Tu estudio de — El Libro De Mormón
Primera Parte:
1 Nefi Hasta Palabras de Mormón
Primer Nefi Capítulo 20
En este capítulo, cada versículo es diferente al capítulo equivalente en la Biblia (Isaías 48). Nefi vivió los años después de Isaías lo cual sitúa a Nefi más cerca del registro original que contenía los escritos de Isaías, incluyendo las planchas de bronce. Además, recordarás que la razón principal que Nefi tenía al enseñar a su pueblo (y también a Lamán, Lemuel y los demás) en cuanto a Isaías, no era condenarlos, sino darles esperanza (véase 1 Nefi 19:23-24). A nosotros también nos vendría bien recordar el mensaje principal de Isaías en lugar de verlo como a un profeta de tragedias deprimentes, así como muchas personas lo ven.
1 ESCUCHAD y oíd esto, oh casa de Jacob (hijos de Jacob; en otras palabras, las Doce Tribus de Israel), que os llamáis del nombre de Israel (Jacob), y habéis salido de las aguas de Judá, o sea, de las aguas del bautismo (que sois el pueblo de mi convenio), los que juráis (hacéis convenios) por el nombre del Señor (tal como nosotros hoy, también hacemos convenios en el nombre de Jesucristo) y hacéis mención (oráis y habláis) del Dios de Israel, mas no juráis ni en verdad ni en rectitud (el problema es que se dicen ser el pueblo del Señor pero quebrantan los convenios, no viven el evangelio).
2 Y no obstante que de la ciudad santa os hacéis nombrar (reclamáis ser el pueblo del Señor), no os apoyáis (no confiáis) en el Dios de Israel, que es el Señor de los Ejércitos (el Dios de todo). Sí, el Señor de los Ejércitos es su nombre.
En los próximos versículos, Isaías le recuerda a Israel que no hay carencia de evidencias de que existe el Dios verdadero.
3 He aquí, yo (el Señor) he declarado las cosas anteriores (profecías) desde el principio (para que tengáis abundancia de evidencias de que Yo existo); y (las profecías) salieron de mi boca (a través de los profetas), y las mostré (cumplí). De improviso las mostré (cuando no os esperabais que acontecieran, para que podáis saber que Yo soy en verdad vuestro Dios, y vuestros ídolos son falsos; véase Isaías 42:9).
A continuación, el Señor le dirá a Su pueblo del convenio que son orgullosos y obstinados.
4 Y (Yo el Señor) lo hice porque sabía que eres obstinado (orgulloso, testarudo), y nervio de hierro es tu cerviz (tu cuello tiene hierro; no eres humilde, no inclinarás tu cuello en señal de humildad), y tu frente de bronce (cabeza dura; p. ej., es difícil hacer pasar algo a través de un cráneo grueso y duro);
A continuación, por medio de Isaías, el Señor le dice al Israel del convenio que desde el principio Él ha dado a modo de profecías futuras muchas evidencias claras de que Él existe. Entonces, el Señor cumplirá dichas profecías para que Su pueblo tenga todas las oportunidades posibles y retengan sus testimonios en cuanto a Su existencia y Su preocupación por ellos. Esto se asimila a las profecías de los últimos días, o a las señales de los tiempos, las cuales se están cumpliendo por todo el mundo en estos últimos días en que vivimos.
5 y te las he declarado (he profetizado cosas) aun desde el principio; antes que (esas cosas que he profetizado) sucedieran te las manifesté (te las profeticé a ti); y las manifesté por temor de que dijeses: Mi ídolo las hizo; mis imágenes de escultura y de fundición mandaron estas cosas (te he mostrado mi poder por medio de profecías para que no pudieras afirmar que tus ídolos tienen poder).
6 Lo viste y lo oíste todo (todas esas evidencias incuestionables de que Yo existo); y ¿no queréis anunciarlo (reconocerlo)? Y que desde entonces te he mostrado cosas nuevas (cosas que no te habría sido posible saber por adelantado), sí, cosas ocultas que no sabías (no prestaste atención; no reconociste).
7 Ahora son creadas (los eventos profetizados tienen lugar ahora), y no desde el principio (no podrías haber adivinado que iban a pasar en la ocasión en que se pronunciaron las profecías), ni aun antes del día en que las oíste (en aquel entonces, cuando no tenías prueba alguna de que los eventos profetizados se cumplirían) te fueron declaradas (te lo dije por adelantado), para que no dijeras: He aquí, yo las sabía.
8 Sí, y tú (Israel, pueblo del convenio) no oíste (ignoraste las profecías) ni supiste (ni las reconociste); sí, no se abrió desde entonces tu oído (te negaste a escucharlas); pues sabía yo que serías muy desleal, y fuiste llamado transgresor desde el vientre (¡He tenido problemas con vosotros, Israelitas, desde el principio!).
Ahora el Señor nos recordará a todos que si no fuera por Su misericordia, Israel hubiera sido descartada hace mucho tiempo.
9 No obstante, por causa de mi nombre (Yo, el Señor, tengo reputación de ser paciente, de ser misericordioso) diferiré mi ira, y para alabanza mía (En la Biblia en alemán, edición de Martín Lutero: gloria, honor; reputación) me contendré para no talarte (no te destruiré completamente).
10 He aquí, (Yo el Señor) te he purificado (a ti, Israel); te he escogido (en alemán: te crearé) en el horno de la aflicción (te purificaré en el fuego del refinador).
La expresión “el fuego del refinador” nos lleva a imaginar a un artesano experto que con gran destreza y cuidado está aplicando fuego al mineral bruto para poder eliminar todas las impurezas y así producir oro puro.
A continuación, en el versículo 11, se nos recuerda que el Señor no solo nos ayuda porque Su llamamiento y deber es el de ser nuestro Redentor y Salvador. Más bien, Él nos ayuda y obra pacientemente con nosotros porque nos ama.
11 Por mí (debido a que Yo te amo; véase el versículo 14), sí, por mi propia causa (porque Yo quiero), lo haré (te refinaré y purificaré en el horno de aflicción), para que no sea amancillado mi nombre (en alemán: no sea que mi nombre sea deshonrado por no guardar mis promesas a Israel); y mi honra no la daré a otro (te seré fiel a ti; véase Jeremías 3:14. Por cierto, este puede ser un buen consejo para la pareja en el matrimonio).
El tema principal de los versículos 12 al 17 es que Israel es llamado y preordinado para servir.
12 Oyeme, Jacob, y tú, Israel, a quien llamé (tienes un llamamiento; véase Abraham 2:9-11); pues yo mismo soy (Cristo); yo el primero, yo el postrero también (soy vuestro Salvador; Jesús estaba presente en la creación y estará presente en el juicio final).
13 Mi mano fundó también la tierra (Soy el Creador), y mi diestra (mano del convenio; mano del poder) extendió los cielos (creó los cielos); los llamo (Israel en los versículos 12 y 14), y se presentan juntamente (permíteles, Israel, que todos se levanten y escuchen; esto va con la primera parte del versículo 14).
14 Juntaos todos vosotros y oíd: ¿Quién entre ellos (refiriéndose quizás a los ídolos de Israel; véase el versículo 5) les (a Israel) ha anunciado estas cosas (profecías; véanse versículos 3, 6 etc.)? El Señor lo amó (Israel); sí, y (el Señor) cumplirá su palabra que por ellos (los profetas) ha declarado, y ejecutará su voluntad en Babilonia, y su brazo (símbolo de poder) caerá sobre los caldeos (al sur de Babilonia; Babilonia será finalmente destruida, tal y como se profetizó).
15 También dice el Señor: Yo, el Señor, he hablado; sí, lo llamé (a Israel) a declarar (Israel tiene una obra que hacer), y lo traje; y él hará próspero su camino (Dios ayudará; también podría interpretarse como que el Padre Celestial llamó a Cristo para profetizar; o también que Cristo llamó a Isaías para profetizar).
En el versículo 15, arriba, acabamos de ver un ejemplo de cómo los escritos de Isaías pueden tener más de un significado o interpretación.
16 Allegaos (Israel) a mí; no he hablado en secreto (he sido muy directo en cuanto al evangelio, etc.); desde el principio, desde el momento en que se declaró, yo he hablado; y el Señor Dios me ha enviado, y su Espíritu (el Padre envió a Cristo; o quizás esto significa que Cristo envió a Isaías).
17 Y así dice el Señor, Redentor tuyo (Cristo), el Santo de Israel: Yo lo he enviado (Israel; véanse los versículos 12 y 19; o paralelamente esto también podría referirse a Isaías); el Señor tu Dios que te enseña provechosamente (en alemán: para tu provecho, beneficio), que te guía por la vía por la que debes andar, él lo ha hecho.
18 Oh, si hubieras escuchado mis mandamientos (se puede aplicar directamente a Lamán y Lemuel; no hay duda de que esta es una de las razones por las cuales Nefi les está citando a Isaías) habría sido entonces tu paz como un río (habríais podido tener paz fluyendo constantemente en vuestras vidas) y tu rectitud cual las ondas (olas) del mar (firme, estable, constante);
A continuación, Isaías básicamente dice que Israel tiene el potencial de llegar a ser una nación realmente grande; y esto si tan solo hicieran convenios con Dios y los guardaran.
Sin embargo, tal y como está escrito, Isaías parece usar una expresión que refleja el futuro como si ya hubiera pasado. Proféticamente les dice a los israelitas que hubieran podido llegar a ser una gran nación, si tan solo. . .
19 y como la arena tu descendencia (habría podido llegar a ser la posteridad de Israel), y los renuevos de tus entrañas (tu descendencia) como los granitos de ella; su nombre (Israel) no habría sido cortado, ni raído de mi presencia (Israel podría haber tenido una situación muy buena y haber evitado tan gran destrucción).
20 Salid de Babilonia (alejaos de la maldad; cesad de ser inicuos), huid de entre los caldeos (iniquidad; los caldeos eran residentes del sur de Babilonia): declarad con voz de cantos (sed felices si vivís rectamente); publicadlo, llevadlo hasta lo postrero de la tierra; decid: Redimió el Señor a Jacob, su siervo (Israel puede salvarse—incluyendo a Lamán y Lemuel—si se arrepienten).
«Babilonia”, tal y como se usa en el versículo 20, arriba, tiene mucho simbolismo. En realidad, en la antigüedad fue un país y una ciudad, localizada básicamente donde hoy se encuentra Irak. Tanto Isaías como muchos otros profetas usan “Babilonia” como símbolo de (para representar) iniquidad o maldad, y para representar el reino de Satanás.
La imagen mental de esto es fascinante, pues Babilonia era un enemigo muy temido por Israel. La enorme ciudad de Babilonia era tan grande que se necesitaron cerca de 90 kilómetros de muralla para rodearla y protegerla. Los muros tenían unos los metros de alto y 25 metros de ancho (véase Bible Dictionary, pág. 618). Era un centro de iniquidad (maldad), por lo tanto, en muchas escrituras llegó a simbolizar la iniquidad en general y el domino y territorio del diablo.
De hecho, parte de este icono gráfico de Babilonia es que parecía ser indestructible, tal como el reino y dominio de Satanás sobre la tierra también parece ser poderoso e indestructible. Sin embargo, Babilonia cayó en el año 538 a.C. y nunca más fue reconstruida, tal y como realmente sucederá con la caída del reino de Satanás. Y nunca más se volverá a levantar porque él y sus seguidores serán echados a las tinieblas de afuera (véase DyC 1:16; 88:111-115).
21 Y no tuvieron sed; los llevó por los desiertos; les hizo brotar aguas de la roca; hendió la peña, y salieron las aguas (¡sencillamente mira lo que el Señor puede hacer por aquellos que ponen su confianza en Él!).
22 Y a pesar de haber hecho todo esto, y más, no hay paz para los inicuos, dice el Señor (un mensaje importante para Lamán y Lemuel y para todos nosotros).
























