El Plan de Salvación

Capítulo 3

La creación


Vimos, en el capítulo anterior, que siempre hemos existido: primero co­mo inteligencia, después como hijos espirituales de nuestro Padre Celestial. Pero como el propósito de Dios es traer inmortalidad y vida eterna a sus hijos, cuando alcanzamos un cierto punto de progreso, nuestro Padre nos llamó a todos a un concilio donde el plan de salvación nos fue presentado. Y en ese mismo concilio, líderes fueron seleccionados y nuestro hermano mayor fue llamado como nuestro redentor. Pero hubo una rebelión organi­zada por Lucifer que, aunque fracasó, se llevó una tercera parte de las hues­tes del cielo.

En este capítulo consideraremos, primeramente, la grandeza de Cristo que creó no solamente «todas las cosas» en nuestra propia tierra por medio del poder de Dios, sino también ensanchó los cielos al crear otros numero­sos mundos. Luego revisaremos la creación de nuestra tierra así como la creación de Adán y Eva. Y finalmente compararemos la posición ocupada por Adán con la posición de Satanás en el plan de salvación.

JESUCRISTO, EL CREADOR

Nuestro Señor Jesucristo vino al mundo en circunstancias tan humildes que, a veces, se nos olvida que él es muchísimo más que cualquiera de los muchos profetas o maestros que han venido al mundo a través de los tiem­pos. Jesús es un Dios Todopoderoso que puede presentarse en estas palabras majestuosas.

Así dice el Señor vuestro Dios, Jesucristo, el Gran YO SOY, el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el mismo que contempló la vasta expan­sión de la eternidad y todas las huestes seráficas del cielo antes que el mundo fuese;

el mismo que conoce todas ¡as cosas, porque todas están presentes an­te mis ojos.

Soy el mismo que hablé, y el mundo fue hecho, y todas las cosas llega­ron a existir por mí.

Soy el mismo que he llevado la Sión de Enoc a mi propio seno; y de cierto digo, aún a cuantos han creído en mi nombre, porque yo soy Cris­to, y en mi propio nombre, en virtud de la sangre que he derramado, he abogado por ellos ante el Padre. (DyC38:1-4).

Esta declaración de nuestro Señor establece su posición gloriosa en el plan de salvación. Desde el principio, él obtiene del Padre los poderes de un Dios: (1) OMNICIENCÍA, porque todo esta presente ante él; (2) EL PO­DER DE CREAR mundos y todas las cosas; (3) EL PODER DE MOVER a Sión en el tiempo de Enoc; (4) EL PODER DE SALVAR a los que creen en su nombre, porque derrama su sangre por nosotros.

Muchas escrituras testifican del poder de crear poseído por nuestro Señor.

JESUCRISTO CREA NUESTRO UNIVERSO:  
las plantas, Gn 2:5-6; Moisés 3:5
los animales, Moisés 3:19
toda carne; Jac 2:21
todas las cosas, Jn 1:3;Mos3:8
temporales y espirituales, DyC29:31-32; Moisés 3:5
En los cielos y en la tierra. Col1:16; He14:12; Mos 4:2; Al18:28;22:10; 3Ne9:15; Morm9:11,17
El crea Jn 1:lO;Hch17:24;1Ne17:36;
al mundo, Jac 4:9; DyC 93:7-10
los cimientos de la tierra, Job 38:4 Sal 102:25
las aguas y las leyes que las rigen, Sal 148:5; 2P 3:5-7
los cielos y Gn1:1;Ex31:17;ls48:13;
la tierra, DyC14:9;Moisés2:1-2;3:1
el sol, la luna, las estrellas y Sal 136:5-9
el universo He 1:2; 11:3
ADEMAS, NUESTRO SEÑOR HA CREADO UNIVERSOS:  
mundos, DyC 76:24; 93:10
millones de tierras, Moisés 7:30, 36
mundos incontables, Moisés 1:33
extendiendo y desplegando los cielos. Is 42:5;51:1 3; Zac 12:1; DyC 104:14

Estas escrituras apenas nos permiten entrever el alcance del poder y de la gloria de Cristo como creador. Aún cuando cada día podemos reconocer las maravillas de la naturaleza establecida por él, es difícil formarnos una idea de lo que él creó en otros mundos.

Sin embargo sabemos, por medio de las escrituras, que muchos mundos existen, que muchos han dejado de ser, y que todos están contados y que todos son conocidos por el Señor. (Moisés1:35). Sabemos que sus ha­bitantes son «engendrados hijos e hijas para Dios.» (DyC76:24) Sabemos que todos son parte de la obra y gloria de Dios para llevar a cabo la inmor­talidad y vida eterna del hombre. (Moisés1:39) Y también sabemos que la maldad ha sido más grande en nuestra tierra que en cualquiera de esos otros mundos (Moisés7:36).

Dios específicamente dice a Moisés que no es su intención dar a los habi­tantes de esta tierra mucha información sobre otros mundos. (Moisés1:35) Esa información probablemente nos será dada en el futuro. Mientras tanto, en su bondad, Dios permite que parte de ese conocimiento venga a nosotros por medio de algunos de sus profetas. Isaías y Zacarías saben de todas esas creaciones. José Smith también las menciona. Pero son Abraham y Moisés los que nos dan más detalles.

El Señor, por medio del Urim y Tumim, muestra sus obras a Abraham, explicándole los tiempos, estaciones, revoluciones, y computación de los tiempos de distintas estrellas y planetas. (Abraham3:1-18) Moisés también relata como ve, por medio del Espíritu de Dios, incontables tierras creadas y habitadas por medio del Señor. (Moisés1:17-33).

Así, poco sabemos de otros mundos. Y la información que nos es dada sobre la creación de nuestro mundo y sobre la creación de Adán y Eva, también es limitada.

LA CREACIÓN

En el capítulo 2, vimos que la creación no consiste en crear de la nada. Las escrituras nos dicen claramente que los elementos son eternos. (DyC 93:33) El profeta José Smith específicamente explica que crear es organi­zar elementos ya existentes. (Enseñanzas, pág. 433-436). Así podemos vi­sualizar a Cristo usando su conocimiento y sus poderes divinos para juntar materiales ya existentes, dándoles forma y propósito, de acuerdo con leyes eternas, para que funcionen para el beneficio de los hijos espirituales de Dios.

A. LA CREACIÓN DE NUESTRO MUNDO

Tres relatos de la creación nos dicen que el mundo fue hecho por el Se­ñor, en seis días. (Gn1:5-31; Moisés2:5-31; DyC77:12). Esa información ha creado confusión entre los que dudan. Pero para los que creen en él, el Señor provee la información de que un día para Dios es muy distinto de un día para nosotros en este mundo.

EL TIEMPO DE DIOS:  
Porque el tiempo se calcula de acuerdo con el planeta en que uno reside, Abraham3:5-10;5:13
el tiempo de Dios, de los ángeles, de los profetas y del hombre puede ser diferente según el planeta en que residen. DyC130:4-5
Mil años en la tierra es equivalente a un día en los ojos de Dios. Sal90:4; 2P3:8 Abraham3:4; Facsmile No.2, Fig.1 (Perla de Gran Precio.pag.39)

También sabemos por medio de las escrituras que Cristo, al formar la tierra, es ayudado por los hijos espirituales de Dios que se hallan con él. Abraham es uno de ellos. (Abraham3:22-24) Y Joseph Fielding Smith sugiere que tal vez Noé, Enoc, José Smith y otros también se encuentran entre los que ayudan. (Doctrina de Salvación, Tomo1, pp.70-71).

En base a toda esta información, podemos concluir que la creación de la tierra toma seis largas épocas, y que, bajo la dirección de nuestro Padre Ce­lestial, la obra es cumplida por Jesucristo ayudado por un número de gran­des y nobles hijos espirituales.

Para obtener más información sobre lo que todavía no entendemos, ten­dremos que esperar hasta la segunda venida de Cristo cuando todo será reve­lado. (2Ne 30:15-18; DyC 121:26-32) Entonces se cumplirá la promesa de que nos será revelado cómo fue hecha la tierra. (DyC 101:33) Así que con fe podemos esperar esa información que solamente puede confirmar la gran­deza de Dios y de su Hijo Unigénito.

B. LA CREACIÓN DE PLANTAS Y ANIMALES

Todas las cosas, siguiendo la pauta de toda la creación, han sido creadas primero, espiritualmente. (Moisés 3:5) Por eso, según Moisés, al ser creadas físicamente en la tierra, hasta las plantas «se tornaron en almas vivientes.» (Moisés 3:5, 9).

DESPUÉS DE QUE LAS AGUAS FUERON SEPARADAS DE LA TIERRA, EL SEÑOR CREA:

primero, las hierbas y los Gn1:11-12; Moisés2:11-12;
árboles frutaless; Abraham4:11-12
luego, los animales que viven en las aguas (incluyendo las grandes ballenas), y las aves que vuelan sobre la tierra; Gn1:20-21, Moisés2:20-21; Abraham 4:20-21
y finalmente, las bestias de la tierra, el ganado, y todo lo que se arrastra sobre la tierra, según su especie. Gn 1:24-25; Moisés 2:24-25; Abraham 4:24-25
DESPUÉS.  
el Señor bendice las plantas y los animales, y les da el mandamiento de fructificar y multiplicarse. Gn 1:22; Moisés 2:20-22 Abraham 4:11-12; 22
Las plantas son asignadas a  servir de alimentos a los animales y a los seres humanos; Gn1:30; Moisés2:30 Gn1:29; Abraham4:29-30; Moisés2:29; 3:9
porque toda creación obedece a Dios, no solamente la tierra, el sol, la luna, y las estrellas, Abraham 4:18
pero también las plantas, Abraham4:12
los animales del mar, Abraham4:21
y todas las bestias de la tierra. Abraham4:25 .
Y el Señor da dominio a Adán y Eva sobre todos los animales, Gn1:26,28; Abraham4:26, 28
Y el Señor da dominio a Adán y Eva sobre todos los animales, y Adán los nombra. Gn2:19-20, Moisés3:19-20; Abraham5:20-21

Así como nosotros, las plantas y los animales primero son creados espiritualmente, y después, físicamente en la tierra. Por eso son almas vivientes. Y por eso obedecen a Dios.

Entonces nuestro Padre Celestial organiza a sus creaciones en una jerar-quía: las plantas servirán de alimento a los animales y a los seres humanos, y los animales estarían bajo el dominio de los seres humanos.

C. LA CREACIÓN DE ADÁN Y EVA

Los tres relatos de la creación de Adán y Eva (en el Génesis, el libro de Moisés y el libro de Abraham) son muy similares, tan similares que a veces hasta usan las mismas palabras. Una interesante diferencia, sin embargo, se debería notar: en el Antiguo Testamento, el creador es Jehová Dios, en Moisés el creador es Dios el Señor, y en el libro de Abraham se usa la forma plural refiriéndose a «Dioses.» Por supuesto, esto no es una contradicción. De hecho esto ratifica que el Creador es Jesucristo, el Gran Jehová, el Señor Dios, el que creó todas las cosas, con la ayuda de otros espíritus grandes y nobles.

Usando esos tres relatos, podemos reconstruir la creación de Adán y Eva.

LA CREACIÓN DE ADÁN:  
Dios decide hacer al hombre a su imagen conforme a su semejanza, para que señorease entre los animales de la tierra. Esto se hace y el varón y la hembra son creados. Gn 1:26-27         Moisés 2:26-27 Abraham 4:26-27
El hombre es formado del polvo de la tierra, el aliento de vida sopiado en su nariz, y es un ser viviente. Gn 2:7 Moisés3:7 Abraham5:8
LA CREACIÓN DE EVA:  
Dios decide que no es bueno que el hombre esté solo ya que necesita «ayuda idónea,» ayuda propia o adecuada para él. Gn2:18 Moisés 3:18 Abraham 5:14
Y Dios hace caer un sueño profundo sobre Adán. Mientras duerme, le toma una costilla y cierra la carne en su lugar. De esa costilla Dios hace una  mujer y la trae al hombre. Gn 2:21-22        Moisés 3:21-22 Abraham 5:15-16
Y Adán dice: «Ahora sé que ésta es hueso de mis huesos, carne de mi carne,» y llama a la mujer: varona. Por eso, el hombre deja a su padre y madre, y se allega a su mujer y son una sola carne. Gn 2:23-24        Moisés 3:23-24 Abraham 5:1 7-18
Ambos son inocentes. Están desnudos pero no se averguenzan Gn2:25 Moisés 3:25 Abraham 5:19

DIOS BENDICE A ADÁN Y EVA Y, A PESAR DE SU INOCENCIA, LES DA ESTE MANDAMIENTO:

Fructificad y multiplicaos, henchid la tierra y sojuzgadla, y tened dominio en los peces del mar, las aves del cielo, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra. Gn 1 :28                 Moisés 2:28      Abraham 4:28

Simultáneamente, Dios establece el jardín de Edén.

EL JARDÍN DE EDÉN:  
Dios planta un jardín hacia el oriente en Edén y allí pone al hombre. En él, crea árboles para traer belleza y servir de alimento. Planta el árbol de la ciencia del bien y del mal y, en medio del jardín, planta el árbol de la vida. Trae un río que se divide en cuatro brazos llamados: Pisón, Gihón, Hidekel, y Eufrates. Y en el jardín hay oro, bedelio y ónice. Gn 2:8-14        Moisés 3:8-14 Abraham 5:8-10

Dios pone al hombre en el jardín, esperando que lo labre y guarde, y le da un segundo mandamiento tocante al jardín, un mandamiento que servirá como prueba.

EL SEGUNDO MANDAMIENTO:  
De todo árbol del jardín podrás comer libremente, con excepción del árbol de la ciencia del bien y del mal. Puedes obrar por tu propia voluntad, pero te prohibo que comas su fruto, y si lo haces, morirás. Gn 2:16-17 Moisés 3:16-17 Abraham 5:12-13

La escena está lista. Adán y Eva están en el jardín de Edén. Se les da dos mandamientos contradictorios: se les manda que tengan hijos, (algo que no pueden hacer en su estado de inocencia), y se les prohibe que coman del fruto que les daría el conocimiento necesario para cumplir con el primer mandamiento.

Dios ahora espera. Sabe que, teniendo su libre albedrío, eventualmente Adán y Eva comerán el fruto prohibido. Y esto traerá la muerte temporal y la muerte espiritual, ambas necesarias para empezar la etapa de la proba­ción.

Recapitulando el proceso de la creación, vimos que Jesucristo, con el poder del Padre y bajo su dirección, es el creador de nuestro estado tempo­ral. En el proceso, no solamente crea esta tierra y todas las cosas que en ella hay (las plantas, los animales, y los seres humanos), sino que también crea nuestro universo; el sol, la luna, las estrellas, así como muchos otros mundos con sus soles, lunas, etc.

Sabemos que todo eso no fue creado de la nada, pero que la creación consiste en la organización de materiales ya existentes en el universo. Sa­bemos que esta organización tomó al menos seis mil años. Aún así, los rela­tos de esa creación, escritos a grandes rasgos, no nos dan los detalles necesa­rios para entender exactamente cómo fue hecho. Pero sabemos que lo que se hizo es para que nosotros, los hijos espirituales de nuestro Padre Celes­tial, tengamos una oportunidad de venir al mundo a tomar un cuerpo y ser probados.

En el capítulo 4, estudiaremos la caída. Pero antes, deberíamos entender mejor a dos de los personajes que se enfrentan en el jardín de Edén, dos personajes que, desde el principio, han establecido su posición en la lucha entre el bien y el mal: Adán y Satanás.

SATANÁS

El Élder McConkie nos informa que SATANÁS es el nombre formal, en Hebreo, del diablo. Ese nombre significa ADVERSARIO, o sea, el que de­claró guerra abierta en contra de la verdad y en contra de todos los que obe­decen principios de verdad. (Mormon Doctrine, pág. 677) Las escrituras se refieren a Satanás como el dragón, la serpiente antigua, el diablo (Ap 20:2), el que «se rebeló contra Dios y procuró usurpar el reino de nuestro Dios y su Cristo.» (DyC 76:28)

Satanás, antes de su rebelión, era Lucero, hijo de la mañana (Is 14:12), o Lucifer, un ángel de Dios que tenía autoridad delante de Dios. (DyC 76:25-26) En su corazón, él dijo:

Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo.  (Is 14:13-14)

ESE ORGULLO LE CAUSA:  
querer destruir el albedrío del hombre y ganar el poder de Dios; Moisés 4:3
rebelarse cuando su ofrecimiento de servir como Abraham 3:27-28
Salvador es rechazado; DyC 76:25
y entablar una batalla en contra de Miguel (Adán) y sus ángeles. Ap1 2:7
Al no prevalecer en esta batalla Satanás,

el gran dragón, y sus ángeles son arrojados a la tierra.

Ap 12:9
Jesús testifica haberlo visto caer del cielo como un rayo. Lc 10:18
Abraham menciona que Satanás y los que lo siguen no guardaron su Primer Estado (por eso no se les da un cuerpo). Abraham 3:28
Isaías lamenta su caída, la caída de Lucero, hijo de la mañana, derribado hasta el Seol, el infierno. Is1 4:12,15  2Ne 24:12-20.
Y lucifer es llamado Perdición, y los cielos lloran por él. DyC 76:25-27

En la tierra, Lucifer se convierte en Satanás, el diablo, el adversario de Dios, el que combate la obra de Dios desde el principio. (Moisés 4:3-4; 2Ne 9:8; DyC 29:37) En el proceso, gana los títulos de príncipe de este mundo (Jn 12:31), dios de este siglo, el que ciega el entendimiento de los incrédulos (2Co 4:4)

Satanás no es un accidente, ni es un fracaso en el plan de salvación. Al contrario, Satanás ocupa una posición indispensable en el plan establecido por Dios para traer la inmortalidad y vida eterna de sus hijos espirituales. Lehi, hablando a su hijo Jacob, explica que la función de Satanás es traer oposición en todas las cosas.

LA FUNCIÓN DE SATANÁS ES EL TRAER LA OPOSICIÓN EN TODAS LAS COSAS:

Para llevar a cabo sus eternos designios para con  sus hijos e hijas espirituales, después de crear a Adán y Eva, Dios necesita una oposición: la amargura del fruto prohibido contra la dulzura del árbol de la vida. 2N 2:15
Si Adán no hubiese transgredido, todas las cosas hubieran permanecido en el jardín de Edén para siempre. Adán y Eva hubieran permanecido en un estado de inocencia, sin hijos, sin gozo y sin miseria, porque no conocían el pecado. Así que todo fue hecho según la sabiduría de aquel que todo lo sabe. 2Ne 2:22-24
Para nuestra probación, es preciso una oposición en  todas las cosas. De otra manera, no se podría llevar a efecto ni la justicia ni la iniquidad, ni la santidad ni la miseria, ni el bien ni el mal. No habría ni vida ni muerte, ni felicidad ni muerte, ni sensibilidad ni insensibilidad. 2Ne 2:11

EN NUESTRA DISPENSACIÓN, JOSÉ SMITH RATIFICA ESA NECESIDAD DE UNA OPOSICIÓN AL PLAN:

Es menester que el diablo tiente a los hijos de los hombres, o éstos no podrían ser sus propios agentes; porque si nunca tuvieran lo amargo, no podrían conocer lo dulce. DyC 29:39

Desde el principio, Satanás ha querido destruir el plan de salvación. Pero, porque no entiende la mente de Dios (Moisés 4:6), de hecho provee un gran servicio en el plan: nos da una oportunidad de elegir entre el bien y el mal.

SATANÁS PROVEE LA OPORTUNIDAD DE ELEGIR ENTRE EL BIEN Y EL MAL:

A Adán y Eva; Gn 3:1-4; Moisés 4:5-11; DyC 29:36
a los hijos e hijas de Adán y Eva, cuando nuestros primeros padres van a predicarles el evangelio; a Caín. Moisés 5:1 3  Moisés 5:23-24
Al rey David; 1Cr 21 :1
a los enemigos de los justos en nuestra dispensación; y aún a nuestro Señor Jesucristo. DyC 63;28   Mt 4:3-10, Le 4:1-13

Por supuesto, todos los que venimos a la tierra, somos tentados. Y las escrituras nos advierten que Satanás representa un peligro real para todos.

SATANÁS QUIERE:  
zarandearnos como a trigo Le 22:31. 3Ne 18:18
llevarnos según su voluntad y cautividad, 2Ne 1:18
devorarnos, destruirnos, DyC 132:57, 1P 5:8
destruir nuestras almas, DyC 64:17
destruir el alma y el cuerpo, y Mt10:28
echarnos al infierno. Le 12:4-5

El único propósito de Satanás es de destruir el plan de salvación. A él no le importa lo que le pasa a los que lo siguen. Por eso, él no ha establecido ningún plan positivo para premiar, recompensar, o remunerar a sus discípu­los. Típicamente, el diablo simplemente abandona a los que se entregan a él.

De eso, Alma nos advierte cuando comenta sobre la muerte del anticristo, Korihor:

. . .y así vemos que el diablo no amparará a sus hijos en el postrer día, antes los arrastra aceleradamente al infierno. (Al 30:60)

Los que siguen al diablo sufren una muerte espiritual que los deja, como a él mismo (Al 12:3-6), sin poder, sin luz, sin gloria, a padecer un tormento sin fin. (Mos 2:32-39; 1 Ne 14:3-4) Y es como si nuestro Señor no hubiera hecho ninguna redención para ellos. (Mos 1 6:4-5)

A pesar de que no puede tener ninguna esperanza de ganar (o tal vez porque no tiene ninguna esperanza de ganar), Satanás en estos últimos días, esta más empecinado que nunca. Como enemigo de Dios (Mos 16:5) y de toda justicia (Mos 2:37), se lleva a cualquiera que lo escucha, aún a los esco­gidos. (Mr 13:22) Y la guerra entre el bien y el mal que empezó en los cie­los, se está llevando a cabo con furia, diariamente entre nosotros.

Al tratar de destruir la obra de Dios, Satanás tiene que destruir a los que están en el proceso de ganar salvación.  Para alcanzar ese fin, el diablo usa todos los medios posibles.

SATANÁS ENGAÑA:  
Todo lo malo viene de Satanás. Om 1:25; Moro 7:12
El engaña a muchos. Jac 7:18; DyC50:3,7;93:25,37
Es el padre de todas las mentiras. Ap 12:9; 2Ne 2:18
Nos adula para que cometamos iniquidades. 2Ne 28:22; Jac 7:4; Mos 11:7, 26:6, 27:8, Al 30:47,46:7,61:4; DyC 10:29
SATANÁS TRAE CONTIENDAS, Mos 2:32; DyC 10:63
agita nuestros corazones a la ira en contra de lo bueno, DyC 10:20; 63:28
pone ideas malignas en nuestro  corazón. DyC 10:10-12
Y establece combinaciones secretas. 2Ne 26:22; Hel 6:25-31; 3Ne 6:28; Morm 8:27; Et 11:22;  Moisés 5:1 6-57; 6:15
SATANÁS ATACA A LOS JUSTOS:  
Debilita nuestro testimonio, DyC10:33; Mr4:15
y nos despoja de luz y verdad. Mr 4:15; DyC 93:39; 78:10,10:20-27
Ataca a los profetas, JS-H1:15-16,20;  DyC10:10-12,20-27
apareciéndoles como ángel de luz. 2Co 11:14; Moisés 1:12-16;
Y en estos últimos días, tiene gran poder en su dominio terrenal. DyC 1:35

Nuestro Padre Celestial sabe las pruebas que estamos pasando aquí en la tierra. Pero, por su poder y bondad, él prepara un escape por medio del sacrificio de Cristo, un escape que nos librará de la muerte temporal, de la muerte espiritual, así como de Satanás. (2Ne 9:6-13)

Además, el poder de vencer al diablo también está dentro de nosotros. Recibimos la promesa que si nos sometemos a Dios y resistimos al diablo, el huirá de nosotros. (Stg 4:7) Y en ésta, la última dispensación, el Señor revela lo que podemos hacer para evitar ser engañados.

PARA NO SER ENGAÑADOS, PRIMERO: debemos OBEDECER LAS ORDENANZAS Y LOS MANDAMIENTOS DE DIOS. DyC 52:14-19;95:12

SEGUNDO: debemos ORAR SIEMPRE, EN TODO MOMENTO, CON UN ESPÍRITU CONTRITO Y HUMILDE.   Mt 26:41; Mr 13:33; Al 13:28; 3Ne 18:15; DyC 19:38; 31:12;88:126 52:14-16

Este poder de controlar a Satanás reside en todos nosotros, cuando vivi­mos en justicia. Por eso, en el Milenio, después de la destrucción de los so­berbios e inicuos, Satanás no tendrá poder sobre el corazón de los seres humanos. (2Ne30:18; 1Ne22:15,26) Y será atado por mil años. (Ap20:1-3; DyC43:30-31; 45:55; 88:110)

Pero al final del milenio, después de la segunda resurrección, la de los injustos, Satanás tendrá su última oportunidad de combatir la obra de Dios.

LA ULTIMA OPORTUNIDAD DE SATANÁS:  
Al final del milenio, Satanás será Ap 20:3
desatado y reinará de nuevo en la tierra, por un corto tiempo DyC 43:30-31
Habrá una nueva y última guerra entre el bien y el mal, Ap 20:7-10
entre Miguel y Satanás. DyC 88:111-115
Entonces vendrá el fin: Satanás, sus ángeles, y los que abandonaron a Dios a favor del diablo (los hijos de perdición) irán al fuego inextinguible para siempre jamás. DyC 29:28; 43:33

Así Satanás, uno de nuestros hermanos mayores, dirige las fuerzas del mal en contra del reino de Dios. Ambicioso y sin respeto por el libre albe-drío de los seres humanos, quiere usurpar la posición de Cristo y el poder de Dios. Al fracasar en su intento, se rebela, convenciendo a una tercera parte de las huestes del cielo a que lo sigan. Echado a la tierra, declara gue­rra abierta en contra de la obra de Dios, engañando, tentando, agitando, atacando a todos. Y a los que lo siguen, los arrastra con él al infierno. Al ser establecido el milenio, será atado por mil años. Suelto al final del mile­nio, a la resurrección de los injustos, se preparará una vez más, esta vez para la última batalla. Y al perder, será mandado con sus huestes y los hijos de perdición, al lago de fuego inextinguible.

En cambio Adán, otro de nuestros hermanos mayores, es llamado como un líder de las fuerzas del bien.

ADÁN

Adán es creado para iniciar el curso del mundo. (Enseñanzas, P. 7) El es el «primero de todos» (Moisés 6:45), el padre de todos (DyC 27:11), uno de nuestros principales príncipes (Dn 10:13-21), el arcángel (DyC 88:112; 128:21), el anciano de días. (DyC 27:11)

I. ADÁN EN LA VIDA PRE-MORTAL

En la vida pre-mortal, Miguel (Adán) es uno de los más avanzados de nuestros hermanos mayores. De hecho, el es el único, (además de Cristo y Lucifer) cuyas obras pre-mortales son mencionadas específicamente en las escrituras. A él es dado el mando de las fuerzas del bien que se enfrentan con las fuerzas del dragón, de Satanás. (Jud 1:9; Ap 12:7-9) Antes de la fundación de la tierra, es llamado para ser el primer hombre, con el derecho de primogenitura, y el derecho al Sumo Sacerdocio de los patriarcas. (Abr 1:2-3) Y participa con nuestro Señor, en todos los pasos de la creación.

No podemos dudar de su grandeza cuando oímos de esos llamamientos pre-mortales. Pero la grandeza de su alma deslumhra más aún cuando, des­pués de haber sido echado del jardín (como un simple mortal en un estado de muerte espiritual, habiéndolo olvidado todo), Adán busca el camino de vuelta a Dios.

II. ADÁN RECIBE EL EVANGELIO

Moisés nos da una visión de la magnitud de la fé y obediencia del hombre a quien se confía la responsabilidad de abrir nuestro tiempo de probación.

PRIMEROS AÑOS EN LA OSCURIDAD:  
Después de ser expulsado del jardín de Edén, Adán, con la ayuda de Eva su esposa, humildemente sigue las instrucciones de Dios, cultivando la tierra, ejerciendo dominio sobre las bestias, y comiendo su pan con el sudor de su rostro. Moisés 5:1
Adán y Eva tienen hijos e hijas que pronto se separan de ellos, dos en dos, para cultivar la tierra, cuidar rebaños, y tener sus propios hijos e hijas. Moisés 5:2-3
ADÁN Y EVA INVOCAN A DIOS Y RECIBEN LA LEY DEL SACRIFICIO:  
Adán y Eva, ansiosos de conocer a Dios de nuevo, invocan el nombre del Señor. Sus oraciones son contestadas por una voz que les manda adorar al Señor su Dios y ofrecer las primicias de sus rebaños como ofrenda al Señor. Adán, aunque no entiende el por qué, obedece. Moisés 5:4-5
UN ÁNGEL LES ENSEÑA EL PLAN DE SALVACIÓN:  
Dios aparentemente lo hace esperar mucho tiempo antes de darle más información. Pero él sigue fiel. La escritura dice que, DESPUÉS DE MUCHOS DÍAS, un ángel viene a Adán, preguntándole porqué ofrece sacrificios al Señor. Y Adán demuestra su total obediencia y confianza, respondiendo con la famosa frase: «No sé, sino que el Señor me lo mandó.» Moisés 5:6
El ángel entonces, explica que el sacrificio que Adán hace es a semejanza del sacrificio de Cristo. Ahora Adán recibe instrucciones adicionales: el debe arrepentirse y hacer todo en el nombre del Hijo. Moisés 5:7-8
El Espíritu Santo desciende sobre Adán dándole su testimonio del Padre, del Hijo, y del plan de redención. Moisés 5:9
ADÁN Y EVA SE REGOCIJAN Y DIOS LES DA MAS INFORMACIÓN SOBRE EL PLAN DE SALVACIÓN:  
Adán bendice a Dios, profetiza, y declara su entendimiento de su papel como primer hombre, en el plan de Dios. Eva también se regocija al entender todas las bendiciones que vendrán a causa de su transgresión: bendiciones como la probación, la redención, y la vida eterna para los que son obedientes. Moisés 5:10-11
Más tarde, Dios explica el plan de salvación más detalladamente, concluyendo que, con la caída, hay necesidad de una redención. Y todos los seres humanos deben arrepentirse y obtener justificación por el Espíritu y santificación por la sangre. Moisés 6:48-63
ADÁN ES BAUTIZADO POR AGUA Y POR FUEGO:  
Adán es arrebatado por el Espíritu del Señor, bautizado por agua y por el fuego del Espíritu Santo, y proclamado un hijo de Dios. Moisés 6:64-68

Estas escrituras no solamente testifican de la tremenda fé de Adán, sino también de la grandeza de Eva, que demuestra ser del mismo calibre que él. Ese conocimiento del evangelio les habrá traído una paz que no habían conocido desde el momento en que comieron del fruto prohibido. Ahora ellos saben el papel que llenaron en el plan de salvación, y saben que su transgresión tenía que tomar lugar para que el plan pudiera desarrollarse.

III. ADÁN ESTABLECE LA PRIMERA DISPENSACIÓN

Antes de que Adán pueda establecer la primera dispensación entre sus descendientes, Adán y  Eva todavía tienen que pasar por duras pruebas.

ADÁN Y EVA TRATAN DE ESTABLECER UNA DESCENDENCIA JUSTA:

Adán y Eva, sumamente agradecidos a Dios, van a enseñar el plan de salvación a su familia. Pero Satanás interviene y LOS HIJOS E HIJAS DE ADÁN Y EVA rechazan la verdad, volviéndose carnales, sensuales y diabólicos.

Y Dios manda a todos que se arrepientan. Moisés 5:12-15
Adán y Eva tienen a CAÍN, su primer hijo dentro del convenio del evangelio, y Eva se alegra esperando que él no rechace sus palabras. Pero Caín no entiende, y prefiere a Satanás. ABEL, el segundo hijo, acepta el evangelio, pero es muerto por Caín. Moisés 5:16-28
Adán y Eva tienen que esperar hasta tener a SET para establecer una descendencia justa. Moisés 6:1-3
ADÁN ESTABLECE LA IGLESIA:  
En debido tiempo, Adán pasa su sacerdocio a sus descendientes, y les enseña a llevar un libro de memorias (sus escrituras), y un libro de generaciones (su genealogía). Moisés 6:1-12
Por revelación establece las ordenanzas que salvan. Enseñanzas pág. 199
LA ULTIMA REUNIÓN EN EL VALLE DE ADAN-ONDI-AHMAN: (2)  
Tres años antes de su muerte, Adán llama a los patriarcas (los sumos sacerdotes desde Set a Matusalén)   y toda su descendencia en el valle de Adán-Ondi-Ahmanpara darles su última bendición. El Señor aparece en  esa reunión, y Adán profetiza sobre el futuro de su posteridad. Enseñanzas pág. 184 DyC 78:15-16; 107:53-56

Así por medio de Set, Adán y Eva finalmente establecen una descenden­cia justa, una descendencia patriarcal. Y antes de morir, Adán se reune con los miembros de su dispensación, en Adán-Ondi-Ahman.

IV. ADÁN RECIBE LAS LLAVES DEL SACERDOCIO PARA TODAS LAS DISPENSACIONES

Junto con la autoridad de establecer la primera dispensación, Adán tam­bién recibe la responsabilidad, bajo Cristo, de establecer todas las dispensa­ciones futuras.

ADÁN RECIBE LAS LLAVES:  
Adán recibe la autoridad para establecer dispensaciones y mandar ángeles a los profetas que introducirían cada dispensación futura, desde el  principio hasta el fin. DyC 78:16  Enseñanzas pág. 199
Adán, poseyendo la presidencia sobre todas las dispensaciones, también tiene poder sobre el sacerdocio. Cristo es el Gran Sumo Sacerdote, y Adán le sigue Enseñanzas págs. 200-201;184
POR ESO el sacerdocio pasa de generación en  generación en la iglesia de Dios. DyC 84:6-1 7;107: 41-42
POR ESO Abraham menciona a Adán, al explicar que él, Abraham, recibió el sacerdocio por medio de los patriarcas. Abraham 1:2
POR ESO, en nuestra dispensación, la voz de Miguel el arcángel (Adán) declara su dispensación, sus derechos, sus llaves, sus honores, su majestad y gloria, y el poder de su sacerdocio. DyC 128:21

Sabemos que ahora, Adán y Eva residen en el reino celestial de Dios. (DyC 137:5) Trabajan entre los justos, en el reino de los muertos, junto con otros profetas del Antiguo Testamento y del Libro de Mormón. (DyC 138:38-49) Y pronto, Adán estará muy ocupado con las preparaciones para la segunda venida del Señor y con el milenio.

V. FUTURAS ASIGNACIONES

Adán tiene importantes responsabilidades antes y después del Milenio.

LLAMARA UN CONCILIO:  
En preparación para la segunda venida, Adán organizará una segunda reunión en Adán-Ondi-Ahman. (2) Enseñanzas, pág. 142; DyC 116:1; Dn 7:9-22
DESPERTARA A LOS MUERTOS:  
Miguel el arcángel despertará a los muertos: primero los justos, y después del milenio, a los injustos. DyC 29:26-271Ts 4:16
VENCERÁ A SATANÁS EN BATALLA:  
Al final del milenio, cuando Satanás sea desatado, Miguel (el séptimo ángel, el arcángel) reunirá a las huestes del cielo para combatir a las huestes del infierno dirigidas por Satanás. Esta será la última batalla. Miguel vencerá al enemigo de Dios. Y esa batalla marcará el fin de la probación. DyC 88:110-116

Así vemos que Adán (el primer hombre) es, desde el comienzo, el defen­sor de la justicia y del plan de salvación. Al caer, pierde contacto con Dios. Pero con fé, paciencia, y obediencia perfecta, gana el derecho de establecer la primera dispensación y la responsabilidad de establecer todas las dispen­saciones del evangelio en la tierra. Adán participará en la segunda venida del Señor. Llamará una asamblea en Adán-Ondi-Ahman para preparar al pueblo de Dios antes del fin. Y como arcángel, llamará a los muertos de sus tumbas para la primera y segunda resurrección.

Pero sobre todo, Adán será conocido como el que enfrenta a Satanás. En la vida pre-mortal, gana la guerra de testimonios y Satanás es echado a la tierra. Aquí Adán se encuentra con él, y sin saberlo claramente, también sale ganando, para todos nosotros, la oportunidad de ser probados. Y una vez más, Adán se enfrentará con Satanás después del milenio, y ganará.

 RESUMEN

 En este capítulo, hemos estudiado la creación. Vimos la majestad de Je­sucristo, el creador de este mundo y de un número infinito de otros mun­dos. Vimos que en la creación Cristo, por el poder de Dios, organiza mate­riales ya existentes. El crea todas las cosas con la ayuda de los espíritus más avanzados, uno de ellos siendo Adán.

Vimos que la creación ha tomado al menos seis mil años y que los anima­les y plantas tienen almas y que obedecen a Dios. Vimos que a Adán es dado dominio sobre las plantas y los animales, y que se le dan dos mandamientos contradictorios.

Finalmente, revisamos las escrituras para comparar la carrera de Satanás y la de Adán. Vimos que Adán ya era un importante espíritu en la vida pre-mortal, y que desde el comienzo es el campeón del Señor. Al recobrar el evangelio y su gloria, después de la caída, el Señor le da a Adán muchas responsabilidades: traer todas las dispensaciones a esta tierra; llamar una asamblea en Adán-Ondi-Ahman; levantar a todos los muertos; y al final, en­cabezar las fuerzas de Dios en la última confrontación con Satanás.

En cambio Satanás toma un papel muy distinto: al querer hacer fracasar el plan de Dios, provee exactamente lo que el plan requería: oposición en todas las cosas. Así en la tierra, a través de los siglos, Satanás ha usado sus energías tentando a todos, arrastrando a los débiles, y destruyendo a los que lo siguen. Y al final, el diablo, sus huestes y los que deliberadamente lo eligieron (después de conocer a Dios) serán echados fuera del reino de Dios, al fuego inextinguible.

En el próximo capítulo, estudiaremos la caída y el significado de la pro­bación.

REFERENCIAS

1. Joseph Fielding Smith, en Doctrina de Salvación, interpreta el «dejar de ser» de ciertos mundos como «muerte» de esas tierras, muerte seguida de una «resurrección» en una gloria celestial, terrestre, o teleste. Por ese mismo proceso pasará nuestra tierra al llegar a ser una gloria celestial. (Doctrina de Salvación, Tomo 1, págs. 68-70)

2.  Este es el nombre del lugar conocido hoy como Sorino Hill, en el esta­do de Missouri, en los Estados Unidos. (DyC 116) El Élder McConkie expli­ca que la palabra Adán-Ondi-Ahman significa: «el lugar o tierra de Dios donde Adán vivió.» En ese lugar Adán, tres años antes de su muerte, orga­nizó un gran concilio atendido por los patriarcas y por su descendencia jus­ta. En ese mismo lugar, Adán organizará un gran concilio, poco antes de la venida del Señor. En ese concilio, todos los que poseen llaves de autoridad vendrán a rendir cuentas de su mayordomía a Adán. Entonces esas llaves serán entregadas a Cristo en preparación para su reino aquí en la tierra. (Mormon Doctrine, pág. 21; Dn 7:9-14; Enseñanzas, pág. 183)