Doctrina y Convenios Sección 37

Doctrina y Convenios
Sección 37


La Sección 37 fue recibida por José Smith en diciembre de 1830, en Fayette, Nueva York, y marca un momento crucial en la historia de la Iglesia al dar el primer mandamiento para que los santos se congreguen en un lugar específico: Ohio. Este evento señala el inicio del patrón de “recogimiento” en la dispensación actual, un principio que sería central en el desarrollo de la Iglesia.

En 1830, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días había sido organizada recientemente (6 de abril de 1830) y la mayoría de los conversos se encontraban en Nueva York, específicamente en áreas como Fayette, Colesville y Palmyra. Sin embargo, los santos enfrentaban una creciente oposición de sus vecinos, que dificultaba la predicación del evangelio y la organización de la Iglesia.

Sidney Rigdon, un predicador reformista de Ohio, se convirtió al evangelio junto con muchos de sus seguidores en Kirtland, Ohio, a través de la predicación de misioneros enviados por la Iglesia. La creciente comunidad de conversos en Ohio representaba una oportunidad para establecer un centro de fuerza y organización para los santos.

José Smith enfrentó oposición significativa en Nueva York, lo que incluía amenazas legales, persecución y hostilidad hacia los miembros de la Iglesia. Esto llevó al Señor a dirigir a los santos hacia un lugar más seguro.

El Señor instruyó a José Smith a trasladarse a Ohio debido a las amenazas contra él y la Iglesia. El versículo 1 menciona que esta medida era necesaria “a causa del enemigo” y para el bienestar de los santos.

Antes de mudarse, José Smith y Sidney Rigdon debían predicar el evangelio y fortalecer a la Iglesia en Nueva York, especialmente en Colesville, donde los santos mostraban gran fe y dedicación (versículo 2).

Ohio se convertiría en un lugar clave para el crecimiento de la Iglesia. Allí se establecería un centro de reuniones, se recibirían importantes revelaciones (incluyendo la Sección 42 sobre la ley del Señor), y se sentarían las bases para el futuro desarrollo de la obra.

Este mandamiento introdujo el principio del recogimiento en la dispensación actual, donde los santos son llamados a reunirse en lugares específicos para recibir instrucción, fortalecerse mutuamente y avanzar en la obra del Señor. En este caso, Ohio se convirtió en el primer lugar de recogimiento.

La migración a Ohio permitió a la Iglesia establecer un núcleo más fuerte, con mayor capacidad para difundir el evangelio y organizarse como una comunidad unida.

Este mandamiento marcó el inicio del patrón de recogimiento en la Iglesia. En los años siguientes, los santos serían llamados a congregarse en Missouri, Nauvoo y finalmente en Utah.
Ohio, específicamente Kirtland, se convirtió en un lugar clave donde se estableció un templo, se recibieron numerosas revelaciones, y la Iglesia creció tanto en número como en entendimiento doctrinal.
El traslado a Ohio no solo protegió a los santos de la persecución en Nueva York, sino que también los posicionó estratégicamente para llevar adelante la obra del Señor con mayor efectividad.

La Sección 37 fue una revelación fundamental que estableció la importancia del recogimiento en la dispensación moderna. Al dirigir a los santos a Ohio, el Señor aseguró la protección de Su pueblo y preparó el terreno para un crecimiento espiritual y organizativo significativo. Este mandamiento demostró el cuidado del Señor por Sus hijos y Su guía constante para llevar adelante Su obra.


La Sección 37 introduce el mandamiento del recogimiento de los santos en Ohio y tiene implicaciones significativas en la historia de la Iglesia.

La Sección 37 marca el inicio del principio del recogimiento en la dispensación moderna. Cada versículo refleja la guía sabia y estratégica del Señor para proteger a Su pueblo, fortalecer la fe de los santos y establecer un centro de fuerza en Ohio. Este mandamiento no solo tiene un significado histórico, sino que también demuestra la manera en que el Señor responde a las necesidades inmediatas de Su obra y Sus hijos.

Estos versículos nos invitan a reflexionar sobre nuestra disposición para obedecer las instrucciones del Señor, incluso cuando estas puedan implicar sacrificios personales. Nos recuerdan que el Señor guía a Su pueblo con amor y sabiduría, y que cada mandamiento está diseñado para fortalecer nuestra fe y preparar el camino para mayores bendiciones. Este pasaje inspira confianza en que, al actuar con fe y obediencia, somos parte de una obra divina más grande que nosotros mismos.


― Doctrina y Convenios 37:1. “He aquí, os digo que no es prudente que traduzcáis más hasta que os trasladéis a Ohio, y esto a causa del enemigo y para vuestro bienestar.”
Este versículo destaca la instrucción del Señor de suspender temporalmente la traducción para priorizar el traslado a Ohio. Esto se debía a la amenaza de enemigos y para asegurar el bienestar de José Smith y los santos. La seguridad física y espiritual era una preocupación central.
El élder Jeffrey R. Holland enseñó: “El Señor guía a Sus siervos según las necesidades específicas de Su obra en cada momento. Su sabiduría abarca tanto la protección como el progreso de Su obra.” (Conferencia General, octubre de 2014). Este versículo subraya la protección divina y el enfoque estratégico en la obra del Señor.

“He aquí, os digo”
El Señor utiliza esta frase para captar la atención de José Smith y Sidney Rigdon. Es una expresión solemne que introduce un mandamiento o principio importante. Esto demuestra que el mensaje que sigue es prioritario y digno de atención inmediata.
El élder Jeffrey R. Holland señaló: “Cuando el Señor habla directamente, especialmente con términos como ‘he aquí’, subraya la importancia de prestar atención con fe y acción inmediata.” (Conferencia General, abril de 2016). Este prefacio resalta la necesidad de estar atentos a la dirección divina en tiempos de desafío.

“No es prudente que traduzcáis más”
El Señor suspende temporalmente la obra de traducir las escrituras para dar prioridad a una medida más urgente: la seguridad y protección de Sus siervos. Este mandato enfatiza que la obra de Dios se lleva a cabo según Su tiempo y prioridades, no las nuestras.
El presidente Russell M. Nelson declaró: “La obra del Señor avanza con Su guía perfecta, y Su tiempo siempre es el correcto.” (Conferencia General, abril de 2018). Este principio nos recuerda que las instrucciones de Dios pueden parecer contrarias a nuestras expectativas, pero siempre tienen un propósito superior.

“Hasta que os trasladéis a Ohio”
El traslado a Ohio representa un paso estratégico en el plan del Señor para establecer Su obra en un lugar más seguro y fortalecer a Su pueblo. Este mandamiento introduce el principio del recogimiento, esencial para la historia de la Iglesia.
El élder D. Todd Christofferson explicó: “El recogimiento permite a los santos unirse en fortaleza espiritual y protegerse de las influencias destructivas del mundo.” (Conferencia General, abril de 2015). Este traslado no solo protegió a los líderes de la Iglesia, sino que también preparó un lugar para recibir mayores revelaciones y organización.

“Y esto a causa del enemigo”
El Señor menciona “el enemigo” como una amenaza directa. Esto podría referirse tanto a la oposición física como espiritual. Las persecuciones contra José Smith y la Iglesia eran intensas en Nueva York, y el traslado a Ohio proporcionaría un entorno más seguro para continuar con la obra.
El presidente Gordon B. Hinckley enseñó: “El Señor es consciente de las amenazas que enfrentamos y nos guía para evitarlas o enfrentarlas con Su protección.” (Conferencia General, octubre de 2002). Este versículo demuestra que Dios vela por la seguridad de Sus siervos mientras cumplen Su obra.

“Y para vuestro bienestar”
La preocupación del Señor no solo es por la seguridad física, sino también por el bienestar espiritual y emocional de José Smith y los santos. El traslado a Ohio permitiría a la Iglesia crecer en un ambiente más propicio para su desarrollo.
El élder Neal A. Maxwell declaró: “El bienestar de Sus hijos siempre está en el corazón del Señor, y cada mandamiento está diseñado para bendecirnos tanto temporal como eternamente.” (Conferencia General, abril de 1982). Este principio nos enseña que la guía del Señor siempre tiene como objetivo nuestro bien.


Este versículo refleja el amor, la protección y la sabiduría del Señor al dirigir a Sus siervos en circunstancias desafiantes. Aunque la instrucción de pausar la traducción y trasladarse a Ohio pudo haber sido inesperada, demostró ser una acción clave para proteger a los líderes de la Iglesia y establecer un centro de fortaleza espiritual. Este pasaje también destaca que el Señor siempre guía Su obra con cuidado, adaptándola a las necesidades y desafíos específicos de Su pueblo.

Este pasaje nos invita a reflexionar sobre nuestra disposición para confiar en las instrucciones del Señor, incluso cuando no entendamos completamente Su propósito. Nos recuerda que Él ve el panorama completo y que Sus mandamientos siempre buscan nuestro bienestar. Al igual que José Smith y Sidney Rigdon, podemos aprender a confiar en que las instrucciones divinas, aunque a veces desafiantes, nos guiarán hacia la seguridad, el crecimiento y el cumplimiento de Su obra en nuestra vida.


― Doctrina y Convenios 37:2. “Y además, os digo que no iréis sino hasta que hayáis predicado mi evangelio en aquellas partes y fortalecido la iglesia en dondequiera que se encuentre, y más especialmente en Colesville, porque he aquí, me suplican con mucha fe.”
El Señor da instrucciones específicas a José Smith y Sidney Rigdon para predicar el evangelio y fortalecer la fe de los santos antes de partir. Enfatiza la importancia de atender a los fieles en Colesville, que mostraban gran fe y compromiso.
El presidente Russell M. Nelson declaró: “El Señor siempre responde a la fe de Su pueblo. Él guía a Sus siervos para fortalecer a aquellos que se esfuerzan por seguirle.” (Conferencia General, abril de 2018). Este pasaje destaca cómo el Señor responde a las oraciones de Sus hijos y prioriza su fortalecimiento espiritual.

“Y además, os digo que no iréis”
El Señor instruye que antes de partir hacia Ohio, José Smith y Sidney Rigdon debían cumplir una responsabilidad específica: fortalecer a los santos y predicar el evangelio en las áreas donde la Iglesia estaba establecida. Este mandato subraya la importancia de cuidar y nutrir a los miembros existentes antes de buscar nuevos objetivos.
El presidente Russell M. Nelson enseñó: “El Señor dirige Su obra en Su tiempo perfecto. Nos pide que atendamos las prioridades inmediatas antes de pasar a lo siguiente.” (Conferencia General, octubre de 2019). Este principio demuestra que la obra del Señor requiere organización y priorización según Su guía.

“Sino hasta que hayáis predicado mi evangelio en aquellas partes”
Predicar el evangelio es un mandamiento central en la obra del Señor. Este pasaje recalca que la proclamación del evangelio es esencial en cada área donde haya santos, asegurando que todos reciban el mensaje de esperanza y salvación.
El élder Dallin H. Oaks declaró: “La proclamación del evangelio es una responsabilidad sagrada que se debe realizar con dedicación y amor en cada lugar donde el Señor nos llame.” (Conferencia General, abril de 2009). Este versículo subraya la importancia de predicar el evangelio de manera constante y en todas partes.

“Y fortalecido la iglesia en dondequiera que se encuentre”
El Señor instruye a Sus siervos a fortalecer a los santos existentes antes de continuar con nuevos esfuerzos. Fortalecer la Iglesia incluye enseñar doctrina, ayudar a los miembros a vivir el evangelio y organizar las congregaciones.
El presidente Gordon B. Hinckley enseñó: “Fortalecer la fe de los santos es tan importante como proclamar el evangelio. Ambos esfuerzos trabajan juntos para edificar el reino de Dios.” (Conferencia General, octubre de 1995). Este principio muestra el equilibrio entre el crecimiento numérico de la Iglesia y el desarrollo espiritual de sus miembros.

“Y más especialmente en Colesville”
El Señor muestra una preocupación específica por los santos en Colesville, reconociendo sus necesidades y su fidelidad. Este detalle enfatiza que el Señor cuida de cada grupo de santos, especialmente aquellos que enfrentan desafíos o muestran una fe notable.
El presidente Thomas S. Monson declaró: “El Señor siempre está consciente de las necesidades individuales y las responde con amor y cuidado.” (Conferencia General, abril de 2007). Este pasaje muestra cómo el Señor responde a las circunstancias y la fe de Sus hijos.

“Porque he aquí, me suplican con mucha fe”
El Señor destaca que la fe de los santos en Colesville fue un factor clave para Su respuesta. Esto demuestra que la fe sincera y persistente puede influir en la dirección divina y atraer Su ayuda y bendiciones.
El presidente Henry B. Eyring enseñó: “El Señor responde a la fe con poder y guía. Aquellos que claman con verdadera fe reciben Su ayuda en Su tiempo perfecto.” (Conferencia General, octubre de 2010). Este principio subraya que la fe activa y la súplica humilde pueden mover la mano del Señor.


Este versículo revela varias verdades doctrinales importantes: la necesidad de priorizar la predicación y el fortalecimiento de la Iglesia, la atención amorosa del Señor hacia Sus santos en todas partes, y Su respuesta a la fe sincera de Sus hijos. Es un recordatorio de que la obra del Señor no solo se enfoca en lo macro, sino también en las necesidades específicas de las personas y las congregaciones.

Este pasaje nos invita a reflexionar sobre cómo podemos fortalecer a los miembros de nuestra comunidad de fe y atender sus necesidades espirituales antes de buscar nuevas metas. También nos recuerda el poder de la fe colectiva y la importancia de suplicar al Señor con humildad y confianza. Al hacerlo, podemos ser instrumentos en Sus manos para edificar Su reino y responder a las necesidades de aquellos que buscan Su ayuda.


― Doctrina y Convenios 37:3. “Y además, un mandamiento doy a la iglesia, que me es prudente que se congreguen en Ohio, para cuando regrese a ellos mi siervo Oliver Cowdery.”
Este versículo introduce el principio del recogimiento, una práctica clave en la historia de la Iglesia. Ohio se establece como el primer lugar designado para que los santos se congreguen, con la promesa de que recibirán mayores bendiciones espirituales al obedecer.
El élder D. Todd Christofferson enseñó: “El recogimiento es una manifestación de la unidad y fe de los santos. Al obedecer este mandamiento, reciben bendiciones que solo pueden venir mediante la obediencia colectiva.” (Conferencia General, abril de 2015). Este versículo destaca la importancia de la obediencia y la preparación para un mayor desarrollo espiritual.

“Y además, un mandamiento doy a la iglesia”
El Señor introduce esta instrucción como un “mandamiento,” subrayando que no es una sugerencia opcional, sino una directiva divina. Esto refleja la naturaleza de la obediencia en la obra del Señor, donde los mandamientos tienen un propósito eterno, incluso si no se comprende de inmediato.
El presidente Gordon B. Hinckley enseñó: “Los mandamientos de Dios no son restricciones, sino directrices para nuestra protección y progreso eterno.” (Conferencia General, octubre de 1997). Este inicio enfatiza la importancia de responder con fe y obediencia a las instrucciones del Señor.

“Que me es prudente que se congreguen en Ohio”
El mandamiento de congregarse en Ohio introduce el principio del recogimiento, un tema clave en la dispensación moderna. Este recogimiento tenía como propósito fortalecer a los santos, protegerlos de la persecución en Nueva York y prepararlos para recibir mayores revelaciones y bendiciones espirituales.
El élder D. Todd Christofferson declaró: “El recogimiento físico o espiritual siempre tiene el propósito de acercarnos al Señor, fortalecer nuestra fe y preparar un entorno donde Sus bendiciones puedan fluir.” (Conferencia General, abril de 2015). Este pasaje muestra que el traslado a Ohio no solo era una medida práctica, sino un acto de fe y obediencia con un propósito divino.

“Para cuando regrese a ellos mi siervo Oliver Cowdery”
El Señor menciona específicamente a Oliver Cowdery, quien había sido un líder clave en la traducción del Libro de Mormón y en los primeros días de la Iglesia. Esto indica que la presencia de líderes fieles y capacitados era fundamental para el crecimiento y organización de la Iglesia en Ohio.
El presidente Russell M. Nelson explicó: “Dios coloca a Sus siervos en los lugares y momentos necesarios para avanzar Su obra. Ellos actúan como instrumentos esenciales en Su plan.” (Conferencia General, octubre de 2021). La mención de Oliver Cowdery subraya la importancia del liderazgo inspirado en el progreso del evangelio.


Este versículo destaca la dirección divina en la historia temprana de la Iglesia y establece principios clave: la obediencia a los mandamientos, el recogimiento como herramienta para el fortalecimiento espiritual, y la importancia del liderazgo inspirado. El traslado a Ohio no fue solo un movimiento físico, sino una preparación espiritual para recibir mayores bendiciones y avanzar en la obra del Señor.

Este pasaje nos invita a reflexionar sobre nuestra disposición para obedecer las instrucciones del Señor, incluso cuando no comprendemos completamente Su propósito. Nos enseña que el recogimiento no solo es un principio histórico, sino también espiritual: reunirnos donde el Señor nos necesita y fortalecer nuestra fe en comunidad. Este versículo nos inspira a confiar en el plan divino, sabiendo que cada mandamiento tiene un propósito diseñado para bendecirnos y prepararnos para servir en Su obra.

― Doctrina y Convenios 37:4. “He aquí, en esto hay sabiduría, y escoja todo varón por sí mismo hasta que yo venga. Así sea. Amén.”
El Señor señala que el mandamiento de congregarse en Ohio contiene sabiduría divina, pero permite que cada hombre ejerza su albedrío para decidir si obedecer o no. Este principio resalta la importancia de la responsabilidad personal en la obra del Señor.
El presidente Thomas S. Monson enseñó: “El albedrío es un don sagrado que nos permite decidir si seguimos al Señor. La obediencia a Sus mandamientos siempre trae bendiciones.” (Conferencia General, abril de 2011). Este pasaje refuerza la idea de que la obediencia es una elección que refleja nuestra fe y devoción.

“He aquí, en esto hay sabiduría”
El Señor declara que Su mandamiento de congregarse en Ohio está fundamentado en la sabiduría divina. Esto implica que, aunque los santos puedan no comprender completamente las razones detrás de esta instrucción, el Señor actúa con conocimiento perfecto para el bienestar y progreso de Su obra y de Su pueblo.
El presidente Russell M. Nelson enseñó: “El Señor, en Su sabiduría perfecta, guía a Sus hijos a través de mandamientos que parecen difíciles, pero que siempre conducen a bendiciones mayores.” (Conferencia General, abril de 2020). Este pasaje nos recuerda que debemos confiar en la sabiduría de Dios, incluso cuando no entendamos Su propósito inmediato.

“Y escoja todo varón por sí mismo”
El Señor respeta el albedrío de cada persona, incluso al dar mandamientos importantes como el recogimiento. Aunque el mandamiento de trasladarse a Ohio fue claro, el Señor dejó la decisión en manos de cada individuo, mostrando que la obediencia debe ser un acto voluntario, motivado por la fe.
El presidente Thomas S. Monson dijo: “El albedrío es uno de los mayores dones de Dios. Nuestra disposición para seguirle es una demostración de nuestra fe y confianza en Él.” (Conferencia General, octubre de 2012). Este principio subraya que el Señor desea que Sus hijos actúen con fe, no por obligación.

“Hasta que yo venga”
El Señor establece un marco temporal que conecta la obediencia a este mandamiento con Su regreso. Este detalle refuerza la idea de que cada mandamiento dado en esta dispensación es parte del plan mayor para preparar a los santos para la Segunda Venida de Jesucristo.
El élder D. Todd Christofferson declaró: “Nuestra preparación para el regreso del Salvador requiere que obedezcamos con fe los mandamientos que Él nos da ahora.” (Conferencia General, abril de 2019). Este pasaje nos enseña que el cumplimiento de mandamientos específicos es una forma de participar en el gran propósito de preparar el mundo para Su venida.


Este versículo encapsula principios fundamentales del evangelio: la confianza en la sabiduría divina, la importancia del albedrío y la preparación para la Segunda Venida. El Señor dirige a Su pueblo con sabiduría perfecta, pero respeta su albedrío, sabiendo que la obediencia voluntaria fortalece la fe y el carácter. La invitación a escoger por sí mismos refleja el amor de Dios por Sus hijos y Su deseo de que ellos crezcan espiritualmente a través de sus decisiones.

Este pasaje nos invita a reflexionar sobre cómo ejercemos nuestro albedrío al enfrentar los mandamientos del Señor. Nos enseña que, aunque no siempre comprendamos Su propósito, podemos confiar en Su sabiduría perfecta. Al tomar decisiones basadas en la fe, demostramos nuestra voluntad de seguir al Señor y contribuir a Su obra. Este versículo también nos inspira a vivir con un enfoque eterno, recordando que nuestras acciones hoy están directamente relacionadas con la preparación para el regreso de nuestro Salvador.

Deja un comentario