Viviendo según el Evangelio

Capítulo 40
HOMBRES DE DIOS


En el curso de estudio para este año hemos tratado constantemente de subrayar el concepto de que si deseamos labrar nuestra salvación en esta vida y en la venidera, tenemos que estudiar el plan del evangelio a fin de entenderlo, y aplicar sus principios salvadores a nuestra vida diaria sin desviación.

En los siguientes capítulos desearíamos mostrar que todos los hombres que guiaron la Iglesia desde su establecimiento hasta la época del presidente David O. McKay, no solamente estudiaron diligentemente el evangelio, sino que vivieron tan cerca de su Hacedor, que su voluntad pudo ser comunicada a nosotros mediante estos siervos escogidos.

No será necesario repasar en este capítulo la vida y realizaciones de los profetas José Smith y Brigham Young, pues han sido y son frecuentemente el tema de estudios separados. Menos se sabe en la Iglesia de la personalidad y cualidades de los presidentes que sucedieron a estos dos hombres notables.

Juan Taylor

Hijo de dos ilustres familias, Juan Taylor nació en Milnthorp, Inglaterra, pero se crio en Penrith. A la edad de 17 años era un predicador local del Metodismo. Desde sus tiernos años sintió una fuerte impresión de ir a América para predicar el evangelio allí. Habiéndose trasladado a Toronto, Canadá en 1832, continuó sus estudios de las Escrituras y predicó la religión cristiana como él la entendía. Contrajo matrimonio con Leonor Cannon, hija de Jorge Cannon, que fue abuelo de Jorge C. Cannon. La profesión de Juan Taylor era tornero.

Cuando Parley P. Pratt llegó a Toronto a anunciar la restauración de la Iglesia, fue invitado a hablar en la casa de Juan Taylor, porque no podía alquilar ningún salón. Así fue como Parley P. Pratt tuvo la oportunidad de predicar los principios del evangelio a una sociedad de predicadores que habían sido privados de su autoridad por haberse desviado del metodismo ortodoxo, Después de mucho ayuno y oración, aparte de sus estudios, Juan Taylor, su esposa y todos los miembros de la sociedad con excepción de uno, se unieron a la Iglesia en 1836. Juan Taylor fue ordenado élder y empezó desde luego a obrar activamente como misionero. Al año siguiente, el profeta. José Smith lo ordenó sumo sacerdote.

Juan Taylor se trasladó al distrito de Caldwell en Misurí. En 18 38 fue ordenado Apóstol. Dejando a su familia en Nauvoo, partió para una misión en Inglaterra. Ni él ni el hermano Woodruff, que lo acompañó, tenían dinero, pero confiaban en que el Señor les proveería lo necesario, Su confianza no fue en vano. Aunque Juan Taylor sufrió muchas privaciones y se enfermó dos veces, pudo llegar a Liverpool en diciembre de 1839. Llevó el evangelio a Irlanda, visito la Isla de Man, patria de su esposa, y viajó hasta Escocia antes de volver a Nauvoo en 1841. Su esposa moribunda recobró la salud tras la bendición y unción de veinte éldere s que el hermano Taylor llamó para efectuar esa ordenanza.

Por comisión del profeta José Smith, Juan Taylor fue nombrado director del periódico de la Iglesia, Times and Seasons y dueño y director de the Nauvoo Neighbor. Fue gravemente herido en la cárcel de Carthage, donde fueron martirizados José y su hermano Hyrum. El reloj que llevaba en el bolsillo del chaleco detuvo una de las balas, razón por la cual escapó de morir como el Profeta.

Juan Taylor cumplió una segunda misión en Inglaterra, y en esa ocasión obtuvo instrumentos de agrimensura, que más tarde se usaron para fundar la ciudad de Salt Lake. En octubre de 1849 fue enviado a una misión en Europa, particularmente Francia, donde hizo un extenso estudio de la manufactura del azúcar y compró maquinaria que fue llevada a Utah en 52 carros, tirados por 200 bueyes.

Mientras estuvo en esta misión Juan Taylor hizo que el Libro de Mormón se tradujese al francés y alemán, y estableció un periódico francés (La Estrella de Deserat) y otro en alemán (La Bandera de Sion).

A la muerte de Brigham Young en 1877 asumió el cargo de la Iglesia como presidente del Consejo de los Doce Apóstoles hasta que a la edad de 72 años fue nombrado Presidente de la Iglesia. Presidió con mucha dignidad y habilidad desde 1880 hasta su muerte, ocurrida en 1887.

Durante su administración se emprendieron exploraciones que condujeron al establecimiento en Chihuaha, México; Alberta, Canadá; el Valle de San Luis, Colorado; Arizona y el valle del río Snake, Idaho. Se edificaron templos en Logan y Manti, estado de Utah. El presidente Taylor efectuó un despertamiento espiritual en la Iglesia. A él se deben las reuniones semanales del sacerdocio con la presidencia de la rama, las reuniones mensuales del sacerdocio con la presidencia de la estaca y las conferencias trimestrales de las estacas.

El presidente Taylor fue persona de carácter noble. Su anhelo más fuerte era que toda la gente fuese libre, que no fuera esclava de nadie, ni aun nuestro Padre Celestial. Quería que la justicia y la rectitud prevalecieran en los tratos de todos los hombres. Siempre fue apoyado en sus valientes esfuerzos por una firme convicción de que la verdad triunfaría al fin. Su confianza inquebrantable en su Padre Celestial frecuentemente lo impulsó a pedir la ayuda de su Hacedor para hacer frente a sus problemas, pero se refrenó de solicitar la ayuda de los hombres. En todas las vicisitudes de su vida, en sus muchas misiones en el extranjero o en casa, su confianza en Dios fue ampliamente recompensada.

Wilford Woodruff

Wilford Woodruff nació el 1 de marzo de 1807 en Farmington, estado de Connecticut. No recibió mucha instrucción formal, sino que trabajó con su padre labrando la tierra y más tarde como molinero. Aunque no se distinguió como erudito, fue una persona de alta inteligencia. No se unió a ninguna Iglesia hasta los 26 años de edad, porque le parecía que todas las Iglesias carecían de la fe, doctrina, prácticas y dones que debían caracterizar la Iglesia de Dios.

El Espíritu de Dios obró en Wilford Woodruff, después de conocer a dos misioneros mormones (Zera Pulsipher y Elías Cheney), y por fin recibió un testimonio de la verdad y se unió a la Iglesia el 31 de diciembre de 1833. Más tarde, al pasar por Kirtland, conoció al profeta José Smith.

Como respuesta a su oración, Wilford Woodruff fue ordenado presbítero y enviado a una misión. Mientras obraba como misionero tuvo varias manifestaciones notables, las cuales le mostraron que el Espíritu de Dios lo acompañaba constantemente. Sin esa protección no habría podido resistir las privaciones que tuvo que padecer. Durante esta misión habló con muchos hombres que más tarde fueron prominentes en la Iglesia. También efectuó varios bautismos.

A la edad de treinta años contrajo matrimonio con Febe Whittemore Cárter. El año siguiente fue enviado a una misión en las Islas de Fox, no lejos de la costa del Estado de Maine. El y su compañero gozaron de un éxito notable en extremo. Dos congregaciones metodistas enteras dejaron a sus ministros para unirse a la Iglesia.

Cuando Wilford Woodruff volvió de esta misión, la Iglesia se había trasladado a Misurí. En abril de 1839 fue ordenado Apóstol. Mientras trataba de establecer a su familia en Commerce, estado de Illinois, antes de partir para una misión a Inglaterra, Wilford Woodruff vio a José Smith y a Brigham Young sanar a muchos de los enfermos, entre ellos Elías Fordham, que ya estaba agonizando.

En una reunión celebrada en la casa de Brigham Young, que por esa época era el presidente de los Doce, se impartieron instrucciones a los Apóstoles respecto de su misión a la Gran Bretaña. Hyrum Smith los amonestó a que limitaran su predicación a los primeros principios del Evangelio, y José les dijo que predicasen y amonestasen, pero que no desperdiciaran su energía en predicaciones verbosas.

Fue durante esta misión que Wilford Woodruff alcanzó tan notable éxito en Herefordshire. En treinta días bautizó a 45 predicado res y 160 miembros de los “Hermanos Unidos”, que se habían separado de los metodistas. En ocho meses fueron traídas a la Iglesia más de 1800 almas. En abril de 1841 Wilford Woodruff volvió a América.

Después del asesinato del profeta José Smith en 1844, el hermano Woodruff fue enviado a alentar a los miembros de la Iglesia en la Gran Bretaña, a fin de que la muerte de su director espiritual, no afectara su fe. Durante los últimos ocho meses de 1845 se bautizaron casi 16 00 personas. En abril de 1846 Wilford Woodruff volvió a su hogar y ayudó a. efectuar el éxodo de Nauvoo. El 30 de abríl de ese año participó en la dedicación privada del templo de Nauvoo y al día siguiente ofreció la primera oración en los servicios dedicatorios.

El hermano Woodruff formó parte de la primera compañía de Santos de los Últimos Días que trazaron el camino hacia el oeste. Volvió con Brigham Young a Winter Ouarters en agosto de 1847 a fin de conducir a una compañía grande de los miembros de la Iglesia al valle de Utah en la primavera de 1848. Más tarde llevó a su familia, su padre y muchos otros.

En octubre de 1880 el hermano Woodruff fue nombrado Presidente del Consejo de los Doce y en abril de 1889 tomó el puesto de Presidente de la Iglesia a la edad de 82 años.

Toda su vida el presidente Woodruff guardó diarios muy precisos. Son una fuente rica de información histórica. Estos diarios nos revelan mucho de lo que José Smith, Brigham Young y otros directores prominentes de la Iglesia pensaron, dijeron e hicieron. Siempre tuvo el deseo de escribir lo que le sucedió.

El presidente Woodruff fue sumamente susceptible a las indicaciones del Espíritu Santo aun desde antes que fuese miembro de la Iglesia. Vivió de tal manera que pudo disfrutar del compañerismo del Espíritu del Señor. Gozó del don de profecía. En varias ocasiones predijo que José F. Smith llegaría a ser presidente de la Iglesia. Era tan grande su fe que lo conocían como “Wilford el fiel”.

Igual que la esposa del presidente Taylor, la hermana Woodruff fue sanada después de verse críticamente enferma, principalmente por la grande fe de su esposo. El presidente Woodruff predicó mucho y dio muchos consejos prácticos. La Iglesia debe mucho al presidente Wilford Woodruff por su servicio devoto.

Lorenzo Snow

Lorenzo, el quinto niño y primer hijo varón de padres bautistas» nació en Mantua, estado de Ohio, el 3 de abril de 18.14. Le gustaba mucho leer. Aunque en su hogar había un ambiente religioso, no se unió a ninguna Iglesia. Terminó su educación en el colegio presbiteriano de Oberlin. Siguió a uno de sus profesores hasta Kirtland donde conoció al profeta José. El padre de éste profetizó que Lorenzo Snow pronto se haría miembro de la Iglesia y ocuparía un puesto de importancia en la obra del Señor, Se bautizó en junio de 1836, después de lo cual tuvo una manifestación celestial que él interpretó como el bautismo del Espíritu Santo, Su testimonio inquebrantable de la divinidad de Jesús data des de ese acontecimiento.

Su hermana, Eliza Snow, se había hecho miembro de la Iglesia en 1835 como consecuencia de una visita que Sidney Rigdon y Alejandro Campbell hicieron a sus padres.

Dos años después de unirse a la Iglesia, a la edad de 23 años, Lorenzo Snow salió a una misión sin bolsa ni alforja, Fue bendecido en tal forma que domino su tendencia a depender de otros y aprendió a predicar el evangelio. Convirtió a sus tíos y varios primos y primas, una de las cuales más tarde llegó a ser su esposa. Amonestado en sueños, se libró de ser golpeado por un populacho. En 1840 Lorenzo Snow partió con ocho de los Apóstoles a una misión a Inglaterra donde fue presidente del distrito de Londres. Obró devotamente durante casi tres años y al partir para América dejó 400 miembros en ese distrito y trajo 250 emigrantes a los Estados Unidos. A los 31 años de edad, Lorenzo Snow contrajo matrimonio con Carlota Squieres, una de las primeras que había convertido al evangelio.

Como capitán de un grupo de cien carros, Lorenzo Snow viajó con la segunda compañía que se trasladó al oeste. El 12 de febrero de 1849 fue ordenado Apóstol, y en octubre del mismo año emprendió una misión a Italia. Al pasar por Nauvoo supo que el templo había sido destruido. En San Luis halló una rama de 400 miembros. En Londres la rama había aumentado hasta tener unos tres mil miembros, la mayor parte de los cuales se había unido después de haber estado allí el hermano Snow.

José Toronto y T. Stenhouse acompañaron a Lorenzo Snow a Génova, Italia. Decidieron empezar la obra en Piamonte entre los valdenses. Allí se estableció formalmente la Misión Italiana. Publicaron algunos folletos sobre el mormonismo e hicieron que el Libro de Mormón fuese traducido al italiano.

Por supuesto, los ministros locales trataron de interrumpir la predicación de la nueva religión que había resultado ya en el primer bautismo en ese país. Bajo la dirección de Lorenzo Snow, el hermano Stenhouse inició la obra en Suiza y el hermano Toronto en Sicilia, También se dio principio a la predicación del evangelio en las indias orientales en esa época. El hermano Snow trabajó por un tiempo en la Isla de Malta y entonces volvió a América. Llegó a casa en agosto de 1852. Varias personas se unieron a la Iglesia en todos los lugares en que Lorenzo Snow obró como misionero.

En 1864 salió con objeto de cumplir una misión breve en las Islas de Hawaii. La pequeña embarcación en que se dirigía a la playa se volcó y el hermano Snow fue precipitado al agua. Cuando lo encontraron, estaba muerto. Los élderes Ezra T. Benson, Guillermo W. Cluff y Alma Smith trabajaron con él más de una hora y ejercieron su fe a favor de él hasta que le fue restaurada la vida. En 1872, el hermano Snow, su hermana Eliza y otros visitaron a Palestina y el país fue dedicado para el recogimiento de Israel.

Cuando Lorenzo Snow fue nombrado presidente (13 de septiembre de 1898) la Iglesia estaba sumamente endeudada. Mientras la propiedad de la Iglesia había estado en manos del gobierno federal, después de ser confiscada, los gastos de la Iglesia no habían disminuido notablemente, mientras que los diezmos, la única fuente de ingresos que tenía la Iglesia, estaban decayendo mucho. Por supuesto, el presidente Snow considero que su tarea particular consistía en aliviar a la Iglesia de sus pesadas deudas. Le fueron sugeridas muchas maneras distintas de hacerlo. Por último decidió hacerlo según la manera del Señor, es decir, alentar a todos los miembros de la Iglesia a que pagaran sus diezmos honradamente.

Inició su campaña en Saint George. De allí sus enseñanzas se extendieron por toda la Iglesia. Se prometieron bendiciones espirituales así como materiales a los que hiciesen lo que el Señor había ordenado previamente. La gente de la Iglesia correspondió en tal forma, que el presidente Snow vivió para ver su deseo realizado casi por completo. Murió el 10 de Octubre de 1901 a la edad de ochenta y siete años. Se había conservado vigorosamente así mental como físicamente a pesar de su edad avanzada.

El presidente Snow fue uno de los hombres más inteligentes que ha producido el mormonismo. Sabía cómo aprovechar la situación en que se hallaba. También empleó esta habilidad en beneficio de la Iglesia. Decía que había logrado el éxito “mediante las bendiciones de Dios, con mucha economía y perseverancia”. Todos nos beneficiaríamos si lo emulásemos en este respecto. También necesitamos poner confianza implícita en el Señor, economizar (es decir, no desperdiciar nada, ni el tiempo, las fuerzas o el dinero) y perseverar. Lorenzo Snow ciertamente fue un hombre de Dios.

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