Amonestaciones Proféticas Inspiras

Sexta Amonestación:
La gran y abominable Iglesia perseguirá a los santos

Amonestación de Jacob: Para ser salvos, los Gentiles no deben unirse con la gran y abominable Iglesia (2 Nefí 6:12)

En el mismo pasaje en el que advirtió acerca de la suerte de aquellos quienes luchen contra Sión en los últimos Días, el profeta Jacob advir­tió a los Gentiles del peligro de unirse con la gran y abominable iglesia. Una unidad o la participación nula en ese grupo fue uno de los criterios necesarios que especificó para que los Gentiles fuesen salvos de los juicios de Dios:

Y benditos son los gentiles, acerca de quienes el profeta ha escrito; porque he aquí, si es que se arrepienten y no luchan contra Sión, ni se unen a esa grande y abominable iglesia, serán salvos; porque el Señor Dios cumplirá sus convenios que ha hecho a sus hijos; y por esta causa el profeta ha escrito estas cosas.

Diversos pasajes de las escrituras predicen de la existencia en los úl­timos días de la gran y abominable iglesia la cual se describe como la iglesia opuesta a la obra verdadera de Jesucristo. La identidad de esta organización es el tema de interpretaciones diversas. Ha sido el tema de muchas controversias en el mundo Cristiano desde la Reforma. Sin em­bargo, su identidad es especialmente de vital preocupación para los Santos de los Últimos Días debido a las muchas amonestaciones pro-féticas que se encuentran en el Libro de Mormón.

Elementos importantes que se advierten a los Santos sobre peligros futuros

En años recientes, algunos Santos de los Últimos Días han ignorado las muchas amonestaciones de las escrituras acerca de las persecuciones que esta gran organización mundial traerá a ellos. Las señales de la época indican que se aproxima la batalla profética y que involucra a esta gran iglesia. El tiempo estará cerca cuando las actitudes pasivas del ayer deban darnos de alguna manera avisos necesarios para preservar al pueblo de Dios. A través de sus profetas, Dios ha revelado en sus amonestaciones acerca de la función de opresión de esta abominable iglesia, la cual participará extensamente bajo un modelo basado en las escri­turas el cual se encuentra en docenas de pasajes.

Al rehusarse considerar aquellas amonestaciones reveladas, así como rehusarse considerar cualquier modelo basado en las escrituras reveladas, es un caso serio ante el Señor.

Este autor no busca criticar o crear hostilidad a cualquier iglesia o secta actual. Indudablemente, este capítulo no tiene declaraciones del autor que etiquetan a cualquier iglesia en la actualidad como parte del cumplimiento de las profecías registradas, ni confirma ningún movimiento o proceso en contra de cualquier organización religiosa. Si cualquier secta atribuye ofensas en contra de ellos mismos por lo que esta escrito, dejedme recordad el proverbio que dice «Huye el impío sin que nadie lo persiga.»

Las actividades de la gran y abominable Iglesia en el pasado registradas en las escrituras

Las escrituras describen en detalle las actividades en el pasado y en el futuro de la gran abominable iglesia. Nefi se le dijo de la proceden­cia del ángel que le visitó. La visión fue parte de un resumen cronológico que indicaba el tiempo de la fundación de la iglesia el cual le seguiría el ministerio de Jesucristo,  pero precedería el descubri­miento y fundación de América por Colon y los Gentiles europeos:

Y aconteció que vi entre las naciones de los gentiles la fonnación de una gratule iglesia.

Y el ángel me dijo: He aquí la formación de una iglesia que es la más abominable de todas las demás iglesias, que incita a los santos de Dios, sí, y los atormenta y los oprime, y los unce con un yugo de hierro, y los reduce al cautiverio.

Y aconteció que vi esta grande y abominable iglesia, y vi que el di­ablo fue su fundador.

Y vi también oro y plata y sedas y escarlatas y linos de fino tejido y toda especie de vestiduras preciosas; y vi muchas rameras.

Y el ángel me habló, diciendo: He aquí, el oro y la plata, las sedas y escarlatas, y los linos de fino tejido, y los preciosos vestidos, y las rameras, son lo que desea esta grande y abominable iglesia.

Y también, por motivo de las alabanzas del mundo, destruye a los santos de Dios y los reducen al cautiverio.

Este pasaje es importante por su riqueza en detalle. Establece la fun­dación de la Iglesia como el centro de las naciones de los Gentiles, o naciones europeas. Claramente se identifica a la organización como realmente una iglesia y no solo como una maldad general; y especifica que en la época anterior a la fundación de América es «la más abo­minable de todas las demás iglesias.» El pasaje caracteriza a la iglesia como la que usa vestiduras finas y preciosas, se involucra con rameras, y comienza la amonestación diciendo que esta iglesia eventualmente mataría a los Santos, torturaría, ataría, traería a la cau­tividad y destruiría a muchos de ellos. Estas iniquidades se harían en un clima de antagonismo mundial en contra del pueblo del Señor y que la persecución de los Santos traerá «las alabanzas del mundo.» Nefi no deja duda acerca del origen de esta iglesia: la maldad es su funda­mento.

La visión de Nefi tiene otros simbolismos relacionados a la identi­dad de la gran y abominable iglesia. Vio los escritos que serían la Biblia y que provenía de los Judíos, y los que fueron traídos en pureza por los doce apóstoles del Salvador. Entonces, la visión indicó que el pe­riodo que inmediatamente seguiría a las obras de los doce en el meridiano de los tiempos sería el tiempo del comienzo de la gran igle­sia, y que la iglesia despojaría muchas porciones del evangelio de Cristo,  y del libro que se convertiría en la Biblia. De acuerdo a la visión, la gran y abominable iglesia quitó estas verdades antes de que la Biblia saliese a las naciones de los Gentiles y antes de que la Biblia fuese traída a las Américas:

Por lo tanto, estas cosas proceden de los judíos en su pureza a los gentiles, según la verdad que está en Dios.

Y después que proceden por la mano de los doce apóstoles del Cordero, de los judíos a los gentiles, tú ves la formación de una iglesia grande y abominable, que es la más abominable de todas las demás iglesias, pues, he aquí, ha despojado el evangelio del Cordero de muchas partes que son claras y sumamente preciosas, y también ha quitado muchos de los convenios del Señor.

Y ha hecho todo esto para pervertir las rectas vías del Señor, para cegar los ojos y endurecer el corazón de los hijos de los hombres.

Por tanto, ves tú que después que el libro ha pasado por las manos de esa grande y abominable iglesia, se han quitado muchas cosas claras y preciosas del libro, el cual es el libro del Cordero de Dios.

Y después que se quitaron estas cosas claras y de gran valor, va entre todas las naciones de los gentiles; y luego que va entre todas las naciones de los gentiles, sí, aun hasta el otro lado de las muchas aguas que has visto, entre los gentiles que han salido del cautiverio, tú ves que —a causa de las muchas cosas claras y preciosas que se han quitado del libro, cosas que eran claras al entendimiento de los hijos de los hom­bres, según la claridad que hay en el Cordero de Dios—, a causa de estas cosas que se han suprimido del evangelio del Cordero, muchísi­mos tropiezan, sí, de tal modo que Satanás tiene gran poder sobre ellos.

Nefi observó muchas veces que el no rebelar el evangelio y verdades de las escrituras por esta gran iglesia haría que muchos «tropezaran» y estuviesen en un «horrible estado de ceguedad», y estuviesen sujetos al poder de Satanás, y que inclusive este resultado se manifestaría antes de que el Señor trajera su vangelio y el Libro de Mormón a las Américas.

Una «Gran y maravillosa obra» y el «Acto extraño del Señor»—un evento futuro causará que los hombres se unan ya sea a la Iglesia de Dios o a la Iglesia de la Maldad

La cronológica descripción profética ilustrada por Nefi se desarrolla del pasado hacia el futuro,  un cambio altamente significativo se ob­serva de acuerdo a la identidad de la gran y abominable iglesia. Nefi profetizo que algunos eventos no definidos harían que los hombres cambiasen a dos diferentes grupos que causaría por si solos dirigirse a la Iglesia del Cordero de Dios o con la iglesia del Diablo. Este preciso evento, cuando el Señor Dios ocasionará una gran división entre el pueblo, y destruirá a los inicuos; es llamado por un ángel «una gran y maravillosa obra.» Como resultado de este evento, los hombres no serán «tibios» sino que serán inducidos a tomar una posición definitiva ya sea en contra o a favor del pueblo del Señor. Cuando esta situación dirija a los hombres en campos opuestos entre el bien y el mal, entonces «el que no pertenece a la iglesia del Cordero de Dios, pertenece a esa grande iglesia que es la madre de las abominaciones, y es la ramera de toda la tierra,» Esta es la profecía del ángel registrada por Nefi:

Porque viene el día, dice el Cordero de Dios, en que haré una obra grande y maravillosa entre los hijos de los hombres, una obra que será sempiterna, ya para una cosa u otra; ya para convertirlos a la paz y vida eterna, o entregarlos a la dureza de sus corazones y ceguedad de sus mentes hasta ser llevados al cautiverio, y también a la destrucción, tanto temporal como espiritualmente, según la cautividad del diablo, de la cual he hablado.

Y aconteció que cuando el ángel hubo hablado estas palabras, me dijo: ¿Recuerdas los convenios del Padre con la casa de Israel? Yo le contesté: Sí.

Y sucedió que me dijo: Mira, y ve esa grande y abominable iglesia que es la madre de las abominaciones, cuyo fundador es el diablo.

Y me dijo: He aquí, no hay más que dos iglesias solamente; una es la iglesia del Cordero de Dios, y la otra es la iglesia del diablo; de modo que el que no pertenece a la iglesia del Cordero de Dios, pertenece a esa grande iglesia que es la madre de las abominaciones, y es la ramera de toda la tierra.

El término «obra maravillosa y asombrosa» algunas veces se asume que es la restauración del evangelio, pero un estudio cuidadoso de pasajes que utilizan el término indican que el significado completo, in­volucra un evento futuro en los últimos días relacionado al periodo catastrófico de la restauración de Israel.

El término «una obra maravillosa y un prodigio» se utiliza no tan a menudo en las escrituras. Su más frecuentemente fuente citada es en el capitulo 29 de Isaías, un capítulo con referencias claras, al menos en tres diferentes épocas.

Los versículos del 1 al 6 parecen ser una comparación de la destruc­ción de Jerusalén («… Ariel, ciudad donde habitó David!» Isaías 29:1) y la caída de los Nefitas en el año 385 D.C. Esta comparación comien­za a ser clara cuando Isaías 29:1-6 considerada en la luz de 2 Nefi 26:14-18 y el cumplimiento de la profecía registrada en Mormón 6.

Isaías 29:11-13 aparentemente se refiere al surgimiento del Libro de Mormón por José Srnith, y de las palabras acerca de este manuscrito por un erudito llamado Charles Anthon. Comparando Isaías 29:11-13 con2 Nefi 27:15-22 y la Historia de José Smith 1:64-65, se proporcionará un mejor entendimiento de estos versículos.

Un tercer evento también se profetiza en Isaías 29: una futura con­tienda por varias naciones contra el Monte de Sión. Es en este evento que el término «una obra maravillosa y un prodigio» surge para ser re­latada.

Este evento toma lugar en la época cuando el amor de Dios sea re­ducido en la tierra y los justos sean perseguidos por la maldad. Observe que el mensaje de estos versículos seleccionados son de Isaías 29 como se muestra a continuación:

Y será como sueño de visión nocturna la multitud de todas las na­ciones que pelean contra Ariel [Jerusalén], y todos los que pelean contra ella y su fortaleza, y los que la ponen en apretura.

Y les sucederá como el que tiene hambre y sueña, y le parece que come, pero cuando despierta, su estómago está vacío; o como el que tiene sed y sueña, y le parece que bebe, pero cuando despierta, se halla cansado y sediento; así será la multitud de todas las naciones que pe­learán contra el monte de Sión.

Deteneos y maravillaos; ofuscaos y cegaos; embriagaos, y no de vino; tambalead, y no de sidra.

Porque Jehová derramó sobre vosotros espíritu de sueño, y cerró los ojos de vuestros profetas, y puso velo sobre las cabezas de vuestros vi­dentes .. .

Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido en­señado;

por tanto, he aquí que nuevamente excitaré yo la admiración de este pueblo con un prodigio grande y espantoso; porque perecerá la sabiduría de sus sabios, y se desvanecerá la inteligencia de sus entendidos.

¡Ay de los que se esconden de Jehová, encubriendo el consejo, y sus obras están en tinieblas, y dicen: ¿Quién nos ve, y quién nos conoce?

Vuestra perversidad ciertamente será reputada como el barro del alfarero. ¿Acaso la obra dirá de su hacedor: No me hizo? ¿Dirá la vasi­ja de aquel que la ha formado: No entendió? . . .

Porque el violento será acabado, y el escarnecedor será con­sumido; serán destruidos todos los que se desvelan para hacer iniquidad,

los que hacen pecar al hombre en palabra; los que arman lazo al que reprendía en la puerta, y pervierten la causa del justo con vanidad.

En este contexto, la obra maravillosa y un prodigio no parece ser la restauración del evangelio, pero un evento en los últimos días que dirige la caída de aquellos quienes han perseguido al pueblo del Señor.

Los pasajes relacionados a «una obra maravillosa y un prodigio» o a «una maravillosa obra» en el Libro de Mormón consistentemente en­lazan aquellas frases con eventos catastróficos de los últimos días, los cuales implicarán la restauración de Israel. Además de 1 Nefi 14:6-17, que está bajo consideración en esta sección, otros pasajes llevan la misma intención.

En 1 Nefi 22:8-19, Nefi profetisa que el Señor hará una «obra mara­villosa» entre los Gentiles, la cual se relaciona con el mensaje de que el Señor llevará «a la casa de Israel. . . sacará otra vez de su cautividad, y serán reunidos en las tierras de su herencia.» En el pasaje profetiza que miembros de la gran y abominable Iglesia «guerrearán entre sí,» y es­tablece, «toda nación que luche contra ti, oh casa de Israel, se volverá la una contra la otra»  y que «todos los que combatan contra Sión serán destruidos.» En las series de eventos que él describe, la gente se divide claramente en dos grupos opuestos, y Nefi profetisa, «no consentirá que los inicuos destruyan a los justos,» y «serán preservados los justos aun hasta la destrucción de sus enemigos por fuego.» Repentinamente la «obra maravillosa» de este pasaje se refiere a una época en los últimos días mucho más lejana a la restauración del evangelio en 1820-1830, esto se dirige a los resultados que el futuro evento se divisa cuando los hombres «endurecen sus corazones en contra del Santo de Israel.»

2 Nefi 25:15-18 también hace referencia a «una maravillosa obra y un prodigio» en el recogimiento de Israel, «Y el Señor volverá a ex­tender su mano por segunda vez para restaurar a su pueblo de su estado perdido y caído.» Este pasaje nos da evidencia de la naturaleza del evento destacado el cual es discutido a menudo, cuando se refiere a «un Mesías falso que engañe al pueblo.»

2 Nefi 27 es un comentario y resumen de Isaías 29 y tema del mismo análisis así como lo sugerido anteriormente por Isaías 29. Pero el con­texto establecido al principio de 2 Nefi 27 establece el cumplimiento, «en los últimos días, o sea, en los días de los gentiles,» cuando el pueblo de América («esta tierra») y otras tierras «estarán ebrios de iniquidad y de toda clase de abominaciones.» Esta será la época cuando «la mul­titud de todas las naciones que pugnen contra el monte de Sión.» El evento singular tomará lugar, porque el pueblo habrá «rechazado a los profetas.» Ese día cuando el Señor vaya a «ejecutar una obra maravi­llosa entre este pueblo; sí, una obra maravillosa y un prodigio,» será el tiempo cuando el escarnecedor y aquellos quienes «velan por la ini­quidad» y los que «hacen reprende ofensor al hombre por una palabra; y tienden rampa al que reprende a la puerta, y apartan al justo por una pequenez.» Ciertamente la «obra maravillosa» de este pasaje se refiere a una época posterior a la restauración del evangelio a través de José Smith.

2 Nefi 28:32 hasta 2 Nefi 29:14 muestra el mismo mensaje. En los últimos días cuando los Gentiles nieguen a Jesucristo, el Señor va a «ejecutar una obra maravillosa entre ellos,» y extenderá su mano nue­vamente «para restaurar a los de mi pueblo que son de la casa de Israel.» En el recogimiento de Israel, el Salvador se manifestará con «los que luchen contra mi palabra y contra mi pueblo.» Nuevamente se demuestra que un evento destacado habrá de ocurrir, el cual se pre­senta en una profecía como una obra maravillosa.

En 3 Nefi 21:7-29, cuando los Lamanitas hayan empezado a es­cuchar el evangelio y como se establece en las escrituras, «empiece a conocerlas» y cuando el Señor haya comenzado el cumplimiento de sus convenios con la casa de Israel, el Señor profetiza que sus «sier­vos» o representantes declararán la palabra de Dios a aquellos «quienes no lo creerán,» y ese siervo será «herido por causa de ellos,» y será sanado. Quizá el ministerio de este siervo de los últimos días esta rela­cionado estrechamente con el evento destacado, para que después él lleve las palabras de Cristo «a los Gentiles» el Salvador dice a los gentiles incrédulos: «serán desarraigados de entre los de mi pueblo que son del convenio» y la gran destrucción estará a cargo del resto de Jacob sobre las ciudades de los Gentiles y Dios ejecutara «venganza y furor sobre ellos, así como sobre los paganos.» Este es el periodo de­scrito cuando el Señor dice que el Padre hará «una obra que será una obra grande y maravillosa entre ellos.»

En 3 Nefi 28:25-32, Mormón profetisa la función de los tres após­toles Nenias en los últimos días. Las vidas de estos tres Nefitas se extendieron para que ellos pudieran ministrar en la tierra hasta la se­gunda venida del Señor. Mormón profetisa que ellos estarán «entre los Gentiles» y «entre los Judíos» en los últimos días, y que el Señor los en­viará eventualmente, «ejercerán su ministerio entre todas las tribus esparcidas de Israel, y entre todas las naciones, tribus, lenguas y pueb­los.» En esa época, «antes del día grande y futuro, cuando todos ciertamente tendrán que comparecer ante el tribunal de Cristo» ellos «llevarán muchas almas a Jesús.» Mormón dice que «ellos efectuarán obras grandes y maravillosas»  en esa época cuando ellos sean separa­dos de los justos entre las naciones (y ¿no indica el proceso para ser «desechados» que el proceso de división y separación esta llevándose acabo en esa época?)

Por consiguiente la mayoría de los pasajes de las escrituras que se re­fieren a una «obra maravillosa» o a «una obra maravillosa y un prodigio» se relacionan a una época en el futuro, el tiempo en que se efectuará el mayor recogimiento de Israel, persecución del pueblo del Señor y el emanación de los juicios de Dios. Aquellos quienes todavía sostienen la teoría de que la «obra maravillosa» establecida en 1 Nefi 14:7 se refiere únicamente a la restauración en el año 1820-1830 y la obra misional la cual le ha seguido, deben de recordad que la restau­ración del evangelio se ha predicado por un siglo y medio, y muchos lo han aceptado o rechazado. Aquellos quienes lo han rechazado pudieron haber segado cautividad en agonía por el mal al morir pero fue una cosa eventual y espiritual más que un consecuencia temporal inmediata. Predicando más el evangelio, de la manera en que se ha realizado ante­riormente, no parece cumplir el criterio de la profecía de Nefi, el de liberar a los hombres de la cautividad y destrucción tanto temporal como espiritual.

¡Es diferente este evento futuro del cual habla Nefi! Basándose en la profecía de Nefi  en 1 Nefi 14:7, parece ser que cuando esta «obra ma­ravillosa» se conozca, todos los hombres estarán obligados a tomar una posición a favor o en contra de la obra del Señor, y aquellos quienes se unan por ellos mismos a la gran y abominable iglesia ¡segarán la de­strucción temporal! No, esto es más que trabajo misional, en el sentido de que los Santos lo han conocido en el pasado.

La naturaleza de este evento por el cual dividirá a los hombres en grupos opuestos no esta definido claramente en las escritura. Sin em­bargo algunas evidencias podrían descubrirse. Al profetizar de la caída de la gran y abominable iglesia, Nefi advirtió que en ese día habrá quienes «repudian al justo por una pequenez y vilipendian lo que es bueno, y dicen que no vale nada!» Enseñó que ese día Satanás «en­furecerá los corazones de los hijos de los hombres, y los agitará a la ira contra lo que es bueno.»  ¿Puede esto ser una explicación extraña de lo que pasará cuando los hombres se dividan por ellos mismos en cam­pos opuestos, unos siguiendo al Señor y otros a Lucifer?

En una revelación dada en 1833, el Señor dijo que vendrá el tiempo cuando él procederá a, «llevar a efecto mi acto, mi acto extraño, y a rea­lizar mi obra, mi obra extraña.»  Este extraño acto tendrá el mismo resultado que la «gran y maravillosa obra» profetizada por Nefi: la cual hará que «los hombres disciernan a los justos de los malos.»  En la re­velación, el Maestro relata la parábola de «la mujer y el juez injusto,» en la cual compara el futuro de Sión con una mujer quien desea y recibe finalmente la venganza de su enemigo. Reveló que vendrá el tiempo cuando el Señor «se levantará y saldrá de su morada oculta, y en su furor afligirá a la nación,» debido a la oposición de los oficiales del go­bierno para escuchar las peticiones de los Santos (para liberarse de las ofensas de sus adversarios), y «talará, en su tiempo, a los inicuos, in­fieles e injustos mayordomos.  Esta es su declaración profética:

Así compararé a los hijos de Sión. Insistan a los pies del juez; y si éste no les hace caso, insistan a los pies del gobernador, y si el gobernador no les hace caso, insistan a los pies del presidente; y si el presidente no les hace caso, entonces el Señor se levantará y saldrá de su morada oculta, y en su furor afligirá a la nación; y en su ardiente indignación y furiosa ira talará, en su tiempo, a los inicuos, infieles e injustos mayordomos, y les señalará su porción entre los hipócritas y los incrédulos; sí, en las tinieblas de afuera, donde es el lloro, el llanto y el crujir de dientes.

Orad, pues, para que lleguen hasta sus oídos vuestras lamenta­ciones, a fin de que yo tenga misericordia de ellos para que no les sobrevengan estas cosas.

Lo que os he dicho tiene que verificarse, para que todos los hom­bres queden sin excusa; para que los hombres sabios y los gobernantes oigan y sepan aque­llo que jamás han considerado; para que yo proceda a llevar a efecto mi acto, mi acto extraño, y a realizar mi obra, mi obra extraña, a fin de que los hombres disciernan a los justos de los malos, dice vuestro Dios.

Nuevamente, el pasaje no dice en que situación especifica originará la opresión en contra de los Santos y traerá la ka de Dios sobre la nación. Parece obvio la relación entre la «gran y maravillosa obra» pro­fetizada por Nefi, cuando los hombres «repudien al justo por una pequenez,» el Señor «actúa extraño» y «trabaja extraño,» y cuando «el Señor Dios cause una gran división entre el pueblo.»

¿Qué problema servirá para enfocar la atención adversa sobre la Igle­sia y traer presión intensa y persecución a los Santos? ¿Son los negros y el sacerdocio? ¿La época donde se establece los derechos de la mujer? ¿El aborto? ¿Impuestos a las propiedades de la Iglesia? ¿Permiso a la educación religiosa? ¿O son otros problemas que no están visibles en la actualidad? Ciertamente cuando Satanás agite a los hombres a la ira, les proporcionará algunas excusas, «vilipendian lo que es bueno.»

Lo más importante de entender en este contexto es que hasta que este cambio ocurra, la gran y abominable iglesia no estará funcionando com­pletamente en su tarea antagónica ni se verá verdaderamente como la gran iglesia la cual es «la ramera de toda la tierra.»

Amonestación de Pablo: Algunos observarán doctrinas de maldad y dirán mentiras por hipocresía (1 Timoteo 4:1-3)

Además de Nefi, otros han advertido de la gran y abominable igle­sia en los últimos días. Pablo lo identificó como uno de los principios que Satanás enseñaría, doctrinas inspiradas, mentiras, destino sin con­ciencia, prohibición del matrimonio y el mandato de abstenerse de alimentos:

Pero el espíritu dice claramente que en los prostreros días algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios’.

por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la con­ciencia,

prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participasen de ellos los creyentes y los que han conocido la verdad.

Amonestación de Juan: El dragón hará guerra con el resto (Apocalipsis 12:17,13:18)

Juan el Revelador también vio la función que Satanás y sus seguidores harían en esta proceso de los últimos días. Describe a Satanás como un dragón, la Iglesia del Señor como una mujer y Jesucristo como un hijo de la mujer, y vio que «el dragón… persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón.» Juan describió en su visión, «el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer gue­rra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo.

Juan describió a los seguidores de Satanás en forma simbólica (de­sempeñando funciones políticas tanto religiosas) como bestias. Habló de la existencia de uno de ellos, diciendo «el dragón (Satanás) le dio su poder y su trono, y grande autoridad.» Juan advirtió del poder de esta «bestia» que utilizará cuando el tiempo venga en la batalla contra los Santos, la cual tomará lugar:

Y se le permitió hacer guerra contra los santos, y vencerlos. Tam­bién se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación.

Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo.

Juan habló de otra «bestia» la cual se levantará en ese periodo, y predijo del gran poder que puede utilizar:

. . . ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada.

También hace grandes señales, de tal manera que aun hace descen­der fuego del cielo a la tierra delante de los hombres.

Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia, mandando a los moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia que tiene la herida de espa­da, y vivió.

Y se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase.

Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y es­ clavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre.

Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis.

Amonestación de Daniel: El cuerno quebrantará a los Santos y serán entregados en su mano (Daniel 7:21-27)

El profeta Daniel también vio en la visión eventos claves de los últimos días. Describió el gran poder como el de una «bestia» y un «cuerno,» advirtiendo que el cuerno hacía la guerra contra de los Santos. Del mismo modo que Juan, él vio que los Santos no en­frentaban victoriosamente esta batalla:

Y veía yo que este cuerno hacía guerra contra los santos, y los vencía,

hasta que vino el Anciano de días, y se dio el juicio a los santos del Altísimo; y llegó el tiempo, y los santos recibieron el reino.

Dijo así: La cuarta bestia será un cuarto reino en la tierra, el cual será diferente de todos los otros reinos, y a toda la tierra devorará, trillará y despedazará.

Y los diez cuernos significan que de aquel reino se levantarán diez reyes; y tras ellos se levantará otro, el cual será diferente de los primeros, y a tres reyes derribará.

Y hablará palabras contra el Altísimo, y a los santos del Altísimo quebrantará, y pensará en cambiar los tiempos y la ley; y serán entre­ gados en su mano hasta tiempo, y tiempos, y medio tiempo.

Pero se sentará el Juez, y le quitarán su dominio para que sea destruido y arruinado hasta el fin. y que el reino, y el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es reino eterno, y todos los dominios le servirán y obedecerán.

Mientras que estos pasajes son difíciles de interpretar con exactitud, sus principales mensajes son claros y se relacionan armoniosamente con las visiones de Nefi; y argumentos irritantes por interpretaciones no deben permitirse para hacer difícil su entendimiento:

  • Habrá batalla entre la iglesia o el demonio y los Santos del Cordero de Dios en los últimos Días.
  • Por un tiempo, la batalla será desfavorable para los santos. Sa­tanás prevalecerá sobre ellos y los vencerá hasta cierto grado. Este periodo será de gran desastre.
  • El cambio importante tomará lugar a la llegada del Anciano de días cuando el juicio se dé a los Santos.

Amonestación de Nefi: Multitudes se reunirán entre las naciones de los Gentiles para luchar contra la Iglesia de Dios (1 Nefí 14:11-13)

La profecía de Nefi describe lo que sucederá después de la «obra maravillosa», un evento controversial que originará que la gente se reúna en dos diferentes grupos. Describe el incremento de la oposición y la sitúa primordialmente entre las naciones de los Gentiles (Caucási­cas). Enfatiza que las maldades de la iglesia abominable limitarán el tamaño y crecimiento de la Iglesia del Señor:

Y aconteció que miré y vi a la ramera de toda la tierra, y se asenta­ba sobre muchas aguas; y tenía dominio sobre toda la tierra, entretodas las naciones, tribus, lenguas y pueblos.

Y sucedió que vi la iglesia del Cordero de Dios, y sus mañeros eran pocos a causa de la iniquidad y las abominaciones de la ramera que se asentaba sobre las muchas aguas. No obstante, vi que la iglesia del Cordero, que eran los santos de Dios, se extendía también sobre toda la superficie de la tierra; y sus dominios sobre la faz de la tierra eran pequeños, a causa de la maldad de la gran ramera a quien yo vi.

Y ocurrió que vi que la gran madre de las abominaciones reunió multitudes sobre toda la superficie de la tierra, entre todas las naciones de los gentiles, para combatir contra el Cordero de Dios. La profecía de Nefi continua describiendo la caída de la gran y abominable iglesia, así como se hace en varios pasajes proféticos. Sin embargo, un aspecto característico de estos pasajes es que contienen claves de lo que los Santos deben tolerar durante este periodo de tribu­lación. Estas claves serán consideradas en este capítulo en calidad de amonestación profética que se describe antes de la caída de la gran y abominable iglesia que se profetizó.

Amonestación de Nefi: Las naciones excavarán una fosa para entrampar al pueblo del Señor y pervertir sus vías (1 Nefi 22:14)

Menciona que la gran y abominable iglesia será destruida por la guerra de naciones entre ellas mismas en una guerra mundial que afec­tará a mucha gente en forma significativa. Nefi indica la maldad con tres denuncias profeticas. De acuerdo a la profecía, ellas serán:

  • Guerra con naciones en contra de la Casa de Israel.
  • Excavación de una fosa para entrampar al pueblo del Señor.
  • Perversión de las vías del Señor.

Esta es su declaración profética:

Y toda nación que luche contra ti, oh casa de Israel, se volverá la una contra la otra, y caerán en la fosa que cavaron para entrampar al pueblo del Señor. Y todos los que combatan contra Sión serán destrui­dos, y esa gran ramera que ha pervertido las rectas vías del Señor, sí, esa grande y abominable iglesia caerá a tierra, y grande será su caída.

La naturaleza de la excavación o la trampa que los injustos tratarán de utilizarla para el pueblo del Señor no está descrita en el pasaje. Sin embargo, hay una grande posibilidad de que se relacione a la «obra ma­ravillosa» la cual dividirá a la gente en el tiempo futuro en que «no hay más que dos iglesias solamente.»

Amonestación de Nefi: Los malvados que repudian al justo y vílípedían lo que es bueno (2 Nefí 28:16)

Profetiza de las maldades de la religión organizada en los últimos días y las predicciones de la caída de la gran abominable Iglesia, nuevamente Nefi hace mención del afán de los malvados en la perse­cución de los Santos. Amonesta diciendo:

Ay de aquellos que repudian al justo por una pequenez y vilipen­dian lo que es bueno, y dicen que no vale nada! Porque llegará el día en que el Señor Dios visitará súbitamente a los habitantes de la tierra; y el día en que hayan llegado al colmo sus iniquidades, perecerán.

Añade que ese día Satanás «enfurecerá los corazones de los hijos de los hombres, y los agitará a la ira contra lo que es bueno.»

Nuevamente describe: habrá ira contra los Santos por hacer el bien mientras otros están devotamente consagrados a lo que es malo.

Amonestación de Jacob: El pueblo del Señor será oprimido, subyugado y cautivo por los fuertes (2 Nefí 6:17-18)

Otro pasaje, el cual será considerado como la caída de la gran y abominable iglesia, describe y proporciona claves de lo que el pueblo del Señor debe tolerar primero. Jacob describe a los Santos siendo:

  • Cautivos de los fuertes.
  • Presas de lo terrible.
  • En contención con sus enemigos.
  • En opresión por sus enemigos.

Su profecía, la cual detalla la caída de la gran y abominable iglesia,  finaliza con la siguiente amonestación a los malvados:

Empero así dice el Señor: Aun los cautivos le serán quitados al poderoso, y la presa del tirano será librada; porque el Dios Fuerte li­brará a su pueblo del convenio. Pues así dice el Señor: Yo contenderé con aquellos que contiendan contigo;

y a los que te oprimen daré de comer su propia carne; y con su propia sangre serán embriagados como con vino dulce; y conocerá toda carne que yo, el Señor, soy tu Salvador y tu Redentor, el Fuerte de Jacob.

Amonestación de Juan: La mujer estará ebria de la sangre de los Santos y de los mártires (Apocalipsis 17:6)

Juan el Revelador define a la ciudad capital de la gran y abominable iglesia como una «gran ciudad que reina sobre los reyes de la tierra.»  Al empezar a describir la caída de la gran y abominable Iglesia, provee recordatorios alarmantes acerca de la muerte y masacre que traerá sobre el pueblo del Señor:

Vi a la mujer ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de Jesús; y cuando la vi, quedé asombrado con gran asom­bro.

Amonestación de Juan: Los diez reyes harán guerra contra el Cordero (Apocalipsis 17:12-14)

Cuando Juan el Revelador describe a la mujer, o a la ciudad capital de la gran y abominable iglesia, menciona que la ciudad tenía «diez cuernos,» o el control sobre los diez reyes o naciones las cuales serán la fundación por un breve intervalo en el escenario de los últimos días. In­dica que estas naciones darán su poder a la bestia y pelearán contra el pueblo del Señor:

Y los diez cuernos que has visto, son diez reyes, que aún no han recibido reino; pero por una hora recibirán autoridad como reyes junta­ mente con la bestia.

Estos tienen un mismo propósito, y entregarán su poder y su au­toridad a la bestia. Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, . . .

No sabemos quienes serán estas naciones, la amonestación de Juan es similar a aquellas de otros profetas mencionados previamente, el pueblo del Señor tendrá que sufrir guerra con las fuerzas del Anticristo, una guerra a una grande escala con múltiples naciones, ¡una guerra mundial!

Proferías de una guerra mundial cuando se destruya la gran y abominable Iglesia

Nefi, en su profecía cronológica en 1 Nefi 11-14, describe la segre­gación y caos que vendrán sobre la gran y abominable iglesia cuando se prepare para combatir contra los Santos. Después de predecir como la madre de las abominaciones reunirá a todas las naciones de los Gentiles para combatir contra el Cordero de Dios, describe el poder de Dios el cual estará con los Santos y también de la ira divina que causarán las na­ciones dominadas por la madre de abominaciones para combatir entre ellas mismas:

Y aconteció que yo, Nefi, vi que el poder del Cordero de Dios de­ scendió sobre los santos de la iglesia del Cordero y sobre el pueblo del convenio del Señor, que se hallaban dispersados sobre toda la superfi­cie de la tierra; y tenían por armas su rectitud y el poder de Dios en gran gloria.

Y sucedió que vi que la ira de Dios se derramó sobre aquella grande y abominable iglesia, de tal modo que hubo guerras y rumores de guerras entre todas las naciones y familias de la tierra.

Y cuando empezó a haber guerras y rumores de guerras entre todas las naciones que pertenecían a la madre de las abominaciones, me habló el ángel, diciendo: He aquí, la ira de Dios está sobre la madre de las rameras; y he aquí, tú ves todas estas cosas; y cuando llegue el día en que la ira de Dios sea derramada sobre la madre de las rameras, que es la iglesia grande y abominable de toda la tierra, cuyo fundador es el diablo, entonces, en ese día, empezará la obra del Padre, preparando la vía para el cumplimiento de sus conve­nios que él ha hecho con su pueblo que es de la casa de Israel.

En otra profecía que hizo Nefi, también se describe la caída de la gran y abominable iglesia. Nuevamente el evento se relaciona cuando se lleve a cabo el recogimiento de Israel. Nuevamente la descripción es de una guerra internacional, naciones quienes han combatido contra el pueblo del Señor, repentinamente luchan una a otra y causan gran de­strucción:

Y la sangre de esa grande y abominable iglesia, que es la ramera de toda la tierra, se volverá sobre su propia cabeza; porque guerrearán entre sí, y la espada de sus propias manos descenderá sobre su propia cabeza; y se emborracharán con su propia sangre.

Y toda nación que luche contra ti, oh casa de Israel, se volverá la una contra la otra, y caerán en la fosa que cavaron para entrampar al pueblo del Señor. Y todos los que combatan contra Sión serán destrui­dos, y esa gran ramera que ha pervertido las rectas vías del Señor, sí, esa grande y abominable iglesia caerá a tierra, y grande será su caída.

Porque he aquí, dice el profeta, se acerca rápidamente el tiempo en que Satanás no tendrá más poder sobre el corazón de los hijos de los hombres; porque pronto se acerca el día en que todos los soberbios y todos los que obran inicuamente serán como rastrojo; y está cerca el día en que han de ser quemados.

Pues está próximo el tiempo en que la plenitud de la ira de Dios será derramada sobre todos los hijos de los hombres; porque no consentirá que los inicuos destruyan a los justos.

Por lo tanto, protegerá a los justos por su poder, aun cuando tuviese que venir la plenitud de su ira, y serán preservados los justos aun hasta la destrucción de sus enemigos por fuego. Por tanto, los justos no tienen por qué temer; porque así dice el profeta: Se salvarán, aun como si fuese por fuego.

He aquí, os digo, mis hermanos, que estas cosas deben venir muy pronto; sí, debe haber sangre y fuego y vapor de humo; y es menester que sea sobre la superficie de esta tierra; y sobrevendrá a los hombres según la carne, si es que endurecen sus corazones en contra del Santo de Israel.

Pues he aquí, los justos no perecerán; porque ciertamente vendrá el tiempo en que todos los que combatan contra Sión serán talados.

La caída de la iglesia del diablo es un evento con un significado im­portante el cual enfatizó Nefi, quien en otro contexto profético enseña que la «grande y abominable iglesia, la ramera de toda la tierra, tendrá que desplomarse, y grande será su caída. Juan el Revelador describió «la sentencia contra la gran ramera, la que está sentada sobre muchas aguas.» Menciona acerca de la destrucción que vendría sobre la «mujer,» o ciudad capital de la gran y abominable iglesia. Identifica a esta ciudad como «vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas,» y estando llena de abominaciones, inmundicia y fornicación. La ciudad estará situada en siete montañas, y será grande o «gran» ciudad que reina sobre reyes y la cual se conoce por sus acuerdos. Estará suficientemente cerca del océano de tal manera que hombres en barcos podrán ver «el humo de su incendio.» Juan ve que la gran ciudad es destruida repentinamente, «en una hora ,» por los diez reyes o naciones quienes lo han resistido previamente y hecho la guerra contra el Cordero de Dios:

Y los diez cuernos que viste en la bestia, éstos aborrecerán a la ramera, y la dejarán desolada y desnuda; y devorarán sus carnes, y la quemarán confuego.

Juan vio y describió su caída:

Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis participes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas;

porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acorda­do de sus maldades.

Dadle a ella como ella os ha dado, y pagadle doble según sus obras; en el cáliz en que ella preparó bebida, preparadle a ella el doble.

Cuanto ella se ha glorificado y ha vivido en deleites, tanto dadle de tormento y llanto; porque dice en su corazón: Yo estoy sentada como reina, y no soy viuda, y no veré llanto;

por lo cual en un solo día vendrán sus plagas; muerte, llanto y ham­bre, y será quemada con fuego; porque poderoso es Dios el Señor, que la juzga.

Y los reyes de la tierra que han fornicado con ella, y con ella han vivido en deleites, llorarán y harán lamentación sobre ella, cuando vean el humo de su incendio, parándose lejos por el temor de su tormento, diciendo: ¡ Ay, ay, de la gran ciudad de Babilonia, la ciudad fuerte; porque en una hora vino tu juicio! Su caída servirá para vengar a los Santos por las muchas pérdidas que ellos habrán de sufrir en sus manos:

Alégrate sobre ella, cielo, y vosotros, santos, apóstoles y profetas; porque Dios os ha hecho justicia en ella. . . .

Y en ella se halló la sangre de los profetas y de los santos, y de todos los que han sido muertos en la tierra


Resumen

  1. Los pasajes del Libro de Mormón y la-Biblia advierten de la exis­tencia de una gran y abominable iglesia. El mensaje de estos pasajes es de que esta iglesia perseguirá y hará la guerra contra los Santos; pero se desplomará y caerá cuando las naciones anteriormente bajo su control combatan entre ellas mismas y es entonces cuando se destruirá la ciu­dad capital de la Iglesia.
  2. Muchas claves de las escrituras ayudan a identificar a la gran y abominable iglesia:
  • La iglesia fue fundada poco después del ministerio de Cristo en el meridiano de los tiempos (1 Nefi 13:26; compare la relación cronológica de 1 Nefi 13:5-9 con 1 Nefi 11:15-23, 12:6-10).
  • La iglesia fue fundada antes de la expedición de Colon y la fun­dación de América por los Gentiles europeos (compare la relación cronológica de 1 Nefi 13:5-9 con 1 Nefi 13:12-13).
  • La iglesia se funda en el otro lado de las aguas entre América y las naciones y reinos de los Gentiles (1 Nefi 13:3-4, 10).
  • La iglesia es más abominable que todas las otras iglesias (1 Nefi 13:5), así que esta es una iglesia y no «una maldad general» o una combinación de iglesias.
  • La iglesia atormenta, oprime, ata y lleva al cautiverio a los San­tos de Dios (1 Nefi 13:5).
  • El diablo es su fundador (1 Nefi 13:6).
  • La iglesia tiene oro, plata, sedas, escarlatas, linos de fino tejido y preciosos vestidos (1 Nefi 13:7).
  • La iglesia tiene muchas rameras (1 Nefi 13:7).
  • La iglesia desea riquezas (1 Nefi 13:8).
  • La iglesia destruye y lleva en cautiverio a los Santos por motivo de las alabanzas del mundo (1 Nefi 13:9).
  • La iglesia recibe el evangelio de los apóstoles de Cristo y de los Judíos, pero quita muchas partes que son claras y preciosa de mu­chos convenios (1 Nefi 13:26-27).
  • La iglesia quita cosas claras y preciosas del libro del Cordero de Dios, la Biblia (1 Nefi 13:28).
  • La iglesia quita porciones de la Biblia antes de que el libro vaya a las naciones de los Gentiles o se transmita a América (1 Nefi 13:29).
  • La iglesia quita porciones de la Biblia, la cual hace que muchos tropiecen, antes de la restauración del evangelio (1 Nefi 13:34).
  • La ciudad capital de la iglesia se establece en siete montañas (Apocalipsis 17:9).
  • La ciudad capital de la iglesia es una gran ciudad que tiene tanto poder que reina sobre los reyes de la tierra (Apocalipsis 17:18).
  • La ciudad capital de la iglesia es un centro grande de comercio en donde muchos comerciantes se han hecho ricos (Apocalipsis 18:3, 11-15).
  • La ciudad capital se localiza suficientemente cerca al mar de tal modo que la gente en los barcos puede ver el humo que emerger desde ella al momento de quemarse (Apocalipsis 18:17-18).
  1. Las profecías del Libro de Mormón indican que en el futuro Dios hará una «obra maravillosa,» trayendo del pasado algunos even­tos que dividirán al pueblo en dos grupos distintos: los justos y los Después de este evento habrá «únicamente dos iglesias.»
    (1 Nefi 14:7-10.)
  2. La «obra maravillosa» la cual se menciona también en 1 Nefi 22:8-19; 2 Nefi 25:17-18; 2 Nefi 27:1-5, 25-32; 2 Nefi 28:32-29:14; 3 Nefi 21:9-29; y en 3 Nefi 28:25-32, se relaciona continuamente en las escrituras con los eventos de los últimos días, y por lo tanto se considera
    como un evento diferente de la restauración del evangelio a través de José Smith. Podría ser el mismo «acto extraño» del Señor que se men­ciona en D. y C. 101:85-95, en el cual los Santos son descritos como persistentes ante jueces, gobernadores y el presidente poco antes de que el Señor con su furia aflija la nación.
  3. Las amonestaciones profeticas se refieren a las tribulaciones que vendrán a los Santos y a la Casa de Israel debido a la gran y abominable iglesia en los últimos días y son mencionadas en:
  • Jacob (2 Nefi 6:12).
  • Pablo (1 Timoteo 4:1-3).
  • Juan (Apocalipsis 12:17-13:18).
  • Daniel (Daniel 7:21-27).
  • Nefi (1 Nefi 14:11-13).
  • Nefi (1 Nefi 22:14).
  • Nefi (2 Nefi 28:16).
  • Jacob (2 Nefi 6:17-18).
  • Juan (Apocalipsis 17:6).
  • Juan (Apocalipsis 17:12-14).
  1. Diversas amonestaciones profeticas indican que el pueblo del Señor será el receptor de cargos falsos y acusaciones malvadas traídas por la gran y abominable iglesia cuando la batalla de los últimos días tome lugar:
  • Nefi: Satanás los agitará a la ira en contra de lo que es bueno (2 Nefi 28:20).
  • Pablo: Dirán mentiras por hipocresía, sin conciencia (1 Timoteo 4:2).
  • Daniel: El cuerno hablará palabras contra el Altísimo (Daniel 7:25).
  • Nefi: Las naciones excavarán una fosa para entrampar al pueblo del Señor (1 Nefi 22:14).
  • Nefi: El cuerno pervertirá las rectas vías del Señor (1 Nefi 22:14).
  • Nefi: Aquellos que repudian al justo por pequenez (2 Nefi 28:16).
  • Nefi: Ellos vilipendian lo que es bueno, y dicen que no vale nada (2 Nefi 28:16).
  • Jacob: Ellos contenderán con el pueblo del convenio (2 Nefi 6:17).
  1. Las profecías advierten que la gran y abominable iglesia ejercerá gran poder sobre los Santos durante el periodo de persecución y tribu­lación:
  • Juan: La bestia hará guerra con los Santos y los vencerá. El poder se le da sobre todas las tribus, lenguas y naciones (Apocalipsis 13:7-8).
  • Juan: Otra bestia tiene el poder para causar la muerte a muchos que no adoren la imagen de la bestia (Apocalipsis 13:15).
  • Juan: La bestia hace que todos reciban un número en su mano derecha o frente; y no puedan comprar o vender sin el (Apocalipsis 13:16-17).
  • Daniel: El cuerno hace la guerra con los Santos y prevalece en contra de ellos (Daniel 7:21).
  • Daniel: El cuerno quebrantará a los Santos y serán entregados en su mano (Daniel 7:25).
  • Jacob: Los cautivos de los fuertes serán retirados. Dios librará a su pueblo del convenio (2 Nefi 6:17).
  1. La gran y abominable iglesia utilizará el poder político interna­cional.
  • Nefi: Ella tendrá dominio sobre todas las naciones, tribus, lenguas y pueblos (1 Nefi 14:11).
  • Nefi: La madre de abominaciones reunirá multitudes sobre la faz de la tierra, entre todas las naciones de los Gentiles (1 Nefi 14:13).
  • Juan: Diez reyes reciben el poder por una hora y entregarán su poder y autoridad a la bestia (Apocalipsis 17:12-13).
  • Juan: La «mujer,» o ciudad capital, reina sobre reyes (Apocalipsis 17:18).
  1. El esfuerzo para pelear contra los Santos se desintegrará en una guerra mundial—una guerra internacional en la cual las naciones de los Gentiles lucharán la una contra la otra, y finalmente destruirán la ciudad capital de la gran y abominable iglesia:
  • Nefi: Cada nación que combata contra la Casa de Israel se volverá la una contra la otra (1 Nefi 22:14).
  • Jacob: A los que opriman se les dará de comer su propia carne (2 Nefi 6:18).
  • Nefi: Habrá guerras y rumores de guerras entre todas las naciones y tribus de la tierra (1 Nefi 14:15).
  • Nefi: La gran y abominable iglesia peleará en contra de ellos mismos (1 Nefi 22:13).
  • Juan: Los diez cuernos aborrecerán a la ramera y la quemarán con fuego (Apocalipsis 17:16).
  • Juan: En un solo día vendrán sus plagas: muerte, hambre y fuego (Apocalipsis 18:8).
  1. A pesar de que muchos Santos mueran por la gran y abominable iglesia (Apocalipsis 13:15; 17:6), los justos serán preservados mas los que combatan contra Sión serán talados y destruidos (1 Nefi 22:16-19).

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