Capítulo 23
Propósito y deberes de la Sociedad de Socorro
Definición de las organizaciones auxiliares
Estoy pensando en nuestras organizaciones auxiliares; ¿qué son? Son ayudas a las organizaciones normales de la Iglesia; no son independientes. Quiero decir a las Asociaciones de Mejoramiento Mutuo de Hombres Jóvenes y Mujeres Jóvenes, a la Sociedad de Socorro, a las Primarias, a las Escuelas Dominicales, a las clases de religión y a todo el resto de las organizaciones de la Iglesia, que ninguna de ellas existe independiente del sacerdocio del Hijo de Dios; ninguna de ellas puede existir un momento, aceptada del Señor, cuando se apartan de la voz y del consejo de aquellos que poseen el sacerdocio y las presiden. Están sujetas a los poderes y autoridad de la Iglesia y no son independientes; tampoco pueden ejercer derecho alguno (en sus organizaciones) independientemente del sacerdocio y de la Iglesia (CR, abril de 1913, pág. 7).
El lugar de las organizaciones auxiliares en la Iglesia
En ocasiones se declara que las organizaciones auxiliares de la Iglesia no son consejos del sacerdocio. Estamos de acuerdo, pero por otra parte, las mesas generales de estaca y de barrio — están constituidas por hombres que poseen el sacerdocio y, si bien es cierto que su llamamiento para actuar como oficiales en una organización auxiliar, no les confiere ningún llamamiento adicional en el sacerdocio, tampoco les quita nada, y el hermano sigue siendo un sumo sacerdote, setenta o élder igual que antes. Además, los nombres de los oficiales de nuestras organizaciones se presentan debidamente en las conferencias generales o locales, según sea el caso, y mediante este voto las organizaciones de referencia llegan a ser instituciones reconocidas de la Iglesia, y en tal calidad se debe respetar a los oficiales en sus llamamientos v dárseles reconocimiento y apoyo en el cumplimiento de sus deberes, en todo lo que se relacione con los cuerpos que representan.
Los principios expuestos anteriormente, con referencia a las Escuelas Dominicales, se aplican en igual manera a todas las organizaciones auxiliares de la Iglesia (JI, enero 1 de 1904, 39:17, 18).
Propósito y deberes de la Sociedad de Socorro
Una palabra o dos con relación a la Sociedad de Socorro. Esta organización fue establecida por el profeta José Smith, y es, por tanto, la organización auxiliar más antigua de la Iglesia y de vital importancia. No sólo tiene que ver con las necesidades de los pobres, los enfermos y los necesitados, sino que parte de su deber —por cierto, la parte principal— consiste en velar por el bienestar y salvación espiritual de las madres e hijas de Sion; ver que no se desatienda a nadie, sino que todas sean protegidas de los infortunios, calamidades, los poderes de las tinieblas y las maldades que las amenazan en el mundo. Es deber de la Sociedad de Socorro velar por el bienestar espiritual de sí mismas y por todas las mujeres miembros de la Iglesia. . . Parte de su deber consiste en procurar que haya personas capaces de ser enfermeras así como maestras y ejemplos en Sion, y que tengan la oportunidad de prepararse por completo para esta gran labor y responsabilidad. He oído de la disposición, por parte de algunas de nuestras hermanas, de querer ser una ley a sí mismas con referencia a estas cosas. Quisiera decir que se espera que la Sociedad de Socorro, especialmente las autoridades generales de esta gran organización, vigilen todas sus organizaciones entre las mujeres de Sion. Están a la cabeza de todas ellas y, como tales, deberán magnificar su llamamiento y tener cuidado de no permitir que se insinúe el error, que no se formen intrigas, que no se introduzcan maquinaciones secretas para desviar a las hermanas. Deben velar para que las organizaciones de otra índole a las que asistan mujeres de la Iglesia, correspondan y armonicen con la que ellas presiden. ¿Por qué debe ser así? A fin de que las mujeres de Sion puedan estar unidas y para que sus intereses se conserven en común, no antagónicos ni aislados; para que se realice el propósito de esta organización y, ésta, pueda impulsar lo bueno en todas partes de la Iglesia por todo el mundo, dondequiera que se predique el evangelio. Comprendemos que es imposible que los hombres y mujeres que padecen debilidades físicas y achaques por motivo de su edad cumplan con todo requisito; pero esperamos que todo hombre y mujer a quien se haya confiado alguna responsabilidad en la Iglesia, cumpla con su deber basta el límite de sus habilidades. Esto es lo que esperamos; es por lo que oramos; por lo que nos esforzamos con toda la habilidad y fuerza que poseemos (CR, abril de 1906, págs. 3, 4).
Fines de la Sociedad de Socorro
Además, deseo encomiar la obra de la Sociedad de Socorro, organización que fue establecida por el profeta José Smith. Los fines de esta organización son muchos. No se tiene por objeto único velar por los pobres y necesitados en lo que a sus necesidades corporales concierne, sino también tiene como fin velar por el bienestar espiritual, mental y moral de las madres e hijas de Sion, y de todos los que están empeñados o interesados en la obra de las mujeres. Encomiendo las Sociedades de Socorro a los obispos, y os digo que seáis amigables hacia estas organizaciones, porque son organizaciones auxiliares y de gran ayuda a los obispos (CR, octubre de 1902, pág. 88).
Deberes y Propósitos de la Sociedad de Socorro
Hablaré de la Sociedad de Socorro como una de las grandes organizaciones en la Iglesia, organizada por el profeta José Smith; organización cuyo deber consiste en velar por los intereses de todas las mujeres de Sion, así como de todas las mujeres que lleguen a estar bajo su supervisión y cuidado, sin tomar en cuenta religión, color o condición. Espero ver el día en que esta organización sea una de las más perfectas, una de las más eficientes y eficaces para hacer el bien en la Iglesia; pero ese día llegará cuando tengamos mujeres no sólo llenas del espíritu del evangelio de Jesucristo y con el testimonio de Cristo en su corazón, sino también tengan la juventud, el vigor y la inteligencia que les permitirá desempeñar los grandes deberes y responsabilidades que sobre ellas descansen. En la actualidad sucede con demasiada frecuencia que nuestras mujeres jóvenes, vigorosas e inteligentes opinan que sólo las ancianas deben afiliarse a la Sociedad de Socorro. Esto es un error. Queremos que las mujeres jóvenes, mujeres inteligentes, mujeres de fe, valor y pureza se unan a las Sociedades de Socorro en las varias estacas y barrios de Sion. Queremos que emprendan esta obra con vigor, con inteligencia y unidamente, para la edificación de Sion y la instrucción de las mujeres en cuanto a sus deberes — deberes domésticos, deberes públicos y todo deber que sobre ellas descanse (CR, abril de 1907, pág. 6).
La Sociedad de Socorro
La misma cosa puedo decir con referencia a la primera y más importante organización auxiliar de la Iglesia, la Sociedad de Socorro. Han estado actuando lo mejor que han podido, pero ahora hemos sugerido una organización completa de dicha sociedad, es decir, de las autoridades generales de dicha organización; y confiamos en que desde ahora en adelante, podrán emprender con renovada energía, criterio y prudencia, el cumplimiento de los deberes que descansan sobre ellas, sobre las que son llamadas para hacerse cargo de esta gran obra de Sion, la organización de la Sociedad de Socorro (CR, abril de 1911, pág. 7).
























