Tu estudio de — El Libro De Mormón — Introducción

Tu estudio de — El Libro De Mormón
Primera Parte:
1 Nefi Hasta Palabras de Mormón
David J. Ridges Con Joaquín Fenollar

Tu estudio de — El Libro De Mormón Primera Parte: 1 Nefi Hasta Palabras de Mormón

Introducción

EL LIBRO DE Mormón, Otro Testamento de Jesucristo” es en verdad un testimonio de Cristo. Como promedio, en el Libro de Mormón, se hace mención de Cristo cada 1.7 versículos. No es de extrañar que sea “la clave de nuestra religión; y que un hombre se acercaría más a Dios al seguir sus preceptos que los de cualquier otro libro” (véase “Introducción” al principio del Libro de Mormón. José Smith hizo esta declaración a los Doce Apóstoles el 28 de noviembre de 1841, en el hogar de Brigham Young, en Nauvoo). SOBRE LA PORTADA La portada, que se encuentra al principio del Libro de Mormón, es una traducción literal de la última declaración de Moroni, la cual se encontraba en el lado izquierdo de la última página de las planchas (véase History ofthe Church, Volumen 1, pág. 71). Nefi nos dice que el idioma que él utilizó para escribir el registro sobre las planchas consistía en “la ciencia de los judíos y el idioma de los egipcios” (véase 1 Nefi 1:2); es decir, los orígenes del idioma que él utilizó vienen del Medio Oriente. La portada es la última declaración que Moroni tenía para nosotros. En el primer párrafo nos dice a quién va dirigido el libro de Mormón, es decir, a los lamanitas, a los judíos y a los gentiles; o en otras palabras, a todo el mundo. No se trata de otro libro cualquiera, puesto que está “escrito por vía de mandamiento”. Por tanto, es la palabra Dios revelada para que aparezca en el mundo en los últimos días, traducida por el don de Dios. Moroni nos explica que se trata de un “compendio” (una versión reducida o condensada) del registro de los nefitas y también un compendio del registro de los jareditas (el libro de Éter). En el segundo párrafo de la portada, Moroni nos dice que él tenía tres propósitos principales en mente al preparar las planchas de oro para cuando llegara el tiempo en que José Smith las tradujera. Estos son sus propósitos: 1. Mostrarnos a nosotros, quienes somos un resto o “remanente” de la casa de Israel (o sea, descendientes de Abraham), las grandes cosas que el Señor hizo por nuestros antepasados. Entre otras cosas, esto nos recuerda quienes somos y cual es verdaderamente nuestro potencial al seguir fielmente a Cristo. 2. Testificarnos de la función clave que tienen los convenios al llevarnos de vuelta a Dios. Nefi nos recuerda que los convenios fueron eliminados de entre las “partes que son claras y sumamente preciosas” (1 Nefi 13:26-29). Fueron quitados del evangelio debido a la apostasía. Posiblemente recordarás que los convenios solo se requieren para entrar en la gloria celestial y exaltación,- los convenios no se requieren para tener entrada en la gloria terrenal o telestial. Así pues, cuando hacemos y guardamos convenios nos estamos preparando y facultando para volver junto a Dios y vivir en su presencia para siempre. 3. Convencernos a todos de «que JESÚS es el CRISTO, el ETERNO DIOS, que se manifiesta a sí mismo a todas las naciones”. Tal y como se ha indicado previamente, en el Libro de Mormón se cita al Salvador, de una manera u otra, con un promedio de 1.7 versículos. Y cada vez que leemos en estas páginas sagradas, le damos al Espíritu Santo muchas oportunidades específicas para darnos un testimonio puro, directo y de incalculable valor de que Jesús es el Cristo, y que Su expiación puede activarse completamente en nuestras vidas personales. Quizás podríamos resumir los tres propósitos principales del Libro de Mormón mencionados previamente de la siguiente manera: el Libro de Mormón es un registro (libro) sagrado de escrituras en el que el Salvador nos enseña la historia de su trato y comunicación con los pueblos del pasado; nos hace saber en cuanto a Su deseo de hacer convenios con nosotros para nuestra seguridad y bienestar; y nos da a conocer el papel de Su expiación al traer paz y optimismo a nuestras vidas. Esta paz y optimismo se acentúa especialmente en la última frase de la portada, en la que Moroni nos asegura que por la expiación de Cristo podemos presentarnos «sin mancha ante el tribunal de Cristo”.

EL TESTIMONIO DE LOS TRES TESTIGOS Y LOS OCHO TESTIGOS

SI PRESTAS ATENCIÓN te darás cuenta de que el testimonio de estos Tres Testigos y los Ocho Testigos tiene un gran valor. Estas declaraciones representan un testimonio poderoso del Libro de Mormón y del Profeta José Smith. El hecho de que seis de estos once hombres dejaron la iglesia, pero nunca negaron que habían visto las planchas, proporciona una validez sólida en cuanto a sus testimonios. A continuación tienes una lista con los nombres de estos hombres y una nota indicando si permanecieron fieles o no-. Oliver Cowdery: Dejó la iglesia y volvió más tarde. David Whitmer: Dejó la iglesia y nunca volvió. Martin Harris: Dejó la iglesia y volvió más tarde. Cristoian Whitmer: Permaneció fiel. Jacob Whitmer: Dejó la iglesia y nunca volvió. Peter Whitmer Júnior: Permaneció fiel. John Whitmer: Dejó la iglesia y nunca volvió. Hiram Page: Dejó la iglesia y nunca volvió. José Smith, Sénior: Permaneció fiel. Hyrum Smith: Permaneció fiel. Samuel Smith: Permaneció fiel. Al estudiar el testimonio de los Tres Testigos, al principio de tu Libro de Mormón, te darás cuenta de que recibieron un testimonio espiritual, el cual se expresa de manera simple y directa. Estos testigos aseguran que: 1. Han visto las planchas. 2. Saben que las planchas fueron traducidas por el poder y el don de Dios. 3. Escucharon la voz de Dios dando testimonio. 4. Saben que la obra es verdadera. 5. Han visto en persona los grabados sobre las planchas y que estos grabados les fueron mostrados por el poder de Dios. 6. Un ángel trajo las planchas y se las mostró a los tres. Es interesante observar que tanto Oliver Cowdery como Martin Harris sostuvieron en sus propias manos las planchas cuando el ángel se las mostró; sin embargo, David Whitmer decidió no sostenerlas. (Véase Investigating the Book of Mormon Witnesses-por Richard Lloyd Anderson, página 81). Al leer el testimonio de los Ocho Testigos, te darás cuenta de que se trata fundamentalmente de un testimonio físico. En otras palabras, estos hombres no vieron a un ángel ni escucharon la voz de Dios. Más bien, dan un testimonio directo de que José Smith les enseñó las planchas, las cuales tenían «la apariencia de oro” (es obvio que estos hombres eran honestos y cautelosos). También dieron testimonio de que examinaron con sus manos las hojas que José Smith había traducido, y que los grabados tenían “la apariencia de una obra antigua” (una vez más observamos su honestidad y prudencia en sus palabras), y que habían visto y sospesado las planchas y sabían con certeza que José Smith las tenía en su posesión. Estos dos testimonios (el de los Tres y los Ocho Testigos) han salido adelante y aún siguen adelante por todo el mundo testificando del Libro de Mormón y del Profeta José Smith. Si nosotros estudiamos este registro sagrado con un espíritu de humildad y oración, también podremos agregar nuestro testimonio junto al de ellos.

El primer libro de Nefi