El Reino de Dios

Capítulo 22

LA RESTAURACION DEL EVANGELIO

La restauración

Habiéndose enseñado el evangelio a Adán, fue necesario, tras cada ocasión que se perdía por causa de la apostasía, revelarlo nuevamente al género humano. Cada uno de estos actos cons­tituyó una restauración del evangelio, es decir, fue restituido o traído nuevamente a la tierra.

La restauración en la cual nosotros estamos interesados es la que ha restituido el evangelio en nuestra generación. Se ha dicho que ésta es la mayor de las restauraciones y que es conocida como la restauración de la dispensación del Cumplimiento de los Tiempos. Todos los profetas miraron hacia esta restauración, pues en ella se han de restituir “todas las cosas de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo”.1 En esta última gran dispensación todas las cosas han de ser reunidas en una.2

Una norma para la restauración

El Señor ha establecido un modelo para restaurar el evangelio. Cada una de las dispensaciones se ha introducido de acuerdo con la misma forma de proceder. Dios se revela al iniciador de la dis­pensación y declara su evangelio por conducto de mensajeros celestiales.3 Entonces se concede el Espíritu Santo a los hombres.4 La restauración efectuada por medio de José Smith se ciñe estricta­mente a esta norma.

Preparación para la restauración

La obscuridad espiritual que descendió sobre la tierra como resultado de la apostasía causó una perversidad casi increíble así en las prácticas como en las teorías. Debido a la situación, el Señor no restauró la plenitud de la luz de la verdad en un momento ni en una generación. Más bien, obró en hombres justos para que prepararan el camino de la verdad y la luz. Juan Wiclef, que vivió en Inglaterra desde 1320 hasta 1384, tradujo la Biblia en un idioma que la gente común podía leer. Muchos hombres justos protestaron porque las doctrinas y prácticas de la iglesia cristiana, así llamada, eran completamente distintas de las prácticas y preceptos de la Biblia. Uno de los primeros protestantes que logró el éxito, es decir, que pudo reunir numerosos discípulos y salvarse de la pena de muerte por impugnar las doctrinas esta­blecidas, fue Martín Lutero, 1483-1546. A raíz de este éxito, siguie­ron otros reformadores, entre ellos Knox, 1505-1572, Calvino, 1509- 1564, Wesley, 1703-1791. Con toda buena intención estos hombres protestaron contra muchas de las iniquidades de la iglesia esta­blecida, y no habiéndose logrado una reforma, comenzaron a surgir otras iglesias. Estos movimientos reformadores resultaron en el establecimiento de las iglesias protestantes, con las cuales comen­zaron a desvanecerse las tinieblas. De no haber sido por ellas, es difícil comprender cómo podría haberse establecido más luz y verdad en la tierra con éxito.

Otro paso en la preparación para el establecimiento de la dis­pensación del Cumplimiento de los Tiempos, fue la inspiración del Señor que obró en un navegante para que de nuevo descubriera los continentes americanos, sobre los cuales se pudiera establecer un pueblo en un ambiente libre.5 Dentro de un sistema de libertad fue posible efectuar la restauración del evangelio.6

La restauración del evangelio

Son muchos los elementos esenciales de la restauración del evangelio en la dispensación del Cumplimiento de los Tiempos.

1. La Primera Visión
El acontecimiento más importante que señaló el fin de la larga noche de la apostasía ocurrió en la primavera de 1820 en la parte occidental del Estado de Nueva York. Fue la maravillosa primera visión del profeta José Smith, en la cual le aparecieron el Padre y el Hijo. A continuación damos unos extractos de la propia narración de José Smith:

Por consiguiente, de acuerdo con esta resolución mía de acudir a Dios, me retiré al bosque para hacer la prueba. . .

Después de haberme retirado al lugar que previamente había designado, mirando a mi derredor y encontrándome solo, me arrodillé y empecé a elevar a Dios los deseos de mi corazón. . . .

… Vi una columna de luz, más brillante que el sol, directamente arriba de mi cabeza; y esta luz gradualmente descendió hasta descansar sobre mí. . .

Al reposar la luz sobre mí, vi a dos Personajes, cuyo brillo y gloria no admiten descripción, en el aire, arriba de mí. Uno de ellos me habló, llamándome por mi nombre, y dijo, señalando al otro: ¡Este es mi Hijo Amado: Escúchalo!7

El verdadero conocimiento de Dios fue restaurado al hombre. Los cielos nuevamente se abrieron y se estableció la base para la religión verdadera.

2. El don del Espíritu Santo
En calidad de individuos, cada uno de nosotros está profunda­mente interesado en el don del Espíritu Santo. Es lo que la res­tauración significa para nosotros, porque es el poder mediante el cual podemos ser santificados y capacitados para obtener la vida eterna.8 Es por medio de esta parte de la restauración que nos pueden ser otorgados todos los dones del Espíritu: Visiones, re­velaciones, milagros, sanidades, etc. Se han dado estos dones del Espíritu como señal de que el evangelio ha sido restaurado.9 Por tanto, han sido restituidos el don del Espíritu Santo y sus señales consiguientes.10

3. Ministraciones angélicas
El apóstol Juan vio en visión la restauración del evangelio, y lo expresó en estos términos:

Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo.11

De hecho, son varios los ángeles que han participado en la restauración del evangelio. Parece que el ángel Moroni es el que más se aproxima al que había de cumplir la visión mencionada por Juan, porque fue quien efectuó la restauración del Libro de Mormón en el cual se encuentra el “evangelio eterno”, y es el medio principal para predicar “a los moradores de la tierra”.

4. Es restaurado el sacerdocio
El 15 de mayo de 1829 Juan el Bautista restituyó el Sacer­docio Aarónico confiriéndolo a José Smith y a Oliverio Cowdery.12

Poco después el Señor envió a Pedro, Santiago y Juan para que restaurasen el Sacerdocio de Melquisedec a José y Oliverio:

Y también con Pedro, Santiago y Juan, los que os he mandado, por quienes os he ordenado y confirmado apóstoles y testigos especiales de mi nombre, y para que llevéis las llaves de vuestro ministerio y de las mismas cosas que les revelé a ellos—

A quienes he dado las llaves de mi reino, y una dispensación del evangelio para los últimos tiempos, y para el cumplimiento de los tiempos, en la cual juntaré en una todas las cosas, tanto las que están en el cielo, como en la tierra.13

5. Llaves especiales del sacerdocio
No obstante que los santos de dispensaciones anteriores tuvie­ron la plenitud del evangelio y, cumpliéndolo, labraron su salvación, hay en la dispensación del Cumplimiento de los Tiempos privilegios extraordinarios, porque en ella se han de juntar en una todas las cosas. El día 3 de abril de 1836 José Smith y Oliverio Cowdery recibieron manifestaciones especiales en el Templo de Kirtland.

Se nos manifestó Moisés, y nos entregó las llaves de la congregación de Israel de las cuatro partes de la tierra, y de la conducción de las diez tribus del país del norte.

Después de esto, apareció Elías y entregó la dispensación del evangelio de Abrahán, diciendo que en nosotros y en nuestra simiente todas las genera­ciones después de nosotros serían bendecidas.14

Sobre este Elías, el Señor informó a José:

Y también con Elías, a quien he dado las llaves de llevar a cabo la restauración de todas las cosas concernientes a los últimos días, habladas pol­las bocas de todos los santos profetas desde el principio del mundo.15

También apareció Elías el Profeta y declaró que había llegado el tiempo en que él había de venir para cumplir la profecía de convertir el corazón “de los padres a los hijos, y los hijos a los padres”,18 y añadió: “Por tanto, se entregan en vuestras manos las llaves de esta dispensación.”17

6. Diversos ángeles
Además de los importantes acontecimientos que hemos na­rrado, se nos informa que Miguel, Gabriel, Rafael y “diversos ángeles” desempeñaron su parte “declarando todos su dispensación, sus derechos, sus llaves, sus honores”,18 en el establecimiento de la gran y final dispensación del Cumplimiento de los Tiempos. Aun cuando el reino se ha restaurado en su plenitud, también creemos que Dios todavía “revelará muchos grandes e importantes asuntos pertenecientes al reino de Dios”.19

La redención de Sion

Se han efectuado todos estos acontecimientos gloriosos para nuestro uso y beneficio. Si no participamos de ellos, perdemos los beneficios. El reino de Dios ha quedado establecido a fin de preparar el camino para el reino de los cielos que ha de venir. Todos los poderes, autoridades y prácticas de la Iglesia tienen por objeto prepararnos, y preparar al mundo, para la época en que Sion la nueva Jerusalén ha de venir, en esa época en que habrá paz y tran­quilidad por mil años.20


(1) Hech. 3:19-21. (2) Efe. 1:10. (3) Véase el capítulo 20 de esta obra. (4) P. de G. P. Moisés 5:58. (5) 1 Nefi cap. 13. (6) Doc. y Con. 101:80; 109:54; 134:1. (7) P. de G. P., José Smith 2:14-17. (8) 3 Nefi 27:19-21. (9) Mar. 16:16-20. (10) Véase el capítulo 6 de esta obra. (11) Ap. 14:6. (12) Doc. y Con. Sec. 13; 27:8. (13) Doc. y Con. 27:12, 13. (14) Doc. y Con. 110:11, 12. (15) Doc. y Con. 27:6. (16) Doc. y Con. 110:13, 15. (17) Doc. y Con. 110:16. (18) Doc. y Con. 28:21. (19) Noveno Artículo de Fe. (20) P. de G. P. Mosés 7:62-64.

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