El Glorioso propósito de la Mujer

por el élder Harold B. Lee
del Consejo de los Doce
(Discurso pronunciado en la Reunión de Oficiales de la Sociedad de Socorro en la
Conferencia General Anual, el 27 de septiembre de 1967)
Gracias, presidente Smith, por el excelente mensaje que hemos podido escuchar. Siempre me complace estar en compañía del presidente Smith. A menudo, tengo ocasión de leer en las Doctrinas y Convenios, donde el Señor le dijo a Hyrum Smith que su nombre sería siempre recordado honorablemente a través de todas las generaciones del tiempo a causa de su devoción y lealtad a la obra de Dios. Cuando pienso que el hijo de Hyrum Smith fue Presidente de la Iglesia y que su nieto es ahora Presidente de los Doce, veo el comienzo del cumplimiento de esta profecía a la posteridad de Hyrum Smith. Presidente Smith, le honramos por lo que usted es y por lo que representa en el gran consejo del Sacerdocio en el presente.
Ahora, sí el espíritu está pronto y puedo continuar, aunque lamentablemente no he oído el tema de la reunión, excepto las palabras del presidente Smith, pero las recomiendo a todas vosotras con un completo entendimiento porque su mensaje de obediencia debe resonar a verdad en vuestros corazones.
Las hermanas me han pedido que hable sobre el tema, “El lugar de la mujer en la enseñanza del Evangelio en el hogar”. Os digo esto para que sepáis de lo que se supone que debo hablar y veáis si lo logro.
Al Dr. David Sarnoff, que es llamado el padre de la televisión y la radio, se le adjudica el haber dicho lo siguiente:
La gente más feliz que he conocido no han sido las personas de grandes logros mundanos, o riquezas, sino la gente simple que tiene un matrimonio feliz, disfruta de buena salud y una agradable vida familiar. (Wisdom Magazine, ejemplar No. 22)
ENSEÑAD A LOS NIÑOS
En una epístola dirigida a la Iglesia, el presidente Brigham Young y sus consejeros, John W. Young y Daniel H. Wells, seis semanas antes de su muerte, en 1877, dijo algunas cosas muy importantes.
Entre los muchos deberes que recaen sobre vosotros no hay ninguno que deba recibir una atención más cuidadosa y constante que la educación de nuestros niños. Ellos son numerosos, y si les enseñamos adecuadamente serán una bendición para los habitantes de la tierra. Los padres debéis hacer tiempo, -si no cada día, por lo menos tan a menudo como podáis, y no dejar que pasen muchos días—para juntar a vuestras familias y preguntarles acerca de sus amistades, palabras, actos, etc., y enseñarles los principios del evangelio. Debéis enviarlos regularmente a las escuelas dominicales y brindarles todas lita facilidades posibles para que obtengan una educación sólida, y especialmente de los principios del Evangelio y la historia de la Iglesia. Los maestros a quienes confiamos la educación de nuestros hijos deben ser fieles Santos de los Últimos Días, instruidos en la doctrina y completamente imbuidos con el amor a Sión. De esta manera podremos formar una generación de hombres y mujeres que amarán y mantendrán la verdad y rectitud en la tierra.
El presidente Joseph F. Smith, después de decir los requisitos que el Señor exige con respecto a la educación de los niños, tal como se encuentran en la Sección 68 de Doctrinas y Convenios, dijo:
Y si los padres fallan en hacerlo y los hijos se pierden y apartan de la verdad, entonces el Señor ha dicho que el pecado recaerá sobre la cabeza de los padres. La pérdida de los hijos será adjudicada a los padres y ellos serán responsables por su apostasía y oscuridad. Luego de reflexionar sobre esto, he llegado a la conclusión. . .de que no creo que me sería posible ser admitido en la exaltación y la gloria de Dios, si he descuidado mi deber para con mis hijos, y por ello se han transformado en hijos de las tinieblas. . .Mis hijos no deben, y no lo harán, volverse contra estas cosas con mi consentimiento. Yo razonaré con ellos, me esforzaré con todo el poder que tengo para que sean tan genuinos y fieles con este evangelio como me sea posible, porque sin todos ellos en el Reino de Dios sentiría que mi familia no es perfecta. (Conference Report, abril de 1898)
El Señor, al expresar su descontento con Elí, recordaréis la historia cuando el niño Samuel oyó que le llamaban tres veces y Elí le dijo que escuchara. Él dijo, criticando a Elí y en armonía con lo que el presidente Smith ha dicho:
. . .He aquí que voy a hacer una cosa en Israel, tal que a cualquiera que la oyere le retiñirán entrambos oídos.
Porque yo le he dicho que castigaré a su casa perpetuamente, con motivo de la iniquidad de que él tenía conocimiento. . . .
Ahora veamos lo que él dice que era la iniquidad,
. . .cuando sus hijos iban atrayendo sobre sí maldición, y él no los refrenó. (1 Samuel 3:11, 13)
Estas son las cosas que causaron la caída de Elí…
El papel de las madres
Ahora bien, la importancia de enseñar el evangelio en el hogar fue expresada en esta revelación en la primera Sección de Doctrinas y Convenios y también cuatro importantes propósitos de la restauración del evangelio, que se refieren en particular al hogar, fueron expresados así:
- “Para que también se aumente la fe en la tierra;. . . Para que si errasen, fuese manifestado;” (Doc. y Con. 1:21-25)
- “Y si buscasen sabiduría, se les instruyera;” (Doc. y Con. 1:26)
- “Y si pecasen, se les castigará para que se arrepintieran;” (Doc. y Con. 1:27)
- “Y siendo humildes, fuesen hechos fuertes y bendecidos de lo alto, recibiendo conocimiento de cuando en cuando.” (Doc. y Con. 1:28)
Entonces el rol de las madres en esta vital enseñanza del evangelio en el hogar es muy claro. Mencionaré cuatro o cinco cosas que pienso son las principales responsabilidades de una madre.
Lo primero que diría a las madres es, no renuncies a educar a un niña que esté en ese insufrible estado de egotismo que se puede apreciar en muchos jovencitos. Yo os suplico por esos niños y niñas. No los abandonéis tampoco en ese imposible estado de independencia y desprecio de las disciplinas familiares. No los abandonéis cuando muestren síntomas de una apariencia chocante o de irresponsabilidad, los que creen que todo lo saben, y se sienten auto-suficientes y no quieren consejos que le parecen sólo una prédica pasada de moda de alguien que no entiende a la juventud. Saber no es suficiente—debemos aplicarlo. Desear no es suficiente,— debemos realizar.
Nada es más terrible que la ignorancia en acción. Los tontos y los sabios son igualmente inofensivos. Son el tonto a medias y el sabio a medias quienes resultan peligrosos. (Goethe)
Se le atribuye a un profesor universitario lo siguiente:
¿No es maravilloso que el Señor haya hecho a la gente joven tan hermosa y de linda apariencia?. De otro modo, ¿qué cosa podrían mostrar junto con sus tonterías?
Una fatigada madre fue llamada por una amiga que le preguntó, “¿Qué piensas de todos estos disturbios que están ocurriendo en las ciudades de todo el país?”.
Y esta madre contestó, “Estoy tan ocupada arreglando los pequeños disturbios que hay en mi casa que no tengo tiempo para ocuparme de los otros”.
Tengo un nieto misionero en la Misión Británica del Norte. No había estado allí por mucho tiempo, cuando escribió una carta muy interesante diciendo que los consejos de sus padres se le estaban haciendo ahora presentes con gran fuerza. Es como un libro en un estante, que ha estado allí por diecinueve años y de pronto él lo toma y empieza a leerlo por primera vez. Así son vuestro hijo y vuestra hija. Quizá vosotras penséis que no están escuchando, y quizá ellos mismos lo piensen, pero llegará el día en que el libro será tomado y leído otra vez, cuando más lo necesiten.
FUERZAS OPUESTAS
Hay fuerzas que empiezan a gravitar después que los padres han hecho todo lo posible para enseñar a sus hijos. Tales fuerzas, son las que influyeron sobre el joven Alma, quien, con los hijos de Mosíah, se habían abocado a la tarea de destruir la obra de sus padres. Recordad que el ángel que fue enviado para golpearlo y herirlo, entre los ojos supongo, mientras él yacía en tierra como muerto durante tres días y noches, le dijo:
“He aquí, el Señor ha oído las oraciones de su pueblo, y también la oración de su siervo Alma, tu padre; porque él ha rogado con gran fe en cuanto a ti, para que seas traído al conocimiento de la verdad; por tanto, con este fin he venido a convencerte del poder y la autoridad de Dios, para que las oraciones de sus siervos sean correspondidas según su fe. (Mosías 27:14)
Lo mismo sucedió con Nefi, a quien sus rebeldes hermanos querían destruir, cuando el ángel dijo;
Estáis prontos a cometer la iniquidad, y lentos en recordar al Señor vuestro Dios. Habéis visto a un ángel que os ha hablado; sí habéis oído su voz de cuando en cuando; y os ha hablado con una voz dulce y delicada, pero habíais perdido todo sentimiento, de modo que no pudisteis percibir sus palabras; por tanto, tuvo que hablaros como con voz de trueno que hizo temblar la tierra como si fuera a partirse. (1 Nefi 17:45)
Y Nefi después que el ángel hubo dicho esto, continuó:
. . .En el nombre del Dios Todopoderoso, os mando que no me toquéis, porque estoy lleno del poder de Dios, aun hasta la consunción de mi carne; y cualquiera que ponga sus manos sobre mí se secará como una caña seca; y será como nada ante la potencia de Dios, porque Dios lo herirá. (1 Nefi 17:48)
Recuerdo ahora un dramático momento durante el sermón de un funeral, cuando un hijo rebelde, de la madre en cuyo honor nos reuníamos en aquel servicio, preguntó si podía hablar. Y allí, con gran detalle, con más valentía de la que yo habría tenido para hablar de su vida puesto que yo la conocía, contó cómo, cuándo muchacho, había desechado los consejos de sus humildes padres que eran elemanes, y cómo ahora que los dos se habían marchado, estaba empezando a leer el Libro que había estado olvidando todos esos años, y dio testimonio de la influencia que su padre y madre habían tenido sobre él, aun en los momentos en que transgredía casi toda la ley de ese Libro.
COLOCAD AL PADRE A LA CABEZA DE LA FAMILIA
El segundo papel de la mujer diría yo es la responsabilidad que tiene la madre en colocar al padre como cabeza de la casa. Esta es una afirmación que hizo un famoso juez, diciendo que es allí donde están las raíces de muchos de los problemas del hogar del delincuente. ¿Cómo puede hacerlo una madre? Alguien dijo que un pequeñito pronto se sobrepone a la necesidad de afecto, pero el padre nunca lo consigue. Esta es una de las maneras de ponerlo en esa posición; aún cuando no lo merezca. Cuando lo merece, besadlo y si se enoja, ignoradlo. Dadle el tratamiento del silencio; pero no permitáis nunca que sienta que no lo entendéis. Poned al padre a la cabeza de la casa.
El presidente Brigham Young dijo:
Sé que vosotras, buenas mujeres, os sentís fastidiadas y provocadas y perdéis la paciencia muchas veces, a causa de vuestros maridos. No siempre son tan considerados como deberían, pero si os proveen con lo necesario y son bondadosos y os tratan bien, permaneced con ellos. Creo que ha sido enseñado por alguien que así como son nuestros cuerpos cuando morimos, así serán cuando nos levantemos en la resurrección, con todos los impedimentos e imperfecciones que tenían; y que si una esposa no amaba a su marido en este estado, tampoco lo podrá amar en el venidero. Esto no es cierto; aquellos que se hagan merecedores de la primera o celestial resurrección serán puros y perfectos, perfectos en el cuerpo. Cada hombre o mujer que alcance este indescriptible logro será tan hermoso como los ángeles que rodean el trono de Dios. (Journal of Discourses, Vol. 10, pág. 24)
Ahora, mis hermanas, pulid a vuestros esposos tanto como podáis mientras los tenéis aquí, y confiad en que el Señor continúe el proceso más allá del velo.
AYUDAD A VUESTROS ESPOSOS A HONRAR SU SACERDOCIO
Otro papel de la madre es el de ayudar a que su esposo honre su sacerdocio. Esta es una cita parcial de lo que el profeta José Smith habló a la primitiva Sociedad de Socorro. Vuestros esposos tienen la llave de la verdadera puerta que conduce al hogar celestial en las eternidades, para vosotros y vuestros hijos, y a menos que honréis y magnifiquéis el Sacerdocio, vosotras y vuestras familias sufrirán por siempre, aún al punto de verse privados de un hogar celestial con vuestra familia y sin él. Tened las oraciones familiares, aún cuando seáis vosotras las que tengáis que tomar la iniciativa; ved que vuestro esposo tome la iniciativa en eso, si podéis; cuidad de que asista a la reunión del Sacerdocio, que responda al llamamiento de ser un maestro visitante, y haced todo lo posible, con amor y paciencia, para ayudarlo a que pueda cumplir, todo esto, para que un día, vosotras, junto con vuestros niños y él, podáis ir al templo.
TENED EN CUENTA LA AYUDA DEL SACERDOCIO
A continuación, diría yo, recordad la ayuda del sacerdocio para resolver lo que a veces os parecerán problemas insolubles. Hay una tendencia a dejar de lado al obispo—la mayoría dice que está demasiado cerca de nosotros o que es demasiado joven e inexperto, y temen que no sepa guardar en secreto la confidencia —pero todo esto en general no es más que un pretexto. Recibí una llamada desde Meridian, Idaho, creo que no debía haberlo mencionado, pero ahora ya está; temprano en la mañana y la operadora preguntó si aceptaría pagarla. Siempre sospecho un poco de esta clase de llamadas, porque no siempre tendría el dinero para pagarlas si esto se hiciese a menudo, pero la operadora dijo “Ella dice que pertenece a su Iglesia y que necesita ayuda.” Y yo le contesté “Dígale a esa persona que mire hacia la acera de enfrente y su obispo puede estar allí, o el presidente de su estaca, porque ésa es una estaca totalmente organizada, y no hay nada que pueda yo hacer desde esta distancia que no pudieran hacer los oficiales y directores que están allí a su lado.”
El obispo tiene a su mando todas las fuerzas del Sacerdocio, tanto como las organizaciones auxiliares, para poner en movimiento, y si intentamos actuar, tendremos que ponernos en contacto con él a través del presidente de la estaca. Por eso estamos perdiendo nuestro tiempo al venir a exponer nuestros problemas a las Autoridades Generales, saltando por encima del obispo y el presidente de la estaca.
Recibí una carta de una dulce joven a quien casé hace unos años, que empezaba hablando de todos los problemas que tenía, y yo pensé, he aquí un casamiento en el templo que fracasó.
“Inmediatamente comenzamos a tener problemas. Tratamos entonces y hemos tratado siempre de saber por qué. No hay una cosa en particular que precipite nuestras dificultades. Somos activos en la Iglesia y asistimos a nuestras reuniones, oramos, pagamos nuestros diezmos, vamos al templo regularmente. Nos amamos uno al otro y teníamos grandes esperanzas con nuestro matrimonio. Luego estábamos esperando un hijo, y a pesar de nuestra gran felicidad con esto, las cosas parecían empeorar hasta parecer imposibles de solucionar. Casi un año después que empezamos, supimos que no podríamos continuar mucho más bajo tales condiciones, y pedí al obispo, que también era amigo nuestro, para hablar con él. Los tres hablamos un poco. Sabe, no recuerdo nada en particular de lo que hablamos, excepto la dudosa ayuda que nos dio diciendo que él y su esposa también tuvieron dificultades después de su matrimonio. El punto era, “nosotros resolvimos nuestros problemas, ¿por qué no pueden ustedes?” Pero cuando salimos de la oficina del obispo sabíamos que de alguna manera estábamos más cerca de la solución. Habíamos tocado fondo en nuestro camino hacia arriba. No puedo explicar por qué o qué pasó, pero desde entonces hemos marchado en nuestro camino hacia arriba.”
Porque siguieron la ruta del obispo.
NOCHES DE HOGAR PARA LA FAMILIA
Pregunté a una madre si estaba teniendo su Noche de Hogar, con la familia y ella al contestar mi carta dijo:
Estuve seriamente enferma. Espero que esto no parezca vanidoso, pero por primera vez me di cuenta de cuán importante soy para mis hijos. Mientras yacía incapaz de atender ninguna de sus necesidades, y sabiendo que—excepto por la intervención de nuestro Padre Celestial—mi influencia en esta vida sobre ellos había llegado a su fin, cuán deseables y preciosas parecían las horas en las semanas, meses y años del futuro. Pensé en muchas cosas entonces concernientes a cómo usar aquel tiempo, si me permitieran vivirlo. Una de ellas era el de leerles todas las noches y hablarles a los niños. Me quedé un poco corta en mis cálculos, pero normalmente tenemos una hora juntos cinco noches a la semana. Además de las otras cosas que les puedan interesar, les he leído en general del Libro de Mormón para los niños. Esto fue mi idea al principio, pero no por mucho tiempo. Sé que tiene mucho significado para ellos, cuando mi hijo de ocho años da gracias en sus oraciones por los profetas que guardaron los registros o cuando el de cinco años agradece porque Nefi pudo salir con vida al desierto junto con los fieles cuando Lamán y Lemuel quisieron matarlo.
Nuestra experiencia ha sido que cada vez que hemos tenido oportunidad de ayudar a nuestros niños a agrandar su amor y conocimiento del evangelio y del Padre que los creó, nuestro amor del uno hacia el otro también aumenta, y también nuestra solidaridad familiar se ve tocada en la manera más significativa. Por esta razón, la Noche de Hogar es de suprema importancia para nosotros.
Ahora, madres de toda la Iglesia, estamos preparando las mejores lecciones que jamás se han preparado para familias, para que sean enseñadas por los padres en cada hogar. Hemos impreso 650.000 manuales para ser llevados a todos los hogares de la Iglesia. Vosotras estáis perdiendo una gran oportunidad en vuestros hogares si el Manual de la Noche de Hogar para la familia no es estudiado.
MADRES, PERMANECED EN VUESTROS HOGARES
Finalmente, la última cosa que me gustaría mencionar, es dejad que la madre de vuestro hogar “permanezca en el hogar”. Hay un gran peligro hoy de hogares que se deshacen a causa de los cebos que seducen a las madres para que descuiden el estar en el hogar cuando la familia está llegando o saliendo de él. También me doy cuenta de la necesidad que tienen algunas madres de’ganar el sustento de su familia. Lo conozco, pero aún en este caso deben la Sociedad de Socorro y los obispos tratar de proporcionar ayuda en la medida posible, para que una madre no tenga que dejar a sus hijos pequeños sin cuidado, en lo posible, planeando la naturaleza del trabajo o el horario del mismo. Todo esto queda dentro de las posibilidades de la Sociedad de Socorro cuando trabaja con los hogares.
HOGAR – UN TECHO SOBRE UNA MUJER BUENA
Bueno, ahora unas simples sugerencias sobre el papel de la madre en el hogar. Si tuviera que definir el hogar como yo pienso verdaderamente que es, diría que es un techo sobre una buena mujer. Dios adjudicó a las madres de esta Iglesia la poderosa influencia de gobernar plenamente, para decir como los antiguos patriotas, como vosotras recordaréis: “Yo soy sólo una, pero soy una. No puedo hacer todo, pero puedo hacer algo, y lo que puedo hacer, por la gracia de Dios haré”. Y alguien lo dijo en otras palabras, “Dad lo que tenéis para dar, madres. Será mucho mejor que lo que pensáis que es en el presente”.
Que el Señor os ayude para que podáis hacer todo esto y cumplir la gran oportunidad como madres de hombres, en ser las creadoras de una atmósfera en el hogar, que fortalezca a vuestros hijos e hijas aún cuando estén fuera de vuestra influencia. Que podáis construir sobre estos firmes cimientos y enseñar a las madres que están bajo vuestra influencia para que puedan hacer lo mismo, ruego humildemente, en el hombre de Jesucristo. Amén.
























