La Gran Apostasía

La Gran Apostasía
por James E. Talmage

Capítulo 10

Los Resultados de La Apostasía


Su Secuela

  1. La condición enteramente apóstata y absolutamente corrupta de la iglesia de Roma, como se proclama por su historia hasta el fin del siglo quince, [45] fue necesariamente acompañada por la ausencia de toda santidad y poder espirituales, cualesquiera que hubiesen sido las pretensiones arrogantes de la iglesia, tocantes a autoridad en los asuntos espirituales. Los levantamientos contra la iglesia, tanta rebelión contra su tiranía como protestas contra sus herejías, no eran pocos. El más significativo de estos anti – iglesia surgió en conexión con el despertar de la actividad intelectual, el cual comenzó en la última parte del siglo catorce. El período, del siglo diez adelante, al tiempo del despertar, ha llegado a ser conocido como ‘las edades obscuras’, caracterizadas por el estancamiento en el progreso de las. artes y las ciencias útiles, así como también de las artes y letras refinadas y por una condición general de analfabetismo e ignorancia entre las masas.
  2. La ignorancia es un terreno fértil para la mala vegetación y el gobierno despótico y las falacias doctrinales de la iglesia, durante este periodo de obscuridad, se nutrieron por la ignorancia de los tiempos. Junto con el cambio conocido en la historia como «el renacimiento de las letras», vino la lucha por la libertad de la tiranía eclesiástica.
  3. Una de las primeras rebeliones contra el despotismo temporal y espiritual de la iglesia papal, fue la de los Albigenses en Francia, durante la centuria trece. Este levantamiento había sido aplastado por la autocracia papal con mucha crueldad y derramamiento de sangre. La próxima rebelión notable sería la de Juan Wicbliffe en el siglo catorce. Wicbliffe era un profesor de la Universidad de Oxford, Inglaterra. El osadamente atacaba el poder siempre creciente y grandemente abusador. de los, monjes y denunciaba la corrupción de la Iglesia y la prevalencia de los errores doctrinales. El era particularmente enfático en su oposición a las restricciones papales, en cuanto al estudio popular de las Escrituras y dio al mundo una Versión Inglesa de la Santa Biblia, traducida de la Vulgata. A pesar de la persecución y sentencia, él murió de muerte natural; pero años más tarde, la iglesia insistía en tener venganza y, en consecuencia, sus huesos fueron exhumados e incinerados y las cenizas esparcidas por los vientos.
  4. En el continente europeo la agitación contra la iglesia fue continuada por Juan Hua y por Jerónimo de Praga, quienes segaron el martirio como la cosecha de su justo celo. Estos incidentes se citan a fin de mostrar que aunque la iglesia hace mucho había sido apóstata hasta el centro, había hombres dispuestos a sacrificar su vida en lo que ellos. juzgaban ser la causa de la verdad.
  5. Las condiciones existentes a la apertura del siglo dieciséis, se han reunido concisamente por un historiador moderno, de la siguiente manera: “Previo a la apertura de la centuria dieciséis, había habido comparativa mente pocos aunque hubo algunos como los Albigenses en el sur de Francia, los Wicblifftas en Inglaterra y los Husitas en Bohemia quienes negaban la autoridad suprema e infalible del obispo de Roma en todos los asuntos tocantes a la religión. Hablando en una manera muy general seria correcto decir que, a la clausura del siglo quince, todas las naciones de Europa Occidental profesaban. la fe de la iglesia Católica Latina o Romana y rendían obediencia a la Sede Papal. (Myers “Gen. Hist.” pág. 520)

LA REFORMA

  1. La próxima rebelión notable contra la iglesia papal ocurrió en el siglo dieciséis y llegó a tales proporciones como para ser designada la Reforma. El movimiento empezó en Alemania alrededor de 1517, cuando Martín Lutero, un monje de la orden Agustinos e instructor en la Universidad de Wittemburg, públicamente se opuso e intensamente denunció a Tetzel, el agente sinvergüenza de las indulgencias papales. Lutero estaba consciente en su convicción de que el sistema entero de las penitencias e indulgencias de la iglesia, eran contrarias a las Escrituras, a la razón y al derecho. En línea con las costumbres académicas del día la de desafiar discusión y debate sobre cuestiones disputadas Lutero escribió sus famosas noventa y cinco tesis contra la práctica de otorgar indulgencias y una copia de éstas la clavó en la puerta de la iglesia de Wittemburg, invitando a la crítica sobre eso a todo erudito. Las noticias, se esparcieron y las tesis se discutieron en todos los centros escolares de Europa.. Lutero entonces, atacó otras prácticas y doctrinas de la iglesia Romana, y el papa León X promulgó un “Decreto o Bula Papal” contra él (Lutero ) demandando una retractación incondicional so pena de excomunión de la iglesia. Lucero, públicamente quemó el documento del papa y así declaró su rebelión manifiesta. La sentencia de excomunión fue declarada.
  2. No podemos continuar aquí, en detalle, con los hechos de este resoluto reformador. Baste decir que no se le dejó mucho tiempo luchar solo. Entre sus apoyadores hábiles se contaba Filipi Melanchton, un profesor de Wittemburg. A Lucero se le llamó ante un consejo o Dieta en Warma en 1521. Allí él se declaró abiertamente por la libertad individual de conciencia. Hay inspiración en sus palabras: “No puedo someter mi fe ni al papa ni al consejo, porque es tan claro como el día que ellos frecuentemente han errado y se han contradicho. A menos que el por tanto, yo sea convencido mediante el testimonio de escritura, o por medio del razonamiento más claro a menos que yo sea persuadido por medio de los pasajes que he citado y a menos que yo deje obligado a mi corazón por la palabra de Dios, no puedo retractarme y no me retractaré porque es inseguro para un Cristiano hablar contra su conciencia. ¡AQUÍ ME QUEDO, NO PUEDO HACER MAS, QUE DIOS ME AYUDE!, Amén
  3. La controversia religiosa se extendía a través de Europa.. En la Segunda Dieta de Espira (1529) un edicto se promulgó contra los reformadores; a éste, los representantes de siete principales Alemanas y otros delegados, redactaron una PROTESTA formal en consecuencia de la cual acción los reformadores, de ahí en adelante, fueron conocidos como PROTESTANTES. Juan Elector de Sajonia, apoyó a Lutero en su oposición a la autoridad papal y emprendió el establecimiento de una iglesia independiente, la constitución y plan de la cual se prepararon a su instancia por Lutero y Melanchton. Lutero murió en el año 1546, pero la obra de revolución si no en verdad reformación, continuó creciendo. No obstante, los Protestantes luego se dividieron entre sí formando sectas contendientes.
  4. En Suiza, Ulrich Zuinglio dirigió el movimiento hacia una reforma; se le acusó de herejía y cuando fue puesto ante un tribunal, se defendió sobre la autoridad de la Biblia., como en contra del edicto papal, y por el tiempo fue exitoso. La disputa era amarga y en el año 1531 los Católicos y los Protestantes. de la rebelión emprendieron una batalla real, en la cual Zuinglio fue muerto y su cuerpo brutalmente mutilado.
  5. Juan Calvino se apareció próximo como líder de los Reformadores Suizos, aunque él era un oponente de muchas de las doctrinas de Zuinglio. Tal ejerció una gran influencia como maestro y se le conoce como extremista en doctrina. El abogó y vehemente defendió el dogma de la predestinación. absoluta, negando así el libre albedrío del hombre. En Francia, Suecia, Dinamarca y Holanda, los líderes surtieron y los Protestantes y se hicieron fuertes en su oposición a la iglesia Romana, aunque las varias di visiones eran antagonistas la una de la otra, sobre muchos puntos de doctrina.
  6. Un efecto de este levantamiento Protestante era el despertar parcial de la iglesia Romana a la necesidad de reforme interna y se intentó una redeclaración autoritaria de los principios Católicos. El movimiento se llevó a cabo mayormente por el famoso Concilio de Trento (1545 – 1563) cuyo cuerpo desautorizó a la iglesia los reclamos extremos para indulgencias y negó la responsabilidad de muchos de los abusos con que se la acusó. Pero en conexión con la reforma intentada vino una demanda por obediencia más implícita a los requerimientos de la iglesia.
  7. Cerca del fin del siglo quince, durante el reinado Fernando e Isabel, la corte de la Inquisición, entonces conocida coma “el Santo Oficio”, había sido establecida en España. El propósito principal de este Tribunal secreto fue el del descubrimiento y castigo de las herejías. De esta infamosa Institución operativa en España, Myers, dice: “El Santo Oficio corno se le estiló al Tribunal, de este modo llegó a ser el instrumento de la crueldad más increíble. Miles fueron quemados atados a un poste y diez de millares más fueron condenados a penas menos terribles. La reina Isabel al otorgar su consentimiento para establecer el tribunal dentro de sus dominios, sin duda fue movida por el celo religioso más puro y sinceramente sabia que; al suprimir la herejía, ella estaba desempeñando un simple deber y rindiendo buen servicio a Dios. ‘En el amor de Cristo y su Madre Virgen, ella dice, he causado gran miseria. He despoblado ciudades y distritos, provincias y reinos’. [46]
  8. Ahora, en el siglo dieciséis, en conexión con la reforma intentada en las doctrinas del Catolicismo, la terrible Inquisición “tomó nuevo vigor y nueva actividad y la herejía fue tratada austeramente”. Considerad lo siguiente como en echar luz en las condiciones del tiempo. A este punto, en conexión con las persecuciones de la Inquisición, no debemos dejar de recordar que en la centuria dieciséis un rechazo de conformarse al culto establecido fue considerado por todos, tanto por Protestantes como Católicos, como una especie de traición contra la sociedad y fue tratada en conformidad. Por tanto, hallamos a Calvino en Génova consintiendo la quemazón de Serveto (1533) porque había publicado opiniones que los Calvinistas consideraban heréticas; y en Inglaterra vemos a los Protestantes Anglicanos emprendiendo las persecuciones más crueles, amargas y persistentes, no solamente contra los Católicos, sino también contra todos los Protestantes que rehusaron conformarse a la Iglesia Establecida”. (Myers, abra citada, pág., 527)
  9. ¿Qué se dirá de una iglesia que busca propagar su fe mediante tales métodos? Son el fuego y la espada las armas con las cuales la verdad lucha sus batallas? ¿Son la tortura y la muerte los argumentos del evangelio? No obstante las terribles persecuciones a las cuales la Iglesia primitiva estaba sujeta a manos de enemigos paganos, las persecuciones emprendidas por la iglesia apóstata eran mucho más terribles. ¿Puede tal iglesia de cualquiera posibilidad ser la iglesia de Cristo?. ¡Dios no lo permita!
  10. En las rebeliones contra la iglesia de Roma, hemos notado, especialmente en la Reforma, que el celo de los reformadores se dirigió hacia muchas falacias en las doctrinas que ellos abrogaron. Lutero mismo proclama la doctrina de la predestinación absoluta y de la justificación por la fe sola; da esta manera, nulificar la creencia en los derechos dados por Dios del libre albedrío y perjudicando la importancia del esfuerzo individual. (Véase “Artículos de FE”, cap. 5) Calvino y otros no eran menos extremos. Sin embargo, su ministerio contribuyó al despertar de la conciencia individual y ayudó a ocasionar una medida de libertad religiosa, de la cual hace mucho se había privado al mundo. [47]

EL LEVANTAMIENTO DE LA IGLESIA DE INGLATERRA

  1. Al tiempo de la rebelión de Martín Lutero contra la iglesia de Roma, Enrique VIII reinaba en Inglaterra. En común con todos los otros países de Europa occidental, Bretaña fue profundamente agitada por el movimiento de La Reforma. El rey abiertamente defendió a la Iglesia Católica y publicó un libro en oposición a los reclamos de Lutero. Esto agradó tanto al papa León X, que él confirió al rey Enrique el titulo distinguido de “defensor de la Fe». Esto se efectuó alrededor del año 1522 y desde ese tiempo hasta el presente, los soberanos Británicos han llevado el título orgullosamente.
  2. Dentro de unos pocos años, después do su ascensión a este titulo de distinción, encontramos al rey Enrique entre los enemigos más amargos de la iglesia Romana y el cambio sucedió de esta manera: Enrique un divorcio de su esposa, la reina Catalina, para tener la libertad de casarse con Ana Bolena. El papa vacilaba en el asunto de con y Enrique estando impaciente menospreció la autoridad del papa y se casó secretamente con Ana Bolena. Conforme a esto, el papa excomulgó de la iglesia al rey. El Parlamento británico, siguiendo las instrucciones de Enrique aprobó el celebrado “Acto de Supremacía” en el año 1534. Este estatuto declaró un cese completo de toda alianza con la autoridad papal, y proclamó al rey como cabeza su de la iglesia en Bretaña. Así se originó la Iglesia de Inglaterra, sin respeto por o pretensión de autoridad divina y ni tenía semejanza alguna a una sucesión sacerdotal.
  3. Al principio hubo poca innovación de doctrina o ritual en la iglesia recién formada y originada de la rebelión. Más tarde, una forma de credo y un plan de organización se adoptaron, dando a la iglesia de Inglaterra algunas características distintas. Durante los reinado de Eduardo VI, la reina María y la reina Elizabeth, las persecuciones entre los Católicos y los Protestantes fueron intensas y violentas. Varias sectas disconformistas surgieron, entre ellas los Puritanos y los Separatistas. Estos fueron tan perseguidos que muchos de ellos huyeron a Holanda como desterrados. De entre éstos vino la colonia notable de los Padres Peregrinos, quienes cruzaron en la Mayflower a las orillas del continente, en aquel entonces recientemente descubierto y se establecieron en América del Norte.
  4. El estudiante atento no puede menos que ver en el desarrollo de la apostasía y sus resultados, la existencia de un poder superior que obraba hacia una finalidad benéfica, pese a la naturaleza misteriosa de sus métodos. has angustiosas persecuciones que sufrieron los santos en los primeros siglos de nuestra era, la congoja, el tormento, el derramamiento de sangre consiguientes a la defensa del testimonio de Cristo, el surgimiento de una iglesia apóstata que sofocó el intelecto y esclavizó las almas de los hombres; de todas estas terribles condiciones el Señor estaba percatado de antemano, aún cuando no podemos decir o creer que estas manifestaciones de depravación humana y blasfemia de corazón, concuerdan con la voluntad divina. Ciertamente Dios permitió que el hombre ejerciera su libre albedrío sin restricción y mediante este ejercicio algunos ganaron para sí la corona de los mártires, mientras que otros llenaron la copa de su iniquidad hasta el borde.
  5. No menos palpable es la voluntad divina en las revoluciones y rebeliones, en las insurrecciones y reformas, que surgieron para combatir la tenebrosa influencia de la iglesia apóstata. Wiclef y Hua, Lutero y Melanchton, Zuinglio y Calvino, Enrique VIII en su arrogante asunción de la autoridad sacerdotal, cuan Knox en Escocía, Rogers Williams en América, éstos y muchísimos otros edificaron con mayor perfección de lo que pensaron, pues sus esfuerzos establecieron parte del fundamento de la estructura de la libertad religiosa y la libertad de conciencia, todo ello como una preparación para el restablecimiento del evangelio, según lo que se predijo divinamente.
  6. Desde el siglo dieciséis en adelante hasta el tiempo presente, las sectas profesadamente fundadas sobre los credos de la Cristiandad, se han multiplicado con rapidez.. Ahora se numeran en los miles. Por todos lados se oye el reclamo “He aquí a Cristo,” “Helo allí”. Existen sectas que han tomado su nombre de las circunstancias de su origen, como la iglesia de Inglaterra; otras llevan el nombre de sus grandes fundadores. o promulgadores, como la Luterana, Calvinista, Westeyana; algunas son conocidas por la singularidad de sus doctrinas o credos, como la Metodista, Presbiteriana y Bautista; pero hasta el comienzo del siglo diecinueve no existía sobre la tierra una iglesia que afirmara llevar el nombre o título de la iglesia de Jesucristo. La única iglesia existente en ese tiempo atreviéndose a afirmar autoridad por sucesión, era la iglesia Católica, la cual como se ha mostrado, estaba enteramente sin sacerdocio o comisión divina.
  7. Si la madre iglesia carece de un sacerdocio válido y se halla privada de fuerza espiritual ¿cómo pueden sus hijos recibir de ella el derecho de oficiar en las casas de Dios? ¿Quién osará afirmar que el hombre puede originar un sacerdocio que Dios tiene la obligación de honrar y re conocer? Damos por supuesto el hecho de que los hombres pueden instituir y por cierto instituyen entre sí sociedades, asociaciones, sectas y aún “iglesias”, si así desean llamar a sus organizaciones, aceptamos que puedan prescribir reglas, redactar leyes y formular planes de operación, disciplina y gobierno, y que todas, estas layes, reglamentos y sistemas de administración surten sus efectos en aquellos que se hacen miembros. Pero aún reconociéndoles todos estos derechos y facultades ¿de dónde pueden obtener la autoridad del santo sacerdocio, sin el cual no puede haber iglesia de Cristo? Si el poder y la autoridad sean, por cualquiera posibilidad, de origen humana, jamás ha existido una iglesia de Cristo sobre la tierra y las supuestas ordenanzas salvadoras del evangelio nunca han sido más que formas vacías.
  8. Nuestra reseña de la Gran Apostasía como se presentó en este trata do, no requiere ningún estudio detallado o crítico de la iglesia Romana como existe en tiempos modernos, ni de ninguna de las numerosas denominaciones. Protestantes que han llegado a la existencia, como hijas disidentes de la supuesta “madre iglesia”. La apostasía fue completa hasta donde conciernen la pérdida real del sacerdocio y la cesación del poder espiritual en la iglesia, mucho antes de la rebelión en el siglo dieciséis, conocido en la historia como La Reforma. Es instructivo observar, sin embargo, que la debilidad de las sectas Protestantes en cuanto a cualquier reclamo a nombramiento y autoridad divinas, se reconoce por aquellas mismas iglesias. La Iglesia de Inglaterra la cual, como mostró, se originó de una rebelión contra la Iglesia Católica Romana y su papa, esta sin fundación de reclamo a autoridad divina en sus órdenes sacerdotales, a menos que, en verdad, sea afirmar lo absurdo de que reyes y parlamentos, pueden crear y tomar para sí la autoridad celestial para legislar los estatutos terrenales.
  9. La Iglesia Católica Romana es por lo menos consistente en su reclamo de que una línea de sucesión en el sacerdocio se ha mantenido desde la era apostólica hasta la actual, aunque su pretensión es completamente insostenible en la luz de una interpretación racional de la historia. Pero el hecho permanece de que la Iglesia Católica es la única organización que osa afirmar la posesión presente del santo sacerdocio mediante un descenso inquebrantado desde los apóstoles de nuestro Señor. La Iglesia de Inglaterra, principal entre las sectas Protestantes, y toda otra iglesia descendiente, son por su propia admisión y por las circunstancias de su origen, instituciones hechas por los hombres, sin semejanza alguna de reclamo a los poderes y autoridad del santo sacerdocio.
  10. Tan tarde como 1896 la pregunta de la validez de los órdenes sacerdotales en la Iglesia de Inglaterra fue oficial y abiertamente discutida y considerada, tanto en Inglaterra como en Roma. El señor Halifax, presidente de la Unión de la Iglesia Anglicana conferida con las autoridades del Vaticano para averiguar la posibilidad de provocar una unión más estrecha entre la Iglesia Católica Romana y la Iglesia de Inglaterra. Esta involucraba la cuestión del reconocimiento de los órdenes sacerdotales de la Iglesia Anglicana por el papa y la Iglesia de Roma. El movimiento fue favorecido en los intereses de unidad y paz por el primer ministro, el Sr. Gladstone. El papa León XIII finalmente promulgó un decreto rehusando reconocer en cualquier grado la autoridad de los órdenes Anglicanos, y declarando expresamente todos las reclamos a autoridad sacerdotal de la Iglesia Inglaterra, absolutamente inválida.
  11. Seguramente la Iglesia de Roma no podía tomar otra acción que esta vxxx la consistencia de su propio reclamo a posesión exclusiva del sacerdocio por VXXX censo. Por cierto la Iglesia de Inglaterra no habría solicitado ningún otro reconocimiento de su estatus sacerdotal por la iglesia de Roma si hubiese tenido cualquier reclamo independiente al poder y autoridad del sacerdocio. La iglesia católica romana declara que todas las denominaciones protestantes son organizaciones apóstatas o instituciones de creación humana que nunca hayan tenido que ver ni una conexión remota con la iglesia que profesaba sucesión en el sacerdocio. En breve, la apóstata “madre iglesia” agresivamente proclama la perfidia de su progenie.

LA APOSTASÍA SE ADMITE

  1. El hecho de la gran apostasía se admite. Muchos teólogos que profesan una creencia en el cristianismo han declarado el hecho. Así que leemos: “no debemos esperar que la iglesia de Cristo exista en su perfección sobre la tierra. No puede hallarse esta perfección en el conjunto de estos fragmentos de la cristiandad, ni menos en uno o cualquiera de dichos fragmentos”. (Dictionary of the Bible de Smith)
  2. Juan Wesley, quien vivió de 1703 – 1791 d.C. y quien se alinea como principal entre los fundadores del metodismo, comenta de la siguiente manera sobre la apostasía de la iglesia cristiana como se evidencia por declinación temprana del poder espiritual y la cesación de los dones y gracias del Espíritu de Dios dentro de la Iglesia: “No parece que estos dones extraordinarios del Espíritu Santo (Véase 1 Cor. 12) existieron comúnmente en la iglesia más de dos o tres siglos. Raras veces los oímos mentar después de aquella época fatal cuando el emperador Constantino se hizo llamar Cristiano y con la vana suposición de que podría adelantar la causa de los Cristianos con ello, colmó de riquezas y poder a los Cristianos en general, pero particularmente al clero Cristiano. Desde esos días cesaron casi totalmente y en muy pocos casos ocurrieron. La causa no fue, como se supone, que por haberse convertido todo el mundo al Cristianismo, ya no se necesitaban. Este es un error lamentable; ni la vigésima parte de sus habitantes eran cristianos; ni siquiera de nombre. El motivo verdadero fue que el amor de muchos, casi todos los así llamados cristianos se resfrió. Los Cristianos no tenían más del espíritu de Cristo que los demás paganos. Cuando el Hijo del Hombre vino para examinar su iglesia, difícilmente halló la fe sobre la tierra. Esta fue la causa verdadera por la que los dones extraordinarios del Espíritu Santo dejaron de existir en la iglesia Cristiana; porque los Cristianos se habían tornado otra vez paganos y no les quedaba más que una forma muerta.” (Juan Wesley Works, Tomo VII, 89:26-27, Juan Wesley Works, Tomo VII, 89:26–27) [48]
  3. La Iglesia de Inglaterra hace una declaración oficial de degeneración y pérdida de autoridad divina en estas palabras: “Locos y cleros, doctos e indoctas, toda. edades, sectas y clases de hombres, se han hundido en una idolatría abominable, la más aborrecida de Dios y la mas detestable para el hombre; y esto tiene más de ochocientos años de estar así”. (La Iglesia de Inglaterra “Homilía contra el peligro de la Idolatría”, pág. 3) El Libro de Homilías en el cual se halla esta declaración por la Iglesia de Inglaterra, data desde mediados del siglo VI. Según esta declaración oficial, por ende, el mundo religioso había sido absolutamente apostata por ocho siglos antes del establecimiento del la iglesia de Inglaterra. El hecho de una apostasía universal fue proclamada extensamente, por que la homilías tomadas de la cita anterior fueron “señaladas para ser leídas en las iglesias”, en lugar de sermones bajo condiciones especificadas.
  4. La gran apostasía se predijo divinamente; su realización se atestigua tanto por escritura sagrada como por secular.
  5. N1 manto de los Ultimas Días fiel, una prueba concluyente de la apostasía universal y de la necesidad absoluta de una restauración del Sacerdocio desde los cielos se hallará en la contestación divina a la Pregunta del joven profeta, José Smith, tocante a cuál de todas las sectas contendientes era correcta me contestó que no debía unirme a ninguna, porque todas estaban en error; y el personaje que me habló dijo que todos sus credos eran una abominación a su vista que todas aquellos profesores se habían pervertido; que «con sus labios me honran pero su corazón está lejos de mi; enseñan como de hombres, teniendo apariencia de piedad, más negando la eficacia de ella”.

LA SECUELA

  1. La secuela de la Gran Apostasía es la Restauración del Evangelio marcando la inauguración de la Dispensación del Cumplimiento de los – tiempos. Este evento tuvo su época en la primera paste del siglo diecinueve, cuando el Padre y el Hijo se manifestaron al hombre y cuando el Santo Sacerdocio con todos sus poderes y autoridad, fue traído nuevamente a la tierra.
  2. La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días proclama al mundo esta gloriosa restauración; por fin la consumación de la obra de Dios a través de las edades pasadas y la preparación final para el futuro advenimiento de Jesús, el Cristo. La Iglesia afirma que después de la larga noche de obscuridad espiritual, la luz del cielo nuevamente ha venido y que la Iglesia de Cristo es establecida autoritariamente. La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días permanece sola en su declaración de que el Santo Sacerdocio está operativo sobre la tierra, no como una herencia a través de la continuación terrenal desde la era apostólicas sino como la investidura de una nueva dispensación, traída a la tierra por media de ministración celestial En esta restauración divinamente predicha y divinamente llevada a cabo, se ha presenciado una realización de la visión del Revelador.

“VI VOLAR EN EL MEDIO DEL CIELO OTRO ANGEL, QUE TENÍA El EVANGELIO ETERNO PARA PREDICARLO A LOS MORADORES DE LA TIERRA, A TODA NACION, TRIBU LENGUA Y PUEBLO, DICIENDO A GRAN VOZ: TEMED A DIOS, DADLE GLORIA, PORQUE LA HORA DE SU JUICIO HA LLEGADO; Y ADORAD A AQUEL QUE HIZO El CIELO Y LA TIERRA, El MAR Y LAS FUENTES DE AGUA”. (Apoc. 14:6-7)


NOTAS

[45] UN TESTIMONIO PAPISTA DE LA CORRUPCION DE LA IGLESIA. “El estudiante juicioso de la historia eclesiástica observará que yo me esfuerzo constantemente por sacar mis evidencia de las fuentes más excepcionales. Por ejemplo, para comprobar el estado corrupto del clero y las prácticas abominables de la sede Romana, yo produciría la evidencia de Jorge de Sajonia, un papista fanático, a quien los católicos Romanos siempre reconocen entre los defensores más sinceros y más activos de su religión. Ahora, como con ellas las Lutero y 1os otros reformadores son nada más que exageraciones, mis representaciones o falsedades directas, que escuchen por lo menos a esta duque su firme amigo y abogado, quien generalmente en asuntos religiosos se opuso a su relación, el elector de Sajonia y quien también aprobó enteramente la condenación de Lutero en Warma. Este Jorge de Sajonia exhibía la Dieta las doce cabezas de las ofensas que fuertemente requerían reforma. Dos de éstos brevemente siguen aquí: 1) Las indulgencias las cuales de deben obtener mediante oraciones, ayuno, benevolencia hacia nuestro prójimo y otras buenas obras, se venden por dinero. Su valor se ensalza más allá de toda decencia. El único objeto es ganar una cantidad de dinero. Así que los predicadores que están obligados a traer la verdad a la luz, enseñan a los hombres nada más que mentiras y fraudes. No solamente se les permite seguir así, sino que también se les paga muy bien por sus arengas fraudulentas. La razón es la gran convicción que ellos producen entre sus escuchas, lo que significa más dinero fluyendo a sus arcas. Líos de procedimientos escandalosos surgen de la fuente corrupta. Los oficiales de los obispos igualmente están intentando juntar dinero. Ellos vejan a los pobres con sus censuras por grandes crímenes, como libertinaje, adulterio, blasfemia; pero omiten de todo esto a los ricos. El clero comete los mismos crímenes y nadie ni nada los censura. Faltas que deben expiarse por medio de oraciones y ayuno, se pagan mediante dinero, a fin de que los oficiales paguen grandes sumas a sus respectivos obispos y retengan para sí una porción de las ganancias. Ni cuando se inflige una multa, no se hace de una manera como para evitar la comisión de la misma falta en el futuro, sino más bien se hace para que el delincuente comprenda que luego puede cometer esa misma falta dado que está dispuesto a pagar. Así que todos los sacramentos se venden por dinero y cuando no se tiene, éstos son absolutamente descuidados. Otra cabeza distinta de las ofensas producidas por este duque celoso, fue expresada así: “La conducta escandalosa del clero es una fuente fructífera de la destrucción de almas lastimadas. Tendrá que haber una reforma universal y ésta no se pude efectuar mejor que en un consejo general. Es, por lo tanto, el deseo más sincero de nosotros que tal medida se adopte
En Outlines of Ecclesiastical History por Roberts, pág. 3, sec. 2, y a la cual referimos el lector, aparece un resumen de la controversia medieval respecto de las maneras de ganar la gracia, entre ellas la doctrinas de Lutero y algunas más. Lo que se ha citado anteriormente se encuentra en la obra de referencia.

[46] EXTREMOS INCIDENTES EN LA REFORMA. ¿Cuáles eran los reproches aplicados constantemente a la Reforma por sus enemigos? ¿Cuáles de sus resultados se le echan en cara como si fuere incontestable? Los doce reproches principales son: la multiplicidad de sectas, la licencia excesiva de pensamientos, la destrucción de toda autoridad espiritual y la (disolución entera de la sociedad religiosa; la tiranía y la persecución. “Uds. provocan la licencia” se les ha dicho a los reformadores, Uds. Toman sobre sí, también, el castigar la herejía y eso en virtud de una autoridad ilegítima”. GUIZOT

[47] El DOGMA SECTARIO DE JUSTIFICACION UNICAMENTE. por la fe ha ejercido una influencia nociva. La idea sobre la que está fundada esta doctrina perniciosa se asociaba al principio con la de una predestinación absoluta, mediante la cual el hombre estaba de antemano destinado a la destrucción o a una salvación inmerecida. De modo que Lutero enseñó: “La excelente, infalible y única preparación para la gracia es la eterna elección y predestinación de Dios”. “Desde la caída del hombre, el libre albedrío no ha sido más que una palabra vana”. El hombre que se imagina poder alcanzar la gracia, haciendo todo lo que quiera hacer, añade pecado a su pecado, y es doblemente culpable”. “El hombre que efectúa muchas obras no queda justificado, sino aquel que sin obras tiene mucha fe en Cristo». (Estas y otras doctrinas de la así, llamada «Reforma» se hallan en History of the Reformation, por D’ aubigne, tomo 1, págs. 82, 83, 11, 122) En la obra de Miller, Church History (Tomo 4, pág.514), leemos: «El punto que más profundamente interesaba al reformador (Lucero) en todas sus obras, polémicas y peligros, era el de justificación solamente por la fe. Melanchton expresa la doctrina de Lutero en estas palabras «La justificación del hombre de lente de Dios procede de la fe únicamente. Esta fe entra en el corazón del hombre sólo por la gracia de Dios. Y más adelante: «En vista de que todo cuanto acontece necesariamente sucede de acuerdo con la predestinación divina; no hay tal cosa como libertad en nuestra voluntad».(D’Aubigne, tomo 3, Pág. 340). Es cierto que Lucero vigorosamente denunció y ve¬hemente negó que él tuviera la culpa de los excesos que esta doctrina provocó, sin embargo, no casó de proclamar enérgicamente la doctrina. Nótese sus palabras: «Yo, el doctor Martín Lutero, indigno heraldo del evangelio de nuestro Señor Jesucristo, confieso este articulo: que la fe sola, sin obras, justifica delante de Dios; y declaró que perdurará y permanecerá para siempre a pesar del emperador de los romanos, el emperador de los turcos, el emperador de los persas; a pesar el papa y todos los cardenales, con los obispos, sacerdotes, monjes y monjas; a pesar de reyes, príncipes y nobles, y a pesar de todo el mundo y los diablos mismos; y que si intentan combatir esta verdad causarán que los fuegos del infierno desciendan sobre sus cabezas. Este verdadero y santo evangelio y la declaración que yo, Martín Lutero hago de acuerdo con la enseñanzas Espíritu Santo». (D’Aubigne, Tomo 1, Pág. 70). Con todo, debe tenerse presente que Lutero y aún los más resueltos defensores de la doctrina de la justificación por la fe, afirmaron que era necesaria la santificación así como la justificación. Fletcher, en la página 90 de su obra, End of Religious Controversy, cita un ejemplo del maligno extremo a que llegaba esta doctrina, acusando a uno de sus adherentes de haber dicho: «Ni aún el adulterio o el asesinato perjudican a los hijos benditos, sino que obran para su bien. Dios no ve pecados en los creyentes, sea cual fuese El pecado que cometieren …Es un error sumamente pernicioso de los letrados señalar pecados según el hecho y no según la persona. Aunque culpo a aquellos que dicen que debemos pecar para que sobreabunde la gracia, sin embargo, el adulterio, el incesto y el asesinato, por lo general, me harán más apto en la tierra y más alegre en el cielo».

[48] OPINIONES SECTARIAS CONCERNIENTES A LA CONTINUACION 0 DECADENCIA DE LOS DONES ESPIRITUALES. – «Los escritores protestantes insisten en que la edad de los milagros terminó – en el cuarto o quinto siglo, y que no se debe esperar hallar los dones extraordinarios del Espíritu Santo después de esa fecha. Por otro lado, los escritores católicos insisten en que el poder para realizar milagros siempre ha continuado en la iglesia; sin embargo, las manifestaciones espirituales que nos describen después del cuarto o quinto siglo, huelen a invenciones, por parte de los sacerdotes, y credulidad infantil por parte del pueblo; o bien, lo que se afirma como milagros dista mucho del poder y dignidad de aquellas manifestaciones espirituales que la Iglesia primitiva solía presenciar. Las virtudes y. prodigios atribuidos a los huesos y otras reliquias de los mártires y santos, son pueriles si se comparan con las curaciones efectuadas por la unción de aceite y la imposición de manos; con el don de hablar en lenguas, interpretaciones, profecías, revelaciones y echar fuera demonios en el nombre de Jesucristo, sin mencionar los dones de fe, sabiduría, conocimiento, discernimiento de espíritus, etc., tan comunes en la iglesia en los días de los Apóstoles.(1 Cor. 12: 8-10) Ni tampoco hay cosa alguna en las Escrituras o la razón que hada a uno creer que iban a cesar. Con todo, los cristianos modernos se valen del argumento para explicar la ausencia da estos poderes espirituales entre ellos de que los dones extraordinarios del Espíritu Santo tenían por objeto acompañar la proclamación del evangelio durante los primeros siglos, hasta que la iglesia pudiese continuar sin ellos, y entonces iban a ser quitados. Basta decir sobre esto que no es sino una mera suposición y que carece del apoyo de las Escrituras y de la razón; y muestra que los hombres tanto habían cambiado la religión de Jesucristo que ya no era sino una apariencia de piedad sin eficacia. Outlines of Ecclesiastical History por B.H. Roberts, parte II – sec.5: 6 a 8.

COMENTARIO SOBRE LA VISION DEL REVELADOR DE LA RESTAURACION. Es instructivo inquirir en cuanto a la interpretación dada por los estudiantes bíblicos de la profecía expresada por Juan el Revelador prediciendo el ad viento del ángel que tenia el evangelio eterno. El Dr. Clarke ofrece las siguientes observaciones sobre el pasaje: «VI VOLAR POR EN MEDIO DEL CIELO A OTRO ANGEL QUE TENIA El EVANGELIO ETERNO”. Si este ángel significa más que una dispensación particular de providencia y gracia, mediante la cual el evangelio será enviado rápidamente a través del mundo entero. O si quiere decir cualquier mensajero especial, órdenes de predicadores, gente o sociedad de Cristianos, cuyo objeto profeso es enviar el evangelio del reino a través de la tierra, no sabemos. Pero la visión, a la verdad, parece ser descriptiva de una institución reciente, intitulada «La Sociedad Bíblica Británica y Extranjera», cuyo objeto es imprimir y hacer circular las Escrituras del Antiguo y Nuevo Testamento a través de todo el mundo habitable y en todo idioma hablado sobre la faz de lar tierra. (Clarke «Bible Commentary, Apoc. 14: 6)

El comentarista ha de ser comprendido por su confesión tocante a la incertidumbre con respecto a la interpretación precisa de esta escritura y por la manera provisional y tentativa en que él indica una aplicación posible de la extensa distribución de la Santa Biblia, mediante los esfuerzos de la sociedad más digna e influyente. Ha de notarse que el Dr. Clarke escribió su famoso comentario sobre la Biblia poco antes de la restauración real del evangelio, mediante ayuda angélica la cual resultó en el establecimiento de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. La necesidad y búsqueda del cumplimiento de la predicción fue insatisfactoria y en verdad, infructuosa, en tanto que el cumplimiento entonces no había ocurrido. La obra recomendable de la sociedad Bíblica fue una preparación para el cumplimento de la profecía trascendente, pero no el cumplimiento mismo.

RESTAURACION DE LA IGLESIA . (Art. de Fe, cap. II, Pág. 226 – 227). En los primeros diez siglos inmediatamente posteriores al ministerio de Cristo, se perdió de entre los hombres la autoridad del Santo Sacerdocio, y ningún poder humano pudo restaurarla. Más el Señor en su misericordia dispuso el restablecimiento de su Iglesia en los últimos días, por la última vez, y los profetas de los tiempos antiguos prevalecieron en esta época del nuevo esclarecimiento, y con voces alegres cantaron de su venida. x El Señor efectuó esta restauración por conducto del profeta José Smith, quien, junto con Oliverio Cowdery, recibió el Sacerdocio de Aarón en 1829, de Juan el Bautista, y más tarde el Sacerdocio Melquisedec, de los apóstoles de los días antiguos, Pedro, Santiago y Juan. Por esta autoridad es que se confirmo, la Iglesia de nuevo ha sido organizada con toda su perfección anterior, y el genero humano una ver más disfruta de los inestimables privilegios de los consejos de Dios. Los Santos de los Últimos Días afirman tener la verdadera organización de la Iglesia en todos sus puntos esenciales a la organización que Cristo efectuó entre los judíos. Este pueblo de los últimos Días profesa tener el sacerdocio del Todopoderoso, el poder de obrar en el nombre de Dios que se respeta tanto en el cielo como en la tierra.

ARTICULO ESCRITO POR EL SACERDOTE CATOLICO (Latius Gratius) BASILEA SUIZA, 1739, «EL evangelio verdadero y antiguo y los dones pertinentes están perdidos, doctrinas falsas reinan en todas las iglesias sobre la faz de la tierra y lo único que podemos hacer es exhortar a la gente a ser justas, a orar y temer a Dios y a evitar el mal. La oración y la justicia pueden causar que un ángel visite a un alma desanimada. Más yo os digo que dentro de 100 años, Dios habrá hablado. El va a restaurar la iglesia antigua yo veo un grupo pequeño guiado por un profeta, y un líder fiel son perseguidos y muertos. Pero en un valle que se encuentra en las orillas de un lago grande, van a edificar un templo de esplendor magnífico y también poseen el Sacerdocio Antiguo con profetas, Apóstoles, Maestros, Diáconos, etc. (EFESIOS. 4: 11-14)

De cada nación se recogerán los creyentes verdaderos, por medio de mensajeros y entonces el Dios Todopoderoso hablará a las naciones a los desobedientes con truenos y relámpagos y con una destrucción tal que los hombres nunca jamás habían conocido».

Este articulo puede encontrarse en la Biblioteca de Basilea, Suiza. Fue escrito por Latius Gratius en el año 173 D. C. y está publicado en sus obras «Esperanzas de Sión»

SE APARTARAN (APOSTATARAN) DE LA FE: Ellos apostatarán de la fe, ¡.e., de la Cristiandad, renunciando el sistema entero en efecto al introducir doctrinas que dejan sus verdades esenciales mulas e inválidas; o al negar y denunciar tales doctrinas que son esenciales para la Cristiandad como una sistema de salvación. Un hombre puede poseer todas las verdades de la Cristiandad, y todavía dejarlas sin efecto, por poseer otras doctrinas, que contrarrestan su influencia; o él pueda apostatar al negar alguna doctrina esencial, aunque no introduzca nada heterodoxo.»

(HABLANDO) HIPOCRESIA DE MENTIROSOS: Personas que pretenden no sólo a la inspiración divina, sino también a grados extraordinarios de santidad, autonegación, mortificación, etc, para acreditar las mentiras y falsas doctrinas que enseñaban. Multitudes de mentiras se fabricaron concernientes a milagros efectuados por los mortales de santos fallecidos como se nombraban.»

La Gran Apostasía
por James E. Talmage