El Teorema de Kólob

Capítulo 9

Otros mundos mortales dentro de la Vía Láctea


COROLARIO 7:
OTROS MUNDOS MORTALES DENTRO DE LA VÍA LÁCTEA

El Padre Celestial tiene muchos otros mundos los cuales siguen el mismo patrón que la tierra y que existen ahora en uno de las varias etapas de esta progresión;  muchos  se encuentran ahora en  su período  mortal y  están habitados  con  seres que parecen,  actúan y  se asocian como  lo hacemos nosotros, ya que ellos son, como nosotros, hijos del Padre Celestial.

LOS PRINCIPIOS DEL EVANGELIO EN LOS CUALES SE BASA ESTE CAPÍTULO

La  progenie  de  Dios  es  colocada  en  otros  mundos  así como en esta tierra (D&C 76:24, 88:51-57). Cristo ayudó  al Padre  en la creación de  estos mundos.  Cristo  también es  el Salvador y Redentor de todos estos mundos.  El  Profeta nos enseñó que los habitantes de otros mundos son «salvados por nuestro mismo  Salvador».

OTRAS CIVILIZACIONES DENTRO DE LA GALAXIA

En  años  recientes,  mucho  se  ha  publicado  sobre  la probabilidad  científica  de  que  existan  en  el  universo  muchos mundos que pueden mantener vida y producir una civilización capaz de comunicación interestelar.

Todos los elementos físicos que  se encuentran en nuestro planeta  son  comunes  a  los  que  se  encuentran  extensamente dispersos a través del cosmos. No hay nada particularmente único con respecto a la estructura de la tierra y su relación con el sol que pudiera evitar que existieran mundos similares alrededor de otras estrellas. Se ha demostrado que las mismas leyes nucleares, químicas y físicas que conocemos en la tierra, funcionan en partes remotas del sistema solar.

El profesor Hallis R. Johnson, de la Universidad de Indiana, enumera los prerrequisitos para que la vida, tal y como la conocemos en la tierra exista en el espacio. Su lista, basada en la química  del  carbono,  incluye  agua  en  estado  líquido,  un suministro de oxígeno, luz, calor y gravedad apropiados.53 No presiente la probabilidad de que exista vida basada en alguna química  exótica  (que  no  sea  el  carbono).  Reporta  factores considerados por un grupo  de científicos en West Virginia en 1961.  Estos  científicos  se  reunieron  para  considerar  la posibilidad de que existan dentro de la Vía Láctea civilizaciones capaces  de  comunicación.  Los  factores,  tal  y  como  los determinaron estos científicos, son los siguientes:

  1. ¿Cuál es la tasa de creaciones de estrellas en la Vía Láctea? Él la calcula en 10 estrellas por año. Se debe pensar en las estrellas como si cada una fuera un sol.
  2. ¿Qué fracción de  los  planetas tiene  estrellas?  Johnson estima  que  uno  en  diez,  siendo  este  un  cálculo conservador.  En otro estudio,  el  Dr.  Harrison  informa que de las  100 estrellas más cercanas a nuestro sol, se sabe  que  ocho  tienen  cuerpos  oscuros  invisibles asociados con ellas por su «bamboleo,» y que 60 de ellas tienen objetos del tamaño de la masa de Marte o más grandes.54
  3. ¿Cuántos planetas están a la di stancia correcta de sus soles como para tener un ambiente que pueda soportar vida? Él concluye que cada sistema solar remoto podría,  en promedio,  contener uno  de  estos planetas  idealmente localizados  y  lo  suficientemente  grande  como  para retener una atmósfera de oxígeno por medio de su propia gravedad y tener agua en estado líquido.
  4. ¿Cuáles son las probabilidades de que aparezca vida en un planeta  favorecido  como  éste?  El  Dr.  Johnson concluye que una en diez.
  5. ¿Cuáles son  las  probabilidades  de  que  la vida  en  ese planeta produzca una civilización?  De Nuevo,  el  Dr. Johnson estima una en diez.
  6. Finalmente, él  mismo  considera  cuántas  de  estas civilizaciones son capaces de comunicación y por cuánto tiempo.

Su  resumen  final  es  que  si  una  civilización  capaz  de comunicación durara 1.000 años, podría haber por lo menos 100 civilizaciones  como  éstas  en  nuestra  galaxia,  y  que  si  estas civilizaciones duraran un billón de años, habría 100 millones de civilizaciones como éstas. «Parece muy posible que haya muchas civilizaciones alrededor de nosotros en la [Vía Láctea] galaxia».55

LA TECNOLOGÍA ES DEL SEÑOR

Tenga en consideración el progreso técnico que el hombre ha logrado en el curso de nuestras vidas. Si pudiéramos continuar este progreso por cien o mil años más,  ¡que  fantástico mundo material sería este!

De hecho,  consideramos  como  altamente posible  que  el Milenio  será una era de extremadamente  avanzada tecnología. Muy posiblemente les será solicitado a los niños escolarizados, a los estudiantes universitarios y a los profesores que continúen con sus esfuerzos después de la venida de Cristo. La destrucción que acompañará el retorno de Cristo muy posiblemente destruirá mucha de nuestra base industrial, sin embargo como hemos visto con Japón y Alemania después de la Segunda Guerra Mundial, ésta puede ser una oportunidad para reconstruir con la tecnología más  avanzada  disponible  que  haya  en  ese  momento. Consideremos la principal tarea del Milenio – la obra del templo. Esta  tarea  depende  en  la  actualidad  altamente  de  los computadores,  el equipamiento audiovisual y  los templos que usan  electricidad.  Si  nosotros,  que  actualmente  estamos avanzando a paso de tortuga en esta obra,  dependemos de tal tecnología,  ¿no  podría  el  Señor  decidir  usar  las  mismas herramientas para avanzar y coordinar la obra del milenio entre miles de templos y billones de ordenanzas? Es difícil imaginar la unión de todo el «libro de las generaciones de Adán,» tan sólo con papel y lápiz. Estas nuevas invenciones técnicas son del Señor, y sospechamos que El tendrá a Sus fieles santos usándolas, incluso en el Milenio.

LOCALIZANDO  CIVILIZACIONES EXTRATERRESTRES

Se han hecho algunos intentos preliminares con el fin de detectar señales de radio de civilizaciones dentro de la galaxia. Hasta ahora no se ha tenido ningún éxito. En  1981  los Estados Unidos  canceló  la  financiación  del  proyecto  por parte  del gobierno, sin embargo con financiación privada del  «Planetary Society of Pasadena, California»’ se continuó la búsqueda con nuevos equipos sensibles.

El profesor Horowitz,  físico  y  experto  en electrónica,  ha propuesto un sofisticado receptor para buscar cualquier tipo de señal que alguna sociedad extraterrestre pudiera estar trasmitiendo a la tierra. El receptor sería capaz de escuchar un cuarto de millón de  canales  de  radio  simultáneamente,  sería  anexado  a radio telescopios existentes, tales y como la antena gigante de  1.000 pies  en Arecibo,  Puerto  Rico,  y  buscaría  señales  de  radio, frecuencias especiales o «mágicas.» Estas son frecuencias, tal y como  los  de  canales  de  TV,  que  serían  conocidas  por  otras civilizaciones como la nuestra, porque las leyes de la naturaleza son posiblemente las mismas en todas partes. Ya que estos canales son característicos, cualquier señal en ellos se destacaría de entre el ruido aleatorio de radio de la galaxia, y algunos científicos piensan  que  civilizaciones  extraterrestres podrían  usarlos para enviar señales de su existencia a nuevas civilizaciones emergentes como la nuestra.

La idea de otros mundos con seres inteligentes puede parecer alarmante al hombre común y corriente, quien concluyó en los siglos pasados que nuestro planeta y el hombre eran el núcleo del universo. Sin embargo, para los Santos de los Últimos Días, todo esto fue mencionado hace mucho tiempo en las enseñanzas del evangelio a través del Profeta Joseph Smith.

MUCHOS MUNDOS

Tenemos  razón  para  creer  que  el  número  de  mundos habitados es más grande de lo que la ciencia ha estimado. En los cálculos previamente citados, el científico estimó que en mundos aptos para el desarrollo de vida, pocos de hecho producirían vida y civilización. Sin embargo, si Dios estuviera ensamblando estos mundos ideales, no fallaría.

En una gran visión de los cielos, a Moisés se le mostraron «mundos  sin  número»  que  el  Señor  Dios  había  creado.  El Señor dijo:

Los cielos… para mí están contados, porque son míos.

Y así como dejará de existir una tierra con sus cielos, así aparecerá otra; y no tienen fin mis obras…

Porque, he aquí, ‘Esta es mi obra y mi gloria: llevar a cabo la inmortalidad y la vida eterna del hombre» [Moisés 1:37-39].

Pero sólo te doy un relato de esta tierra y sus habitantes. Porque he aquí, hay muchos mundos que por la palabra de mi poder han dejado de ser. Y hay muchos que hoy existen, y son incontables para el hombre; pero para mí todas las cosas están contadas, porque son mías y las conozco. [Moisés 1:35]

Estas consideraciones llevan a la conclusión de que debe haber muchos millones de mundos que sostienen vida en nuestra galaxia.  De  hecho,  en  Egyptian  Alphabet  and  Grammmar (Alfabeto Egipcio y Gramática), Joseph Smith se refiere al «grado de luz – animando la faz de millones de planetas».56  Los Santos de los Últimos Días creen en muchos mundos habitados.

¿CÓMO SON LOS HABITANTES DE OTROS MUNDOS?

De acuerdo con el Teorema de Kólob, las formas de vida en otros  planetas  de  hecho  incluyen  los  hijos  engendrados  por Elohim. El Señor le reveló a Joseph Smith «que por él [Cristo], a través de  él y  de él,  los mundos  son y  fueron creados, y  sus habitantes son engendrados hijos e hijas para Dios» (D&C 76:24). Nótese que «los mundos» tienen «habitantes» y esos habitantes son hijos de nuestro Dios.

La idea de la posibilidad de pequeños hombres verdes con cuernos que existen en Marte o en alguna otra parte del universo, ha generado muchos chistes. Un autor especuló con respecto a algún día encontrarse con un habitante del espacio con «barba verde y tres estómagos.» Los Santos de los Últimos Días saben que tales habitantes se parecerían a los hombres de la tierra. Ya que estos habitantes son hijos e hijas de Dios, de la misma manera son creados a Su imagen y semejanza, varones y hembras.

LAS MISMAS LEYES OPERAN EN OTROS MUNDOS

La declaración del Profeta Joseph Smith de que habitantes de otros mundos son salvados por nuestro mismo Salvador indica que hay muchos planetas que siguen el mismo patrón de la tierra. Probablemente la expiación de Jesucristo está disponible para ellos, bajo  las mismas normas que lo está para nosotros. Tales condiciones deben incluir guardar los mandamientos, vencer un demonio (o demonios) en su mundo, ser bautizados por agua y por el Espíritu, vivir una vida recta y ser unidos en matrimonio a través el sacerdocio. El sacerdocio de Dios no conoce límites dentro de Su universo. Abraham nos da una representación de «Dios, sentado sobre su trono, revelando a través de los cielos las grandes palabras claves del sacerdocio» (Abraham Facsímile 2:7, énfasis añadido).

Jesucristo  explicó  más  a Joseph  Smith,  en  cuanto  a  la extensión de  Sus reinos,  «y  hay muchos reinos;  pues no  hay espacio en el cual no haya reino; ni hay reino en el cual no haya espacio, bien sea un reino mayor o menor» (D&C 88:37).

Más tarde, en la misma revelación, el Señor explica que Él visita cada una de sus creaciones en secuencia:

Compararé estos reinos a un hombre [Dios] que tiene un campo [galaxia], y envió a sus siervos a cavar en él.

Y dijo al primero: Ve y trabaja en el campo, y en la primera hora vendré a ti, [en tu mundo] y verás el gozo de mi semblante;

Y dijo al Segundo: Ve tú también al campo, y en la segunda  hora te visitaré con el gozo de mi semblante;

Y también al tercero, diciendo: Te visitaré;

Y al cuarto, y así hasta el duodécimo.

Y así, todos recibieron la luz del semblante de su señor,  cada hombre en su hora, en su tiempo y en su época.

Cada hombre en su propio orden…

Por consiguiente,  compararé todos  estos  reinos y  sus  habitantes a esta parábola, cada reino en su hora y en su tiempo  y su época, de acuerdo con el decreto que Dios ha establecido  [D&C 88:51-55,58,60,61).

El Dignatario B.H. Roberts sintió que el patrón de concejos  de presidentes, compuestos de presidencias y quórums, también  existe  en  otros  mundos.  El  Dignatario  Roberts  dijo:  «Cada  presidencia de un sistema de mundos o de cada planeta en particular es la personificación de esa autoridad que se extiende desde  el  principio  de  la  línea  de  Dioses  a través  del  universo».58 Basándonos en las palabras de Dios a Enoc, concluimos que los  habitantes de otros mundos también experimentan iniquidad y  rectitud. Dios le dijo: «Puedo extender mis manos y abarcar todas  las creaciones que he hecho; y mi ojo las puede traspasar también,  y de entre toda la obra de mis manos jamás ha habido tan grande  iniquidad como entre tus hermanos» (Moisés 7:36).

El Teorema de Kólob sostiene que la experiencia mortal que  encontramos  aquí en la tierra se repite muchas,  muchas veces  dentro de la galaxia. De hecho, es un patrón universal para muchos  mundos previos y muchos más por venir.

MUCHOS MUNDOS EXALTADOS

Sí,  mundos  más  allá  de  la  habilidad  del  hombre  para  contarlos, han seguido el patrón de creación, Jardín del  Edén,  mortalidad, milenio y celestialización, podríamos encontrar que  hay  muchos  mundos que  han  finalizado  su  curso  y  han  sido  exaltados  en  el  ardiente  núcleo  de  la  galaxia.  Sin  duda,  si  pudiéramos ver a través del velo de polvo en el núcleo galáctico,  podríamos ver muchos mundos exaltados. Orson Pratt explica su  opinión con estas palabras: «Cuando cada creación de Dios ha  llenado la medida y límites establecidos y los tiempos dados para  su continuación en un estado temporal, esta creación tanto como  sus  habitantes  que  sean  dignos  serán  hechos  celestiales  y  glorificados juntos».

CONCLUSIÓN

Basados en la evidencia anterior, concluimos que Cristo creó  todos los mundos del Padre Celestial. Que Su expiación llevada  a cabo en esta tierra es válida y efectiva en todos los otros mundos.  Que los habitantes de estos otros mundos se parecen y  actúan  como nosotros porque también son hijos de Dios esforzándose  en su probación mortal y que hay muchos mundos habitados por  otros hijos de nuestro Padre Celestial.


53 Hollis R. Johnson, «Civilizations Out in Space,» (Civilizaciones fuera del Espacio) BYU Studies, Autumn 1970, Vol. 11, No. 1, página 5.
54 Hal  Knight,  «Are  There  Millions  of Earth-like  planets?,»  Desereí News, Feb. 2, 1966,  página A13.
55 Ibid., página 9.
56 Joseph  Smith,  Egyptian  Alphabet  and Grammmar  (Alfabeto  Egipcio y Gramática),  página 28.
57 Joseph Smith,  Times and Seasons (Tiempos y Estaciones), Agosto  1843,  Vol. 4:4.
58 B.H.  Roberts,  «The  Gods  and Their Government,»  (Los  Dioses  y  Sus Gobiernos) Contributor, 9:115-118.
59 Orson Pratt, Journal of Discourses (Diarios de Discursos), 17:332-333

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