La Profecía – Llave al Futuro

Capítulo 12

El Crecimiento y Desarrollo en Sión y Palestina Después de la Era del Conflicto Global


Se ha visto que durante el ministerio de los 144.000 Sumo Sacerdotes, se anticipa que el mundo atestiguará un gran derramamiento de plagas, conflicto y devastación. Incluido entre las plagas habrá una terrible guerra que traerá desolación al continente Europeo. No se conoce la duración en total de estos juicios. Sin embargo, ambos las escrituras y los comenta­rios por las Autoridades Generales de la Iglesia apuntan ciertas condicio­nes y ocurrencias que aparentemente acaecerán en una atmósfera más pacífica después del conflicto universal y antes de la aparición de Cristo sobre el Monte de Olivos durante la Batalla de Armagedón. Se verá en este capítulo que este intervalo será un tiempo de crecimiento y desarrollo tanto para la Nueva Jerusalén como la tierra de Palestina.

El Crecimiento de Sión en los Estados Unidos

Se anticipa que la ciudad de la Nueva Jerusalén sobre el continente Americano gozará un gran aumento en ambos importancia y población a la vez que el mundo reconoce su progreso y estabilidad.

Orson Pratt notó que después que otras naciones se han desecho, muchas personas aceptarán con gozo la causa y el dominio de Sión:

Cuando llegue ese día en que el Señor despojará tales personas, cuando llegue el día en que cumplirá las revelaciones de Isaías, tanto como las muchas otras revelaciones que se han dado, Sión tendrá que manifestarse en su fuerza y poder, y los habitantes de las naciones lejanas dirán, “Por cierto, Sión es la ciudad de nuestro Dios, porque el Señor está allí, y Su Gloria está allí, y el poder y la fuerza de Su terror está allí,”—terror a los malvados, terror a aquellos que cometen pecado: y muchas personas dirán, “Venid, que nos sujetemos a sus leyes.” Esto pasará después que el Señor habrá despojado a las naciones, y después que las habrá destruido y malgastado, en tanto que aplica a las porciones inicuas. Los que quedan reconocerán a Sión con gozo, reconocerán a Dios y a Su pueblo, y reconocerán las leyes que literalmente emanarán de Sión a las naciones de la tierra.1

Parece que a la vez que esos pueblos vienen a la Nueva Jerusalén, esa ciudad y la región alrededor experimentarán gran crecimiento. Élder Pratt dijo que muchas de las ciudades desoladas de esta nación serán repobla­das, y Sión empezará a incrementarse hasta que cubrirá los dos continen­tes Americanos:

Entonces se cumplirá otra declaración en este mismo capítulo que acabo de leer—”Porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda; y tu descendencia heredará naciones, y habitará las ciudades asoladas.” Bien, hay muchísimas ciudades en los Estados Unidos que no serán totalmente destruidas cuando los habitantes serán arrebatados de la faz de la tierra. Sus casas, sus ciudades desoladas permanecerán sin ocupantes hasta que Sión en su gloria y fuerza agrandará el lugar de sus pabellones, y extenderá los muros de sus habitaciones. Ésto es el destino de esta nación, y el destino de los Santos de los Últimos Días.2

La Proclamación publicada por el Quorum de los Doce poco después de la muerte del Profeta citó la siguiente referencia a la expansión de Sión sobre ambos de los continentes Americanos y a la unidad que en aquel entonces existirá entre sus pueblos:

La ciudad de Sión, con su Santuario y Sacerdocio, y la gloriosa plenitud del Evangelio, compondrá una norma que hará fin a los contenciosos credos, y los porfiados políticos, por medio de efectuar la unión de las repúblicas, los estados, las provincias, los territorios, las naciones, las tribus, las parentelas, las lenguas, los pueblos y las sectas del Norte y Sur América en una gran y común liga de hermandad; mientras verdad y conocimiento les harán libres, y amor convalidará su unión.3

Aparentemente esta proclamación fue tomada de las enseñanzas del Profeta, porque la siguiente instrucción fue registrada por Élder Benjamín F. Johnson, Él nos enseño que los Santos llenarían el gran Oeste, y a través de Méjico y Centro y Sur América haríamos una gran obra para la redención del resto de Jacob, y nos enseñó en cuanto al reino de Dios como se organizará sobre la tierra por medio de “las naciones que no se adiestrarán más para la guerra,” y todas adoptando la Constitución Divina de los Estados Unidos como el paladín de libertad y derechos iguales.4

El período que sigue el conflicto universal es así tomado por los Santos de los Últimos Días como una época cuando la influencia del Evangelio se desparramará por razón del reconocimiento que recibirá como una fuente de estabilidad, de fuerza y de dominio recto. Se mostrará luego que esta obra alcanzará su último cumplimiento durante el Milenio.

David, El Príncipe

En una oportunidad José Smith habló de David, el antiguo líder de Israel, y señaló que perdió una parte de su gloria por razón de la transgresión. Entonces el Profeta explicó en cuanto a su eterno sacerdocio que “el trono y reino de David le será quitado y será dado a otro por el nombre de David en los últimos días, que vendrá de su mismo linaje.”5
Aparentemente este nuevo líder para Israel aparecerá inmediatamente antes de la Batalla de Armagedón. Como su antiguo predecesor, reinará como príncipe y su nombre será David. Jeremías dijo que el Señor levantará un David como rey de Israel en la hora cuando ese pueblo servirá al Señor su Dios.6 Zacarías se refiere a él como la RAMA, y al compararlo con un sacerdote por nombre de Josué quién vivía en aquel entonces, relató la gran responsabilidad que David tendría en Palestina en los últimos días. El Profeta dijo que “El edificará el templo de Jehová, y él llevará gloria, y se sentará y dominará en su trono, y habrá sacerdote a su lado.”7 El Señor dijo en Ezequiel que “levantaré sobre ellas [Israel] a un pastor, y él las apacentará; a mi siervo David, él las apacentará, y él les será por pastor.”8

Muchos de los profetas del Antiguo Testamento hablan del David a quien se levantará en este período futuro. Isaías enseñó que él será dado “por testigo a los pueblos, por jefe y por maestro a las naciones,” y dijo que llamará a una nación que no conoce, y naciones que no le conocen a él correrán a él porque el Señor le honrará.9

Parece muy posible que esa profecía de Isaías puede ser interpretada por otra porción de sus enseñanzas. Capítulo once de Isaías habla de una importante persona llamada una “vara” y un “vastago”:

Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vastago retoñará de sus raíces.
Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová.
Y le hará entender diligente en el temor de Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos;
sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío.
Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de su cultura.10

La Sección 113 de la Doctrina y Convenios dice que este individuo
Es un siervo en las manos de Cristo, que en parte desciende de Isaí, así como de Efraín, o sea, de la casa de José, a quien se ha dado mucho poder.11

Después de contar del recto juicio y poder que este individuo poseerá, Isaías describe el ambiente pacífico que prevalecerá durante el Milenio (Isaías 11:6-9) y entonces, hablando de ese período, dice,

Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isaí, la cual estará puesta por pendón a los pueblos, será buscada por las gentes; y su habitación será gloriosa.12

La Doctrina y Convenios identifica la “raíz” como
“un descendiente de Isaí, así como de José, a quien por derecho pertenecen el sacerdocio y las llaves del reino, y será por pendón y para el recogimiento de mi pueblo en los postreros días.13

Así que parece que el individuo a quien Isaías se refiere como la “vara,” el “vastago,” y la “raíz” tendrá ciertas características:
1. Vivirá durante un período (aparentemente inmediatamente antes del comienzo del milenio) cuando podrá juzgar a los pobres con justicia y a la misma vez causar que se maten a los inicuos. (Isaías 11:1-5)
2. Vivirá hasta en el Milenio. (Isaías 11:6-10)
3. Será puesto por pendón del pueblo (Isaías 11:10) y a él buscarán los Gentiles (ésto puede ser como los Gentiles codician las riquezas de Palestina y causan la Batalla de Armagedón).
4. Será un poderoso e importante siervo en las manos de Cristo. (Doctrina y Convenios 113:4)
5. Será descendiente de ambos Judá (por Isaí) y José (por Efraín). (Doctrina y Convenios 113:4, 6)

Es significante notar que esta profecía (Isaías 11) fue citada por el Ángel Moroni cuando ese ser celestial apareció por primera vez al Profeta. Moroni dijo que la profecía “estaba por cumplirse.”14

Ezequiel también mantuvo que el Príncipe David tomará un importante papel en la adoración por parte de Israel en los últimos días:
Mas al príncipe corresponderá el dar el holocausto y el sacrificio y la libación en las fiestas solemnes, en las lunas nuevas, en los días de reposo y en todas las fiestas de la casa de Israel; él dispondrá la expiación, la ofrenda, el holocausto y las ofrendas de paz, para hacer expiación por la casa de Israel.15

El mismo vidente hebreo enseñó que David será el profeta que tendrá el privilegio de acercarse al Señor cuando viene a su Templo en Jerusalén, y una puerta especial será reservada para su uso cuando el Señor estará allí.16 Ezequiel dice además que dos parcelas de tierra, una sobre el Este y la otra sobre el Oeste fuera de los límites de Jerusalén, serán dadas por el pueblo al Príncipe como herencia, y también le darán como oblación una porción de sus cosechas y sus rebaños.17

Parece, entonces, que ese David de los últimos días ejercitará control tanto religioso como político sobre Palestina en el período inmediata­mente antes del comienzo del Milenio y durante los primeros días de esa época. El tendrá mando sobre el recogimiento de Israel y la construcción del templo en Jerusalén, y recibirá al Salvador a su venida a Palestina.

El Traslado de la Diez Tribus desde Sión a Palestina

Otro acontecimiento importante que aparentemente ocurrirá durante este período que sigue el conflicto universal será el traslado de las Diez Tribus desde un sitio cerca de la Nueva Jerusalén hasta la tierra de Palestina. Aunque las Américas han sido apartadas como la tierra de herencia para los descendientes de José,18 sin embargo parece que algunas de las tribus de ambos Manases y Efraín volverán a Palestina y se ubicarán allá, puesto que Ezequiel les incluye en su repartimiento de la tierra de Palestina en los últimos días.19

No obstante, según Orson Pratt, estas tribus demorarán largo tiempo en la región de la Nueva Jerusalén (por lo menos hasta después de la selección de los 144.000) antes que viajan a Palestina:

¿Por cuanto tiempo demorarán en las alturas de Sión aquellos que vienen de las tierras del norte? Bastante tiempo. Tendrán que cultivar trigo y la uva, vino y aceite, ganar rebaños y manadas, y sus almas tendrán que llegar a ser como jardines florecientes. Morarán en Sión un buen tiempo, y durante ese tiempo, se escogerán doce mil de cada una de las diez tribus, además de los doce mil que se escogerán de Judá, José, y las demás tribus, ciento cuarenta y cuatro mil en total. ¿Escoger para qué propósito? Para que el poder de la muerte y la pestilencia que saldrán barriendo las naciones de la tierra en aquellos días no tengan ningún poder sobre ellos.20

Aparentemente, aunque las tribus demorarán en la Sión de los últimos días por un buen tiempo, sin embargo es posible que volverán a tiempo para participar en la reconstrucción de la ciudad de Jerusalén y el templo antes que aparece el Señor. Orson Pratt enseñó que “la totalidad de las doce tribus de Israel volverán a Palestina en Asia y reconstruirán su ciudad de Jerusalén y un templo dentro de esa ciudad antes de, y en preparación para, la venida del Señor.”21 El hecho de que la venida del Señor a que se refirió Pratt es la venida sobre el Monte de Olivos es obvio cuando se considera otra declaración que hizo. Nótesetambién que habla del regreso de las tribus a Palestina después de la época del conflicto universal:

Es por razón de ésto, la luz que las naciones tienen en su intermedio, que no podrán creer que el Señor no les visitará primero; y cuando les habrá visitado y les habrá derrumbado, pondrá su mano pesadamente sobre las naciones paganas en Asia, y también aquellas en África, y serán visitadas con severo juicio, pero no serán destrozadas por completo. Una parte de las naciones paganas serán redimidas, ¿forqué? Verán el poder y la gloria de Dios que se manifestará entre las tribus de Israel, quienes serán recogidas de entre ellos para volver a su propia tierra. Verán la gloria de Dios manifestada como en tiempos antiguos y dirán, “Seguramente no adoraré a cocodrilos, ni a serpientes; ni adoraré al sol, ni la luna, porque hay un Dios manifestado entre aquel pueblo, Israel, quien es digno de las naturalezas y los atributos de un Dios. Arrojaré mis Dioses a los topos y los murciélagos, y adoraré al Dios de Israel. Entonces se cumplirá lo que fue dicho por el profeta Ezequiel, “y sabrán las naciones que yo soy Jehová.” Y acontecerá, después de ese tiempo, cuando Jesús habrá levantado a todos los rectos de sus sepulcros, que descenderá con todas las huestes de los cielos acompañándole, y se parará sobre el Monte de Olivos, y saldrá de Jerusalén y los judíos saldrán al monte para encontrarle y confesarle como su Mesías y Rey; y entonces acontecerá que las naciones paganas también le reconocerán más completamente como el verídico y único Dios. Entonces se cumplirá lo que está escrito en el último capítulo de Zacarías que toda nación en los alrededores de Jerusalén se subirá a Jerusalén de año en año para adorar al Rey, el Señor de huestes, y también para guardar la Fiesta Solemne de los Tabernáculos. Habrán muy muchas de esas solemnes asambleas y fiestas que fueron ordenadas en los tiempos antiguos, que serán restablecidas en medio de Israel cuando regresa.22

Hay varios pasajes de las escrituras que aparentemente apoyan a Pratt en su punto de vista que las Diez Tribus volverán a Palestina antes de la Batalla de Armagedón y de la venida de Cristo sobre el Monte de Olivos. La Revelación de Juan parece indicar que se habrá edificado un templo antes de la Batalla de Armagedón porque al profetizar de la batalla habla del “templo de Dios, y el altar, y a los que adoran en él.” También relata que el patio que está fuera del templo “ha sido entregado a los gentiles, y ellos hollarán la ciudad santa cuarenta y dos meses.”23 También se ha visto que un líder Israelita, un príncipe con el nombre de David, será levantado en los últimos días y que “edificará el templo de Jehová”24 que será establecido. Puesto que el templo probablemente será construido antes de la Batalla de Armagedón, y puesto que David será responsable para su construcción, aparentemente David subirá a poder antes del tiempo de la aparición de Cristo sobre el Monte de Olivos. Ezequiel declara que ambos Israel y Judá volverían a Palestina y David sería establecido como su rey, y luego el Señor pondría su santuario, o templo, entre ellos. En hacerlo habló de un “palo” de Judá y otro “palo” para “José, palo de Efraín, y para toda la casa de Israel sus compañeros.” Entonces registró que el Señor los haría “uno solo, y serán uno solo en tu mano.” Siguiendo el relato, Ezequiel clarificó su profecía por declarar:

Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí, yo tomo a los hijos de Israel de entre las naciones a las cuales fueron, y los recogeré de todas partes, y los traeré a su tierra;
y los haré una nación en la tierra, en los montes de Israel, y un rey será a todos ellos por rey; y nunca más serán dos naciones, ni nunca más serán divididos en dos reinos. . . .
Mi siervo David será rey sobre ellos;… y mi siervo David será príncipe de ellos para siempre.

Y haré con ellos pacto de paz, pacto perpetuo será con ellos; y los estableceré y los multiplicaré, y pondré mi santuario entre ellos para siempre. Estará en medio de ellos mi tabernáculo, y seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.25

Parece que el horario de este acontecimiento puede verificarse aun más por una combinación de dos citaciones de las escrituras. El Apóstol Juan, en su visión de los hechos de los últimos días, previo un período de guerra mundial en que la tercera parte de los hombres han de perecer, y se le mostró también la Batalla de Armagedón. Pero entre estas dos revelaciones una voz del cielo le habló, diciendo:

Ve y toma el librito que está abierto en la mano del ángel que está en pie sobre el mar y sobre la tierra.
Y fui al ángel, diciéndole que me diese el librito. Y él me dijo: Toma, y cómelo; y te amargará el vientre, pero en tu boca será dulce como la miel. Entonces, tomé el librito de la mano del ángel, y lo comí; y era dulce en mi boca como la miel, pero cuando lo hube comido, amargó mi vientre. Y él me dijo: Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes.26

En la interpretación de este pasaje José Smith registró que “Hemos de entender que fue una misión y ordenanza para él, de recoger a las tribus de Israel; he aquí, éste es Elias, el cual, como está escrito, tiene que venir y restaurar todas las cosas.”27 Pues parece que Juan profetizó que Israel sería recogido a Palestina entre la sexta plaga y la Batalla de Armagedón.

La Distribución de Terreno Entre las Tribus

En su visión Ezequiel vio y registró los bordes que finalmente rodearán el país de Israel en los últimos días. Estos bordes han de encerrar una área mucho más grande que el actual territorio de Palestina:

Y este será el límite de la tierra hacia el lado del norte; desde el Mar Grande, camino de Hetlón viniendo a Zedad, Hamat, Berota, Sibraim, que está entre el límite de Damasco y el límite de Hamat; Hazar-haticón, que es el límite de Haurán. Y será el límite del norte desde el mar hasta Hazar-enán en el límite de Damasco al norte, y al límite de Hamat al lado del norte. Del lado del oriente, en medio de Haurán y de Damasco, y de Galaad y de la tierra de Israel, al Jordán; esto mediréis de límite hasta el mar oriental.
Del lado meridional, hacia el sur, desde Tamar hasta las aguas de las rencillas; desde Cades y el arroyo hasta el Mar Grande; y esto será el lado meridional, al sur.
Del lado del occidente el Mar Grande será el límite hasta enfrente de la entrada de Hamat; este será el lado occidental. Repartiréis, pues, esta tierra entre vosotros según las tribus de Israel.28

Ezequiel también vio (Ezequiel 47, 48) que un lugar de herencia para cada una de las doce tribus29 sería establecida en tiras paralelas corriendo en la dirección Este-Oeste a través de la tierra de Palestina. El Templo, y una área para los sacerdotes y una área especial para el gobernador se apartarán en el centro. Pfeiffer bosqueja esta distribución de tierra en su
Introducción al Antiguo Testamento:

Las doce tribus están arregladas en tiras paralelas, siete al norte (Dan, Aser, Naftalí, Manases, Efraín, Rubén, Judá) y cinco (Benjamín, Simeón, Isacar, Zabulón, Gad) al sur de la área sagrada (48:1-7,48:23-29). Esta zona sagrada u “oblación” (45:1-8; 48:8-22) es una tira 25.000 codos por largo y 10.000 por ancho que abarca el dominio de los sacerdotes con el Templo en el centro; al norte del Templo es el dominio de los Levitas (10.000 codos de ancho), al sur es la ciudad, un cuadro de 45.000 codos en cada lado, todo rodeado por una tira de tierra abierta de ancho de 250 codos; al Este y al Oeste de la ciudad son sus tierras—dos rectángulos 5.000 por 10.000 codos en tamaño. El cuadrado entero, 25.000 codos en cada lado, que abarca los dominios de los Levitas y los sacerdotes y la ciudad con sus terrenos es rodeada por los territorios de las tribus de Judá (al norte) y Benjamín (al sur), y por el dominio del príncipe (al éste y al oeste).30

El Profeta Jeremías predijo la área que la ciudad de Jerusalén finalmente abarcaría:
He aquí que vienen días, dice Jehová, en que la ciudad será edificada a Jehová, desde la torre de Hananeel hasta la puerta del Ángulo.
Y saldrá más allá el cordel de la medida delante de él sobre el collado de Gareb, y rodeará a Goa.
Y todo el valle de los cuerpos muertos y de la ceniza, y todas las llanuras hasta el arroyo de Cedrón, hasta la esquina de la puerta de los caballos al oriente, será santo a Jehová; no será arrancada ni destruida más para siempre.31

La Construcción del Templo en Jerusalén y la Restauración de Adoración Sacrificador

Aparentemente la época después del conflicto universal también será la época en que se edificará el templo en Jerusalén y cuando Palestina emprenderá su tiempo de mayor productividad. Presidente Carlos W. Penrose habló del removimiento de la mezquita muslímica que ahora ocupa el sitio donde se edificará el templo:
La obra avanza para el recogimiento de los judíos a su propia tierra para que puedan reconstruirla tal cual como era en tiempos anteriores; que el templo pueda ser reconstruido sobre su sitio original; que se pueda preparar el camino para la venida del Mesías.32

El Profeta Ezequiel vio en visión este templo y dio una detallada descripción de él. Sigue un breve sumario de la descripción de Ezequiel, dado por el comentador bíblico Roberto H. Pfeiffer:

Lo sagrado del Templo, completamente rodeado por el dominio sacerdotal, es asegurado aun más por ser encerrado dentro de dos atrios, en vez de un solo atrio en el Templo de Salomón. El muro externo que separa lo sagrado de lo común, encierra un cuadrado de 500 codos por lado (42:20), que contiene el atrio exterior (40:28-37) y un rectángulo 350 por 200 codos, dentro de lo cual reposa el santuario. Los legos adoran en el atrio exterior (46:3, 9) y no más participan en los ritos sacri6cadores. Los sacriócios privados del príncipe son matados por los sacerdotes (46:2), los del pueblo por los Levitas (44:11), quienes también hierven la carne (46:24) que las personas comen en el atrio exterior. Aunque el plan de Ezequiel de tener dos atrios en vez de uno solo fue adoptado en el Templo después del destierro, los legos no renunciaron su costumbre inmemorial de ofrecer sus propios sacri6cios en el atrio interior (cf. Levítico 1:5, 11, etcétera).33

Ezequiel habla de un gran río que procederá desde debajo del templo, y predice que las aguas de este río “salen a la región del oriente, y descenderán al Araba, y entrarán en el mar [Muerto]; y entradas en el mar, recibirán sanidad las aguas.”34 José Smith comentó sobre este pasaje y dijo que:

Judá tendrá que volver, Jerusalén tendrá que reconstruirse, al igual el templo, y agua salir desde debajo del templo, y sanadas las aguas del Mar Muerto. Tomará un buen tiempo para reconstruir los muros de la ciudad y del templo, etcétera; y todo ésto tiene que hacerse antes que el Hijo del Hombre aparecerá. Habrán guerras y rumores de guerras, señas arriba en los cielos y abajo sobre la tierra, el sol se cambiará en obscuridad y la luna en sangre, terremotos en diversos lugares, los mares arrojándose allende de sus bordes; entonces aparecerá una gran señal del Hijo del Hombre en el cielo. Pero ¿qué harán los del mundo? Dirán que es un planeta, un cometa, etcétera. Pero el Hijo del Hombre vendrá como la señal del Hijo del Hombre, que será como la luz del alba saliendo del Este.35
Ezequiel trata el servicio de adoración en el templo que se edificará y revela que los principios del sacrificio por sangre serán restaurados.

Y me dijo: Hijo de hombre, así ha dicho Jehová el Señor: Estas son las ordenanzas del altar el día en que sea hecho, para ofrecer holocausto sobre él y para esparcir sobre él sangre.
A los sacerdotes levitas que son del linaje de Sadoc, que se acerquen a mí, dice Jehová el Señor, para ministrar ante mí, darás un becerro de la vacada para expiación.
Y tomarás de su sangre, y pondrás en los cuatro cuernos del altar, y en las cuatro esquinas del descanso, y en el borde alrededor; así lo limpiarás y purificarás.

Tomarás luego el becerro de la expiación, y lo quemarás conforme a la ley de la casa, fuera del santuario. Al segundo día ofrecerás un macho cabrío sin defecto, para expiación; y purificarán el altar como lo purificaron con el becerro. Cuando acabes de expiar, ofrecerás un becerro de la vacada sin defecto, y un carnero sin tacha de la manada; y los ofrecerás delante de Jehová, y los sacerdotes echarán sal sobre ellos, y los ofrecerán en holocausto a Jehová.

Por siete días sacrificarán un macho cabrío cada día en expiación; asimismo sacrificarán el becerro de la vacada y un carnero sin tacha del rebaño.
Por siete días harán expiación por el altar, y lo limpiarán, y así lo consagrarán.
Y acabados estos días, del octavo día en adelante, los sacerdotes sacrificarán sobre el altar vuestros holocaustos y vuestras ofrendas de paz; y me seréis aceptos, dice Jehová el Señor.36

El Profeta José Smith explicó que el principio de sacrificio es eterno y que se ofrecen sacrificios cuando los poderes del Sacerdocio de Melquizedec son suficientemente expresados. No obstante, explicó que la restauración del principio de sacrificio por sangre no significa que la Ley de Moisés, con sus ritos y ceremonias, será restablecida:

En general se supone que sacrificio fue completamente revocado cuando se ofreció el Gran Sacrificio [ie., el sacrificio del Señor Jesús], y que no habrá ninguna necesidad para la ordenanza de sacrificio en el futuro: pero aquellos que afirman ésto por cierto no son al tanto con los deberes, los privilegios y la autoridad del sacerdocio ni con los Profetas.
El ofrecer sacrificios siempre ha sido relacionado con y forma una parte de los deberes del Sacerdocio. Empezó con el Sacerdocio, y continuará hasta después de la venida de Cristo, de generación en generación . . .

Estos sacrificios, tanto como cada ordenanza que pertenece al Sacerdocio, cuando el Templo del Señor se edificará, y los hijos de Leví purificados, serán restaurados en su plenitud y llevados a cabo en todo sus poderes, sus ramifica­ciones y sus bendiciones. Ésto siempre ha existido y siempre existirá cuando los poderes del Sacerdocio de Melquizedec se manifiestan suficientemente; de otro modo ¿cómo puede llevarse a cabo la restitución de todas las cosas pronunciadas por los Santos Profetas? No se debe entender que la ley de Moisés se establecerá de nuevo con todos sus ritos y variedad de ceremonias; ésto nunca ha sido mencionado por los Profetas; pero las cosas que existían antes del tiempo de Moisés, es decir, el sacrificio, continuarán.37

Profecías Que Tratan las Acciones Políticas de Israel

Isaías parece señalar que cuando las tribus de Israel vuelvan a Palestina vivirán en paz entre sí y derogarán su rivalidad entre los reinos del norte y del sur. Él dice que “se disipará la envidia de Efraín, y los enemigos de Judá serán destruidos. Efraín no tendrá envidia de Judá, ni Judá afligirá a Efraín.”38 Sin embargo, varias profecías hablan de la necesidad para la expansión que Israel sentirá por razón de su sobre-población, diciendo que su lugar de herencia “no les bastará,”39 y que los Israelitas al congregarse dirán, “Estrecho es para mí este lugar; apártate, para que yo more.”40

Se han profetizado también las contenciones políticas de Israel con los países vecinos. Se predice una guerra contra las naciones que le rodean durante el período después del retorno de las Diez Tribus a Palestina:

Sino que [Efraín y Judá] volarán sobre los hombros de los filisteos al occidente, saquearán también a los de oriente; Edom y Moab les servirán, y los hijos de Amón los obedecerán.
Y secará Jehová la lengua del mar de Egipto; y levantará su mano con el poder de su espíritu sobre el río, y lo herirá en sus siete brazos, y hará que pasen por él con sandalias.41

De interés especial es la repetición de profecías que tratan el eventual derrumbamiento de Egipto. Joel dice que “Egipto será destruido, y Edom será vuelto en desierto asolado, por la injuria hecha a los hijos de Judá; porque derramaron en su tierra sangre inocente.”42 Ésto aparentemente ocurre antes de la batalla de Armagedón, porque Egipto es notablemente ausente de la lista de Ezequiel de aquellos que lucharán en esa batalla bajo el liderismo de Gog. (Véase a Ezequiel 38:16.)

El conflicto con Egipto y con las naciones que componen la región de la antigua Asiria también está predicho por Zacarías. Aparentemente ambos de estas regiones serán vencidas, aunque no es claro qué papel Israel tomará en su derrumbamiento:

Contra los pastores se ha encendido mi enojo, y castigaré a los jefes; pero Jehová de los ejércitos visitará su rebaño, la casa de Judá, y los pondrá como su caballo de honor en la guerra.

De él saldrá la piedra angular, de él la clavija, de él el arco de guerra, de él también todo apremiador.

Y serán como valientes que en la batalla huellan al enemigo en el lodo de las calles; y pelearán, porque Jehová estará con ellos; y los que cabalgan en caballos serán avergonzados.

Porque yo fortaleceré la casa de Judá, y guardaré la casa de José, y los haré volver; porque de ellos tendré piedad, y serán como si no los hubiera desechado; porque yo soy Jehová su Dios, y los oiré.

Y será Efraín como valiente, y se alegrará su corazón como a causa del vino; sus hijos también verán, y se alegrarán; su corazón se gozará en Jehová.
Yo los llamaré con un silbido, y los reuniré, porque los he redimido; y serán multiplicados tanto como fueron antes.

Bien que los esparciré entre los pueblos, aun en lejanos países se acordarán de mí; y vivirán con sus hijos, y volverán. Porque yo los traeré de la tierra de Egipto, y los recogeré de Asiria; y los traeré a la tierra de Galaad y del Líbano, y no les bastará.

Y la tribulación pasará por el mar, y herirá en el mar las ondas, y se secarán todas las profundidades del río; y la soberbia de Asiria será derribada, y se perderá el cetro de Egipto.43

Isaías también habla del pueblo reuniéndose desde Asiria y Egipto en un tiempo cuando estarán por perecer:

Acontecerá en aquel día, que trillará Jehová desde el río Eufrates hasta el torrente de Egipto, y vosotros, hijos de Israel, seréis reunidos uno a uno.

Acontecerá también en aquel día, que se tocará con gran trompeta, y vendrán los que habían sido esparcidos en la tierra de Asiria, y los que habían sido desterrados a Egipto, y adorarán a Jehová en el monte santo, en Jerusalén.44

Y en otra ocasión habla de un resto de la casa de Israel, “el que quedó” que vendrá “de Asiría,”45 como si fuera que muchos se habían destruido. Se anticipa, pues, que Palestina participará en una serie de guerras locales entre el tiempo en que Judá y las diez tribus habrán vuelto a Palestina y el tiempo de la Batalla de Armagedón.

Sumario

En la época entre el conflicto universal y la batalla de Armagedón, ambos la Nueva Jerusalén y la tierra de Palestina experimentarán un importante período de expansión.

  1. La Nueva Jerusalén crecerá y extenderá sus bordes por muchos kilómetros en todas direcciones.
    A. Los Gentiles desde a través del mundo, que vendrán porque sus naciones se habrán destruido, se ligarán a los Lamanitas y a las Diez Tribus quienes recientemente se habrán congrega­do allí. Vendrán a razón de la norma de paz y obediencia a la ley que se mantendrá en la Nueva Jerusalén.
    B. El Reino de Dios extenderá su dominio a través de los dos continentes Americanos y unirá a todos los pueblos de las Américas durante este período.
  2. Este será el período en que ambos Judá y las Diez Tribus de Israel se congregarán en Palestina. Les serán aporcionadas tiras paralelas de tierra que corran en dirección Este-Oeste en que las personas de cada una de las doce tribus se ubicarán.
  3. Los bordes de Israel en esa época serán mucho más grandes de que son en el tiempo actual.
  4. El templo será reconstruido en Jerusalén y la adoración sacrificador será restaurada allá.
  5. Cuando el pueblo de Israel vuelva a Israel un importante líder, conocido como David, el Príncipe, será levantado por Dios para guiarles. El:
    A. será el pendón al cual se congregará Israel.
    B. edificará el templo de Jerusalén.
    C. oficiará en los servicios del templo y recibirá al Mesías cuando viene.
    D. juzgará al pueblo con justicia.
    E. vivirá inmediatemente antes del comienzo del milenio y en la primera parte de ese período.
    F. será descendiente de ambos Judá y José.
  6. Se han profetizado varias guerras o contenciones políticas que aparentemente involucrarán a Israel después que todas las tribus se habrán congregado pero antes de la batalla de Armagedón. Las naciones modernas que corresponden a las antiguas naciones de Egipto, Filistea, Edom, Moab, y Asiría serán conquistadas.

Notas, Capitulo Doce

  1. Diario de Discursos, 22:36.
  2. Diario de Discursos, 24:31-32.
  3. “Proclamación de los Doce Apóstoles de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días,” Estrella Milenaria, 22 de octubre de 1845.
  4. “Una Interesante Carta,” carta no publicada escrita por Benjamín F. Johnson a Jorge S. Gibbs, 1903, la Biblioteca de la Universidad de Brigham Young, p. 8.
  5. La Historia de la Iglesia, 6:253. Véase Doctrina y Convenios 132:38-39.
  6. Jeremías 30:9.
  7. Zacarías 6:11-13. Véase 3:8-9; Jeremías 23:5-6, Oseas 3:4-5.
  8. Ezequiel 34:23-24.
  9. Isaías 55:3-5.
  10. Isaías 11:1-5.
  11. Doctrina y Convenios 113:4.
  12. Isaías 11:10.
  13. Doctrina y Convenios 113:6.
  14. José Smith—Historia 1:40.
  15. Ezequiel 45:17. Véase 46:2, 12.
  16. Ezequiel 44:1-3.
  17. Ezequiel 45:7, 13-16.
  18. Véase 1 Nefi 5:5, Alma 46:23-24.
  19. Ezequiel 48:1-5.
  20. Diario de Discursos, 18:25.
  21. Diario de Discursos, 14:349-50.
  22. Diario de Discursos, 20:153.
  23. Apocalipsis 11:1-13.
  24. Zacarías 6:12-13. Para asegurarse que la RAMA es el Príncipe David, compárese este pasaje con Ezequiel 44:2-4.
  25. Ezequiel 37:15-27. Parece que Ezequiel estableció los siguientes acontecimientos en orden cronológico: (1) las Diez Tribus serán unidas mayormente con Judá en la tierra de Palestina, (2) David el Príncipe les gobernará, (3) el templo será edificado “y pondré mi santuario entre ellos para siempre,” y (4) los paganos conocerán el poder de Dios por ver el derrumbamiento de las fuerzas de Gog en la Batalla de Armagedón. Véase Ezequiel 37:15-28, 38:16.
    El Profeta Jeremías también indicó que la cautividad de Judá y de Israel terminará y ellos serán restaurados a sus herencias en Jerusalén. Entonces relata como habitarán los lugares desolados de Palestina y los harán florecer, y continua su relato por contar como David reinará sobre ellos y ejecutará juicio en rectitud en la tierra. En los días de su reino “será salvo Judá.” Si esta frase se refiere al escenario de Armagedón, entonces su declaración también es una representación de la cronología. Véase a Jeremías 33:7-16.
    Las declaraciones de Zacarías y de Isaías parecen indicar que Israel y Judá se unirán en batallas contra otras naciones, y estas batallas aparentemente se lucharán antes del conflicto de Armagedón. Véase a Zacarías 10:3-10, Isaías 11:13-16.
  26. Apocalipsis 10:8-11.
  27. Doctrina y Convenios 77:14.
  28. Ezequiel 47:15-21.
  29. Nótese que aunque los continentes de las Américas fueron prometidos para los descendientes de José, sin embargo habrán lugares en Palestina que serán heredados por los descendientes de ambos Efraín y Manases. Se puede concebir que éstas pueden ser las personas que estaban con las tribus perdidas, y es posible que prefieren volver a la tierra de Palestina con las demás de las tribus.
  30. Roberto H. Pfeiffer, Introducción al Antiguo Testamento [Introduction to the Oíd Testament], (Nueva York Harper & Brothers, 1948), p. 556. Según Pfeiffer, un codo hebreo es el equivalente de 17,58 pulgadas o 44,65 centímetros.
  31. Jeremías 31:38-40.
  32. Diario de Discursos, 24:215.
  33. Pfeiffer, op. cit., p. 656. Ésto es un bosquejo de la descripción de Ezequiel registrada en Ezequiel 40-42.
  34. Ezequiel 47:1-8.
  35. La Historia de la Iglesia, 5:337.
  36. Ezequiel 43:18-27.
  37. La Historia de la Iglesia, 4:211-12.
  38. Isaías 11:13.
  39. Zacarías 10:10.
  40. Isaías 49:20.
  41. Isaías 11:14-15.
  42. Joel 3:19.
  43. Zacarías 10:3-11.
  44. Isaías 27:12-13.
  45. Isaías 11:16.