La Profecía – Llave al Futuro

Capítulo 13

La Batalla de Armagedón y la Aparición de Cristo Sobre el Monte de Olivos


A la vez que el pueblo de Judá y las Diez Tribus regresan a Israel y empiezan a prosperar en el país, se anticipa que incurrirán la envidia de las naciones vecinas. Estas naciones afrontarán a Palestina para guerrear en contra de ellas para satisfacer su avaricia. Esta guerra, que se profetiza durará por varios años, se conoce como la Batalla de Armagedón. Carlos W. Penrose expresó esta idea cuando escribió que “las naciones bancarrotas, envidiando las riquezas de los hijos de Judá, buscarán pretexto para provocar una guerra en contra de ellos, e invadirán la ‘tierra santa’ ‘para quitar despojos, y arrebatar presa’.1 Joel predijo la proclamación llamando las naciones al valle de decisión para guerrear:

Proclamad esto entre las naciones, proclamad guerra, despertad a los valientes, acerqúense, vengan todos los hombres de guerra. Forjad espadas de vuestros azadones, lanzas de vuestras hoces; diga el débil: Fuerte soy. Juntaos y venid, naciones todas de alrededor, y congregaos; haz venir allí, oh Jehová, a tus fuertes.
Despiértense las naciones, y suban al valle de Josefat; porque allí me sentaré para juzgar a todas las naciones de alrededor.
Echad la hoz, porque la mies está ya madura. Venid, descended, porque el lagar está lleno, rebosan las cubas; porque mucha es la maldad de ellos.
Muchos pueblos en el valle de la decisión; porque cercano está el día de Jehová en el valle de la decisión.2

Ezequiel previo el establecimiento de Israel en los últimos días en la tierra de promisión, y vio que su pueblo, recogido de las naciones, habitarían aun los lugares desolados y los causarían a prosperar. Vio que esta riqueza causaría que otras naciones se levantarían para tratar de despojar a Palestina. Dirigiéndose a estas naciones opositoras, profetizó:

Subirás tú, y vendrás como tempestad; como nublado para cubrirla tierra serás tú y todas tus tropas, y muchos pueblos contigo. Así ha dicho Jehová el Señor: En aquel día subirán palabras en tu corazón, y concebirás mal pensamiento,
y dirás: Subiré contra una tierra indefensa, iré contra gentes tranquilas que habitan confiadamente; todas ellas habitan sin muros, y no tienen cerrojos ni puertas;
para arrebatar despojos y para tomar botín, para poner tus manos sobre las tierras desiertas ya pobladas, y sobre el pueblo recogido de entre las naciones, que se hace de ganado y posesiones, que mora en la parte central de la tierra.3

Orson Pratt observó que el recogimiento de Israel a Palestina podría perjudicar seriamente la economía de algunas de las naciones, y ellas tratarían de recobrar las riquezas tomadas por los Israelitas saliendo de entre ellas:

Cuando los Rothschilds y los grandes banqueros entran la nación judía volverán a su propia tierra para reconstruir la ciudad de Jerusalén, llevando consigo su dinero, causando casi la ruina de algunas de las naciones, y esas marcharán al saqueo contra Jerusalén.4

Las Naciones Que Atacarán a Palestina

¿Cuales naciones atacarán a Palestina? Ezequiel dio una lista detallada:
Hijo de hombre, pon tu rostro contra Gog en tierra de Magog, príncipe soberano de Mesec y Tubal, y profetiza contra él, y di: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí, yo estoy contra tí, oh Gog, príncipe soberano de Mesec y Tubal.
Y te quebrantaré, y pondré garfios en tus quijadas, y te sacaré a tí y a todo tu ejército, caballos y jinetes, de todo en todo equipados, gran multitud con paveses y escudos, teniendo todos ellos espadas;
Persia, Cus y Fut con ellos; todos ellos con escudo y yelmo;
Gomer, y todas sus tropas; la casa de Togarma, de los confines del norte, y todas sus tropas; muchos pueblos contigo.5

Parece que la declaración de Ezequiel se refiere a los descendientes de los nietos de Noé, quienes se esparcieron sobre la faz de la tierra después del diluvio. Se conoce el capítulo diez de Génesis como la “Tabla de Naciones,” y provee alguna información tocante a esos grupos étnicos. Magog, Tubal, Mesec y Gomer todos fueron hijos de Jafet, y Togarma fue el nieto de Jafet, hijo de Gomer.6 Ezequiel también menciona la tierra de Persia, la cual también fue habitada por los descendientes de Jafet, o que clasifican los etnologistas como el pueblo Indo-Europeo. Etiopía y Libia, dos países habitadas por los descendientes de Cam, también están incluidas en la lista. Aunque no se conocen todos los grupos étnicos mencionados en la Tabla de Naciones, cada uno de los pueblos mencionados por Ezequiel ha sido identificado con cierta confianza y por eso se conocen las regiones de que habló el profeta. El lector reconocerá que esta lista incluye los pueblos que viven en las naciones actuales de Turquía, Persia, Etiopía, Libia y la punta austral de Rusia inmediatamente arriba del Mar Caspio. Se notará que en la profecía de Ezequiel, se identifica a Gog, el líder de los invasores, por dos indicios que parecen ser en conflicto el uno con el otro. Parece que si Gog es de ser un individuo de la tierra de Magog (y la terminología de Ezequiel es demasiado impreciso para determinar este punto sin duda), entonces será un Ruso. No obstante, la repetición del profeta de la idea que Gog será el mayor príncipe de Mesec y Tubal daría más confianza a la idea que Gog será un gobernador Turco. No es posible determinar por seguro el asunto en base a la limitada evidencia disponible hoy día.

Aunque Ezequiel dijo que estas naciones invasoras tendrán “muchos pueblos contigo” [con ellos], sin embargo parece que estos países muy probablemente serán los líderes del ataque contra Palestina, de otro modo, Ezequiel no las hubiera nombrado.7

El profeta Joel añade Tiro y Sidón a la lista de lugares opositores:

Porque he aquí que en aquellos días, y en aquel tiempo en que haré volver la cautividad de Judá y de Jerusalén, reuniré a todas las naciones, y las haré descender al valle de Josefat, y allí entraré en juicio con ellas a causa de mi pueblo, y de Israel mi heredad, a quien ellas esparcieron entre las naciones, y repartieron mi tierra; y echaron suertes sobre mi pueblo, y dieron los niños por una ramera, y vendieron las niñas por vino para beber.
Y también, ¿qué tengo yo con vosotras, Tiro y Sidón, y todo el territorio de Filisteo? ¿Queréis vengaros de mí? Y si de mí os vengáis, bien pronto haré yo recaer la paga sobre vuestra cabeza.8

Orson Pratt dice que el pueblo del mundo no se habrá arrepentido después de las muchas señas que se habrán dado, sino que se habrán dado a si mismos al poder del diablo, y que las fuerzas que vendrán en contra de Israel numerarán en los millones:

Después que el reino de Dios se habrá esparcido sobre la faz de la tierra, y que toda jota y tilde de las profecías se habrán cumplido en relación al esparcimiento del Evangelio entre las naciones,— después que las señas se habrán mostrado arriba en los cielos, y abajo sobre la tierra, sangre, fuego, y vapor de humo,—después que el sol se habrá obscurecido, y que la luna tendrá el aspecto de sangre, y las estrellas aparentemente se habrán arrojado de sus lugares, y todas las cosas habrán estado en conmoción por razón de la intensa obscuridad sobre el Cristianismo, y de la fuerza de las ligas del clericalismo con las cuales serán atadas, que no entenderán, y serán entregadas a la dureza de sus corazones. Entonces será el cumplimiento de aquella declaración, que vendrá el día en que el Señor tendrá poder sobre sus Santos, y el Diablo tendrá poder sobre su propio dominio. Él les cederá al poder del Diablo, y él tendrá poder sobre ellos, y los transportará como la paja en el torbellino. Juntará millones sobre millones en los valles alrededor de Jerusalén para poder destruir a los judíos después que se han congregado. ¿Cómo hará ésto el Diablo? Lo hará por hacer milagros. La Biblia dice que los reyes de la tierra y los grandes serán engañados por estos falsos milagros. Dice que habrá tres espíritus inmundos que saldrán obrando milagros, y que son espíritus de diablos. ¿Adonde van? A los reyes de la tierra; ¿y qué harán? Los recogerán a la batalla para el gran día del Dios Todopoderoso. ¿Adonde?En el valle de Armagedón.9

El Sitio del Campo de la Batalla

La batalla de las naciones decaídas contra Israel se centralizará en el valle de Armagedón, que es Esdraelón, una llanura triangular unos cien kilómetros al noroeste de Jerusalén:

Pues son espíritus de demonios, que hacen señales, y van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunidos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso.

He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza.
Y los reunió en el lugar que en hebreo se llama Armagedón.10

Este lugar también se llama Josefat o el Valle de Decisión:

Despiértense las naciones, y suban al valle de Josefat; porque allí me sentaré para juzgar a todas las naciones de alrededor. Echad la hoz, porque la mies está ya madura. Venid, descended, porque el lagar está lleno, rebosan las cubas; porque mucha es la maldad de ellos. Muchos pueblos en el valle de la decisión; porque cercano está el día de Jehová en el valle de la decisión.11

Como se verá en la descripción que sigue de la batalla, el campo de batalla aparentemente se extenderá hasta que se guerreará dentro de los recintos de Jerusalén, y hasta que los muertos estén esparcidos a través de las montañas de Israel.

La Batalla

Joel describe la venida al ataque de una formidable muchedumbre como un ejército bien disciplinado:

Día de tinieblas y de oscuridad, día de nube y de sombra; como sobre los montes se extiende el alba, así vendrá un pueblo grande y fuerte; semejante a él no lo hubo jamás, ni después de él lo habrá en años de muchas generaciones.
Delante de él consumirá fuego, tras de él abrasará llama; como el huerto del Edén será la tierra delante de él, y detrás de él como desierto asolado; ni tampoco habrá quien de él escape.
Su aspecto, como aspecto de caballos, y como gente de a caballo correrán.
Como estruendo de carros saltarán sobre las cumbres de los montes; como sonido de llama de fuego que consume hojarascas, como pueblo fuerte dispuesto para la batalla.
Delante de él temerán los pueblos; se pondrán pálidos todos los semblantes.
Como valientes correrán, como hombres de guerra subirán el muro; cada cual marchará por su camino, y no torcerá su rumbo. Ninguno estrechará a su compañero, cada uno irá por su carrera; y aun cayendo sobre la espada no se herirán. Irán por la ciudad, correrán por el muro, subirán por las casas, entrarán por las ventanas a manera de ladrones.
Delante de él temblará la tierra, se estremecerán los cielos; el sol y la luna se oscurecerán, y las estrellas retraerán su resplandor.12

Durante este terrible guerrear la mayor parte de los judíos serán matados, según Zacarías, mientras los que quedan serán purificados por el Señor:

Levántate, oh espada, contra el pastor, y contra el hombre compañero mío, dice Jehová de los ejércitos. Hiere al pastor, y serán dispersadas las ovejas; y haré volver mi mano contra los pequeñitos.
Y acontecerá en toda la tierra, dice Jehová, que las dos terceras partes serán cortadas en ella, y se perderán; mas la tercera quedará en ella.
Y meteré en el fuego a la tercera parte, y los fundiré como se funde la plata, y los probaré como se prueba el oro. El invocará mi nombre, y yo le oiré, y diré: Pueblo mío; y él dirá: Jehová es mi Dios.13

Aparentemente la batalla se extenderá hasta Jerusalén, y esa ciudad será rodeada y atacada por cuarenta y dos meses. Según Juan, durante este tiempo dos profetas estarán predicando dentro de la ciudad. Finalmente serán matados, yacerán en la calle por tres días y medio, y entonces serán arrebatados al cielo:

Entonces me fue dada una caña semejante a una vara de medir, y se me dijo: Levántate, y mide el templo de Dios, y el altar, y a los que adoran en él.
Pero el patio que está fuera del templo déjalo aparte, y no lo midas, porque ha sido entregado a los gentiles; y ellos hollarán la ciudad santa cuarenta y dos meses,
Y daré a mis dos testigos14 que profeticen por mil doscientos sesenta días,15 vestidos de cilicio. Estos testigos son los dos olivos, y los dos candeleros que están en pie delante del Dios de la tierra.
Si alguno quiere dañarlos, sale fuego de la boca de ellos, y devora a sus enemigos; y si alguno quiere hacerles daño, debe morir él de la misma manera.
Estos tienen poder para cerrar el cielo, a fin de que no llueva en los días de su profecía; y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre, y para herir la tierra con toda plaga, cuantas veces quieran.
Cuando hayan acabado su testimonio, la bestia que sube del abismo hará guerra contra ellos, y los vencerá y los matará.
Y sus cadáveres estarán en la plaza de la grande ciudad que en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también nuestro Señor fue crucificado.
Y los de los pueblos, tribus, lenguas y naciones verán sus cadáveres por tres días y medio, y no permitirán que sean sepultados.
Y los moradores de la tierra se regocijarán sobre ellos y se alegrarán, y se enviarán regalos unos a otros; porque estos dos profetas habían atormen­tado a los moradores de la tierra.
Pero después de tres días y medio entró en ellos el espíritu de vida enviado por Dios, y se levantaron sobre sus pies, y cayó gran temor sobre los que los vieron.
Y oyeron una gran voz del cielo, que les decía: subid acá. Y subieron al cielo en una nube; y sus enemigos los vieron.16

La declaración de Juan que los Gentiles hollarán la ciudad santa está apoyada por la afirmación de Zacarías que la mitad de la ciudad caerá en cautividad:

Porque yo reuniré a todas las naciones para combatir contra Jerusalén; y la ciudad será tomada, y serán saqueadas las casas, y violadas las mujeres; y la mitad de la ciudad irá en cautiverio, mas el resto del pueblo no será cortado de la ciudad.17

La Venida de Cristo

Según Zacarías, después que la ciudad de Jerusalén ha sido en parte conquistada, el Señor aparecerá sobre el Monte de Olivos:

Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur.
Y huiréis al valle de los montes, porque el valle de los montes llegará hasta Azal; huiréis de la manera que huísteis por causa del terremoto en los días de Uzías rey de Judá; y vendrá Jehová mi Dios, y con él todos los santos.18

Juan el Revelador da una descripción aun más gráfica de Su venida. Describe al Señor como llegando sobre un caballo blanco, vestido con vestimenta roja, y seguido por otros también cabalgados:

Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo. Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS. Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos.
De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso.
Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.19

Presidente Carlos W. Penrose hizo un sumario de las varias aparicio­nes del Salvador en los últimos días. Después de describir la aparición de Cristo a los Santos en la Nueva Jerusalén, habló de su segunda aparición mayor como Su venida sobre el Monte de Olivos:

Su próxima aparición será entre los afligidos y casi vencidos hijos de Judá. Al crisis de su hado, cuando las tropas enemigas de varias naciones están saqueando la ciudad y todos los horrores de la guerra están abruman­do el pueblo de Jerusalén, pondrá su pie sobre el Monte de Olivos, el cual partirá a su toque. Asistido por una hueste del cielo, derrumbará y destruirá los combinados ejércitos de los Gentiles, y aparecerá a los judíos que le adoran como el poderoso Librador y Conquistador por tanto tiempo esperado por su raza.20

El Terremoto

Se opina que el terremoto tratado por Zacarías, que causa que el Monte de Olivos se separe en el medio, es el mismo desastre profetizado por Juan que derrumbará una parte de la ciudad de Jerusalén. En registrar su visión dice que inmediatamente después que los dos profetas ascienden al cielo, “En aquella hora hubo un gran terremoto, y la décima parte de la ciudad se derrumbó, y por el terremoto murieron un número de siete mil hombres; y los demás se aterrorizaron, y dieron gloria al Dios del cielo.”21 Entonces agregó la explicación que el terremoto fue tan extenso en su alcance que “la gran ciudad fue dividida en tres partes, y las ciudades de las naciones cayeron.”22

Ezequiel también profetizó de este gran terremoto:

En aquel tiempo, cuando venga Gog contra la tierra de Israel, dijo Jehová el Señor, subirá mi ira y mi enojo. Porque he hablado en mi celo, y en el fuego de mi ira; Que en aquel tiempo habrá gran temblor sobre la tierra de Israel; que los peces del mar, las aves del cielo, las bestias del campo y toda serpiente que se arrastra sobre la tierra, y todos los hombres que están sobre la faz de la tierra, temblarán ante mi presencia; y se desmoronarán los montes, y los vallados caerán, y todo muro caerá a tierra.23

La Doctrina y Convenios también habla de un terremoto al tiempo de la aparición de Cristo sobre el Monte de Olivos.

Entonces el brazo del Señor caerá sobre las naciones. Y entonces el Señor pondrá su pie sobre este monte, y se partirá por en medio, y temblará la tierra y se tambaleará, y también se estremecerán los cielos.
Y el Señor emitirá su voz, y todos los confines de la tierra la oirán; y las naciones de la tierra se lamentarán, y los que hayan reído descubrirán su insensatez.
Y la calamidad oprimirá al burlador, y el mofador será consumido; y los que se desvelan para obrar iniquidad serán talados y echados al fuego.24

La declaración de Joel que “El sol y la luna se oscurecerán, y las estrellas retraerán su resplandor”25 durante la contención en el valle de decisión puede encontrar su explicación en el polvo, las cenizas y los escombros que serán arrojados al aire por este terremoto.
Puede ser en este tiempo también que la tierra desde Geba (10 kilómetros al norte de Jerusalen) hasta Rimón (45 kilómetros al sur de Jerusalen), que ahora es excesivamente montañosa, “se volverá como llanura.”26

La Conclusión de la Batalla

Cuando el Salvador viene dará nuevo coraje a los hijos de Israel, y lucharán con la fuerza de David para despojar a sus enemigos. Así parece que la batalla puede continuar hasta después de la aparición del Salvador y no terminarse al tiempo exacto de su venida. Zacarías dice que “en aquel día Jehová defenderá al morador de Jerusalen; el que entre ellos fuere débil, en aquel tiempo será como David; y la casa de David como Dios, como el ángel de Jehová delante de ellos.”27

Además de renovar la fuerza de los ejércitos de Israel a su venida, parece que Dios también derramará sus juicios sobre las naciones que les atacan. Ezequiel registra que la promesa del Señor que “yo litigaré contra él [Gog] con pestilencia y con sangre; y haré llover sobre él, sobre sus tropas y sobre los muchos pueblos que están con él, impetuosa lluvia, y piedras de granizo, fuego y azufre”28 y también que “enviaré fuego sobre Magog, y sobre los que moran con seguridad en las costas; y sabrán que yo soy Jehová.”29

En su visión de estos juicios Juan registró que “cayó del cielo sobre los hombres un enorme granizo como del peso de un talento; y los hombres blasfemaron contra Dios por la plaga del granizo; porque su plaga fue sobremanera grande.30

Zacarías recontó de aun otro juicio que se derramará:
Y esta será la plaga con que herirá Jehová a todos los pueblos que pelearon contra Jerusalén: la carne de ellos se corromperá estando ellos sobre sus pies, y se consumirán en las cuencas sus ojos, y la lengua se les deshará en su boca. . . .
Así también será la plaga de los caballos, de los mulos, de los camellos, de los asnos, y de todas las bestias que estuvieren en aquellos campamen­tos.31

Según Ezequiel los del ejército que servían bajo el mando de Gog se afrontarán el uno al otro, “Y en todos mis montes llamaré contra él la espada, dice Jehová el Señor, la espada de cada cual será contra su hermano.”32

Zacarías registra una profecía similar, “acontecerá en aquel día que habrá entre ellos gran pánico enviado por Jehová; y trabará cada uno de la mano de su compañero, y levantará su mano contra la mano de su compañero.33

Así dicen los profetas del acontecedero fracaso de las fuerzas de Gog. Joel dice que el enemigo será esforzado a retirarse a una tierra seca y desierta:

Y haré alejar de vosotros al del norte, y lo echaré en tierra seca y desierta; su faz será hacia el mar oriental, y su fin al mar occidental; y exhalará su hedor, y subirá su pudrición, porque hizo grandes cosas.34

Ezequiel hizo una descripción de como solamente la sexta parte de las naciones atacantes escaparán, y como los animales vendrán para devorar los restos de los que fueron matados. Predice también la muerte del líder enemigo, Gog, sobre los montes de Israel:

Tú pues, hijo de hombre, profetiza contra Gog, y di: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo estoy contra tí, oh Gog, príncipe soberano de Mesec y Tubal.
Y te quebrantaré, y te conduciré y te haré subir de las partes del norte, y te traeré sobre los montes de Israel; y sacaré tu arco de tu mano izquierda, y derribaré tus saetas de tu mano derecha.
Sobre los montes de Israel caerás tú y todas tus tropas, y los pueblos que fueron contigo; a aves de rapiña de toda especie, y a las fieras del campo, te he dado por comida.
Sobre la faz del campo caerás; porque yo he hablado, dice Jehová el Señor. 35

Y de nuevo:
Y tú, hijo de hombre, así ha dicho Jehová el Señor. Di a las aves de toda especie, y a toda fiera del campo: Juntaos, y venid; reunios de todas partes a mi víctima que sacrifico para vosotros, un sacrificio grande sobre los montes de Israel; y comeréis carne y beberéis sangre.
Comeréis carne de fuertes, y beberéis sangre de príncipes de la tierra; de carneros, de corderos, de machos cabríos, de bueyes y de toros, engordados todos en Basan.
Comeréis grosura hasta saciaros, y beberéis hasta embriagaros de sangre de las víctimas que para vosotros sacrifiqué. Y os saciaréis sobre mi mesa, de caballos y de jinetes fuertes y de todos los hombres de guerra, dice Jehová el Señor.36

Juan llamó este acontecimiento la gran cena de Dios:
Y vi a un ángel que estaba en pie en el sol, y clamó a gran voz, diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo: Venid, y congregaos a la gran cena de Dios,
para que comáis carnes de reyes y de capitanes, y carnes de fuertes, carnes de caballos y de sus jinetes, y carnes de todos, libres y esclavos, pequeños y grandes.37

La tarea de ensepultar a la multitud de personas quienes fueron matadas en la Batalla de Armagedón aparentemente quedará como una horrenda advertencia de como Israel fue casi destruida:

Y los moradores de las ciudades de Israel saldrán, y encenderán y quemarán armas, escudos, paveses, arcos y saetas, dardos de mano y lanzas; y los quemarán en el fuego por siete años.
No traerán leña del campo, ni cortarán de los bosques, sino quemarán las armas en el fuego; y despojarán a sus despojadores, y robarán a los que les robaron, dice Jehová el Señor.
En aquel tiempo yo daré a Gog lugar para sepultura allí en Israel, el valle de los que pasan al oriente del mar; y obstruirá el paso a los transeúntes, pues allí enterrarán a Gog y a toda su multitud; y lo llamarán el Valle de Hamón­ gog. Y la casa de Israel los estará enterrando por siete meses, para limpiar la tierra. Los enterrará todo el pueblo de la tierra; y será para ellos célebre el día en que yo sea glorificado, dice Jehová el Señor.
Y tomarán hombres a jornal que vayan por el país con los que viajen, para enterrar a los que queden sobre la faz de la tierra, a fin de limpiarla; al cabo de siete meses harán el reconocimiento.
Y pasarán los que irán por el país, y el que vea los huesos de algún hombre pondrá junto a ellos una señal, hasta que los entierren los sepulture­ros en el valle de Hamón-gog.
Y también el nombre de la ciudad será Hamona; y limpiarán la tierra.38

La Conversión de los Judíos y la Venida de Cristo al Templo en Jerusalén

Será a esta venida del Salvador que los muchos judíos que hasta ahora no han creído en Jesús reconocerán que Él es el Cristo:

Y entonces me mirarán los judíos y dirán: ¿Qué heridas son éstas en tus manos y en tus pies?
Entonces sabrán que yo soy el Señor, porque les diré: Éstas son las heridas con que fui herido en casa de mis amigos. Soy el que fue levantado. Soy Jesús que fue crucificado. Soy el Hijo de Dios.39

El conocimiento que Jesús es el Cristo traerá la repentina realización que sus padres mataron al Mesías. Según Zacarías, esta realización causará gran lamentación entre los judíos. También lamentarán por sus amados que habrán perdido durante la guerra:

Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito.
En aquel día habrá gran llanto en Jerusalén, como el llanto de Hadadrimón en el valle de Meguido.
Y la tierra lamentará, cada linaje aparte; los descendientes de la casa de David por sí, y sus mujeres por sí; los descendientes de la casa de Natán por sí, y sus mujeres por sí;
los descendientes de la casa de Levi por sí, y sus mujeres por sí; los descendientes de Simei por sí, y sus mujeres por sí; todos los otros linajes, cada uno por sí, y sus mujeres por sí.40

Ezequiel describe la entrada del Señor en el Templo en Jerusalén:

Me hizo volver hacia la puerta exterior del santuario, la cual mira hacia el oriente; y estaba cerrada.
Y me dijo Jehová: Esta puerta estará cerrada; no se abrirá, ni entrará por ella hombre, porque Jehová Dios de Israel entró por ella; estará, por tanto, cerrada.
En cuanto al príncipe, por ser el príncipe, él se sentará allí para comer pan delante de Jehová; por el vestíbulo de la puerta entrará, y por ese mismo camino saldrá.41

El Intervalo Entre la Venida de Cristo a Palestina y la Venida de Cristo en Su Gloria

Varios pasajes de las escrituras parecen indicar que habrá un intervalo entre la venida de Cristo sobre el Monte de Olivos y su venida final en gloria. Isaías habló de la venida del Señor a Jerusalén en un tiempo cuando “vendrá el enemigo como rio” y de su gloria que descansará sobre esa ciudad mientras se engrandece en fama y hermosura. Entonces habla de la venida de las huestes de los Gentiles para adorar allá, y el recogimiento del pueblo.42 También predijo de la luz que emanará del Señor mientras está allí, y del rápido crecimiento de la nación. Quizás esta escritura, en un sentido más amplio, se aplica a la Sión en América:

Y temerán desde el occidente el nombre de Jehová, y desde el nacimiento del sol su gloria; porque vendrá el enemigo como río, mas el Espíritu de Jehová levantará bandera contra él.
Y vendrá el Redentor a Sión, y a los que se volvieren de la iniquidad en Jacob, dice Jehová.
Y este será mi pacto con ellos, dijo Jehová: El Espíritu mió que está sobre tí, y mis palabras que puse en tu boca, no faltarán de tu boca, ni de la boca de tus hijos, ni de la boca de los hijos de tus hijos, dijo Jehová, desde ahora y para siempre.
Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones;
mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria. Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento. Alza tus ojos alrededor y mira, todos éstos se han juntado, vinieron a ti; tus hijos vendrán de lejos, y tus hijas serán llevadas en brazos. Entonces verás, y resplandecerás; se maravillará y ensanchará tu corazón, porque se haya vuelto a ti la multitud del mar, y las riquezas de las naciones hayan venido a ti.
Multitud de camellos te cubrirá; dromedarios de Madián y de Efa; vendrán todos los de Sabá; traerán oro e incienso, y publicarán alabanzas de Jehová.
Todo el ganado de Cedar será juntado para ti; carneros de Nebaiot te serán servidos; serán ofrecidos con agrado sobre mi altar, y glorificaré la casa de mi gloria.
¿Quiénes son éstos que vuelan como nubes, y como palomas a sus ventanas?
Ciertamente a mí esperarán los de la costa, y las naves de Tarsis desde el principio, para traer tus hijos de lejos, su plata y su oro con ellos, al nombre de Jehová tu Dios, y al Santo de Israel, que te ha glorificado.
Y extranjeros edificarán tus muros, y sus reyes te servirán; porque en mi ira te castigué, mas en mi buena voluntad tendré de ti misericordia.
Tus puertas estarán de continuo abiertas; no se cerrarán de día ni de noche, para que a ti sean traídas las riquezas de las naciones, y conducidos a ti sus reyes.
Porque la nación o el reino que no te sirviere perecerá, y del todo será asolado. La gloria del Líbano vendrá a ti, cipreses, pinos y bojes juntamente, para decorar el lugar de mi santuario; y yo honraré el lugar de mis pies.
Y vendrán a ti humillados los hijos de los que te afligieron, y a las pisadas de tus pies se encorvarán todos los que te escarnecían, y te llamarán Ciudad de Jehová, Sion del Santo de Israel.
En vez de estar abandonada y aborrecida, tanto que nadie pasaba por ti, haré que seas una gloria eterna, el gozo de todos los siglos.
Y mamarás la leche de las naciones, el pecho de los reyes mamarás; y conocerás que yo Jehová soy el Salvador tuyo y Redentor tuyo, el Fuerte de Jacob.
En vez de bronce traeré oro, y por hierro plata, y por madera bronce, y en lugar de piedras hierro; y pondré paz por tu tributo, y justicia por tus opresores.
Nunca más se oirá en tu tierra violencia, destrucción ni quebrantamiento en tu territorio, sino que a tus muros llamarás Salvación, y a tus puertas Alabanza.
El sol nunca más te servirá de luz para el día, ni el resplandor de la luna te alumbrará, sino que Jehová te será por luz perpetua, y el Dios tuyo por tu gloria.
No se pondrá jamás tu sol, ni menguará tu luna; porque Jehová te será por luz perpetua, y los días de tu luto serán acabados. Y tu pueblo, todos ellos serán justos, para siempre heredarán la tierra; renuevos de mi plantío, obra de mis manos, para glorificarme.
El pequeño vendrá a ser mil, el menor, un pueblo fuerte. Yo Jehová, a su tiempo haré que esto sea cumplido pronto.43

Los comentarios de Isaías que esta época será en un tiempo cuando “tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones”—su referencia al recogimiento continuo cuando algunos “[volarán] como nubes, y como palomas a sus ventanas” y otros vendrán por “las naves de Tarsis”—su manera de referirse a las naciones que aun “del todo [el reino] será asolado,” y que “el pequeño vendrá a ser mil” indicarían que ésta será una época que aun precede la aparición final del Salvador cuando se inaugurará un tiempo de paz mundial por limpiar y expurgar por fuego a los inicuos de la tierra. No obstante, este pasaje definitivamente habla de un tiempo después de la batalla de Armagedón cuando el Salvador habrá venido y liberado al pueblo de Israel, cuando “la gloria de Jehová ha nacido sobre ti,” y “andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento,” cuando “nunca más se oirá en tu tierra violencia, destrucción ni quebrantamiento en tu territorio;” y “tu pueblo, todos ellos serán justos.” Este pasaje, entonces, parece ser una indicación del intervalo entre la aparición del Señor sobre el Monte de Olivos y Su venida final en gloria. No parece ser ninguna indicación de la duración de tal intervalo. Se debe notar, sin embargo, que otra generación habrá nacido y crecido, porque Isaías dice que “vendrán a ti humillados los hijos de los que te afligieron.”

Otros pasajes también parecen hablar de actividades que aparente­mente ocurren antes de la limpieza final de la tierra cuando los elementos serán limpiados por ardiente fuego y los inicuos serán como paja pero aun así después que habrá sucedido la batalla de Armagedón. Por ejemplo, Zacarías recontó de un período después de la venida del Señor sobre el Monte de Olivos cuando las naciones no solo serán requeridas a salir de Jerusalén en paz, sino estarán bajo la obligación de volver allí para adorar el Señor de Huestes:
Y todos los que sobrevivieren de las naciones que vinieron contra Jerusalén, subirán de año en año para adorar al Rey, a Jehová de los ejércitos, y a celebrar la fiesta de los tabernáculos.

Y acontecerá que los de las familias de la tierra que no subieren a Jerusalén para adorar al Rey, Jehová de los ejércitos, no vendrá sobre ellos lluvia.
Y si la familia de Egipto no subiere y no viniere, sobre ellos no habrá lluvia; vendrá la plaga con que Jehová herirá las naciones que no subieren a celebrar la fiesta de los tabernáculos.
Esta será la pena del pecado de Egipto, y del pecado de todas las naciones que no subieren para celebrar la fiesta de los tabernáculos.44

Se verá que tales condiciones son muy diferentes del ambiente que se profetiza que existirá durante el Milenio.

Tal cual como está profetizado que el Salvador demorará en la Nueva Jerusalén después de su aparición allá, se dice que también demorará en la Antigua Jerusalén. Ezequiel revela que Dios estará entre los hijos de Israel y ellos le verán cara a cara. También predijo la impresión que el milagroso perdón de Jerusalén tendrá sobre aquellos que quedarán entre las naciones paganas:

Y pondré mi gloria entre las naciones, y todas las naciones verán mi juicio que habré hecho, y mi mano que sobre ellos puse. Y de aquel día en adelante sabrá la casa de Israel que yo soy Jehová su Dios.
Y sabrán las naciones que la casa de Israel fue llevada cautiva por su pecado, por cuanto se rebelaron contra mí, y yo escondí de ellos mi rostro, y los entregué en manos de sus enemigos, y cayeron todos a espada.
Conforme a su inmundicia y conforme a sus rebeliones hice con ellos, y de ellos escondí mi rostro.
Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: Ahora volveré la cautividad de Jacob, y tendré misericordia de toda la casa de Israel, y me mostraré celoso por mi santo nombre.
Y ellos sentirán su vergüenza, y toda su rebelión con que prevaricaron contra mí, cuando habiten en su tierra con seguridad, y no haya quien los espante; cuando los saque de entre los pueblos, y los reúna de la tierra de sus enemigos, y sea santificado en ellos ante los ojos de muchas naciones.
Y sabrán que yo soy Jehová su Dios, cuando después de haberlos llevado al cautiverio entre las naciones, los reúna sobre su tierra, sin dejar allí a ninguno de ellos.
Ni esconderé más de ellos mi rostro; porque habré derramado de mi Espíritu sobre la casa de Israel, dice Jehová el Señor.45

La Obra Misional en el Intervalo Entre la Batalla de Armagedón y la Venida de Cristo en Su Gloria

Parece que no hay un indicio cierto para la duración de este intervalo importante. No debe ser muy largo, porque el príncipe, David, aparente­mente vendrá para reinar inmediatamente antes de la batalla de Armagedón y no habrá muerto al tiempo de la venida de Cristo en gloria. 46 Sin embargo, el intervalo debe ser de suficiente duración para permitir el cumplimiento de dos importantes acontecimientos:
1. La misión a las naciones paganas.
2. La misión final a toda la humanidad. Esta misión aparentemente empezará en ese tiempo y continuará hasta en el Milenio.

Se ha visto en los pasajes citados arriba que la salvación milagrosa de Israel que Cristo llevará a cabo durante la Batalla de Armagedón resultará en la conversión de muchos del pueblo pagano. Vendrán a Palestina para adorar al Señor mientras Él está reinando en Jerusalén. Ésto probablemente será un tiempo de gran proselitismo entre las personas de las naciones paganas.

Durante o después de la misión a las naciones paganas vendrá la misión final a toda la humanidad, durante la cual serán rebuscados los rectos sin consideración a raza, credo o nacionalidad. Estos rectos serán recogidos por el pueblo de Israel desde entre los inicuos y serán traídos a Palestina o a la Sión Americana. El período final de recogimiento, según Isaías, sucederá después que la paz habrá extendido a Israel “como un rio,” y Jerusalén habrá llegado a ser un “santo monte,” pero en preparación para la limpieza de toda la tierra por fuego:

Oíd palabra de Jehová, vosotros los que tembláis a su palabra: Vuestros hermanos que os aborrecen, y os echan fuera por causa de mi nombre, dijeron: Jehová sea glorificado. Pero él se mostrará para alegría vuestra, y ellos serán confundidos.
Voz de alboroto de la ciudad, voz del templo, voz de Jehová que da el pago a sus enemigos.
Antes que estuviese de parto, dio a luz; antes que le viniesen dolores, dio a luz hijo.
¿Quién oyó cosa semejante? ¿Quién vio tal cosa? ¿Concebirá la tierra en un día? ¿Nacerá una nación de una vez? Pues en cuanto Sión estuvo de parto, dio a luz sus hijos.
Yo que hago dar a luz, ¿no haré nacer? dijo Jehová. Yo que hago engendrar, ¿impediré el nacimiento? dice tu Dios. Alegraos con Jerusalén, y gózaos con ella, todos los que la amáis; llenaos con ella de gozo, todos los que os enlutáis por ella; para que maméis y os saciéis de los pechos de sus consolaciones; para que bebáis, y os deleitéis con el resplandor de su gloria.
Porque así dice Jehová: He aquí que yo extiendo sobre ella paz como un río, y la gloria de las naciones como torrente que se desborda; y mamaréis, y en los brazos seréis traídos, y sobre las rodillas seréis mimados.
Como aquel a quien consuela su madre, así os consolaré yo a vosotros, y en Jerusalén tomaréis consuelo.
Y veréis, y se alegrará vuestro corazón, y vuestros huesos reverdecerán como la hierba; y la mano de Jehová para con sus siervos será conocida, y se enojará contra sus enemigos. Porque he aquí que Jehová vendrá con fuego, y sus carros como torbellino, para descargar su ira con furor, y su reprensión con llama de fuego. Porque Jehová juzgará con fuego y con su espada a todo hombre; y los muertos de Jehová serán multiplicados.
Los que se santifican y los que se purifican en los huertos, unos tras otros, los que comen carne de cerdo y abominación y ratón, juntamente serán talados, dice Jehová.
Porque yo conozco sus obras y sus pensamientos; tiempo vendrá para juntar a todas las naciones y lenguas; y vendrán, y verán mi gloria.
Y pondré entre ellos señal, y enviaré de los escapados de ellos a las naciones, a Tarsis, a Fut y Lud que disparan arco, a Tubal y a Javán, a las costas lejanas que no oyeron de mí, ni vieron mi gloria; y publicarán mi gloria entre las naciones.
Y traerán a todos vuestros hermanos de entre todas las naciones, por ofrenda a Jehová, en caballos, en carros, en literas, en mulos y en camellos, a mi santo monte de Jerusalén, dice Jehová, al modo que los hijos de Israel traen la ofrenda en utensilios limpios a la casa de Jehová.
Y tomaré también de ellos para sacerdotes y levitas, dice Jehová.
Porque como los cielos nuevos y la nueva tierra que yo hago permanece­rán delante de mí, dice Jehová, así permanecerá vuestra descendencia y vuestro nombre.
Y de mes en mes, y de día de reposo en día de reposo, vendrán todos a adorar delante de mí, dijo Jehová.
Y saldrán, y verán los cadáveres de los hombres que se rebelaron contra mí; porque su gusano nunca morirá, ni su fuego se apagará, y serán abominables a todo hombre.47

Aparentemente el conocimiento que Dios está morando con los Israelitas causará que muchas personas se conviertan, porque Zacarías registró:
Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Aun vendrán pueblos, y habitantes de muchas ciudades;
y vendrán los habitantes de una ciudad a otra, y dirán: Vamos a implorar el favor de Jehová, y a buscar a Jehová de los ejércitos. Yo también iré.
Y vendrán muchos pueblos y fuertes naciones a buscar a Jehová de los ejércitos en Jerusalén, y a implorar el favor de Jehová.
Así ha dicho Jehová de los ejércitos: En aquellos días acontecerá que diez hombres de las naciones de toda lengua tomarán del manto a un judío, diciendo: Iremos con vosotros, porque hemos oído que Dios está con vosotros.48

El Salvador, mientras ministraba a los Lamanitas, repitió parte de su revelación a Isaías que puede pertenecer a este período después de la batalla de Armagedón. Lo defino como un tiempo después que “el Padre ha desnudado su santo brazo a la vista de todas las naciones,” y antes que “todos los extremos de la tierra verán la salvación del Padre.” Habló de un período cuando los misioneros publicarán paz sobre las montañas, y aun así los rectos serán recogidos de entre los inicuos en preparación para su destrucción final:

Entonces los juntará de nuevo el Padre, y les dará Jerusalén por tierra de su herencia.
Entonces prorrumpirán en gozo: ¡Cantad juntamente, lugares desolados de Jerusalén; porque el Padre ha consolado a su pueblo, ha redimido a Jerusalén!
El Padre ha desnudado su santo brazo a la vista de todas las naciones; y todos los extremos de la tierra verán la salvación del Padre; y el Padre y yo somos uno.
Entonces se realizará lo que está escrito: ¡Despierta, despierta otra vez, y vístete de tu fortaleza, oh Sión; vístete tus ropas de hermosura, oh Jerusalén, ciudad santa; porque nunca más vendrá a ti incircunciso ni inmundo!
¡Sacúdete del polvo; levántate, toma asiento, oh Jerusalén; suéltate las ataduras de tu cuello, oh cautiva hija de Sión!
Porque así dice el Señor: Os habéis vendido por nada, y sin dinero seréis redimidos. En verdad, en verdad os digo que los de mi pueblo conocerán mi nombre, sí, en aquel día sabrán que yo soy el que hablo.
Y entonces dirán: ¡Cuán hermosos sobre las montañas son los pies del que les trae buenas nuevas; que publica la paz; que les trae gratas nuevas del bien; que publica salvación; que dice a Sión: Tu Dios reina!
Y entonces se oirá el pregón: ¡Apartaos, apartaos, salid de ahí, no toquéis lo que es inmundo; salid de en medio de ella; sed limpios los que lleváis los vasos del Señor.
Porque no saldréis con prisa ni iréis huyendo, porque el Señor irá delante de vosotros, y el Dios de Israel será vuestra retaguardia.49

Ésta aparentemente será la época cuando la nación judía recibirá el sacerdocio, porque la Doctrina y Convenios interpreta “Vístete de poder” como el dar del sacerdocio a Israel, y “suelte las ataduras de su cuello” como una exhortación al resto esparcido de Israel que aun no está recogido para deshacerse de las maldiciones de Dios que todavía sufre a razón de vivir entre los inicuos:

¿Qué quiere decir el mandamiento dado en el primer versículo del capítulo 52 de Isaías, que dice: Vístete de poder, oh Sión, y a qué pueblo se refería Isaías?
Se estaba refiriendo a los que Dios llamaría en los últimos días, los cuales habrían de tener el poder del sacerdocio para establecer de nuevo a Sión y efectuar la redención de Israel. Vestirse de poder significa vestirse con la autoridad del sacerdocio, al que ella, Sión, tiene derecho por linaje; también para recuperar el poder que había perdido.
¿Qué hemos de entender por el segundo versículo que dice que Sión suelte las ataduras de su cuello?
Hemos de entender que se exhorta a los restos esparcidos a que vuelvan al Señor de quien se apartaron; y si lo hacen, el Señor ha prometido que les hablará, o sea, les dará revelaciones. Véanse los versículos 6, 7 y 8. Las ataduras de su cuello son las maldiciones de Dios sobre ella, o sea. sobre el resto de Israel en su estado de esparcimiento entre los gentiles.50

Sumario

Después del retorno de los judíos y las Diez Tribus a Palestina, el pueblo Israelita aumentará en riqueza y poder. Su prosperidad atraerá a las naciones vecinas que encenderán guerra contra ellos a razón de su celos y avaricia.

  1. Serán las naciones vecinas que atacarán a Palestina. Porque sus fuerzas serán tan numerosas, varios pasajes dicen que todas las naciones se juntarán para la batalla. No obstante, se ha visto en un capítulo anterior que Europa, durante este período, estará en una condición devastadora y las Américas estarán bajo la influencia de Sión. La descripción de Ezequiel (la más extensiva en las escrituras) indica que la guerra será de carácter local en vez de mundial.
  2. La guerra toma su nombre del valle de Armagedón que está ubicado unos cien kilómetros al norte de Jerusalén. Se anticipa que la guerra se esparcirá sobre la mayor parte de Palestina y continuará por lo menos por tres años y medio.
  3. Durante la batalla habrá dos profetas en Jerusalén que tendrán poder de controlar los elementos. Serán matados y luego revivica­dos.
  4. Mientras la fuerza de los Israelitas está menguando y están por rendirse a sus enemigos, el Salvador aparecerá repentinamente sobre el Monte de Olivos. Un terremoto entonces partirá el monte y sacudirá ambos Palestina y otras naciones.
  5. Muchos han entendido que la aparición de Cristo sobre el Monte de Olivos sería su venida final en gloria que verían todos los hombres y que limpiaría la tierra por fuego. Ésta es una suposi­ción errónea. Muchos acontecimientos que se profetiza seguirán la aparición de Cristo indican que su venida sobre el Monte de Olivos es de carácter local con efectos que no son típicos de su venida final en gloria:
    A. El terremoto que acompaña su venida destruye parte de la ciudad de Jerusalén pero no causa que se consuman las montañas como lo hará el calor de su venida en gloria.
    B. Los ejércitos invasores continuarán a luchar.
    (1) Serán rebatidos hacia el norte .
    (2) Serán asolados con pestilencias, granizos y una plaga que pudrirá la carne.
    (3) Se opondrán el uno al otro y lucharán entre sí.
    C. La mayor parte del ejército invasor, incluyendo a Gog, su líder, será despachado. Sus cuerpos yacerán sobre las monta­ñas y serán consumidos por las aves y las bestias.
    D. Se encontrarán las armas de guerra sobre los collados de Israel, y éstas proveerán combustibles para fuegos por siete años.
    E. Los triunfadores rapiñarán y despojarán los cuerpos de los vencidos.
    E Los cuerpos difuntos hederán.
    G. Sepultarán a los muertos durante siete meses.
    H. Conversos aún estarán seleccionados y recogidos de entre los inicuos.
    Todos estos elementos se presentan en fuerte contraste a la venida de Cristo en gloria, durante la cual las cosas corrumpibles de la tierra, tanto las animadas como las inanimadas, que no han obedecido la ley terrestre, serán destruidas de inmediato por fuego.

Notas, Capitulo Trece

  1. Estrella Milenaria, Tomo 21, p. 582, 10 de septiembre de 1859.
  2. Joel 3:9-14.
  3. Ezequiel 38:9-12.
  4. Diario de Discursos, 14:352.
  5. Ezequiel 38:2-6.
  6. Génesis 10:1-3.
  7. Parece que en este punto el pasaje no está tratando “las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra” (véase Apocalipsis 20:8) o si no se opina que Ezequiel lo hubiera notado. Se debe recordar que se anticipa que la mayor parte de las naciones Europeas estarán en una desplomada condición y que los continentes Americanos mayormente estarán bajo el control del Reino de Dios. Muchas de las naciones paganas no participarán en la lucha de Armagedón, porque Ezequiel registra que “todas las naciones verán mi juicio que habré hecho” después que vencen a Gog y sus fuerzas. {Ezequiel 39:21-23). No obstante, las fuerzas en contra de Palestina serán tan grandes que Zacarías dice que “yo reuniré a todas las naciones para combatir contra Jerusalén.” {Zacarías 14:2)
  8. Joel 3:1-4.
  9. Diario de Discursos, 7:188-89.
  10. Apocalipsis 16:14-16. En un tratamiento de la derivación de la palabra Armagedón, Andrés Zenos, del Seminario Teológico Presbiteriano, dice: “Según la vista comúnmente aceptada, Har-Magedon es sencillamente una transcripción del hebreo para “montaña de Megedón’. Ésto no ocurre en el Antiguo Testamento, pero la llanura de Megedón [Llanura de Esdraelón] era la escena proverbial de contenciones decisivas. (Zacarías 12:11; Jueces 5:19; 2 Reyes 9:27, 23:29), y la teoría de Gunkel puede ser correcta en tanto que toma en cuenta un cambio, bajo la influencia Babilónica desde ‘llanura de Megedón’ hasta ‘montaña de Megedón.”‘ Funk y Wagnell, Diccionario Clásico Bíblico, [Standard Bible Dictionary] (Tercera Edición Revisada, Garden City, Nueva York Garden City Books, 1936), p. 331.
  11. 3Joel 3:12-14
  12. Joel 2:2-10.
  13. Zacarías 13:7-9.
  14. Isaías 51:19-20, Zacarías 4:14, y Doctrina y Convenios 133:58 aparentemente se refieren a estos dos profetas.
  15. La declaración de Juan que los dos profetas laborarán por 1260 días, o cuarenta y dos meses, parece indicar que la batalla de Armagedón es separada y distinta del período de conflicto universal mencionado en un capítulo anterior. La sexta trompeta, (Apocalipsis 9:13-21) aparentemente registra el conflicto universal en que “la tercera parte de los hombres” será matada, y la indicación del tiempo del conflicto es “[una] hora, día, mes y año,” o aproximadamente trece meses. Así que cada una de estas épocas tiene diferente duración y también es indicado por Juan como hechos distintos. Si hay contención continua entre los dos conflictos es una pregunta que no tiene respuesta por la evidencia a mano. Sin embargo, en algunas maneras parece que Armagedón puede considerarse como la consumación del conflicto universal que ocurrirá.
  16. Apocalipsis 11:1-12.
  17. Zacarías 14:2.
  18. Zacarías 14:4-5.
  19. Apocalipsis 19:11-16. Es difícil determinar si esta es una descripción de la venida de Cristo sobre el Monte de Olivos o su venida final en gloria. Se asigna a la interpretación actual porque:
    1. Él viene para herir las naciones. A su venida final en gloria el juicio será un juicio individual.
    2. Su venida está seguida por “la gran cena de Dios” en que los animales comen los cuerpos de los que fueron matados. No obstante, a su venida los inicuos serán consumidos por fuego. {Apocalipsis 19:7-8)
  20. Estrella Milenaria, Tomo 21, p. 583, 10 de septiembre de 1859.
  21. Apocalipsis 11:13.
  22. Apocalipsis 16:19.
  23. Ezequiel 38:18-20.
  24. Doctrina y Convenios 45:47-50. El autor reconoce ciertos problemas que se levantan de esta sección en el asunto de la cronología. Sin embargo, parece que la mayor parte de la evidencia no apoya su declaración que la venida sobre el Monte de Olivos es la venida final en gloria cuando los inicuos serán destruidos.
  25. Joel 3:15.
  26. Zacarías 14:10.
  27. Zacarías 12:8.
  28. Ezequiel 38:22.
  29. Ezequiel 39:6.
  30. Apocalipsis 16:21. Un talento de plata pesa como 45 kilos, un talento de oro como 90 kilos. Estos granizos, entonces, serán gigantescos. Granizos de estas dimensiones por cierto indicarían la posibilidad de grandes pertubaciónes atmosféricas durante la Batalla de Armagedón.
  31.  Zacarías 14:12, 15. Es interesante notar que esta plaga será de una naturaleza similar a la enfermedad peculiar que cayó sobre muchas de las pandillas que participaron en el asesinato del Profeta José Smith. Véase también Doctrina y Convenios 29:18-19, Isaías 66:23-24.
  32. Ezequiel 38:21.
  33. Zacarías 14:13.
  34. Joel 2:20.
  35. Ezequiel 39:1 -5.
  36. Ezequiel 39:17-20.
  37. Apocalipsis 19:17-18.
  38. Ezequiel 39:9-16.
  39. Doctrina y Convenios 45:51-52. Véase Zacarías 13:6.
  40. Zacarías 12:10-14.
  41. Ezequiel 44:1-3.
  42. Versículo ocho está interpretado por algunos como una alusión a viaje por aire.
  43. Isaías 59:19-21; 60:1-22.
  44. Zacarías 14:16-19. LA BATALLA DE ARMAGEDÓN
  45. Ezequiel 39:21-29.
  46. Para referencias y más detalles, véase el capítulo anterior.
  47. Isaías 66:5-24.
  48. Zacarías 8:20-23.
  49. 3 Nefi 20:33-42.