“La Obediencia al Consejo y la Edificación de Sión”

“La Obediencia al Consejo y la Edificación de Sión”

Obediencia al Consejo—El Embellecimiento y Edificación de Sión

por el Élder Ezra T. Benson, el 8 de marzo de 1862
Volumen 10, Discurso 23, Páginas 99-100


No me levanto con el deseo de interferir con el llamado del hermano George A. Smith para que los hermanos vayan al distrito algodonero de nuestro Territorio, pues estoy completamente a favor de que los hermanos se establezcan en los diferentes asentamientos del condado de Washington para cultivar algodón y otros productos básicos necesarios para el bienestar y la prosperidad de los Santos, y para la edificación de Sión en los últimos días.

Vivo en la parte norte del Territorio, en el Valle de Cache, como la mayoría de ustedes sabe, y deseo decirles a aquellos que no sean llamados a ir al sur que, si alguno siente el deseo de mudarse al campo, nos gustaría fortalecer los asentamientos en nuestro valle, especialmente en la parte norte del condado. Como incentivo, podemos prometerles abundancia de pan, si van allí a ayudar a labrar la tierra y sembrar en su debido tiempo, prestando la debida atención a los cultivos durante la temporada de riego. Es un territorio nuevo, con buenas oportunidades para la cría de ganado y, de hecho, todas las facilidades necesarias para hacer que el hogar y la comunidad sean cómodos y felices.

En lo que a mí respecta personalmente, no me importa en qué parte del Territorio me toque trabajar o residir, siempre que pueda saber y sentir que estoy cumpliendo la voluntad del Cielo y siguiendo el consejo e instrucción de mis hermanos que presiden en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Por la experiencia que he tenido al viajar con el Presidente en su última misión hacia el sur, puedo decir con toda sinceridad ante Dios y mis hermanos que todos mis prejuicios han sido eliminados, y me siento completamente dispuesto a trabajar en cualquier parte de la viña del Señor donde se requieran mis servicios.

Ahora necesitamos alrededor de cien buenos y robustos hermanos que se sientan capaces de trabajar en el cultivo de trigo y la cría de ganado, y de hacer todo lo necesario para el embellecimiento y la edificación de Sión. Es un buen lugar para cultivar lino, cáñamo y hortalizas. Es cierto que la altitud es considerablemente mayor que en muchas otras partes del Territorio, pero esto no debería impedirnos cumplir con nuestros deberes. Si se nos llama a trabajar allí, ese es el lugar donde debemos esforzarnos.

Algunos argumentan que hay demasiada agua en esa región, y otros dicen que hay demasiados indios; pero mi sentimiento, y el sentimiento de los hermanos que están allí, es seguir el consejo de nuestro Presidente y líder, y trabajar en armonía con todos aquellos que han sido designados para guiarnos en la edificación de Sión. Nos sentimos completamente satisfechos al hacerlo, porque sabemos que mientras sigamos este camino, estaremos cumpliendo con los deberes que nos corresponden como Santos de Dios. Estamos satisfechos con nuestro destino y nuestro lugar, y nos regocijamos en las bendiciones que se nos han concedido en esa parte de nuestro hogar en las montañas. Oramos para que siempre podamos sentirnos así, en cualquier posición en la que se nos llame a trabajar para el cumplimiento de los propósitos del Todopoderoso.

Que el Señor nuestro Dios nos bendiga y nos permita llevar a cabo las instrucciones que se nos han dado en este día. Esta conferencia ha sido un tiempo de felicidad, y puedo decir con toda sinceridad que nunca me he sentido mejor en nuestra santa religión que en este momento, y sé que el consejo que se nos ha dado es para nuestra salvación.

Todos ustedes saben cuándo se sienten bien, y todos conocen el Evangelio del Hijo de Dios. Nada les dará satisfacción excepto las doctrinas enseñadas por los siervos de Dios.

Doy mi testimonio de la veracidad del Evangelio de Jesucristo tal como fue revelado por el Profeta José, y de la corrección de la organización de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días; también de las revelaciones dadas a través de los profetas de Dios, tanto antiguos como modernos.

Que Dios Todopoderoso nos preserve en la fe, nos permita esforzarnos y ayudarnos a llevar la carga del reino. Cuando tengamos algo que decir a nuestras familias, que sea conforme al consejo del Espíritu de Dios, para que la unión prevalezca. Todos sabemos que hay abundancia para que los Santos se deleiten, pero algunos tienen demasiada facilidad para mirar el lado oscuro de la situación, en lugar de recordar las bendiciones que nos han sido prometidas por los profetas de Dios. ¿Por qué habríamos de encogernos en nuestra posición siquiera por un momento, cuando se nos han prometido tantas bendiciones gloriosas?

Esforcémonos por ser de un solo corazón y una sola mente, y todo estará bien con nosotros. Dios los bendiga, mis hermanos y hermanas, es mi sincera oración en el nombre de Jesucristo. Amén.

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