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Los Tres Visitantes

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Abraham vivía en una tienda en las llanuras de Mamre, donde el Señor se le apareció y habló con él extensamente. Fue en esta ocasión que Sarah rió para sí misma cuando el Señor les prometió un hijo en su vejez.

“Entonces [el Señor] dijo: De cierto volveré a ti según el tiempo de la vida; y he aquí, Sara tu mujer tendrá un hijo. Y Sara estaba escuchando a la puerta de la tienda, que estaba detrás de él.

“Y Abraham y Sara eran viejos, de edad avanzada; y a Sara ya no le ocurría como a las mujeres.

“Y Sara se rió para sí misma, diciendo: Después de que he envejecido, ¿tendré deleite, siendo también mi señor ya viejo?

“Entonces el Señor dijo a Abraham: ¿Por qué se rió Sara, diciendo: ¿Concebiré en verdad, siendo ya vieja?

“¿Hay algo demasiado difícil para el Señor? Al tiempo señalado volveré a ti, según el tiempo de la vida, y Sara tendrá un hijo.

“Entonces Sara negó, diciendo: No me reí; porque tuvo miedo. Y él dijo: No es así, sino que te reíste.” (Gén. 18:10-15.)

En esta visita se le dio a conocer a Abraham que el Señor planeaba destruir las ciudades cercanas de Sodoma y Gomorra. “Su pecado es muy grave,” explicó.

Al mismo tiempo, otros visitantes llegaron, ángeles que iban camino a Sodoma antes de su destrucción.

Abraham estaba preocupado de que el Señor destruyera esas ciudades, por malvadas que fueran, porque Lot y su familia vivían allí.

No se sabe por qué Lot vivía en un lugar tan malvado. Él había elegido lo que consideraba la mejor parte de Palestina cuando Abraham le dio la opción, pero la tierra limitaba con Sodoma. Y ahora vivía allí con su mucho ganado y otras posesiones. Al igual que muchos ganaderos, parece que vivía en la ciudad mientras su rancho estaba en los espacios abiertos.

Cuando los ángeles se fueron, el Señor continuó visitando a Abraham. “Y se acercó Abraham y dijo: ¿Destruirás también al justo con el impío?

“Quizá haya cincuenta justos dentro de la ciudad: ¿destruirás y no perdonarás el lugar por amor a los cincuenta justos que estén dentro de ella?

“Lejos de ti el hacer tal, que hagas morir al justo con el impío, y que sea el justo tratado como el impío; nunca tal hagas. El Juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo?

“Entonces respondió el Señor: Si hallare en Sodoma cincuenta justos dentro de la ciudad, perdonaré a todo el lugar por amor a ellos.

“Y Abraham replicó y dijo: He aquí ahora, he comenzado a hablar a mi Señor, aunque soy polvo y ceniza.

“Quizá faltarán de cincuenta justos cinco; ¿destruirás por aquellos cinco toda la ciudad? Y dijo: No la destruiré, si hallare allí cuarenta y cinco.

“Y volvió a hablarle, y dijo: Quizá se hallarán allí cuarenta. Y respondió: No lo haré por amor a los cuarenta.

“Y dijo: No se enoje ahora mi Señor, si hablare: quizá se hallarán allí treinta. Y respondió: No lo haré si hallare allí treinta.

“Y dijo: He aquí ahora, he emprendido el hablar a mi Señor: quizá se hallarán allí veinte. No la destruiré, respondió, por amor a los veinte.

“Y volvió a decir: No se enoje ahora mi Señor, si hablare solamente una vez más: quizá se hallarán allí diez. No la destruiré, respondió, por amor a los diez.” (Gén. 18:23-32.)

Pero los ángeles continuaron hacia la llanura. Cuando llegaron, Lot estaba sentado “a la puerta de Sodoma: y viendo Lot, se levantó a recibirlos, y se inclinó hacia el suelo;

“Y dijo: He aquí ahora, mis señores, os ruego que os hospedéis en casa de vuestro siervo, y lavéis vuestros pies; y por la mañana os levantaréis, y seguiréis vuestro camino. Y ellos respondieron: No, que en la calle nos quedaremos esta noche.

“Pero él porfió con ellos mucho, y se fueron con él y entraron en su casa; y les hizo banquete, y coció panes sin levadura, y comieron.” (Gén. 19:1-3.)

Los hombres de la ciudad eran culpables de perversiones sexuales, y cuando vieron a los dos ángeles entrar en la casa de Lot, los desearon lujuriosamente. Debido a la terrible iniquidad de la ciudad, nos ha llegado la palabra sodomía, que está relacionada con uno de los tipos de pecado de Sodoma.

Cuando Lot mantuvo a los ángeles en la casa, los hombres afuera de la puerta lo amenazaron. Salió a rogarles, pero cuando el alboroto en la puerta aumentó, los ángeles arrastraron a Lot de vuelta adentro. Luego “hirieron a los hombres que estaban a la puerta de la casa con ceguera, desde el menor hasta el mayor.”

Los ángeles dijeron a Lot: “¿Tienes aquí alguno más? yernos, y tus hijos, y tus hijas, y todo lo que tienes en la ciudad, sácalo de este lugar;

“Porque vamos a destruir este lugar, porque el clamor de ellos ha subido de punto delante de Jehová; por tanto, Jehová nos ha enviado para destruirlo.

“Entonces salió Lot y habló a sus yernos, los que habían de tomar sus hijas, y les dijo: Levantaos, salid de este lugar, porque Jehová va a destruir esta ciudad. Mas pareció a sus yernos como que se burlaba.

“Y al rayar el alba, los ángeles daban prisa a Lot, diciendo: Levántate, toma a tu mujer y a tus dos hijas que se hallan aquí, para que no perezcas en el castigo de la ciudad.

“Y deteniéndose él, los varones le asieron de su mano, y de la mano de su mujer y de las manos de sus dos hijas, según la misericordia de Jehová para con él; y le sacaron y le pusieron fuera de la ciudad.

“Y cuando los hubieron llevado fuera, dijeron: Escapa por tu vida; no mires tras ti, ni pares en toda esta llanura; escapa al monte, no sea que perezcas.

“Pero Lot les dijo: No, yo os ruego, señores míos.

“He aquí ahora, ha hallado vuestro siervo gracia en vuestros ojos, y habéis engrandecido vuestra misericordia que habéis hecho conmigo dándome la vida; mas yo no podré escapar al monte, no sea que me alcance el mal, y muera.

“He aquí ahora, esta ciudad está cerca para huir allá, la cual es pequeña; dejadme escapar ahora allá (¿no es ella pequeña?), y salvará mi alma.

“Y le respondió: He aquí he recibido también tu súplica sobre esto, y no destruiré la ciudad de que has hablado.

“Date prisa, escápate allá, porque nada podré hacer hasta que hayas llegado allí. Por eso fue llamado el nombre de la ciudad Zoar.

“El sol salía sobre la tierra, cuando Lot llegó a Zoar.

“Entonces Jehová hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego de parte de Jehová desde los cielos;

“Y destruyó las ciudades, y toda aquella llanura, con todos los moradores de aquellas ciudades, y el fruto de la tierra.

“Entonces la mujer de Lot miró atrás, a espaldas de él, y se volvió estatua de sal.

“Y subió Abraham por la mañana al lugar donde había estado delante de Jehová.

“Y miró hacia Sodoma y Gomorra y hacia toda la tierra de aquella llanura miró; y he aquí que el humo subía de la tierra como el humo de un horno.

“Así, cuando destruyó Dios las ciudades de la llanura, Dios se acordó de Abraham y envió fuera a Lot de en medio de la destrucción, al asolar las ciudades donde Lot estaba.” (Gén. 19:12-29.)

Así, las ciudades fueron destruidas y Lot fue salvado por amor a Abraham.