La Profecía – Llave al Futuro

Capítulo 5

El Establecimiento del Reino de Dios


Cuando Fracasa el Gobierno de los Estados Unidos, los Santos Sostendrán la Constitución

Como se vio en el capítulo anterior, el conflicto interno en los Estados Unidos será tan extenso que el poder del gobierno cesará y la ejecución de la ley no será de mucho efecto. Por razón del derrumba­miento y el colapso del gobierno nacional, los Santos se encontrarán con la necesidad de mantener su propio gobierno para poder preservar la ley y el orden. Ésto fue explicado por Orson Pratt:

Dios ha proclamado su mensaje amonestador por toda esta nación, pero lo ha rechazado y han tratado a los siervos de Él con desdén; el Señor ha quitado su pueblo de entre ellos, y los ha plantado aquí en las montañas; y cumplirá con rapidez la profecía en relación al derrocamiento de esta nación, y su destrucción. Seremos obligados a tener un gobierno para preservarnos en la unidad y paz; porque ellos, a razón de su derrocamiento, no tendrán el poder de gobernar; porque estado será dividido en contra de estado, ciudad en contra de ciudad, aldea en contra de aldea, y el país entero estará en terror y confusión; pandillaje prevalecerá y no habrá tranquilidad a través de esta gran República, para las vidas ni para la propiedad del pueblo. Cuando este tiempo llegue, necesariamente desearemos llevara cabo los principios de nuestra gran constitución como el pueble de Dios, y desearemos ver estos principios magnificarse, según el orden de unión y unanimidad que prevalece entre el pueblo de Dios. Podremos magnificarlo, y todos ser unidos sin tener demócratas o republicanos ni diferentes clases de religión; podremos magnificarlo según la letra y el espíritu de la constitución, a pesar de ser unidos en la política, en la religión y en todo lo demás.1

Los primeros líderes de la Iglesia enseñaron que el gobierno que los Santos iban a establecer sería aparte de la Iglesia. Por ejemplo, Eider Jorge Q. Cannon, contestando la pregunta, ¿son la Iglesia de Dios y el Reino de Dios la misma organización? dijo,
Nos han avisado que algunos de los hermanos piensan que son separados. Ésto es el debido punto de vista. El Reino de Dios es una organización separada de la Iglesia de Dios.2

Un problema en terminología se levanta a razón de llamar la organización política el “Reino de Dios.” En muchos casos la Iglesia de Cristo sobre la tierra está nombrada como el “reino de Dios” y el término está puesto en contraposición al término “reino del Cielo,” o el estado de exaltación. El lector debe entender que el término “reino de Dios” ha sido empleado en las citaciones en este capítulo como refiriéndose a una organización política y no a la Iglesia.

Cuando el gobierno de los Estados Unidos cesa de existir, los Élderes de Israel tomarán la responsabilidad de gobernar el resto de los habitantes de esta nación. Sostendrán la constitución y la mantendrán inviolable. Los líderes de la Iglesia han comentado sobre este principio al clarificar una profecía atribuida a José Smith. Dijo Brigham Young:
¿Se destruirá la constitución? No: será mantenida inviolable por este pueblo; y, como dijo José Smith, “Vendrá el tiempo cuando el destino de esta nación colgará por un solo hilo. En esta ocasión crítica, este pueblo avanzará y la salvará de la destrucción amenazada.” Así será.3

Orson Hyde clarificó el asunto aun más:
Se ha dicho que hermano José durante su vida declaró que los Eideres de esta Iglesia avanzarían en un tiempo específico cuando la Constitución estaría en peligro, y la rescatarán y la salvarán. Ésto puede ser; pero no recuerdo que lo dijo exactamente así. Creo que dijo algo así—que el tiempo vendrá cuando la Constitución y el país estarían en peligro de derrocamiento; y, dijo él, si la Constitución acaso se salvará, será por los Eideres de esta Iglesia.

Creo que estos son más o menos los términos, en cuanto lo puedo recordar. La pregunta es si la salvarán o no. No creo que nos importa si se salva o no: el Señor sostendrá y cuidará su pueblo, si cumplimos con todo deber, y si le tememos y le honramos, y si guardamos sus mandamientos; y no nos dejará sin una Constitución.4

En 1879, Presidente Juan Taylor refirió a la tensión que será puesta sobre la Constitución y a la manera en que los Santos se presentarán para sostenerla:
Cuando el pueblo habrá hecho pedazos a la Constitución de los Estados Unidos, los Élderes de Israel se encontrarán sosteniéndola a la vista de todas las naciones de la tierra y proclamando libertad y derechos iguales para todos los hombres, y extendiendo la mano de hermandad a los oprimidos de todas las naciones. Ésto es parte del programa, y en tanto que hacemos lo bueno y tememos a Dios, Él nos ayudará y nos sostendrá en todas circunstancias.5

La Iglesia mira a la Constitución de los Estados Unidos como una preparación para el Reino de Dios que algún día tendrá dominio universal. Juan Taylor lo consideró como “la cuña entrante para la introducción de una nueva era, y en ella fueron presentados principios para el nacimiento y la organización de un nuevo mundo.”6 Orson Pratt dijo que la Constitución es un “precursor a un estilo de gobierno infinitamente más grande y más perfecto—un gobierno fundado sobre leyes divinas, con todas sus instituciones, ordenanzas, y oficiales nombra­dos por el Dios del cielo.”7

La Base Para el Reino de Dios Fue Establecida Por Revelación a José Smith

El “Reino de Dios” político, o sea el gobierno que los Santos encontrarán necesario establecer durante este período de tensión, no será una organización nueva. Al contrario, será el re-establecimiento de un gobierno que fue anteriormente establecido por el Señor por la instru­mentalidad de José Smith. Se dice que las llaves del Reino de Dios has estado sobre la tierra desde los primeros días de la Iglesia. Fue dicho en una revelación en 1831:

Las llaves del reino de Dios han sido entregadas al hombre en la tierra, y de allí rodará el evangelio hasta los extremos de ella, como la piedra cortada del monte, no con mano, ha de rodar, hasta que llene toda la tierra . . .
Implorad al Señor, a fin de que su reino se extienda sobre la faz de la tierra, para que sus habitantes lo reciban y estén preparados para los días que han de venir, en los cuales el Hijo del Hombre descenderá en el cielo, revestido del resplandor de su gloria, para recibir el reino de Dios establecido sobre la tierra.
Por tanto, extiéndase el reino de Dios, para que venga el reino de los cielos.8

Brigham Young dijo que el Profeta José Smith estableció el reino durante los últimos pocos meses antes de su martirio y dijo que la constitución de este reino fue dada por revelación:
El profeta dio una repleta e íntegra organización a este reino en la primavera antes que fue asesinado . . . No os revelaré los nombres de los miembros de este reino, ni tampoco os leeré su constitución, mas la constitución fue dada por revelación. El día vendrá en que será organizada en fuerza y poder.9

Aparentemente el Profeta registró la organización de este concilio y dictó sus primeros objetivos en las minutas de una reunión que condujo el 11 de marzo de 1844:
Presentes—José Smith, Hyrum Smith, Brigham Young, Heber C. Kimball, Willard Richards, Parley P. Pratt, Orson Pratt, Juan Taylor, Jorge A. Smith, Guillermo W. Phelps, Juan M. Bernhisel, Lucien Woodworth, Jorge Miller, Alejandro Badlam, Pedro Haws, Erastus Snow, Reynolds Cahoon, Amos Fielding, Alpheus Cutler, Levi Richards, Newel K. Whitney, Lorenzo E. Wasson, y Guillermo Clayton, quienes organicé en un concilio especial, para considerar los asuntos contenidos en las cartas arriba citadas, y también la mejor política que este pueblo debe adoptar para obtener de la nación sus derechos y asegurar protección para sí mismos y para sus hijos; y obtener un refugio de descanso en las montañas, u otra región no habitada, donde podemos gozar la libertad de conciencia que nos garantiza la Constitución de nuestro país, hecho doblemente sagrado por la sangre preciosa de nuestros antepasados, y negado a nosotros por las autoridades actuales que se han contrabandeado a sí mismos en poder en los Estados y en la Nación.10

El concilio creció y fue nombrado el “Concilio General” o el “Concilio de Cincuenta.” Brigham Young aludió al estado primitivo del Reino político de Dios en una carta que escribió el 3 de mayo de 1844, en que dijo,
El reino está organizado; y aunque en este momento no es más grande que un grano de mostaza, la pequeña planta está floreciendo y nuestras perspectivas son más brillantes que nunca.11

Un acontecimiento que ocurrió un poco después de la muerte del Profeta sirve para establecer la relación entre el Concilio de Cincuenta y la Iglesia. En este tiempo había confusión entre algunos miembros de la Iglesia por razón del martirio del Profeta. Obispo Jorge Miller y Alejandro Badlam quisieron que se reúna el Concilio de Cincuenta para regularizar la Iglesia. La respuesta a su pedido fue registrada en La Historia de la Iglesia’.
Fueron avisados que el Concilio de Cincuenta no era una organización de la Iglesia, sino que fue compuesto de hombres sin consideración a su fe religiosa, y fue organizado para el propósito de considerar la mejor manera de recibir satisfacción en cuanto a las injusticias que sufrimos a las manos de nuestros enemigos, y para determinar alguna manera de ubicarnos e instalarnos en algún lugar donde podríamos vivir en paz; y que la organiza­ción de la iglesia pertenecía solo al sacerdocio.12

Fue en parte bajo la dirección del Concilio General, o el Concilio de Cincuenta, que los Santos emprendieron su éxodo hacia el oeste. Brigham Young registró en el primer de marzo de 1845 que “nos reunimos con el ‘Concilio General’ en la Sala de los Setenta. Decidimos mandar nueve hermanos al Oeste, para localizar una ubicación para los Santos.”13

El Concilio General [Concilio de Cincuenta] se convocó. Se aprobó que se seleccionara una compañía de 1.500 hombres para ir al valle del Gran Lago Salado [Salt Lake City] y que se nombrara un comité de cinco personas para juntar información en cuanto a la emigración, y dar informes al concilio sobre lo mismo.14

Sin embargo, los hermanos aparentemente se dieron cuenta que la hora no había llegado en que el Reino de Dios debía tomar dominio, y que el Concilio en aquel día estaba cumpliendo con solo una función preparato­ria. Brigham Young dijo en 1885,
Como lo indicó Hermano Pratt [esta mañana] ese reino [ie. de Dios] en realidad está organizado y los habitantes de la tierra no lo saben. Si este pueblo sabe algo de ello, bien; está organizado preliminar a ponerse en marcha en el debido tiempo del Señor, y en una manera que le complacerá.15

El Concilio de Cincuenta, como la práctica del casamiento plural, fue una causa del antagonismo entre los miembros y los no miembros durante los primeros años de la Iglesia en Utah. A razón de estas dificultades, ambas la ideología y la práctica del Reino político de Dios fueron discontinuadas hasta que se acercara el tiempo para su futura necesidad. Este tiempo empezará cuando los gobiernos del estado y el gobierno federal en los Estados Unidos se derrumbarán y los Santos tendrán que establecer su propio gobierno.

La Política Futura del Reino de Dios

Si es válida la suposición que el Concilio de Cincuenta se organizará sobre los mismos principios en el período venidero como se hizo originalmente, entonces ser miembro del Concilio no será limitado a los miembros de la Iglesia de los Santos de los Últimos Días. Dijo Brigham Young,
Como observó uno de los predicadores esta mañana, ese reino procede de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, mas no es la iglesia; porque un hombre puede ser un legislador en ese cuerpo que provendrá las leyes para sostener a los habitantes de la tierra en sus derechos individuales y sin embargo en ninguna manera ser miembro de la Iglesia de Jesucristo. Y además aunque un hombre ni creyere en ninguna religión, sería perfectamente bien, cuando necesario, darle el privilegio de tener un asiento en ese cuerpo que formará las leyes para gobernar todas las naciones de la tierra y controlar aquellos que no profesan ninguna religión.16

Esto fue enseñado también por Jorge Q. Cannon, quien dijo,
Puede ser que habrán aquellos sirviendo como oficiales en el Reino de Dios que no serán miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Sobre este punto el Profeta José dio detalladas instrucciones antes de su muerte, y dio un ejemplo que pidió que los Eideres jóvenes siempre recordaren. Fue al punto de que personas que no pertenecían a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días podrían ser escogidas como oficiales en el Reino de Dios.17

Según Brigham Young, el Reino de Dios dependerá en la revelación de Dios para sostenerlo. Se llama tal gobierno una teocracia, o sea un gobierno guiado por Dios:
Hay pocos, si es que hay alguno, que entienden lo que es un gobierno teocrático . . . sus ciudadanos reconocerán la voluntad y los dictámenes del Todopoderoso. El Reino de Dios circunscribe y comprende las leyes municipales para las personas en su gobierno exterior, al cual pertenecen los convenios del Evangelio, por medio de los cuales las personas pueden salvarse; y estos convenios pertenecen a la hermandad y la fidelidad.18

También dijo:
¿Qué entiendo por un gobierno teocrático? Es uno en que todas las leyes están establecidas y ejecutadas en rectitud, y cuyos oficiales poseen aquel poder que procede del Todopoderoso. Éste es el tipo de gobierno a que me refiero cuando hablo de un gobierno teocrático, o sea el Reino de Dios sobre la tierra. Este gobierno es, en una palabra, los poderes eternos de los Dioses.19

Según Juan Taylor, antes que los hombres aceptarán el dominio del Reino de Dios, la Iglesia tendrá que predicar los primeros principios a todas las naciones para prepararlas:
Antes que puede haber un reino de Dios, tendrá que haber una Iglesia de Dios, y por eso se necesita predicar los primeros principios del Evangelio a todas las naciones, como anteriormente hicieron cuando el Señor Jesucristo y otros aparecieron en la tierra. ¿Y porqué? Por razón de la imposibilidad de introducir la ley de Dios entre un pueblo que no se sujeta al espíritu de revelación ni es guiado por él.20

El cambio desde el Gobierno de los Estados Unidos al mando del Concilio de los Cincuenta y el Reino político de Dios no puede ser muy grande. Según Presidente Young, el gobierno teocrático es un gobierno republicano, y varía poco en su forma de nuestros Gobiernos Nacionales, Estatales y Territoriales . . .
La Constitución y las leyes de los Estados Unidos se parecen más a una teocracia que a cualquier otro gobierno ahora en la tierra, o que jamás ha existido, en cuanto sabemos, al menos el gobierno de los hijos de Israel hasta el tiempo en que eligieron un rey.21

Cuando será establecido, el Reino de Dios gobernará con justicia y permitirá a los hombres que siguen los dictámenes de sus propias conciencias. Jorge Q. Cannon dijo,
El Reino de Dios, cuando se establecerá, no será solamente para la protección de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, sino para la protección de todos los hombres, no importa lo que sean sus percepciones o sus opiniones religiosas. Bajo su regla, nadie será permitido sobrepasar los límites debidos o de perjudicar los derechos de los demás.22

Brigham Young dijo que el Reino político de Dios servirá para proteger todos los hombres en sus derechos, no obstante su credo. Empero, hizo contraste de esta política con la de la Iglesia, la cual existe para la perfección de solo los miembros de ella:

Este reino es el reino de que habló Daniel, que iba a establecerse en los últimos días; el reino que no será dado a otro pueblo; es le reino que será mantenido por los siervos de Dios, para gobernar las naciones de la tierra, para establecer las leyes y ordenanzas que serán conformes y aplicable a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días; que se aplicarán a la Iglesia madre, “la santa Iglesia Católica;” se aplicarán a todas la Iglesias Protestan­tes sobre la tierra; se aplicarán a toda clase de paganos, y pondrán sus brazos protectorios sobre toda la familia humana, protegiéndola en sus derechos. Si quieren adorar a un perro blanco, tendrán el privilegio de hacerlo, si quieren adorar al sol, tendrán el privilegio, si quieren adorar a un hombre, tendrán el privilegio, si quieren adorar al “Dios no conocido,” tendrán el privilegio.
Este Reino les circunscribirá a todos ellos y despachará leyes y ordenanzas para protegerles en sus derechos—cada derecho que cada pueblo, secta o persona puede gozar, y la plena libertad que Dios les ha cedido.

¿Me podéis entender? Esta Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días está organizada solamente para el desarrollo de esta Iglesia; no es para desarrollar el Catolicismo, ni es para promover ninguno de los disidentes de la Iglesia Madre, es solo para la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y no para ningún otro grupo o pueblo. Cuando nos organizamos de acuerdo con estas leyes y ordenanzas hacemos como uno a este pueblo, pero no incluimos los Metodistas, los Presbiterianos o los Calvinistas, son independientes en si mismos.23

El Reino de Dios Finalmente Ganará Dominio Mundial

Se puede describir el crecimiento futuro del Reino de Dios como en tres faces—
1. La fase incipiente, cuando será organizado en el Oeste;
2. La fase creciente, durante la cual aumentará en poder mientras guerras y desastres causan que disminuyan el dominio de las otras naciones;
3. La fase de gobernar al mundo, cuando será el reino político por el cual Cristo reinará durante el milenio.
En la fase incipiente el Reino de Dios será pequeña y funcionará solamente en la área controlada por los Santos en las cumbres de las Montañas Occidentales. Eider Parley R Pratt habló de lo pequeño que sería el reino político de Dios como existirá en esta fase y dijo que funcionará solamente donde los Santos son en la mayoría:

Por eso el recoger de los Santos; la organización del reino de Dios, religiosa y políticamente, si se quiere . . . Será uno de los más pequeños gobiernos sobre la tierra, al cual se puede comparar un grano de mostaza. Cuando vemos las señales en el sol, en la luna, y en las estrellas, y entre las varias naciones, ésto prueba que el reino de Dios está a mano; en ese entonces podemos buscarlo. No debemos pensar que Rusia ni Inglaterra llegarían a ser este reino, sino el más pequeño gobierno en el mundo, uno tan pequeño que se compara a un grano de mostaza. ¿En dónde lo debemos buscar? . . . entre los Santos acá mismo, donde componen la mayoría, donde no hay otro gobierno más grande, donde están rodeados por las montañas, y pueden establecer la paz, y un reino, y un gobierno, y una ley.24

Pero aun antes que el reino puede establecerse en este tiempo los Santos tendrán que prepararse para la responsabilidad de gobernar debidamente. Daniel H. Wells, hablando sobre como contestaría la pregunta, “¿Cuándo será dado el reino a las manos de los Santos del Más Alto Dios?” dijo que sería tan pronto como el Señor encuentra que tiene un pueblo sobre la tierra que apoyará y sostendrá ese reino, quienes se encontrarán capaces de mantener sus intereses y de extender su influencia sobre la tierra. Cuando encuentra que tiene tal pueblo, un pueblo que será firme y fiel con Él, un pueblo que no lo entregará a la falda del diablo, entonces, y no antes, entregará a las manos de los Santos del Más Alto “el reino” en todo su poder e influencia y llenará toda la tierra . . . depende, en gran medida, sobre las personas mismas, de cuan pronto el reino hablado por Daniel será entregado en las manos de los Santos de Dios. Cuando nos demostramos fieles en cada emergencia que puede llegar, y capaces de afrontar y combatir cada dificultad que amenaza nuestra paz y bienestar, y sobrevencer cada obstáculo que pueda impedir el progreso de la Iglesia y reino de Dios sobre la tierra, entonces nuestro Padre Celestial tendrá confianza en nosotros, y entonces podrá confiar en nosotros.25

La oportunidad de “demostrarnos fieles en cada emergencia que puede llegar,” de que él habló, sin duda se habrá presentado en las guerras y los juicios que habrán pasado en los Estados Unidos y en otras naciones antes de aquel tiempo. Según Juan Taylor, los grandes conflictos de aquel día proveerán al Reino de Dios con un objetivo definitivo:
El Todopoderoso estableció este reino con el orden y con las leyes y con cada cosa que le pertenece, para que podamos entender su voluntad y operar en su reino, que podamos ser enseñados acerca de Dios y entender principios correctos, que cuando se convulcionarán las naciones podremos presentarnos como salvadores, y hacer lo que será destinado a producir el bienestar de la familia humana y finalmente redimir un mundo arruinado no solamente del punto de vista religioso sino también político.26

Después de su período de organización en el Oeste en que será establecida en una forma similar a la en que funcionaba previamente, el Reino de Dios entrará en su segunda fase. En esta época será llevado nuevamente al Condado de Jackson, Missouri por los Santos. Allá empezará a tomar los aspectos de un poder mundial. Juan Taylor habló de las dificultades que le afrontarán.

Ahora en cuanto al gran futuro, ¿qué diremos? Pues, una pequeña piedra ha sido cortada de las montañas, no con manos, y esta pequeña piedra está llegando a ser una gran nación, y finalmente llenará toda la tierra. ¿Cómo la llenará? ¿Espiritualmente? Sí, y también políticamente, porque tendrá el mando, el poder, la autoridad y el dominio en sus propias manos. Esta es la posición que el destino ha dictado que ocupemos . . . Anticipo que nación tras nación se levantará en contra de nosotros hasta que todas se habrán hecho pedazos. Tenemos muchísimas cosas que lograr; no debemos pensar que no tenemos ningún negocio que cumplir, o que el mundo ha logrado su regeneración porque tiene que ser lucha tras lucha, y poder tras poder se formará en contra nuestra, y entonces, si ya no lo hemos aprendido, aprenderemos que Dios es nuestra fuerza y que en Él solo podemos confiar.27

Parley P. Pratt relató como otros reinos se derrumbarán mientras el Reino de Dios se elevará:
Empero, cuando los tiempos de los Gentiles se cumplen, sus gobiernos e instituciones, y también sus políticas civiles, las del gobierno y las religiosas, se desarraigarán. Habrá el sacudir de naciones, el caer de imperios, el arrancar de tronos y dominios, como predijo Daniel, y el reino, el poder y el dominio sobre la tierra volverá a otro pueblo, y existirá bajo un político distinto, como Daniel también predijo.28

Según la proclamación presentada por el Quorum de los Doce Apóstoles un poco después de la muerte del Profeta, los líderes de naciones reconocerán el alzamiento en poder del Reino de Dios. La proclamación declara que no podrán permanecer neutrales, sino que lo apoyarán o lo atacarán:
Hay otra consideración que toca este asunto que es de suma importancia para todos los gobernadores y las personas del mundo. Es lo siguien­te:—mientras esta obra progresa en su curso continuo, y llega a ser más y más el objeto de intereses políticos y religiosos, ningún rey, ningún gobernador, ni ningún subdito—ninguna comunidad ni individuo se quedará neutral; al fin todos serán influenciados por un espíritu u otro, y se declararán o en favor o en contra del reino de Dios, y del cumplimiento de los Profetas en la gran restauración y retorno de Su pueblo del convenio después de tan larga dispersión . . .

Por tanto, no podéis quedaros como mirones pasivos y no involucrados en las escenas y los acontecimientos que por su misma naturaleza están dirigidos a reducir todas las naciones y a todos los credos a una sola norma política y religiosa, y así acabar con las formas y nombres de Babel y con la contención y la guerra. Por tanto, o seréis guiados por el buen Espíritu en echar vuestra suerte y tomar un vivo interés con los Santos del Más Alto y el pueblo del convenio del Señor; o, por otra parte, llegaréis a ser su arraigado enemigo, oponiéndoles con todas las fuerzas en vuestro poder.29

José Smith detalló la manera en que algunas naciones reaccionarán al ascenso del Reino de Dios. Dijo en 1843,

En estos días Dios formará otro reino, que nunca será derrumbado, en que pueden entrar otros reinos. Y los reinos que no permiten que se predique el Evangelio serán humillados hasta que lo permiten.
Inglaterra, Alemania, Noruega, Dinamarca, Suecia, Suiza, Holanda y Bélgica tienen entre sus pueblos considerables de la sangre de Israel que tienen que ser recogidos. Estas naciones se someterán al reino de Dios. Inglaterra será el último de estos reinos a entregarse, pero cuando lo hará, lo hará en una forma tan íntegra como cuando repudió el poder Católico.30

Durante este período el Reino de Dios llegará a ser una norma para las naciones. Parley P. Pratt dijo que será la norma a la cual vendrán las Diez Tribus cuando vuelvan desde el Norte:

Este gobierno tendrá que mantener su carácter, y llegar a ser la norma, habiendo desarrollado dentro de sí cada principio para la salvación de los vivos y de los muertos; para llevar las llaves del Sacerdocio que gobiernan en el cielo, en la tierra y en el infierno, y mantener un pueblo para edificar sobre ello todo lo que es necesario para llegar a ser una norma. A ésta se dirigirán las Diez Tribus, a ésta se dirigirán los restos esparcidos que están en conocimiento de la promesa hecha a Abraham, que en su simiente, y no en algún Sacerdocio y linaje, todas las naciones y todos los pueblos de la tierra serán bendecidos.31

La Segunda Venida de Cristo iniciará la tercera fase del progreso para el Reino de Dios. Estará en ese estado en que gobernará universal­mente. En esa época funcionará con capitales en ambas la Nueva Jerusalén (Missouri) y en la Antigua Jerusalén, (Palestina). Brigham Young comentó sobre este gobierno y el dominio que impondrá:
Tenemos una nación acá en las montañas que más luego será un reino, y que será gobernado por leyes y principios puros. Algunos pueden preguntar “¿Qué os llamáis?” Acá está el pueblo que constituye el reino de Dios. Puede ser que pasará algún tiempo antes que ese reino será completamen­te desarrollado, pero llegará el día cuando el Reino de Dios reinará libre e independiente.

Habrá un reino en la tierra que será controlado sobre los mismos principios, en parte, como los del Gobierno de los Estados Unidos; y gobernará y protegerá las varias clases de hombres en sus derechos, a pesar de sus diferentes modos de adorar; porque la ley tiene que salir de Sión, y la palabra del Señor de Jerusalén, y el Señor Jesús gobernará cada nación y reino sobre la tierra.32

Orson Pratt dijo que el día vendrá en que el gobierno de los Estados Unidos, y de todos los demás, serán desarriagados y los reinos de este mundo serán unidos como uno, y el reino de Dios gobernará toda la tierra.
El núcleo de tal gobierno ya está formado y sus leyes han provenido del trono de Dios.33
También habló del respeto que este gobierno recibirá de las naciones de la tierra:
La ley para el gobierno de todas las naciones procederá de Sión como las leyes del gobierno de los Estados Unidos ahora proceden de la Capital Federal. Sión será la cabeza del gobierno y sus oficiales recibirán más respeto, y tendrán mucha más influencia, que cualquier otro gobierno sobre la faz de la tierra; todas las naciones prestarán perfecta obediencia a sus mandos y consejos.34

Carlos W. Penrose encapsuló el gobierno mundial que el Reino de Dios impondrá bajo la dirección de Cristo durante el milenio:
Empero, anticipamos la venida de nuestro Señor Jesucristo, y tenemos la misma confianza en ella como que cuando se pone el sol anticipamos su salida sobra las montañas en la mañana. Y cuando viene, anticipamos que será Él mismo—Jesús de Nazaret, nuestro Hermano Mayor, el primogénito de Dios en el mundo espiritual, el Unigénito de Dios en la carne. Anticipa­mos que vendrá para reinar sobre la tierra como Rey de reyes y Señor de señores, anticipamos que todos los reinos, todos los gobiernos, y todas las instituciones que los hombres han formado serán derrumbados, y como Nebuconosodor vio en la visión que fue interpretada por Daniel, llegarán a ser como la barcia del terrizo otoñal, y serán desbarrados, hasta que no se encontrarán lugar para ellos en toda la tierra; porque el Reino de Dios y de Su Cristo prevalecerá en todos lugares, y cubrirá toda la tierra. Porque es el reino de que hablaron los Profetas, y se nos ha dicho que “el reino y el dominio y las grandeza del reino bajo todos los cielos”—es decir, sobre toda la tierra, ¿no es cierto?—será Su reino y “será dado a las manos del pueblo de los Santos del Más Alto, y su reino será un reino sempiterno.” Anticipamos, pues, el cumplimiento de todas estas cosas, y cuando acontecerán, ocurrirán tal cual como están escritas, como se han cumplido las otras profecías.35

Sumario

Cuando la ley, el orden y el gobierno se derrumbarán, la Iglesia será requerida a establecer un gobierno para preservar la paz en el Oeste de los Estados Unidos. Se conocerá este gobierno como “el Reino de Dios.” Mucho has sido dicho en cuanto a la historia, las características y el futuro de este reino:

  1. La Historia
    A. El Reino de Dios se organizó primeramente por José Smith un poco antes de su muerte.
    B. Iba a ser gobernado por un “Concilio General” también conocido como el “Concilio de Cincuenta.”
    C. Esta organización tuvo una parte importante en el éxodo de la Iglesia hacía el Oeste, pero llegó a ser una fuente de antagonismo para los no-miembros en el Oeste y por eso fue discontinuado por la Iglesia.
  2. Las Características
    A. El Reino de Dios será dirigido por un Concilio de Cincuenta. Algunos de ellos pueden ser no Santos de los Últimos Días.
    B. Apoyará los derechos de los hombres de todos credos y será dedicado a gobernar con justicia.
    C. El Reino será una teocracia.
    D. Sostendrá los principios de la constitución de los Estados Unidos, y operará en una forma similar al gobierno actual de los Estados Unidos.
    E. Se incluirán en el Reino personas de todas las naciones.
  3. El Futuro (El futuro Reino de Dios progresará por tres faces de crecimiento.)
    A. La fase incipiente—Los Santos estarán en el Oeste. Acá la influencia del Reino será relativamente limitada y desconoci­da.
    B. La fase creciente—Durante este período muchos de los Santos viajarán desde el Oeste a Missouri para establecer la Nueva Jerusalén. Allá el Reino de Dios aumentará en poder, no por guerrear con otras naciones, sino por ser un estandarte de paz y de obediencia, mientras otros gobiernos se derrumbarán como resultado de la corrupción y la guerra.
    C. La fase de gobernar al mundo—Este período empezará con la Segunda Venida de Cristo y ocurrirá durante el Milenio.

Notas, Capítilo Cinco

  1. Noticiero Deseret Nocturno, Torno 8, Nó. 265, 2 de octubre de 1875.
  2. La Historia de la Iglesia, 7:382.
  3. Diario de Discursos, 7:15. Para un tratamiento más amplio del tema de la Constitución “colgando por un hilo,” véase el apéndice.
  4. Diario de Discursos, 6:152.
  5. Diario de Discursos, 21:8. 
  6. Diario de Discursos, 21:31.
  7. Diario de Discursos, 7:215.
  8. Doctrina y Convenios 65:2, 5-6.
  9. Diario de Discursos, 17:156-57.
  10. La Historia de la Iglesia, 6:260-61.
  11. La Historia de la Iglesia, 7:381.
  12. La Historia de la Iglesia, 7:213.
  13. La Historia de la Iglesia, 7:379.
  14. La Historia de la Iglesia, 7:439.
  15. La Historia de la Iglesia, 7:381.
  16. La Historia de la Iglesia, 7:381-82.
  17. La Historia de la Iglesia, 7:382.
  18. Diario de Discursos, 6:342.
  19. Diario de Discursos, 6:346-47.
  20. Diario de Discursos, 18:137.
  21. Diario de Discursos, 6:342.
  22. La Historia de la Iglesia, 7:382.
  23. Diario de Discursos, 17:156.
  24. Diario de Discursos, 1:180-82.
  25. Diario de Discursos, 23:305.
  26. Diario de Discursos, 9:342.
  27. Diario de Discursos, 9:343.
  28. Diario de Discursos, 3:135.
  29. Estrella Milenaria, 22 de octubre de 1845.
  30. Profecía registrada por Edwin Rushton y Teodoro Turley.
  31. Diario de Discursos, 1:182.
  32. Diario de Discursos, 5:329-30.
  33. Orson Pratt, El Vidente, Tomo I, octubre de 1853, pp. 147-48.
  34. Ibíd. Tomo II, pp. 266-67.
  35. Diario de Discursos, 25:222.