Con Sanidad en Sus Alas
Camille Fronk Olson y Thomas A. Wayment, Editores
En ocasiones, los profetas han comparado diversos aspectos del ministerio del Salvador con una gallina que reúne a sus polluelos, enseñando que Él tiene sanidad en sus alas. El Salvador también utilizó esa metáfora para describir su propio poder para ofrecer refugio a sus seguidores. Al compararse con una gallina, el Salvador testifica que nos cubrirá simbólicamente con sus alas para salvarnos, si nosotros, como los polluelos, acudimos a Él.
Este volumen trata sobre el Salvador, su vida, su misión, la Expiación y su influencia sanadora en nuestras vidas hoy en día. Entre los autores que contribuyen a esta obra se encuentran el élder Gary J. Coleman, el élder John M. Madsen, Brad Wilcox, Brent L. Top, Andy C. Skinner y Gaye Strathearn.
Tabla de Contenidos
- Prólogo
- Resurrección: “Un Asunto de Maravilla Suprema”
Gary J. Coleman - Pascua, el Día del Señor
John M. Madsen - La Crucifixión de Cristo: Reclamación de la Cruz
Gaye Strathearn - El Ministerio del Salvador en el Mundo de los Espíritus
Andrew C. Skinner - Un Equilibrio Perfecto entre Justicia y Misericordia
Brent L. Top - “Que Cristo Te Levante”
- Brad Wilcox
Prólogo
Cuando se avecina un peligro potencial, una gallina instintivamente levanta sus alas para proteger a sus polluelos y ofrecerles refugio inmediato. Al bajar esas alas generosas para envolver a sus pequeños, enfrenta con valentía la fuente del peligro. En esa postura defensiva, crea un refugio que potencialmente pone en riesgo su propia vida. Curiosamente, en ocasiones los profetas han comparado diversos aspectos del ministerio del Salvador con la gallina, enseñando que Él tiene sanidad en sus alas. El Salvador también utilizó esa metáfora para describir su propio poder de ofrecer refugio a sus seguidores. Al compararse con una gallina, el Salvador testifica que nos cubrirá simbólicamente con sus alas para salvarnos si nosotros, como los polluelos, acudimos a Él.
Sin embargo, sus alas hacen más que proteger. Él nos ha reunido en el pasado y continuará reuniéndonos en el presente y en el futuro “como la gallina junta a sus polluelos debajo de sus alas, si [nosotros] nos arrepentimos y volvemos a [Él] con pleno propósito de corazón” (3 Nefi 10:6; véanse también los vv. 4–5). Todos los hijos de Dios están invitados a ser reunidos, “o a venir al conocimiento de… su Redentor” (1 Nefi 10:14; véase también 15:14–15), donde recibirán los convenios salvadores y las ordenanzas del evangelio. En ningún otro momento se manifiesta con mayor claridad el alcance expansivo de su poder misericordioso que en los acontecimientos relacionados con su Pasión y su victoria sobre la tumba—acontecimientos que forman el fundamento de nuestra celebración de la Pascua. Después de que Jesús fue crucificado por los pecados del mundo y yació en una tumba durante tres días, resucitó “con sanidad en sus alas” (2 Nefi 25:13; véase también Malaquías 4:2; 3 Nefi 25:2).
Gracias a su infinita expiación, la capacidad del Salvador para sanar es igualmente constante y de largo alcance. En las Escrituras, su sanidad se asocia metafóricamente con alas. Este lenguaje poético, utilizado por los antiguos, denota “el poder de la Expiación para vencer el pecado y la muerte, y ‘para consolar a todos los que lloran’ (Isaías 61:2) y ‘enjugar toda lágrima de todos los rostros’ (Isaías 25:8; Apocalipsis 21:4).” El profeta José Smith recibió la revelación de que las alas en las creaciones de Dios, en la Revelación de Juan, son una “representación del poder, para moverse, para actuar, etc.” (D. y C. 77:4; véase también Apocalipsis 4:6–11). Jesucristo resucitó con poder para sanar toda clase de dolores, tentaciones y aflicciones, con sus alas sanadoras figurativas actuando mediante el poder de la Expiación. El presidente Howard W. Hunter enseñó: “Todo aquello sobre lo que Jesús pone sus manos, vive. Si Jesús pone sus manos sobre un matrimonio, vive. Si se le permite poner sus manos sobre la familia, vive.” No hay límites para su capacidad de socorrer ni restricciones en cuanto a quién puede sanar. Al rodearnos con sus alas todopoderosas, nos concede poder, confianza y sabiduría para invitar a otros a venir y renovar la esperanza en un mejor día.
Charles Wesley escribió estas conmovedoras palabras, incluidas en uno de nuestros himnos, para alabar a Jesús como el “amante de mi alma”:
Otro refugio no tengo;
Mi alma indefensa de ti depende.
No me dejes solo, oh no me dejes;
Sosténme y consuélame aún.
En ti está toda mi confianza;
De ti proviene toda mi ayuda.
Cubre mi cabeza indefensa
Con la sombra de tu ala.
Cada día del año, pero de manera especial durante la época de Pascua, reverenciamos el supremo sacrificio que nuestro Dios ofreció por nosotros y nos regocijamos en su magnánima sanación, que solo Él puede brindar. Los ensayos publicados en este volumen fueron presentados en las conferencias anuales de Pascua de la Universidad Brigham Young en los años 2012 y 2013. Que las perspectivas de los ponentes, tanto académicas como personales, iluminen tu testimonio de Jesucristo y contribuyan a tu celebración de la temporada de Pascua. Sobre todo, esperamos que esta colección te motive a reconocer y expresar gratitud por su poder sanador en tu propia vida.

























