El Libro de Jacob

Tu estudio de — El Libro De Mormón
Primera Parte:
1 Nefi Hasta Palabras de Mormón


Jacob Capítulo 2


En este capítulo, Jacob irá al templo y enseñará a su pueblo. Tratará tres temas importantes: materialismo, orgullo e inmoralidad sexual. Al hablarnos sobre la inmoralidad se centrará en el matrimonio plural.

1   PALABRAS que Jacob, hermano de Nefi, dirigió al pueblo de Nefi, después de la muerte de Nefi:

2   Pues bien, mis amados hermanos, yo, Jacob, según la responsabilidad bajo la cual me hallo ante Dios, de magnificar mi oficio (cumplir con mi llamamiento) con serie-dad, y para limpiar mis vestidos de vuestros pecados (que no sea responsable de vuestros pecados), he subido hoy hasta el templo para declararos la palabra de Dios.

La preparación para dar este sermón debe haber sido muy difícil para Jacob. Vemos que es un hombre amable y bueno. No le gusta herir los sentimientos de su gente. Se parece mucho a nuestros profetas modernos.

3   Y vosotros mismos sabéis que hasta aquí he sido diligente en el oficio de mi llamamiento; pero hoy me agobia el peso de un deseo y afán mucho mayor por el bien de vuestras almas, que el que hasta ahora he sentido. (Está muy preocupado por ellos).

4   Pues he aquí, hasta ahora habéis sido obedientes a la palabra del Señor que os he dado.

Como profeta, Jacob puede discernir, por el poder del Espíritu Santo, los pensamientos e intenciones de su gente. Esto es parte de su mayordomía. Nuestros profetas hacen lo mismo, y podemos verlo, especialmente cuando se dirigen a nosotros durante la Conferencia General de la iglesia.

5   Mas he aquí, escuchadme y sabed que con la ayuda del omnipotente Creador del cielo y de la tierra, puedo hablaros tocante a vuestros pensamientos, cómo es que ya empezáis a obrar en el pecado, pecado que para mí es muy abominable, sí, y abominable para Dios.

La frase “obrar (trabajar) en el pecado” tal cual aparece en el versículo 5, arriba, puede ser muy interesante. El pecado, en verdad, produce mucho más estrés y requiere mucho más trabajo que la rectitud. Esto es cierto, tanto a nivel individual como a nivel nacional.

Por ejemplo, la rectitud promueve paz y seguridad. El esfuerzo y la productividad de un pueblo recto generan un estándar de convivencia bueno, sencillo, seguro y deseable. Por otro lado, si el pueblo o la gente obra en iniquidad, se requiere que se creen y se financien sistemas de protección tales como los ejércitos, la policía, prisiones, empresas de seguridad, guarda espaldas, vallados, cerrojos, alarmas, etc. En resumen, la rectitud edifica, produce y crea prosperidad; y la iniquidad consume la prosperidad.

6   Sí, contrista mi alma, y me hace encoger de vergüenza ante la presencia de mi Hacedor, el tener que testificaros concerniente a la maldad de vuestros corazones. (Jacob se avergüenza de la conducta de su pueblo).

7   Y también me apena tener que ser tan audaz en mis palabras relativas a vosotros, delante de vuestras esposas e hijos, muchos de los cuales son de sentimientos sumamente tiernos, castos y delicados ante Dios, cosa que agrada a Dios;

Le está pesando mucho en el corazón a Jacob el hecho de que muchos miembros justos hayan asistido a esta reunión con las expectativas de salir contentos, inspirados, animados y motivados al oír las palabras de su profeta. Pero esto no va a ocurrir.

8   y supongo que han subido hasta aquí para oír la agradable palabra de Dios; sí, la palabra que sana el alma herida.

9   Por tanto, agobia mi alma el que sea constreñido, por el estricto mandamiento que recibí de Dios, a amonestaros (enseñaros y advertiros) según vuestros crímenes y agravar las heridas de los que ya están heridos (por vuestros pecados), en lugar de consolarlos y sanar sus heridas; y a los que no han sido heridos, en lugar de que se deleiten con la placentera palabra de Dios, colocar puñales para traspasar sus almas y herir sus delicadas mentes.

10   Mas a pesar de la magnitud de la tarea, debo obrar según los estrictos mandamientos de Dios, y hablaros concerniente a vuestras iniquidades y abominaciones (pecados extremadamente serios), en presencia de los puros de corazón y los de corazón quebrantado, y bajo la mirada del ojo penetrante del Dios Omnipotente.

11   Por tanto, debo deciros la verdad, conforme a la claridad de la palabra de Dios. Porque he aquí, al dirigirme al Señor, la palabra vino a mí, diciendo: Jacob, sube hasta el templo mañana, y declara a este pueblo la palabra que te daré.

Primero, Jacob les enseñará y les advertirá en cuanto al materialismo; es decir, que el acumular dinero y cosas, riquezas personales y posesiones sea la prioridad número uno en sus vidas. Esto lleva al orgullo. Seguiremos usando negrita para resaltar.

12   Y ahora bien, he aquí, hermanos míos, ésta es la palabra que os declaro, que muchos de vosotros habéis empezado a buscar oro, plata y toda clase de minerales preciosos que tan copiosamente abundan en esta tierra, que para vosotros y vuestra posteridad es una tierra de promisión. (Disponemos de mucha riqueza en esta tierra).

13   Y tan benignamente os ha favorecido la mano de la providencia (Dios), que habéis obtenido muchas riquezas; y porque algunos de vosotros habéis adquirido más abundantemente que vuestros hermanos, os envanecéis con el orgullo de vuestros corazones, y andáis con el cuello erguido (os resistís a inclinar vuestras cabezas en señal de humildad) y la cabeza en alto por causa de vuestras ropas costosas, y perseguís a vuestros hermanos porque suponéis que sois mejores que ellos.

14   Y ahora bien, hermanos míos, ¿suponéis que Dios os justifica (excusa) en esto? He aquí, os digo que no; antes bien, os condena; y si persistís en estas cosas, sus juicios (castigos) os sobrevendrán aceleradamente.

15   ¡Oh, si él os mostrara que puede traspasaros, y que con una mirada de su ojo puede humillaros hasta el polvo!

16   ¡Oh, si os librara de esta iniquidad (maldad) y abominación! ¡Oh, si escuchaseis la palabra de sus mandamientos, y no permitieseis que este orgullo de vuestros corazones destruyera vuestras almas!

Ahora, Jacob enseña a su gente un método muy sencillo y simple para superar el orgullo y el materialismo.

17   Considerad a vuestros hermanos como a vosotros mismos; y sed afables (generosos) con todos y liberales con vuestros bienes, para que ellos sean ricos como vosotros.

Algunas personas piensan que las riquezas en si mismas son malas. Esto no es así. Lo que realmente importa es cómo las personas administran las riquezas y lo que tiene lugar dentro de sus mentes y corazones. Lo que Jacob nos dice a continuación es muy importante y también muy popular entre los miembros de la iglesia hoy en día.

18   Pero antes de buscar riquezas, buscad el reino de Dios.

19   Y después de haber logrado una esperanza en Cristo obtendréis riquezas, si las buscáis; y las buscaréis con el fin de hacer bien: para vestir al desnudo, alimentar al hambriento, libertar al cautivo y suministrar auxilio al enfermo y al afligido. (Es decir, si te mantienes fiel y leal a Dios, y consigues adquirir riquezas, estas no te arruinarán ya que puedes mantener todas las cosas bajo una perspectiva sana y correcta).

20   Y ahora bien, hermanos míos, os he hablado acerca del orgullo; y aquellos de vosotros que habéis afligido a vuestro prójimo, y lo habéis perseguido a causa del orgullo de vuestros corazones por las cosas que Dios os dio, ¿qué tenéis que decir de esto?

21 ¿No creéis que tales cosas son abominables para aquel que creó toda carne? Y ante su vista un ser es tan precioso como el otro. Y toda carne viene del polvo; y con el mismo fin (propósito) él los ha creado: para que guarden sus mandamientos y lo glorifiquen para siempre.

Jacob está deseando poder terminar este sermón y dejar que su gente regrese a casa. Sería un gran alivio para él. Pero una de las responsabilidades del líder es declarar la palabra del Señor al pueblo de manera clara y directa. En los siguientes versículos, Jacob expresará estos sentimientos y luego terminará de dar el resto de su mensaje.

22   Y ahora ceso de hablaros concerniente a este orgullo. Y si no fuera que debo hablaros de un crimen más grave, mi corazón se regocijaría grandemente a causa de vosotros,

23   Mas la palabra de Dios me agobia a causa de vuestros delitos más graves. Porque he aquí, dice el Señor: Este pueblo empieza a aumentar en la iniquidad; no entiende las Escrituras, porque trata de justificar sus fornicaciones (inmoralidad sexual), a causa de lo que se escribió acerca de David y su hijo Salomón.

Es obvio que la gente de Jacob ha leído en cuanto a David y Salomón en las planchas de bronce, y lo usaban como una excusa para incumplir el mandamiento que el Señor dio a Lehi (véase Jacob 3:5) de que su pueblo no debía practicar el matrimonio plural, lo cual todavía era una práctica común en las regiones del Antiguo Testamento cuando Lehi salió de Jerusalén en el año 600 a.C.

Primero, Jacob le dirá a su gente que no deben tomar a David y a Salomón como ejemplos o modelos a seguir, ya que estos dos perdieron sus almas debido a esta práctica, la cual se le fue de las manos. Por ejemplo, David hizo que matasen al marido de Betsabé en la batalla para así poderse casar con ella en matrimonio plural, incluso después de saber que ella estaba esperando un hijo. Así pues, David trató de cubrir su asesinato con adulterio. Como resultado, David perdió su exaltación (véase DyC 132:39). Por lo tanto, el pueblo de Jacob debía saber que David no era un buen ejemplo a seguir, por lo menos en este tema.

Por lo que respecta a Salomón, en 1 Reyes 11:3 se nos dice que este tenía 700 esposas y 300 concubinas (esposas de segunda clase); y también en la Biblia dice que Salomón empezó a adorar a ídolos que eran agradables a muchas de sus esposas paganas (idólatras). Por lo tanto, Salomón también apostató de Dios debido al abuso que hizo del matrimonio plural. Salomón tampoco era un buen ejemplo a seguir para la gente de Jacob.

Así pues, no es sorpresa que Jacob dijera a su pueblo lo siguiente:

24   He aquí, David y Salomón en verdad tuvieron muchas esposas y concubinas, cosa que para mí fue abominable, dice el Señor.

25   Por tanto, el Señor dice así: He sacado a este pueblo de la tierra de Jerusalén por el poder de mi brazo, a fin de levantar para mí una rama justa del fruto de los lomos de José (a partir de los descendientes de José, el que fue vendido a Egipto).

26   Por tanto, yo, el Señor Dios, no permitiré que los de este pueblo hagan como hicieron los de la antigüedad.

Existen muchos rumores y nociones falsas, tanto entre los miembros como no miembros, en cuanto a la práctica del matrimonio plural durante los primeros días de la restauración iglesia. Muchos tratan de encontrar explicaciones en cuanto a la razón por la cual el Señor mandó que se practicara el matrimonio plural. Una explicación muy común es la creencia de que muchos hombres murieron a manos de la turbas, etc. y así se requirió el matrimonio plural para que las mujeres viudas tuvieran un marido. Las investigaciones recientes han demostrado que no tiene nada que ver con esto.

A medida que Jacob prosigue, nos dará la razón por la que muchos de los primeros miembros de la iglesia practicaron el matrimonio plural. Es muy sencillo. El Señor lo mandó.

Considera marcar los versículos 27 y 30 con un trazo para formar un cuadrado alrededor de cada uno y luego únelos con una línea.

O resáltalos de una manera que sea significativa para ti, pues estos versículos constituyen la palabra del Señor en referencia al matrimonio plural.

Tomemos un momento para explicar brevemente la palabra “poligamia”, la cual se usa comúnmente para referirse al matrimonio plural. Técnicamente, “poligamia” significa tener maridos plurales (varios) o mujeres plurales. Por lo tanto, decir “mujeres plurales” sería más correcto para nosotros.

Ahora proseguiremos con las reglas del matrimonio plural tal cual las da el Señor. Usaremos negrita para resaltar.

27   Por tanto, hermanos míos, oídme y escuchad la palabra del Señor: Pues entre vosotros ningún hombre tendrá sino una esposa; y concubina no tendrá ninguna;

28   porque yo, el Señor Dios, me deleito en la castidad de las mujeres. Y las fornicaciones son una abominación para mí; así dice el Señor de los Ejércitos.

29   Por lo tanto, este pueblo guardará mis mandamientos, dice el Señor de los Ejércitos, o maldita sea la tierra por su causa.

30   Porque si yo quiero levantar posteridad para mí, dice el Señor de los Ejércitos, lo mandaré a mi pueblo (les mandaré que practiquen el matrimonio plural); de lo contrario, mi pueblo obedecerá estas cosas (la regla o mandamiento dado en el versículo 27).

La expresión “estas cosas” que aparece arriba, en el versículo 30, se refiere al versículo 27. De hecho, podrías considerar trazar una flecha que vaya desde “estas cosas” hasta el versículo 27 en tus escrituras.

Una pregunta común que surge en las clases de religión es “¿se me va a requerir que yo practique el matrimonio plural si logro la exaltación? La respuesta es “No”. Bruce R. McConkie nos da la respuesta de la siguiente manera (respuesta resaltada usando negrita):

“De las escrituras fragmentadas con que contamos en la actualidad, aprendemos que el Señor mandó a algunos de sus antiguos santos que practicaran el matrimonio plural.

Abraham, Isaac y Jacob—entre otros (D. y C. 132) —vivieron este principio de exaltación; toda la historia del Israel antiguo fue época en la que la pluralidad de esposas era una orden de matrimonio divinamente aceptada y aprobada. Los que entraban en este orden por mandamiento del Señor y guardaban las leyes y condiciones que le pertenecían, han ganado la exaltación eterna en el más alto cielo del mundo celestial”.

«En los primeros días de esta dispensación, como parte de la prometida restauración de todas las cosas, el Señor reveló al Profeta el principio del matrimonio plural. Más tarde se mandó al Profeta y a los hermanos líderes que la practicaran, lo que hicieron en toda virtud y pureza de corazón a pesar de la animosidad y prejuicio que ocasionó entre la gente del mundo. Después que Brigham Young guiara a los santos al valle de Lago Salado, el matrimonio plural se enseñó y practicó libremente hasta 1890. Entonces, las condiciones fueron tales que el Señor, por revelación, retiró el mandamiento de continuar con la práctica, y el Presidente Wilford Woodruff publicó un Manifiesto ordenando que cesara esta práctica. (Discursos de Wilford Woodruff, pág. 213-218). Obviamente la santa práctica comenzará otra vez después de la Segunda Venida del Hijo del Hombre y cuando comience el Milenio (véase Isaías 4)”.

«El matrimonio plural no es esencial para la salvación o exaltación. A Nefi y a su pueblo se les negó el poder de tener más de una esposa, y sin embargo podían alcanzar todas las bendiciones de la eternidad que ofrece el Señor a cualquier pueblo. En nuestros días, el Señor resumió por revelación toda la doctrina de exaltación y la proclamó centrándola en el casamiento de un hombre con una mujer (D. y C. 132:1-28). Y después agregó los principios relativos a la pluralidad de esposas con la expresa estipulación de que cualquiera de estos casamientos será válido únicamente si está autorizado por el Presidente de la iglesia (D. y C. 132:7, 29-66)”.

“Todos los que pretenden o asumen comprometerse en un matrimonio plural en la actualidad, cuando la persona que tiene las llaves para hacerlo ha quitado el poder por medio del cual se realiza, son culpables de gran iniquidad. (Bruce R. McConkie, Mormon Doctrine, 2ed. Salt Lake City: Bookcraft, 1966, 578).

31   Porque yo, el Señor, he visto el dolor y he oído el lamento de las hijas de mi pueblo en la tierra de Jerusalén; sí, y en todas las tierras de mi pueblo, a causa de las iniquidades y abominaciones de sus maridos.

32   Y no permitiré, dice el Señor de los Ejércitos, que el clamor de las bellas hijas de este pueblo, que he conducido fuera de la tierra de Jerusalén, ascienda a mí contra los varones de mi pueblo, dice el Señor de los Ejércitos.

33   Porque no llevarán cautivas a las hijas de mi pueblo, a causa de su ternura, sin que yo los visite con una terrible maldición, aun hasta la destrucción; porque no cometerán fornicaciones como los de la antigüedad, dice el Señor de los Ejércitos.

A continuación, Jacob les recuerda a los hombres de su pueblo que ellos ya conocen los mandamientos que el Señor les ha dado en referencia a este asunto. Por lo tanto, serán responsables si van en contra la ley de Dios.

34   Y ahora bien, he aquí, hermanos míos, sabéis que estos mandamientos fueron dados a nuestro padre Lehi; por tanto, los habéis conocido antes; y habéis incurrido en una gran condenación, porque habéis hecho estas cosas que no debíais haber hecho.

35   He aquí, habéis cometido mayores iniquidades que nuestros hermanos los lamanitas. Habéis quebrantado los corazones de vuestras tiernas esposas y perdido la confianza de vuestros hijos por causa de los malos ejemplos que les habéis dado; y los sollozos de sus corazones ascienden a Dios contra vosotros. Y a causa de lo estricto de la palabra de Dios que desciende contra vosotros, han perecido muchos corazones, traspasados de profundas heridas.

Jacob Capítulo 3