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El Libro de Moisés
¿Qué es el libro de Moisés? La respuesta más directa que puedo dar a esa pregunta es que el libro de Moisés consiste en los primeros ocho capítulos del Génesis de la Traducción de José Smith de la Biblia (TJS). Dado que el libro de Moisés ha sido publicado por separado en la Perla de Gran Precio, y puesto que la Iglesia no publica la TJS como un volumen completo e independiente, la conexión histórica entre el libro de Moisés y la traducción de la Biblia ha pasado desapercibida para muchos Santos de los Últimos Días. Sin embargo, el manuscrito original de la traducción del Profeta no deja duda de que el libro de Moisés es un extracto de la TJS.
No obstante, la historia completa del libro de Moisés es bastante compleja, y no basta con decir simplemente que el libro de Moisés forma parte de la TJS. Queremos saber muchas otras cosas sobre él, tales como las siguientes:
- ¿Cómo, cuándo, dónde, por qué y por quién se realizó esta parte de la traducción?
- ¿Por qué medios llegó el material desde el manuscrito original escrito a mano hasta la Perla de Gran Precio impresa?
- ¿Qué valor histórico específico tienen los manuscritos originales de la TJS para el libro de Moisés?
- ¿Qué valor histórico y doctrinal tiene el material conocido como el libro de Moisés?
Cómo se obtuvo el libro de Moisés
El material que constituye nuestro actual libro de Moisés fue revelado al profeta José Smith como parte de su traducción de la Biblia. Originalmente, este material consistía en tres revelaciones separadas. La primera, fechada en junio de 1830 en el manuscrito original, se titula: “Revelación dada a José el Vidente” y actualmente se publica como Moisés 1. Esta revelación, aparentemente registrada por Oliver Cowdery en Harmony, Pensilvania, debió haberse dado justo antes o al comienzo de la traducción de la Biblia.
La segunda revelación se titula: “Revelación dada a los élderes de la Iglesia de Cristo sobre el primer libro de Moisés, capítulo primero”. Esta también forma parte del manuscrito de la TJS, aparece con la caligrafía de Oliver Cowdery y abarca el material que se encuentra en Moisés 2, 3 y 4. No se da una fecha en esta parte del manuscrito, pero otras evidencias muestran que fue recibida y registrada en Harmony, Pensilvania, entre junio y octubre de 1830.
La tercera porción, también recibida en el proceso de realizar la nueva traducción de la Biblia, se titula: “Revelación concerniente a Adán después de haber sido expulsado del Jardín del Edén”. El contenido de esta revelación abarca en realidad mucho más de lo que sugiere el título, ya que no solo trata sobre Adán, sino que también relata la historia bíblica desde Adán hasta Noé, con una sección especialmente extensa sobre Enoc. Este material puede encontrarse en Moisés 5:1 hasta 8:12.
En este punto del manuscrito de la TJS se proporcionan varias fechas, y es evidente que participaron varios escribas. El material que comprende lo que ahora llamamos Moisés 4:1 a 5:42 fue registrado por Oliver Cowdery entre junio y el 21 de octubre de 1830, en Fayette, Nueva York; y aproximadamente en esa fecha, Oliver Cowdery partió de Nueva York en una misión a Ohio y Misuri (véase DyC 32), por lo tanto, en este punto del manuscrito de la TJS, la caligrafía cambia de la de Oliver Cowdery a la de John Whitmer. Este último registró algunos versículos el 21 de octubre de 1830 (lo que ahora conocemos como Moisés 5:43 a 5:51) y algo más de material el 30 de noviembre de 1830 (lo que ahora es Moisés 5:52 a 6:18). John Whitmer continuó escribiendo, y el 1 de diciembre de 1830 registró lo que ahora es Moisés 6:19 a 7:2. Todo esto tuvo lugar en Fayette, Nueva York. Luego, John Whitmer, habiendo sido llamado anteriormente, dejó Nueva York en una misión al área de Kirtland, Ohio.
En este punto, Sidney Rigdon entró en escena. Se había unido a la Iglesia en Ohio unas semanas antes (el 14 o 15 de noviembre de 1830) y había llegado a Fayette alrededor del 10 de diciembre de 1830. Poco después de su llegada, fue designado por revelación para ser escriba del profeta José (véase DyC 35:19–20), y comenzó a registrar lo que se revelaba mientras el Profeta traducía la Biblia. En algún momento después de la llegada de Sidney Rigdon (y antes del 30 de diciembre), el profeta José recibió, como parte de la traducción bíblica, una revelación extensa sobre Enoc. El manuscrito muestra que esta revelación fue registrada originalmente con la letra de Sidney Rigdon. Es el material que hoy se publica como Moisés 7, y fue el primer contacto que Sidney Rigdon tuvo con la traducción de la Biblia de José Smith.
Más adelante, durante el mismo mes de diciembre (probablemente el 30 de diciembre), poco después de recibida la revelación sobre Enoc, el Señor instruyó a José Smith que cesara la traducción de la Biblia hasta que se trasladara a Ohio (véase DyC 37). El traslado de Fayette, Nueva York, a Kirtland, Ohio, no se efectuó sino hasta finales de enero de 1831, y el Profeta llegó a Kirtland alrededor del 1 de febrero de 1831. Pocos días después, una vez que el Profeta y su grupo se establecieron en Kirtland, se reanudó el trabajo de la traducción, con Sidney Rigdon como escriba. Durante el mes de febrero, y continuando hasta el 8 de marzo de 1831, la traducción avanzó hasta Génesis 19:35.
Estoy agradecido a la Iglesia Reorganizada de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días por haber hecho posible que yo pudiera estudiar detenidamente los manuscritos originales. Estos manuscritos, cuando se usan junto con la Historia de la Iglesia y Doctrina y Convenios, hacen posible reconstruir casi día por día la historia de este importante período de junio de 1830 a marzo de 1831. Entre los elementos históricos importantes que se aclaran con gran nitidez se encuentran los siguientes:
- El material que conocemos como el libro de Moisés fue revelado como parte de la traducción de la Biblia realizada por José Smith, pero en ese tiempo no se le llamaba el libro de Moisés.
- Los manuscritos originales evidencian que la mayor parte del material del libro de Moisés fue revelado en el verano y principios del otoño de 1830, con algunas porciones reveladas en noviembre y diciembre de 1830, y otras en febrero de 1831.
- Gran parte del material ya había sido registrado antes de que Sidney Rigdon apareciera en escena. Él no fue ni el genio ni el escriba del comienzo de la traducción de la Biblia.
- Los movimientos de los primeros hermanos—como el llamamiento de Oliver Cowdery a Ohio y Misuri; el llamamiento de John Whitmer a Ohio; la entrada de Sidney Rigdon en la Iglesia y su llegada a Fayette, Nueva York—se reflejan todos en los cambios de caligrafía y en las fechas encontradas en los manuscritos originales de la traducción de la Biblia de José Smith. Esto da una importancia histórica particular, además de una confirmación textual, a estos manuscritos originales y facilita en gran medida la reconstrucción cronológica de esos primeros acontecimientos en la historia de la Iglesia. Esto se ilustra en el cuadro adjunto, “Secuencia temporal de la nueva traducción”.
- En las primeras ediciones de la Perla de Gran Precio, las fechas dadas al comienzo de cada capítulo del libro de Moisés eran en parte incorrectas. Desde 1920 hasta 1981, Moisés 1 estaba fechado correctamente en junio de 1830; pero los capítulos 2 al 8 de Moisés estaban todos fechados en diciembre de 1830. Como se explicó anteriormente en este capítulo, el material que comprende Moisés 2 al 6 fue recibido en realidad entre junio y diciembre de 1830; el material de Moisés 7, en diciembre de 1830; y la información que hoy conocemos como Moisés 8, en febrero de 1831. Todas estas fechas fueron corregidas en la edición de 1981 de la Perla de Gran Precio. Esto puede parecer un asunto menor para algunos, pero es históricamente interesante y muy importante para una comprensión correcta del contenido. El acceso al manuscrito original nos ha proporcionado esta información.
Secuencia temporal de la nueva traducción
| REFERENCIA ESCRITURAL | FECHA | LUGAR | ESCRIBA | REFERENCIA DE MANUSCRITO |
| Visiones de Moisés (sigue al prefacio en la TJS; Moisés 1; DyC 22) | Junio de 1830 | Harmony, Pensilvania | Oliver Cowdery | AT 2, pág. 1 a pág. 3, línea 14 |
| Gén. 1:1–5:28 (Moisés 2:1–5:43a) | Entre junio y octubre de 1830 | Harmony, Pa., y Fayette, N.Y. | Oliver Cowdery | AT 2, pág. 3, línea 15, a pág. 10, línea 5 |
| Gén. 5:29–5:37 (Moisés 5:43b–5:51) | 21 de octubre de 1830 | Fayette, N.Y. | John Whitmer | AT 2, pág. 10, línea 6, a pág. 10, línea 23 |
| Gén. 5:38–6:16 (Moisés 5:52–6:18) | 30 de noviembre de 1830 | Fayette, N.Y. | John Whitmer | AT 2, pág. 10, línea 24, a pág. 11, línea 39 |
| Gén. 6:17–7:2a (Moisés 6:19–7:2) | 1 de diciembre de 1830 | Fayette, N.Y. | John Whitmer | AT 2, pág. 11, línea 40, a pág. 15, línea 16 |
| Gén. 7:2b–7:78b (Moisés 7:2b–7:69; DyC 36) | Entre el 10 y 31 de diciembre de 1830 | Fayette, N.Y. | Sidney Rigdon | AT 2, pág. 15, línea 17, a pág. 19, línea 34 |
| Gén. 7:78b–19:35 (Moisés 8:1–8:30) | Entre el 1 de febrero y el 8 de marzo de 1831 | Kirtland, Ohio | Sidney Rigdon | AT 2, pág. 19, línea 35, a pág. 49, línea 5 |
| Mateo 1:1–9:2 | Entre el 8 de marzo y el 7 de abril de 1831 | Kirtland, Ohio | Sidney Rigdon | NT 1, pág. 1, a pág. 21, línea 2 |
| Gén. 19:36–24:42a | Entre el 8 de marzo y el 5 de abril de 1831 | Kirtland, Ohio | Sidney Rigdon | AT 2, pág. 49, línea 6, a pág. 61, línea 5 |
| Mateo 9:2–26:71a | Entre el 7 de abril y el 19 de junio de 1831 | Kirtland, Ohio | Sidney Rigdon | NT 1, pág. 21, línea 3, a pág. 63, línea 19 |
| Mateo 26:71a–Marcos 8:44 | Entre el 12 de septiembre y principios de noviembre de 1831 | Hiram, Ohio | John Whitmer | NT 2, folio 2, pág. 4, línea 16, a folio 2, pág. 24, línea 22 |
| Marcos 9:1 – Juan 5:29 | Entre noviembre de 1831 y el 16 de febrero de 1832 | Hiram, Ohio | Sidney Rigdon | NT 2, folio 2, pág. 24, línea 23, a folio 4, pág. 114, línea 16 |
| Juan 5:30 – Apocalipsis 22 | Entre el 16 de febrero de 1832 y el 2 de febrero de 1833 | Hiram y Kirtland, Ohio | Sidney Rigdon y pequeñas porciones por otros | NT 2, folio 4, pág. 114, línea 17, a pág. 154 |
| Gén. 24:42a – Malaquías 4:6 | Entre el 2 de febrero y el 2 de julio de 1833 | Kirtland, Ohio | Sidney Rigdon | AT 3, pág. 59, línea 2, a pág. 119 |
Nota: Esta tabla está tomada de Robert J. Matthews, «A Plainer Translation»: Joseph Smith’s Translation of the Bible, A History and Commentary, pág. 96.
1. Las grandes contribuciones doctrinales del libro de Moisés en cuanto a Adán, Caín, Satanás, Enoc y Noé son de un valor incalculable para los miembros de la Iglesia. Este material, especialmente el relacionado con Enoc, constituye una de las evidencias más significativas del llamamiento divino de José Smith como profeta y vidente, y debe ser reconocido por lo que es: una parte de su traducción de la Biblia. Enfatizo la importancia del material sobre Enoc porque hoy en día las evidencias apócrifas y arqueológicas tienden a corroborar lo que José Smith nos dio acerca de Enoc. Estas evidencias no estaban disponibles en la época de José Smith.
Cómo el material de Moisés llegó a formar parte de la Perla de Gran Precio
El borrador inicial de la traducción de los primeros capítulos del Génesis fue escrito entre junio de 1830 y marzo de 1831. Este se conoce como el manuscrito del Antiguo Testamento n.º 2 y llega hasta Génesis 24:42. A partir de 1831, el Profeta volvió a revisar este material, realizando revisiones adicionales, y produjo otro manuscrito aparte y distinto del primero. Este manuscrito posterior se identifica hoy como el manuscrito del Antiguo Testamento n.º 3. Repite el material del manuscrito n.º 2 con revisiones adicionales, pero también se extiende hasta el final del Antiguo Testamento. Posteriormente, el Profeta revisó el mismo material (manuscrito n.º 3) una vez más, haciendo muchas revisiones adicionales escribiendo en los márgenes y entre líneas, y también sujetando trozos de papel que contenían notas y revisiones. Esto significa que estos primeros capítulos del Génesis fueron revisados y ampliados repetidamente por el profeta José Smith.
Partes de la traducción del Génesis fueron impresas en publicaciones tempranas de la Iglesia, como The Evening and the Morning Star (1832–33) en Independence, Misuri, las Lectures on Faith (1835), y Times and Seasons (1843) en Nauvoo. Estos extractos fueron todos tomados del borrador inicial, que contenía la revisión preliminar (manuscrito del AT n.º 2), y por lo tanto las primeras publicaciones no reflejan la revisión completa y la traducción que el Profeta eventualmente llevó a cabo. Cuando José Smith fue asesinado en 1844, los manuscritos de la traducción de la Biblia quedaron en posesión de su viuda, Emma Smith, y no fueron puestos a disposición de la Iglesia SUD. Por ello, la Iglesia llegó a Utah sin la nueva traducción de la Biblia.
En 1845, John Bernhisel hizo una copia parcial de los manuscritos originales, pero como mostraremos más adelante, su copia no llegó a ser fuente de ninguno de los materiales en ninguna edición de la Perla de Gran Precio. En 1851, el élder Franklin D. Richards, presidente de la misión británica, publicó ciertos extractos de la traducción bíblica de José Smith, junto con otros elementos, en un folleto que tituló The Pearl of Great Price. Esto fue en Liverpool, Inglaterra. Dado que el presidente Richards no tenía acceso a los manuscritos originales de la TJS, el material de Moisés que incluyó consistía en extractos de fuentes como The Evening and the Morning Star y Times and Seasons. Parece que también tuvo acceso a una copia manuscrita de algunas porciones de la nueva traducción bíblica que no habían sido impresas en las publicaciones oficiales de la Iglesia. Mediante el uso de estas fuentes, entonces, pudo incluir el material de Moisés de la traducción de la Biblia del Profeta en esta primera edición de la Perla de Gran Precio. No dio a este material un título unificador; no lo llamó el libro de Moisés. Fue impreso solo como extractos—bastante fragmentados, separados e incompletos. Como se señaló anteriormente, estos extractos representaban el texto del borrador inicial, no la revisión final más completa. Por ejemplo, considera la diferente redacción de Moisés 1:39 en los dos borradores:
| AT n.º 2 | AT n.º 3 |
| esta es mi obra para mi gloria para la inmortalidad y la vida eterna del hombre | esta es mi obra y mi gloria: llevar a cabo la inmortalidad y la vida eterna del hombre |
La Perla de Gran Precio de 1851 sigue el primer borrador; las publicaciones actuales siguen la revisión posterior.
El libro de Moisés parece terminar de manera bastante abrupta, y muchos se han preguntado por qué el presidente Richards no incluyó más contenido, especialmente para completar la historia de Noé y el Diluvio. La respuesta es simple: publicó todo lo que tenía.
Como se mencionó anteriormente, después de la muerte de José Smith, su viuda conservó los manuscritos de la nueva traducción de la Biblia hasta 1866, cuando los entregó a la Iglesia RLDS. Posteriormente, en 1867, la Iglesia RLDS publicó su primera edición de la traducción de la Biblia de José Smith, utilizando el manuscrito que contenía las revisiones finales y más completas del Profeta. Por tanto, esta publicación RLDS de 1867 de la TJS representaba un texto mejor y más completo que el material correspondiente de la Perla de Gran Precio de 1851 publicada por el presidente Richards. El cuadro adjunto, “Fuentes del libro de Moisés”, ilustra la genealogía textual de varios elementos relacionados con la TJS y el libro de Moisés.
Explicación del cuadro: “Fuentes del libro de Moisés”
- El borrador original de la porción del Antiguo Testamento de la TJS que ahora forma parte del libro de Moisés fue realizado por José Smith y sus escribas entre junio de 1830 y febrero de 1831. Se identifica como Antiguo Testamento n.º 2. (Véase el punto 5 más abajo y también la nota 3 al final del capítulo para la identificación del Antiguo Testamento n.º 1.)
- Extractos de este material fueron publicados en The Evening and the Morning Star desde agosto de 1832 hasta abril de 1833, y en Times and Seasons, en enero de 1843.
- En 1851, los extractos de la TJS publicados en The Evening and the Morning Star y Times and Seasons fueron utilizados por el élder Franklin D. Richards para publicar el material de Moisés en la primera edición de la Perla de Gran Precio.
- Copias privadas de partes de la TJS fueron hechas por los primeros hermanos. Evidentemente, el élder Franklin D. Richards tenía un manuscrito personal de al menos parte del material inicial del Génesis, que usó para complementar los materiales tomados de The Evening and the Morning Star y Times and Seasons al publicar el material de Moisés en la edición de 1851 de la Perla de Gran Precio. Aun así, la Perla de Gran Precio de 1851 contenía solo cerca de tres cuartas partes del contenido actual del libro de Moisés.
- El manuscrito identificado aquí como Antiguo Testamento n.º 1 es una copia lateral del Antiguo Testamento n.º 2. No precede al n.º 2, sino que es una copia paralela que comprende los primeros siete capítulos. Fue realizada por John Whitmer, probablemente justo antes de su partida de Nueva York a Ohio a fines de diciembre de 1830. No tiene conexión directa con el material del libro de Moisés. Se incluye aquí solo para mostrar su origen y existencia. En realidad, ha sido mal etiquetado y no debería llevar un número de manuscrito en absoluto, ya que no es un manuscrito genuino en la línea genealógica. Pero dado que los historiadores de la RLDS lo etiquetaron como Antiguo Testamento n.º 1, se incluye aquí para mayor claridad y para mostrar por qué el manuscrito más antiguo está incorrectamente etiquetado como Antiguo Testamento n.º 2. (Véase la nota 3 al final del capítulo.)
Las ediciones de la Perla de Gran Precio utilizadas desde 1878 hasta la actualidad provienen de una línea de manuscritos diferente a la de la primera edición y contienen muchos pasajes que difieren de la edición de 1851.
- El borrador final de la TJS del Antiguo Testamento está actualmente numerado como Antiguo Testamento n.º 3 y contiene muchas revisiones respecto al Antiguo Testamento n.º 2. Este manuscrito representa las últimas revisiones de José Smith al Génesis. El Profeta continuó trabajando con este manuscrito de la traducción hasta su muerte en 1844.
- El manuscrito de Bernhisel no representa el mismo texto que la Perla de Gran Precio de 1851, ya que el primero contiene las revisiones posteriores del Antiguo Testamento n.º 3. Tampoco fue el manuscrito de Bernhisel la fuente del material de Moisés en ninguna edición posterior de la Perla de Gran Precio, ya que no contiene el material sobre Enoc de Moisés 7, ni el material de Mateo 24, y solo incluye extractos del manuscrito original de la TJS.
- La TJS impresa en 1867 por la Iglesia RLDS representa las últimas revisiones realizadas por José Smith, junto con algunas modificaciones interesantes hechas por el comité editorial de la RLDS. Estas modificaciones también aparecen en la edición SUD de 1878 de la Perla de Gran Precio, preparada por el élder Orson Pratt.
- En 1878, el élder Orson Pratt revisó la Perla de Gran Precio en Salt Lake City. Utilizó la TJS impresa por la RLDS en 1867 como fuente para actualizar y ampliar el material de Moisés. Esta edición de la Perla de Gran Precio se convirtió en una obra canónica en 1880.
- En 1902, se publicó en Salt Lake City otra edición revisada de la Perla de Gran Precio. Fue obra del élder James E. Talmage, bajo la dirección de la Primera Presidencia. Aunque algunas partes de la Perla de Gran Precio fueron modificadas considerablemente respecto a ediciones anteriores, conservó prácticamente el mismo texto de Moisés que la edición de 1878. Se añadieron capítulos, versículos y referencias cruzadas. Una edición posterior de 1921 cambió el formato pero no el texto.
- En 1981, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días publicó una edición actualizada de la Perla de Gran Precio. Contiene fechas corregidas para los capítulos de Moisés y algunos cambios muy menores en el texto de Moisés. El acceso al manuscrito original de la TJS permitió corregir las fechas. También se añadieron encabezamientos de capítulo, así como una declaración clara de que el libro de Moisés es un extracto de la TJS. Este último punto también se afirma en el prefacio de la edición de 1981.
En 1878, el élder Orson Pratt, miembro del Cuórum de los Doce y historiador de la Iglesia, hizo una revisión de la Perla de Gran Precio. Para el material de Moisés, simplemente extrajo los capítulos correspondientes de la TJS impresa de 1867, publicada por la Iglesia RLDS. Esto no solo dio a la edición de 1878 de la Perla de Gran Precio un texto diferente en algunos puntos respecto a la edición de 1851, sino que también incluyó muchos pasajes que faltaban en la primera edición. Además, el élder Pratt fue el primero en etiquetar el material como las Visiones de Moisés (capítulo 1) y los Escritos de Moisés (capítulos 2–8).
Esta edición de 1878 sirvió de base para otra edición, preparada por el élder James E. Talmage bajo la dirección de la Primera Presidencia y publicada en 1902. El élder Talmage dividió el material en capítulos y versículos, y añadió referencias cruzadas. También fue el élder Talmage quien finalmente dio a este material su título actual: “Libro de Moisés”. Con la excepción de algunas modificaciones menores, la edición de 1902 conservó el mismo texto que la de 1878.
Finalmente, la edición de 1981 de la Perla de Gran Precio contiene, entre otras cosas, fechas corregidas para los capítulos de Moisés y algunos cambios textuales menores.
Así, nuestro actual Libro de Moisés representa el texto de los primeros capítulos del Génesis en la traducción de la Biblia de José Smith, tal como fue publicado por la Iglesia RLDS en 1867, adoptado por el élder Orson Pratt en 1878, y preservado en nuestra edición actual de la Perla de Gran Precio.
Algunos pueden considerar extraño que el élder Orson Pratt haya utilizado el material de Moisés de la edición de 1867 de la TJS publicada por la Iglesia RLDS. Sin embargo, que el élder Pratt haya hecho esto puede confirmarse al examinar todos los documentos involucrados—es decir, los manuscritos originales de la TJS, la publicación de la TJS de 1867 por la RLDS y la edición de 1878 de la Perla de Gran Precio. Tal examen muestra que el comité editorial de la RLDS hizo algunas modificaciones menores interesantes al imprimir la edición de 1867 de la TJS, y estas modificaciones aparecen todas en la Perla de Gran Precio de 1878 preparada por el élder Pratt. Casi todas ellas aún se encuentran en nuestro texto actual del libro de Moisés. A continuación, se presentan algunos ejemplos de las modificaciones realizadas por el comité editorial de la RLDS que se han trasladado a nuestro libro actual de Moisés a través de la Perla de Gran Precio de 1878:
Moisés 7:29
| AT n.º 2 | AT n.º 3 | Edición de la TJS RLDS de 1867 |
| Y Enoc dijo a los cielos: ¿cómo es que tú puedes llorar? | Y Enoc dijo a los cielos: ¿cómo es que tú puedes llorar? | Y Enoc dijo al Señor: ¿cómo es que tú puedes llorar? |
En el ejemplo anterior, los manuscritos originales de la TJS utilizan la palabra cielos. El comité de publicación de la RLDS la sustituyó por la palabra Señor. Esta modificación ha sido incorporada en nuestro libro actual de Moisés a través de la Perla de Gran Precio de 1878.
Moisés 1:21
| AT n.º 2 | AT n.º 3 | Edición de la TJS RLDS de 1867 |
| Y Moisés, recibiendo fuerza, invocó a Dios, diciendo: En el nombre de Jesucristo, vete de aquí, Satanás. | Y Moisés recibió fuerza e invocó a Dios en el nombre de su Hijo, diciendo a Satanás: vete de aquí. | Y Moisés recibió fuerza e invocó a Dios en el nombre del Unigénito, diciendo a Satanás: vete de aquí. |
La edición de 1867 de la TJS por la RLDS utiliza el término Unigénito en lugar de Hijo, cambio que se ha mantenido en nuestro libro actual de Moisés.
Moisés 7:41
| AT n.º 2 | AT n.º 3 | Edición de la TJS RLDS de 1867 |
| Enoc… lloró y extendió sus brazos tan amplios como la eternidad. | Enoc… lloró y extendió sus brazos, y su corazón se ensanchó tan amplio como la eternidad. | Enoc… lloró y extendió sus brazos, y contempló la eternidad. |
Nota que José Smith revisó el pasaje anterior dos veces. Sin embargo, en su edición de 1867 de la TJS, la Iglesia RLDS utilizó la primera revisión en lugar de la posterior y, por lo tanto, no usó las palabras y contempló la eternidad. Nuestro libro actual de Moisés sigue la versión impresa por la RLDS.
Fue la edición de 1878 de la Perla de Gran Precio, editada y organizada por el élder Orson Pratt, la que fue canonizada como obra estándar de la Iglesia en 1880. Esto se llevó a cabo por voto de los miembros durante la conferencia general en Salt Lake City.
Una visión sobre la revelación y la traducción
Como se señaló anteriormente en este capítulo, no todas las revisiones textuales realizadas por José Smith en su traducción de la Biblia se hicieron de una sola vez; los manuscritos posteriores de la nueva traducción contienen más revisiones que los primeros. Esto lleva a la conclusión de que las revisiones fueron reveladas a la mente del Profeta de manera algo gradual, no todas de una vez en forma completa. Así, podemos obtener una idea de lo que José Smith quiso decir con el término traducción y qué proceso estuvo involucrado en su trabajo de traducir la Biblia. Aparentemente, cuando el Profeta traducía la Biblia, no se limitaba a lo que se encontraba en la página de trabajo frente a él, ya fuera una hoja de la versión del Rey Santiago o un borrador manuscrito de su propia revisión temprana. Parece que el texto era un punto de partida, pero que el espíritu de revelación era siempre una fuente adicional de información. En el caso de la traducción de la Biblia, el punto de partida inicial fue la versión del Rey Santiago; esta fuente sugería ciertas ideas, pero aparentemente el Espíritu sugería muchas ampliaciones, antecedentes y conceptos adicionales que no se encontraban en la página.
Por lo tanto, el término traducción, cuando se usa en referencia a la traducción de la Biblia hecha por José Smith, tiene un significado más amplio que el que normalmente se asocia con la traducción de idiomas. Para un profeta, una revelación es una fuente más vital y confiable que un texto escrito. Este proceso revelador progresivo y abierto que aparentemente se utilizó para traducir la Biblia puede darnos una pista muy instructiva para comprender la “traducción” que hizo José Smith de los papiros egipcios de donde provino el libro de Abraham. Es decir, esta última obra puede no haber sido una traducción literal en absoluto, y el Libro de Abraham puede ir mucho más allá de lo que realmente estaba escrito en los papiros.
Algunas contribuciones doctrinales del libro de Moisés
El libro de Moisés aporta mucho a nuestra comprensión del evangelio de Jesucristo. Entre estas contribuciones destacan las siguientes:
- El evangelio de Jesucristo, incluyendo el bautismo y otras ordenanzas, existía desde el principio. Los primeros patriarcas, comenzando con Adán, adoraban a Jesús y enseñaban su evangelio a sus hijos y al resto de la humanidad. (Véase Moisés 6:22–23, 48–68.) Este hecho está casi totalmente ausente en todas las demás traducciones de la Biblia disponibles hoy en día.
- El Espíritu Santo operaba entre los hombres desde el principio. Algunas personas han pensado que la declaración en el Nuevo Testamento de que el Espíritu Santo “aún no había venido” (véase Juan 7:39) significa que el Espíritu Santo nunca había estado entre la humanidad en esta tierra hasta el día de Pentecostés, como se registra en Hechos, capítulo 2. Sin embargo, el libro de Moisés deja muy claro que el Espíritu Santo operaba entre las personas que tenían el evangelio desde el principio mismo del hombre sobre esta tierra (véase Moisés 6:52–68; 8:23). ¿Cuál es entonces el significado de la declaración en Juan 7:39 de que el Espíritu Santo no había venido todavía? Simplemente que el don del Espíritu Santo aún no se había manifestado en la dispensación del Nuevo Testamento.
- El sacrificio animal tenía un propósito simbólico. La naturaleza simbólica del sacrificio animal se muestra claramente en el libro de Moisés, donde se especifica que el sacrificio debía ser un primogénito del rebaño, y que dicho sacrificio era una semejanza del sacrificio expiatorio de Jesucristo. Todas estas cosas le fueron reveladas a Adán (véase Moisés 5:4–9), y él fue el primer hombre en esta tierra que ofreció sacrificios animales de la manera y con el propósito antes descrito. Aunque los sacrificios de sangre se mencionan repetidamente en el Antiguo Testamento, ese registro no ofrece ninguna explicación sobre su propósito específico; tampoco menciona que Adán haya ofrecido sacrificios. El libro de Moisés ofrece gran claridad e información explicativa sobre este importante tema.
Una visión sobre la revelación y la traducción
Como se señaló anteriormente en este capítulo, no todas las revisiones textuales realizadas por José Smith en su traducción de la Biblia se hicieron de una sola vez; los manuscritos posteriores de la nueva traducción contienen más revisiones que los primeros. Esto lleva a la conclusión de que las revisiones fueron reveladas a la mente del Profeta de manera algo gradual, no todas de una vez en forma completa. Así, podemos obtener una idea de lo que José Smith quiso decir con el término traducción y qué proceso estuvo involucrado en su trabajo de traducir la Biblia. Aparentemente, cuando el Profeta traducía la Biblia, no se limitaba a lo que se encontraba en la página de trabajo frente a él, ya fuera una hoja de la versión del Rey Santiago o un borrador manuscrito de su propia revisión temprana. Parece que el texto era un punto de partida, pero que el espíritu de revelación era siempre una fuente adicional de información. En el caso de la traducción de la Biblia, el punto de partida inicial fue la versión del Rey Santiago; esta fuente sugería ciertas ideas, pero aparentemente el Espíritu sugería muchas ampliaciones, antecedentes y conceptos adicionales que no se encontraban en la página.
Por lo tanto, el término traducción, cuando se usa en referencia a la traducción de la Biblia hecha por José Smith, tiene un significado más amplio que el que normalmente se asocia con la traducción de idiomas. Para un profeta, una revelación es una fuente más vital y confiable que un texto escrito. Este proceso revelador progresivo y abierto que aparentemente se utilizó para traducir la Biblia puede darnos una pista muy instructiva para comprender la “traducción” que hizo José Smith de los papiros egipcios de donde provino el Libro de Abraham. Es decir, esta última obra puede no haber sido una traducción literal en absoluto, y el Libro de Abraham puede ir mucho más allá de lo que realmente estaba escrito en los papiros.
Algunas contribuciones doctrinales del libro de Moisés
El libro de Moisés aporta mucho a nuestra comprensión del evangelio de Jesucristo. Entre estas contribuciones destacan las siguientes:
- El evangelio de Jesucristo, incluyendo el bautismo y otras ordenanzas, existía desde el principio. Los primeros patriarcas, comenzando con Adán, adoraban a Jesús y enseñaban su evangelio a sus hijos y al resto de la humanidad. (Véase Moisés 6:22–23, 48–68.) Este hecho está casi totalmente ausente en todas las demás traducciones de la Biblia disponibles hoy en día.
- El Espíritu Santo operaba entre los hombres desde el principio. Algunas personas han pensado que la declaración en el Nuevo Testamento de que el Espíritu Santo “aún no había venido” (véase Juan 7:39) significa que el Espíritu Santo nunca había estado entre la humanidad en esta tierra hasta el día de Pentecostés, como se registra en Hechos, capítulo 2. Sin embargo, el libro de Moisés deja muy claro que el Espíritu Santo operaba entre las personas que tenían el evangelio desde el principio mismo del hombre sobre esta tierra (véase Moisés 6:52–68; 8:23). ¿Cuál es entonces el significado de la declaración en Juan 7:39 de que el Espíritu Santo no había venido todavía? Simplemente que el don del Espíritu Santo aún no se había manifestado en la dispensación del Nuevo Testamento.
- El sacrificio animal tenía un propósito simbólico. La naturaleza simbólica del sacrificio animal se muestra claramente en el libro de Moisés, donde se especifica que el sacrificio debía ser un primogénito del rebaño, y que dicho sacrificio era una semejanza del sacrificio expiatorio de Jesucristo. Todas estas cosas le fueron reveladas a Adán (véase Moisés 5:4–9), y él fue el primer hombre en esta tierra que ofreció sacrificios animales de la manera y con el propósito antes descrito. Aunque los sacrificios de sangre se mencionan repetidamente en el Antiguo Testamento, ese registro no ofrece ninguna explicación sobre su propósito específico; tampoco menciona que Adán haya ofrecido sacrificios. El libro de Moisés ofrece gran claridad e información explicativa sobre este importante tema.
- Moisés 1 tiene un significado doctrinal especial, y aquí enfatizaré solo algunos de sus aspectos más significativos. Los acontecimientos registrados en este capítulo fueron experimentados originalmente por Moisés después del episodio de la zarza ardiente, pero antes de que él dividiera las aguas del Mar Rojo y antes de que escribiera el libro de Génesis (Moisés 1:17, 25–26, 40–41).
La mayoría de los estudiosos de la Biblia reconocen que el libro de Génesis es una especie de introducción o prefacio al Antiguo Testamento. Génesis significa “el comienzo”, y en el libro de Génesis tenemos un relato de varios comienzos. Por ejemplo, encontramos un relato del comienzo o la creación de la tierra física, el comienzo del hombre y los animales sobre la tierra, el comienzo del pecado sobre la tierra, el comienzo de razas y naciones de hombres, el comienzo de un pueblo del convenio y el comienzo de la casa de Israel. Todos estos comienzos se introducen en el libro de Génesis con el fin de establecer una base y una perspectiva para el resto del Antiguo Testamento.
De manera similar, podemos considerar el primer capítulo de Moisés como una introducción o prefacio al libro de Génesis. Las experiencias de Moisés registradas en este capítulo ocurrieron antes de que él escribiera el Génesis y parecen haber sido parte de su preparación para escribirlo. Leemos en este capítulo que Moisés vio que Dios había creado mundos sin número, “y había habitantes sobre la faz de ellos” (Moisés 1:29). Además, se le dijo a Moisés que estas creaciones fueron realizadas por acción deliberada del Todopoderoso (Moisés 1:33). Después de que Moisés contempló con gran precisión las tierras y los habitantes de esta y otras tierras, se sintió profundamente conmovido—casi abrumado. Impresionado por la magnitud de todo ello, y con un enfoque algo filosófico, Moisés le hizo al Señor dos preguntas penetrantes: “¿Por qué lo hiciste?” y “¿Cómo lo hiciste?”
En nuestra actual Perla de Gran Precio, la cita exacta dice lo siguiente: “Y Moisés invocó a Dios, diciendo: Te ruego que me digas por qué son estas cosas, y por medio de qué las hiciste” (Moisés 1:30). Esas son dos de las preguntas más fundamentales de la existencia, y debemos estar impresionados por la profundidad de percepción de Moisés y su presencia de ánimo al pensar en hacer tales preguntas. En respuesta a la primera pregunta de Moisés, sobre el por qué de las cosas, el Señor respondió que había hecho todas esas cosas porque “esta es mi obra y mi gloria: llevar a cabo la inmortalidad y la vida eterna del hombre” (Moisés 1:39). En otras palabras, construir mundos y poblarlos con personas es el tipo de obra que Dios realiza. ¿Y por qué lo hace? Para la salvación y exaltación de sus hijos.
En respuesta a la segunda pregunta, sobre el cómo, se informó a Moisés que todas las cosas fueron hechas por el poder del Unigénito. “Pero,” dijo el Señor a Moisés, “solo te doy el relato de esta tierra y sus habitantes” (Moisés 1:32–33, 35). En la explicación posterior, a Moisés se le habló sobre los seis períodos creativos de la formación de la tierra. Así, la información contenida en los primeros capítulos del Génesis parece haberle sido dada a Moisés en respuesta a esas dos preguntas específicas sobre el por qué y el cómo. Las respuestas siempre tienen más significado para nosotros cuando sabemos cuáles son las preguntas.
Estas dos preguntas fundamentales formuladas por Moisés al Señor no se encuentran hoy en nuestro texto actual del Génesis, pero afortunadamente se nos han puesto a disposición por medio de las visiones de Moisés reveladas a José Smith. No podemos sobrestimar el valor de Moisés 1 como introducción al libro de Génesis. Tampoco debemos olvidar que fue recibido por José Smith como parte de su traducción de la Biblia. De hecho, así como las visiones registradas en el capítulo 1 de Moisés fueron dadas a ese profeta como preparación para su escritura del Génesis, también parece que en los últimos días el relato de esas mismas visiones fue revelado al profeta José Smith como preparación para su traducción y revisión del Génesis.
Otro tema llamativo en Moisés 1 es el interesante relato del encuentro cara a cara que Moisés tuvo con Satanás (vv. 12–22). Satanás desafió a Moisés; se le acercó, rugió desde el suelo y clamó con gran voz. El registro declara que Moisés temió y vio la amargura del infierno. Moisés pudo vencer a Satanás solo por la fortaleza que recibió mediante su fe en Jesucristo. Este es un episodio dramático que se ha perdido por completo en el texto bíblico.
Conclusión
En Moisés 1:41 leemos las siguientes palabras del Señor: “Y en un día en que los hijos de los hombres tengan en nada mis palabras y hayan quitado muchas de ellas del libro que tú, Moisés, escribirás, he aquí, levantaré a otro como tú; y serán nuevamente halladas entre los hijos de los hombres—entre cuantos creyeran.” Somos afortunados de que el Señor nos haya dado, a “cuantos… crean”, conocimiento de estas cosas que ocurrieron hace tanto tiempo.
El libro de Moisés, un registro revelado de gran interés y valor para nosotros, da solemne testimonio de que José Smith fue verdaderamente un profeta de Dios, y demuestra que la traducción de la Biblia es una de las evidencias tangibles más grandes del llamamiento divino de ese profeta de los últimos días.
























