Capítulo 2
El Teorema de Kólob y doce corolarios
AFIRMACIÓN DEL TEOREMA DE KÓLOB
Todas las creaciones de Dios, nuestro Padre Celestial, están localizadas dentro de los sublimes y ordenados límites de la Vía Láctea. Dios se sienta sobre su trono en el núcleo de la galaxia, “en medio de todas las cosas” (D&C 88:13), y controla todos los reinos que Sus manos han hecho.
COROLARIOS DEL TEOREMA DE KÓLOB
Las siguientes extrapolaciones de la teoría básica se ofrecen como posibles explicaciones:
Corolario 1: Localización del reino celestial
Además del trono de Dios, los mundos celestiales del Padre Celestial, y la totalidad del reino celestial está en el glorioso núcleo, o en la región central de nuestra galaxia de la Vía Láctea.
Corolario 2: Emisiones desde el núcleo de nuestra galaxia oscurecidas por un velo
Las radiaciones de la luz de Dios, las cuales proceden de Su presencia para llenar la inmensidad del espacio (D&C 88: 12), se filtran a través de velos de polvo interestelar, el cual bloquea nuestra vista mortal del reino celestial. Cuando uno penetra este “velo” se encuentra dentro del ardiente ambiente del reino celestial.
Corolario 3: El número de creaciones de Dios
Aunque el número de las creaciones de Dios va más allá de la capacidad del hombre para contarlas, cada una es conocida por Dios. Estas creaciones son finitas en número en cualquier momento dado en el tiempo y se componen de alrededor de 150 billones de estrellas, mas sus planetas asociados tal y como existen actualmente en la galaxia de la Vía Láctea.
Corolario 4: Localización de los tres grados de gloria
Los reinos, terrestre y telestial, están localizados en anillos concéntricos consecutivos en forma de “donut” rodeando el reino celestial o el núcleo de la galaxia; nuestro sol y la tierra actualmente están localizados en el anillo exterior o telestial de la galaxia de la Vía Láctea.
Corolario 5: Localización de las tinieblas de afuera
“Las tinieblas de afuera”, el lugar a donde Satanás finalmente será expulsado (D&C 76:44-49) junto con los hijos de perdición, está más allá de los alcances de la galaxia de la Vía Láctea. Donde no hay luz o calor, ni soles ni estrellas.
Corolarios 6: La secuencia del desarrollo de la tierra
Nuestro planeta tierra fue primeramente formado en una órbita de Kólob en el núcleo celestial de la galaxia. Emigró a través del anillo terrestre (período del Jardín del Edén), y tomó su posición actual en una órbita del sol, para su probación telestial en la mortalidad. La tierra retornará alejándose del sol pasando otra vez a través del anillo terrestre (período milenario), para finalmente recuperar su órbita original alrededor de Kólob en el reino celestial.
Corolario 7: Otros mundos mortales dentro de la Vía Láctea
El Padre Celestial tiene muchos otros mundos los cuales siguen el mismo patrón que la tierra, y que ahora existen en una de las varias etapas de esta progresión; muchos se encuentran ahora en su período mortal y están habitados con seres que se parecen, actúan y se asocian como lo hacemos nosotros, ya que ellos son, así como nosotros, hijos del Padre Celestial.
Corolario 8: Velocidad del desplazamiento
Debe existir una velocidad de desplazamiento de seres celestiales, más rápida que la velocidad de la luz, una velocidad tal y como la velocidad del pensamiento.
Corolario 9: Cronometrando el tiempo
El Padre Celestial tiene un sistema de tiempo – un reloj, por así decir, similar al nuestro, pero moviéndose más lentamente; en proporción es como de uno a 365.000. El tiempo de la tierra se experimenta únicamente durante la probación telestial de la tierra. Además, un “reloj” terrestre debe existir para medir los períodos del Jardín del Edén y del Milenio.
Corolario 10: A la imagen del cielo
Las cosas en esta tierra están hechas de modelos celestiales, y también descienden de estos modelos celestiales, así que podemos entender el cielo en parte a través del estudio de esta tierra. Dios mismo vive en un lugar real, compuesto de materiales reales en una esfera de cristal – un gran Urim y Tumim.
Corolario 11: Los hijos del Padre Celestial se convierten en dioses
Los hijos fieles del Padre Celestial quienes siguen sus leyes celestiales tendrán la oportunidad, después de su resurrección y exaltación en el reino celestial, de formar nuevas galaxias y Kólobs – cada una con un núcleo, con soles y mundos como lugares de residencia de su propia incontable progenie espiritual dando origen a una nueva generación de dioses.
Corolario 12: Deidades además de Elohim
Los incontables billones de galaxias externas más allá de la Vía Láctea no son las creaciones de Elohim, sino cada una tiene su propio dios, su propio reino celestial en su ardiente núcleo, con reinos terrestres y telestiales a su alrededor. Quizá las galaxias, de la misma forma, se agrupan y rotan alrededor de núcleos de un orden mayor.
























