Tu estudio de — El Libro De Mormón
Primera Parte:
1 Nefi Hasta Palabras de Mormón
Primer Nefi Capítulo 21
1 Y ADEMÁS: ¡Oídme, oh casa de Israel, todos vosotros los que habéis sido separados y echados fuera (dispersados; Isaías está hablando pro-féticamente al Israel dispersado) por causa de la iniquidad de los pastores (líderes y maestros) de mi pueblo; sí, todos vosotros que habéis sido separados y esparcidos, quienes sois de mi pueblo, oh casa de Israel! ¡Oídme (Israel; véase el versículo 3), islas del mar (naciones y territorios lejanos, incluyendo aquellos al otro lado del mar), y escuchad, pueblos lejanos!
El Señor me llamó (Israel) desde el vientre (preordinación); desde las entrañas de mi madre hizo él (el Señor) mención de mi nombre (a Israel se le encomendó un trabajo desde el principio).
2 Y puso mi boca como espada aguda (Israel ha de difundir o predicar el evangelio, el cual es duro para los inicuos, pero también ayuda a los justos a discernir las falsedades): me cubrió con la sombra (protección) de su mano, y me puso por saeta (cuerpo de una espada) pulida (un siervo eficiente, tal como José Smith, Isaías o cualquier israelita fiel); me guardó en su aljaba;
3 y me dijo (a mí, Israel): ¡Mi siervo eres tú, oh Israel; en ti seré glorificado (Israel todavía cumplirá con su mayordomía)!
En los versículos 4 al 12 y los que siguen, Isaías representa la soledad de Israel mientras espera la restauración. Es casi como si Isaías estuviera escribiendo un guión de teatro en el que hay un solo protagonista en el escenario, el cual representa a Israel, y este está hablando con un tono triste de voz, lleno de lamento, y recapitulando todas las oportunidades que aparentemente ya ha perdido para completar su misión y lograr el destino dado por Dios.
4 Pero yo (Israel) dije: Por demás (para nada) he trabajado, en vano (no he sido un buen siervo; he malgastado mis esfuerzos), y sin provecho (en religiones o doctrinas falsas y vida de rituales) he consumido mi fuerza; ciertamente mi causa está ante el Señor, y mi obra con mi Dios (en otras palabras, mi destino se halla en el Señor; de Dios depende lo que suceda conmigo ahora que le he fallado).
5 Ahora bien, dice el Señor—que me formó desde el vientre (quien me preordinó) para ser su siervo (especialmente la tribu de Efraín), para hacer volver a él a Jacob—, aun cuando Israel no sea reunido, con todo, estimado seré ante los ojos del Señor (si doy mi mejor esfuerzo me irá bien, incluso cuando las personas rechacen mi mensaje), y mi fortaleza será el Dios mío.
A continuación, en este “drama”, el Señor, básicamente le dice a Israel que el llamamiento de trabajar meramente para traerle de vuelta al Israel disperso es una tarea muy fácil. Por lo tanto, Israel necesita un reto más grande, es decir, llevar el evangelio, no solo a Israel, sino a todos los pueblos y personas de la tierra.
6 Y dijo (el Señor): Poco es (en alemán: no es suficiente) que tú (Israel) me seas siervo para levantar (restaurar el evangelio a) las tribus de Jacob y restaurar los preservados (el remanente, el resto) de Israel (el trabajo de la iglesia hoy en día). También (te daré otra asignación, es decir, que serás o) te pondré por luz de los gentiles (una profecía extraordinaria en los días de Isaías, cuando casi cada nación que así lo deseaba podía pisotear a Israel), para que seas mi salvación hasta lo postrero de la tierra (llevar el evangelio a cada persona en el mundo).
En Abraham 2:9-11 se nos enseña claramente en cuanto a esta responsabilidad que tiene Israel de llevar el evangelio y las bendiciones del sacerdocio a toda la tierra. De hecho, en tu bendición patriarcal se declara tu linaje (es decir, la Tribu de Israel a la que perteneces). Esta parte de tu bendición es de suma importancia, ya que es un recordatorio de tu deber sagrado en ayudar a llevar el evangelio a todo el mundo durante toda tu vida.
Seguidamente, Isaías profetiza que llegará el día en que Israel se convertirá en una potencia poderosa en el mundo; mientras que en el pasado, Israel fue pisoteada de manera deliberada por muchas naciones.
7 Así dice el Señor, el Redentor de Israel (Cristo), el Santo suyo (de Israel), al (Israel) menospreciado del hombre, al abominado de las naciones (en alemán: a la nación aborrecida por otros), al siervo de soberanos (durante una gran parte de la historia, Israel ha sido sierva y esclava de muchas naciones): Reyes verán y se levantarán (por respeto a Israel); y príncipes (líderes de naciones) también adorarán, a causa del Señor que es fiel (porque el Señor guardará Sus promesas),
8 Así dice el Señor: ¡En el tiempo propicio (empezando con la restauración y José Smith) os he escuchado (habré escuchado vuestros ruegos y peticiones de ayuda), oh islas del mar (continentes lejanos más allá de Asia y África, tales como América, etc.), y en el día de salvación os he ayudado! Y os conservaré, y a mi siervo os daré (profetas, incluyendo a José Smith) por convenio del pueblo, para establecer la tierra (para restablecer el evangelio sobre la tierra), para hacer heredar las desoladas heredades (para restaurar a Israel a las tierras de su herencia; es decir, el recogimiento se llevará a cabo; véase el versículo 19);
9 para que digáis a los presos (a los vivos y a los muertos en la oscuridad o tinieblas espirituales): ¡Salid! (¡Libraos de la esclavitud espiritual!); y a los que están en tinieblas: ¡Manifestaos! (¡Salid de la prisión!) En los caminos serán apacentados (su “Pastor”, Cristo, los dirigirá al camino del evangelio), y en todas las alturas habrá pastos para ellos (participarán de lo mejor, de lo más elevado, del evangelio de Cristo).
10 No tendrán hambre ni sed (nunca más en cuanto al evangelio verdadero, porque lo tendrán con ellos), ni el calor ni el sol los afligirá; porque el que tiene de ellos misericordia los guiará, y los conducirá (beneficios al aceptar y vivir el evangelio) a manantiales de aguas (símbolo de aguas vivas; véase Juan 4:10).
Tal y como se indica al principio del capítulo 20, Isaías es muy cabal. Suele repetir y volver a repetir el mensaje, y luego lo repite otra vez, y una vez más.
En estos versículos, vemos como Isaías usa este método para resaltar las maravillosas bendiciones del evangelio restaurado y como seguir a Cristo a las “alturas”, en donde el “pasto” es el mejor que podamos encontrar, es decir, la exaltación eterna.
11 Y tornaré en camino (la manera en que llegamos a un destino) todos mis montes (las “montañas” a menudo simbolizan templos), y mis calzadas serán elevadas (prepararé “calzadas o caminos elevados del evangelio” en todas las partes del mundo, a través de la restauración del evangelio y el recogimiento en estos últimos días, los cuales conducirán a los santos fieles a la exaltación).
12 ¡Y entonces (en los días del recogimiento), oh casa de Israel, he aquí, éstos (Israel) vendrán de lejos; y he aquí, éstos del norte y del occidente; y éstos de la tierra de Sinim! (Según el libro Strong’s Exbaustive Bible Concordance, este versículo puede hacer referencia a los habitantes del sur de China; véase también la palabra “Sinim” en Smith’s Bible Dictionary).
13 ¡Cantad, oh cielos, y alégrate, oh tierra, porque serán asentados los pies de los que están en el oriente! ¡Prorrumpid en alabanzas, oh montes! porque ellos no serán heridos más, pues el Señor ha consolado a su pueblo (hablando profética-mente del futuro, como si ya hubiese acontecido), y de sus afligidos tendrá misericordia (al final, el Señor redime a Israel).
Recordarás que después del versículo 3, habíamos sugerido que los versículos 4 al 12 (y los que siguen) podrían ser como un escenario de teatro, con Israel como el único actor, lamentándose por haber fracasado al no cumplir con el llamado que recibió del Señor. En el versículo 14, a continuación, Israel básicamente ignora el ánimo de la profecía que ha recibido en el versículo 13.
14 Mas he aquí, Sión (Israel) ha dicho: El Señor me abandonó, y de mí se ha olvidado mi Señor (una queja del Israel inicuo); pero él mostrará que no.
15 Porque, ¿puede una mujer olvidar a su niño de pecho al grado de no compadecerse del hijo de sus entrañas? ¡Pues aun cuando ella se olvidare (pues aun cuando entre los mortales esto ocurra), yo nunca me olvidaré de ti, oh casa de Israel! (¡una promesa! Cumpliré mi promesa de restaurar el evangelio y recoger nuevamente a Israel).
Acontinuación, en el versículo 16, encontramos algunos ejemplos del simbolismo más hermoso que existe en las escrituras en cuanto a la expiación. Tal como las manos del arduo trabajador testifican de su trabajo—como por ejemplo un carpintero con callos y ampollas en sus manosasí las marcas de los clavos en las manos del Salvador dan testimonio de Su obra por nosotros.
16 Pues he aquí, te tengo grabada en las palmas de mis manos (cada uno de nosotros estamos “grabados” en las manos del Salvador, donde los clavos traspasaron Su carne; es decir, las heridas en las palmas de Sus manos dan testimonio de su obra por nosotros); tus muros están siempre delante de mí (los “muros” representarían la casa de una persona; o sea, sé dónde vives y siempre sé el tipo de ayuda que necesitas).
Isaías ahora profetizará que las cosas cambiarán en los últimos días, de manera que los enemigos de Israel, los cuales en un tiempo la afligían, ahora huirán de ella.
17 Tus hijos se apresurarán contra tus destructores (tus descendientes al final ganarán el poder contra sus enemigos); y los que te asolaron se apartarán de ti (huirán de ti; se cambiarán los papeles en los últimos días).
18 ¡Alza tus ojos (déjame mostrarte—a la Israel que se quejaba en el versículo 14—el futuro) y mira alrededor; todos éstos (descendientes rectos y fieles en los últimos días) se han reunido (¡Tu pensaste que ibas a ser completamente destruida, pero mira a todos tus descendientes en el futuro!), y vendrán a ti! Y vivo yo (la promesa más seria y solemne en la cultura hebrea), dice el Señor, que de todos serás vestida, como de vestidura de adorno, y de ellos serás ceñida como novia (la novia se viste con su vestido más especial para tal ocasión; Israel tendrá sus descendientes más especiales en los últimos días).
19 Porque tus sitios desiertos y desolados, y la tierra de tu destrucción (has sido pisoteada durante siglos), ahora serán demasiado estrechos por causa de los moradores (tendrás tantísimos descendientes que parecerá que no te quede espacio; el recogimiento de Israel en los últimos días); y los (enemigos de antes) que te devoraban serán arrojados lejos.
20 Los niños (los conversos al evangelio verdadero) que tendrás, después de haber perdido a los primeros (debido a la apostasía, guerras, etc.), dirán otra vez a tus oídos: Demasiado estrecho es para mí este sitio (no hay suficiente espacio para todos nosotros); dame lugar para que yo habite.
El cumplimiento de esta profecía, arriba, la cual dice que en los últimos días habrá un gran crecimiento de miembros fieles de la iglesia, es muy evidente en nuestros días. Simplemente, considera el programa tan extenso que la iglesia tiene para construir templos y capillas para poder ponerse al día con dicho crecimiento. A fecha de hoy (2013), se completa y se dedica una capilla aproximadamente cada día del año en algún lugar del mundo.
21 Entonces (en los últimos días) dirás (tú Israel) en tu corazón: ¿Quién me engendró a éstos (¿de dónde han salido tantos israelitas? ¿cómo es esto posible?), dado que he perdido a mis hijos, y estoy desolada, cautiva y voy errante de un lado a otro (dispersada)? ¿Y quién crió a éstos? He aquí, fui abandonada (yo creí que ya estaba acabada, terminada); ¿dónde estuvieron éstos?
Espero que puedas empezar a apreciar la habilidad tan inspirada que Isaías tenía para generar imágenes y sentimientos—un verdadero drama—a medida que enseña. Quizás hayas podido sentir el desánimo de Israel y posiblemente te hayas dado cuenta del toque de autocompasión que tiene Israel por si misma a medida que Isaías la describe en este capítulo. Así pues, con gran maestría, Isaías concibe el escenario para la sorpresa que experimentará Israel ante el cumplimiento, en los últimos días, de las profecías que le hizo el Señor. Esto podría simbolizar a los escépticos en todas las épocas de la historia y lugares del mundo, los cuales están destinados a verse sorprendidos cuando los milagros de la profecía del recogimiento y la Segunda Venida tengan lugar.
A continuación, el Señor responde a la pregunta de Israel, “¿De dónde han salido estos?” El Señor nos hace saber cómo logrará el gran recogimiento de Israel en los últimos días.
22 Así dice el Señor Dios: He aquí, yo alzaré mi mano (haré una señal) a los gentiles, y levantaré mi estandarte (la iglesia, el evangelio verdadero de Cristo) al pueblo; y (los gentiles) traerán en brazos a tus hijos, y en hombros llevarán a tus hijas (las naciones de los gentiles ayudarán a recoger y congregar a Israel).
23 Y reyes serán tus ayos, y sus reinas, tus nodrizas (ejemplo: Gran Bretaña tuvo una gran influencia al ayudar a establecer un lugar de residencia para los judíos en Palestina; esto fue después de la Primera Guerra Mundial. Y también ayudó a esponsorizar la entrada de la Nación de Israel en las Naciones Unidas en 1948); con el rostro hacia la tierra (los líderes de las naciones) se postrarán ante ti, y lamerán el polvo de tus pies (se dará la vuelta a los papeles en los últimos días); y sabrás que yo soy el Señor; porque los que me esperan no serán avergonzados (confiarán en mí).
Permíteme unas pocas palabras más en cuanto al cumplimiento de esta maravillosa profecía en el versículo 23, arriba. En 1830, cuando la iglesia fue oficialmente organizada, la población judía en la Tierra Santa sumaba cerca de siete mil personas. ¡Hoy en día supera los tres millones!
A continuación, en el versículo 24, Isaías representa a Israel haciéndose básicamente la siguiente pregunta, «¿Cómo es posible, que nosotros que siempre hemos sido víctimas (presas) de enemigos tan poderosos, podamos llegar a ser rescatados de ellos y lleguemos a ser un pueblo libre?” El Señor responderá a esta pregunta en el versículo 25.
24 ¿Pues será quitada la presa (Israel) al poderoso (enemigos poderosos)?; o ¿serán librados (lograr la libertad) los cautivos legítimos (el pueblo del convenio del Señor)?
25 Pero así dice el Señor: Aun los cautivos (Israel) le serán quitados (rescatados) al poderoso (enemigos poderosos), y la presa (víctimas) del tirano será librada; porque (Yo el Señor) contenderé con el que contienda contigo (Israel), y salvaré a tus hijos (la respuesta a la pregunta de Israel en el versículo 24 es que el Señor los rescatará y los hará libres).
26 Y a los (enemigos de los israelitas) que te oprimen haré comer su propia carne; y con su propia sangre serán embriagados (sin control) como con vino (tus enemigos se volverán unos contra otros y se destruirán a sí mismos; compárese con Mormón 4:5); y conocerá toda carne que yo, el Señor, soy tu Salvador y tu Redentor, el Fuerte de Jacob.
























