400 Preguntas y Respuestas Sobre el Libro de Mormón

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Un Compendio por Mormón


“Por tanto, yo, Nefi, hice un registro sobre las otras planchas, el cual da una relación, o da una relación más extensa de las guerras y contenciones y destrucciones de mi pueblo. Y esto lo he hecho, y mandado a mi pueblo lo que deberían hacer después de que yo me fuera; y que estas planchas se pasaran de una generación a otra, o de un profeta a otro, hasta más mandamientos del Señor.”
(1 Nefi 19:4)


EL LIBRO DE MOSÍAH

Mosíah 1—¿Fue Mormón un compilador o un abreviador de los registros antiguos?

Un compilador reúne varios documentos con un vínculo editorial que hace de los documentos uno solo. La visión común de que Mormón fue un compilador proviene del hecho de que hay cientos de citas directas en los seis libros condensados abreviados por él—Mosíah, Alma, Helamán, 3 Nefi, 4 Nefi y Mormón.

Un abreviador es aquel que reescribe o acorta relatos originales. Mormón es un abreviador porque condensó las planchas mayores de Nefi en una versión abreviada sobre las planchas de Mormón. En cuatro ocasiones registró en su compendio: “No puedo escribir ni la centésima parte de las cosas de mi pueblo” (véase Palabras de Mormón 1:5; Helamán 3:14; 3 Nefi 5:8; 3 Nefi 26:6). Keith Schofield estima que:

  • “64% de los escritos de [Mormón] son históricos,
  • 30% citas textuales del Salvador y de los principales profetas y escritores nefitas, y
  • 6% escritos doctrinales.”

Mosíah 1—¿Cómo pueden los lectores determinar cuáles palabras fueron escritas por Mormón y cuáles son citas directas?

En el libro de Mosíah, una forma de distinguir cuáles palabras son de Mormón es notar que la narración cambia de tercera persona a primera persona cuando Mormón hace comentarios editoriales. Cuando vuelve a la tercera persona, está abreviando el registro antiguo.

Mosíah 1—¿Por qué comienza el libro de Mosíah con los días finales del rey Benjamín?

Royal Skousen escribió:

“Junto con la pérdida de las primeras 116 páginas del manuscrito original que contenía el libro de Lehi, también se perdieron aparentemente la mayor parte de los dos primeros capítulos originales del libro de Mosíah. En el manuscrito del impresor, el comienzo de Mosíah estaba designado originalmente como capítulo III. Además, el título del libro (el Libro de Mosíah) fue insertado después entre las líneas.

Todos los demás libros [del Libro de Mormón] comienzan su relato con la persona cuyo nombre lleva el libro; sin embargo, aquí el libro de Mosíah comienza con el rey Benjamín. El libro original indudablemente comenzó con el relato de un Mosíah—el padre de Benjamín, el primer Mosíah. Además, a este libro le falta el resumen inicial que típicamente encabeza todos los otros libros más largos.”

Mosíah 1:16—¿Era necesario entregar reliquias antiguas, tales como las planchas de bronce y la Liahona, como parte de conferir la realeza a Mosíah?

La transferencia de la responsabilidad del reino de Benjamín a Mosíah incluyó la entrega de las planchas de bronce, la Liahona, las planchas de Nefi y la espada de Labán (véase Mosíah 1:15–16).

Según S. Kent Brown:

“La custodia de estos objetos señalaba a sus poseedores como los herederos de una civilización y un legado establecidos en una época anterior bajo la dirección del Todopoderoso.”

Mosíah 2:1—¿Cuáles fueron las connotaciones judías en la ceremonia de coronación del rey Mosíah?

El hecho de que el pueblo se reuniera en familias—como si fuera “en forma de peregrinaje”—y levantaran sus tiendas mirando hacia el templo es similar a las festividades asociadas con la Fiesta de los Tabernáculos de Israel y la práctica de la Pascua especificada en el Talmud.²⁴⁶ La ofrenda de “sacrificios y holocaustos conforme a la ley de Moisés” durante las festividades también sugiere fuertes connotaciones judías (Mosíah 2:3). El hecho de que las festividades se realizaran cerca del templo e involucraran convenios sagrados revela también una influencia judía en la ceremonia de coronación.

Mosíah 2:7—¿Qué conexiones existen entre la torre construida para el rey Benjamín y lo que José Smith llamó “Tower Hill”?

José Smith identificó un sitio antiguo que llamó “Tower Hill” (Cerro de la Torre), ubicado al norte de Far West, Misuri. José escribió:

“[Lyman Wight] vive al pie del Cerro de la Torre (nombre que le di al lugar a causa de los restos de un antiguo altar o torre nefita que allí se encontraba).”

José nunca sugirió que Tower Hill tuviera conexión alguna con la torre construida para el rey Benjamín.

Mosíah 2:9—¿Qué impacto tuvo el discurso del rey Benjamín en su pueblo?

El discurso del rey Benjamín—hoy considerado como “las escrituras más citadas en todo el Libro de Mormón”—fue valorado en la sociedad nefita por generaciones (véase Mosíah 8:3; Helamán 5:9).

En su discurso, Benjamín unió los dos grandes mandamientos —amar a Dios y amar al prójimo—en la frase: “cuando os halláis al servicio de vuestros semejantes, solo estáis al servicio de vuestro Dios” (Mosíah 2:17). Esta directriz se considera como una de las declaraciones más sublimes hechas por el hombre.

Según S. Kent Brown:

“Se podría comparar el conocimiento general que el público estadounidense tiene del Discurso de Gettysburg de Abraham Lincoln, y la estima en que lo tiene, con la estima en la que los nefitas tenían el discurso del rey Benjamín.”

Mosíah 2:13—¿Se prohibía la esclavitud entre los nefitas durante el reinado del rey Benjamín?

“La esclavitud estaba prohibida. Los nefitas, fieles a su herencia israelita, no podían guardar y observar la ley de Moisés y, al mismo tiempo, hacer esclavos a otros.”

En su discurso, Benjamín transmitió fuertes imágenes de la cultura esclavista del Antiguo Mundo al equiparar el servicio al hombre con el servicio a Dios. Explicó que, en el Antiguo Testamento, el concepto de servicio significaba servicio en el templo.

Mosíah 4:13-16—¿Qué debe hacerse para adquirir características de rectitud?

De acuerdo con el rey Benjamín, los justos deben desechar al “hombre natural” y recordar la grandeza de Dios y su dependencia de Él, porque el hombre natural—el hombre pecador—es enemigo de Dios (véase Alma 45:16).

Los justos deben orar a Dios cada día y permanecer firmes en la fe. Al hacerlo, el Señor los bendecirá: vivirán vidas pacíficas, cumplirán con sus responsabilidades familiares y socorrerán a los necesitados (véase Mosíah 4:13–16).

Mosíah 2:33—¿Qué significa “castigo eterno”?

El Señor reveló al Profeta José Smith:

“El castigo que de mi mano se da es castigo sin fin, porque sin fin es mi nombre. Por tanto, castigo eterno es castigo de Dios” (DyC 19:10–11).

El presidente Joseph Fielding Smith explicó:

“Las leyes de Dios son inmutables, y de esta explicación aprendemos que el mismo castigo siempre sigue al mismo delito, conforme a las leyes de Dios, que es eterno y sin fin. Por ello se le llama castigo eterno y castigo sin fin, porque es el castigo que Dios ha fijado conforme a una ley inmutable. Un hombre puede sufrir tormento eterno y, cuando haya pagado la pena por su transgresión, será liberado, pero el castigo permanece y espera al próximo culpable, y así sucesivamente para siempre.”

Mosíah 5:7—¿Por qué se hace referencia a Jesucristo como el Padre y el Hijo en el Libro de Mormón? ¿Es esto la “investidura divina de autoridad”?

Jesucristo es llamado tanto el Padre como el Hijo en el Libro de Mormón (véase Mosíah 15:1–4; Éter 3:14). Padre e Hijo son títulos, no nombres.

La Primera Presidencia y el Quórum de los Doce explicaron la investidura divina de autoridad así:

“En todos Sus tratos con la familia humana, Jesús, el Hijo, ha representado y aún representa a Elohim, Su Padre, en poder y autoridad. Esto es verdad de Cristo en Su estado preexistente, antemortal o no encarnado, en el cual fue conocido como Jehová; también durante Su encarnación en la carne; y durante Su ministerio como espíritu desencarnado en el mundo de los muertos. … Así, el Padre puso Su nombre sobre el Hijo; y Jesucristo habló y ministró en y por medio del nombre del Padre; y en lo que concierne al poder, la autoridad y la divinidad, Sus palabras y actos eran y son los del Padre.”

Mosíah 5:10—¿Qué significa “tomar sobre vosotros el nombre de Cristo”?

El élder Dallin H. Oaks dijo:

“Nuestra disposición a tomar sobre nosotros el nombre de Jesucristo afirma nuestro compromiso de hacer todo lo que podamos para ser contados entre aquellos que Él elegirá para estar a Su diestra y ser llamados por Su nombre en el día postrero. En este sentido sagrado, nuestro testimonio de que estamos dispuestos a tomar sobre nosotros el nombre de Jesucristo constituye nuestra declaración de candidatura para la exaltación en el reino celestial. La exaltación es la vida eterna, el mayor de todos los dones de Dios” (DyC 14:7).

El élder Neal A. Maxwell agregó:

“Cuando tomamos sobre nosotros [el] nombre [de Jesús] y hacemos convenio de guardar Sus mandamientos, es entonces cuando llegamos a ser Sus hijos e hijas, los hijos de Cristo.”

Mosíah 6:1—¿Por qué tantos valientes seguidores de Cristo—que hicieron convenio de tomar sobre sí Su nombre—quedan sin nombre en el Libro de Mormón?

La fidelidad del conjunto de los justos se menciona en el Libro de Mormón, pero sus nombres individuales no aparecen. Tal vez una razón de esta omisión tenga que ver con el propósito del Libro de Mormón, el cual es convencer “al judío y al gentil de que Jesús es el Cristo, el Dios Eterno” (página del título). Su propósito no es enumerar los nombres de los fieles. Esta idea es consistente con el deseo de Nefi de no llenar las planchas de metal con genealogías (véase 1 Nefi 6).

Mosíah 7:6—¿Por qué es tan importante la mención de Amalekí en relación con los enviados a la tierra de Nefi?

La única mención de Amalekí junto con los dieciséis hombres enviados a la tierra de Nefi en busca de los que habían dejado el cuerpo principal de los nefitas años antes es muy significativa (véase Omni 1:27–30).

Unos nueve años después, y en otras planchas, Mormón retoma la historia del grupo de hombres que fue en busca de los que se habían ido años antes; menciona que Amalekí descendió “a la tierra de Nefi” (Mosíah 7:6). Como señaló John A. Tvedtnes:

“Un autor puede prometer en el curso de su escritura regresar más adelante a un tema para proporcionar más detalles. Cumplir efectivamente esa promesa puede resultar difícil. Incluso con ayudas modernas para escribir, la memoria puede traicionar a una persona, haciendo que deje cabos sueltos en la trama o la información. Mormón… hizo este tipo de promesas al menos siete veces y en cada caso, incluyendo el relato de Amalekí, él y su hijo Moroni cumplieron esas promesas.”

Mosíah 9—¿Dónde encaja el registro de Zeniff y su pueblo dentro de los reinados de Mosíah I y Mosíah II?

Zeniff y los que lo siguieron salieron de Zarahemla con la esperanza de regresar a la tierra de Nefi durante el reinado de Mosíah I (véase Omni 1:12). En el reinado de Mosíah II, Ammón y otros fueron enviados a descubrir el paradero del pueblo de Zeniff (véase Mosíah 7:1–2).

Cronológicamente, el registro de Zeniff se extiende aproximadamente del 200 al 121 a.C. Durante este período de ochenta años, el pueblo de Zeniff fue gobernado por Zeniff, Noé y Limhi. Nota: Mosíah 9–10 fue tomado directamente del registro de Zeniff y está escrito en primera persona: “Yo, Zeniff…”

Mosíah 10:6—¿Qué patrón siguieron los lamanitas al nombrar a sus reyes?

La tradición de nombrar a los reyes según su primer líder aparece tanto en los nefitas como en los lamanitas. En Jacob 1:11, el rey sucesor de Nefi, hijo de Lehi, fue conocido como el Segundo Nefi. Los reyes posteriores llevaron el título de Nefi.

Parece que los lamanitas siguieron el mismo patrón; por ejemplo, el hijo sucesor del rey Lamán fue llamado Lamán (véase Mosíah 24:3).

Mosíah 10:12–17—¿Qué tradiciones de los lamanitas se transmitieron de generación en generación?

Las falsas tradiciones de los lamanitas se transmitieron de generación en generación. Cada una de ellas se oponía directamente a la historia fundacional de la civilización nefita.

Por ejemplo, los lamanitas enseñaban que Lamán y Lemuel fueron “expulsados de la tierra de Jerusalén a causa de las iniquidades de sus padres” (Mosíah 10:12). También creían que habían sido “agraviados en el desierto por sus hermanos, y también al cruzar el mar” (Mosíah 10:12).

Afirmaban que Nefi usurpó el derecho a gobernar “quitándoselo de sus manos” (Mosíah 10:15) y que fue un ladrón que tomó de Lamán y Lemuel “los anales grabados en las planchas de bronce” (Mosíah 10:16).

Estas y otras falsas tradiciones hicieron que los lamanitas aborrecieran a los nefitas por muchas generaciones.

Mosíah 11:3—¿Qué tipo de metal es “ziff”?

Ziff es un metal desconocido. Sin embargo, es probable que sea un metal brillante, porque la palabra hebrea ziyv significa “resplandor” y hace referencia al brillo metálico (véase Daniel 2:31).

Mosíah 11:20–29—¿Por qué prosperaron los falsos sacerdotes durante el reinado del rey Noé?

En cualquier época, los sacerdotes corruptos son acogidos por los inicuos, porque sus palabras de engaño adormecen la conciencia de los malhechores (véase Moisés 5:16; Éxodo 5:2).

Dado que el rey Noé fue la personificación de un rey inicuo, no tuvo reparos en rodearse de falsos sacerdotes.

Mosíah 12—¿De qué maneras se cumplieron las profecías de Abinadí sobre la destrucción y muerte del rey Noé?

Abinadí profetizó que la descendencia de los sacerdotes sufriría, sería esparcida y muerta (véase Mosíah 17:15–18); esa profecía se cumplió entre los años 90 y 87 a.C. (Alma 25:7–12).

Abinadí también profetizó que el rey Noé y su pueblo serían perseguidos por los lamanitas y que el rey moriría quemado (véase Mosíah 17:9–10). Poco después, el rey Noé murió quemado y su pueblo fue perseguido por los lamanitas (véase Mosíah 19:20).

Mosíah 13:1–10—Abinadí sabía que viviría para entregar su mensaje al rey Noé, aunque las circunstancias indicaban lo contrario. ¿Tuvo José Smith también la seguridad de que viviría para cumplir su misión cuando la persecución y la turba señalaban su muerte inminente?

En 1840, José Smith padre le dijo a su hijo José: “Tú vivirás para terminar tu obra.”

Al oír esto, José exclamó llorando: “¡Oh! Padre mío, ¿viviré?”

“Sí —respondió su padre—, vivirás para trazar el plan de toda la obra que Dios te ha dado que hagas. Esta es mi bendición de muerte sobre tu cabeza, en el nombre de Jesús.” Al igual que Abinadí, José Smith vivió para cumplir con su misión designada en la tierra.

Mosíah 14—¿Había múltiples copias de las planchas de bronce?

Cuando Abinadí citó las palabras de Isaías, no tenía acceso a las planchas de bronce, ya que estas estaban en custodia del rey Mosíah, quien las había recibido en su coronación de manos de su padre, el rey Benjamín.

Dado que Abinadí recitó el texto de Isaías casi palabra por palabra, se asume que tuvo acceso a los escritos de Isaías que estaban en las planchas de bronce. Esto sugiere que debieron existir copias del texto sagrado, en cualquier forma, a las que Abinadí y otros podían recurrir.

Mosíah 17:1–4—Alma había sido uno de los sacerdotes inicuos del rey Noé, pero las palabras de Abinadí cambiaron el curso de su vida. ¿Cuál fue el impacto a largo plazo de la conversión de Alma?

Alma —descendiente de Nefi y uno de los sacerdotes del rey Noé— fue convertido por Abinadí (véase Mosíah 17:2). Durante unos trescientos años, los escritos religiosos de los nefitas se centraron en Alma y en sus descendientes: su hijo Alma, su nieto Helamán, su bisnieto Helamán, su tataranieto Nefi y su chozno Nefi, discípulo del Señor resucitado.

Porque Alma escuchó las palabras de Abinadí, pudo influir para bien en el curso religioso de los nefitas por más de tres siglos.

Mosíah 17:2—¿Cuál es el origen del nombre Alma?

En latín, Alma es un nombre dado a una mujer. La frase alma mater significa “madre nutricia” o “madre generosa” y se asocia con una institución protectora, como una universidad.

¿Es Alma también un nombre masculino semita? El profesor Yigael Yadin encontró, cerca de la costa noroeste del Mar Muerto, una antigua escritura de tierras que contenía los nombres de quienes habían arrendado propiedades bajo Bar-Kokhba. Uno de esos nombres era “Alma, hijo de Yehudah”.

El hallazgo del profesor Yadin sugiere que Alma es un nombre semita masculino que significa “joven” o “muchacho”.

Mosíah 17:13–20—¿Fue Abinadí un mártir religioso?

El élder Bruce R. McConkie escribió: “En el sentido del evangelio, el martirio es la aceptación voluntaria de la muerte a manos de hombres inicuos antes que negar a Cristo y su santo evangelio.”

Al igual que Cristo —quien soportó azotes, burlas, espinas y la muerte— Sus profetas sufrieron persecución y aflicciones a causa de su fe en Dios.

  • Nefi huyó de sus hermanos que conspiraban contra él (véase 2 Nefi 5:1–5).
  • Alma y Amulek soportaron el encarcelamiento (véase Alma 14:22).
  • Éter habitó en la cavidad de una peña (véase Éter 13:18).
  • Y Abinadí sufrió la muerte por fuego (véase Mosíah 17:20).

De todos los mencionados, Abinadí es el único considerado mártir religioso.

Mosíah 18:1–14—¿Por qué se sumergió Alma al bautizar a Helam?

La cuestión es si Alma había sido bautizado previamente. El libro de Mosíah no declara si Alma había sido bautizado antes de escuchar las palabras de Abinadí.

Sin embargo, el presidente Joseph Fielding Smith escribió: “Alma fue bautizado y poseía el sacerdocio antes de la venida de Abinadí, pero se involucró con otros sacerdotes bajo el reinado del inicuo rey Noé; y cuando bautizó a Helam, sintió que necesitaba una limpieza él mismo, de modo que se enterró en el agua como símbolo de pleno arrepentimiento.”

El presidente Smith añadió: “Cuando Alma se sumergió con Helam, no fue un caso de que Alma se estuviera bautizando a sí mismo, sino meramente un símbolo para el Señor de su humildad y total arrepentimiento.”

Al sumergirse en el agua con Helam, Alma mostró su disposición a ser un testigo de Dios.

Mosíah 18:12–15—¿Cuándo recibió Alma la autoridad para bautizar a Helam?

Aunque el Libro de Mormón no especifica cuándo recibió Alma la autoridad para bautizar, el profeta José Smith declaró que:

“Todo hombre que tiene un llamamiento para ministrar a los habitantes del mundo fue ordenado para ese mismo propósito en el Gran Concilio del cielo antes de que existiera este mundo.”

Mosíah 23:17—¿Por qué se usa tan a menudo la frase “y aconteció que” en el Libro de Mormón?

La frase repetida con frecuencia “y aconteció que” sugiere que un pensamiento ha concluido y otro está comenzando. Esta expresión fue usada por Mormón y Moroni mientras abrían los registros antiguos. La frase también se encuentra en culturas del antiguo Cercano Oriente y de Mesoamérica.

Mosíah 23:17–23—¿Por qué utilizó Mormón frases repetitivas a lo largo de su compendio de Mosíah?

Los comentarios editoriales de Mormón en el libro de Mosíah a menudo están precedidos por expresiones como: “y así podemos ver”, “y así podemos contemplar” o “y así podemos discernir claramente”. Este estilo editorial se usaba para enfatizar que se había enseñado una lección importante, como que el Señor bendice a los nefitas con prosperidad cuando guardan los mandamientos.

Mormón y Moroni por lo general escribían solo una o dos oraciones para reforzar un concepto importante presentado en el texto.

Mosíah 24:3–4—¿Por qué necesitaban los lamanitas ser instruidos en el idioma de los nefitas?

Para este punto de la narración histórica, los nefitas y lamanitas habían vivido en regiones separadas de las Américas durante cientos de años. En ese tiempo, los lamanitas habían desarrollado un idioma propio, además de una barrera cultural.

El rey de los lamanitas “puso maestros de entre los hermanos de Amulón” para enseñar el idioma de los nefitas “a todo el pueblo de los lamanitas” (Mosíah 24:4). Aunque hubo muchas dificultades y guerras entre ambos pueblos, la posibilidad de comunicarse nuevamente abrió el camino para la obra misional y una mayor paz.

Mosíah 25:2—¿Cómo pudo ser Mulek hijo del rey Sedequías de Judá? Según el Antiguo Testamento, todos los hijos del rey Sedequías fueron asesinados por los babilonios.

Mulek fue hijo del rey Sedequías. Aunque 2 Reyes 25:7 declara que todos los hijos de Sedequías fueron muertos por los babilonios, el Libro de Mormón indica que su hijo Mulek sobrevivió. Pudo huir de Jerusalén y viajar con otros hacia las Américas.

Mosíah 25:2—¿Cuál es la ortografía correcta de Mulek?

En cuanto a la ortografía correcta de Mulek, Royal Skousen señala: “La ortografía más antigua del manuscrito para el hijo sobreviviente del rey Sedequías aparece como Muloch en Mosíah 25:2 del manuscrito del impresor. Por otro lado, este nombre está escrito como Mulek en Helamán 6–8 del mismo manuscrito.
La ortografía alternativa probablemente se deba a la influencia cercana de 13 ocurrencias del nombre de la ciudad de Mulek (escrito de forma consistente en ambos manuscritos, desde Alma 51 hasta Helamán 5).

La escritura Muloch puede sugerir una conexión con el dios pagano Molec–Moloc (1 Reyes 11:7–8; 2 Reyes 23:10; Hechos 7:43).

Mosíah 27:11—Cuando Alma el Joven y los hijos del rey Mosíah estaban “rebelándose contra Dios, he aquí, el ángel del Señor se les apareció.” ¿Por qué habría de aparecerse un ángel a Alma y a los hijos de Mosíah si eran indignos de estar en su presencia?

El presidente Wilford Woodruff explicó que el Señor tiene un propósito específico al enviar ángeles a la tierra: “Él envía [ángeles] para realizar una obra que no puede efectuarse sino mediante la administración de un ángel… El Señor ha enviado ángeles a los hombres desde la creación del mundo, en distintos momentos, pero siempre con un mensaje o con algo que realizar que no podía hacerse de otra manera.”

En cuanto a Alma el Joven y a los hijos de Mosíah, el Señor necesitaba que enmendaran sus caminos y realizaran un gran servicio en Su reino, pues “las oraciones de su pueblo, y también las oraciones de su siervo, Alma” habían sido escuchadas (Mosíah 27:14).

El propósito de la visitación angelical fue convencer a Alma del poder y la autoridad de Dios, de modo que se respondieran las oraciones de los justos conforme a su fe (Mosíah 27:14). El ángel suplicó a Alma y a los hijos de Mosíah que se arrepintieran y que no procuraran más destruir la Iglesia, para que las oraciones de los justos fueran contestadas (Mosíah 27:16).

Mosíah 27:29—¿Qué significa estar en “la hiel de amargura” y en “ligaduras de iniquidad”?

Estar en “la hiel de amargura” es una manera descriptiva de representar a quienes se han apartado de Dios (véase Deut. 29:18; Mosíah 27:29; Morm. 8:31; Moro. 8:14). Estar en “ligaduras de iniquidad” se refiere a las cuerdas o cadenas que atan a los inicuos (véase Prov. 5:22; Isa. 58:6).

Mosíah 28:1–20—¿Cómo obtuvo el rey Mosíah las piedras videntes que se usaron para traducir el registro jaredita?

Mosíah tradujo el registro jaredita, que estaba escrito en veinticuatro planchas de oro, “por medio de aquellas dos piedras que estaban sujetas a los aros de un arco” (Mosíah 28:13). Estas piedras se mencionan como “intérpretes” y también como el “Urim y Tumim” (Mosíah 8:13).

Se reveló a José Smith que el Urim y Tumim fue “dado al hermano de Jared en el monte, cuando habló con el Señor cara a cara” (D. y C. 17:1). Se desconoce el paradero del Urim y Tumim entre los jareditas después de la muerte del hermano de Jared.

Tal vez las piedras fueron guardadas por los reyes jareditas de manera semejante a como los reyes nefitas poseían las planchas menores, la Liahona y la espada de Labán. Si ese fue el caso, Coriántumr, el último gobernante sobreviviente de los jareditas, pudo haber tenido los intérpretes consigo cuando fue hallado por el pueblo de Zarahemla (véase Omni 1:21).

Mosíah 29:4–47—Cuando los nefitas cambiaron su gobierno a un sistema de jueces, ¿también cambiaron su manera de contar el tiempo?

En el año 92 a.C., los nefitas cambiaron de un gobierno monárquico de unos quinientos años a un sistema de jueces elegidos “por la voz de este pueblo” (Mosíah 29:25). El valor del gobierno por jueces radicaba en que “no es común que la voz del pueblo desee algo contrario a lo que es justo” (Mosíah 29:26). Sin embargo, “si llega el tiempo en que la voz del pueblo escoge la iniquidad, entonces es el tiempo en que los juicios de Dios vendrán” (Mosíah 29:27).

Para marcar este decisivo cambio político, los nefitas modificaron su modo de llevar la cuenta del tiempo. Antes del cambio, los años se contaban desde la salida de Lehi y su familia de Jerusalén. Dado que gran parte de su civilización se vinculaba con la primera familia (la conservación de la espada de Labán, la Liahona, las planchas de bronce, etc.), el cambio en la manera de registrar el tiempo resultó muy significativo. Reflejaba un cambio en el estatus de la primera familia, así como del gobierno por linaje real.


EL LIBRO DE ALMA

Alma 1—¿Escribió Alma, como Nefi y Jacob antes que él, el resumen introductorio de su libro, o lo escribió Mormón?

La introducción de Alma parece haber sido escrita por Mormón, ya que no contiene un enfoque personal en la introducción, como: “Yo, Alma…”. Los escritores del libro de Alma incluyen a Alma, Helamán y Shiblón.

Alma 1:1—¿Qué conflictos enfrentó Alma durante sus años como juez superior?

Hugh Nibley escribió: “Una cosa que al lector del Libro de Mormón nunca se le permite olvidar es que los nefitas vivían en un mundo polarizado, en el cual estaban perpetuamente comprometidos ya sea en guerras calientes o frías con los lamanitas. Su problema básico era uno de supervivencia; la seguridad era una obsesión para ellos.”

Esto es particularmente cierto en el libro de Alma.

Alma comenzó su servicio como juez superior en una situación políticamente favorable, ya que los hijos del rey Mosíah predicaban a los lamanitas, lo cual eliminaba “los recordatorios más visibles de la permanencia de la monarquía”. Según S. Kent Brown, “su presencia pudo haber complicado la transición” del régimen monárquico al gobierno de jueces.

Sin embargo, dentro de los cinco primeros años en el cargo, Alma enfrentó un conflicto con Nehor, quien enseñaba que “todo sacerdote y maestro debía hacerse popular; y no debían trabajar con sus manos, sino… ser mantenidos por el pueblo” (Alma 1:3).

También enfrentó una revuelta civil cuando Amlici, un descendiente real y seguidor de la orden de Nehor, intentó restablecer el régimen de reyes entre los nefitas. La rebelión civil provocó la pérdida de más de 19,000 nefitas (véase Alma 2:19). El intento de Amlici de reclamar el liderazgo de los nefitas fracasó.

Alma 1:1—¿Cuáles fueron los nombres de los jueces superiores que gobernaron a los nefitas?

Durante cuarenta años (92 a 52 a.C.) tres jueces superiores gobernaron a los nefitas: Alma el Joven, Nefihah y Pahorán.
De 52 a 50 a.C. hubo tres jueces adicionales: Pahorán el segundo, que sucedió a su padre; Pacumeni, que sucedió a Pahorán; y Helamán, hijo de Helamán.

Alma 1:8–9 — ¿Fue Gedeón el primer patriota nefita en alcanzar prominencia en el Libro de Mormón?
Gedeón es visto como un verdadero patriota y fue el primer patriota de los nefitas. Fue Gedeón quien propuso el plan para que el pueblo de Limhi escapara de la esclavitud lamanita (véase Mosíah 22:3–9). Gedeón fue tan altamente estimado por los nefitas que un valle y una ciudad llevaron su nombre (véase Alma 2:20; 6:7).

Alma 1:17–18 — Sin esperanza de clemencia y con la ejecución inminente, ¿por qué confesaría Néhór sus faltas?
Néhór fue ejecutado por el asesinato del patriota Gedeón (véase Alma 1:15). Antes de su ejecución, reconoció sus errores. Tal confesión se explica mejor por John A. Tvedtnes, quien cita de la Mishná: “Haz tu confesión, porque así es la costumbre de los que han sido condenados a muerte, confesar; pues todo el que hace su confesión tiene parte en el mundo venidero”.

Alma 3:1–3 — El intento de Amlici de restablecer un gobierno monárquico llevó a Alma y a su pueblo a tomar las armas en defensa de la ley y la libertad. El conflicto que siguió condujo a la muerte de ‘miles y decenas de miles’, incluido Amlici. ¿Cómo puede justificarse un conflicto tan sangriento en defensa de la libertad?
Abraham Lincoln dijo: “El amor a la libertad que Dios ha plantado en nosotros constituye la base de nuestra propia libertad e independencia. No son nuestras murallas ceñudas, nuestras costas erizadas, nuestro ejército y nuestra marina. Nuestra defensa está en el espíritu que valora la libertad como la herencia de todos los hombres, en todas las tierras y en todas partes. Destruye este espíritu y habrás plantado las semillas del despotismo en tus propias puertas”.
El presidente Ezra Taft Benson dijo: “La lucha por la libertad es la lucha de Dios. Porque el albedrío es un principio eterno. Existió antes de que el mundo fuese formado —existirá para siempre”.

Alma 3:1–25 — ¿De qué manera la guerra civil nefita fue precursora de guerras y rumores de guerras durante el gobierno de los jueces?
Siempre que los nefitas tenían disensiones, ya fuera bajo un juez o bajo un gobierno monárquico, ello conducía a luchas internas que los dejaban demasiado débiles para resistir los ataques lamanitas (véase Alma 52:16–17; 53:8–9). Sobre esto, Hugh Nibley dijo:
“Los lectores del Libro de Mormón a menudo expresan disgusto, o al menos cansancio e impaciencia, al tener que atravesar 170 páginas de guerras y alarmas en un libro religioso. … El objetivo de los estudios de Alma (o más bien de Mormón) sobre ‘la obra de la muerte’, como él la llama, es que resulten repulsivos —están destinados a ser dolorosos. … Es guerra real la que vemos aquí, una rutina tediosa, sórdida, agotadora y sin gozo, de victorias y derrotas alternadas— brutalmente costosa, destructiva, agotadora y aburrida, con constantes marchas y contramarchas que a veces terminan en fracaso y otras en enfrentamientos intensamente desagradables”.

Alma 5:13 — Después de entregar el asiento judicial a Nefihah, Alma dirigió su atención a la obra misional en la tierra de Zarahemla. Allí Alma expresó al pueblo de Zarahemla la necesidad de “cambiar vuestros corazones”. ¿Cómo pueden cambiarse los corazones?
Alma quería que el pueblo de Zarahemla dejara de estar centrado en el mundo para centrarse en Dios. El corazón es usado por Alma para simbolizar el centro de las afecciones. Mediante un método de preguntas y respuestas, Alma invita a sus oyentes a evaluar personalmente su conversión al evangelio de Jesucristo. Alma preguntó a los de Zarahemla si habían nacido espiritualmente de Dios —en otras palabras, si se habían arrepentido de sus pecados y habían recibido el Espíritu Santo (véase Alma 5:14). Quería saber si habían sido “espiritualmente nacidos de Dios”, recibido la imagen de Dios en sus semblantes y experimentado un “cambio poderoso” en sus corazones (véase Alma 5:14–31).

De manera similar, el presidente Marion G. Romney enseñó:
“Tal como se usa en las Escrituras, ‘convertido’ generalmente implica no solo la aceptación mental de Jesús y sus enseñanzas, sino también una fe motivadora en él y en su evangelio —una fe que produce una transformación, un cambio real en la comprensión que uno tiene del significado de la vida y en su lealtad a Dios— en sus intereses, en sus pensamientos y en su conducta. Aunque la conversión puede lograrse en etapas, uno no está verdaderamente convertido en el pleno sentido del término a menos y hasta que en su corazón sea una nueva persona”.

El presidente David O. McKay enseñó:
“Ningún hombre puede resolver sinceramente aplicar en su vida diaria las enseñanzas de Jesús de Nazaret sin percibir un cambio en su propia naturaleza. La frase ‘nacer de nuevo’ tiene un significado más profundo del que muchos le atribuyen. Ese sentimiento cambiado puede ser indescriptible, pero es real. Feliz el hombre que ha sentido verdaderamente el poder elevador y transformador que proviene de esta cercanía al Salvador, de este parentesco con el Cristo viviente”.

Alma 5:21–24 — ¿Por qué deben limpiarse los ‘vestiduras’ de toda mancha?
El élder Bruce R. McConkie escribió:
“Mucho de lo que es sagrado y simbólico se enseña por referencia a las vestiduras. … Las vestiduras limpias son una señal de limpieza, perfección y salvación. Para obtener la salvación los hombres deben lavar sus vestiduras en la sangre del Cordero” (véase Ap. 6:11; 7:9–17).

Alma 5:46 — ¿Cuál era la razón para ayunar en la antigüedad?
Antiguamente, obtener un testimonio era una de las razones para ayunar. El Antiguo Testamento y el Libro de Mormón hablan de personas que ayunaban por una variedad de razones: consuelo ante la muerte de un ser querido (véase 2 Sam. 1:12; Alma 30:2); ayuda para los enfermos (véase Mateo 17:18–21); superar el pecado (véase Isa. 58:6); y ayuda en la obra misional (véase Alma 17:9).

Alma 7:6 — ¿Por qué varía tan drásticamente el estilo de predicación de Alma en Gedeón en comparación con el método de preguntas y respuestas usado en Zarahemla?
El pueblo al que Alma se dirigió en Gedeón no estaba en el mismo estado de incredulidad que aquellos a quienes habló en la tierra de Zarahemla. El Señor le dijo a Alma que el pueblo de Gedeón había sido “restaurado nuevamente en el camino de su justicia” (Alma 7:4).

Alma 7:10 — Alma enseñó que Jesús “nacerá de María, en Jerusalén”. ¿Cómo se explica esto si es bien sabido que Jesús nació en Belén de Judea?
Es bien conocido que en las colinas de Belén, “se cumplieron los días en que [María] había de dar a luz. Y dio a luz a su hijo primogénito” (Lucas 2:6–7). Es importante notar que Alma profetizó que Jesús nacería “en Jerusalén, la tierra de nuestros antepasados”. No profetizó que nacería en la ciudad de Jerusalén. Al decir “la tierra de Jerusalén”, incluyó correctamente toda la región, la cual abarca el pueblo de Belén, a unos ocho kilómetros de la Ciudad Santa.

Alma 8–16 — ¿Por qué el próspero Amulek respondió tan dispuesto a las necesidades físicas de Alma?
Amulek era un hombre próspero en el mundo con “no poca reputación” (Alma 10:4). En una época conoció los caminos del Señor, pero con el tiempo había endurecido su corazón contra las inspiraciones de Dios y se había rebelado. Su rebelión terminó un día mientras viajaba para visitar a un familiar. “Un ángel del Señor se apareció a Amulek y le dijo: ‘Vuelve a tu propia casa, porque vas a dar alimento a un profeta del Señor; sí, a un hombre santo’” (Alma 10:7). Sabiendo que había visto a un ángel y que sería bendecido por servir al “hombre santo”, Amulek regresó a su hogar en Ammóníhah, donde proveyó sustento y refugio a Alma.

Alma 11:1–22 — A Amulek se le ofrecieron seis onti de plata si negaba la existencia de Dios. ¿Cuál era el valor de seis onti de plata?
Conocer algo de la escala monetaria nefita ayuda a entender lo que Zeezrom ofreció a Amulek para que negara su testimonio de Dios. Los siguientes valores monetarios se basan en un patrón de cebada:

Equivalentes

Plata

Oro

Grano

 

amnor

seón

2 medidas

 

ezrom

shum

4 medidas

 

leah

(ninguno)

½ medida

 

(ninguno)

antion

1 ½ medidas

 

onti

limnah

7 medidas

 

senum

senine

1 medida

 

shiblon

(ninguno)

½ medida

 

shiblum

(ninguno)

¼ medida

 

Amulek recibió la oferta de seis onti de plata, lo cual equivale a seis limnah en oro o cuarenta y dos medidas de grano.

Alma 11:21–24 — Zeezrom tembló ante Amulek y Alma, pues había sido atrapado en sus mentiras y engaños. Con el tiempo, “Zeezrom yacía enfermo en Sidom, con una fiebre ardiente, la cual fue causada por las grandes tribulaciones de su mente”. ¿Cómo pudo ser esto?
El élder Boyd K. Packer dijo:
“Existen también trastornos espirituales y enfermedades espirituales que pueden causar un sufrimiento intenso. El cuerpo y el espíritu del hombre están ligados. A menudo, muy a menudo, cuando hay trastornos, es muy difícil decir cuál es cuál”.

Alma 12:21 — El juez principal Antionah preguntó a Alma acerca de los ‘querubines’ al oriente del Jardín de Edén. ¿Qué son los querubines?
Un querubín es un ángel con deberes específicos asignados. Los eruditos sectarios sugieren que los querubines son figuras mitológicas, como los grifos entre los hititas, que se suponía eran esfinges aladas con cuerpos de leones y cabezas y alas de águilas. Tales sugerencias son falsas.

Alma 13 — ¿Están los sumos sacerdotes, que han sido ordenados desde la fundación del mundo, predestinados a una obra específica?
Sobre este tema, el presidente Harold B. Lee dijo:
“Dios pudo haber llamado y escogido a hombres en el mundo de los espíritus o en su primer estado para realizar cierta obra, pero si aceptarán ese llamamiento aquí y lo magnificarán mediante el servicio fiel y las buenas obras en la mortalidad es algo en lo cual tienen el derecho y el privilegio de ejercer su albedrío para escoger lo bueno o lo malo. … De ahí que, como el Señor ha dicho, ‘muchos son los llamados, pero pocos los escogidos’”.

Alma 15:10 — ¿Qué le sucedió a Zeezrom después de ser sanado de sus aflicciones?
Zeezrom fue sanado de sus aflicciones gracias a su fe en Cristo. Se convirtió en un fiel siervo de Dios, dedicando su tiempo a predicar entre el pueblo. Su nombre y enseñanzas son mencionados por un posterior escritor del Libro de Mormón (véase Hel. 5:41). Hubo una ciudad que llevó su nombre, siguiendo “la costumbre del pueblo de Nefi de llamar a sus tierras, y a sus ciudades, y a sus aldeas, sí, aun a todas sus pequeñas aldeas, con el nombre de aquel que primero las poseyó” (Alma 8:7; 56:13–14).

Alma 15:16 — Amulek fue rechazado por su padre, parientes y amigos por aceptar el evangelio de Jesucristo. ¿Por qué la palabra de Dios crea tales divisiones en las familias y en la sociedad en general?
Brigham Young dijo:
“El Evangelio de salvación está perfectamente calculado para causar división. Ataca la raíz misma de la existencia de la humanidad en su maldad, designios perversos, pasiones y planes inicuo. No existe mal alguno entre la familia humana en cuya raíz no ataque eficazmente” (Mateo 10:34–36).

Alma 16:11 — ¿Cuál es el significado de la ‘Desolación de Néhors’?
“La Desolación de Néhors” se refiere a las ruinas de la ciudad de Ammóníhah (véase Alma 16:11).

Alma 16:12–21 — ¿Cuántos años tomó a Alma y a su fiel compañero Amulek volver a los nefitas hacia Dios?
Alma comenzó a predicar al inicio del noveno año del gobierno de los jueces. El pueblo no fue convertido nuevamente a Cristo hasta el año catorce del gobierno de los jueces. Durante ese tiempo intermedio, la ciudad inicua de Ammóníhah fue destruida.

Alma 17:1–11 — ¿Por qué fueron tan exitosos los hijos de Mosíah como misioneros?
Los hijos de Mosíah tuvieron éxito porque “escudriñaban diligentemente las Escrituras”, oraban y ayunaban mucho, y servían a Dios aun en circunstancias difíciles (véase Alma 17:2–5). Además, poseían el espíritu de profecía y el espíritu de revelación (véase Alma 17:3). Los hijos de Mosíah también fueron pacientes y sufridos en sus aflicciones (véase Alma 17:11).

The Prison Walls Fell to the Earth | Illustration of Alma 14:26–27 • Book  of Mormon Online

Alma 17:24 — ¿Por qué el rey Lamoni, que acababa de liberar a Ammón del cautiverio, le ofrecería una hija como esposa?
Según S. Kent Brown, “Hubiera sido, por supuesto, un golpe político para Lamoni casar a su hija con un príncipe nefita. … Ammón rehusó permitir que su posición real entrara en la conversación”.

Alma 18:13 — ¿Cuál es el significado de la palabra Rabbanah?
De acuerdo con Alma 18:13, la palabra Rabbanah significa un “gran y poderoso rey”. La palabra es similar al hebreo rabboni, que significa “líder” (véase Juan 20:16). También es similar a la palabra hebrea rabbi, que significa “uno que enseña o dirige”.

Alma 19:16–17 — ¿Quiénes son las otras mujeres mencionadas en el Libro de Mormón además de Abis?
Abis es una de las cinco mujeres nombradas en el Libro de Mormón. Las otras son: Saria, esposa de Lehi (véase 1 Nefi 2:5); Isabel, la ramera (véase Alma 39:3); María, la madre de Jesús; y Eva, la madre de todos nosotros. El registro no aclara en qué momento Abis, la única mujer lamanita mencionada por nombre, se convirtió. Se sabe que se convirtió “al Señor por muchos años, a causa de una visión extraordinaria de su padre” (Alma 19:16). Su conversión desempeñó un papel significativo en la conversión de muchos lamanitas.

Alma 20:2–3 — ¿Cuántos compañeros misioneros acompañaron a los cuatro hijos de Mosíah mientras compartían el evangelio de Jesucristo con los lamanitas?
El Libro de Alma no indica el número de compañeros misioneros que sirvieron con los hijos de Mosíah en su misión de catorce años (véanse Mosíah 28:1, 8–9; Alma 17:6). Sin embargo, el registro menciona que hubo otros misioneros con ellos (véanse Mosíah 28:1; Alma 22:35). Solo se nombran dos compañeros misioneros: Muloki y Ammah (véase Alma 20:2–3).

Alma 21:1–3 — ¿Cuál es la diferencia entre los amalequitas y los amulonitas?
Los amalequitas eran nefitas apóstatas que se unieron a los lamanitas y siguieron la orden de Néhór. Ayudaron a edificar la ciudad nefita de Jerusalén y encabezaron la masacre de los anti-nefi-leyes. Varios amalequitas ocuparon altos cargos en el ejército lamanita. Solo un amalequita fue convertido por los hijos de Mosíah y sus compañeros (véase Alma 23:14).

Los amulonitas descendían de Amulón y de los sacerdotes inicuos del rey Noé. Eran nefitas por parte de padre y lamanitas por parte de madre. Muchos de los amulonitas llegaron a ser seguidores de la orden de Néhór. Ninguno de los amulonitas aceptó el mensaje del evangelio tal como lo predicaron los hijos del rey Mosíah.

Alma 21:4–23 — ¿Cuáles eran las creencias de la orden de los Néhors?
La orden de los Néhors creía que reunirse constituía adorar a Dios (véase Alma 21:6). Enseñaban que Dios salvaría a todos los hombres (véase Alma 21:6) y negaban la venida de Jesucristo, pues no creían que los acontecimientos futuros pudieran conocerse (véanse Alma 21:7–8). Sus creencias eran aborrecibles para los justos y para Dios.

Alma 22:5–16 — ¿Por qué se considera a Aarón, hijo del rey Mosíah, un misionero modelo?
El presidente Ezra Taft Benson citó el método misional de Aarón como un ejemplo exitoso para enseñar “el gran plan del Dios eterno”. Como misionero, Aarón “no podía soportar que ningún alma humana pereciera” (Mosíah 28:3). Fue paciente y sufrido en sus aflicciones y encarcelamiento (véanse Alma 21:13–14).

Alma 22:9 — Era una práctica común entre los nefitas relatar nuevamente la historia de Lehi y su familia y su viaje a la tierra prometida. ¿Qué evidencia muestra que los lamanitas también relataban la historia de Lehi?
El relato del éxodo de Moisés y los israelitas de la esclavitud en Egipto servía como recordatorio a los nefitas de su dependencia de Dios para toda bendición buena. Relatar la historia de Lehi y el viaje de su familia a la tierra prometida cumplía un propósito similar para los nefitas y posiblemente también para los lamanitas. Terrence L. Szink escribió:
“Ocho veces en el Libro de Mormón se recordó el éxodo. El viaje de Lehi desde Jerusalén es mencionado al menos diez veces. Aun los lamanitas pueden haber seguido esta costumbre en cierta medida” (Alma 22:9).

Alma 22:18 — ¿Cuánto tiempo le tomó al rey lamanita arrepentirse de sus pecados y aceptar a Jesucristo? ¿Cuál es el significado de la promesa que hizo?
Una vez que el rey lamanita prometió a Dios: “Deseo desechar todos mis pecados para conocerte” (Alma 22:18), se había arrepentido y abandonado sus pecados, y estaba dispuesto a guardar los mandamientos de Dios. Al hacerlo, fue inmediatamente limpiado (véanse Alma 22:15–23). ¿Cuánto tiempo se tarda en arrepentirse? En el caso del rey lamanita, fue inmediato. Sobre este proceso, el élder Heber C. Kimball dijo:
“En el día de Pentecostés, cuando Pedro proclamó el Evangelio, unas 3,000 almas fueron añadidas a la Iglesia ese día. ¿Cuánto tiempo les tomó arrepentirse? No más que el tiempo que estuvieron dispuestos a creer y desechar sus pecados, con la determinación de abandonarlos y no pecar otra vez”.

Alma 22:27–34 — ¿Por qué todo el interés en las ruinas de Centroamérica como posibles vestigios de la cultura nefita?
Alma 22:27 habla sobre la tierra ocupada por los nefitas; las descripciones continúan hasta el versículo 34. Algunos entusiastas y eruditos del Libro de Mormón, como John Sorenson, han buscado identificar huellas de la cultura nefita en las Américas. Algunos sugieren que las ruinas de Centroamérica podrían tener influencia nefitas. Esta idea se remonta a 1839, cuando el presidente Martin Van Buren nombró a John Lloyd Stephens como embajador especial en Centroamérica, que en aquel entonces era un solo país. Mientras cumplía su misión diplomática, Stephens y el artista Frederick Catherwood exploraron ruinas antiguas en Centroamérica durante ocho meses.

Al regresar a los Estados Unidos, Stephens escribió Incidents of Travel in Central America, Chiapas and Yucatan (Nueva York, 1841) y Incidents of Travel in Yucatan (Nueva York, 1843). Estos libros describen templos, pirámides y otras ruinas arqueológicas, e incluyen ilustraciones artísticas de Catherwood sobre edificios y obras de arte antiguos.

El 15 de septiembre de 1842, se publicó en el Times and Seasons un artículo sobre el primer libro de Stephens. José Smith era el editor del periódico SUD en ese momento, aunque es debatible si él escribió el artículo. Este decía:
“De un extracto de Incidents of Travel in Central America de Stephens se verá que la prueba de que los nefitas y lamanitas habitaron en este continente, de acuerdo con el relato en el Libro de Mormón, se está desarrollando de una manera más satisfactoria de lo que el creyente más entusiasta en esa revelación podría haber anticipado”.

En el mismo número del Times and Seasons del 15 de septiembre de 1842 apareció también el siguiente comentario editorial:
“El gran descubrimiento de antigüedades de Mr. Stephens queda expuesto a los ojos de todo el pueblo al leer la historia de los nefitas en el Libro de Mormón. Ellos vivieron en torno al estrecho istmo de tierra, que ahora comprende Centroamérica, con todas las ciudades que se pueden encontrar”.

Frederick Catherwood : In search of America's lost cities – Wallango

Es importante notar que este editorial no estaba firmado por José Smith. En un extracto posterior publicado en el Times and Seasons el 1 de octubre de 1842, se repitió el comentario editorial anterior, añadiendo:
“No será un mal plan comparar las ciudades en ruinas de Mr. Stephens con aquellas del Libro de Mormón; la luz se une con la luz, y los hechos se apoyan con hechos. La verdad no perjudica a nadie”.

Alma 23:17 — ¿Cuál es el significado de Anti-Nefi-Lehíes?
Los lamanitas convertidos por la obra misional de los hijos de Mosíah y sus compañeros tomaron sobre sí el nombre de Anti-Nefi-Lehíes (véanse Alma 23:17; 24:1–5). Los eruditos del Libro de Mormón han sugerido diversas definiciones para Anti-Nefi-Lehíes:

  • George Reynolds y Janne Sjodahl sugieren que la palabra anti significa “montaña” o “colina” y concluyen que el nombre podría significar que vivían en un país montañoso: la tierra de Nefi y Lehi.
  • Hugh Nibley sugiere una raíz semítica e indoeuropea común correspondiente a anti que significa “enfrente de” o “frente a”, como alguien ante un espejo, y por extensión “uno que se opone” o “uno que imita”.
  • Stephen Ricks propone que el nombre Anti de Anti-Nefi-Lehíes podría ser un reflejo del egipcio nty “él de”, con el sentido de “el que pertenece a Nefi y Lehi”, en lugar de significar “contra”.

Alma 27:22 — ¿Cuál es el significado de que los Anti-Nefi-Lehíes recibieran la tierra de Jersón como herencia?
En hebreo, la raíz de Jersón significa “heredar”. Esto puede ser significativo, ya que la tierra dada a los Anti-Nefi-Lehíes fue una herencia de parte de los nefitas.

Alma 30 — ¿Por qué Mormón, teniendo muchos registros disponibles, dedica un capítulo entero a presentar las enseñanzas de un anticristo?
La razón por la que Mormón incluyó las enseñanzas de Corihor no se declara explícitamente. Sin embargo, al hacerlo Mormón revela el propósito de la falsa doctrina: oponerse a Jesucristo y a Sus siervos, y colocarse en oposición directa a la verdad.

Por ejemplo, Corihor insistía en un enfoque racional y científico de la vida (véanse Alma 30:13–16). Demandaba emancipación de “las necias tradiciones de sus padres” (Alma 30:31). Proclamaba una nueva moralidad que eliminaba las inhibiciones (véanse Alma 30:17–18, 23). Predicaba sobre la libertad de la explotación sacerdotal (véase Alma 30:23); sobre el naturalismo, es decir, “cuando un hombre moría, allí terminaba todo” (Alma 30:18); y sobre el materialismo estricto (véase Alma 30:17).

Corihor defendía la filosofía del laissez-faire, afirmando que el hombre prosperaba según su propio ingenio y que “todo lo que un hombre hiciera no era pecado” (Alma 30:17). Para Corihor, toda oposición a su doctrina anticristo era insensata (véanse Alma 30:13–14) y evidencia de una mente frenética y trastornada (véase Alma 30:16).

Alma 30:42 — Alma respondió al agnóstico Corihor con: “Yo sé que tú crees, pero estás poseído de un espíritu mentiroso” (Alma 30:42).
Cuando los nefitas resistieron las palabras de Corihor, “hicieron que fuese atado; y lo entregaron en manos de los oficiales” y lo llevaron ante Nefíhah, el juez principal y gobernador de la tierra, y Alma, el líder de la Iglesia (véase Alma 30:29). Esto sugiere que Corihor había sido alguna vez miembro de la Iglesia que Alma había establecido en la tierra.

Alma 31:13, 21 — ¿Hay una raíz semítica en el título Rameumptom?
Rameumptom tiene al menos una raíz semítica: ram, que se refiere a un “lugar alto”, como el monte Ramá (véase Éter 15:11). “En el Israel moderno se encuentran las ciudades de Ramallah, ubicadas en las cumbres de las colinas de Judea al norte de Jerusalén, y Rameem, que significa literalmente ‘las alturas’ y está situada en la cima de las colinas cerca de la frontera con el Líbano.”
Una vez por semana, los zoramitas apóstatas se subían al Rameumptom para ofrecer oraciones que exaltaban su grandeza. Sus oraciones eran memorizadas y egocéntricas. En ellas, los zoramitas expresaban su creencia de que Dios era un espíritu y que los había escogido para ser salvos. Entre sus otras creencias apóstatas estaba que las prácticas religiosas debían observarse solo un día a la semana.

Alma 32:17–43 — ¿Cuál es la diferencia entre fe y creencia?
El élder James E. Talmage escribió:
“Los términos fe y creencia a veces se consideran sinónimos; sin embargo, cada uno tiene un significado específico en nuestro idioma, aunque en un uso más antiguo había poca distinción entre ellos y por ello se usan indistintamente en muchos pasajes de las Escrituras. Creencia, en uno de sus sentidos aceptados, puede consistir en un simple asentimiento intelectual, mientras que la fe implica tal confianza y convicción que impulsa a la acción. … La creencia es en cierto sentido pasiva, un acuerdo o aceptación solamente; la fe es activa y positiva, e incluye tal dependencia y confianza que conduce a las obras. … Si la creencia es producto de la mente, la fe es del corazón; la creencia se fundamenta en la razón, la fe en gran medida en la intuición.”

Alma 33:21–22 — ¿Qué significa la frase: “Si pudieseis ser sanados con solo alzar vuestros ojos”?
Así como los israelitas necesitaban mirar a la serpiente de bronce —símbolo del Mesías hecho por Moisés y levantado en una vara—, así también el pueblo de Alma necesitaba mirar a Cristo para ser salvo. (El motivo de la serpiente en un madero como símbolo de Cristo se encuentra en el área cristiana primitiva del Mediterráneo y en Mesoamérica). Rehusarse a mirar la serpiente de bronce o a Cristo conduce a los efectos mortales del pecado (véase Núm. 21) y a la “noche de tinieblas, en la cual no se puede obrar”, pues el pecador pierde la voluntad de arrepentirse (véase Alma 34:33).
Cuando las palabras “mirar” y “vivir” aparecen juntas en el Libro de Mormón, casi siempre se encuentran en versículos relacionados con la Liahona y la serpiente de bronce (véanse Hel. 8:13, 15).

Alma 35:13 — ¿Por qué hace Mormón una pausa en el relato de guerras y destrucción para incluir enseñanzas doctrinales?
En Alma 35:13, Mormón promete volver a relatar una guerra nefita/lamanita, pero antes de tratar ese tema repetitivo hace una pausa para escribir a sus hijos las palabras de Alma, palabras llenas de verdades doctrinales. Ocho capítulos más tarde, Mormón escribe: “Y ahora regreso a la relación de las guerras” (Alma 43:3).
Entre las verdades doctrinales que Alma compartió con sus hijos estuvo el tema de la ofensa. Sobre este asunto, el presidente Spencer W. Kimball dijo:
“Podemos enojarnos con nuestros padres, o un maestro, o el obispo, y empequeñecernos en un anonimato sin nombre al marchitarnos y encogernos bajo el veneno y la ponzoña de la amargura y el odio. Mientras el odiado sigue con sus asuntos, sin darse mucha cuenta del sufrimiento del que odia, este último se engaña a sí mismo. … Dejar de participar en la Iglesia solo por contrariar a los líderes o dar rienda suelta a sentimientos heridos es engañarnos a nosotros mismos.”

Alma 34:34–35 — ¿Por qué es tan desagradable para Dios el arrepentimiento en el lecho de muerte?
Una razón es que no sabemos cuándo llegará la muerte. Amulek aconsejó a los nefitas arrepentirse mucho antes de morir (véase Alma 34:34). El presidente Lorenzo Snow dio un consejo similar:
“Todos los hombres y mujeres que sean dignos de ser llamados Santos de los Últimos Días deberían vivir hora por hora de tal manera que, si fuesen llamados repentinamente de esta vida a la venidera, estarían preparados. … Es nuestro privilegio vivir de tal forma que tengamos el espíritu de luz e inteligencia hasta el punto de sentirnos seguros de que todo estará bien si fuésemos llamados en cualquier momento.”

Alma 36 — ¿Por qué se considera Alma 36 el mejor ejemplo de quiasmo en el Libro de Mormón?
Sobre Alma 36, John Welch escribe:
“Es una obra maestra de composición, tan buena como cualquier otro uso de quiasmo en la literatura mundial, y merece amplio reconocimiento y aprecio. No puedo imaginar que su compleja y deliberada estructura haya ocurrido por casualidad.
Su sofisticación como pieza literaria muestra definitivamente la habilidad de Alma como escritor.”

Alma 36:6–10 — ¿Hay una discrepancia en el tiempo mencionado en los relatos repetidos de la conversión de Alma?
El tema del tiempo —tres días y tres noches o dos días y dos noches— no representa un problema en la conversión de Alma. En el libro de Mosíah, los dos días y dos noches se refieren al ayuno de los sacerdotes, no al tiempo que Alma estuvo inconsciente (véanse Mosíah 27:22–23). En el libro de Alma, los tres días y tres noches se refieren al tiempo total durante el cual Alma no pudo abrir la boca ni usar sus miembros (véase Alma 36:10).

Alma 37:1–31 — ¿De qué manera beneficiaron a los nefitas los registros conservados por Alma y otros?
Alma le dice a su hijo Helamán que los registros han “aumentado la memoria de este pueblo, convencido a muchos del error de sus caminos y los han conducido al conocimiento de su Dios para la salvación de sus almas” (Alma 37:8). Los registros también han convencido a “miles de los lamanitas del error de la tradición de sus padres” y los han llevado al arrepentimiento (Alma 37:9).

Alma 37:23 — ¿Quién es el siervo Gazelem?
Gazelem fue un título dado a un siervo de Dios. Según Daniel Ludlow, la raíz de Gazelem parece ser Gaz, que significa “piedra”, y Elem, “un nombre de Dios”, con el significado de “interventor en los asuntos de los hombres”. Si esta raíz interpretativa es correcta, Gazelem significa “un vidente de Dios”. Sin embargo, esta interpretación es cuestionada, pues Elem y Alemin no corresponden.

Alma 39:9 — ¿Qué significa ‘dominarte a ti mismo’?
La expresión “dominarte a ti mismo” significa “negarte a ti mismo” (véanse 3 Nefi 12:30; Mateo 16:24). Alma aconsejó a su hijo Coriantón que se “dominara” o se negara a sí mismo “la concupiscencia de sus ojos” (Alma 39:9). Coriantón siguió el consejo y se arrepintió de sus errores pasados (véanse Alma 43:1–2).
Jesús dijo: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame” (Mateo 16:24).
El presidente Joseph Fielding Smith declaró:
“Se nos ha enseñado que el adulterio es un crimen segundo solo al derramamiento de sangre inocente. No podemos tratarlo a la ligera. … Si un hombre piensa que el Señor le ha puesto un sello por el cual queda exento de sus transgresiones y está obligado a heredar la vida eterna, sin importar lo que haga, siempre que no cometa asesinato, ni derrame sangre inocente, ni niegue al Espíritu Santo, está en la hiel de amargura, como habría dicho un profeta nefita.”

Drawing from the Past: Plate 10, Archway, Casa del Gobernador, Uxmal |Smith  College Libraries

Alma 40:12–15 — Alma le dijo a Coriantón que los espíritus de los justos son recibidos en el paraíso, un estado de felicidad. ¿Existen limitaciones a la felicidad en el paraíso?
Un ángel le dijo a Alma que hay dos divisiones en el mundo de los espíritus: paraíso y tinieblas de afuera. Los que entran en el paraíso conocen la felicidad, pero no la plenitud de gozo (véase DyC 93:33–34).
Orson Pratt enseñó:
“Cuando nuestros espíritus dejen estos cuerpos, ¿serán felices? No perfectamente. ¿Por qué? Porque el espíritu está separado del cuerpo; no puede estar perfectamente feliz mientras una parte del hombre yace en la tierra. … Por consiguiente, todos los hombres santos que han vivido en la antigüedad esperaron con ansias la resurrección de sus cuerpos; porque entonces su gloria será completa.”

Alma 43–51 — ¿Qué dice el Libro de Mormón acerca de las circunstancias bajo las cuales se justifica la guerra?
Las frecuentes batallas y guerras descritas en el libro de Alma son relatos de destrucción. El ataque y el contraataque son el tema en página tras página de Alma. Recordar los frentes de batalla, disidentes, apóstatas, ejércitos, ciudades y líderes en cada guerra resulta difícil. A esto se suma la complejidad de que las narraciones de las batallas no siempre aparecen en orden cronológico.

Buscar un hilo conductor que defina cada ataque sangriento lleva a la cuestión de la defensa justificada o, como escribió el élder Bruce R. McConkie:
“La autodefensa es tan justificable en lo referente a la guerra como cuando un hombre intenta quitarle la vida a otro. … Los hombres justos tienen derecho, se espera de ellos y están obligados a defenderse; deben entrar en batalla cuando no hay otra manera de preservar sus derechos y libertades y de proteger a sus familias, hogares, tierras y las verdades de salvación.”

Un fuerte defensor de la autodefensa mediante el uso de estrategias y técnicas militares fue el capitán Moroni. Fortificó las ciudades nefitas y preparó a sus guerreros con corazas, escudos de brazo, ropa gruesa y yelmos (véase Alma 43:19). “Amontonó tierra alrededor de todas las ciudades. … Y sobre la cima de esos terraplenes de tierra mandó poner maderas. … Y mandó erigir torres” (Alma 50:1–4).
Él sabía que: “Por cuanto no somos culpables de la primera ofensa, ni de la segunda, no sufriremos que seamos muertos por las manos de nuestros enemigos” (Alma 43:46). También sabía: “Defenderéis a vuestras familias aun hasta la efusión de sangre” (Alma 43:47). Por lo tanto, los nefitas se sentían justificados en resistir a los lamanitas, pues estaban defendiendo sus vidas, familias, hogares y libertad. Bajo ninguna circunstancia habrían estado justificados en cometer la primera ofensa. El Señor dijo: “Nunca daréis una ofensa, sí, y nunca alzaréis la espada si no es contra un enemigo, si no es para preservar vuestras vidas” (Alma 48:14).

Alma 43–51 — ¿Puede encontrarse un patrón de tiempo o de estaciones en las guerras entre los nefitas y los lamanitas?
La guerra entre nefitas y lamanitas tiene un “patrón de tiempo” o, como escribió el erudito John Sorenson: “Las guerras ocurrían principalmente al final y al comienzo del año, mientras que los meses seis al nueve eran tranquilos. Además, los combates que había en los meses cuarto y quinto tendían a ser escaramuzas menores, no guerras importantes.”
¿Por qué? La respuesta tiene algo —quizá todo— que ver con la temporada de cultivo. “Los meses cuarto al noveno, cuando el combate era raro o inexistente, eran los meses en que se registraba el cultivo de los sembrados. Abastecer de alimentos a los ejércitos parece haber sido una preocupación principalmente en los meses doce al dos.”

Alma 45:18 — ¿Qué fue de Alma?
La escritura dice: “Partió de la tierra de Zarahemla, como si fuese a la tierra de Melek. Y aconteció que nunca más se supo de él.”
La escritura añade: “En cuanto a su muerte o sepultura, nada sabemos” (Alma 45:18). El presidente Joseph Fielding Smith sugirió: “Es muy razonable pensar que tanto Moisés como Alma, al igual que Elías y Juan, fueron trasladados para cumplir alguna obra que el Señor tenía reservada para ellos en un día futuro.”

Alma 46:12–13 — ¿Qué significa la expresión ‘hollar las vestiduras’?
El erudito Hugh Nibley afirmó que “hollar las vestiduras” era un antiguo ritual “en el cual una persona, al hacerse miembro de la iglesia, se quitaba su vestidura y la pisoteaba ‘en señal’ de haber desechado un modo de vida anterior y como símbolo de hollar sus antiguos pecados bajo sus pies.”

Alma 48:11–25 — ¿Por qué se considera al capitán Moroni uno de los más grandes líderes militares en la historia de los nefitas?
Los lectores del Libro de Mormón tienen al capitán Moroni en gran estima, pues era un hombre de Dios (véanse Alma 48:11–18). Obtuvo y obedeció las palabras de un profeta (véanse Alma 43:23–26). Se preocupaba por el bienestar de todos los que servían bajo su mando (véanse Alma 48:7–10; 49:18–20; 50:1–4). Usaba la estrategia para vencer a sus oponentes (véanse Alma 43:27–35). Era pronto en perdonar las ofensas (Alma 44:1–20). Y, por último, era patriota (véanse Alma 46:11–20).

Alma 53:10–23 — ¿Por qué es tan notable la historia de los 2,060 jóvenes guerreros?
La saga de Helamán y sus jóvenes guerreros, comprometidos a defender la nación y preservar la libertad, es uno de los grandes relatos de guerra en el libro de Alma (véase Alma 53:17). Cada uno de estos jóvenes era intrépido (véanse Alma 53:20–21). Eran hombres de extraordinario valor y fe, habiendo “sido enseñados por sus madres que, si no dudaban, Dios los libraría” (Alma 56:45–48, 56). En cada enfrentamiento en el campo de batalla, el Señor protegió a Helamán y a sus guerreros de modo que no se perdió ni una vida (véanse Alma 57:25–26). Helamán creía que la preservación de sus jóvenes guerreros se debía a su fe en Dios:
“Y con razón atribuimos [su preservación] al poder milagroso de Dios, a causa de su fe extraordinaria en lo que habían sido enseñados a creer: que hay un Dios justo, y que todo aquel que no duda será preservado por su maravilloso poder” (Alma 57:26).

Alma 54, 56–58, 60–61 — ¿Por qué incluiría Mormón, en un relato abreviado de la historia nefita, cartas y epístolas en su totalidad?
Se supone que las cartas incluidas revelan el carácter y la personalidad del escritor de una manera que un relato abreviado de la correspondencia no podría. A través de las cartas, los lectores descubren a dos patriotas que demuestran la esperanza de que, uniendo al pueblo, la libertad pueda mantenerse.

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Alma 63:4–10 — Hagot y su grupo dejaron el cuerpo principal de los nefitas para aventurarse por los mares. ¿Dónde desembarcaron Hagot y su grupo?
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días no ha tomado una posición oficial sobre dónde desembarcaron Hagot y su grupo. Es interesante que el presidente Spencer W. Kimball dijera en una conferencia en Nueva Zelanda:
“El presidente Joseph F. Smith, presidente de la Iglesia, declaró: ‘Hermanos y hermanas de Nueva Zelanda, quiero que sepan que ustedes son del pueblo de Hagot.’ Para los santos de Nueva Zelanda, eso fue suficiente. Un profeta del Señor había hablado.”


EL LIBRO DE HELAMÁN

Helamán 1 — ¿Qué causó la caída de la civilización nefita?
Aquellos que buscaban poder en altos cargos recurrieron al asesinato para obtenerlo. Al hacerlo, debilitaron la estructura interna del gobierno nefita, dando a los lamanitas una ventaja decisiva sobre los nefitas (véanse Helamán 1:18–20). Los actos violentos de asesinato de aquellos en combinaciones secretas eran difíciles de evitar porque los propios nefitas estaban en un estado degradado. Por ejemplo, Pahorán el segundo fue asesinado por Kishkumen (véase Helamán 1:9), y Pacumeni, que sucedió a Pahorán el segundo como juez principal, fue muerto por Coriantumr (véase Helamán 1:21).
La banda de Gadiantón nunca tuvo éxito en sus planes de derrocar al gobierno cuando los nefitas estaban en un período de crecimiento espiritual en su sociedad.

Helamán 1:17 — ¿Cómo muestra la ortografía de Coriantumr, un disidente de los nefitas y líder militar lamanita, que José Smith deletreaba los nombres propios al traducir las planchas?
Las correcciones de escribas en el manuscrito original del Libro de Mormón muestran que José Smith deletreaba los nombres desconocidos mientras traducía las planchas. Por ejemplo, el escriba Oliver Cowdery primero escribió Coriantummer. Luego tachó el nombre y lo corrigió como Coriantumr. Como dice Royal Skousen: “Este nombre no pudo haber sido escrito correctamente a menos que José Smith lo deletreara letra por letra (o lo escribiera para Oliver). De hecho, Oliver terminó la ‘r’ final del nombre correcto con un gran adorno de su pluma, casi como diciendo: ‘¿Cómo podría alguien esperar escribir correctamente un nombre así?’”

Helamán 3:14 — Para el tercer capítulo de Helamán, el abreviador Mormón parece estar apresurado mientras recorre noticias de paz, migración e incluso un cambio en el asiento judicial. Estos eventos importantes aparecen de paso en sus escritos, especialmente en comparación con la cantidad de versículos que hablan de guerras. ¿Qué parte del compendio de Mormón y de su propio libro habla de guerras?
Cuatro veces en su compendio Mormón escribió: “No puedo escribir ni la centésima parte” (Helamán 3:14; 3 Nefi 5:8; 3 Nefi 26:6; Palabra de Mormón 1:5). Su hijo Moroni usó la misma frase en Éter 15:33. Para estos compiladores, la brevedad era una necesidad. Sin embargo, cuando se trataba de la guerra, el ritmo de su compendio se desaceleraba. Se estima que un tercio del compendio de Mormón y de su propio libro trata sobre guerras.

Helamán 4:5 — ¿Qué prueba tenemos de que los lamanitas también llevaban registros?
Los registros eran llevados principalmente por los nefitas. Sin embargo, algunos registros también fueron llevados por los lamanitas. Los amulonitas enseñaron a los lamanitas a llevar registros y a escribir en el idioma de Nefi (véase Mosíah 24:4, 6).

Helamán 6:13 — ¿Qué es el “lino fino torcido”?
El “lino fino torcido” se menciona nueve veces en el Libro de Mormón y más de treinta veces en el libro de Éxodo. Sin embargo, no está claro a qué tipo de lino se refiere. Algunos eruditos sugieren que el “lino fino torcido” es lino de lino (flax), mientras que otros señalan al algodón. En cualquier caso, el lino fino torcido está asociado con el orgullo y la riqueza tanto en el Libro de Mormón como en el libro de Éxodo (véase Hel. 6:13).

Helamán 8:19–20 — ¿Cuáles de los profetas antiguos nombrados en el Libro de Mormón no aparecen en el Antiguo Testamento?
Hay cuatro profetas antiguos nombrados en el Libro de Mormón que no son mencionados por nombre en la Santa Biblia: Zenós, Zenoc, Neum y Ezías. Zenós es mencionado doce veces en el Libro de Mormón (véase 1 Nefi 19:20), Zenoc cinco veces (véase 1 Nefi 19:10), y Neum y Ezías una vez cada uno. Los nefitas eran descendientes de Zenós y Zenoc, pues se dice de ellos: “testificaron particularmente tocante a nosotros, que somos el resto de su simiente” (3 Nefi 10:16).

Helamán 10:7–10 — ¿Fue el poder de sellar dado a Nefi, hijo de Helamán, el mismo poder dado a los antiguos apóstoles Pedro, Jacobo y Juan? Si no, ¿cuál es la diferencia?
Nefi recibió el poder de atar en la tierra y en el cielo. El Señor le dijo: “He aquí, os doy poder, para que todo lo que atéis en la tierra sea atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra sea desatado en el cielo” (Hel. 10:7). Nefi usó el poder de sellar para crear “una hambre en la tierra, para despertar [a los nefitas] al recuerdo del Señor su Dios” (Hel. 11:4).
Ese mismo poder de sellar fue dado más tarde a los antiguos apóstoles Pedro, Jacobo y Juan (véase Mateo 16:19), y al profeta José Smith y a Oliver Cowdery en los últimos días (véanse DyC 128:8–10; DyC 132:46).

Helamán 12:7 — ¿Qué significa “la nada de los hijos de los hombres; sí, aun son menos que el polvo de la tierra”?
El asunto es que “el polvo de la tierra se mueve de aquí para allá, a la división, al mandato de nuestro gran y eterno Dios” (Hel. 12:8). En contraste, los hijos de los hombres no escuchan ni obedecen el mandamiento de Dios. En esencia, los hombres son menos obedientes que el polvo de la tierra.
El élder Jeffrey R. Holland dijo:
“Colinas, montañas, mares, tierra —todos obedecen su voz. Pero el hombre no obedece su voz; con obstinación y orgullo pisotea las palabras del Santo.”
Pero debe recordarse que los hombres tienen albedrío, y como resultado, tienen un potencial que las montañas y el polvo nunca tendrán.

Helamán 13–16 — ¿Estaba Samuel el lamanita citando textualmente las palabras de un ángel o las palabras del Señor?
Se presume que Samuel el lamanita estaba citando las palabras de un ángel así como palabras “puestas en [su] corazón” por el Señor (Hel. 13:5). Ya fueran de un ángel o del Señor, el sermón de Samuel fue dado bajo la inspiración de Dios, pues contenía profecías que pronto se cumplirían. Samuel habló de la destrucción de los nefitas (véase Hel. 13:5–6), de la destrucción de la ciudad de Zarahemla (véase Hel. 13:12–14), del nacimiento y muerte de Jesucristo (véase Hel. 14:1–2, 20), de los resbaladizos tesoros de los nefitas (véanse Hel. 13:18, 20) y de la completa destrucción de la nación nefitas a menos que se arrepintieran (véase Hel. 15:17).

Helamán 14 — ¿Se cumplieron las profecías de Samuel el lamanita? Si es así, ¿cuáles son las referencias escriturales?

PROFECÍAS DEL NACIMIENTO DE JESÚS

PROFECÍAS CUMPLIDAS

Jesús nacería en cinco años (Hel. 14:2)

3 Nefi 1:13

No habría oscuridad durante un día, una noche y un día en el momento de Su nacimiento (Hel. 14:3)

3 Nefi 1:15

Una nueva estrella aparecería (Hel. 14:5)

3 Nefi 1:21

Señales y maravillas aparecerían en los cielos (Hel. 14:6)

3 Nefi 2:1

El pueblo caería a tierra (Hel. 14:7)

3 Nefi 1:16–17

PROFECÍAS DE LA MUERTE DE JESÚS

PROFECÍAS CUMPLIDAS

El sol, la luna y las estrellas no darían su luz por tres días (Hel. 14:20, 27)

3 Nefi 8:19–23

Truenos y relámpagos (Hel. 14:21)

3 Nefi 8:6–7

La tierra se sacudiría y temblaría (Hel. 14:21–22)

3 Nefi 8:12, 17–18

Tempestades, montes abatidos, valles alzados (Hel. 14:23)

3 Nefi 8:5–6

Calzadas destruidas y ciudades desoladas (Hel. 14:24)

3 Nefi 8:8–11, 13–14

Las tumbas se abrirían y los muertos resucitarían (Hel. 14:25)

3 Nefi 23:9–14

     

3 Nefi, El Libro de Nefi


3 Nefi — ¿Por qué el título “Tercer Nefi” no apareció en las primeras publicaciones del Libro de Mormón?
Hasta la edición de 1879 del Libro de Mormón, 3 Nefi era conocido como “El libro de Nefi, hijo de Nefi, que era hijo de Helamán.” En 1879, el élder Orson Pratt recomendó que el título del libro se cambiara a “Tercer Nefi”. También recomendó que el título del libro siguiente se cambiara a “Cuarto Nefi”. Sus recomendaciones fueron aceptadas.

3 Nefi — ¿Por qué los líderes de la Iglesia reconocen a 3 Nefi como el “quinto evangelio”?
El presidente N. Eldon Tanner dijo: “Tercer Nefi nos da información adicional con más detalle que los cuatro evangelios del Nuevo Testamento, y conserva las doctrinas, enseñanzas y compasión del Señor. Por esta razón, muchos lo llaman el quinto evangelio.”
El presidente Ezra Taft Benson dijo: “Tercer Nefi es un libro que debe leerse y releerse. Su testimonio de Cristo resucitado en América se da con pureza y belleza.”
El presidente Gordon B. Hinckley escribió:
“Los Hermanos del Quórum de los Doce están promoviendo que leamos un capítulo al día de los evangelios —es decir, Mateo, Marcos, Lucas y Juan en la Biblia; y Tercer Nefi en el Libro de Mormón, particularmente comenzando con el capítulo once de Tercer Nefi donde se encuentra el relato de la visita de Cristo entre los nefitas en este hemisferio. Quisiera respaldar este programa y recomendarlo, y exhortarles a seguirlo.”

3 Nefi 1:2–3—Después de que Nefi entregó los anales a su hijo Nefi, “se apartó de la tierra, y a dónde fue, nadie lo sabe”. ¿Cómo se explica la desaparición de Nefi?
La desaparición de Nefi fue algo similar a la de Alma el Joven. Desafortunadamente, el Libro de Mormón no explica la desaparición de ninguno de los dos profetas. ¿Fueron estos grandes profetas trasladados? ¿Murieron? No se da ninguna explicación.

3 Nefi 1:9—Al comienzo de 3 Nefi, la iniquidad había llegado a tal grado en la civilización nefita que los que creían en Cristo iban a ser condenados a muerte en cierta fecha. ¿Existen otros ejemplos o paralelos de una hostilidad tan extrema en la antigüedad?
Hugh Nibley escribió: “Por fantástico que parezca, tiene muchos paralelos en la historia. La matanza de los magos en los días de Lehi, las vísperas sicilianas, la liquidación de los mamelucos, San Bartolomé, la matanza de los donatistas, la carnicería de Stralsund, etc.; la mayoría de ellos intentos de exterminar por completo a grandes minorías consideradas heterodoxas”.

3 Nefi 1:15–17—¿El aparecimiento de la nueva estrella aumentó la fe de todos los que presenciaron el acontecimiento milagroso?
Por lo general, las señales siguen a la fe, siendo un fruto de ella. En este caso, la estrella apareció tanto en el hemisferio occidental como en el oriental, para los que tenían fe y para los que no. Los sabios de oriente siguieron la estrella para hallar “al niño que ha nacido, el Mesías de los judíos” (JST Mateo 2:2). La nueva estrella en los cielos de occidente cumplió una profecía de Samuel el Lamanita, pero no produjo fe duradera en la mayoría de los antiguos americanos (véase Hel. 14:5).

3 Nefi 1:15–17—¿Cuántos años pasaron antes de que los nefitas incorporaran un sistema de cronología retroactivo basado en la aparición de la nueva estrella?
Nueve años después de la señal del nacimiento de Cristo, los nefitas comenzaron un sistema de cronología retroactivo que partía de la señal de la estrella. Este fue el tercer cambio de calendario mencionado en el Libro de Mormón. El primer cambio comenzó cuando Lehi salió de Jerusalén en el 600 a.C. y duró hasta el fin del reinado de los monarcas en el 92 a.C. (1 Ne. 10:4). El segundo cambio comenzó con el gobierno de los jueces en el 92 a.C. y duró hasta que se empleó un sistema retroactivo basado en la aparición de la nueva estrella en el año 9 d.C. (véase Mosíah 29:44; Alma 1:1). El tercer cambio de calendario databa desde el nacimiento de Cristo hasta que Moroni terminó sus escritos en el 421 d.C. (véase 3 Ne. 2:5–7).

3 Nefi 1:24–25—¿Se cumplió la ley de Moisés en el nacimiento o en la Resurrección de Jesucristo?
Nefi, hijo de Lehi, profetizó que en la venida de Cristo la ley de Moisés “sería cumplida” (2 Ne. 25:24). Cuando apareció la nueva estrella, algunos nefitas afirmaban “que ya no era necesario observar la ley de Moisés” (3 Ne. 1:24). Los que sostenían esta opinión fueron enseñados “que la ley aún no estaba cumplida, y que debía cumplirse en todo detalle” (3 Ne. 1:25). No fue sino hasta que Jesucristo habló al pueblo en la tierra de Abundancia cuando dijo: “En mí se cumple la ley de Moisés” (3 Ne. 9:17). Añadió: “De cierto os digo, ni una jota ni una tilde ha dejado de cumplirse de la ley; mas en mí todo se ha cumplido” (3 Ne. 12:18).

3 Nefi 4–7—A pesar de las victorias y la protección concedida a los nefitas, no pasó mucho tiempo antes de que el orgullo y sus males consiguientes dominaran a la sociedad. Cuando la sociedad se fragmentó en tribus, un hombre llamado Jacob llegó a ser rey de la liga de tribus. ¿Quién fue el rey Jacob?
Jacob no fue un honor para el nombre que llevaba. Buscaba poder e influencia por medio de la iniquidad; su nombramiento como rey de la liga de tribus provino de una combinación secreta de hombres (véase 3 Ne. 7:9). Jacob habló “contra los profetas que testificaban de Jesús” (3 Ne. 7:10). Se dijo de Jacob y de sus seguidores que su iniquidad “era superior a toda la maldad de la tierra entera” (3 Ne. 9:9). Jacob se rodeó de asesinos y ladrones y fundó la ciudad de Jacobugat. Su ciudad y sus habitantes fueron destruidos.

Sobre este período de la historia nefita, el presidente Ezra Taft Benson dijo:
“Una parte importante del libro se centra en las pocas décadas previas a la venida de Cristo a América. Mediante un estudio cuidadoso de ese período podemos determinar por qué algunos fueron destruidos en los terribles juicios que precedieron Su venida, y qué llevó a otros a estar de pie en el templo en la tierra de Abundancia e introducir sus manos en las heridas de Sus manos y pies”.

3 Nefi 8:1—En contraste directo con Jacob estaba el profeta Nefi, un “hombre justo” que guardaba los anales. ¿Cuál fue la relación entre Nefi y Helamán?
Nefi era nieto de Helamán. Al igual que Helamán, Nefi testificó “con denuedo [del] arrepentimiento y de la remisión de los pecados mediante la fe en el Señor Jesucristo” (3 Ne. 7:16). Nefi honró a su abuelo Helamán al ministrar “con poder y con gran autoridad” (3 Ne. 7:17), llegando incluso a echar fuera “demonios y espíritus inmundos, y aun a su hermano resucitó de entre los muertos, después de haber sido apedreado y muerto por el pueblo” (3 Ne. 7:19). Poco antes del nacimiento de Cristo, Nefi recibió la custodia de las planchas mayores de Nefi con estrictas instrucciones de cuidarlas.

3 Nefi 10:1–8—¿Cómo describe la analogía de la gallina que junta a sus polluelos los esfuerzos de Jesús por congregar a los hijos de Israel?
Una gallina cuida de sus polluelos y está dispuesta a sacrificar su vida para protegerlos del peligro. Cuando el peligro se acerca, la gallina llama a sus polluelos y extiende sus alas para reunirlos, cubrirlos y protegerlos. De la misma manera, Jesucristo cuida de los hijos de Israel. Él sacrifica Su vida y llama a los israelitas a congregarse en torno a Él para recibir protección. Demasiadas veces, los hijos de Israel eligieron rechazar Su cuidado y protección, tal como el polluelo extraviado que no presta atención al llamado de advertencia de la gallina.

3 Nefi 11—¿Por qué se considera el año 34 d.C. como el más singular en la historia nefita?
En el año 34 d.C., el Señor resucitado apareció para enseñar y bendecir a los pueblos de las Américas. El relato de Su visita es la pieza central del Libro de Mormón. Treinta y siete páginas del Libro de Mormón fueron dedicadas a los acontecimientos de ese año. Ningún otro año en la historia nefita recibió tanta atención de los antiguos escribas. Contrasta la abundancia de información sobre el singular año 34 d.C. con el escaso relato de los años posteriores: “Y aconteció que pasó el año setenta y uno, y también el año setenta y dos, sí, y en fin, hasta que hubo pasado el año setenta y nueve; sí, aun habían pasado cien años” (4 Ne. 1:14).

3 Nefi 11—¿Cuándo se apareció Cristo resucitado a los nefitas en la tierra de Abundancia?
El presidente Joseph Fielding Smith dijo: “El hecho de que la multitud se hubiera congregado en el templo y estuvieran señalando unos a otros los grandes cambios que habían ocurrido es evidencia de que este fue un acontecimiento inmediatamente posterior a la resurrección de nuestro Señor. Si este acontecimiento hubiera ocurrido un año más tarde, la multitud ya estaría perfectamente familiarizada con esos grandes cambios y no se habrían asombrado tanto ante ellos”.

3 Nefi 11:1—¿Se congregó el pueblo en familias o individualmente en la tierra de Abundancia?
Debe hacerse una distinción entre la multitud inicial en el templo (véase 3 Ne. 10–11) y los que se congregaron después. El único número dado es que aproximadamente dos mil quinientas personas se reunieron en la tierra de Abundancia (véase 3 Ne. 17:25). Se supone que se congregaron en grupos familiares con sus “enfermos y afligidos, y sus cojos, y sus ciegos, y sus mudos, y con todos los que estaban afligidos de cualquier manera” (3 Ne. 17:9).

3 Nefi 11:1–2—¿Cuáles fueron los dos temas que dominaron la conversación de Nefi y su pueblo en la tierra de Abundancia antes de la aparición de Cristo?
El primer tema se refería a los cambios que habían ocurrido en la tierra (véase 3 Ne. 11:1): la gran ciudad de Zarahemla había sido quemada con fuego (véase 3 Ne. 8:8), la ciudad de Moroni se había hundido en las profundidades del mar (véase 3 Ne. 8:9), la ciudad de Moroníah había sido cubierta de tierra (véase 3 Ne. 8:10), y los caminos se habían destruido (véase 3 Ne. 8:13). En esencia, era una conversación sobre “el aspecto de toda la tierra [quedando] deforme” (3 Ne. 8:17). El segundo tema era de importancia más eterna: se refería a la “señal [que] se había dado tocante a la muerte de [Cristo]” (3 Ne. 11:2).

3 Nefi 11:1–2—¿Quién dirigió el curso de la conversación en la tierra de Abundancia antes de la aparición del Señor resucitado?
Es notable que ninguna persona dirigiera el curso de la conversación. No había un orador ni una torre para mirar, como en el caso del rey Benjamín (véase Mosíah 2). Nadie parecía estar presidiendo, dirigiendo o hablando, aunque el profeta Nefi estaba entre ellos (véase 3 Ne. 11:18). Era como si esperaran que comenzara una reunión o aguardaran para saber por qué habían acudido al templo en ese momento en particular.

3 Nefi 11:3–8—¿Presidió Dios el Padre en la reunión en Abundancia?

Cualquier pregunta acerca de quién presidía quedó resuelta cuando Dios el Padre se dirigió a la congregación (véase 3 Ne. 11:3). No esperó a que hubiera silencio ni a tener la atención del pueblo. La multitud oyó una voz, la cual era audible, pero no entendieron el mensaje. Una segunda vez oyeron la voz, pero de nuevo no entendieron (véase 3 Ne. 11:4). La tercera vez que habló la voz paternal, el pueblo entendió: “He aquí a mi Hijo Amado, en quien me complazco, en quien he glorificado mi nombre; a él oíd” (3 Ne. 11:7). El pueblo miró hacia el cielo para escuchar las palabras de Dios el Padre, y al mirar se convirtieron en testigos del glorioso descenso de Jesucristo a la tierra de Abundancia (véase 3 Ne. 11:8).

3 Nefi 11:8—¿Por qué no se reconoció al “Hombre que descendía del cielo” como Jesús?
Aunque el velo se había levantado y el pueblo entendió la voz y vio a la persona, concluyeron erróneamente que el hombre vestido de blanco y descendiendo hacia ellos era un ángel, y no Jesucristo, de quien habían testificado los profetas (véase 3 Ne. 11:8). La excepción fue el profeta Nefi, quien ya había recibido el don de conocimiento (véase 3 Ne. 7:15). Jesús declaró: “He aquí, yo soy Jesucristo, de quien los profetas testificaron que vendría al mundo” (3 Ne. 11:10). Como si el pueblo necesitara una confirmación adicional para comprender el pleno significado de Su mensaje, Jesús habló de la Expiación: “[Yo] he glorificado al Padre tomando sobre mí los pecados del mundo, en lo cual he sufrido la voluntad del Padre en todas las cosas desde el principio” (3 Ne. 11:11).

3 Nefi 11:11—¿Qué significa que “Cristo bebió la amarga copa”?
La “amarga copa” hace referencia al sufrimiento de Cristo en el Jardín de Getsemaní por los pecados del mundo. La intensidad de Su sufrimiento se manifestó cuando Jesús “cayó sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú” (Mateo 26:39).

3 Nefi 11:14–17—¿Cuánto tiempo tomó para que el pueblo “metiera sus manos en Su costado y [sintiera] las huellas de los clavos en Sus manos y pies”?
La multitud pasó adelante para sentir las heridas “uno por uno” (3 Ne. 11:15). “Metieron sus manos en Su costado y sintieron las huellas de los clavos en Sus manos y pies” (3 Ne. 11:14). Es imposible determinar el tiempo que se necesitó para que todos testificaran del Señor resucitado de esta manera. Fuera cual fuera el tiempo, cuando terminaron, la multitud clamó unida: “¡Hosanna! ¡Bendito sea el nombre del Dios Altísimo!”. Luego la multitud “cayó a los pies de Jesús, y lo adoraron” (3 Ne. 11:17).

3 Nefi 12:1—¿Cuál es el significado de que Cristo resucitado escogiera a doce discípulos delante de la multitud?
La selección de los doce discípulos en América probablemente difirió de la manera en que Jesús escogió a los Doce Apóstoles en el Viejo Mundo. Su selección en el Viejo Mundo probablemente no ocurrió ante la vista de una multitud. Esta diferencia ilustra el estado de rectitud de los que estaban en la tierra de Abundancia. Después de conferir a los doce discípulos la autoridad necesaria, Jesús enfatizó su papel significativo al darles instrucciones específicas, aparte de las que dio a la multitud. (Se registran nueve instrucciones específicas para los doce discípulos, además de veintisiete instrucciones para la multitud). Delante de la multitud, el Señor resucitado declaró acerca de los Doce: “Bienaventurados sois si prestáis atención a las palabras de estos doce” (3 Ne. 12:1).

3 Nefi 12:1—¿Se considera que los doce discípulos eran Apóstoles?
José Smith se refirió a los doce nefitas como Apóstoles en una carta a un editor de Chicago. En el Libro de Mormón, a los doce nefitas se les llama “discípulos”, “los doce” y los “doce ministros”.

3 Nefi 12:3–48—¿Por qué se conoce al Sermón del Monte como las “Bienaventuranzas”?
La palabra bienaventuranza significa “hacer feliz”, “alcanzar las bendiciones del cielo” y “ser afortunado”. Las Bienaventuranzas en el Sermón del Monte, así como las dadas por el Salvador en la tierra de Abundancia, describen el camino hacia la felicidad eterna. Las bienaventuranzas son las características y experiencias que disfrutan los exaltados. Según John Welch: “De las 383 palabras en el vocabulario total del Sermón del Monte, una tercera parte proyecta una fuerte sombra del templo”.

3 Nefi 12:5—¿Qué significa la expresión: “Los mansos heredarán la tierra”?
Era costumbre en Palestina y en otras provincias orientales entregar tierras —lo que la bienaventuranza llama tierra— a los mansos. Por ejemplo, según los eruditos Ogden y Skinner, cuando un judío moría sin haber nombrado un heredero varón, su propiedad se entregaba al manso meritorio. Esto no significaba que se diera al hombre más cortés, amable, gentil o considerado. Se entregaba al hombre que tenía “aplomo bajo presión y paciencia frente a la provocación”. Era dado al hombre que tenía dominio propio (mansedumbre meritoria), pues a un hombre así se le podía confiar las cosas de la tierra y algún día heredará una tierra celestial.

3 Nefi 12:8—¿Qué significa la metáfora de la jota y la tilde: “Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, sin que todo se haya cumplido”?
Una jota, o yod, es la letra más pequeña del alfabeto hebreo.
Una tilde es una pequeña marca literaria o trazo que distingue unas letras de otras. También es un “adorno decorativo que el calígrafo agrega a una letra en una palabra de la Biblia hebrea”. En el inglés moderno, una jota y una tilde equivalen a poner un punto a la i y cruzar la t. La metáfora asegura a los Doce escogidos que cada palabra pronunciada por los antiguos profetas se cumplirá, incluso la porción más pequeña de la ley, porque Dios es el mismo ayer, hoy y para siempre, y no variará ni una jota ni una tilde (véase Mateo 5:18).

3 Nefi 12:14—Cuando Jesús dijo: “Una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder”, ¿se refería a Jerusalén o a Sus discípulos fieles?
Si Jesús se refería a una ciudad específica, probablemente era Safed, la comunidad más elevada en Palestina. Safed estaba a 2,790 pies sobre el nivel del mar, unos 300 pies más alto que Jerusalén, y podía verse fácilmente de noche. Si se refería a Sus discípulos, era una amonestación para que fueran una luz para los demás.

3 Nefi 12:15—¿Qué significa la metáfora de una lámpara encendida colocada debajo de un almud?
Un almud era una medida común equivalente a siete litros y medio (un celemín). La palabra almud en griego es modios, que significa “recipiente” o “vasija” que contenía esa cantidad. Tal instrumento sofocaría inmediatamente la llama de una lámpara. La metáfora animaba a compartir el evangelio con otros para bendecir sus vidas y que ellos también glorificaran a Dios.

3 Nefi 12:22—¿Qué quiso decir Jesús a los nefitas cuando declaró: “Cualquiera que diga a su hermano: Raca”? ¿Se refería a un necio que “será expuesto al fuego del infierno”?
La palabra aramea raca o reyk significa “cabeza vacía” o “sin valor”. Los orientales airados exclamaban a menudo: Raka arek na bapek, que significa “Te escupiré en la cara”. En este contexto escritural, raca condena expresiones vulgares y profanas como esa, que transmiten una impresión negativa de otra persona. Tal lenguaje estaba prohibido por Dios. La palabra necio se refiere a un hombre inicuo e impío, un rebelde. El “fuego del infierno” era la antigua práctica pagana cananea de quemar basura y sacrificar niños en el valle de Hinón, ubicado en el límite de las tierras de Judá y Benjamín (véase 2 Reyes 23:10; 2 Crónicas 33:6).

3 Nefi 13:2—Jesús no quería que Sus seguidores oraran como los hipócritas, que “oran en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres.” ¿Oraban los judíos en los días de Jesús de pie o sentados?
En los días de Jesús, los judíos oraban de pie mirando hacia Jerusalén, con la cabeza cubierta y los ojos bajos mientras recitaban una oración en hebreo. Oraban de esta manera cada mañana, al mediodía y por la tarde, en las esquinas de las calles, en los mercados concurridos y en las sinagogas.
En las sinagogas, los judíos más devotos no participaban en las oraciones públicas. Permanecían de pie pronunciando en voz alta oraciones privadas para que otros supieran de su devoción. Quienes se entregaban a estas oraciones privadas en las sinagogas también eran vistos durante la semana de pie por horas en los mercados y en las esquinas, en actitud de oración, con la cabeza cubierta, los ojos bajos y mirando hacia Jerusalén.
Jesús amonestó a Sus doce discípulos escogidos a no orar de esta manera ostentosa e hipócrita. Él dijo: “Entra en tu aposento”, que significa “un lugar de privacidad” o “un lugar de refugio”. Un aposento era una pequeña habitación contigua o cámara interior unida a una casa judía.

3 Nefi 13:2–3—¿Por qué Jesús cuestionó la naturaleza pública de la limosna, que había bendecido a los pobres por generaciones?
La limosna era un proceso público ideado para aliviar las cargas de los pobres en toda Palestina. La ofrenda voluntaria se recogía diariamente en cada comunidad judía. La recolección de limosnas se hacía de tres maneras: (1) hombres recorrían las comunidades palestinas pidiendo limosna tanto a judíos como a gentiles y recogían las ofrendas en canastas; (2) los oficiales de la sinagoga pedían limosnas en los hogares judíos y colocaban las ofrendas en lo que se llamaba el “cofre del pobre”; y (3) se recogían limosnas en el día de reposo de quienes asistían a la sinagoga. Jesús aconsejó dar limosna en privado.

3 Nefi 13:7—¿Qué quiso decir Jesús al declarar: “Y al orar, no uséis vanas repeticiones”?
Jesús condenó la oración de los gentiles como vanas repeticiones, es decir, que la oración “carecía de valor”. No condenó las oraciones repetidas. De hecho, en el Jardín de Getsemaní, oró tres veces pidiendo ser librado.
En tiempos de Jesús, la doctrina pagana de la oración sostenía que el número de oraciones, y no la sinceridad, determinaba si se recibiría una respuesta divina. Los judíos se referían a las oraciones paganas como simples “balbuceos” debido a su longitud y repeticiones precisas. La extensión excesiva se debía a la necesidad de mencionar a cada dios para asegurarse de que la oración llegara al que respondiera. Como cada dios tenía su propio epíteto, era necesario pronunciarlo correctamente para asegurar una respuesta favorable.

3 Nefi 13:9–13—¿Por qué son difíciles de entender ciertas frases en la oración del Señor?
Una de las razones de la dificultad para comprender ciertas frases en la oración del Señor es el desconocimiento de las prácticas y costumbres judías en los días de Jesús. Por ejemplo, cuando Jesús pidió el perdón de las deudas, no hablaba de obligaciones financieras, como creen la mayoría de los cristianos. Aunque los judíos usaban letras de crédito, deuda era la palabra judía para pecado. “No nos metas en tentación” se refiere a enredos legales o juicios en los que el Sanedrín determinaba la verdad. No es una descripción de que Dios conduzca a Sus hijos a la tentación y al pecado.

3 Nefi 13:19—Jesús enseñó: “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan.” ¿Guardaban los judíos sus tesoros en la tierra o en sus casas?
Las vestiduras costosas no se enterraban en la tierra. Se escondían en bóvedas secretas dentro de la casa judía. La ropa no estaba expuesta a la humedad del suelo, pero sí en peligro de ser infestada por pequeñas polillas que invadían las casas.
Otra parte de la riqueza judía era el oro y las monedas de plata. Los judíos enterraban monedas en la tierra para protegerlas de los ladrones. Con frecuencia, se olvidaba la ubicación del tesoro enterrado; aún hoy se desentierran monedas antiguas con palas y arados en todo Israel.

3 Nefi 14:6—En la sociedad occidental los perros son conocidos como los mejores amigos del hombre. ¿Por qué Jesús comparó a los perros con los cerdos?
Los judíos detestaban a los cerdos, no a los perros. Muchos judíos adultos solo hablaban de los cerdos como dabhar acheer, que significa “otra cosa”, para ni siquiera pronunciar la palabra “cerdo”. Los judíos se sentían algo molestos por las tendencias carroñeras del perro, al cual no consideraban “el mejor amigo del hombre”. En el pasaje escritural citado, un perro representa a un receptor indigno del evangelio. El cerdo representa a cualquiera que pisotearía la palabra de Dios.

3 Nefi 16:1–3—¿Quiénes son las otras ovejas que Jesús iba a visitar?
Se asume que Jesús se refería a las tribus perdidas de Israel (2 Ne. 29:13): “Ahora voy al Padre, para también manifestarme a las tribus perdidas de Israel, porque no están perdidas para el Padre, porque él sabe adónde las ha llevado” (3 Ne. 17:4). Aunque las tribus están perdidas para el conocimiento humano, no están perdidas para Dios. Los pasajes de las Escrituras sugieren que en el futuro habrá un tercer registro de Jesús apareciéndose a Su pueblo escogido.

3 Nefi 24:2—¿Qué es el jabón del lavador?
En la antigüedad, el jabón del lavador era un purificador usado para blanquear la tela. La analogía dada con el jabón del lavador es que el pecador no podrá permanecer en pie en la Segunda Venida de Jesús, o en la purificación de la tierra.

3 Nefi 26:16—¿Por qué se ha escrito tan poco sobre el tercer día del ministerio de Cristo en el Nuevo Mundo?
Solo un versículo relata el tercer día del ministerio de Cristo entre los nefitas (véase 3 Ne. 26:16). En contraste, ocho capítulos hablan de Su primer día (véanse 3 Ne. 11–18) y cuatro capítulos de Su segundo día (véanse 3 Ne. 19:1; 3 Ne. 26:11). El tercer día del ministerio de Cristo plantea muchas preguntas. Por ejemplo, no se sabe cómo descendió Cristo a la tierra de Abundancia en ese día. En el primero, descendió del cielo; en el segundo, se le vio ministrando a los Doce. ¿Qué enseñó en el tercer día? En el primero amplió y aclaró Sus enseñanzas de Su ministerio de tres años entre el pueblo del Viejo Mundo. En el segundo explicó las Escrituras y habló de lo que sucedería en los últimos días (véase 3 Ne. 26:16). Del compendio de Mormón aprendemos “que en verdad el Señor enseñó al pueblo por el espacio de tres días; y después de esto se les manifestó a menudo, y partió el pan muchas veces, y lo bendijo, y se lo dio” (3 Ne. 26:13).

3 Nefi 28—Tres discípulos de Jesús recibieron poder sobre la muerte para que permanecieran en la tierra como seres trasladados. ¿Qué poderes recibieron estos seres trasladados?
Según 3 Nefi 28, los seres trasladados “no probarán la muerte” (3 Ne. 28:7–8). Son cambiados de la mortalidad a la inmortalidad “en un abrir y cerrar de ojos” (3 Ne. 28:8). No tienen dolor ni tristeza, excepto “a causa de los pecados del mundo” (3 Ne. 28:9). Tienen poder sobre los inicuos y sobre el adversario (3 Ne. 28:39). Son como ángeles de Dios—santificados y santos—y pueden ministrar a voluntad (3 Ne. 28:30, 39). Permanecen como seres trasladados hasta “el día del juicio de Cristo” (3 Ne. 28:40). Sobre estos seres, José Smith dijo: “Los cuerpos trasladados no pueden entrar en reposo hasta que hayan pasado por un cambio equivalente a la muerte. Los cuerpos trasladados están destinados a futuras misiones.”

3 Nefi 28:6–7—¿Cuál es el relato más citado de los tres nefitas trasladados vistos en los últimos días?
Existen muchos relatos de los tres nefitas ministrando en la dispensación del cumplimiento de los tiempos. La historia más repetida proviene de un relato escrito por Lucy Mack Smith, madre de José Smith. Según la Madre Smith, a David Whitmer se le pidió transportar a José y a Oliver Cowdery desde Harmony, Pensilvania, hasta Fayette, Nueva York. Antes de cumplir con el encargo, el padre de David le pidió que sembrara un campo con yeso.
“A la mañana siguiente, David tomó una medida de madera bajo su brazo y salió a sembrar el yeso, que había dejado, dos días antes, en montones cerca de la casa de su hermana, pero, al llegar al lugar, descubrió que había desaparecido. Entonces corrió a su hermana y le preguntó si sabía qué había sucedido con ello. Sorprendida, ella le dijo: ‘¿Por qué me preguntas a mí? ¿Acaso no se sembró todo ayer?’”

“‘No que yo sepa’, respondió David.
“‘Me sorprende eso’, replicó su hermana, ‘porque los niños vinieron a mí en la mañana y me rogaron que saliera a ver a los hombres sembrar yeso en el campo, diciendo que nunca habían visto a nadie sembrar yeso tan rápido en su vida. Fui en consecuencia y vi a tres hombres trabajando en el campo, tal como dijeron los niños, pero, suponiendo que habías contratado ayuda por tu apuro, entré inmediatamente a la casa y no le presté más atención al asunto’”.
No se sabe si los tres hombres fueron los “Tres Nefitas” trasladados.


4 NEFI, EL LIBRO DE NEFI

4 Nefi—¿Cuántos de los 285 años narrados en 4 Nefi fueron pacíficos?
En 4 Nefi, Mormón condensa aproximadamente 285 años de historia en cuatro páginas—un solo capítulo de cuarenta y nueve versículos. De esos 285 años, la “edad dorada” de paz para los nefitas duró casi doscientos años. Los registradores de esos años de paz fueron Nefi, hijo de un Apóstol de Jesucristo; Ammón, hijo de Nefi; y Ammón y Ammarón, hijos del primer Ammón (véase 4 Ne. 1:19–21).

4 Nefi 1:1–18—¿Cómo obtuvieron los nefitas un período tan prolongado de paz y felicidad?
La respuesta tiene todo que ver con Jesucristo. Para el año 36 d.C., todo el pueblo de la tierra se había convertido a Cristo y vivía la ley superior proclamada por el Señor resucitado. Debido a su compromiso y disposición de guardar sus convenios, la inmoralidad, las contenciones y la iniquidad que caracterizaban a la civilización nefita cesaron. El pueblo “procedía con justicia los unos con los otros” (4 Ne. 1:2, 17). Cuando terminaron las barreras raciales y las divisiones económicas y políticas, reconstruyeron sus ciudades y gozaron de prosperidad. Se multiplicaron y se convirtieron en un pueblo justo y deleitable (véase 4 Ne. 1:7, 10). Vivieron la ley de consagración, teniendo “todas las cosas en común entre ellos” (4 Ne. 1:3). Además, los discípulos de Jesús realizaron grandes milagros, tales como sanar a los enfermos y resucitar a los muertos (véase 4 Ne. 1:5). Fue una cultura ideal en todos los aspectos.

¿Se puede disfrutar de esa paz hoy? El élder Marion G. Romney explicó una manera en la que podemos aumentar el espíritu de paz en nuestros hogares:

“Estoy seguro de que si en nuestros hogares los padres leen el Libro de Mormón con oración y regularidad, tanto a solas como con sus hijos, el espíritu de ese gran libro vendrá a impregnar nuestros hogares y a todos los que habitan en ellos. Aumentará el espíritu de reverencia, crecerán el respeto y la consideración mutua. El espíritu de contención se apartará. Los padres aconsejarán a sus hijos con mayor amor y sabiduría. Los hijos serán más receptivos y sumisos a ese consejo. La rectitud aumentará. La fe, la esperanza y la caridad—el amor puro de Cristo—abundarán en nuestros hogares y en nuestras vidas, trayendo consigo paz, gozo y felicidad.”

4 Nefi 1:20—¿Se puede asumir que el nombre de lamanita ya no se refería a un descendiente de Lamán o Lemuel?
A partir de 4 Nefi 1:20, la palabra lamanita se refiere a una categoría general de personas: aquellos que rechazan a Jesucristo, rechazan a Sus santos profetas y se rebelan contra Su Iglesia. No se sabe si los que ahora tomaron sobre sí el nombre de lamanitas eran descendientes de Lamán o Lemuel. Podrían haber sido descendientes inicuos de Nefi.

4 Nefi 1:20–47—Después de su narración sobre el establecimiento de una sociedad nefita ideal, Mormón escribió acerca de la destrucción de esa sociedad. ¿Cómo ocurrió la destrucción?
La caída de la sociedad ideal comenzó cuando un grupo rebelde de personas tomó sobre sí el nombre de lamanitas (véase 4 Ne. 1:20). A esto le siguieron el orgullo, las vestiduras costosas, el incumplimiento de la ley de consagración y la división del pueblo en clases sociales (véase 4 Ne. 1:24–26). Fue entonces cuando se organizaron iglesias falsas y los seguidores de la verdadera Iglesia fueron perseguidos (véase 4 Ne. 1:26–34). Surgió una gran división entre el pueblo y a los niños se les enseñaba a rechazar las verdades del evangelio (véase 4 Ne. 1:38–39). Poco tiempo después, los inicuos sobrepasaron en número a los justos (véase 4 Ne. 1:40). Al mismo tiempo que los juramentos secretos y combinaciones iban penetrando en su sociedad, los justos comenzaron a enorgullecerse de sus bienes materiales (véase 4 Ne. 1:42–45). Fue entonces cuando la conspiración de los gaditanos dominó la tierra (véase 4 Ne. 1:46).


EL LIBRO DE MORMÓN

Mormón 1—¿Qué significa la palabra Mormón?
El 15 de mayo de 1843, José Smith escribió al editor del Times and Seasons:

“SEÑOR:—Por medio de su periódico deseo corregir un error entre los hombres que profesan ser instruidos, liberales y sabios; y lo hago con mayor gusto porque espero que la gente sobria y de sano razonamiento escuche antes la voz de la verdad que dejarse extraviar por las vanas pretensiones de los sabios en su propia opinión. El error del que hablo es la definición de la palabra ‘Mormón’. Se ha dicho que esta palabra se derivaba de la palabra griega mormo. Este no es el caso. No había griego ni latín en las planchas de las que yo, por la gracia del Señor, traduje el Libro de Mormón. Dejad que el lenguaje del libro hable por sí mismo. … Puedo decir con seguridad que la palabra ‘Mormón’ se mantiene independiente de la sabiduría y el aprendizaje de esta generación. La palabra Mormón significa, literalmente, más bueno.”

Mormón 1:2–6—¿Qué se sabe de la vida temprana de Mormón?
Mormón, hijo de Mormón, era descendiente de Nefi. Nació alrededor del año 310 d.C. (véanse 4 Ne. 1:48; Morm. 1:2, 5; 3 Ne. 5:12). A los quince años, Mormón fue “visitado por el Señor” (véase Morm. 1:15), pero “se le prohibió predicar a causa de la maldad del pueblo” (véase Morm. 1:16). En su “décimo sexto año”, llegó a ser el líder militar de los nefitas y defendió sus posesiones contra los lamanitas (véase Morm. 2:2).

Mormón 1:3–4—¿Instruyó Ammarón a Mormón a escribir una historia y compendiar los registros históricos nefitas?
Mormón fue obediente a la instrucción de Ammarón y registró de memoria los acontecimientos que ocurrieron desde que tenía diez años hasta los veinticuatro en las planchas mayores de Nefi (véase Morm. 1:4; 2:17). Fue la “voluntad de Dios”, no de Ammarón, que mandó a Mormón hacer “un registro pequeño de lo que había acontecido desde que Lehi salió de Jerusalén, hasta el presente” (3 Ne. 5:14–17). El registro abreviado fue escrito en las planchas de Mormón, un juego de planchas separado. En las planchas de Mormón, Mormón no escribió todo lo que había observado: “me abstuve de hacer un relato completo de sus iniquidades y abominaciones” (Morm. 2:18). Pero “en las planchas de Nefi”, Mormón dijo: “hice un relato completo de todas las iniquidades y abominaciones” (Morm. 2:18).

Mormón 2–3—¿Por qué fue nombrado el joven de dieciséis años Mormón como líder del ejército nefita?

En cuanto al nombramiento militar de Mormón, las respuestas son pocas. Algunos sugieren que la razón de su nombramiento fue porque demostró destreza en batallas simuladas en los campos cercanos a Zarahemla. Otros sugieren que, debido a que Mormón era “grande de cuerpo”, un rasgo físico valorado entre los nefitas, ascendió rápidamente en rango militar (Morm. 2:1). Aún otros sostienen que fue reconocido por tener el corazón para ser victorioso en la batalla contra los lamanitas y los ladrones de Gadiantón (Morm. 2:27).

Independientemente de la especulación, Mormón condujo a su ejército a la victoria en al menos tres batallas importantes. Pero cuando los nefitas exigieron un ataque agresivo contra los lamanitas, Mormón se negó a dirigirlos (véase Morm. 3:20–21).

El élder Charles W. Penrose advirtió en contra de la guerra ofensiva, como la que deseaban los nefitas:

“Ahora bien, si una nación intenta ir contra otra nación con el propósito de conquistar, de ganar territorio, de apoderarse de algo que no le pertenece, entonces la nación así atacada tiene el derecho de resistir aun hasta derramar sangre. . . . Nosotros, los Santos de los Últimos Días, debemos vigilarnos a nosotros mismos y no dejarnos llevar por la pasión y el deseo de derramar sangre y destruir, porque ese es el poder del maligno. . . . Hay una gran diferencia entre levantarse para ir a conquistar, por sangre, por saqueo, para ganar territorio y poder en la tierra, y luchar para defender nuestras propias posesiones en un espíritu de justicia, rectitud y equidad, y ponernos de pie como hombres por aquellas cosas que tenemos derecho a contender.”

Mormón 5:1–18—Durante la etapa final de la civilización nefita, Mormón volvió a dirigir los ejércitos. ¿Por qué regresó Mormón al liderazgo militar cuando sabía que seguiría la destrucción de los nefitas?

Cuando los soldados nefitas pasaron a la ofensiva, se volvieron tan duros de corazón y sedientos de sangre que no tuvieron respeto alguno por la vida humana. De esto Mormón escribió: “Y es imposible que la lengua lo pueda decir, o que el hombre lo pueda escribir, un cuadro perfecto del horrible escenario de tanta sangre y carnicería como se hallaba entre el pueblo” (Morm. 4:11). Sin embargo, Mormón habló de su amor y compasión por los nefitas, aun cuando ellos eligieron la iniquidad en lugar de la rectitud. Los llamó “hermosos” y “oh vosotros, bellos hijos e hijas, padres y madres, esposos y esposas” (Morm. 6:17–19). Fue su amor perdurable por el pueblo lo que llevó a Mormón a regresar al cargo militar.

Mormón 6:4—¿Dónde se encuentra el Cerro de Cumorah?

Ninguno de los presidentes de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ha declarado que el Cerro de Cumorah estuviera ubicado fuera de Palmyra, Nueva York. Oliver Cowdery, David Whitmer, Parley P. Pratt, Orson Pratt, Brigham Young y muchos otros líderes de la Iglesia hablaron con frecuencia de que el Profeta José Smith obtuvo las planchas de oro en el Cerro de Cumorah en Nueva York. Por ejemplo, en julio de 1835, Oliver Cowdery escribió en el Messenger and Advocate que el Cumorah nefita era el mismo que el Ramah jaredita, y que era el cerro en el que José Smith encontró las planchas.

Mormón 6:10–22—¿Cuántos miles de personas murieron en Cumorah? ¿Cómo se compara ese número con las bajas de Estados Unidos en guerras importantes?
Se estima que 230,000 soldados nefitas y un número no registrado de mujeres y niños murieron en las grandes batallas de Cumorah (véase Morm. 6:10–15). De la multitud que pereció, los únicos nombres conocidos son los de once capitanes. Mormón lamenta: “Mi alma fue desgarrada de angustia por causa de la matanza de mi pueblo” (Morm. 6:16).

Una comparación con las bajas de Estados Unidos en guerras importantes es la siguiente:

  • Guerra de Independencia (1775–1783): 4,435 muertes
  • Guerra de 1812 (1812–1815): 2,260 muertes
  • Guerra con México (1846–1848): 1,733 muertes
  • Guerra Civil (1861–1865): 140,414 muertes
  • Primera Guerra Mundial (1917–1918): 53,402 muertes
  • Segunda Guerra Mundial (1941–1945): 293,986 muertes

Battle of Chickamauga - Winner, Civil War & Facts | HISTORY

Mormón 6:11—¿Cuánto duró la “batalla de Cumorah”?
La batalla de Cumorah comenzó alrededor del año 385 d.C. (véase Morm. 6:5). En ese año Mormón relata cómo los lamanitas mataron a los nefitas y tomaron prisioneros antes de explicar que más destrucción siguió “al día siguiente, cuando los lamanitas volvieron a sus campamentos” (Morm. 6:11, 15). ¿Significa “el día siguiente” después de terminada la batalla o literalmente al día siguiente? El Libro de Mormón no aclara la duración de la batalla de Cumorah.

Mormón 7:8–10—Mormón escribe que el Libro de Mormón testifica de la Santa Biblia y que la Santa Biblia testifica del Libro de Mormón. ¿Qué han dicho los profetas de los últimos días sobre el tema?
El presidente Brigham Young dijo:

“Ningún hombre puede decir que este libro (poniendo sus manos sobre la Biblia) es verdadero… y al mismo tiempo decir que el Libro de Mormón es falso… No existe esa persona en la faz de la tierra que haya tenido el privilegio de aprender el Evangelio de Jesucristo de estos dos libros que pueda decir que uno es verdadero y el otro es falso. Ningún Santo de los Últimos Días, ningún hombre o mujer, puede decir que el Libro de Mormón es verdadero y al mismo tiempo decir que la Biblia es falsa. Si uno es verdadero, ambos lo son.”

Mormón 8:2–5—¿Cómo puede ser Moroni el último sobreviviente de los nefitas cuando la revelación moderna enseña que los nefitas viven en los últimos días?
La respuesta depende del uso de la palabra nefita. Si la definición se refiere a los descendientes de Nefi, entonces Moroni no fue el último sobreviviente. Doctrina y Convenios 3:16–19 se refiere a nefitas que viven en los últimos días. Hugh Nibley pregunta:

“¿Acaso no hay muchos Santos de los Últimos Días que insisten en que todo americano de ascendencia precolombina debe ser un lamanita porque, por cierto, hubo una vez nefitas y lamanitas, y los nefitas fueron destruidos? Sin embargo, el mismo Libro de Mormón hace imposible tal interpretación… Solo una vez en el Libro de Mormón leemos de un caso de aniquilación, cuando se nos dice específicamente que toda alma viviente de los amonihahitas fue destruida” (Alma 16:9), donde no solo la estructura social sino cada individuo fue destruido.”

Si la definición se refiere a los seguidores de Cristo, entonces, según el registro del Libro de Mormón, Moroni fue el último sobreviviente.

Mormón 8–9—¿Por qué parece que Moroni se estaba despidiendo de sus lectores cuando terminó el registro de su padre, Mormón?
La mayoría de los eruditos razona que Moroni cumplió dos compromisos hechos a su padre. Primero, escribió acerca de la destrucción de su pueblo. Segundo, escondió los registros antiguos para que no fueran hallados por los lamanitas. Después escribió los últimos ocho versículos de Moroni 9 en un tono de despedida. Sin embargo, aún habría más despedidas. El erudito Sidney B. Sperry sostiene:

“El escritor cree que Moroni terminó de escribir los versículos 1–13 del capítulo 8, escribió el primer párrafo de la portada del Libro de Mormón, y luego escondió su registro en el cerro Cumorah… Probablemente alrededor del año 419 o 420 d.C. decidió regresar al cerro Cumorah y hacer una adición al registro que pensaba ya había terminado.”

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