Doctrina y Convenios
Sección 25
La Sección 25 de Doctrina y Convenios es una revelación única en varios aspectos, ya que es dirigida específicamente a Emma Hale Smith, esposa de José Smith, el Profeta. Esta revelación fue recibida en julio de 1830, poco después de la organización formal de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, el 6 de abril de 1830. En ese momento, Emma y José residían en Harmony, Pensilvania.
Contexto histórico
Emma Smith fue una figura central en los primeros días de la restauración del evangelio. Desde su matrimonio con José Smith en 1827, ella asumió múltiples roles, incluyendo el de escribiente durante la traducción del Libro de Mormón, una tarea que realizaba cuando otros escribientes no estaban disponibles. Esta revelación resalta su papel como compañera y apoyo espiritual para José durante sus tribulaciones y su misión profética.
Emma, como José, enfrentó muchas dificultades, incluidas la persecución y las adversidades económicas. Esta revelación sirvió como consuelo y guía para ella, asegurándole que era una “dama elegida” con un propósito divino.
Uno de los aspectos más notables de esta sección es el encargo divino a Emma de compilar un himnario para la Iglesia. Esto resultó en la publicación del primer himnario de la Iglesia en 1835, una obra que tuvo un impacto duradero en la adoración y la cultura de la fe SUD.
La sección subraya la importancia de Emma como una hija de Dios y una dama elegida para cumplir una misión específica. Este llamamiento personal destaca que cada miembro de la Iglesia tiene un propósito único.
Se le insta a ser un consuelo para José en sus tribulaciones, mostrando la importancia de las relaciones familiares y del matrimonio como pilares para afrontar desafíos espirituales y temporales.
Emma es instruida para servir como escribiente y para exhortar a la Iglesia, demostrando que las mujeres también tienen roles significativos en el fortalecimiento de la comunidad de los santos.
La instrucción de seleccionar himnos refleja el énfasis en la música como un medio de adoración y oración, con la enseñanza de que “la canción de los justos es una oración” al Señor.
Aunque la revelación es dirigida a Emma, el Señor declara que sus enseñanzas son aplicables a todos, enfatizando la obediencia, el rechazo al orgullo y el enfoque en las cosas espirituales como claves para la exaltación.
La Sección 25 tiene un valor histórico y doctrinal significativo. Marca un reconocimiento temprano de la contribución de las mujeres en la Iglesia y establece un precedente para sus roles en la adoración y la enseñanza. El himnario compilado por Emma se convirtió en una herramienta esencial para el culto y la devoción, ayudando a los primeros miembros de la Iglesia a unirse en espíritu y propósito.
Además, esta sección ha sido un recordatorio constante de la igualdad espiritual entre los hijos e hijas de Dios, reforzando la idea de que todos los miembros, independientemente de su género o circunstancias, tienen un papel divinamente asignado en la obra del Señor.
― Doctrina y Convenios 25:3. “He aquí, tus pecados te son perdonados, y eres una dama elegida a quien he llamado.”
Este versículo resalta el llamamiento divino de Emma y su papel especial en la obra del Señor. Este versículo invita a reflexionar sobre el perdón de Dios y Su confianza en nosotros. Es un recordatorio de que nuestras imperfecciones no son un obstáculo para que el Señor nos llame a Su obra. Más bien, al arrepentirnos y recibir Su perdón, estamos listos para aceptar nuestras responsabilidades divinas.
También nos inspira a reconocer que nuestras elecciones y fidelidad determinan si podemos llegar a ser “elegidos” en Su reino. Ser elegidos no es un estatus pasivo, sino un llamado activo a servir, edificar y contribuir al progreso del reino de Dios. Al igual que Emma, podemos regocijarnos en el perdón del Señor y comprometernos a cumplir con los llamados que Él nos da.
“He aquí, tus pecados te son perdonados”. Este enunciado resalta el principio de la expiación de Jesucristo y su poder para perdonar pecados. La frase subraya que, al vivir en arrepentimiento continuo y fe en Cristo, las personas pueden recibir la bendición del perdón.
Emma Smith recibe esta confirmación directamente del Señor, recordándole que, al igual que todos los hijos de Dios, tiene acceso a Su misericordia y gracia. Este perdón no solo es un alivio espiritual, sino también un indicio del favor divino hacia ella.
“El Señor nos ha asegurado que, a través de la fe en Él y el arrepentimiento sincero, ‘aunque vuestros pecados sean como la grana, como la nieve serán emblanquecidos’ (Isaías 1:18).” Esta frase también destaca que el perdón divino prepara a las personas para recibir misiones específicas en la obra de Dios.
“Y eres una dama elegida”. La elección divina indica que Dios tiene un propósito específico para cada individuo, basado en Su conocimiento perfecto de nuestras capacidades y potencial. Este concepto también resalta la importancia de los roles individuales en el plan de salvación.
Ser una “dama elegida” no solo habla del amor y la confianza de Dios en Emma, sino que también refleja su disposición para cumplir con Su voluntad. Este reconocimiento no es exclusivo de Emma, sino que se extiende a todos los hijos de Dios que son llamados a desempeñar roles específicos.
El presidente Russell M. Nelson enseñó: “Cuando hablamos de ‘elegidos’, nos referimos a aquellos que han tomado la decisión de venir a Cristo y seguirlo.” (Ven, Sígueme, octubre 2022). Esta frase resalta que la elección divina está ligada a la responsabilidad y al servicio, no al privilegio pasivo.
“A quien he llamado”. La idea de ser “llamado” por Dios refleja el principio de revelación personal y el concepto de que cada llamado en la Iglesia tiene un propósito divino. Los llamados son una manifestación de la confianza de Dios en Sus hijos para cumplir con Su obra.
Emma es llamada para ser una compañera y apoyo en el ministerio de José Smith, pero también para cumplir con otras asignaciones sagradas. Esto refuerza que los llamados en el reino de Dios están orientados al servicio y edificación de los demás.
El élder David A. Bednar enseñó: “Dios conoce a Sus hijos. Él llama a hombres y mujeres para servir en posiciones específicas porque sabe qué podemos llegar a ser y cómo podemos contribuir a Su obra” (Liahona, noviembre 2005). Este llamado divino también es un recordatorio de que Dios equipa a quienes llama, brindándoles las herramientas necesarias para cumplir con Su obra.
Este versículo combina el poder redentor de Cristo con la idea de una misión divina. Emma Smith no solo es perdonada, sino que se le otorga una identidad y propósito sagrados. Esto resalta dos principios importantes:
Al ser limpiados de nuestros pecados, estamos en una mejor posición para escuchar y cumplir con los llamados divinos.
Emma, como “dama elegida,” representa a todos los miembros de la Iglesia que han sido llamados por Dios para servir de maneras únicas y específicas.
― Doctrina y Convenios 25:5. “Y el oficio de tu llamamiento consistirá en ser un consuelo para mi siervo José Smith, hijo, tu marido, en sus tribulaciones, con palabras consoladoras, con el espíritu de mansedumbre.”
Subraya la importancia del apoyo mutuo en el matrimonio y la misión conjunta de José y Emma.
Este versículo nos invita a reflexionar sobre cómo nuestras palabras y acciones pueden ser un medio para consolar y fortalecer a quienes nos rodean. Ser un apoyo para otros, especialmente en el contexto familiar, es un aspecto fundamental de la obra del Señor.
La frase también nos recuerda que el espíritu de mansedumbre y el consuelo mutuo no solo son atributos deseables, sino también necesarios para superar las pruebas. Al igual que Emma, cada uno de nosotros puede encontrar propósito y satisfacción en brindar consuelo y apoyo, confiando en que el Señor magnifica nuestros esfuerzos para cumplir Su obra.
“Y el oficio de tu llamamiento”. Cada miembro de la Iglesia tiene un llamamiento o propósito divinamente asignado, sea formal o informal, dentro del plan del Señor. Estos llamamientos están diseñados para fortalecer tanto al individuo como a la comunidad de los santos.
El llamamiento de Emma Smith, aunque específico a su contexto como esposa de José, ilustra el principio de que el servicio y el apoyo mutuo son fundamentales en la obra del Señor.
El presidente Henry B. Eyring enseñó: “Cuando recibimos un llamamiento del Señor, Él espera que sirvamos con todo nuestro corazón, alma, mente y fuerza, sabiendo que nuestro esfuerzo ayudará a edificar Su reino” (Liahona, noviembre 2002). Este llamamiento también refleja que los roles de apoyo tienen tanto valor espiritual como los roles visibles en la Iglesia.
“Consistirá en ser un consuelo para mi siervo José Smith, hijo, tu marido”. El consuelo y el apoyo son manifestaciones del amor cristiano y reflejan el principio de “cargar con las cargas los unos de los otros” (Mosíah 18:8).
Emma es llamada específicamente a brindar consuelo a José en sus desafíos, destacando la importancia del apoyo emocional y espiritual en las relaciones matrimoniales y en la obra del Señor.
El élder Jeffrey R. Holland dijo: “El amor es el fundamento del consuelo que brindamos a los demás, ya sea en nuestros hogares o en el servicio de la Iglesia” (Liahona, noviembre 2014). Este llamado también muestra que las cargas del ministerio profético no están destinadas a ser llevadas solas; el apoyo de seres queridos es esencial.
“En sus tribulaciones, con palabras consoladoras”. Las palabras consoladoras son un medio poderoso para edificar y fortalecer a los demás. Este principio está ligado al don del Espíritu Santo, que guía nuestras palabras para inspirar y consolar.
Emma es instruida a usar palabras llenas de amor y consuelo para ayudar a José a soportar sus tribulaciones. Esto subraya la responsabilidad que tenemos de usar nuestro lenguaje como instrumento de paz.
El presidente Thomas S. Monson enseñó: “Nunca subestimen el poder de una palabra amable para levantar un espíritu decaído o consolar a un alma en necesidad” (Liahona, mayo 2012). En el contexto de José Smith, quien enfrentó persecuciones y desafíos constantes, el consuelo de Emma era vital para su resiliencia.
“Con el espíritu de mansedumbre”. La mansedumbre es una virtud cristiana esencial que permite que el Espíritu Santo influya en nuestras acciones. Significa ser humildes, pacientes y llenos de amor incluso en medio de pruebas.
Se le recuerda a Emma que su actitud debe reflejar mansedumbre, lo cual no es una señal de debilidad, sino de fortaleza espiritual. Este espíritu fortalece tanto a quien consuela como a quien recibe el consuelo.
El presidente Russell M. Nelson declaró: “La mansedumbre es un atributo espiritual que atrae el poder de Dios y permite que Su Espíritu sea nuestro guía constante” (Liahona, mayo 2021). La mansedumbre de Emma es una demostración de fe y confianza en el Señor, incluso frente a las tribulaciones compartidas con José.
Este versículo subraya la importancia de los roles de apoyo dentro del plan de Dios. Aunque Emma no era la figura central en el ministerio profético de José, su papel era indispensable para aliviar las cargas emocionales y espirituales que él enfrentaba. Este llamamiento también muestra que Dios reconoce las fortalezas individuales de Sus hijos y las usa para bendecir a otros.
Además, el enfoque en “palabras consoladoras” y “mansedumbre” resalta la manera en que el Espíritu puede influir en nuestras relaciones interpersonales, transformándolas en fuentes de fortaleza y consuelo.
― Doctrina y Convenios 25:7. “Y serás ordenada por su mano para explicar las Escrituras y para exhortar a la iglesia, de acuerdo con lo que te indique mi Espíritu.”
Reconoce el papel activo de Emma en la edificación espiritual de los santos y su capacidad para enseñar. Este versículo subraya que el Señor confía en Sus hijos para desempeñar roles esenciales en Su obra, y que esta confianza no está limitada por el género. Emma Smith fue llamada a enseñar y exhortar con el poder del Espíritu, demostrando que las mujeres tienen un lugar crucial en la edificación espiritual de la Iglesia.
Además, el énfasis en la guía del Espíritu Santo muestra que cualquier llamado o responsabilidad en la Iglesia debe realizarse con humildad y dependencia de la revelación divina. Esto no solo fortalece al individuo en su ministerio, sino que asegura que la obra realizada esté en armonía con la voluntad de Dios.
“Y serás ordenada por su mano”. El acto de ordenar a una persona simboliza la autoridad divina otorgada para llevar a cabo responsabilidades específicas dentro del reino de Dios. En este caso, la ordenación de Emma Smith implica su reconocimiento y capacidad para desempeñar un papel en la edificación espiritual de la Iglesia.
Aunque el contexto de este versículo se refiere a Emma y a su papel en los inicios de la Iglesia, resalta el principio eterno de que el Señor otorga autoridad y guía a Sus hijos para cumplir Sus propósitos.
El presidente Dallin H. Oaks explicó: “Los roles específicos en el servicio de la Iglesia son designados y dirigidos por autoridad divina a través del sacerdocio” (Liahona, mayo 2014). Aunque Emma no poseía el sacerdocio, este versículo muestra que las mujeres también tienen llamados divinos importantes que se realizan bajo la dirección de la autoridad del sacerdocio.
“Para explicar las Escrituras”. La capacidad de explicar las Escrituras está relacionada con el don del Espíritu Santo, quien guía a las personas a interpretar y enseñar correctamente las verdades de Dios. Este llamado resalta la importancia del estudio y la enseñanza de las Escrituras en la edificación de la Iglesia.
Emma recibió el mandato de enseñar y aclarar las Escrituras, lo que demuestra que las mujeres también tienen un papel significativo en la educación espiritual dentro del reino de Dios.
El élder David A. Bednar enseñó: “Estudiar y enseñar las Escrituras es una de las maneras más efectivas de invitar al Espíritu a nuestras vidas y hogares” (Liahona, noviembre 2009). Este llamamiento también subraya que enseñar las Escrituras es una responsabilidad sagrada, que requiere preparación espiritual y dependencia en la guía del Espíritu.
“Y para exhortar a la iglesia”. Exhortar a la Iglesia implica fortalecer y edificar espiritualmente a los miembros a través del testimonio, la enseñanza y el consejo inspirado. Esto es una extensión del mandamiento de ser una luz y un ejemplo para los demás.
La exhortación es más que palabras; implica inspirar a los demás a vivir de acuerdo con el evangelio de Jesucristo. Este llamado refleja la confianza del Señor en Emma para influir positivamente en la comunidad de los santos.
El presidente Russell M. Nelson enseñó: “El Señor confía en todos los miembros para ser Su voz en un mundo que necesita desesperadamente luz y verdad” (Liahona, noviembre 2019). Este principio es aplicable a todos los santos; cada uno tiene la responsabilidad de fortalecer a los demás mediante el ejemplo y la palabra.
“De acuerdo con lo que te indique mi Espíritu”. Este enunciado resalta la importancia de la revelación personal y la guía del Espíritu Santo en el cumplimiento de los llamamientos y responsabilidades dentro de la Iglesia.
Emma debía depender del Espíritu para saber cómo enseñar, exhortar y edificar a la Iglesia. Esto resalta que la revelación personal es esencial para realizar la obra del Señor de manera efectiva.
El élder Richard G. Scott declaró: “El Espíritu Santo puede guiar cada aspecto de nuestras vidas, si aprendemos a reconocer y actuar de acuerdo con Su influencia” (Liahona, mayo 2012). Este principio nos recuerda que nadie está solo en su servicio al Señor; el Espíritu Santo es un compañero constante y esencial para cumplir con los deberes asignados.
Este versículo invita a reflexionar sobre cómo el Señor utiliza a Sus hijos, independientemente de sus circunstancias, para edificar Su reino. Nos recuerda que el poder del Espíritu Santo está disponible para todos los que buscan cumplir con los mandatos divinos.
La exhortación a enseñar, explicar y edificar bajo la guía del Espíritu es un modelo para todos los miembros de la Iglesia, hombres y mujeres. Así como Emma fue llamada a influir positivamente en los demás, cada uno de nosotros puede buscar oportunidades para enseñar y fortalecer, confiando en que el Espíritu Santo será nuestra guía constante en el servicio al Señor.
― Doctrina y Convenios 25:11. “Y también te será concedido hacer una selección de himnos sagrados, de acuerdo con lo que te sea indicado, para el uso de mi iglesia, lo cual es de mi agrado.”
Destaca la importancia de la música en la adoración y la contribución duradera de Emma al compilar el himnario. Este versículo pone de manifiesto la importancia de la música sagrada como una herramienta poderosa en la obra del Señor. A través del llamamiento de Emma Smith, aprendemos que la música tiene un propósito divino para enseñar doctrina, elevar el espíritu y unir a los santos. La guía específica del Espíritu en esta tarea también destaca que el Señor está involucrado incluso en los detalles aparentemente pequeños de Su obra.
El encargo de seleccionar himnos para la Iglesia no solo fue un privilegio, sino una responsabilidad que tendría un impacto duradero. Emma cumplió con este llamamiento al compilar el primer himnario de la Iglesia en 1835, que incluyó himnos profundamente doctrinales y espirituales que fortalecieron a los primeros santos.
“Y también te será concedido”. Todo llamamiento o responsabilidad en la obra del Señor es una concesión divina. Esto subraya que cada tarea que se nos confía es un privilegio que refleja la confianza de Dios en nuestras capacidades y disposición para servir.
Emma Smith no solo recibió una responsabilidad formal, sino un reconocimiento especial de que su capacidad para cumplirla provenía del Señor. Esto implica que cualquier tarea asignada en el reino de Dios es respaldada por Su poder y guía.
El presidente Thomas S. Monson enseñó: “Cuando somos llamados por Dios, Él nos concede la capacidad de cumplir con lo que nos ha pedido” (Liahona, mayo 2005). Esta concesión divina también refleja el principio de que el Señor magnifica los esfuerzos de quienes aceptan Su obra con humildad y fe.
“Hacer una selección de himnos sagrados”. La música sagrada es un medio divinamente ordenado para enseñar doctrina, elevar el espíritu y unir a los santos en adoración. Seleccionar himnos es una responsabilidad que afecta profundamente la adoración comunitaria y personal.
Este encargo a Emma subraya el valor espiritual de la música en el evangelio y su poder para transmitir las verdades de la restauración. Los himnos que seleccionó no solo fueron significativos en su tiempo, sino que han influido en generaciones de miembros.
El presidente Russell M. Nelson expresó: “La música puede ayudar a elevar nuestros pensamientos y sentimientos hacia Dios y puede ayudarnos a aprender, recordar y enseñar el evangelio” (Liahona, noviembre 2011). Este llamamiento resalta la capacidad de la música para fortalecer el testimonio y unificar a los santos en propósito y adoración.
“De acuerdo con lo que te sea indicado”. Este principio enfatiza la importancia de la revelación personal en el servicio dentro de la Iglesia. Emma debía buscar la guía del Espíritu Santo para discernir qué himnos serían más adecuados para las necesidades espirituales de los santos.
La instrucción de depender de la revelación personal para seleccionar himnos refleja el compromiso del Señor de dirigir cada aspecto de Su obra. Esto también enseña que incluso tareas aparentemente logísticas tienen un componente profundamente espiritual.
El élder David A. Bednar declaró: “El Espíritu Santo puede guiarnos en cada decisión importante si aprendemos a reconocer y seguir Su influencia” (Liahona, noviembre 2009). Este principio nos recuerda que cada acción en la obra del Señor, por pequeña que parezca, debe realizarse bajo Su dirección.
“Para el uso de mi iglesia, lo cual es de mi agrado”. El Señor se deleita en la adoración sincera de Su pueblo, especialmente cuando se lleva a cabo de manera unificada a través de himnos inspirados. La música sagrada es un medio para invitar el Espíritu y expresar gratitud a Dios.
Este pasaje resalta que los himnos son más que canciones; son oraciones y expresiones de fe que invitan al Espíritu Santo y edifican a los participantes. La frase “de mi agrado” muestra que la música sagrada es parte integral de la adoración aceptable al Señor.
El élder Dallin H. Oaks enseñó: “La música inspirada es una de las mayores herramientas que el Señor ha dado para ayudarnos a edificar y fortalecer a Su pueblo” (Liahona, noviembre 1994). Los himnos seleccionados para la adoración reflejan la doctrina y los valores de la Iglesia, ayudando a los miembros a recordar y renovar sus convenios.
Este versículo nos invita a reflexionar sobre cómo la música puede ser un medio poderoso para acercarnos al Señor. También nos recuerda que cada responsabilidad, grande o pequeña, en la obra de Dios tiene un propósito eterno. Así como Emma fue guiada para seleccionar himnos inspirados, cada uno de nosotros puede buscar la guía del Espíritu para cumplir nuestras propias responsabilidades de manera que sean aceptables al Señor.
Finalmente, este pasaje nos inspira a valorar más profundamente los himnos que cantamos en la adoración, recordando que son oraciones al Señor que expresan nuestra fe, gratitud y compromiso con Su evangelio.
― Doctrina y Convenios 25:12. “Porque mi alma se deleita en el canto del corazón; sí, la canción de los justos es una oración para mí, y será contestada con una bendición sobre su cabeza.”
Refleja la conexión entre la música, la adoración y las bendiciones espirituales. Este versículo muestra el papel central de la música sagrada en la adoración y la conexión con Dios. La música, cuando es ofrecida desde un corazón puro, se eleva al nivel de oración y se convierte en un medio para invitar bendiciones espirituales. Este principio trasciende la simple ejecución musical y resalta la importancia de la sinceridad y la intención en todas nuestras expresiones de adoración.
Además, el versículo destaca que el Señor no solo acepta la música como adoración, sino que se deleita en ella. Esto subraya la profundidad del amor de Dios por Sus hijos y Su disposición para bendecirnos cuando nos acercamos a Él con sinceridad.
“Porque mi alma se deleita en el canto del corazón”. Este pasaje enseña que el Señor encuentra gozo en las expresiones sinceras de adoración, particularmente cuando estas provienen del corazón. La música sagrada no es solo una forma de adoración externa, sino una expresión interna de devoción y gratitud.
La frase “canto del corazón” indica que el Señor no se enfoca en la calidad técnica de la música, sino en la sinceridad del corazón al ofrecerlo. Es una manifestación de amor, fe y adoración hacia Dios.
El élder Dallin H. Oaks enseñó: “El Señor espera que nuestra música, tanto en público como en privado, sea digna de nuestra elevada responsabilidad de representar el evangelio” (Liahona, noviembre 1994). Este deleite divino en el canto del corazón resalta el valor de la música como una herramienta espiritual y un medio para invitar el Espíritu Santo.
“Sí, la canción de los justos es una oración para mí”. La música sagrada, cuando se ofrece con pureza y sinceridad, se convierte en una forma de comunicación divina, comparable a una oración. Los himnos pueden expresar lo que las palabras no logran transmitir, sirviendo como una conexión espiritual con Dios.
Esta afirmación muestra que el canto de los justos tiene un poder único: une la devoción personal con la adoración comunitaria y eleva el espíritu hacia Dios. La música en este contexto no es solo un acto artístico, sino un acto espiritual.
El presidente Boyd K. Packer enseñó: “La música puede ser usada no solo para elevar el alma, sino también para comunicarnos con nuestro Padre Celestial” (Liahona, noviembre 1991). Esto refuerza la idea de que los himnos y cantos sagrados son una herramienta poderosa para fortalecer el testimonio y expresar la fe.
“Y será contestada con una bendición sobre su cabeza”. Las expresiones sinceras de adoración, incluidas las canciones de los justos, son recibidas por el Señor y recompensadas con bendiciones espirituales. Este principio enseña que cualquier esfuerzo por adorar sinceramente resulta en bendiciones divinas.
Este pasaje subraya que el Señor responde a las oraciones y expresiones sinceras de Sus hijos. La música sagrada, como forma de oración, trae consigo bendiciones que fortalecen el alma, aumentan la fe y unen a los santos.
El presidente Thomas S. Monson dijo: “La música inspirada eleva el alma y lleva consigo bendiciones que solo el Señor puede otorgar” (Liahona, noviembre 2008). La frase “bendición sobre su cabeza” indica que las respuestas divinas pueden manifestarse de muchas maneras, incluyendo consuelo, fortaleza y guía espiritual.
Este pasaje invita a reflexionar sobre cómo la música puede ser una forma poderosa y sincera de conectar con Dios. Nos recuerda que la adoración a través de la música no está restringida a habilidades técnicas, sino que depende de la intención del corazón.
Como miembros de la Iglesia, este versículo nos inspira a valorar más profundamente los himnos y cantos sagrados. Nos anima a utilizarlos como herramientas para fortalecer nuestra fe, expresar nuestra devoción y buscar la guía y las bendiciones del Señor. En última instancia, refleja que incluso actos simples y cotidianos, como cantar himnos, pueden tener un impacto espiritual significativo cuando se hacen con amor y sinceridad.
― Doctrina y Convenios 25:13. “Por consiguiente, eleva tu corazón y regocíjate, y adhiérete a los convenios que has hecho.” Este versículo alienta a la fidelidad y al gozo en el cumplimiento de los convenios. Este versículo combina la exhortación al gozo con la fidelidad a los convenios, resaltando que ambos están interconectados. Al adherirnos a nuestros convenios, experimentamos el gozo prometido por el Señor, incluso en medio de adversidades. Además, eleva la importancia de vivir con una perspectiva eterna, enfocándonos en las bendiciones que provienen de la obediencia.
Emma Smith fue llamada a enfrentar desafíos únicos como compañera del profeta José Smith. En este contexto, esta instrucción la fortaleció al recordarle que, al permanecer fiel a sus convenios, recibiría consuelo, guía y gozo.
“Por consiguiente, eleva tu corazón y regocíjate”. Este mandato refleja la invitación constante del evangelio de Jesucristo de vivir con gozo, incluso en medio de pruebas. Elevar el corazón implica confiar en Dios, mirar hacia el futuro con esperanza y reconocer las bendiciones presentes.
El Señor insta a Emma Smith a mantener una perspectiva elevada, basada en la fe y la gratitud. Regocijarse no es solo un sentimiento, sino una elección activa que surge de la comprensión del plan de salvación.
El presidente Russell M. Nelson declaró: “El gozo que sentimos tiene poco que ver con las circunstancias de nuestra vida y todo que ver con el enfoque de nuestra vida” (Liahona, noviembre 2016). Este llamado al gozo enfatiza que el regocijo es posible cuando se confía plenamente en el Señor y Su amor.
“Y adhiérete a los convenios que has hecho”. Los convenios son promesas mutuas entre Dios y Sus hijos que traen bendiciones eternas cuando se guardan con fidelidad. Adherirse a los convenios significa vivir de acuerdo con los mandamientos y las enseñanzas del evangelio.
El Señor recuerda a Emma que su fidelidad a los convenios es esencial para recibir las bendiciones prometidas. Esto incluye no solo obedecer las leyes divinas, sino también confiar en la guía divina en su vida diaria.
El presidente Dallin H. Oaks enseñó: “Los convenios que hacemos con el Señor son esenciales para nuestro progreso eterno. Ellos nos guían y nos protegen en medio de las pruebas de la vida” (Liahona, noviembre 2015). Este principio nos recuerda que la fuerza espiritual proviene de una adhesión constante y sincera a los convenios hechos con Dios, incluso cuando enfrentamos desafíos.
Este pasaje invita a reflexionar sobre cómo podemos vivir con un corazón elevado y lleno de regocijo, especialmente cuando nos enfrentamos a las pruebas. Nos recuerda que el gozo verdadero proviene de nuestra relación con Dios y de la fidelidad a los convenios que hemos hecho con Él.
Al igual que Emma, todos enfrentamos desafíos en nuestras responsabilidades y relaciones. Este versículo nos enseña que podemos encontrar gozo al recordar nuestras bendiciones, confiar en el plan de Dios y vivir plenamente los convenios del evangelio. La invitación a elevar el corazón y adherirnos a los convenios es, en última instancia, un llamado a vivir con esperanza, gratitud y fe en las promesas del Señor.
― Doctrina y Convenios 25:16. “Y de cierto, de cierto te digo, que esta es mi voz a todos. Amén.”
Concluye la revelación aplicando sus principios a todos los santos, subrayando su relevancia universal. Este versículo tiene un significado profundo al declarar que los principios revelados a Emma Smith son aplicables a todos los miembros de la Iglesia y, por extensión, a toda la humanidad. Esto refleja el carácter universal de las enseñanzas del evangelio, que están diseñadas para guiar a todos hacia la salvación y la exaltación.
El recordatorio de que esta es la “voz del Señor a todos” refuerza la idea de que los mandamientos y las revelaciones no son arbitrarios, sino principios divinos destinados a bendecir a todos los que los siguen. La invitación es a escuchar, reflexionar y aplicar estas enseñanzas en nuestra vida diaria.
“Y de cierto, de cierto te digo”. Esta introducción enfatiza la certeza y la autoridad divina del mensaje que sigue. El doble “de cierto” subraya la importancia del mensaje y la necesidad de que sea escuchado con atención y reverencia.
El Señor utiliza esta expresión para subrayar que lo que se dice no es solo un consejo o sugerencia, sino una declaración de verdad absoluta y universal. En este caso, reafirma la importancia de las enseñanzas que han sido dadas a Emma Smith y las aplica a todos.
El presidente Joseph Fielding Smith enseñó: “Cuando el Señor dice ‘de cierto’, quiere que sepamos que lo que sigue es de importancia eterna y completamente confiable” (Doctrinas de Salvación, tomo 1). Este uso de repetición refuerza la necesidad de tomar en serio el mensaje divino y actuar conforme a él.
“Que esta es mi voz a todos”. Aquí se establece que las verdades reveladas en este pasaje no son exclusivas para Emma Smith, sino principios universales aplicables a todos los hijos de Dios. Esto refleja el carácter inclusivo y eterno de los mandamientos y las enseñanzas del Señor.
Aunque el contexto inmediato de la revelación se centra en Emma y sus responsabilidades específicas, el Señor aclara que los principios de consuelo, obediencia, humildad y servicio son relevantes para todos los santos.
El presidente Russell M. Nelson enseñó: “Los principios del evangelio son universales, y las revelaciones de Dios se aplican a todos Sus hijos, en todas partes” (Liahona, noviembre 2018). Este versículo recuerda que las escrituras y las revelaciones contienen enseñanzas que trascienden las circunstancias individuales, proporcionando guía a toda la humanidad.
Este pasaje nos invita a reconocer que las revelaciones de Dios, aunque dirigidas a individuos específicos, contienen verdades universales que todos podemos aplicar. Nos recuerda que, como hijos de Dios, estamos llamados a obedecer Su voz y vivir de acuerdo con Sus enseñanzas.
El hecho de que estas palabras sean la “voz a todos” nos desafía a examinar cómo estamos respondiendo personalmente a las instrucciones divinas. Este versículo nos motiva a valorar las escrituras y las revelaciones como guías personales y colectivas, recordando que cada mensaje del Señor está diseñado para acercarnos más a Él y a Su plan eterno.
Organización por temas
Sección 25: Un Llamado a Emma Smith y Principios Universales de Obediencia
1. Emma Smith: Una Hija Elegida en el Reino de Dios
Versículos: 1–3
“Todos los que reciben mi evangelio son hijos e hijas en mi reino.”
Dios se dirige a Emma Smith como Su hija y le asegura que, si es fiel y virtuosa, recibirá una herencia en Sion. Se le da el título de “dama elegida”, indicando su papel especial en la Iglesia.
Versículo 1: Dios reconoce a todos los que aceptan Su evangelio como Sus hijos e hijas.
Versículo 2: Se promete preservación y herencia en Sion a quienes caminen en la virtud.
Versículo 3: Sus pecados han sido perdonados y ha sido llamada por Dios.
Emma no solo es la esposa del profeta, sino también una mujer con un llamamiento divino. Esta revelación resalta la importancia de las mujeres en la obra del Señor, subrayando que cada persona en la Iglesia es una parte fundamental de Su plan.
Presidente Russell M. Nelson: “Las mujeres de la Iglesia tienen un papel vital en la obra de salvación y en la edificación del reino de Dios” (Conferencia General, abril 2019).
Élder Jeffrey R. Holland: “Dios no nos reconoce solo como miembros de Su Iglesia, sino como Sus hijos e hijas con un destino eterno” (Conferencia General, abril 2006).
2. El Llamado de Emma Smith a Consolar y Sostener a José Smith
Versículos: 4–6
“El oficio de tu llamamiento consistirá en ser un consuelo para mi siervo José Smith.”
Emma recibe el llamamiento de consolar a su esposo en sus tribulaciones. Dios le advierte que no murmure por las cosas que no ha visto, ya que hay un propósito divino en la revelación progresiva.
Versículo 4: No debe murmurar por lo que aún no se le ha mostrado.
Versículo 5: Su misión incluye fortalecer y animar a José Smith en medio de las pruebas.
Versículo 6: También debe servir como escribiente, a menos que Oliver Cowdery esté disponible.
El llamamiento de Emma no es menor que el de José. Dios le da una misión específica dentro de la Restauración, mostrando que el apoyo del cónyuge en el ministerio es vital. Esto también destaca la importancia de la paciencia y la fe en los momentos de incertidumbre.
Presidente Gordon B. Hinckley: “Las mujeres en la Iglesia no son auxiliares, sino compañeras de igual importancia en la obra del Señor” (Conferencia General, octubre 1995).
Élder David A. Bednar: “El matrimonio es una sociedad santa, donde marido y mujer se fortalecen mutuamente en su viaje espiritual” (Conferencia General, abril 2013).
3. Su Llamado a Explicar las Escrituras y Seleccionar Himnos
Versículos: 7–11
“Serás ordenada por su mano para explicar las Escrituras y para exhortar a la iglesia.”
Dios llama a Emma a enseñar las Escrituras y exhortar a la Iglesia, lo que en su época era un encargo inusual para una mujer. También se le da la tarea de seleccionar himnos para la Iglesia.
Versículo 7: Emma recibe la autoridad para explicar las Escrituras.
Versículo 8: Debe dedicar su tiempo a aprender y escribir.
Versículo 9: Se le asegura que José proveerá para ella en la Iglesia.
Versículo 10: Se le instruye a buscar las cosas de un mundo mejor en lugar de las del mundo terrenal.
Versículo 11: Su tarea de seleccionar himnos sagrados es de gran importancia para la adoración.
Emma es llamada no solo a apoyar a su esposo, sino a enseñar y contribuir activamente a la Iglesia. La selección de himnos fue una tarea fundamental, ya que la música eleva el alma y fortalece la fe de los santos.
Élder D. Todd Christofferson: “Las mujeres en la Iglesia no necesitan ser ordenadas para recibir revelación, enseñar y bendecir a otros” (Conferencia General, abril 2013).
Presidente Boyd K. Packer: “Los himnos son oraciones cantadas. Fortalecen el testimonio y edifican el espíritu” (Conferencia General, octubre 1991).
4. La Música Sagrada como Oración al Señor
Versículo: 12
“La canción de los justos es una oración para mí.”
Dios declara que la música sagrada es una forma de oración y que traerá bendiciones a los que la entonen con un corazón puro.
Versículo 12: Los himnos tienen poder espiritual y son un medio de comunicación con Dios.
Este versículo nos enseña que la adoración no se limita a la oración verbal. La música es una forma de expresar fe y devoción, trayendo paz y bendiciones espirituales.
Presidente Russell M. Nelson: “La música inspiradora puede fortalecer la fe y acercarnos más a Dios” (Conferencia General, abril 2017).
Élder Dieter F. Uchtdorf: “La música sagrada tiene el poder de sanar corazones y abrir el alma al Espíritu” (Conferencia General, octubre 2009).
5. Obediencia, Humildad y la Promesa de una Recompensa Celestial
Versículos: 13–16
“Guarda mis mandamientos continuamente, y recibirás una corona de justicia.”
Dios le manda a Emma permanecer fiel, humilde y obediente, prometiéndole una corona de justicia si persevera.
Versículo 13: Debe regocijarse y adherirse a sus convenios.
Versículo 14: Se le aconseja cultivar la mansedumbre y evitar el orgullo.
Versículo 15: La obediencia constante traerá la recompensa eterna.
Versículo 16: Esta enseñanza es aplicable a todos los miembros de la Iglesia.
Este pasaje muestra que la recompensa de Dios no es inmediata, sino eterna. La fidelidad en la obediencia nos prepara para recibir bendiciones celestiales.
Élder Dallin H. Oaks: “La obediencia a los mandamientos de Dios es la clave para la felicidad eterna” (Conferencia General, abril 2016).
Presidente Henry B. Eyring: “Dios nos ha prometido una corona de justicia si permanecemos fieles hasta el fin” (Conferencia General, octubre 2018).
Conclusión General
La Sección 25 de Doctrina y Convenios es una revelación única porque muestra el papel esencial de las mujeres en la obra de la Restauración. Emma Smith no solo era la esposa de un profeta, sino una líder, maestra y seleccionadora de himnos para la Iglesia.
Esta sección también destaca la importancia del consuelo, la obediencia, la humildad y la música sagrada en la vida de los santos. Además, el versículo final deja claro que los principios aquí enseñados se aplican a todos los miembros de la Iglesia, no solo a Emma.
























