Conferencia General Octubre de 1972
Un Instrumento en las Manos del Señor
Por el Presidente Rex D. Pinegar
Del Primer Consejo de los Setenta
Al dirigirme a ustedes hoy, recuerdo una escritura que me fue enviada en una carta por uno de los misioneros de la Misión Carolina del Norte-Virginia. Expresa los sentimientos de mi corazón y se encuentra en Alma, capítulo 29, versículos 9 y 10, donde leemos:
“Sé lo que el Señor me ha mandado, y me glorío en ello; no me glorío de mí mismo, sino que me glorío en lo que el Señor me ha mandado; sí, y este es mi gozo, que tal vez pueda ser un instrumento en las manos de Dios para llevar a alguna alma al arrepentimiento; y este es mi gozo.
“Y he aquí, cuando veo que muchos de mis hermanos verdaderamente se arrepienten y se acercan al Señor su Dios, entonces mi alma se llena de gozo; entonces recuerdo lo que el Señor ha hecho por mí; sí, aún que Él ha escuchado mi oración; sí, entonces recuerdo Su brazo misericordioso que extendió hacia mí.”
Que todos recordemos ese brazo es mi oración, en el nombre de Jesucristo. Amén.

























