El Plan de Salvación

Capítulo 4

La caída


En el capítulo dos, consideramos el tema de nuestra existencia como espíritus en la vida pre-mortal. En el capítulo tres, nos concentramos en el propósito y proceso de la creación de la tierra, de los seres humanos, y de todas las cosas. Y al estudiar estos temas, encontramos que las escrituras testifican que Dios nos ha creado espiritualmente y temporalmente con el solo propósito de «llevar a cabo la inmortalidad y vida eterna del hombre.»

En este capítulo veremos que, para llevar a cabo estos propósitos de Dios, una caída tenía que tomar lugar. Esta caída traería muchas conse­cuencias, siendo las más importantes: la muerte temporal y la muerte espi­ritual para cada espíritu que viniera al mundo.

Pero la caída no ocurre por casualidad. La caída es establecida en el Gran Concilio como el proceso por el cual viene un alejamiento de Dios, un aleja­miento que permite que todos los hijos espirituales de nuestro Padre Celes­tial sean probados. Y esa probación puede traer gloria eterna.

Primero veamos la condición de Adán y Eva, en el jardín, antes de la caída.

ADÁN Y EVA EN EL JARDÍN DE EDÉN

Vimos en el capítulo anterior que Adán ha sido uno de los espíritus más avanzados en la vida pre-mortal. Ha participado en la creación de la tierra bajo la autoridad del Padre y del Hijo. Y como campeón de Cristo, con su ejército, ha vencido al dragón y sus ángeles, arrojándolos a la tierra. En de­bido tiempo, Adán es creado como el primer hombre y puesto, con Eva, en el jardín de Edén.

EL JARDINDE EDEN,  
creado para el beneficio de Adán y Eva, tiene  hermosos arboles y plantas, piedras y metales preciosos, y un río dividido en cuatro brazos. Gn 2:8-14 Moisés 3:8-14 Abraham 5:8-10
El jardín de Edén se encuentra en el área que hoy conocemos como el continente Americano, en  el estado de Missouri, en los Estados Unidos. DyC 11 6; 117:8-9
Ese lugar es designado como el sitio donde, antes de la segunda venida de Cristo, se construirá la ciudad de Sión. Doctrina de Salvación Vol. 3, pág. 70
El jardín es de naturaleza paradisíaca, el tipo de gloria prometida a Sión y, eventualmente a Israel; 2Ne8:3, Is 51:3; Ez 36:35
y a toda la tierra, durante el Milenio, o sea, la gloria terrestre. A de F No. 10 Doctrina de Salvación Vol. 3 pág. 61; Mormon Doctrine, pág. 211 
Adán está a cargo de guardar y labrar el jardín. Gn 2:15; Moisés 3:15 Abraham 5:11
Adán habla con Dios, y de él recibe consejos y mandamientos. Moisés caps. 3-4
Porque la sangre pertenece exclusivamente a la mortalidad, podemos tentativamente asumir que Adán y Eva, en esa condición, no tienen sangre en sus venas. Gn9:4; Lv 17:11
Ahí sin la caída, TODAS LAS COSAS hubieran permanecido en el mismo estado para siempre, sin fin. Y Adán y Eva hubieran quedado en un estado de inocencia, sin procreación y sin muerte, sin gozo y sin miseria. 2Ne 2:22-23

Así, por revelación moderna, sabemos que el jardín de Edén es localizado en el medio-oriente de los Estados Unidos. También sabemos que el jardín es de naturaleza paradisíaca o terrestre, y que Adán y Eva son inocentes, inmortales, y que hablan con Dios. Ahí en el jardín, sin la caída, hubieran podido vivir toda la eternidad sin gozo ni miseria.

EL DILEMA

En el gran concilio antes de que existiera el mundo, Adán y Eva, junto con todos los hijos espirituales de Dios, habían estado de acuerdo con el plan de salvación. Ciertamente nuestros primeros padres habían oido que una transgresión y una caída eran requeridas, antes de que el período de probación pudiera tomar lugar.

Pero en el jardín, la memoria de su pasado como hijos espirituales de Dios ha sido borrada de sus mentes. Por eso no habrá sido fácil crear una situación que llevara a Adán y Eva a desobedecer. Siendo dos de los más avanzados espíritus en la vida pre-mortal, son completamente dedicados y obedientes a nuestro Padre Celestial y les sería difícil usar su libre albedrío para desobedecer. Y Dios, habiéndoles permitido guardar su libre albedrío, no podría forzarlos.

Para precipitar la caída, Dios en su sabiduría y bondad, les da dos mandamientos contradictorios. Les manda que fructificaran y se multiplicaran. (Moisés 2:28; Gn 1:28) Y luego les prohibe comer del fruto del árbol de la ciencía del bien y del mal (Moisés 3:16-1 7; Gn 2:1 7) que les iba a dar el conocimiento necesario para procrear.

Eso, con la ayuda de Satanás, proveería ambigüedad suficiente para transgredir.

EL PROCESO DE LA CAÍDA

El Génesis y el libro de Moisés nos proveen con el relato de la caída.

LA CAIDA:  
Satanás quiere destruir el mundo y el plan. Moisés 4:6
Pero al no entender la mente de Dios, él decide engañar a Eva, sin saber que eso es exactamente lo necesario para iniciar el plan sobre la tierra. Moisés 4:6
Primeramente, tiene que engañar a la serpiente,  la más astuta de las bestias del campo, para poder hablar por medio de ella. Moisés 4:5, 7
Aparentemente Satanás sabe que Adán y Eva han recibido el mandamiento de no comer del árbol que está en el medio del jardín. Con una pregunta sutil, él hace que Eva repita el mandamiento de Dios. Moisés 4:8-9         Gn 3:2-3
En contestación, Satanás (padre de todas las mentiras) arguye que la muerte no viene al comer del fruto del árbol. Según él, la verdadera razón por el mandamiento es que Dios sabe que si Adán y Eva comen del fruto del árbol tendrán la sabiduría de un Dios: los ojos se les  abrirán y conocerán el bien y el mal. Moisés 4:10-11     Gn 3:4-5
Eva no parece tener mucho interés en la implicación de que Dios es celoso de su poder. Ella piensa que el fruto es bonito, que es bueno para comer, y que le dará sabiduría. Entonces decide comer del fruto, y después   se lo da a su esposo que también come. Moisés 4:12 Gn 3:6

 

Inmediatamente, las consecuencias vienen.

CONSECUENCIAS DE LA CAÍDA

CONSECUENCIA No. 1: ADÁN Y EVA GANAN CONOCIMIENTO

Al comer, los ojos de Adán y Eva son abiertos. Su inocencia desaparece y se dan cuenta de que están desnudos. Usando hojas de higuera se hacen delantales. Moisés 4:1 3Gn 3:7

CONSECUENCIA No. 2: ADÁN Y EVA TIENEN QUE ENFRENTARSE A DIOS

Al oír la voz de Dios, Adán y Eva se esconden entre los árboles, pero El los llama. Moisés 4:14-15      Gn 3:8-9
Adán admite haberse asustado al saber que estaba desnudo. Moisés 4:16 Gn 3:10
Dios sabe que han comido del árbol prohibido. Adán admite su desobediencia: Eva, la mujer que tu me diste, y mandaste que permaneciese conmigo, me dio el fruto, y comí. Moisés 4:17-18 Gn 3:12
Dios ahora se dirije a Eva quien confiesa haber comido del fruto, culpando a la serpiente por haberla engañado. Moisés 4:19  Gn 3:13
Enseguida, Dios llama a la serpiente y le comunica que de ese día en adelante, por su parte en la caída,  se arrastrará sobre su vientre. Moisés 4:20 Gn 3:14
Luego, Dios se dirige a Satanás profetizando la profunda enemistad entre Cristo y el diablo, así como la victoria final de Cristo, tú le herirás el calcañar (el talón), pero él te herirá la cabeza. Moisés 4:21 Gn3:15

CONSECUENCIA No. 3: LA TIERRA CAMBIA DE LO TERRESTRE A LO TELESTIAL

Dios maldice la tierra «por tu causa» (en la versión  Inglesa: «for thy sake,» o sea, «por tu bien’) Moisés 4:23 Gn 3:17
La tierra pierde su gloria paradisíaca (la gloria que recobrará a la segunda venida de Cristo) A, de F. No. 10
Desde ese momento, la tierra produce espinas y cardos. Moisés 4:24  Gn 3:18

CONSECUENCIA No. 4: NUEVAS RESPONSABILIDADES

La transgresión, para la mujer, trae un cambio físico y un cambio en su relación con el hombre.

CAMBIOS PARA LA MUJER:

Dolores acompañarán sus preñeces, y con dolor dará a luz sus hijos.  
Porque su deseo y voluntad estarán sujetos a su marido, él se enseñoreará de ella. Moisés 4:22 Gn3:16

Para el hombre, el ser removido a un mundo telestial, cambia totalmente su medio ambiente, así como la manera en que obtiene su subsistencia.

CAMBIOS PARA EL HOMBRE:

Ahora que la tierra está llena de espinas y cardos,el hombre tendrá que ganarse el sustento con el sudor de su rostro con dolor y angustia. Moisés 4:23-25 Gn 3:17-19

Con eso, los papeles básicos de la familia están establecidos: la mujer será primeramente madre y el hombre primeramente el proveedor y juntos tra­bajarán como socios en el desafío de la vida. (Moisés5:1)

Así que inmediatamente, Adán y Eva pagan las consecuencias de la transgresión: enseguida pierden su inocencia; tienen que admitir ante Dios que lo habían desobedecido; la tierra se vuelve telestial, y la respon­sabilidad, la pena, y el dolor entran en su vida.

Además al caer, Adán y Eva pierden su inmortalidad así como su intimi­dad con Dios. Ahora están sujetos a dos tipos de muerte: la muerte tempo­ral (la muerte de su cuerpo físico) y la muerte espiritual (un estado de aleja­miento de Dios, una separación de la presencia del Ser Supremo: (Doctrina de Salvación, Tomo II, pág. 205).

CONSECUENCIA No. 5: LA MUERTE TEMPORAL

Dios informa a Adán que morirá, volviendo a la tierra de la cual fue for­mado:

. . .pues polvo eras, y al polvo has de volver. (Moisés 4:25; también en Gn3:19)

Y esta muerte es la misma por la cual todos pasamos.

LA MUERTE TEMPORAL:

Por la caída de Adán vino la muerte, la muerte temporal que viene a todos los seres humanos, siguiendo el camino de toda la tierra. Moisés 6:48; 1Co 15:21 2Ne9:11; AI 12:24 Morm 9:13 Ro5:12; 2Ne 9:6 2Ne 1:14; Jos 23:14
A todos les es señalado los días de su probación y su muerte. DyC 29:43; Al 42:6
Entonces nuestro espíritu vuelve a Dios que lo dio. Ec 12:7; Le 23:46
Y nuestro cuerpo vuelve al polvo, porque el cuerpo sin espíritu está muerto. Ec 12:7; Job 34:15 Stg2:26
Y esta muerte temporal fue instituida por Dios a causa de su misericordioso designio para con los hombres. 2Ne 9:6

Así que al comer el fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal, Adán, de acuerdo con el plan de salvación, trajo la muerte temporal a todos los seres humanos, dándoles la oportunidad de ser probados.

Es interesante notar que, según las escrituras, Adán casi tuvo la oportuni­dad de defraudar a la muerte.

Dos árboles especiales son mencionados en el jardín de Edén:

  1. EL ÁRBOL DE LA CIENCIA DEL BIEN Y DEL MAL, el árbol del fruto prohibido que traería la muerte temporal y espiritual y
  2. EL ÁRBOL DE LA VIDA, el árbol del fruto que podría eliminar la muerte temporal y traer de nuevo la inmortalidad.

Pero aparentemente, no había ningún árbol que podía eliminar la muerte espiritual (un fruto que traería de nuevo la vida espiritual). Por eso, si des­pués de su transgresión hubieran comido del árbol de la vida, habrían vivido para siempre jamás, en su pecado, miserables y alejados de Dios.

En cambio, al ser echados del jardín sin haber comido del fruto del árbol de la vida, vivirían en la tierra por un tiempo, para luego morir temporal­mente. Pero ese tiempo en la tierra serviría como un estado de probación, un tiempo durante el cual podemos usar nuestro libre albedrío para volver a Dios y, de acuerdo con el plan de salvación, valemos del gran sacrificio de Cristo, el sacrificio redimidor.

LA MUERTE TEMPORAL, LA PROBACIÓN, Y LA REDENCIÓN:

Adán y Eva son echados del jardín de Edén para evitar que coman del fruto del árbol de la vida. Moisés 4:28Gn 3:22
Si hubieran comido de ese fruto, hubieran sido miserables para siempre, sin estado probatorio y sin redención. Además el plan de salvación hubiera sido frustrado para siempre, Al 12:26
porque no hubiera habido un estado de probación un tiempo de preparación para presentarse ante Dios. Al 12:24
Al ser echados del jardín antes de poder comer del árbol de la vida, Adán y Eva, en su debido tiempo, morirían, volviendo a la tierra de la cual fueron formados. Moisés 4:25Gn3:19
Esa muerte que entró por un hombre es la muerte mencionada por Pablo cuando dice que «en Adán todos mueren,» 1Co 15:21-22
la muerte cuyas ligaduras serán desatadas por Cristo, la muerte de la cual todos nos levantaremos. Al 11:42

Así que Adán y Eva son echados del jardín para impedirles que, al comer del fruto del árbol de la vida, ganen una inmortalidad sin vida espiritual.

CONSECUENCIA No. 6: LA MUERTE ESPIRITUAL

En el jardín de Edén, Adán y Eva habían olvidado el Gran Concilio. En ese sentido, un velo había sido extendido entre ellos y su vida anterior. Pero al ser echados del jardín, Adán y Eva pierden aún más. Ahora el contacto directo que tenían con nuestro Padre Celestial desaparece, el velo se vuelve más denso, trayendo la muerte espiritual.

Una escritura habla de la pérdida de la «memoria de lo que precedió.» (Ed:11)

Ese es el velo que existía en el jardín, ya que ellos no se acordaban de los convenios hechos en el Gran Concilio en la vida premortal. Ese es el velo que le hace añorar a Pablo:

Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conoci­do. (1Co 13:12)

Adán y Eva habían olvidado su pasado como hijos espirituales de nuestro Padre Celestial. Pero podían ver más claramente que Pablo porque, como no existía el  pecado en  la gloria paradisíaca del  Jardín de Edén, Dios podía venir a menudo, a caminar por el jardín para hablar con nuestros primeros padres, y enseñarles.

La densidad del velo entre Dios y los seres humanos parece depender del grado de pecado que existe dentro de nosotros. Así las escrituras mencio­nan:

VELOS QUE EXISTEN PARA PROTEGER DE UNA GLORIA MAS ALTA

Un velo simbólicamente divide, en el templo,  los seres humanos del lugar Santísimo. Heb 9:2-3; Ex 26:33; 40:3,21 ;Lv 16:2; 21:23-24; Nm 18:7
Y Moisés se cubrió con un velo para proteger a su pueblo de la gloria de su cara después de hablar con Dios. Ex 34:29-35; 2Co 3:13

Ese velo extendido entre nuestro Padre Celestial y los que lo buscan es bastante fino. Y las escrituras nos enseñan cómo podemos penetrarlo.

ESE VELO PUEDE SER PENETRADO:  
por medio de la fé, Et 3:9, 15; 12:19
la humildad,

un corazón quebrantado y un espíritu contrito,

DyC 67:10-13

Et 4:15

y por medio de la esperanza en el sacrificio de Cristo. Ef 2:13-16
POR LOS PROFETAS:  
Nuestro Señor se ha mostrado a sus profetas; Et 3:19; 12:19
les habló cara a cara. Moisés 1:2
Y cuando se abre el velo, el entendimiento de las cosas de Dios también se abre. DyC 110:1
Y POR LOS JUSTOS A LA SEGUNDA VENIDA:  
Cuando nuestro Señor venga la segunda vez, el velo será quitado. DyC 101:23
En ese momento, los que son puros se regocijarán por su venida, pero los inicuos no soportarán su gloria y serán destruidos. DyC 38:8; 101:24

Pero para los inicuos, ese mismo velo es muy denso, trayendo obscuridad a sus vidas.

PARA LOS INICUOS EXISTE UN VELO DE TINIEBLAS:  
un manto, o velo de tinieblas, Moisés 7:61; DyC 38:8
una pared intermedia de separación entre Dios  y nosotros, Ef 2:14
una cadena grande que cubre de oscuridad toda a faz de la tierra. Moisés 7:26
Ese velo oscurece los cielos, y un manto de tinieblas cubre la tierra,  Moisés 7:56, 61 y todas las naciones. Is 25:7

Así que el velo que fue extendido entre nuestro Padre Celestial y noso­tros, el velo que nos hace olvidar nuestra vida pre-mortal, es de materia fina que puede ser penetrada por medio de nuestra fé y rectitud. Pero si preferi­mos la influencia de Satanás a la de Dios, ese velo se hace más denso, separándonos de Dios y trayéndonos la muerte espiritual.

LA PRIMERA MUERTE ESPIRITUAL

Las escrituras hablan de dos muertes espirituales, las dos consistiendo de un estado de alejamiento de Dios. La PRIMERA MUERTE ESPIRITUAL tuvo lugar cuando Adán cedió a la tentación, quedando sujeto a la volun­tad del diablo. En ese momento, murió espiritualmente, sufriendo la primera muerte. (DyC 29:40-41) Esa es la muerte espiritual por la cual todos nosotros pasamos transitoriamente, durante nuestra estadía en el mundo, como parte de nuestra probación. La SEGUNDA MUERTE ESPIRITUAL es eterna y viene al fin del plan, después del juicio final. Esta segunda muer­te es lo opuesto de la vida eterna y consiste en «ser expulsado de la presen­cia de Dios y de la luz y verdad para siempre.» (Doctrina de Salvación, Tomo 11/p. 206)

La segunda muerte espiritual vendrá a los que siguieron voluntariamente a Satanás, los que pecaron a sabiendas, los hijos de perdición. (Doctrina de Salvación, Tomo II, págs. 206-212) Esa muerte significa el recibir el castigo perpetuo, el castigo eterno, el castigo sin fin, «para reinar con el diablo y sus ángeles por la eternidad, donde su gusano no muere y el fuego no se apaga, lo cual es su tormento.» (DyC 76:44) Y ese estado es tan horroroso que solamente los que lo reciben saben su significado total. (DyC 76:45-47)

En cambio, la primera muerte espiritual es sufrida por todos los seres humanos al venir al mundo, y es una bendición porque nos abre la oportu­nidad de ser probados imparcialmente, la oportunidad de elegir el bien y volver a Dios en un estado de gloria eterna.

Esa primera muerte espiritual fue establecida cuando Adán transgredió el mandamiento de Dios. Ya vimos que al desobedecer, Adán fue expulsado del jardín de Edén, de la presencia de Dios. Simultáneamente, la tierra fue removida de su estado paradisíaco (o terrestre) a un estado telestial.

Por eso todos sufrimos de este estado de muerte espiritual cuando veni­mos a este mundo.

EL PROCESO POR EL CUAL TODOS SUFRIMOS LA PRIMERA  MUERTE ESPIRITUAL:

Todos los espíritus de los hombres eran inocentes en el principio, DyC 93:38
y a causa de la redención, todos venimos a la tierra en un estado de inocencia delante de Dios. DyC 93:38; Moro 8:9-13
Pero en este mundo telestial, perdemos la luz y verdad, y desobedecemos y pecamos: porque el diablo nos incita, y por las tradiciones de nuestros padres. DyC 93:39

ASI LES PASO A LOS PRIMEROS HIJOS E HIJAS DE ADÁN Y EVA:

Adán y Eva, después de oir el plan de salvación,  bendijeron el nombre de Dios, y fueron a ver a sus hijos e hijas para explicarles el plan. Moisés 5:12
Pero Satanás vino entre ellos diciendo que él era un hijo de Dios, aconsejándoles que no creyeran en el plan. Moisés 5:13
Y los hijos e hijas de Adán y Eva no creyeron las palabras de sus padres, y amaron a Satanás más que a Dios. Moisés 5:13
Desde ese momento, los seres humanos (habiendo elegido a Satanás en vez de a Dios) empezaron a ser carnales, sensuales y diabólicos. Moisés 5:1 3
Por eso, todos recibimos el mandamiento de arrepentimos, Moisés 5:14; 6:57
y esta vida es nuestro estado preparatorio, nuestro estado de probación. Al 42:9-10

Pero, como veremos en el capítulo cinco, nuestros esfuerzos no nos servi­rían de mucho si no fuera por la extraordinaria obra de redención proveída por nuestro Padre Celestial por medio de su Hijo Jesucristo, según el gran plan de salvación.

Así que la caída trajo consecuencias importantísimas para los seres hu­manos. La caída cambió la naturaleza de los seres humanos (de inocentes a conocedores de su habilidad de reproducirse; de inmortales a mortales; de íntimos con Dios a alejados de Dios). Y la caída cambió la tierra de paradisíaca a telestial.

EL PROPOSITO DE LA CAÍDA

Lehi y Alma explican que el propósito de la caída es el proveer un tiem­po para la probación de los seres humanos. (2Ne cap. 2; Al cap. 42) Así, la caída tenía que tomar lugar porque solamente una transgresión podía traer la muerte temporal y espiritual de los seres humanos; y solamente un aleja­miento temporal de Dios podía darles una oportunidad completa de ejercer su libre albedrío, elegir la influencia de Dios (más bien que la de Satanás), y cumplir con las demandas del evangelio.

LA CREACIÓN Y LA CAÍDA TOMARON LUGAR PARA PROVEER:

un tiempo de probación. Al 42:4;DyC29:43
un tiempo para arrepentirse y servir a Dios; Al 12:24; 42:4
un tiempo para que guardemos los mandamientos de Dios, Mos 2:22; Jac 2:21
para que lo amemos y sirvamos como el único ser a quien debemos adorar, DyC 20:19
y para que lo glorifiquemos para siempre; Jac2:21
un tiempo para arrepentimos, para prepararnos  para nuestro estado en la resurrección; Al 12:24
un tiempo para que Dios pueda llevar a cabo su obra y gloria:  llevar a cabo la inmortalidad y la vida eterna del hombre. Moisés 1:39

Nunca se nos fue prometido que esta tarea sería fácil. La mayoría de los seres humanos padecen dolor en esta vida. Aun el Unigénito de Dios, Jesu­cristo, padeció. Isaías lo describió como «despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto.» (Is 53:3)Y Cris­to mismo se refirió a su sufrimiento en estas palabras.

Padecimiento que hizo que yo, Dios, el mayor de todos, temblara a causa del dolor y sangrara por cada poro y padeciera, tanto en el cuerpo como en el espíritu, y deseara no tener que beber la amarga copa y desmayar. (DyC 19:18)

A todos nosotros los humanos, también se nos es requerido mucho. Cuan­do el Señor le prometió a José Smith la exaltación, explicó cómo esta exal­tación había sido ganada; por los sacrificios que el profeta había hecho al tratar de obedecer lo que Dios le había mandado. (DyC 132:49-50) Y todos nosotros también tendremos que demostrar nuestra dedicación personal a Dios y su obra:

Porque él dará a los fieles línea sobre línea, precepto tras precepto; y en esto os juzgaré y probaré.

Y el que perdiere su vida en mi causa, por amor de mi nombre, la hallara otra vez, aun vi da eterna.

No temáis, pues, a vuestros enemigos, porque he decretado en mi cora­zón probaros en todas las cosas, dice el Señor, para ver si permanecéis en mi convenio hasta la muerte, a fin de que seáis hallados dignos.

Porque si no permanecéis en mi convenio, no sois dignos de mí. (DyC 98:12-15)

Pero si la tarea es dura, la recompensa es gloriosa.

SI SUPERAMOS A LA CAÍDA, GANAMOS LA VIDA ETERNA:

La vida eterna es el nombre dado al tipo de vida que lleva nuestro Padre Celestial. Mormon Doctrine, pág. 237
Es el máximo de todos los dones de Dios. D. y C. 14:7
Es ser hijos, herederos de Dios, y coherederos con Cristo. Ro. 8:17
Es morar en la presencia de Dios y su Cristo, D. y C. 76:62
entrando en su eterna presencia y en su reposo inmortal. D. y C. 121:32
Es una felicidad sin fin, una plenitud de gozo. Al. 41:4; DyC 93:33
Es ser coronados con honor, gloria e inmortalidad. D. y C. 75:5
Es recibir coronas de vidas eternas en los mundos eternos (o sea el ser como Dios y poder tener hijos e hijas espirituales  en la gloria celestial). D. y C. 132:55

 Y ese es el propósito de todo: de la creación, de la caída, y de esta vida. Todo fue hecho para que podamos llegar a ser dioses, vivir con Dios, y par­ticipar en su eterna obra y gloria: llevar a cabo la inmortalidad y la vida eterna del hombre (Moisés 1:39), para siempre jamás.

RESUMEN

En este capítulo número cuatro, hemos estudiado un evento crucial en el plan de salvación: la caída.

Después de la creación, Adán y Eva viven en el jardín de Edén, situado en el lugar llamado ahora: Estado de Missouri, en los Estados Unidos, en el continente Americano. En ese mismo lugar, en los últimos días, será cons­truida Sión.

Adán y Eva han perdido la memoria de su vida pre-mortal, y no saben que les es requerido cometer alguna transgresión para establecer la etapa de la probación. Dios, en su sabiduría y bondad, les da la posibilidad de transgredir al  proveer dos mandamientos contradictorios: (1) fructifiquen y multiplíquense; pero (2) no coman del fruto del árbol de la ciencia del bien del mal.

Satanás, que no entiende plenamente el plan de Dios, sugiere a Eva la transgresión. Así, primero Eva, y luego Adán, comen del fruto prohibido.

Serias consecuencias siguen:

  1. Adán y Eva ganan conocimiento del bien y del mal.
  2. Confiesan a Dios su transgresión y nuestro Padre Celestial les explica los cambios que vienen con su desobediencia: la tierra cambia de terrestre a telestial; para Eva, el traer hijos ai mundo será penoso; y también será peno­so para Adán el ganar el sustento para él y para su familia.
  3. Ahora los seres humanos vivirán una corta temporada sobre la tierra, y después morirán: eso es la muerte temporal.
  4. Y también sufrirán de la muerte espiritual, o sea, el velo extendido en­tre Dios y nosotros se hará más espeso en el proceso de participar en el pe­cado.

Ahora, el plan requiere una redención de parte del Unigénito de Dios, Jesucristo. También requiere, de nuestra parte, nuestra aceptación del sacri­ficio de Cristo, así como nuestros sacrificios personales. Entonces la puerta sera abierta y podremos vivir para siempre en la gloria de Dios, persiguiendo su propósito eterno: el llevar a cabo la inmortalidad y vida eterna del hom­bre.