La Profecía – Llave al Futuro
DUANE S. CROWTHER
La Profecía – Llave al Futuro es una obra ambiciosa y meticulosamente estructurada que busca recopilar, organizar e interpretar profecías reveladas tanto en las Escrituras como por medio de los profetas modernos. Duane S. Crowther presenta este trabajo no como una especulación personal, sino como un esfuerzo por mostrar cómo las profecías antiguas y modernas convergen para revelar el plan de Dios en los últimos días.
Uno de los puntos fuertes del libro es su organización temática: Crowther divide las profecías en categorías cronológicas y doctrinales, facilitando al lector la comprensión del “orden profético” de los acontecimientos futuros, como la Segunda Venida de Cristo, la construcción de Sión, los juicios sobre las naciones, el milenio, la resurrección y el juicio final.
El autor no solo cita abundantemente el Libro de Mormón, la Biblia, Doctrina y Convenios y la Perla de Gran Precio, sino que también incorpora palabras de profetas y apóstoles modernos. Esto aporta un enfoque equilibrado entre revelación antigua y moderna. A través de esta estructura, Crowther logra mostrar que las profecías no son misterios ocultos, sino claves reveladas para entender el futuro y prepararse espiritualmente.
Un aspecto notable del libro es su tono devocional y práctico. Aunque es una obra de referencia doctrinal, también sirve como un llamado a la preparación, la obediencia y el fortalecimiento de la fe personal. En este sentido, el título resulta muy apropiado: la profecía no es solamente una predicción, sino una llave que abre la comprensión espiritual del plan divino y de nuestro papel en él.
En ciertos puntos, el lector debe ejercer discernimiento, ya que, aunque el autor intenta ser cuidadoso al interpretar, algunas conexiones pueden ser vistas como especulativas si no se contextualizan bien. Sin embargo, Crowther suele ser transparente al diferenciar entre revelación explícita y su propia inferencia.
La Profecía – Llave al Futuro es una obra rica en referencias, útil tanto para el estudiante serio de las Escrituras como para el miembro de la Iglesia que desea entender mejor los tiempos profetizados. Más que un libro de predicciones, es una invitación a vivir con propósito y preparación espiritual. Reafirma que la profecía, cuando es comprendida en su debida perspectiva, fortalece la fe y guía hacia la esperanza.
Contenido
Introducción
¿Porque un Libro Sobre el Futuro?
El propósito de la profecía fue declarado por uno de los primeros apóstoles de la Iglesia, el élder Jorge Alberto Smith, quien dijo: “Todas las profecías se han dirigido al allegamiento del pueblo y a salvarlo en los últimos días”¹. Parley P. Pratt, otro de los primeros apóstoles, habló del provecho y la ventaja que se obtiene al entender cómo podemos cumplir los aspectos condicionales de las promesas proféticas, y narró el consuelo y la paciencia que el entendimiento de la profecía brinda a aquel lector que lee con comprensión².
Desde el punto de vista de los Santos de los Últimos Días, ningún buscador de la verdad puede cumplir su propósito sin comprender, al menos en cierta medida, los acontecimientos futuros, porque la verdad está definida en las Escrituras como “el conocimiento de las cosas como son, como fueron y como han de ser”³. Los acontecimientos del futuro constituyen las señales de los tiempos: indicios de la inminente venida del Señor. En Doctrina y Convenios leemos:
Miráis y observáis la higuera, y la veis con vuestros ojos; y cuando empieza a retoñar y sus hojas todavía están tiernas, decís que el verano ahora está próximo;
así será en aquel día, cuando vean todas estas cosas, entonces sabrán que la hora está cerca.
Y acontecerá que el que me teme estará esperando que llegue el gran día del Señor, sí, las señales de la venida del Hijo del Hombre.
Según Orson Pratt, otro de los primeros apóstoles, quienes posean el espíritu de profecía serán aquellos que sabrán y entenderán las señales de los tiempos:
Pero los Santos de los Últimos Días no están en la oscuridad; ellos son hijos de luz, aunque muchos de nosotros, en realidad, estaremos dormidos. Tendremos que despertarnos y aderezar nuestras lámparas, o no estaremos preparados para entrar; porque todos estaremos adormecidos en aquel día, y algunos se habrán dormido con un sueño del cual no se despertarán hasta que lo hagan en la oscuridad, sin aceite en sus lámparas.
Pero, en general, los Santos entenderán las señales de los tiempos, aun si se acuestan y duermen. Otros tienen los ojos cerrados respecto a las profecías de los antiguos profetas; y no solo eso, también carecen del espíritu de profecía.
Cuando un hombre posee ese espíritu, aunque acuda a los profetas antiguos para obtener entendimiento de ciertos temas que no comprende con claridad, no obstante, al tener dentro de sí el espíritu de profecía, no estará en la oscuridad; tendrá conocimiento de las señales de los tiempos; sabrá acerca de la casa de Israel, de Sion, de las diez tribus y de muchos propósitos y acontecimientos que han de cumplirse sobre la tierra;
verá hechos venideros y podrá decir: tal acontecimiento ocurrirá, y otro después de este, y luego otro; y después de eso sonará la trompeta, y luego ocurrirán ciertas cosas, y entonces sonará otra trompeta, etcétera, etcétera. Tendrá su atención puesta en las señales de los tiempos, y aquel día no le tomará por sorpresa.
El Señor ha dado gran importancia a los acontecimientos de los últimos días, pues las profecías y las explicaciones que tratan sobre ese período ¡constituyen el tema más prominente de las cuatro obras canónicas de la Iglesia! Este libro ha sido escrito para ayudar al lector en un estudio cuidadoso y sistemático de estos acontecimientos.
Los Objetivos de Este Libro
Este libro se ha escrito con el propósito de cumplir tres metas:
Primero, el autor ha procurado establecer el orden cronológico correcto de los acontecimientos importantes del futuro. Tal orden puede determinarse con precisión y certeza para casi todos los eventos profetizados. Se ha tenido cuidado de señalar el fundamento sobre el cual se ha determinado cada hecho cronológico y su secuencia. Cuando no ha sido posible establecer con certeza el orden de los hechos venideros, la información disponible ha sido presentada sin pretender forzar una interpretación.
El segundo objetivo de este libro es proporcionar un tratamiento comprensible y bien documentado de cada uno de los acontecimientos profetizados que habrán de ocurrir en el mundo. Se ha prestado especial atención a las áreas de controversia. Cada capítulo incluye un resumen que integra los puntos clave del contenido y expone claramente las normas generales relacionadas con los acontecimientos futuros. Algunos lectores quizá deseen leer todos los resúmenes antes de estudiar el libro completo.
Tercero, se ha compilado aquí una gran cantidad de material que anteriormente no estaba disponible para el lector común de la Iglesia. Esta recopilación representa una contribución importante a los estudios sobre temas como los conflictos internos en los Estados Unidos, el cumplimiento de los tiempos de los gentiles, las plagas y pestilencias que vendrán sobre la tierra, una evaluación de áreas controversiales como La Profecía del Caballo Blanco, entre muchos otros temas de interés.
¿Es Esta Obra Auténtica y Fiable?
El estudio original de esta obra fue titulado “Una investigación de las profecías escatológicas encontradas en las Escrituras y en las obras de las Autoridades Generales de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días”. Fue presentado y aceptado como tesis para la obtención del grado de Máster por el Departamento de Escritura del Colegio de Instrucción Religiosa de la Universidad Brigham Young.
La obra se limita a pasajes de las Escrituras y a comentarios interpretativos y profecías de las Autoridades Generales. Esto elimina, en gran medida, la posibilidad de error. Las citas, en cada caso, han sido agrupadas de manera que parecen respaldar la veracidad del tema general. El autor ha reconocido, en alguna medida, los peligros que conlleva una empresa como esta y ha procurado evitarlos. En toda correlación de la profecía existe el riesgo de imponer interpretaciones particulares de las Escrituras. Se ha hecho un esfuerzo especial en la preparación de esta obra para garantizar que el material citado esté presentado de modo que armonice con su contexto y con la intención auténtica del autor original.
Se ha procurado documentar de manera clara y completa los puntos específicos tratados en este estudio, aunque el alcance de la obra es tan amplio que solo se aborda una parte del material disponible. Con el fin de presentar todos los aspectos de ciertos temas controvertidos, se han citado diversos puntos de vista.
Existe siempre una limitación respecto a la aceptación de profecías que no se hallan en las Escrituras. Esta limitación fue establecida por el propio José Smith en 1843, cuando señaló: “Visité a un hermano y a una hermana del estado de Míchigan, quienes pensaban que ‘un profeta era siempre un profeta’; pero yo les dije que un profeta solo era un profeta cuando actuaba como tal”⁶.
La decisión de considerar si los dichos de las Autoridades Generales son simplemente opiniones personales o interpretaciones inspiradas recae en el lector. Asimismo, corresponde al lector discernir si las profecías aquí citadas fueron dadas cuando la Autoridad estaba ejerciendo su oficio profético, o si representan únicamente su comprensión personal del futuro. En otras palabras, el lector debe probar la inspiración de las citas mediante el poder del Espíritu Santo que lo guía.
Por lo tanto, esta obra no pretende declarar doctrina oficial de la Iglesia, sino exponer de forma comprensible los comentarios e interpretaciones hechos por diversos líderes de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Debe leerse e interpretarse con esta perspectiva.
En el análisis final, la verdadera prueba de una profecía es su cumplimiento. Como dijo Jeremías: “El profeta que profetiza de paz, cuando se cumpla la palabra del profeta, será conocido como el profeta que Jehová en verdad envió”⁷.
Reconocimientos
El autor está profundamente agradecido a los miembros de su comité académico, Ellis Rasmussen, Hyrum Andrus y Eldin Ricks, por su ayuda y orientación en la preparación de este libro en su forma original como tesis. Esta obra, publicada originalmente por Bookcraft, Inc., ha estado en prensa en idioma inglés desde 1962. Es gracias a los esfuerzos de mis buenos amigos y vecinos, Clay y Edna Gorton, que ahora ha sido traducida al español. Sus habilidades y dedicación son profundamente valoradas.
Ciertamente, mi mayor agradecimiento se concede a mi querida esposa, Jean, quien ha trabajado fielmente a mi lado durante muchos meses para que esta obra pudiera ser concluida. Su amor y devoción me han sostenido en muchos momentos de desaliento, y ha aceptado con entusiasmo toda tarea que requería atención.
Finalmente, hace muchos años, el élder Parley P. Pratt escribió en su libro Una Voz de Amonestación (A Voice of Warning):
Entre la variedad de comodidades que atraen la atención de la humanidad, hay una cosa de más valor que todas las demás. Comparativamente pocos la han poseído, aunque estaba al alcance de muchos; pero o no sabían de ella, o no apreciaban su valor. Amable lector, ese tesoro es el preconocimiento: ¡un conocimiento de las cosas futuras!
Deja que se publique un libro con el título UN CONOCIMIENTO DEL FUTURO, y que la humanidad sea convencida de que, en verdad, ofrece un conocimiento certero y definitivo de los acontecimientos venideros, mientras sus páginas desarrollan la historia futura de las naciones y de muchos grandes acontecimientos… ese libro no tendría precio.
La continua popularidad y aceptación de La Profecía: Llave al Futuro (Prophecy: Key to the Future), y sus numerosas ediciones desde su primera publicación en inglés en 1962, indican que ha alcanzado el criterio del élder Pratt: en verdad proporciona «un conocimiento certero y definitivo de los sucesos futuros». Doy gracias por la inspiración que guió al autor en escribirlo y por la influencia que este libro ha tenido en la vida de muchos Santos de los Últimos Días. Es un gran placer presentar ahora esta edición en español.
—Duane S. Crowther
Dedicatoria
A mi esposa, Jean, y mis hijos
Don, Scott, Laura, Lisa, David, William, Sharon y Bethanyquienes aman y cumplen con las palabras de los profetas.
- La Historia de la Iglesia, 6:18.
- Véase Parley P. Pratt, Una Voz de Amonestación e instrucción a Todo Pueblo [A voice of Warning and Instruction to All People], (Salt Lake City: Deseret News Press), pp. 7-8.
- Doctrinas y Convenios 93:24.
- Doctrinas y Convenios 45:37-39.
- Diario de Discursos, 7:189. El lector notará que Orson Pratt es citado frecuentemente en esta obra. Él fue él que entre los primeros Eideres de la Iglesia fue individualizado por el Señor y fue dado un mandamiento específico a “[alzar] tu voz sin cesar, porque ha hablado Dios el Señor; profetiza, pues, y te será dado por el poder del Espíritu Santo.” (D y C 34:10) Por toda su vida sus enseñanzas fueron distinguidas por explicaciones de los acontecimientos venideros y por una fuerte sensibilidad de su llamamiento profético. De todas las autoridades de la Iglesia, Orson Pratt parecía tener el entendimiento más cierto y más comprensivo de los acontecimientos de los últimos días. Los primeros líderes de la Iglesia vigilaban con anhelo las enseñanzas de los hermanos. En una ocasión Orson Pratt pidió disculpas en una conferencia general por haber sobrepasado los límites de la doctrina en cuanto a sus enseñanzas sobre la naturaleza de Dios. Explicó que las autoridades le habían retado por algo que dijo. Sin embargo, parece que hay una aceptación completa de parte de sus contemporáneos por sus enseñanzas sobre los últimos días, que es una fuerte evidencia que apoya la aceptabilidad y lo cierto de sus enseñanzas.
- La Historia de la Iglesia, 5:265.
- Jeremías 28:9.
Capitulo 1
La Guerra Será Derramada Sobre Todas Las Naciones
El Comienzo de la Guerra en los Últimos Días
El 25 de diciembre de 1832, José Smith pronunció una profecía “concerniente a las guerras que pronto se acaecerán, comenzando por la rebelión de Carolina del Sur”¹. Veintiocho años después, el 12 de abril de 1861, su profecía comenzó a cumplirse. Ese día, las tropas del Sur abrieron fuego contra el fuerte de la Unión en Charleston, estado de Carolina del Sur. Esta declaración, conocida hoy día como la “Profecía sobre la Guerra”, describió también otros detalles de la guerra entre los Estados Unidos. Declaró que “los estados del Sur se dividirán en contra de los del Norte”², y afirmó que los estados del Sur “llamarán a otras naciones, aun el país de la Gran Bretaña”³ para que los ayuden. La historia de los Estados Unidos confirma sin vacilación que esta guerra fue entre los estados del Norte y los del Sur. Tan temprano como en mayo de 1861, la Confederación del Sur envió delegados a Gran Bretaña, Francia, Holanda y Bélgica en busca de ayuda y reconocimiento por parte de los poderes extranjeros.
La profecía fue aún más extensa que una simple predicción de guerra entre los Estados. Su afirmación de que llegaría el tiempo en que Gran Bretaña acudiría a otras naciones para protegerse contra otras naciones extendió el alcance de la profecía hasta los tiempos de la Primera y la Segunda Guerra Mundial⁴. En estas guerras, Inglaterra formó alianzas con Francia, Rusia, los Estados Unidos y otras naciones en un esfuerzo por repeler a los nazis o a las Potencias Centrales.
La Profecía sobre la Guerra declaró que “vendrá el tiempo en que se derramará la guerra sobre todas las naciones, empezando en ese lugar [Carolina del Sur]”⁵. La petición de socorro por parte de Inglaterra, sin embargo, jugó un papel cronológico importante en este marco profético dado a José Smith, ya que la revelación señala que cuando Inglaterra suplique ayuda a otras naciones, “entonces se derramará la guerra sobre todas las naciones”⁶. Así, las guerras iban a comenzar en los últimos días con la rebelión de Carolina del Sur, pero la señal de que alcanzarían proporciones mundiales sería la solicitud de ayuda por parte de Inglaterra en las guerras mundiales.
Según la profecía, las guerras entre las naciones continuarán con efectos ruinosos, porque “así, con la espada y por el derramamiento de sangre se han de lamentar los habitantes de la tierra; y con hambre, plagas, terremotos, truenos del cielo, y también con violentos e intensos relámpagos, se hará sentir a los habitantes de la tierra la ira, la indignación y la mano castigadora de un Dios Omnipotente, hasta que la consumación decretada haya destruido por completo a todas las naciones”⁷. El mensaje de la profecía de José Smith sobre la guerra, pues, es que Dios ha permitido que una serie de guerras se derrame sobre la tierra⁸.
Estas guerras, que comenzaron con la Guerra entre los Estados en 1861, debían incrementarse hasta alcanzar proporciones mundiales en un tiempo en que Inglaterra buscaría alianzas con otras naciones (Primera y Segunda Guerra Mundial). Estas guerras continuarán hasta que la consumación decretada por Dios haya destruido por completo a todas las naciones.
Hoy día nos encontramos en medio de esta serie de guerras. Sabemos de muchos conflictos que ya han contribuido al cumplimiento de la declaración de José Smith. Aquellos que aceptan esta profecía como una revelación de Dios están comprometidos con la creencia de que tales guerras continuarán hasta que las actuales naciones de la tierra hayan sido consumidas.
Los Esclavos se Sublevarán contra sus Amos
Después de relatar cómo la guerra sería derramada sobre todas las naciones en el día en que Inglaterra solicitara ayuda de los poderes extranjeros, la Profecía sobre la Guerra añade otro punto en su cronología del futuro. Dice:
“Y acontecerá después de muchos días, que los esclavos se sublevarán contra sus amos, los cuales serán movilizados y disciplinados para la guerra.”⁹
Esta profecía ha sido interpretada comúnmente como una referencia únicamente a los negros en los Estados Unidos. Algunos Santos de los Últimos Días, sin embargo, reconocen en la profecía un sentido mucho más amplio. El obispo Joseph L. Wirthlin comentó sobre esta fase de la revelación en 1958:
“Estoy bien seguro de que en muchos casos todos pensamos que esto tiene que ver particularmente con los esclavos en los Estados del Sur, pero yo pienso, hermanos y hermanas, que la intención fue que este pasaje se refiriera a los esclavos de todo el mundo. Y pienso en aquellos, particularmente en el país de Rusia y en otros países dominados por esa gran nación, donde los pueblos en realidad son esclavos de los individuos que guían y dirigen lo que sucede en Rusia y en China, y donde se les niega el derecho y el privilegio de adorar a Dios y de llegar al conocimiento de que Jesucristo es Su Hijo.”¹⁰
Durante los últimos años, el mundo ha observado una serie continua de rebeliones, insurrecciones y disturbios provocados por personas que han tratado de liberarse de lo que consideraban opresión y dominio tiránico. Francia, Inglaterra, Portugal y Bélgica han visto la disolución de sus colonias y han liberado a muchos de sus pueblos subyugados, quienes han formado nuevos gobiernos independientes. América Latina, África y el Cercano Oriente han enfrentado dificultades constantes mientras sus pueblos oprimidos luchaban por independizarse de sus gobernantes políticos y económicos.
Dentro de los Estados Unidos también participamos en una lucha constante por la igualdad racial, ya que los negros y otros grupos étnicos se esfuerzan por elevarse social, cultural y económicamente. Estas tensiones en todo el mundo muestran que hemos entrado en el tiempo que José Smith profetizó seguiría al primer derramamiento de guerra sobre todas las naciones: cuando “los esclavos se sublevarán contra sus amos, los cuales serán movilizados y disciplinados para la guerra.”
El Propósito de las Guerras es Preparar el Camino para la Predicación del Evangelio
Después de que fue dada la Profecía sobre la Guerra, algunos de los Santos de los Últimos Días han interpretado, en cierto grado, que el propósito de la guerra era servir como instrumento que justificara el derrocamiento de gobernantes y gobiernos que no permitían que el evangelio fuera predicado por los misioneros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Esta fue la enseñanza de Orson Pratt en 1875:
“En la actualidad hay algunas naciones que no permiten que se predique dentro de sus fronteras ninguna religión sino aquella que está establecida por la ley. Cuando Dios derrumbe los tronos —lo cual hará muy pronto—; cuando voltee reinos e imperios —cuyo tiempo está muy cercano—, entonces se formarán otros gobiernos más favorables a la libertad religiosa, y los misioneros de esta Iglesia visitarán aquellas naciones… Así que podríamos enumerar lo que Dios está haciendo entre estos poderes despóticos: derrumbando y cambiando prácticas e instituciones bien establecidas, para que sus siervos puedan salir por Su propio mandato a entregar el grande y último mensaje del Evangelio a los habitantes de la tierra, preparatorio a la venida de Su Hijo.”¹¹
En otra ocasión, dijo:
“El día vendrá cuando las naciones de Europa habrán practicado la guerra entre sí por suficiente tiempo, y esos gobiernos despóticos habrán sido derrumbados; y cuando se habrá aligerado la mano de opresión y tiranía; y cuando los principios de libertad religiosa se habrán esparcido más completamente y más ampliamente, para que los élderes de esta Iglesia atraviesen todas estas naciones. Y entonces tendremos necesidad de estos Setenta que han estado organizándose durante todo este tiempo.”¹²
Parley P. Pratt también aplicó la filosofía de que el propósito de la guerra era preparar a las naciones no receptivas para recibir el evangelio. Extendió esta aplicación más allá de las naciones gentiles hasta la nación oriental de Japón, y dijo que:
“Hablando políticamente, algunas barreras aún tienen que ser derribadas y algunas conquistas logradas, tales como la subyugación de Japón y el triunfo de la libertad constitucional entre ciertas naciones donde la mente, el pensamiento y la religión todavía son dictados por la ley.”¹³
Luego continuó diciendo que esta subyugación de Japón debía suceder antes de la congregación de las tribus de Israel en Jerusalén.
El élder Harold B. Lee, en la Conferencia General de octubre de 1954, citó la declaración mencionada arriba y comentó:
“Subyugación significa conquista por la fuerza. Quiero decirles que una de las cosas más significativas que he visto en el Lejano Oriente es el cumplimiento de lo que fue testificado por el élder Parley P. Pratt como uno de los desarrollos importantes necesarios para la consumación de los propósitos de Dios: ‘La subyugación de Japón y el triunfo de la libertad constitucional entre ciertas naciones donde la mente, el pensamiento y la religión todavía son dictados por la ley.’”¹⁴
Luego elaboró sobre cómo la Segunda Guerra Mundial había abierto el camino para una obra misional eficaz en esa nación.
Dos Períodos de Guerra: Las Guerras Preparatorias y las Guerras de Destrucción Completa
Según la profecía sobre la guerra revelada a José Smith, las guerras serán derramadas hasta que todas las naciones hayan sido destruidas por completo. Pero parece que las características de la primera época de guerras son diferentes a las de la época posterior. Como se presentó en la sección anterior, el propósito de una parte de estas guerras es permitir que el evangelio entre en lugares donde anteriormente estaba prohibido. Aparentemente, esta es la característica de solamente el primer período de guerras, es decir, el período de las guerras preparatorias.
Una característica de este primer período ha sido, y parece que continuará siendo, que los conversos en estas naciones recientemente abiertas al proselitismo serán perseguidos por los pueblos de esas mismas naciones. Orson Pratt enseñó en 1859 que después de que los misioneros penetren esas naciones:
“Tendrán que efectuar mucho proselitismo antes de que se cumplan los tiempos de los gentiles; tendrán que ir y edificar la Iglesia del Cordero de Dios entre esas naciones, e imponer clérigos sobre ellos, e ir y edificar más… para que cuando las multitudes se reúnan para luchar contra ellos, puedan ser armados con el poder que viene de los cielos.”¹⁵
Al hablar de los futuros esfuerzos misionales en Europa, Pratt dijo que, después del establecimiento de la Iglesia en ese continente:
“Ellos [los no convertidos que hayan presenciado las actividades misionales] se juntarán en multitudes, como otras naciones, para luchar contra ella; y así se hará en Austria, en España, en Portugal, y en todas las naciones modernas de Europa, tanto como en las naciones que habitan Asia y África.”¹⁶
Según el élder Pratt, también será característico de este período que los conversos en países extranjeros serán aconsejados a permanecer en sus tierras natales. Parece que no serán llamados a dejar sus hogares para reunirse en la Sión de América, aunque deberán soportar opresiones y persecuciones. Esta es, de hecho, la política actual de la Iglesia, como se demuestra por la construcción de templos y la organización de estacas en tierras extranjeras durante la última década.
Pratt habló de las oraciones “imprudentes” de algunos Santos en América que pedían que los conversos europeos se congregaran pronto en América, y comentó:
“Cuando llegue el tiempo en que los Santos del Cordero de Dios estén esparcidos sobre toda la faz de la tierra, entre todas las naciones y reinos de los gentiles, y las multitudes se congreguen en su contra para luchar, no encontraremos que tales oraciones imprudentes sean contestadas. Los Santos, en vez de ser todos recogidos, aún estarán esparcidos entre las naciones, para que descienda el poder del Cordero de Dios sobre los Santos del Altísimo que estén entre todas las naciones y reinos de los gentiles; y no solamente sobre estos, sino también sobre Su pueblo del convenio, los descendientes de Jacob; y ellos deben estar armados con rectitud y con el poder de Dios en gran gloria. Pero si son recogidos, ¿dónde estarían Sus santos? Eso falsificaría por completo esta declaración.”¹⁷
El élder Levi Edgar Young enseñó que estas guerras y persecuciones serán, en última instancia, para el beneficio de los santos:
“Este es un día de dura prueba para todos los habitantes de la tierra. Las naciones están tambaleando y los gobiernos están en peligro de ser volcados. Casi no pasa un día sin que oigamos de alguna terrible catástrofe o de alguna horrible tribulación que ha ocurrido entre los hijos de los hombres. ‘Tinieblas cubren la tierra, y oscuridad las naciones.’ Estamos siendo disciplinados; y cuando lleguemos a entender la sabiduría de esto, miraremos la totalidad de la vida como un medio de santificación… Sinceramente creo que estos días están trayéndonos más y más cerca a Dios.”¹⁸
Pero después de que los misioneros hayan penetrado todas estas naciones, y la persecución se haya levantado contra los conversos que ya están allí, la posición de los líderes de la Iglesia ha sido que la manera de guerrear cambiará poco a poco sobre la tierra. La guerra ya no servirá más como medio para preparar a las naciones para recibir el evangelio, sino que llegará a ser un instrumento de terrible destrucción y aniquilación.
Orson Pratt contrastó estos dos tipos de guerra:
“Esta guerra que ya está en proceso [la guerra entre Austria y los poderes aliados de Francia y Cerdeña] no resultará en la horrible extinción que está predicha en el Libro de Mormón, y que se desatará entre todas las naciones y reinos de los gentiles, o en otras palabras, entre las naciones cristianas.
Una es la guerra preparatoria a la proclamación del evangelio; la otra es una guerra de terrible destrucción, que no mejorará las condiciones de aquellos que la sobrevivan.”¹⁹
Parece que la línea de demarcación entre estos dos períodos y tipos de guerra será el cumplimiento del tiempo de los gentiles²⁰, cuando el Espíritu del Señor se retirará completamente de las naciones gentiles. Porque se dijo:
“Más luego, cuando el Señor haya desnudado su brazo con señales, con grandes maravillas y con prodigios asombrosos por medio de sus siervos los Setenta, y por medio de las iglesias que se edificarán; y las naciones y los reinos de la tierra hayan sido fiel y completamente advertidos; y el Señor haya llevado a cabo y cumplido todas las cosas escritas en el Libro de Mormón, y las otras revelaciones concernientes a la predicación del evangelio a los gentiles y a las naciones de Israel; más luego, el Espíritu de Dios saldrá completamente de esas naciones gentiles y las dejará solas. Entonces hallarán otra ocupación además de guerrear contra los santos que moran entre ellos—en vez de alzar la espada y luchar contra el Cordero de Dios—porque entonces la guerra comenzará con fervor, y una guerra tal como probablemente nunca fue concebida en los corazones de los hombres de nuestra época. No habrá nación de los gentiles sobre la faz del mundo entero que no sea involucrada en una guerra fulminante, excepto el Reino de los Santos de los Últimos Días. Estarán luchando unas contra otras.”²¹
Durante esta segunda fase de conflicto, que podría denominarse “la guerra de destrucción completa”, la mayoría de los santos fieles no permanecerán entre las naciones gentiles, sino que “se recogerán en ella [Sión] de todas las naciones debajo del cielo.”²²
Un análisis cuidadoso de la explicación hecha por Cristo en la Perla de Gran Precio sobre los acontecimientos por venir en los últimos días muestra que Él reconoció estos dos períodos de conflicto y diferenció entre ellos. Después de advertir a sus discípulos sobre la inminente destrucción de Jerusalén (que ocurrió en el año 70 d.C.), comenzó a explicar los acontecimientos que precederían Su segunda venida. Habló de falsos cristos y falsos profetas que se levantarían para engañar, incluso, a los escogidos; y luego mencionó el período de las guerras preparatorias:
“He aquí, os digo estas cosas por el bien de los escogidos; y también oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque ha de acontecer cuanto os dije; mas aún no es el fin.”²³
Les amonestó que durante este período se darían falsos informes sobre Su venida y les advirtió que no debían aceptar tales rumores. Les dijo que cuando Él viniera, Su venida sería visible para toda la tierra. Luego de esta advertencia, comenzó a hablar de la segunda época de guerras, las guerras de destrucción completa. Sus palabras destacan las características de este último período. Predijo la congregación de los miembros en Sión desde todas las naciones:
“Mis escogidos serán recogidos de los cuatro extremos de la tierra.”²⁴
Entonces, el Señor, profetizando sobre esta segunda época de guerras, también predijo las plagas y la destrucción que se derramarían cuando se hubiesen cumplido los tiempos de los gentiles, y que serían características de las guerras de destrucción completa:
“He aquí, os digo estas cosas por el bien de mis escogidos; porque se levantarán nación contra nación, y reino contra reino; habrá hambres, pestilencias y terremotos en diversos lugares.”²⁵
La gran iniquidad que resultará en el retiro de los misioneros y de los miembros de las tierras gentiles es mencionada, porque el Señor dijo que “por motivo de que abundará la iniquidad, el amor de muchos se enfriará.”²⁶
Nefi también contrastó estas dos épocas de conflicto cuando comentó sobre las profecías de Isaías. Hizo referencia a la época de guerra preparatoria como el período cuando “Dios el Señor procederá a desnudar su brazo a los ojos de todas las naciones, al llevar a efecto sus convenios y su evangelio para con los que son de la casa de Israel.”²⁷ Este período de predicación, como él lo previó, estará marcado por naciones que lucharán contra Israel y perseguirán a la Iglesia.²⁸ Luego se refirió a la segunda etapa de conflictos, o el período de destrucción completa, en el cual la casa de Israel será librada de la cautividad, y las naciones que hicieron guerra contra los santos “guerrearán entre sí, y la espada de sus propias manos descenderá sobre su propia cabeza; y se emborracharán con su propia sangre.”²⁹ “Se volverán unas contra otras, y caerán en la fosa que cavaron para entrampar al pueblo del Señor.”³⁰ Todos aquellos que han luchado contra Sión “serán destruidos.”³¹
Los Estados Unidos Son Advertidos de Conflictos Durante el Período de las Guerras Preparatorias — Tercera Guerra Mundial
Se han registrado varias profecías pronunciadas por el profeta José Smith que tratan sobre una guerra futura de dimensiones mundiales. Esta guerra, según la evidencia que se citará, ocurrirá durante el período de las guerras preparatorias, antes del cumplimiento de los tiempos de los gentiles y antes del período de las guerras de destrucción total.
Mosiah Hancock, hijo de un buen amigo y uno de los guardaespaldas personales de José Smith, registró una importante profecía como habiendo sido declarada por el profeta. Según su diario personal, esta profecía fue dada el día después de que José pronunciara su último discurso ante la Legión de Nauvoo (miércoles 19 de junio de 1844, ocho días antes de su martirio). Después de relatar cómo el profeta habló sobre un mapa del Oeste y predijo la ruta que los santos seguirían en su éxodo hacia el oeste, Hancock registró estas palabras de José Smith dirigidas a él:
“Habrá dos grandes partidos políticos en este país. Uno será nombrado el Republicano y el otro el Demócrata. Estos dos partidos empezarán a guerrear y, dentro de ellos, surgirá otro partido que será el Partido Americano Independiente. Los Estados Unidos gastarán sus fuerzas y sus bienes guerreando en países extranjeros, hasta que otras naciones dirán: ‘Repartamos las tierras de los Estados Unidos’. Entonces el pueblo de los Estados Unidos se unirá y jurará por la sangre de sus antepasados que su tierra no será dividida. Entonces el país entrará en guerra y luchará hasta que la mitad del ejército de los Estados Unidos se rinda, y el resto continúe luchando.
Continuará hasta que estén muy desgastados y desanimados, al borde de la rendición, cuando los jóvenes de las montañas se abalanzarán a tiempo para salvar al ejército estadounidense de la ruina y la derrota. Y dirán: ‘Hermanos, estamos alegres de que hayan venido; dennos, de ahora en adelante, hombres que puedan hablar con Dios’. Entonces tendréis amigos, pero tendréis que salvar al país cuando, por así decirlo, su libertad esté suspendida por un solo cabello.”³²
A la luz de los acontecimientos recientes, parece que los poderes que atacarán a los Estados Unidos después de que esta nación haya gastado su fuerza en guerras extranjeras serán los poderes comunistas bajo el liderazgo de Rusia. En su discurso durante la conferencia del 7 de octubre de 1961, el élder Ezra Taft Benson habló de los peligros del comunismo y advirtió del gran riesgo que esa fuerza representa para los Estados Unidos. Se refirió a un intento comunista de derrocar la Constitución de los Estados Unidos y a una profecía similar a la registrada por Mosiah Hancock:
“En cuanto a los Estados Unidos, el Señor reveló que su amenaza mayor sería una enorme combinación secreta mundial que no solo amenazaría a los Estados Unidos, sino que buscaría el derrocamiento de la libertad en todas las tierras, naciones y países. El Señor dijo a Su profeta que habría un intento de destruir la nación mediante la destrucción de la Constitución. José Smith predijo que llegaría el día cuando la Constitución colgaría, por así decirlo, de un hilo, y en ese momento este pueblo se levantaría para salvarla de la destrucción amenazada. Estoy convencido de que los élderes de Israel, bien esparcidos por la nación, reunirán exitosamente a los rectos de nuestro país y proveerán el balance de fuerza necesario para salvar las instituciones del gobierno constitucional… Los profetas de nuestro tiempo nos han advertido continuamente de estas amenazas internas—de que nuestro mayor peligro del socialismo comunista yace dentro de nuestro propio país… Como señaló la Primera Presidencia en una declaración firmada en 1936, si continuamos apoyando el comunismo al no tratarlo como traición, nuestra tierra será destruida. Porque el Señor ha dicho que cualquier nación que apoye tales combinaciones secretas para obtener poder y ganancia hasta que se hayan extendido sobre toda la nación—he aquí, será destruida. El Señor declaró que, antes de la Segunda Venida de Cristo, será necesario destruir las obras secretas de oscuridad para poder preservar la tierra de Sión—las Américas. La conspiración secreta mundial que se ha levantado en nuestros días para cumplir estas profecías es fácilmente identificable.”³³
Como señalaron tanto el profeta como el élder Benson, esta guerra llegará a un final repentino y aparentemente milagroso por medio de la intervención de los miembros de la Iglesia. El presidente David O. McKay, hablando en una asamblea devocional en la Universidad Brigham Young en mayo de 1960, también aludió a un derrocamiento milagroso del comunismo:
“Rusia, enredada con el comunismo—tendrá que llegar una nueva libertad religiosa. Dios lo gobernará, porque ese pueblo tendrá que oír la verdad, la verdad en su sencillez. Ciertamente, hay mucho que la Iglesia puede hacer en el siglo venidero.”³⁴
Ezra Taft Benson, en su discurso más reciente en conferencia, citó al presidente McKay diciendo:
“¡Los hombres serán libres! He esperado durante veinte años la destrucción del sistema ruso. En él no hay libertad, y tarde o temprano el pueblo se levantará en su contra. No pueden oponerse a los fundamentos de la civilización y de Dios. No pueden aplastar para siempre a su pueblo. ¡Los hombres serán libres!”³⁵
José Smith dio varias advertencias proféticas sobre el peligro de un ataque por parte de los países comunistas. En una profecía, advirtió sobre un posible ataque por parte de China bajo el régimen comunista. Dijo:
“Hay una tierra más allá de las Montañas Rocosas que será invadida por los paganos chinos si no se toma gran cuidado y protección.”³⁶
Ezra Taft Benson repitió esta advertencia en la Conferencia General del 9 de octubre de 1960, cuando dijo:
“Hay poca duda de que los líderes de la China Roja ven la guerra como inevitable y solo esperan el momento propicio para atacar.”³⁷
Otras dos declaraciones proféticas atribuidas a José Smith parecen clarificar el tema de una posible guerra con Rusia. La primera trata sobre las naciones que serían aliadas contra ella:
“El Señor tomó la mejor sangre de las naciones y la implantó en las pequeñas islas que ahora se llaman Inglaterra y Gran Bretaña, y les dio gran poder entre las naciones por mil años. Y su poder continuará, para que puedan mantener el equilibrio de poder y prohibir a Rusia que usurpe su dominio sobre todo el mundo. Inglaterra y Francia son ahora enemigos amargos, pero serán aliados y se unirán para impedir que Rusia conquiste el mundo.”³⁸
La otra profecía fue dada por el profeta al padre del presidente John Taylor. Después de predecir la guerra entre los Estados Unidos y México, y también la Guerra entre los Estados, José comentó:
“Cuando la gran osa ponga su garra sobre el león, no estará lejos la escena culminante.”³⁹
Puesto que el oso es un símbolo de Rusia y el león es símbolo de Inglaterra, esta declaración parece ser una alusión profética a un ataque o persecución de Inglaterra por parte de Rusia. Tiene aplicación directa en este contexto.
Cuatro puntos lógicos parecen establecer que la caída del comunismo ocurrirá durante el período de las guerras preparatorias, antes del comienzo de las guerras de destrucción total:
-
Después del derrumbe de Rusia, se predice que los misioneros penetrarán esa área y predicarán el evangelio. La declaración del presidente McKay citada anteriormente debe recordarse en este contexto: “Tiene que venir una nueva libertad religiosa. Dios lo dominará [el comunismo], porque ese pueblo tendrá que oír la verdad, y la verdad en su sencillez…”
-
Está profetizada una intensa persecución religiosa contra la Iglesia en Rusia. Sin embargo, en la época de las guerras de destrucción total, la Iglesia será ignorada mientras sus enemigos luchan entre sí. Orson Pratt declaró:
“Aun en Rusia, aquel lugar en que casi le condenarían a muerte si tratara de importar una obra impresa de naturaleza religiosa—en ese país, en que no se permite diseminar la Biblia sin ser estorbado, cuya religión está establecida por ley—en ese país el evangelio de Jesucristo tiene que ser predicado. Sí, la Iglesia de los Santos tiene que ser establecida allí; y una vez establecida, se congregarán allí en multitudes, como en las otras naciones, para luchar contra ella.”⁴¹
-
Melvin J. Ballard, en la conferencia de abril de 1930, predijo que pronto se llevaría el evangelio a Rusia, vinculado al derrocamiento de un gobierno despótico, característica típica de las guerras preparatorias:
“También estoy seguro de que Dios está actuando en Rusia. Aunque estemos perturbados por la tiranía y la opresión montadas contra la religión en esa tierra, no es algo nuevo, pues esta ha sido la norma por generaciones. Pero también veo a Dios moviéndose para preparar el camino para otros acontecimientos que han de venir… ese pueblo volverá, porque testifico que hay miles de la sangre de Israel en aquel país, y Dios está preparando el camino para ellos.”⁴²
-
Se verá en un capítulo posterior que el cumplimiento del tiempo de los gentiles —la línea de demarcación entre las dos épocas de guerra— comenzará con una guerra interna en los Estados Unidos.⁴³
En esta guerra interna prevalecerá la anarquía, y tanto los gobiernos estatales como el gobierno federal se derrumbarán por completo, junto con todas sus fuerzas defensivas. Solo los santos que se reúnan en las montañas evitarán esta lucha. Por lo tanto, el cumplimiento de las profecías relacionadas con la guerra con Rusia debe preceder a la guerra civil en los Estados Unidos, ya que después de esa guerra interna no habrá un gobierno estadounidense que pueda oponerse al comunismo.
Sumario
Este capítulo ha tratado los siguientes hechos cronológicos:
1. Hay un período de guerras preparatorias, que empezó con la rebelión de la Carolina del Sur en 1861. El propósito de este período de guerras es el derrumbamiento de los gobiernos despóticos que prohiben el predicamento del evangelio. Está en proceso actualmente y continuará por un tiempo indefinido hasta que los tiempos de los Gentiles se cumplirán.
A. Los esclavos se levantarán en contra de sus amos. Aparentemente esto está en proceso de cumplirse actualmente.
B. Los Estados Unidos malgastarán sus fuerzas y bienes guerreando en países extranjeros. Los Estados serán atacados por otras naciones (aparentemente Rusia y sus aliados) y guerrearán.
C. Se llevará el evangelio a Rusia y a otros países en donde la palabra aún no ha penetrado.
D. Cuando más y más países llegan a ser receptivos a los esfuerzos misionales de la Iglesia, los misioneros harán conversos en ellos. Estos conversos serán instruidos a permanecer en estos países. Allá sufrirán varios grados de persecución a razón de sus creencias religiosas.
2. Habrá un período de terribles guerras destructivas.
A. Se cumplirá el tiempo de los Gentiles. Por causa de la iniquidad de los Gentiles, los misioneros serán retirados de entre ellos. La hora del cumplimiento de los tiempos de los Gentiles es la hora cuando el juicio de Dios de plagas, hambres, pestilencias, terremotos, aguaceros violentos, etcétera, empezarán a eliminar de la tierra a los inicuos con una violencia grandemente aumentada.
B. Los conversos y miembros de la Iglesia que viven en otros países serán notificados é instruidos a venir a Sión en América cuando se cumplen los tiempos de los Gentiles.
C. Una guerra interna enfurecerá dentro de los Estados Unidos que ocasionará la caida del gobierno nacional y de los Estados.
D. Se llevarán a cabo una guerra o guerras mundiales de terrible destrucción, las cuales destruirán al mundo de los Gentiles. Por mayor parte, los Santos escaparán el impacto de esta guerra.
Los puntos mencionados en la segunda división de este sumario serán tratados en detalle en los próximos capítulos.
NOTAS, CAPITULO UNO
- Doctrina y Convenios 87:1.
- Doctrina y Convenios 87:3. Para una cuidadosa consideración del cumplimiento de varios aspectos de esta profecía, véase Historia Comprensiva de la Iglesia, 1:294-303.
- Doctrina y Convenios 87:3. Después de once años dijo otra vez que “el comienzo de las dificultades que causarán mucho derramamiento de sangre previo al la venida del Hijo del Hombre estará en la Carolina del Sur. Probablemente se levantará por el asunto de esclavitud.” Doctrina y Convenios, 130:12-13.
- Esto fue claramente la interpretación dada al asunto por Carlos A. Callis. El dijo durante una prédica en la Conferencia General relatando una conversación que tuvo con un Evangélico, “José Smith, el profeta de Dios, predijo la gran Guerra Civil; a la vez predijo por el don y el poder del Espíritu Santo, que la Guerra Mundial vendría para vejar las naciones.” Informe de la Conferencia, abril de 1923, p. 22.
- Doctrina y Convenios 87:2.
- Doctrina y Convenios 87:3.
- Doctrina y Convenios 87:6.
- El obispo José L. Wirthlin, durante la Conferencia General en octubre de 1958, tomó como tema la Profecía Sobre la Guerra. Alistó en la siguiente manera las guerras que ya han ocurrido: “El profeta José nos dio esta revelación maravillosa en 1832. La Guerra Civil ocurrió en 1861, la guerra entre Dinamarca y Prusia en 1864, entre Italia y Austria en 1865 y 1866; entre Austria y Prusia en 1866, entre Rusia y Turquía en 1877; entre China y Japón en 1894 y 1895; la guerra Hispano-Americana en 1898; entre Japón y Rusia en 1900 y 1904; la Primera Guerra Mundial en 1914-1918; entonces la próxima guerra era relativamente diminuta, entre Etiopía e Italia, cuando el pueblo en aquella tierra de Etiopía fue dominado y controlado por Italia. Estoy agradecido al Señor que ahora tiene su libertad. Entonces, la Guerra Mundial que recién se acabó, y, por supuesto, la Guerra de Corea.” Informe de la Conferencia, octubre de 1958, p. 33.
- Doctrina y Convenios 87:4.
- Wirthlin, op cit, p. 2.
- Diario de Discursos, 18:63-4.
- Diario de Discursos, 7:186.
- Parley P. Pratt, Llave a la Ciencia de Teología [Key to the Science of Theology] (Quinta Edición, Salt Lake City: George Q. Cannon and Sons Co., 1891), p. 76.
- Informe de la Conferencia, octubre de 1954, p. 126.
- Diario de Discursos, 7:187.
- Diario de Discursos, 7:186.
- Diario de Discursos, 7:186.
- Informe de la Conferencia, abril de 1933, p. 121.
- Diario de Discursos, 7:186.
- El próximo capítulo explicará este término completamente. En breve, el tiempo de los Gentiles se cumplirá cuando los misioneros SUD serán retirados de las naciones gentiles, o sea cristianas. Esto será a causa de la actitud no receptiva y la gran iniquidad que distinguirá el pueblo Gentil en ese tiempo. Este acontecimiento señalará el comienzo de grandes calamidades a través del mundo y una guerra interna terrible dentro de los Estados Unidos.
- Diario de Discursos, 7:188.
- Doctrina y Convenios, 45:69.
- José Smith—Mateo 1:23. El lector notará que la traducción hecho por José Smith (conocido como José Smith capítulo uno en la Perla de Gran Precio) ha servido para dar orden cronológico a las declaraciones de Cristo que se encuentran en Mateo, capítulo 24. En el capítulo bíblico no se puede distinguir la cronología pero se aclara en la rendición en la Perla de Gran Precio.
- José Smith—Mateo 1:27.
- José Smith—Mateo 1:29.
- José Smith—Mateo 1:30. La profecía del Señor continua desde este punto dando una cronología de los acontecimientos que ocurrirán hasta Su venida final en gloria. Él predice la predicación del evangelio después de la gran guerra (versículo 31), alude en los versículos 32-35 a dos hechos en la Batalla de Armagedón (la abominación de desolación, o la profanación del templo en Jerusalén; y el obscurecimiento de los cielos que se verá como consecuencia del terremoto en la hora de su venida sobre el Monte de Olivos). Entonces relata la aparición de la seña de la venida del Hijo del Hombre y finalmente de su venida en gloria con las huestes del cielo (versículos 36 y 36).
- 1 Nefi 22:11.
- 1 Nefi 22:14.
- 1 Nefi 22:13.
- 1 Nefi 22:14.
- 1 Nefi 22:14.
- Mosiah Lyraan Hancock, La Historia de la Vida de Mosiah Lyman Hancock, [Life Story of Mosiah Lyraan Hancock] p. 29. Se puede ver una copia del manuscrito original en la biblioteca de la Universidad de Brigham Young.
- Ezra Taft Benson, Prédica en la Conferencia General, 7 de octubre de 1961. Para un
tratamiento de la profecía de José Smith que él cita concerniente a la Constitución
suspendiéndose por un hilo, véase capítulo cinco y el apéndice. - Noticiero de la Iglesia, 28 de mayo de 1960.
- Benson, op cit. El autor tiene en su posesión copias de dos bendiciones patriarcales dadas por un patriarca en St. Johns, Arizona, en que está profetizada una guerra entre Rusia y los Estados Unidos. Por razón de su naturaleza personal, y porque las evidencias citadas en esta obra están limitadas a las escrituras y a las obras de las autoridades generales de la Iglesia no serán citadas aquí. No obstante, quizá un sumario breve no sería indebido y serviría para iluminar en algo el asunto bajo consideración. Están en completa armonía la una con la otra. Cada una nombra la guerra como la Tercera Guerra Mundial. Hablan de Rusia y sus aliados y declaran claramente que serán vencidos por los Estados Unidos y sus aliados. Los Estados Unidos serán atacados por “un fuerte poder Europeo.” La guerra se efectuará mayormente en el aire y bajo el océano, y ambos poderes mayores descargarán bombas el uno contra el otro. Traidor tras traidor será identificado y detenido en este país. El Dios de los Cielos tomará control y llevará la guerra a una rápida victoria para América y sus aliados. Rusia nunca más llegará a ser un gran poder mundial, y los Estados Unidos llegarán finalmente a una gran elevación entre las naciones del mundo.
- Profecía registrada por Edwin Rushton y Teodoro Turley atribuida a José Smith el 6 de mayo de 1843. Para un tratamiento detallado de esta profecía, véase el apéndice. Referencias adicionales a esta profecía serán dadas como “Profecía registrada por Edwin Rushton y Teodoro Turley.”
- Era de Mejoramiento, diciembre de 1960, p. 944.
- Profecía registrada por Edwin Rushton y Teodoro Turley.
- Instructor Juvenil, 15 de marzo de 1890, p. 162.
- Noticiero de la Iglesia, 28 de mayo de 1960.
- Diario de Discursos, 7:185-86.
- Informe de la Conferencia, abril de 1930, p. 157.
- Véase capítulo cuatro.
























