17
El Regreso a Casa
La gran experiencia de José con sus hermanos fue una noticia importante para todo Egipto, ya que había preservado sus vidas durante la hambruna.
Así que la escritura dice: “Y se oyó la fama de esto en la casa de Faraón, diciendo: Han venido los hermanos de José; y esto agradó a Faraón y a sus siervos.”
De hecho, Faraón estaba tan complacido que le dijo a José: “Di a tus hermanos: Haced esto; cargad vuestras bestias e id, volved a la tierra de Canaán; y tomad a vuestro padre y a vuestras familias, y venid a mí; y os daré lo bueno de la tierra de Egipto, y comeréis de la abundancia de la tierra.
“Ahora eres ordenado, haced esto; tomad carros de la tierra de Egipto para vuestros niños y para vuestras mujeres, y traed a vuestro padre y venid. Y no os preocupéis por vuestras pertenencias; porque todo lo bueno de la tierra de Egipto es vuestro.”
Los diez hermanos ahora recibieron un trato que nunca habían esperado. Cuando fueron llevados por primera vez a la casa de José, pensaron que iban a ser castigados por el Señor por vender a José como esclavo, y esperaban problemas.
Habían visto a Simeón ser encarcelado como garantía de su regreso, y habían pasado por la prueba de posiblemente perder a Benjamín también. Pero ahora las circunstancias estaban completamente invertidas. José, en su compasión y generosidad, y Faraón, en apreciación por todo lo que José había hecho, les dieron a los hermanos todas las cortesías de la corte del rey.
Al salir para regresar a casa, José expresó su preocupación por un viaje seguro, diciendo: “No riñáis por el camino.”
Al regresar a Canaán, fueron directamente a Jacob con la sorprendente buena noticia: “José vive aún, y él es gobernador sobre toda la tierra de Egipto. Y el corazón de Jacob desfalleció, porque no los creía.”
Pero continuaron relatando su inusual experiencia con José en Egipto. “Y le contaron todas las palabras de José, que él les había dicho; y viendo Jacob los carros que José enviaba para llevarlo, el espíritu de Jacob su padre revivió:
“Entonces dijo Israel: Basta; José mi hijo vive todavía; iré y le veré antes que muera.” (Génesis 45:16-28.)
RESUMEN:
La noticia de la reconciliación de José con sus hermanos se difundió rápidamente en Egipto, complaciendo al faraón y sus siervos. Faraón ofreció a José carros y provisiones para que sus hermanos volvieran a Canaán, trajeran a Jacob y a toda su familia a Egipto, y disfrutaran de la abundancia de la tierra.
Los hermanos, que inicialmente temían represalias, fueron tratados con generosidad y cortesía. Al llegar a Canaán, contaron a Jacob que José estaba vivo y era gobernador de Egipto. Al principio, Jacob no lo creyó, pero al ver los carros y escuchar la historia, su espíritu revivió y decidió ir a ver a José antes de morir.
Este capítulo destaca la transformación completa de la narrativa de José, desde la traición y el sufrimiento hasta la reconciliación y la abundancia. La generosidad de José y el apoyo del faraón reflejan cómo las situaciones adversas pueden revertirse y convertirse en bendiciones a través de la providencia divina.
La reacción inicial de incredulidad de Jacob subraya la magnitud del milagro de la supervivencia y éxito de José. Su revitalización al escuchar la noticia y ver las pruebas tangibles de la generosidad de José y el faraón simboliza la restauración de la esperanza y la unidad familiar.
El mandato de José de “no reñir por el camino” a sus hermanos sugiere una exhortación final para mantener la paz y la armonía en su viaje de regreso, simbolizando el cierre de un capítulo de discordia y el inicio de uno nuevo de reconciliación y prosperidad.
Este capítulo también resalta la importancia de la fe y la confianza en los planes divinos, mostrando que incluso las pruebas más difíciles pueden llevar a resultados sorprendentes y bendiciones si se enfrentan con integridad y fe. La reunificación de la familia de Jacob en Egipto marca un paso crucial en el cumplimiento de las promesas divinas hechas a Abraham, Isaac y Jacob.
























