Siete afirmaciones y evidencias del Libro de Mormón


Sexta Afirmación:
El contenido del Libro es Inspirado


El Libro de Mormón está escrito por vía de mandamiento, y también por el espíritu de profecía y revelación (frontispicio). “Estas planchas —contienen— profecías y revelaciones”. (Palabras de Mormón, 6).

1. General.
El Libro de Mormón no sólo trata de la historia política de los antiguos habitantes de América, sino de su historia espiritual. Presenta un conjunto de principios espirituales para la guía de los seres humanos, constituyendo un sistema teológico firmemente organizado, que contesta las grandes controversias teológicas y muestra la religión cristiana en una forma simple, clara y comprensiva. La religión enseñada por el Libro de Mormón es simplemente cristianismo puro.

La preparación (educacional) de José Smitrí era completamente insuficiente para producir las doctrinas contenidas en el Libro de Mormón. Fué criado como cristiano y las llamadas teorías cristianas de sus días fueron enseñadas en su niñez; pero, no tenía entrenamiento religioso fuera del que podía adquirir en su círculo familiar o del predicador rural. Ni tampoco gozó de oportunidades de educación especial más allá de unos pocos años en una escuela fronteriza. Es dudoso aún, si concurrió a la escuela después de cumplir 14 años de edad. Su mayor educación la adquirió después de traducir el Libro de Mormón.
Convivencia con buenos teólogos —si esta teoría fuera defendible-— no sería senciente para explicar la riqueza de verdad espiritual contenida en el Libro de Mormón. Inspiración de la fuente de verdad es la más simple explicación. “Doctrinas de singular belleza y de profundo valor filosófico penetran en cada una de las divisiones del Libro”. El más conocido de sus afo-rismos, “Adán cayó para que los hombres existieran, y existen los hombres para que tengan gozo”, es de tanta importancia que forma, por decirlo así, la basé segura de una nueva filosofía de la vida humana, en la cual el proposito es lo primero y el gozo como un en la existencia del hombre”, (j. A. Widísoe, “El Libro de Mormón”, p. 4).

2. Liquidación de Controversias Religiosas:
Alejandro Campbell, sabio y famoso predicador, oponente declarado del “mormonismo” presentó como argur-mentó principal contra el Libro de Mormón que, las modernas controversias religiosas eran conocidas entre los nefitas.

Dado que todas las modernas controversias teológicas son tan antiguas como las montañas, la aparición de ellas en cualquier tiempo no es inesperada, y esta aparición se convierte en un testigo de la veracidad dei Libro, en vista de la limitada instrucción, experiencia y posibilidades del traductor.
El Sr. Campbell da una lista de los puntos en controversia, los cuales el Libro de Mormón explica. Un joven indocto, difícilmente conocería estos asuntos y mucho menos sería capaz de tratarlos inteligentemente. A continuación la lista de los sujetos mencionados por Campbell:

a) Bautismo de infantes, b) Ordenación, c) La Trinidad, d) Regeneración, e) Arrepentimiento, f) Justificación, g) La Caída del hombre, h) La Expiación, i) Transubstanciación. j) Ayuno, k) Penitencia. 1) Gobierno de la Iglesia, m) Experiencia religiosa. n) Llamado al ministerio, o) Resurrección general. p) Castigo eterno, q) Quién debe bautizar, r) Masonería, s) Gobierno republicano, t) Los derechos del hombre.

Muchas de las soluciones de estas controversias ofrecidas por el Libro de Mormón han sido adoptadas, durante el último siglo, por la mayoría de los polemistas; sin mencionar por supuesto el Libro de Mormón. Esto puede ser verificado por un examen de los credos actuales de las iglesias, comparándolos con los credos de hace un siglo..

3. Un Mensaje Terminante.
Es digno de notar que en todo el Libro de Mormón hay un solo mensaje, y éste es de profunda importancia. El Libro no presenta una multiplicidad de pensamientos sin relación, como podría ocupar una mente inculta o errante, está registrada en él una variedad de experiencias entre los aborígenes americanos; pero, la relación de la narración es mantenida por la aceptación o rechazo del plan de Dios por este pueblo.

“Si el Libro de Mormón hubiera tratado de cosas livianas o triviales -—cosas indignas de ser reveladas por Dios— la humanidad no requeriría otras evidencias para que su alegato de origen divino fuera, sin fundamento; por el contrario, si el libro revela un conjunto de conocimientos -—dignos de ser Revelados por Dios e importantes para ser conocidos por el hombre— entonces es una evidencia de considerable valor que el libro es de Dios”. (Roberts, 3:323).

Desde el principio hasta el fin el Libro enseña la doctrina de un Dios, la salvación por medio del Hijo de Dios y un plan de salvación aquí y en la vida futura para la raza humana. “Igual que la Biblia, el Libro de M.ormón hace a Dios y a la inmortalidad objetos de fe, y a la rectitud, pública y privada, asuntos de práctica. Identifica a Dios con los principios de mo-ralidad y va aún más lejos identificando a Dios con la historia de la vida y progreso humano, en la cual la humanidad es redimida del pecado. Enseña el profundo conocimiento entre el Todopoderoso y el alma humana, e intenta descubrir el propósito divino en el nacimiento, progreso y caída de las naciones.

“Semejanza a Dios es su (la del Libro de Mormón) suprema aspiración, y el más alto deber del hombre. “Por lo tanto, quisiera que fueseis perfectos aun como yo lo soy, o vuestro Padre que está en el cielo es perfecto”. (III Nefi, 12:48) (Levi E. Young ir? Sjodahl, p. VIII).

4. Armonía Doctrinal.
El Libro de Mormón es, mayormente, un registro de la historia política de los pueblos de la América antigua, no obstante, trata frecuentemente asuntos de doctrina. El Libro fué escrito al dictado del Profeta y tal como fué dictado entonces permanece hoy. No ha habido adiciones o correcciones. Esta forma de composición nos lleva a la expectativa que, si el Libro fuera obra humana habría contradicciones aquí y allana lo largo de sus 522 páginas (479 en español). No se observa tal falta de armonía. En toda su extensión el Libro enseña el mismo cuerpo de doctrina, aun en detalle. Esto es en sí mismo otra evidencia de la veracidad del Libro. Los ejemplos siguientes ilustrarán esta consistencia de pasajes, lejos el uno del otro, en el volumen. Hasta ahora, no han sido encontrados casos de manifestaciones contradictorias.

Tolerancia e Igualdad: “Era expresamente contrario a los mandamientos de Dios que hubiera alguna ley que colocara a los hombres en posición desigual”. (Alma 30:7-9).

“Aquel que tiene el espíritu de contención no es de mí”. (III Nefi 11:29).

“Y les mandó él que no hubiera contenciones del uno con el otro… sino que mirasen adelante con unidad y amor del uno hacia el otro”. (Mosíah 18:21).

“Y había un estricto mandato por todas las iglesias para que no hubiera persecuciones entre ellos, y que hubiera igualdad entre todos los hombres”. (Mosíah 27:3).

Caridad: “Todos los hombres tengan caridad, la cual caridad es amor”. (II Nefi 26:30).

“Y mirad que tengáis fe, esperanza y caridad, y entonces siempre abundareis en buenas obras”. (Alina 7:24).

“Y les mostraré también que la fe, la esperanza y la caridad los atraen a mí, la fuente de toda rectitud”. (Ether 12:28).

“Linios a la caridad que es lo más grande de todo”. (Moroni 7:46).

Fe: “El, manda a todos los hombres que se arrepientan y se bauticen en su nombre, con perfecta fe en el

Muy Santo de Israel, o de otro modo no pueden salvarse en el reino de Dios”. (II Nefi 9:23).

“Y alcanzarán la vida eterna los que pongan sus ojos en el Hijo de Dios, con fe y con espíritu de contrición’“. (Helamán 8:15),

“Tener fe no es tener un perfecto conocimiento de las cosas; por tanto, si tenéis fe esperáis las cosas que no se ven y que son verdaderas”. (Alma 32:21).

“Y, después que hubo venido, también los hombres se salvaron por medio de la fe en su nombre, viniendo a convertirse por la fe en hijos de Dios”. (Moroni 7:26).
Bautismo: “Y el Padre dijo: Arrepentios, y sed bautizados en el nombre de mi Amado Hijo”. (II Nefi 31: 11-12).

“La puerta por la cual deberíais entrar es el arrepentimiento y bautismo en el agua”. (II Nefi 31:17).

“Porque predicaban la palabra de Dios y administraban el bautismo del arrepentimiento a cuantos querían oír sus palabras”. (Alma 48:19).

“Los que crean en mí y se bauticen, se salvarán; y éstos son los que. heredarán el reino de Dios”. (III Nefi 11:33).

“Por lo tanto, arrepentios vosotros, todos los extremos de la tierra, y venid a mí y creed en mi evangelio y sed bautizados en mi nombre”. (Ether 4: 18).

Dios: “Pero el Señor todo lo sabe desde el principio; por lo tanto, El prepara la vía para que se cumplan todas sus obras entre los hijos de los hombres; porque, he aquí, en El está todo el poder, para que se cumplan todas sus palabras”. (I Nefi 9:6).

“Porque, he aquí, que soy Dios; y soy un Dios de milagros; y manifestaré al mundo que soy el mismo ayer, hoy y para siempre; y no trabajo entre los hijos de los hombres a menos que no sea de conformidad con su fe”. (II Nefi 27: 23)

“Mi gozo me transportó hasta el puesto de vanagloriarme en mi Dios; porque El tiene todo poder, sabiduría e inteligencia; comprende todas las cosas, y es un Ser misericordioso, aun para la salvación de aquellos que se arrepientan y crean en su nombre”. (Alma 26:35).

“¿Ves tú cómo habéis sido creado según mi propia imagen? Sí, todos los hombres, en el principio, fueron creados a mi propia imagen. Porque, he aquí, que este cuerpo que tú ves ahora, es el cuerpo de mi espíritu; y del mismo modo que yo aparezco ante ti en el espíritu, del mismo modo apareceré ante mi pueblo en la carne”. (Ether 3:15-16).

“Pero, he aquí, que todas estas cosas han sido hechas en la sabiduría de aquel que todo lo sabe”. (II Nefi 2:24).

Dios… sabe lo que pasa en tu mente, y tú ves que por su espíritu nos manifiesta tus pensamientos”. (Alma 12:3).

“Porque yo sé que él Señor no es un Dios parcial, ni un Ser inconstante; sino que es invariable de eternidad en eternidad”. (Moroni 8:18).

“Y veo que se os ha sido dado a conocer por el testimonio de su palabra, que El no puede andar por senderos tortuosos; ni se desvía de lo que ha dicho; ni hay apariencia de sombra de volverse de la derecha a la izquierda, o de lo que es justo a lo injusto, por tanto, su curso es un círculo eterno”. (Alma 7:20),

Fe y Obras: “Porque llegaría un día en que todos los hombres serían juzgados según sus obras; sí, según las obras que hubieran hecho en sus cuerpos temporales durante los días de prueba”. (I Nefi 15:32).
“Porque según los libros que se hayan escrito, juzgaré al mundo; a cada cual según sus obras, conforme a lo que se haya escrito”. (II Nefi 29:11).

“Es necesario que aparezcáis ante el tribunal de Cristo; sí, donde aparecerá toda alma que pertenezca a la familia de Adán, donde tenéis que aparecer para ser juzgados según vuestras obras, sean buenas o malas”. (Mormón 3:20).

“Por tanto, quisiera que estuvieseis firmes e inmobles y siempre abundantes en buenas obras… y gozar de una salvación sempiterna y vida eterna”. (Mosíah 5:15).

“Que la paz de Dios quede en vosotros… según vuestra fe y vuestras buenas obrase (Alma 7:27).
Libre Albedrío: “Por lo tanto, el Señor dejó al hombre en libertad de obrar por sí mismo”. (II Nefi 2:16).

“Así pues, los hombres son libres según la carne; y se les han dado todas las cosas que sean prudentes al hombre. Son libres de escoger la libertad y la vida eterna por medio de la gran mediación para todos los hombres, o de escoger la cautividad y la muerte según la cautividad y poder del diablo”. (II Nefi 2:27).

“El os ha concedido que discernáis el bien del mal y que podáis escoger la vida o la muerte”. (He-lamán 14:31).

“Sois libres y tenéis el privilegio de obrar según vuestra libre voluntad, porque Dios os ha dado el conocimiento y os ha hecho libres”. (Helamán 14:30).

5. Sumario de Doctrinas del Libro de Mormón, por B. H. Roberts.
1. El “Ego” inteligente en el hombre, el que nosotros hemos llamado “inteligencia”, no significa, sin embargo, una cualidad, sino el “Ego” en sí mismo es una entidad eterna; increada e increable —un ser esencial necesario y existente por sí mismo—. (I Nefi 10:19, Alma 42:9, Mosíah 2:28, 2 Nefi 2:4, Alma 13:7).

2. Estas “inteligencias” son espíritus engendrados por Dios; de modo que los hombres son hijos de Dios por real parentesco. (3 Nefi 9:15-17, Ether 3:14, Moroni 7:48, Mosíah 27:25).

3. Llegó un tiempo en el curso de la existencia de estos personajes espirituales, cuando un período terrenal, una unión del espíritu con un. cuerpo de carne y huesos se hizo necesario para su ulterior desarrollo y engrandecimiento; una existencia donde el bien y el mal estuvieran en conflicto real; donde la importante lección, que tal condición enseña, pudiese ser aprendida, (Alma 29 : 4, 2 Nefi 2: 27; 2: 23, Alma 42, Ether 3:16),

4. Hay contrastes eternos en la existencia, el bien y el mal, etc. El mal es una existencia eterna, el necesario correlativo del bien, increado, y no puede referirse a Dios por su origen. (2 Nefi 2:11-16, Morón! 7:6, 10, 14; 2 Nefi 15:20).

5. Los espíritus de los hombres vinieron a la tierra, en primer lugar, para obtener cuerpos y por medio de ellos actuar a través de toda la eternidad; en segundo lugar, obtener las experiencias que la vida terrenal tuviera para darles, probando su valor para la grande y eterna gloria que Dios ha señalado para aquellos que triunfan y que en todas las cosas demuestran ser fieles. (2 Nefi 2; Alma 11:45; 3 Nefi 27:16- 19; Mosiah 2:41)

6. Para mostrar el camino en esta gran obra, uno, lo suficiente desarrollado para tal deber, Adán, es designado para venir a la tierra a iniciar la serie de las dispensaciones proyectadas por Dios para el hombre en su probación terrenal (2 Nefi 2:21, 23, 25; Helamán 14:16).

7. El mal fué introducido en este mundo por medio de la transgresión de Adán, y el hombre cae bajo la censura de la eterna e inexorable justicia. (Alma 42:7-14; Mormón 9:12; Alma 12:31; 2 Nefi 2:22; 15; 16).

8. Sin embargo, por medio del sacrificio de Cristo, el hombre es liberado de los efectos de la transgresión de “Adán. La resurrección lo redime de la muerte temporal, la separación del cuerpo y el espíritu, y lo devuelve a la presencia de Dios. (Jacob 4: 11-12; Ether 3; Alma 11:43-45; 34:9; 40:l-3;42: 6, 23; Moroni 8:8; 2 Nefi 9: 22).

9. Por medio del sacrificio de Cristo la misericordia también ha sido devuelta a la economía moral del mundo y, tanto como la justicia, opera sobre el hombre. Las rectas leyes de Dios han sido dadas a los hombres. El hombre es un agente moral libre y puede elegir entre obedecer la ley o seguir a la maldad. Si elige esta última, cae bajo la justicia de la ley. (2 Nefi 2:21; Alma 42:13-28).

10. Por medio del sacrificio es concedido el privilegio del arrepentimiento y la misericordia reclama el verdadero penitente, rescatándole de la en otra manera inexorable demanda de la ley, poniéndole en el camino de la salvación por medio de la obediencia a las leyes y ordenanzas del evangelio. (Alma 42:4; 2 Nefi 2:21; Alma 9:28; 42:23-29; 12:32-35; to-sían 3:18; 3:12).

¿Era la inteligencia, sin ayuda, de José Smith o sus coadjutores, capaz de formular los principios de filosofía moral y teología que son encontrados en el Libro y discutidos en este capítulo?

¿Era la inteligencia o educación de Salomón Spaulding. o de cualquier otra persona a quien se le atribuye el origen del libro, capaz de tal obra?

La vigorosa profundidad del Libro de Mormón en estos asuntos, no solamente está más allá de la inteligencia y educación del pequeño grupo de hombres referidos, sino aun más allá de la inteligencia y educación de la época misma en que apareció.

Por lo tanto, es inútil atribuir el conocimiento que imparte sobre estos sujetos a la educación o inteligencia humana. (Roberts 3:227-230).

6. Elaboración de Doctrinas Bíblicas.
Muchas e importantes doctrinas que no están demostradas claramente por la Biblia, probablemente, a causa del manipuleo humano a que ha estado expuesta durante varios siglos, son explicadas y aclaradas por el Libro de Mormón.

Como ejemplo de algunas, damos las siguientes:
Sumario de J. M. Sjodahl,

El Padre: En el Libro de Mormón, Dios es revelado como el Padre Eterno, el Creador, Omnipotente, Infinito en perfección, sabiduría, bondad, amor y misericordia, como también en justicia. El reina Supremo y proclama a su Hijo a los hijos de los. hombres: “He aquí, a mi Muy Amado Hijo en el cual he glorificado mi nombre —a El oíd”. (Referencias, I Nefi 11:21; 13:40; Mosiah 15:4;- I Nefi 17:36; II Nefi 2:14; Jacob 4:9; I Nefi.l:14; Mosiah 3:5; III Nefi 12:48; II Nefi 1:10; 1:15; 4:21; 26:24; .Mosiah 4:11; Jacob 3:2; Mosiah 13:14; I Nefi 15:35; II Nefi 9:17 26, 46; Mosiah 3:18; I Nefi 22:26; Mosiah 3:5; 12; 21; III Nefi 11:3-7).

Dios; Dios, en el Libro de Mormón, es revelado como un soberano que gobierna como un padre sabio, bueno y justo en medio de su familia, y no como un déspota oriental en medio de sus esclavos y aduladores. El es gobernador supremo de los seres a quienes ha dado el libre albedrío, y gobierna bajo la celestial ley del consentimiento común. En su reino controla aún lo que parece accidental. Aun los medios que parecen insignificantes, y, a veces, los malvados, sin darse cuenta de ello, sirven sus propósitos. El perdona al pecador arrepentido. Oye y contesta las oraciones y cuida de aquellos que, como hijos amorosos y obedientes confian en EL (Referencias: 1 Nefi 16:20; Alma 19:36: 26:37; 29:8; Jacob 7:22; Alma 33:4-6; Mosiah 27:14; III Nefi 17:15-21).

El Hijo: El Libro de Mormón es un poderoso testigo de la misión y carácter divino de nuestro Señor.
Este registro manifiesta categóricamente que él es Dios; ‘Hay un Dios y él es Cristo’. El es ‘el Dios eterno y Dios omnipotente’. El, quien murió por nosotros, es el ‘Creador’, el ‘Padre’, el ‘Eterno Padre’, ‘el principio y el fin, el primero y el último’. Está tan íntimamente asociado con Dios, el Padre, que en su relación con los hijos de los hombres, él es ambos, el Padre y el Hijo. Está en lugar de Dios. Dios le ha delegado todo poder en el cielo y en la tierra, y es un miembro del grande, divino y gobernante concilio de tres, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, a cuya comunión admite los redimidos hijos de Dios por medio del bautismo en su nombre y por su autoridad. El es, además, ‘sin principio de días ni fin de años’.
(Referencias: II Neíi 11:7; 26:12; Mosíah 5:15; II Neíi 9:5; Helamán 14:12; Mosíah 7:27; Alma 11:38, 39; III Nefi 11:27; Mosíah 15:2; Ether 3:14; Alma 13:9).

Pero, aunque él es, en este sentido, Dios, el Padre, Dios, investido en majestad, poder y gloria, es también el Hijo de Dios; el ‘Hijo Muy Amado’ en quien el Padre ha glorificado su nombre: él es el ‘Unigénito’, y también el ‘Redentor’ y el ‘Cordero de Dios’ y único salvador de la humanidad.
(Referencias: I Nefi 10:17; 11:27; Alma 13:16; Helamán 3:28; III Nefi 9:15; 11:7; Jacob 4:5, 11; Alma 12:33-34; Helamán 5:12; Alma 34:7, 14; Mosíah 16:13; Alma 38:9; Mormón 3:3; Mosíah 15:1-4; Ether 3:14).

El Nacimiento Milagroso de Cristo está claramente manifestado en este registro. Fué nacido de una virgen, concebido ‘por el poder del Espíritu Santo’. (Referencias: I Nefi 11:14-23; Alma 7:9, 10).

El Espíritu Santo: Nefi ve al Espíritu Santo bajando del cielo en el bautismo de nuestro Señor. Lo representa como una persona exaltada quien confiere autoridad divina a los siervos de Dios; quien santifica a aquellos que, por medio de la fe y el arrepentimiento, entran al Sumo Sacerdocio; quien imparte conocimiento, fe, don de lenguas, poder para ordenar al sacerdocio y ‘muchos’ otros dones de Dios enumerados en Moroni 10:9-19. (Referencias: I Nefi 11:27; II Nefi 31:8; I Nefi 10:22; Alma 13:12; Ether 12:23; III Nefi 16:4; Jacob 7:12; Moroni 10:5; II Nefi 26:13; II Nefi 32: 3; 33:1; Moroni 3:4; 10:8-19).

Es el Espíritu Santo quien ‘manifiesta’ o testifica del Padre y del Hijo. Declara y explica la palabra de Dios. Es, por lo tanto, un gran pecado negarle o contender contra él. (Referencias: III Nefi 11:36; I Nefi 10:11; Moro ni 8:9; II Nefi 28:4; Alma 34:38; 39:5-6).

Los tres son uno; pero no una persona individual. Hay tres personas en un grande y divino concilio. (Referencias; 2 Nefi 11:27, 36; 28:10 Alma 11:44; Mormón 7:7).

El Santo Espíritu: Pero, de acuerdo con el Libro de Mormón, tanto como de otras escrituras, hay también un ‘Santo Espíritu’, llamado a veces el Espíritu Santo, que no es una persona, sino más bien una esencia divina, una fuerza, o fluido —por falta de un nombre mejor —que penetra todo lo que existe. Es el ‘intermediario’ por medio del cual Dios se comunica con el mundo y, más especialmente, con sus hijos.

Es por medio de la presencia de este sagrado y divino espíritu que el orden es preservado en el universo. Si esta poderosa fuerza fuese quitada, el mundo volvería al caos… Es en este espíritu en quien ‘vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser’. Es por medio de su espíritu que Cristo da luz a todos y a todas las cosas. El ‘procede de la presencia de Dios para llenar la inmensidad del espacio; es la luz que está en todas las cosas; que da vida a todas las cosas, la cual es la ley por la que se gobiernan, todas las cosas, aun el poder de Dios, el que se sienta sobre su trono, el que está en el seno de la eternidad, quien está en medio de todas las cosas’. (D. y C. 88:4-13).

‘Es por medio de este espíritu que Dios está sobre todas las cosas, y en todas las cosas, y a través de todas las cosas’ (Doc. y Conv. 88:41). Es este espíritu que es comunicado al creyente arrepentido que recibe el bautismo y la imposición de manos de un autorizado siervo del Señor. Y es por medio de este espíritu que los dones espirituales son distribuidos. (Referencias: I Nefi 3:20; 13:12; Alma 5:47; Helamán 5:45; Moroni 10:8, 9; III Nefi 19:9-23).

Origen del Hombre: En el Libro de Mormón como en las otras escrituras inspiradas, está claramente reconocida la doble naturaleza del hombre, cuerpo y espíritu. El espíritu ‘posee’ al cuerpo. A la muerte hay una separación entre los dos, y, al tiempo de la resurrección son reunidos otra vez. Estos dos, el cuerpo y el espíritu unidos, forman el hombre, y así constituido el hombre es de origen divino. (Referencias: II Nefi 9:6; 9:22; Alma 11:41-45; III Nefi 26:4,5; Moroni 7:41).

Adán, el progenitor de la raza, es hijo de Dios. Fué el primer hombre. Obtuvo existencia en esta tierra, en un cuerpo, por un hecho especial de la creación. Y no solamente eso, sino que fué creado en la imagen de Dios, vale decir, el hombre fué creado según el cuerpo del espíritu de Jesucristo. (Ether 3:14-17)-. Su cuerpo espiritual fué el modilo de nuestros cuerpos mortales. (Referencias: Alma 34:34; 18:34, 36; 22:10; Mosíah 7:27; I Nefi 17:36: II Nefi 2:12, 15; 29:7; Mosíah 2:20; Mormón 3:20; 9:12; Ether 1:3).

El Hombre, un Agente Libre: De acuerdo con el Libro de Mormón, el hombre es un agente libre, capaz de discernir entre lo bueno y lo malo, la luz y la obscuridad, el pecado y la rectitud y de escoger una cosa y rechazar la otra. (Referencias: II Nefi 2: 27-29; 17: 15: Helamán 14: 30).

La Caída: “De acuerdo con el Libro de Mormón, la ‘caída fué una parte necesaria del gran plan’. Adán y Eva fueron seres eternos en el principio y no estaban bajo el poder de la muerte. Sin embargo, tendrían que convertirse en seres mortales si su posteridad debía heredar cuerpos corruptibles. La caída, entonces, fué un uso deliberado de la ley, y, por tal acto, Adán y Eva se convirtieron en mortales y pudieron engendrar hijos mortales”. (Widtsoe, Teología Racional, pág. 47) “Adán cayó para que los hombres existieran”. (2 Nefí 2:25).

Como ya ha sido mencionado, un plan de salvación había sido preparado. Sobre este asunto el Libro de Mormón es excesivamente claro. A no ser por la expiación toda la humanidad habría perecido. El sacrificio expiatorio fué efectuado por medio del Hijo de Dios. Tomo sobre sí mismo la transgresión de su pueblo, y, se sacrificó por los pecados del mundo. Su expiación es. especialmente, para aquellos “que han caído por la transgresión de Adán; que han muerto sin conocer la voluntad de Dios en lo que a ellos concierne o que han pecado sin saberlo”. Esto incluye a todos los que han muerto fuera de la luz de la revelación. La expiación satisfizo la demanda de la justicia. La misericordia vino a causa del sacrificio expiatorio y lleva a cabo la resurrección, haciendo posible a los hijos de Adán, volver a la presencia de Dios.

La Expiación: El moderno espíritu de la llamada ‘civilización’ está completamente fuera de simpatía con la doctrina cristiana de la expiación. Ha puesto al hombre en un pedestal de independencia, adonde parece no tener necesidad del divino plan de salvación. Pero, el hecho permanece: fuera de este plan el mundo está ‘muerto’ Solamente por medio de Cristo el hombre puede recuperar el ‘paraíso perdido’.
(Referencias: Mosíah 4:7; 13:28; Alma 34:9; 33:22; 34: 8; 36:17; Mosíah 3:11; II Nefi 9:26; 25: 16; Alma 42:23).

La Iglesia de Dios: La iglesia fué y todavía es una organización tangible, y los miembros hacen convenios con Dios, en el bautismo, que le servirán y guardarán sus mandamientos. (Referencias: Mosíah 18:1-17).

Oficiales: Como una organización, la iglesia tuvo oficiales, cuya misión fué la de cuidar a sus miembros como pastores. Estos debían ser ‘Hombres de Dios’, Alma dice: “No confiéis en que uno sea vuestro maestro y sacerdote, a menos que sea un hombre de Dios, caminando en sus veredas y guardando sus mandamientos”. Alma, el fundador de la iglesia, era su Sumo Sacerdote. Por la autoridad del Señor él nombró presbíteros y maestros y les consagró, y, ninguno recibió autoridad para oficiar en estos cargos si no era por intermedio de él El llamamiento de un presbítero era para predicar y enseñar al pueblo lo concerniente al Reino de Dios, y en la iglesia fundada por Alma había un presbítero por cada 50 miembros. La orden del Sumo Sacerdocio era “según la orden del Hijo de Dios”, sin principio ni fin.

Aquellos que lo poseían debían trabajar con sus propias manos para su sustento.
Además de los Sumos Sacerdotes y presbíteros había élderes y maestros. (Referencias: Mosíah 18:18, 24; 23:14-18, 17, 18; Alma 4:18; 5:3; 8:23; 13:2-19; Alma 1:7; 4:11-20).

En su visión Nefi vió los Doce Apóstoles del Cordero, que habían de ser nombrados en su debido tiempo. Cuando nuestro Salvador vino a su pueblo en la tierra ‘Abundancia’, él llamó doce discípulos y los dotó con autoridad para enseñar y bautizar. (Referencias: I Nefi 11:35, 36; 12:7-10; 14:20-24, 25, 27; III Nefi 12:1; 13:25; 15:11; 19:4-36; 20:1-6; 26:17-21).

Además de los discípulos, que también eran llamados élderes, había presbíteros y maestros. Estos eran ordenados por los Doce por el Poder del Espíritu Santo. (Moroni 3:1-4; 6:1).

Las Iglesias: De acuerdo con el Libro de Mormón, hay dos, solamente dos iglesias, la del Cordero de Dios y la de Satanás… Estos dos reinos están sobre la tierra entre los hijos de los hombres. Cada uno de ellos tiene su propia forma de gobierno, diametral-mente opuesta el uno del otro. El gobierno del Reino de Dios, está fundado sobre los celestiales principios de la rectitud, consentimiento común e igualdad. El gobierno del adversario está fundado en principios de iniquidad, compulsión y despotismo. Estas dos clases de gobierno, originadas en el mundo espiritual antes de la fundación de la tierra, vinieron a la tierra por el conflicto entre el Hijo de Dios y Lucifer, Estas son las únicas dos clases de gobierno que existen, o pueden existir. (Referencias: Reino de Dios; 1 Nefi 14:10; Alma 5:50; 7:9; III Nefi 3:10, 20; Jacob 1:6; Alma 34: 36; Reino de Satanás: I Nefi 14:3; 22:22; Alma 5: 25, 39; Ether 8:24, 25).

Bautismo: Fe y arrepentimiento son las primeras condiciones necesarias del bautismo, y, sin éstas, la ceremonia sería nula y sin valor alguno. El arrepentimiento y bautismo son la ‘entrada’ al camino recto y angosto. Por el bautismo el creyente toma sobre, sí el nombre de Cristo y hace convenio de que guardará sus mandamientos y le servirá. El bautismo debe ser ejecutado por ‘autoridad divina y en el nombre de Jesucristo. La forma en que el bautismo debe ser efectuado ha. sido debidamente indicada por Nuestro Sal-vador. “He aquí que descenderéis al agua, os pararéis en ella, y en mi nombre lo bautizaréis. Y he aquí, ahora, las palabras que pronunciaréis, llamando a cada uno por su nombre, diciendo: Habiendo sido auto-rizado por Jesucristo, yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. Entonces le sumergiréis en el agua y después saldréis de ella”.

Esto decide, para siempre, el modo del bautismo. Hay una sola forma —inmersión— por uno que tiene autoridad de Dios; ninguna otra forma es bautismo cristiano,
Sigúese de esto, que el bautismo de infantes no es parte de la ordenanza instituida por Cristo, los niños pequeños están ‘fuera de la ley’, ellos están ‘vivos en Cristo’ por medio del poder de su redención, y- no pueden arrepentirse, por consiguiente, el bautizarles es una ‘burla’. (Referencias: Mosíah 18:7-17; Alma 8:3-6; Relaman 5:17-19; III Nefi 19:10-13; I Nefi 10:9, 10; II Nefi 31:5; 9:22-24; 31:13, 14, 17, 18; Moroni 8: 25, 26; 6:3, 4; III Nefi 1:23; 11:22-28; Moroni 8: 8-26).

Bautismo del Fuego y del Espíritu Santo: Intimamente relacionado con el bautismo en el agua, está el sagrado bautismo del ‘fuego’ que da fuerza y luz espiritual, el que es llamado Espíritu Santo, o, si es preferido el otro término, Santo Espíritu. Es la promesa del Hijo a quienquiera que es bautizado en su nombre después de verdadero arrepentimiento, que el Padre, le dará el Espíritu Santo como le fué dado al Hijo. Es por medio de este espíritu que el Padre da testimonio de su muy amado Hijo, y, por otra parte, el Espíritu Santo, por el mismo espíritu, da testimonio del Padre y del Hijo. La promesa del Señor es que, después que el creyente ha sido bautizado en agua, EL mismo administrará el bautismo con “fuego y Espíritu Santo”. Pero, los medios por los cuales El imparte su Espíritu, con todos los poderes y autoridad que ello implica, es por la imposición de manos, porque así El instruyó a sus discípulos al tiempo de su primera aparición. (Moroni 2:2). (Referencias: II Nefi 31:8, 12, 13; III Nefi 11: 35, 36; 12:1; 19:11-14; 26:17, 18; III Nefi 18:37; Moroni 2:1-3; 3:1-4).

El Sacramento (Santa Cena): El sacramento fué instituido por Nuestro Señor mismo durante su aparición. en la tierra de ‘Abundancia’ para el beneficio espiritual de aquellos que creían en El y habían sido bautizados en su nombre en esta parte del mundo. El pan, partido en esta ordenanza, era para ser comido en memoria del cuerpo de Jesús, como un testimonio al Padre que su Hijo era recordado. La copa era, igualmente, participada en memoria de la sangre de nuestro Salvador que fué derramada por nosotros, y un testimonio al Padre que guardariamos los manda-mientos que El nos había dado por intermedio de su Hijo… La Iglesia lo hizo un principio o regla, reunirse a menudo para participar del pan y del vino en memoria del Señor, Jesús. (Referencias: III Nefi 18:5-12, 14; 20:1-9; 26: 13; III Nefi 18:28; Mormón 9:29; Moroni 6:6).

Universalidad de la Iglesia: Nefi vió a los santos “dispersados sobre toda la superficie de la tierra” y “armados con la justicia y poder de Dios”. (Referencias: 1 Nefi 14:14; II Nefi 30:8-18).

Oración: La oración es una de las grandes instituciones de la Iglesia de Cristo, como está explicado en ‘Los Hechos de los Apóstoles 2:42’, donde leemos que los convertidos ‘perseveraban’ en las oraciones, tanto como en el partimiento del pan. Lo mismo es dicho de la iglesia en el continente americano (Moroni 6:5). En el Libro de Mormón tenemos muchas y muy notables instancias de* oraciones y contestaciones a ellas.

Lehi oró y en contestación a sus súplicas tuvo la gloriosa visión del Todopoderoso, y le fué mandado en un sueño, salir de Jerusalem. Y así comenzó la jornada que fué el principio de una nueva era en la historia americana de la oración. (I Nefi 1:6; 2: 1-3; 8:8, 9; II Xefi 1:3-12). Nefi clamó al Señor cuando sus hermanos Laman y Lemuel eran rebeldes, y el Señor le contestó dándole instrucciones y promesas (I Nefi 2:16-24; 7:17-20). El oró cuando rugía la tormenta y sus hermanos trataban de quitarle la vida. Ver sus oraciones después de la muerte de su padre Lehi. (I Nefi 18:21-23; II Nefi 4:20-35). Dios oye las oraciones de los justos. (II Nefi 6:11; 26:15; 33: 4; Alma 10:22, 23). La oración de Jacob es contestada (Jacob 7:20-23) como también la de Enos, (Enos 11, 12) y Alma. (Mosíah 23:10; 27:14; Alma 5:46; 8:10). Dios oye y contesta las oraciones en día de 1; Helamán 3:35; III Nefi 27:1; Moroni 6:5). El espíritu de profecía y rebelación’es manifestado por medio de la oración. (Alma 17:3; 26:22).

A los seguidores de Nuestro Señor se les instruye a orar en sus reuniones públicas de adoración tanto como en privado. (Alma 6:6; 28:6: 30:2; 31:10; 45: 1; Helamán 3:35; III Nefi 27:1: Moroni 6:5). El precepto es “orar siempre”. (Alma 34:17-27). Se ha amonestado al pueblo de Dios- para que no use oraciones estereotipadas; sino que dejen al espíritu del Señor que dicte sus peticiones. Los zoramitas son usados como una admonición. (Alma 31:12-18; 38:13). Nuestro Señor enseñó a las gentes á quienes apareció en la tierra de ‘Abundancia’ la misma oración que dió a sus discípulos en Palestina como modelo. (III Nefi 13:9-13). Jesús mismo oraba humildemente inclinado hacia la tierra, aunque, o quizás a causa de que sus discípulos en sus oraciones le reconocían como su Señor y Dios. (III Nefi 19:18-36).

Nuestras oraciones para que sean aceptables deben ser ofrecidas en el nombre dé Jesús, vale decir, que lo que deseamos debe ser pedido por su autoridad y a causa de sus méritos, como Nuestro Padre, cabeza de la familia humana, en todo lo que pertenece, a la salvación. (III Nefi 19:6, 7; Moroni 7:26). Los seguidores de nuestro Señor no necesitan ser recordados que es su privilegio y deber natural, dar gracias, al Señor por todas sus mercedes y bendiciones cuando oran. (Alma 19:14-; 26:37; Helanián 13:22; III Nefi 10:10; Mo-roni 7:6-10). (Sjodahl, pp. 503-40).

7. Sumario de Doctrinas del Libro de Mormón, por William A. Hyde: El siguiente sumario del contenido doctrinal del Libro de Mormón, muestra muy bien el espíritu del Libro y su constante adhesión a un mensaje definido.

La libertad descansa en los decretos de Dios (Helamán 14:30); y que el hombre puede elegir, y tener lo que desea, (II Nefi 10:23; 2:16-26); que la libertad es inherente en el hemisferio occidental en razón de los decretos de Dios (II Nefi 1:6-8; Alma 46:17); que la libertad no es compatible con las monarquías terrenales (II Nefi 5:18; Mosíah 23:13; Mosíah 29); que la democracia es defendida y que, operando bajo la ley de opción, fué llevada a cabo. quizá, la primera elección de la historia sagrada (Mosíah 29:39). Se da allí un ejemplo de ley constitucional (Alma 30:7) ; y se establece el principio que todos los hombres tienen el derecho de adorar a Dios de acuerdo con los dictados de sus conciencias (Alma 1: 17). Se muestran los resultados del fracaso de la democracia (Alma 10:19); y se anuncia algo importante, que el espíritu de libertad es semejante al espíritu de Dios (Alma 61:15).

Se declara que la justicia es la operación (fe una recta e inagotable ley, y que aunque libre, el hombre estará sujeto a esa ley “en el grande y último día” (II Nefi 2:26). Que el hombre pecador e impenitente debe tener su justa condenación (II Nefi 9:46-47), y que la aplicación de la ley es general (II Nefi 30:2; Jacob 3:8) y sin favoritismos; pero, que para el que no sabe, no hay ley, si no es la ley de la misericordia (II Nefi 9:25; Mosíah 3:11). Que de acuerdo con sus merecimientos será la recompensa o condenación del hombre (Alma 12:10; 32:20; Mosíah 2:41), Que la redención de Dios no es aplicable a los pecados del impenitente (Alma 12: 18), sino que es la prerrogativa de Dios que la misericordia debe satisfacer la demanda de la justicia (Alma 34:16).

Se enseña que el interés de Dios por el hombre es de mucho alcance y que cubre toda la tierra (Alma 26:37; 37: 18-19), que la gracia y misericordia de Dios están fundadas en poder, y que ellas son el resultado de la condescendencia de Dios (Jacob 4:7) y vienen del Padre a causa del Hijo (Alma 33:11); y siendo así debe estar fundado en la fe en Dios, su fuente (I Nefi 1:20; Mosiah 26:24), sobre el arrepentimiento del hombre (I Nefi 10:18; Helamán 12:22) y sobre la obediencia a todos sus requerimientos (I Nefi 1:14). Que la gracia de Dios salva a los hombres “de sus pecados y no en sus pecados” (Helamán 5:10) y que es suficiente para todos los que son humildes (Ether 12:27). Que la máxima expresión de gracia fué mostrada en el sacrificio y resurrección (II Nefi 9). Que estaríamos eternamente perdidos sin la gracia (II Nefi 25:23); pero, que ésta es continua y gratis (II Nefi 26:27). A través del Libro hay una equívoca lección que hay un precio para el perdón; pero, que éste está al alcance de todos nosotros. La misericordia brilla continuamente entre los rigores de la ley y mandamientos. El profeta de esta infinita bondad dijo: “…porque sé que El nunca da mandamientos a los hijos de los hombres, sin que les prepare la vía antes, por la cual puedan cumplir su mandato” (I Nefi 3:7).

Así son mostrados, inequívocamente, los elementos primarios del Espíritu de Verdad.

Viene a nosotros, de la voz del Libro, ecos como de algunas palabras que hace mucho habíamos escuchado y que nos son bien comprendidas; ellas son para nosotros el susurro de verdades familiares. Las reconocemos porque son confirmadas por la razón y ratificadas por el espíritu que está en nosotros. Nos dice que el fin de la vida es que volveremos a nacer (Mo-síah 27:25) redimidos y convertidos en hijos e hijas de Dios; que no hay felicidad en el pecado, y que la obediencia es el camino hacia el gozo (Alma 41:10; II Nefi 2:25). Nos enseña que un elemento de la fe es reconocer el conocimiento superior de Dios (Mo-síah 4:6-12), y cómo la fe es alimentada y crece en el corazón de los hombres (Alma 26: 22) y cómo puede llegar a ser tan poderosa que nada puede imponerse a ella (III Nefi 7:18; Ether 12:19).

Que los dones espírituales al honmbre cesan solamente a causa de su maldad (Mormon 1:14) y que Dios para ser inmutable debe ser un Dios de milagros (Mormón 9:19). Esto da perfecta luz en la comprensión de los planes del Todopoderoso (II Nefi 27:7-10), y muestra que todos los hombres han sido iguales para El desde el principio de la creación, y, su sacrificio aplicando lo mismo antes que después de su venida, en la carne (Mosíah 3;13). Que el bautismo, necesario ahora, fue siempre necesarlo (II Nefi 31:9; Mosíah 2:22; III Nefi 11:38-39). Que la misión de todos los profetas ha sido testificar de Cristo (Jacob 7:11). Enseña que sólo la pureza. de corazón da acceso a Dios (Jacob 3: 1). Y con indisputable autoridad es dada otra vez, por el propio Señor, la esencia de su evangelio (III Nefi 27:13-16),

Con determinación que lleva en sí un espíritu de combate, el Libro desafía al mundo. Invita la comparación dando una ley por la cual el mismo puede ser juzgado que “no hay nada bueno a menos que venga del Señor” (Moroni 7:13; Ether 4:12) “y que lo que es mato víene del diablo” (Omni 1: 25). “…por lo que os enseño la manera de juzgar; porque todo lo que invita a hacer el bien, y persuade a creer en Cristo, es enviado por el poder y el don de Cristo; por lo tanto, tendréis una perfecto conocimiento, si es de Dios”. (Moroni 7: 16).

No hay otro libro, sin exceptuar la Biblia, que explique tan clara y fervientemente la misión de Cristo (II Nefi 33:10; Ether 8:26; Alma 29; II Nefi 11:4). El Libro desafía al mundo en su sostenimiento de la Biblia. Dice el profeta: “… éstos han sido escritos para que creáis en aquéllos, y, si creyeres en aquéllos, creeréis también en éstos”. (Mormón 7:9). Desafía al mundo para una exposición más clara de la ley moral, y de las bendiciones que vienen por su observancia. (III Nefi 30:2). Desafía a todos los hombres, por el testimonio del espíritu, que lo lean con mentes abiertas y diligentes (III Nefi 26:8; Mormón 8:12; Ether 4:11). Viene al mundo con claridad de cristal y desafía el entendimiento de los hombres.

Habla con un espíritu de autoridad. Por la operación de la ley del Espíritu Santo que él anuncia (II Nefi 33:1) su luz y verdad son llevadas al corazón de hombres y mujeres, y muchos miliares de honestos de corazón han sido maravillados y después convertidos por su poderoso mensaje. La voz de estos antiguos heraldos de la verdad viene a nosotros como del polvo (Isaías 29:4), hablando como con un “espíritu familiar”, y millares lo han escuchado y continua-rán escuchando sus sagrados susurros. Ellos reconocen la voz, porque es la Luz de Verdad, el Espíritu de Aquél que es el autor de nuestra salvación. (W. A. Hyde, Improv. Era: 30:988-992).

8. Manifestaciones Notables.
“Uno no puede leer el Libro de Mormón, desapasionadamente, sin notar que su contenido no es igual a lo proveído por los escritores de libros comunes. En cada página se en-cuentra sabiduría e inspiración, más allá del poder de un joven indocto”. (Juan. A. Widtsoe, El libro de Mormón, pág. 3).

A continuación damos una breve selección de estas “gemas de sabiduría”:

“Adán cayó para que los hombres existieran; y existen los hombres para que tengan gozo”. (II Nefi 2:25).

“Por lo tanto, debéis proseguir adelante con firmeza en Cristo, teniendo una esperanza resplandeciente y un amor perfecto hacia Dios y todos los hombres. Por tanto, si marchareis adelante, festejándoos en la palabra de Cristo, y perseverando hasta el fin, he aquí, que así dice el Padre, tendréis la vida eterna”. (II Nefi. 31:20).

“…aquel que es justo es favorecido de Dios”. (I Nefi 17”: 35).”.

“El Señor nunca da mandamientos a los hijos de los hombres, sin que les prepare la vía antes, por la cual puedan cumplir su mandato”. (I Nefi 3:7).

“Nada hay que sea bueno, que no venga del Señor”. (Moroni 7:13; Ether 4:12).

“Y lo que es malo viene del diablo”. (Omni 1:25).

“¿No es un alma tan preciosa para Dios ahora, como lo será en el tiempo de su venida?” (Alma 39:17).

“Todo es como un día para con Dios, y el tiempo sólo se mide para los hombres”. (Alma 40:8).

“Todas estas cosas han sido hechas en la sabiduría del que todo lo sabe”. (II Nefi 2:24).

“Ser de un ánimo carnal es la muerte; mas el ser de un ánimo espiritual es la vida eterna”. (II Nefi 9:39).

“Porque no siempre el Espíritu del Señor contenderá con el hombre. Y, cuando el Espíritu cesa de empeñarse con el hombre, entonces viene una acelerada destrucción”. (II Nefi 26:11).

“Cuando uno habla por el poder del Espíritu Santo, el poder de! Espíritu Santo lleva lo que dice al corazón de los hijos de los hombres”. (II Nefi 33:1).

“No trataréis de aconsejar a! Señor, sino tomad el consejo de su mano. Porque, he aquí, vosotros mismos sabéis que El amonesta en sabiduría y en justicia, y en gran clemencia en todas sus obras”. (Jacob 4:10). “No obstante, el Señor sabe que es oportuno el castigo a su pueblo; sí, El prueba su paciencia y su fe. Sin embargo, quienquiera que ponga su confianza en El será elevado en el postrer día”. (Mosíah 23:21-22).

“Y mirad que tengáis fe, esperanza y caridad, y entonces siempre abundaréis en buenas obras”. (Alma 7:24).

“Y él (Dios) no habita en templos profanos; ni puede la suciedad, o algo que sea impuro, ser recibido en el reino de Dios; por tanto, os digo que vendrá el tiempo, sí, y esto será en el postrer día, en que el que se halle inmundo se quedará en su inmundicia”. (Alma 7:21).

“Y os digo otra vez, que El no podría salvarle en sus pecados; porque no puede negar su palabra, y El ha dicho que nada inmundo puede heredar el reino del cielo; por tanto, ¿cómo podéis salvaros, excepto que heredéis el reino de los cielos? Por esto no podéis salvaros en vuestros pecados”. (Alma 11:37). “Y veo que os ha sido dado a conocer por el testimonio de su palabra, que El no puede andar por senderos tortuosos; ni se desvía de lo que ha dicho ni hay apariencia de sombra de volverse de la derecha a la izquierda; o de lo que es justo a lo injusto; por tanto, su curso es un círculo eterno”. (Alma 7:20). “Por tanto, quienquiera que se arrepintiere y no endureciere su corazón, tendrá derecho a la miseri-cordia por medio de mi Unigénito Hijo, para la remisión de sus pecados; y los tales entrarán en mi descanso”. (Alma 12:34).

“Porque, he aquí, que el Señor concede a todas las naciones, que de su misma nación y lengua, haya quien les enseñe su palabra; sí, en sabiduría, todo lo que El crea propio que tengan; por lo tanto, vemos que el Señor aconseja en sabiduría de conformidad con lo que es justo y verdadero”. (Alma 29:8).
“Ahora pues, vale más que el hombre sea juzgado de Dios que no del hombre; porque los juicios de Dios son siempre justos; mas no es siempre así con los de los hombres”. (Mosíah 29:12),
“Por tanto, ¡ay de aquél que esté descuidado en Sión! Sí ¡ay de aquél que exclame: Todo está bien!” (II Nefi 28:24-25)

“…y tener siempre en memoria la grandeza de Dios, y vuestra propia nulidad”. (Mosíah 4:11).

“¡Oh recuerda, hijo mío, y aprende sabiduría en tu juventud; sí, aprende en tu juventud a guardar los mandamientos de Dios!” (Alma 37:35).

“…porque el Señor no puede contemplar el pecado con el más mínimo grado de indulgencia”. (Alma 45:16).

“Pero, he aquí, que lo que es de Dios invita e incita a hacer el bien constantemente; por cuyo motivo, todo lo que invita e incita a hacer el bien y a amar a Dios y a servirle, es inspirado de Dios”. (Moreni 7:13).

“…el Señor vendría seguramente para redimir a su pueblo; pero, que no vendría para redimirlos en sus pecados, sino para redimirlos de sus pecados”. (Helaman 5:10).“…no neguéis el poder de Dios; porque El obra por su poder según la fe de los hijos de los hombres, lo mismo hoy que mañana y para siempre”. (Morón i 10: 7).

“…pues que El hace lo que es bueno entre los hijos de los hombres; y nada hace El que no sea claro para los hijos de los hombres; e invítales a todos a que vengan a El, y participen de sus bondades; y nadie le niega de los que a El vengan, negros o blancos, esclavos o libres; varones o hembras; y acuérdase El de los paganos; porque todos son iguales ante Dios, tanto los judíos como los gentiles”. (II Nefi 26:33).
“Porque mi alma se deleita en la claridad; pues que es de esta manera que el Señor Dios obra entre los hijos de los hombres. Porque el Señor Dios da luz a la inteligencia; pues que El habla a los hombres según su idioma para su entendimiento”. (II Nefi 31: 3).

“…porque si oyereis al espíritu que enseña a los hombres a orar, sabrías que debéis orar; porque el espíritu malo no enseña al hombre a orar, sino que no debe orar”. (II Nefi 32:8).

“Pero, he aquí, que el Señor ha dicho: No socorreré a los de mi pueblo en el día de su transgresión, sino que cerraré sus caminos para que no prosperen, y sus actos serán como tropezadero ante ellos”. (Mo-síah 7:29).

“.. .por lo que los culpables hayan la verdad dura, porque los troza por la mitad”. (I Nefi 16:2).
“Por lo tanto no gastéis el dinero en lo que no tiene valor, ni vuestro trabajo en lo que no puede satisfacer”. (II Nefi 9:51).

“…el Señor Dios no trabaja en la obscuridad”. (II Nefi 26:23).

“…pues a quien reciba, le daré más, y a los que digan: Tenemos ya bastante, les será quitado aún lo que tengan”. (II Nefi 28:30).

“.. .cuando, os halléis en el servicio de vuestros semejantes, sólo estáis en el servicio de vuestro Dios”. (Mosíah 2:17).

“También que no fiéis de nadie como vuestro maestro o ministro, a menos que no sea un hombre de Dios, que ande en sus sendas y guarde sus mandamientos”. (Mosíah 23:14).
“Y así podemos claramente discernir que, después que un pueblo ha sido iluminado por el Espíritu de Dios, y ha tenido conocimiento de lo que pertenece a la santidad, y después ha caído en el pecado y la transgresión, es lo más obstinado y así “su condición viene a ser peor que si nunca hubiese conocido tales cosas”. (Alma 24:30).

“Porque es necesario que haya una oposición en todas las cosas. Pues de otro modo… no se realizaría la justicia”. (II Nefi 2:11).

Es completamente improbable que un joven indocto produjera pasajes de tan extraordinaria belleza o importancia sin la ayuda de una fuente mayor que él mismo.

9. Profecías.
Hay muchas profecías en el Libro de Mormón proferidas por los historiadores que fueron custodios de las planchas de las cuales fué traducido el Libro. Unas pocas de ellas son dadas a continuación para mostrar la inspirada naturaleza del mismo.

Tres Testigos: “Tres testigos verán al Libro por el don y poder de Dios. En los escritos del Primer Nefi está hecha la predicción con referencia a tres testigos que testificarán de la verdad del Libro de Mormón… (quienes) lo verán por el poder de Dios, además de aquél al que el libro será entregado y ellos testificarán de la verdad del libro y de las cosas que contenga”. (II Nefi 27:12-13). Una profecía similar se encuentra en Ether 5:3: “…y a tres serán ellas (las planchas neritas) mostradas por el poder de Dios, los que sabrán con certeza que estas cosas son verdaderas”. ¿Estaría en el poder de un impostor causar que un ángel bajara del cielo y se presentara ante estos testigos a la luz del día y exhibiera las planchas nefatas y el Urim y Tumim? ¿Podría él causar que la gloria de Dios más brillante que la luz del sol a mediodía, brillara alrededor de ellos? ¿Podría él causar que la voz de Dios fuera oída, en medio de su gloria, diciendo que la obra era verdadera, la traducción correcta y ordenar a los testigos que dieran sus testimonios de esa verdad a todo el mundo?” (Roberts 3:247-249).

Oposición al Libro de Mormón: “El Señor dijo al Primer Nefi del clamor que se levantaría contra el Libro de Mormón… ‘Y que las palabras de tu posteridad procederán de mi boca a tu posteridad; y porque, mis palabras irán resonando habrá muchos de los gentiles que dirán: ¡Una Biblia! ¡Una Biblia!, tenemos Biblia y no puede haber ninguna otra Biblia’. (II Nefi 29:1-3). Es notorio que este clamor fué levantado y aun hoy es levantado a veces contra el Libro de Mormón. Fué usado no solamente como el mejor, sino como suficiente argumento contra la aceptación del Libro (Véase, Divina Autenticidad del Libro de Mormón, por Orson Pratt). Estrechamente asociada con la noción sectaria de la cesación de la revelación y milagros, está también la idea que las escrituras hebreas contienen todo lo que Dios se ha dignado revelar al hombre”. (Roberts 3:253-255).

Muchos Creerán en el Libro: “ ‘Porque después que aparezca el Libro del que he hablado (es decir, el Libro de Mormón) y se halla escrito para los gentiles, y sellado nuevamente para el Señor, habrá muchos que creerán en las palabras que estén escritas’. (II Nefi 30:3).. Ya sea que esta profecía sea acreditada al Primer Nefi, 500 A. C, o no se le conceda otra autoridad que José Smith, y no mayor antigüedad que 1830, es igualmente profética en su carácter”.

Hay 750.000 miembros vivos (más de 1.000.000 según estadísticas de 1950) además de aquellos que han muerto en la fe, o “que una vez lo aceptaron en su fe y que ‘después por sus transgresiones perdieron el espíritu de la obra y se separaron de la Iglesia; pero, quienes en lá mayoría de los casos, continuaren manteniendo su fe en el Libro de Mormón, y aquellos que fueron traídos a una creencia en el Libro de Mormón, pero que no tuvieron el valor de hacer el sacrificio involucrado en una manifestación pública de su fe,.. Una prueba más es, las muchas lenguas e idiomas en que el Libro de Mormón ha sido traducido”. (Reherís 3:283-284).

Misiones a los Indios: “Y entonces el resto de nuestra posteridad sabrá acerca de nosotros, y ellos se regocijarán” (II Nefi 30:4-6). Los muchos que creen en el Libro de Mormón”, tienen que llevarlo a los restos del pueblo de Lehi, los indios americanos. Y es muy conocido que así lo han hecho. Sólo hacía 6 meses que la Iglesia habia sido organizada cuando envío una misión a los lamanítas”. (Robertos 3:286).

No Habrá Reyes en América: El profeta Jacob, profetizó: “Esta tierra será un país de libertad para los gentiles y en ella no se elevarán reyes entre ellos”. (II Nefi 10:10-14). Esta profecía ha sido cumplida, desde Alaska en el norte hasta el estrecho de Magallanes en el sur del continente, el ‘muevo, mundo” bajo la consagración de Dios está bendecido con libertad, e instituciones republicanas, no monarcaíes.
Podría objetarse que esta profecía ha fallado a causa de dos grandes tentativas de establecer monarquías en el nuevo mundo por gobiernos europeos, uno en Brasil y el otro en México. Don Pedro fué hecho rey del Brasil al independizarse éste de Portugal en 1822; después de un gobierno tiránico el pueblo se sublevó contra él y lo expulsó en 1831. Su hijo, un niño de 6 años, fué proclamado emperador y el país gobernado por regentes hasta 1841. Don Pedro II fué un buen emperador; en 1889, él se sometió a los deseos del pueblo y abdicó su trono a favor de un gobierno republicano. En 1862. Francia, Gran Bretaña y España, en conjunto, enviaron una expedición militar a México y forzaron el pago de ciertos reclamos.

Cuando su objeto fué logrado, Gran Bretaña y España se retiraron. Napoleón III, emperador de Francia, consideró la oportunidad favorable para el establecimiento de un imperio latino en el mundo occidental. Invitó al archiduque Maximiliano, para que aceptara la corona, prometiéndole mantenerlo con un ejército de 25.000 soldados franceses. Los Estados Unidos forzaron al emperador francés a retirar las tropas, resultando de ello la captura y fusilamiento de Maximiliano, el 19 de junio de 1867.

“Los antedichos intentos de fundar monarquías en Brasil y México en el nuevo mundo, no pueden ser considerados como pruebas del fracaso de la profecía del Libro de Mormón. Las monarquías existieron por poco tiempo, y fueron tan precarias mientras duraron, y terminaron tan desastrosamente para aquellos que hicieron la tentativa de establecerlas que dan fuerza a la profecía en vez de probar su fracaso. No se dice en el Libro de Mormón que no habría intentos de establecer reinados, sino que tales intentos terminarían desastrosamente para los que lo hicieran; y no se establecerían reyes, es decir, permanentemente establecidos en el nuevo mundo” (Roberts 3:276-280).

América una Tierra de Libertad: ‘Porque, he aquí, que éste es un país escogido; y cualquier pueblo que lo posea, se verá libre de la esclavitud, y de la cautividad, y también de cuantas naciones haya debajo del cielo, siempre que el pueblo sirva únicamente al Dios del país, que es Jesucristo’. (Ether 2:12). La virtuosa, herencia de la ocupación de la tierra de Amé-rica, es perfecta libertad. Los exploradores de América vinieron como conquistadores y no como colonizadores o buscadores de un lugar para edificar su hogar. El deseo del oro y el amor de conquista nunca edificaron un hogar, sino mas bien que los destruyeron por millares. Los Padres Peregrinos, los Hugonotes y los Puritanos, fueron esencialmente constructores de hogares. Vinieron a América a vivir, no a explotar y destruir… El hogar es el más grande paladín de la libertad… La declaración de independencia de los Estados Unidos dice: ‘Nos… solemnemente publicamos y declaramos que estas colonias unidas son, y por derecho deben ser estados libres e independientes. .. y para sustentar esta declaración, con una firme confianza en la providencia divina, nosotros, empeñamos mutuamente nuestras vidas, fortunas, y nuestro sagrado honor’.” (N. L. Morris, Profecías de José Smith, Págs. 226-230).

El Recogimiento de los Judíos, El Libro de Mormón dice que los judíos serán restaurados y recogidos en Jerusalem,

El “Time” del 4 de abril de 1932, dice: “¿Qué ha sido llevado a cabo en una década en Palestina? El mundo judío ha enviado allí 220.000.000 de dólares desde 1921. De esta cantidad los Estados Unidos dieron 100 millones de dólares. Eretz Israel (tierra de Israel) tiene ahora la Corporación Eléctrica Palestina, de 11 millones de dólares, fundada por el ingeniero Pinnas Rutenberg cuyas plantas en Tel-Aviv, Haifa, Tiberias y en el valle del Jordán, suplen a toda Palestina (excepto Jerusalem) con fuerza.
La estación experimental de agricultura del Reren Hayesod (colonización e inmigración) enseña el trabajo científico en las granjas y tiene campos experimentales. La limpia y blanca ciudad, toda judía, de Tel-Aviv (Cerro de la Primavera) ha más que doblado su población (46 mil). Para el negocio inmobiliario existe el Banco General Hipotecario de Palestina, el primero copiado de instituciones europeas. En Palestina, hay ahora hoteles nuevos y lugares para turistas.

La población judía de Palestina ha crecido de 60.000 a 175.000. Hay 328 escuelas judías, 135 establecimientos agrícolas de los cuales 70 están bajo la supervisión de la Agencia Judía. La Kadassah (organización sionista femenina) atiende 50 hospitales, clínicas y dispensarios que existen tanto para los árabes y cristianos como para los judíos. Palestina tiene su propia universidad judía fundada en 1925. La población judía de Palestina gobierna sus propios asuntos. Pero es una minoría (16.9%) sin poder político, salva el poder consultivo conferido a la Agencia Judía por el mandato dado a Gran Bretaña hace diez años”. (1)

(1) Ilustración gráfica del cumplimiento literal de esta profecía tenemos en las cifras aparecidas en un artículo reciente, publicado por la Oficina de Prensa de la Legación de Israel en Buenos Aires, del cual citamos:

“El 15 de mayo de 1948, al ser proclamado el Estado, vivían en
Israel S50.00C judío. Actualrnente su número ha pasdo el millón. Este significa que, en dos años, la población judía ha aumentado en más de 50%, Para tener una, idea de lo que eso significa, habría que pensar que en la Argentina equivaldría a que entraran en dos años 800.000 de habitantes….

“El gobierno israeli tiere en ejecución grandes planes para el desarrollo del país, basados en la inmigración, según los cuales Israel contará en el término de cinco años con dos millones y medio de habitantes, de los cuales 1.000.000 vivirá en Jerusslén, Tel Aviv, Jaffa y Haifa, 1.000.000 en ciudades pequeñas de la Galilea y el Neguev, y medio millón en los campos y colonias, dedicados a los trabajos de !a agricultura”. (Israel, Síeta del Éxodo Judío, en la publicación, “Israel, Una Nación en Marcha”). – (Nota del editor).

Esta entrada fue publicada en Sin categoría y etiquetada , . Guarda el enlace permanente.

1 Response to Siete afirmaciones y evidencias del Libro de Mormón

  1. Avatar de Pedro Alvarez Pedro Alvarez dice:

    Hola soy de Venezuela y ahora vivo en EEUU en una oportunidad fui a un museo en barquisimeto una ciudad de nuestro país la guía me encontré con un tour de vitrinas en ellas habían armas de las diferentes épocas de las civilizaciones que habían precedido a nuestro pueblo en esos días acababa de leer el libro de Mormón casi x completo y la similitud de la historia relatada por la guía turística al hablar de cada tipo de armas con las que se describían en el libro eran idénticas eso entre otras cosas de ese museo que daban evidencia exacta de la veracidad de las historias del libro y sus civilizaciones a parte de la sensación de testimonio que me hizo sentir el Espíritu……..

    Le gusta a 1 persona

Deja un comentario