Introducción

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En junio de 1963, se publicó el primer artículo de una serie memorable en la revista The Instructor. Como editores, estábamos profundamente preocupados de que nuestros lectores, estudiantes universitarios, pudieran encontrar orientación hacia los problemas filosóficos básicos a través de la percepción de un erudito que conociera tanto el evangelio como la filosofía. Invitamos a Truman G. Madsen, quien posee un doctorado de la Universidad de Harvard y quien se desempeñaba como presidente de la Misión de Nueva Inglaterra, a asumir el rol de autor. Nuestra primera idea fue un solo artículo. El Dr. Madsen presentó lo que es el primer capítulo de este libro, titulado, “¿De Dónde Viene el Hombre?” Las notas al pie no se incluyeron, pero estaban disponibles bajo pedido especial. El interés de los lectores fue intenso y las solicitudes superaron nuestra limitada oferta. Entonces invitamos al hermano Madsen a contribuir con seis artículos posteriores, uno sobre cada cuestión básica planteada en la declaración original. Publicamos las notas completas de estos artículos en la revista y recibimos muchas cartas de los lectores expresando su agradecimiento.

The Instructor se complace en fomentar esta reimpresión en forma de libro por las mismas razones por las que publicó los artículos originales. Esas razones se expusieron en la introducción que se reproduce aquí de la siguiente manera:

El presidente Truman G. Madsen escribe tanto en el lenguaje del eclesiástico como en el del filósofo. Algunos lectores pueden preferir que los dos puntos de vista se mantengan separados; otros pueden sentir que las preguntas están más allá de nuestra consideración adecuada. Reconocemos que el espacio es limitado y que estos “imponderables” han provocado volúmenes de argumentos. Sin embargo, muchos estudiantes serios están leyendo ampliamente hoy en día y se están encontrando con las ideas de pensadores serios desde la antigüedad hasta el presente.

Preguntan a sus líderes de la Iglesia: “¿Cómo se comparan los argumentos y las posiciones de las diversas ‘escuelas’ de pensamiento con las enseñanzas de José Smith y del Evangelio Restaurado?”

El hermano Madsen responde a esta pregunta, al menos en parte; y lo hace con una penetración considerable. Trae a esta tarea un conocimiento profundo de la doctrina de la Iglesia, además de una educación erudita en filosofía, además de una profunda convicción interna sobre la veracidad del Evangelio de Jesucristo. Desde este punto de vista dirige la atención del lector a seis “enigmas en la filosofía y teología”. Invita a pensar y a un estudio más profundo de estas preguntas, y desafía a aquellos cuya lectura puede haber pasado por alto el significado de lo que algunos llaman “la larga conversación”. Los líderes de la juventud necesitan conocer las ideas y el lenguaje que sus estudiantes encuentran en la educación secular. Necesitan estudiar los argumentos sobre cuestiones filosóficas básicas. Necesitan entender el Evangelio para poder interpretarlo a estos estudiantes y ayudarles a ver las cosas “de buena reputación” en perspectiva.

Es para ayudar en este estudio serio que presentamos este artículo introductorio, uno que consideramos un hito notable en nuestros 97 años de publicación de The Instructor.

LORIN F. WHEELWRIGHT
Editor Asociado de The Instructor
Publicado por el Consejo de la Unión de la Escuela Dominical Deseret