”.22
La dispensación de Enoc
A Enoc también le fue concedida una dispensación. Llegó a ser uno de los grandes hombres de todas las edades, y está escrito de él que todos le temían “porque andaba con Dios”.23 Le fue prometido: “Las montañas huirán de tu presencia y los ríos se desviarán de su cauce.”24
Aunque se quejó de ser torpe de lengua, ejerció su ministerio con tan notable éxito, que todo un pueblo se arrepintió y vivió rectamente.
Y el Señor llamó a su pueblo Sion, porque eran uno de corazón y voluntad, y vivían en justicia; y no había pobres entre ellos.
Y Enoc. . . edificó una ciudad que se llamó la Ciudad de Santidad, aun Sion. . .
Y, he aquí, con el transcurso del tiempo, Sion fue llevada al cielo.25
La dispensación de Noé
Noé recibió una dispensación. Su mensaje fue esencialmente de amonestación: “Y el Señor le dijo a Noé: Si los hombres no se arrepienten, mandaré las aguas sobre ellos.”26
Y aconteció que Noé profetizó y enseñó las cosas de Dios, aun como lo hicieron en el principio. . .
Y el Señor consagró a Noé según su propio orden, y le mandó que saliese a declarar su evangelio a los hijos de los hombres, aun como fue dado a Enoc.27
En esa época el mundo entero se hallaba en un estado de apostasía. Nuestro Señor comparó las condiciones que prevalecieron en esa dispensación con la situación que ha de existir cuando El venga por segunda vez: “Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre.”28 En esa época sucederá lo mismo que en la antigüedad, se salvarán los justos y serán destruidos los malvados.
“Noé fue un hombre justo y perfecto en su generación.”29 Es decir, Noé obedecía la ley y se arrepentía diariamente de sus pecados e imperfecciones. Solamente él y su familia se salvaron cuando el Señor destruyó toda carne de sobre la faz de la tierra.30
La dispensación de Abrahán
Por el siguiente pasaje, sacamos en conclusión que Abrahán recibió una dispensación:
Mas yo, Abrahán y Lot. . . oramos al Señor, y el Señor se me apareció y me dijo: . . . Me he propuesto. . . hacer de ti un ministro que llevará mi nombre a una tierra extraña.31
El Señor hizo un convenio especial con Abrahán mediante el cual todas las naciones de la tierra serían bendecidas por medio de su posteridad.32 También le fue dicho que todos los que aceptaran el evangelio serían contados entre los de su posteridad. “Sabed, por tanto, que los que son de fe, éstos son hijos de Abra- ham.”33 La forma en que todas las naciones serían bendecidas habría de ser “con las bendiciones del evangelio”34 administradas por el sacerdocio.
La dispensación de Moisés
A Moisés le fue concedida una dispensación:
Las palabras de Dios a Moisés, las cuales le habló en cierta ocasión en que Moisés fue arrebatado a una montaña excesivamente alta.
Y vio a Dios cara a cara, y habló con él; y la gloria de Dios cubrió a Moisés; por tanto, éste pudo aguantar su presencia.38
El apóstol Pablo explicó que Moisés obró en su dispensación por la fe en Cristo, y que por medio de esta fe Israel fue conducido a través del mar Rojo hasta la tierra prometida.36 Moisés posee las llaves del recogimiento de Israel en esta dispensación.37
La dispensación del Meridiano de los Tiempos
Cristo otorgó a sus apóstoles una dispensación.
Y yo también te digo que edificaré mi iglesia. . .
Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.38
Refiriéndose a la circunstancia anterior, el Señor dijo particularmente a José Smith: “Y también con Pedro, Santiago y Juan, los que os he mandado, por quienes os he ordenado y confirmado apóstoles… a quienes he dado las llaves de mi reino y una dispensación del evangelio.”39
La dispensación del Cumplimiento de los Tiempos
A José Smith y a los Doce se entregó la Dispensación del Cumplimiento de los Tiempos:
Porque a vosotros, los Doce, y a los de la Primera Presidencia, quienes con vosotros han sido nombrados para que os sean por consejeros y directores, se ha dado el poder de este sacerdocio, para los últimos días y por la última vez, en los cuales se encierra la dispensación del cumplimiento de los tiempos.
Poder que vosotros tenéis, junto con todos aquellos que han recibido una dispensación en cualquier tiempo, desde el principio de la creación;
Porque, de cierto os digo, las llaves de la dispensación que habéis recibido han descendido de los padres; y por último, se han enviado del cielo a vosotros.40
Todos los poderes y autoridades que ejercieron los profetas en cualquiera de las dispensaciones anteriores, hoy han sido conferidos a los hombres en esta dispensación final del Cumplimiento de los Tiempos. Es una época en que todo será restaurado a su debido orden y condición. El apóstol Pablo dijo acerca de esta dispensación:
Se había propuesto en sí mismo, de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra.41
Cristo y sus apóstoles sabían acerca de esta dispensación,42 la cual habría de comenzar poco antes de la segunda venida de Cristo.
En este breve resumen de los hechos del Señor para con el hombre vemos un modelo o norma clara de actividad. El Señor se ha revelado a cada uno de los que han dirigido estas dispensaciones. El profeta José Smith se acomoda perfectamente a esta norma.
(1) Doc. y Con. 93:29. (2) Doc. y Con. 93:33. (3) P. de G. P., Abrahán 3. (4) Isaías 42:5; 14:12, 13. (5) Juan 1:1, 2, 14; 3:13; 9:1, 2; Apo. 12:3; 20:2. (6) Heb. 12:9; Efe. 1:3-6. (7) Jer. 1:4, 5. (8) Amos 3:7. (9) Efe. 1:9, 10; Millennial Star, tomo 16, pág. 220; Doctrines of Salvation, por José Fielding Smith, tomo 1, págs. 160-164. (10) Eter 1:41-43; 3:6-16. (11) 3 Nefi 7:15-19; 9:15-22; 11:7-40. (12) 1 Nefi 2:2-4. (13) 3 Nefi 16:1-4. (14) Juan 5:39. (15) P. de G. P., Moisés 5:58, 59. (16) Rom. 1:16. (17) P. de G. P., Moisés 6:51-68. (18) Enseñanzas del Profeta José Smith, pág. 201. (19) Doc. y Con. 27:11. (20) Doc. y Con. 27:11. (21) Doc. y Con. 29:26. (22) Doc. y Con. 78:16. (23) P. de G. P., Moisés ‘6:39. (24) P. de G. P„ Moisés 6:34. (25) P. de G. P., Moisés 7:18-21. (26) P. de G. P„ Moisés 8:17. (27) P. de G. P., Moisés 8:16, 19. (28) Mateo 24:37; P. de G. P., José Smith 1:41. (29) P. de G. P. Moisés 8:27. (30) P. de G. P., Moisés 8:30. (31) P. de G. P., Abrahán 2:6. (32) P. de G. P., Abrahán 2:9. (33) Gál. 3:7. (34) P de G. P. Abrahán 2:11. (35) P. de G. P., Moisés 1:1, 2. (36) Heb. 11:23-31. (37) Doc. y Con. 110:11. (38) Mat. 16:18, 19. (39) Doc. y Con. 27:12, 13. (40) Doc. y Con. 112:30-32. (41) Efe. 1:9, 10. 42) Hech. 1:6, 7.
























